Desclaimer: Katekyo Hitman Reborn! No me pertenece, es pertenencia de su respectiva autora, Akira Amano.

Advertencias: Spoilers del arco de la batalla del arcoíris. Si no queda claro, este fic es temática Yaoi, pareja principal 1827 con ligeros roces de 10027, R27, D27 y D18 (Esto es simplemente para darle celos a Tsu-chan, así que no preocupéis). Futuro lemmon.

Este fic va dedicado especialmente a: "Maria Aikawa" una de las ganadoras del concurso de "Unlimited" Y a sus hermanitas!: "Laura Angelica Hmz y VetagiXD" (Perdón por escribir mal tu nick, Yunmoon se siente muy apenada!) . Gracias por apoyar a Yunmoon en sus fics!

Yunmoon Projects

Presenta:

En medianoche

Capitulo 1 – El problema de las llamas

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Once con treinta y siete minutos de la noche. Se levanto de la cama y sin su consentimiento sus llamas se encendieron. Miro por la ventana, sin realmente ver nada, abrió la ventana y utilizando el poder que le daba el hecho de ser un Vongola, salió volando. Sus ojos vagaron por toda el área, viajo alrededor de quince minutos y al llegar a su destino bajo al suelo. Miro una puerta y recargo la espalda en ella, suspiro un par de veces, dos o tres, no lo sabía y con lentitud su llama se apago, cuando esa acción fue realizada su cuerpo resbalo por la puerta y quedo dormido

Fue como si desde el principio nunca hubiese estado despierto.

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Fue una sorpresa el notar que el inútil de su estudiante ya no estaba en la cama, Reborn, quien se había vuelto adulto después de todo el drama de la batalla del arcoíris, salió de la habitación del bueno para nada de su alumno. Bajo las escaleras con parsimonia y al llegar al pie de la escalera sintió el timbre de su celular sonar, estuvo tentado a no tomarlo, pero bueno, era mejor hacer bien su trabajo. Sacó el aparato de su bolsillo y contesto la llamada entrante, que para su sorpresa, pertenecía al teléfono móvil de su inútil estudiante.

-El herbívoro esta aquí, en mi casa. Llévatelo o lo morderé hasta la muerte-.

Al segundo siguiente el celular comenzó a lanzar ese pitido que señalaba que la llamada había sido cortada. Pero Reborn frunció el ceño, ¿qué hacía Dame-Tsuna en casa de Hibari? No, la pregunta debería ser.

-¿Cómo sabía ese inútil donde vivía Hibari?-.

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El abrupto despertar y el golpe le dejaron en un temporal shock, poco después comprendió que estaba pasando.

¿Cómo había llegado a ese lugar?

No tenía idea, solo era consciente que había sido severamente golpeado y aún seguía sin comprender nada.

Hibari le dio una taza de té y se sentó frente a él, ¿valía la pena ser cortes después de que le habían molido a golpes sin razón aparente? No importaba, con Hibari nunca se debía de tener lógica para nada.

-Es de jazmín-.

Aclaro el presidente de disciplina, ¿Cuánta lógica se necesitaba para entenderlo? Tsuna prefirió no comprobar nada, no tenía caso, realmente no lo tenía.

Pero más importante que eso, ¿Cómo había llegado a casa del pelinegro si desconocía el lugar en el que vivía? El castaño no sabía lo que pasaba. Hibari, por su parte, tomaba el té con calma, sin decir nada, su calma puso nervioso un poco a Tsuna, pero no lo suficiente como para ponerse a llorar, aunque estaba apunto.

-¿Qué hacías tirado frente a mi puerta, herbívoro?-.

Hablo, por fin, el pelinegro, Tsuna se puso extremadamente nervioso. ¿Debería decirle que no tenía la más mínima idea?

-Ahm… Y-yo… yo no… no tengo idea…-.

Dijo finalmente, Hibari lo observo fijamente y luego soltó un resoplido.

-Herbívoro inútil y estúpido-.

Tsuna cerró los ojos, tenía miedo de lo que le pudiera pasar ahora, pese a que podría -¡podría!- ser más fuerte que Hibari, aún le daba temor.

-El bebe vendrá por ti, espéralo y luego lárgate…-.

Tsuna no dijo nada. Solo asintió y dejo que Hibari se fuera, pero el pelinegro se detuvo a la mitad y luego volteo a verlo.

-Hazte un favor a ti y no vuelvas a mi casa, herbívoro-.

Tsuna sintió sus mejillas enrojecer, no podía creer que de verdad estuviera en casa de Hibari… realmente le daba vergüenza el hecho de haber sido encontrado durmiendo frente a la puerta del pelinegro. Hibari desapareció de su vista y Tsuna soltó un suspiro, tomó el té de jazmín y luego lo bebió, era un buen té. La puerta abriéndose precipitadamente le provoco soltar un gritito de miedo, pero cuando escucho la voz se relajo.

-¡Kyouya!~ ¿Tsuna? ¡Tsuna!-.

-Dino-san-.

El rubio sonrió ampliamente y se acerco corriendo, después de la batalla del arcoíris ellos dos estaban más unidos que antes, para mala suerte de Dino también Byakuran estaba más unido a Tsuna, pero bueno.

-¿Qué haces aquí? ¿Dónde esta Kyouya?-.

-Ehm, Hibari-san se fue… por esa puerta-.

-Oh, se ha ido a la alcoba… pues bueno, tal vez no saldrá por un buen rato, suele ver porno ahí-.

Tsuna se sorprendió tanto que soltó un gritito y salto de su lugar, Dino hecho a reír fuertemente por haberle tomado el pelo al niño, pero cuando la puerta se abrió, de nuevo, y por ella salió Kyouya supo que iba a ser molido a golpes por mentir.

Dentro de la casa de Hibari, sabiendo que el chico tenía un oído finísimo para escuchar cuando alguien hablaba mal de él.

-¿Qué dijiste, caballo?-.

-¡Sabes que era broma! ¿Verdad Tsuna?-.

El castaño no dijo nada, asustado por la mirada azul grisácea de Hibari, el pelinegro le soltó un tonfaso a Dino y luego volvió a entrar a su habitación. Dino soltó una risita y se sentó en el sofá.

-¿Lindo no?-.

-N-no… deberías hacer enojar a Hibari-san…-.

-Nah. No te preocupes, nosotros somos así-.

Tsuna sonrió nervioso, golpes en la puerta y luego el crujir de ella hicieron entender a Tsuna que Reborn había llegado, se levanto de su lugar y se sacudió el pijama.

-Me voy, Dino-san, nos veremos luego-.

-¡Claro! ¡Te visitare hoy!-.

-Te estaré esperando, Dino-san-.

Tsuna bebió el último sorbo de té y salió de la casa. Dino sonrió de lado y lo despidió con esa sonrisa. Tsuna suspiro una vez fuera de la casa de Hibari y miro a su alrededor, sin reconocer nada de donde estaba, poco a poco notó que estaba en unos departamentos cerca de Namimori, Reborn lo miró y se acercó a él, Tsuna hizo lo mismo.

-¿Qué hacías aquí?-.

-No lo se-.

Soltó, avergonzado y con voz baja, Reborn rodó los ojos bajo la sombra de su sombrero fedora.

-Dame-Tsuna una vez, Dame-Tsuna por siempre-.

Dijo como si Tsuna fuera un caso perdido, Reborn le lanzo algo y Tsuna notó que se trataba de una sudadera e internamente le agradeció.

-Póntela y vámonos de aquí-.

Tsuna se coloco la sudadera y camino junto con Reborn fuera de ahí, por la ventana Hibari los observaba y una vez se fue salió de su habitación. Frunció el ceño al ver que Dino continuaba en su casa. Herbívoro molesto y estúpido.

-¡Kyouya!-.

-Vete, o te morderé hasta la muerte-.

-Vamos Kyouya, después de la batalla casi no te he visto, tu tutor te extraña mucho-.

-Hmm, como si me importara lo que sientes-.

Dijo y se coloco la chaqueta del comité de disciplina dispuesto a comenzar sus rondas por Namimori, Dino lo sujeto de un brazo y le sonrió.

-¿Te has puesto nervioso luego de ver a Tsuna, lindamente dormido frente a tu puerta?-.

Molesto Dino al pelinegro, no se espero ver las mejillas de Hibari teñirse de un leve tonó rosa, el rubio se sorprendió tanto que soltó a Hibari lentamente, el pelinegro volteo a mirarlo y luego le golpeo rudamente con una de sus tonfas.

-No te metas-.

Soltó por última vez y se fue de su propia casa.

Dino estaba realmente sorprendido, pero sonrió.

Así que Hibari tenía sentimientos, que cosa tan extraña.

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Tsuna estuvo en casa, por primera vez Reborn le dejo el día libre e hizo su santa voluntad, como leer manga y estar acostado en la cama por casi todo el día. La única ocasión en la que salió de su habitación fue cuando Dino llego a su casa y comió con ellos y luego se marcho, luego de eso volvió a su habitación y continúo recostado.

La noche llegó pronto y con ello Tsuna se quedo dormido, con un onigiri y con un libro de ciencia ficción en la mano –sorpresa, Tsuna sabe leer-.

Las horas pasaron lentamente y en algún momento dieron las once y media de la noche.

Tsuna se levanto de la cama, miro el cielo nocturno por algunos minutos y luego sus llamas se activaron, de nuevo fue sin su consentimiento. Abrió la ventana y salió de ahí a gran velocidad.

Sus pies tocaron tierra firme a los diez minutos y se acercó a una puerta, pego la frente y cerró los ojos.

-Y-yo… yo…-.

Susurro muchas otras cosas que eran intangibles, pero luego la llama se apago y de nuevo Tsuna se deslizo por la puerta y quedo dormido, más bien, él realmente seguía dormido.

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Reborn estaba un poco extrañado, nunca había visto que algo así le pasara a Tsuna y eso que había dormido en su habitación por más de un año. Pero lo había visto, el anillo encendiéndose y con ello el castaño despertando y luego de mirar por la ventana lo vio encender las llamas, abrir la ventana e irse volando.

¿Qué había sido eso?

No entendía, porque realmente nunca había sucedido eso.

Tendría que averiguar que le sucedía… y si eso era lo que le había llevado a la puerta de la casa del guardián de la nube.

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Hibari caminaba por las calles oscuras que conducían a su departamento, hoy había tenido poco que hacer, hasta que en la noche un par de estúpidos herbívoros habían pensado que era buena idea el juntarse y hacer de las suyas, claro que Kyouya les había mordido hasta la muerte.

Su sorpresa fue amplía cundo vio, de nuevo, al herbívoro castaño acostado en la entrada de su casa, dormido. Que herbívoro tan estúpido, ¿por qué se quedaba de forma tan despreocupada frente a su puerta? ¿Acaso no entendía que muchos siempre querían atacarlo? Su casa era peligrosa.

Se acercó al castaño y notó algo, el anillo del cielo temblaba o se movía por su propia cuenta, frunció el ceño, luego el anillo dejo de moverse y con ello tomó a Tsuna y lo metió a su casa, de nuevo. Lo dejó recostado sobre el sofá y entro a su alcoba, se cambió la ropa y saco una manta, cubrió el flacucho cuerpo del niño con ella y lo miro desde su altura.

-Tch…-.

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El misterio de la llama, ¿por qué la llama lleva a Tsuna con Hibari?

Hay que ver porque, pero será para el próximo capitulo. Este fic solo tendrá la duración de siete capítulos, así que tendrá un trama ligero.

Aikawa-chan, quise subirlo antes pero no pude, perdona. Pero ahora te digo: ¡Feliz cumpleaños atrasado!

Shao~ shao~