Capítulo 8: El despertar de las sombras

En el camino hacia la Torre de la Hokage, Naruto y Sakura decidieron adelantarse un poco más que Natsumi para poder hablar de ella quien estaba actuando más extraño de lo normal. La niña de por sí ya era un misterio, pero unos minutos después que Ino les mencionó sobre la Garra de las Sombras, se dieron cuenta del cambio en la conducta de la rubia.

Esa mañana lograron verla un poco más abierta, más alegre de lo normal incluso vieron una sonrisa genuina de ella cuando estaban en Ichiraku, pero ahora era distinta. Su rostro reflejaba una frialdad mezclada con algo de ira y mantenía la mirada distante, además no les dirigió la palabra ni se acerco a ellos en todo el trayecto. Por eso Naruto le dijo a Sakura lo más bajo posible, para evitar llamar la atención de ella:

-Sakura-chan, ¿Qué le pasa a Natsumi-chan?

-No sé, eso te iba a preguntar. Sé que ella es reservada y no le gusta conversar con nosotros, pero es que ahora eso es completamente diferente. No sólo no habla; su actitud es fría y distante como…

El nombre no fue necesario, tanto Sakura como Naruto sabían de quien se trataba. Era quien los había abandonado y ahora caminaba por un sendero muy distinto al de ellos. El resto del recorrido fue silencioso, ambos shinobis disminuyeron su velocidad para poder estar al lado de la niña para vigilarla más cerca; aunque eso pareció no inmutar a Natsumi quien los ignoro por completa y siguió sumergida en sus pensamientos.

Dentro de la oficina de la Hokage, estaba Tsunade sentada en su escritorio con una carta en sus manos, Shizune a su lado revisando varios papeles y Kakashi recostado contra la pared del lado izquierdo leyendo su libro. El rubio y la pelirrosa se acercaron al escritorio mientras que Natsumi se quedo cerca de la pared sin alzar la mirada, pero atenta si oía algo que fuera realmente importante con respecto a la gente que ella detestaba con todo su ser.

-Abuela Tsunade, Ino nos dijo del ataque ¿Gaara y su aldea están bien?-dijo Naruto preocupado por lo que pudo haber pasado a uno de sus amigos.

-Calma, Naruto-respondió la Hokage en ese instante se percató de cómo Natsumi se hallaba apartada del resto- Suna está a salvo, pero recibieron un ataque sorpresa por parte de la Garra de las Sombras a una de sus prisiones. Se dieron varias bajas y unos cuantos shinobis resultaron heridos incluida la alumna de Gaara, Matsuri.

-Matsuri del desierto, Natsumi reacciona de una buena vez. Nosotras la conocemos, es la esposa del Kazekage. Ella nos visito una vez y estuvo…-esta vez fue la Inner Natsumi quien se detuvo- La Garra puede ser violenta, pero no es tan tonta para perjudicar la línea del tiempo así.

-Podrías callarte, a veces eres una verdadera molestia en mi cabeza-dijo la verdadera Natsumi con una frase al más estilo Uchiha, sacando de sus casillas a su otra personalidad.

-¿Y ella se encuentra bien?-ahora fue Sakura quien habló

-Sí, la atacaron con una técnica con agujas senbon dejándola congelada por un rato, ahora se encuentra recuperándose en el hospital. Los 3 individuos la usaron como rehén para negociar el escape frente a Gaara y sus otros dos hermanos antes de que llegasen los refuerzos de la aldea.

-Qué raro, pensé que Gaara podría rescatar a Matsuri y derrotar a esos sujetos a la vez-Naruto respondió confundido recibiendo un golpe por parte de Sakura que hizo que Natsumi los mirará asombrada.

-¡BAKA! Si la usaron como rehén, Gaara no sé arriesgaría a que la dañarán. Él sabía que corría mucho riesgo-ahora más tranquila le habló a su maestra-o me equivoco Tsunade-sama.

-Ojala que mamá pudiera meterte la cordura de esa misma forma, Natsumi Namikaze-le respondió la Inner.

-Correcto, el Kazekage me mandó esta carta para explicarme el ataque junto con la descripción de los criminales. Es por esa razón que les pedí traer a Natsumi.

-¿Para qué me necesita, Lady Hokage?-preguntó la niña con aquel tonito que la Hokage no soportaba por la arrogancia que transmitía, por su parte Naruto y Sakura miraban extrañados la conducta de la niña.

-Necesito saber los nombres que sepas de esos individuos.

-Está bien, ¿no hay más información que debamos saber?-mirando directamente la niña a la Hokage quien al no mover la cabeza o decirle algo continuó- Para eso, dígame las características de los que atacaron aunque…si hubo congelados sin la menor duda actuó Oyuky-respondió la niña hablando un poco presumida como si estuviera provocando a la Hokage para que le dijera algo más.

-Shizune, dile las características a la señorita Natzuruno-eso mientras Tsunade sujetaba con fuerza su silla para no gritarle a la pequeña rubia.

-Uno de ellos tocaba una lira con una…-en eso Natsumi interrumpió bruscamente a Shizune.

-Milos, es uno de los más fuertes de esa organización, tengan mucho cuidado.

-La mujer es entonces Oyuky y el otro portaba como una máscara que cubría su boca…

-Vartel, es alguien muy temperamental y peligroso. ¿Puedo saber porque atacaron a Suna? No es normal que ataquen sin ninguna razón, no es su estilo-los presentes, excepto Tsunade, les extraño que la niña con tan corta edad supiera tanta información de los enemigos, sin embargo esa actitud fue lo que más les extraño y disgustaba.

-Sí, fueron a rescatar a dos prisioneros sus nombres eran Seito Oshio y Kaito Shishio- Shizune le respondió ya que tenía unos papeles con la información en sus manos, sin embargo de inmediato la Hokage reacciono mirando a su asistente enojada; no era para menos debido a la inmediata reacción de Natsumi.

-¡KAITO SHISHIO! ¡Estaba bajo sus narices y no se dieron cuenta que lo tenían! Tuvieron que decírmelo, en vez de quedarse sentados aquí sin hacer nada. Se los dije cuando llegue, saben todo lo que es él y no hicieron nada para detenerlo. ¡Él debería estar aniquilado, exterminado, no huyendo por allí!-dijo la niña enojada gritándole a la Hokage dejando a Naruto y Sakura atónitos por el arrebato sin darse cuenta del brillo rojo que comenzaba a presentase en los ojos verdes de la niña

-Natsumi, contrólate. Hasta ahora…-Shizune intentó continuar pero la pequeña rubia continuó y subió su tono de voz.

-¿¡Controlarme! ¡Él arruinó mi vida por completo! No hay excusas ahora tras eso, él no merece consideración alguna. Yo sólo tengo un objetivo en mi vida: ¡Quiero ser yo quien lo destruya con mis manos y vengarme!-las palabras que oyeron hicieron eco en Naruto y Sakura debido a la semejanza con su antiguo compañero de equipo, quien había seguido ese camino.

Sakura fue la primera en actuar agarrando a Natsumi de los hombros, volteándola para mirarla de frente:

-¡Natsumi, qué rayos te pasa! Esa idea de venganza no hace nada más que oscurecer tu corazón y alejarte de aquellos le importas.

-Sakura, está en lo cierto. Si lo haces perderás más de lo que imaginas, un amigo cayó en la oscuridad en busca del poder para su venganza y dejo de ser quien era. No dejes que la oscuridad de tu pasado arruine tu futuro, la venganza no genera más que problemas para ti-Ahora fue Naruto quien se puso de rodillas a la altura de la niña para tratar de evitar repetir la historia de Sasuke.

-Piensa en qué pensarían tus padres, Natsumi-le dijo Sakura a la pequeña rubia quien permaneció con los ojos cerrados aunque eso pareció ser demasiado para ella.

-No los mencionen…-habló suavemente como tratando de contener un llanto con la cabeza agachada hasta que se levantó y con los ojos cerrados les dijo-¡USTEDES NO LO ENTIENDEN!

En eso la niña salió corriendo de la oficina de la Hokage dejando que escapar en su trayecto un par de lágrimas de sus ojos.

Antes de Sakura y Naruto fueran tras ella, la Hokage les dijo que se detuviera de inmediato y dejarán a la rubia sola por un rato.

-Abuela Tsunade, ¿por qué nos detiene? Ella no está bien y necesita que alguien la ayude ahora mismo, dattebayo-Sakura afirmó con la cabeza ante las palabras del rubio.

-Sí. Aunque Naruto, Sakura, Kakashi, necesitan saber dos cosas más. En primer lugar, Milos nos envió un mensaje adicional en el desierto "Si aprecian a su aldea, nos entregarán a la niña sin problema". Creo que sobra decir de quién están hablando.

-Tsunade-shishou, con todo respeto, pero eso nos da más razón para irnos. Ella nos necesita ahora más que nunca, o mejor ayúdenos a localizar a los padres de ella para que nos ayuden a hacerla razonar al respecto ¿Ya saben algo del paradero de ellos?

En eso la Hokage tomó un respiro antes de responder, sabiendo que esa información iba a ser difícil de aceptar incluso para ella. Miró fijamente al rubio y a la pelirrosa tratando ser lo más cuidosa. Entonces con una voz calmada les dijo:

-Eso es lo otro asunto que deben saber. Natsumi siente un odio inmenso hacia todos ellos en especial a Kaito porque ellos… son la razón por la cual no puede estar con sus padres.

-Pero los podemos…-mencionó Naruto pensando que estaban atrapados o perdidos.

-No, Naruto. La razón por la que actuó así, se debe a que Natsumi… es huérfana. Ella perdió a su madre y su padre en manos de la Garra-en ese instante un silencio profundo reino en la habitación.

En la profundidad de una cueva en el País del Fuego, el líder de la Garra de las sombras entrenaba a su contraparte de esa época en el control de su chakra y tratando de enseñarle un nuevo jutsu para que cuando se diera una confrontación con los ninjas de Konoha o Suna estuviese preparado. Sin embargo, subestimaba las capacidades del antiguo Kaito ya que su dominio era perfecto y casi tenía dominado el nuevo ataque. Al ver el cansancio del joven decidió que era suficiente por ese día:

-Termina el entrenamiento, ven necesito explicar la siguiente fase de nuestro plan.

-Comprendo, explícame ahora que tienes en mente ya que parece que no te molesto la promesa que hicieron al Kazekage de no volver a su aldea.

Después de conocer a su versión futura, él le explicó al joven Kaito todo el plan: Natsumi, el Kyuubi, las llaves, la Torre y los poderes que obtendrían. Acordaron para evitar futuras confusiones, que se referían como Shishio al de la época actual y al futuro líder de los peligrosos shinobis como Kaito.

-He tenido una duda desde que me explicaste lo de mi rescate ¿Por qué no te interesa ingresar a Suna de nuevo? Acaso allí no se encuentra una de las dos llaves de la Torre.

-Kaito, en parte es cierto; sin embargo la verdadera ubicación no es allí. Antes necesitas entender algo, desde hace mucho tiempo cada una de las 5 grandes aldeas tiene alguna especialización o clanes con características especiales que las distintas de las otras: Konoha con los jutsus de fuego y sus diversos clanes, en Kumo con las técnicas eléctricas y los espadachines y Suna el viento y los títeres. Según mi investigación comprobada por Milos en su incursión, la llave sigue oculta y no está allí. Se encuentra protegida por un arma de gran poder que sólo el primer Kazekage supo de su existencia y la escondió en el desierto por el riesgo.

-¿Qué clase de arma es? Una espada, un abanico, una kunai u recipiente de sellado.

-Allí te equivocas mi joven amigo. Fue diseñada para ser usado por alguien de Suna, se trata de la máxima marioneta que reacciona para proteger la llave, a menos que un ninja la controle. Es por eso que tu compañero de celda nos será de utilidad por sus habilidades, ahora se encuentra en un área especialmente diseñada por Milos para probar sus capacidades y cuando esté listo partirán a su destino.

-¿No iremos con ellos?

-Aún no es menester participar en el combate, para la siguiente fase yo iré para recuperar la otra llave en posesión de la hoja y visitar a una niña que está deseosa de verme-complemento esa última frase con una risa malévola, cuando sonó la puerta e ingreso Milos.

-Kaito-sama, según mis estimaciones, el muchacho estará listo en dos días. Partiremos al anochecer para darle un poco más tiempo a que se acostumbre a manejar tantos hilos.

Natsumi salió aprisa de la Torre Hokage y corría por toda la ciudad chocando con varias personas a su paso. No tenía un rumbo fijo, no quería ir a la casa de Sakura, ni con Ino o algún conocido; solamente deseaba estar sola para que nadie le hiciese recordar su pasado, la Garra o su venganza. Por sus mejillas blancas como la porcelana, seguían corriendo las lágrimas aunque ya el chakra del zorro no estaba activo. Las palabras que le dijeron Naruto y Sakura más la reacción de ambos sí la había afectado; aún así ellos, según Natsumi, no eran capaces de entender el dolor y el sufrimiento que ese día le habían causado en su corazón y la cicatriz creada ese momento no se había ido por completo. Además en la cabeza de la niña hacía eco aquella frase que le dijo a la Inner Natsumi "Ellos no son mis verdaderos padres".

En ese instante recordó que había un sitio que tal vez con el pasar de los años no había cambiado y allí podría encontrar algo de paz y calma. Le hubiese gustado tener su libro para observar algunas viejas foto con los recuerdos de sus padres, pero la madre de la pelirrosa la hubiese detenido al entrar a casa y lo más seguro era que Naruto, Sakura y tal vez Kakashi ya la estuviesen buscando.

Después unos minutos llegó a su destino: La cima de los rostros específicamente el lado de la cabeza de su abuelo, el cuarto Hokage. La pequeña rubia se sentó en el escaso césped que se encontraba allí, doblando las rodillas para que pudiera reposar en ellas su cabeza. Por varias horas, los ojos verdes de Natsumi se limitaron a mirar nostálgica la aldea con el viento ayudándola a secar las lágrimas que había corrido por su rostro. Allí arriba pensaba en cómo podía evitar que resultase dañada Konoha por la amenaza que ella trajo al pasado, además en que hubieran hecho su madre y padre en una situación similar. El sol que ya comenzaba a caer por el oeste, dando paso a una ligera y relajante brisa, la cual hacía darse cuenta que debían estar en verano y el otoño ya se empezaba a mostrarse en el panorama.

Así, la niña producto tal vez del cansancio, de las condiciones del lugar o por la preocupación que vio en el rostro de Naruto y Sakura por el camino que estaba siguiendo provocó que sus ojos se sintieran cansados y sus párpados comenzarán a cerrarse hasta que finalmente se durmió.

Por toda la aldea varios clones de Naruto buscaban en cada puesto, calle, campo de entrenamiento, parque a Natsumi; por su parte el verdadero Naruto estaba acompañado por Sakura. Los dos no se habían separado desde que la Hokage les contó la verdad sobre los padres de la pequeña que estaba a su cargo. Los dos sorprendidos por la noticia, en especial Sakura ya que cuando habló con Natsumi, ella los mencionaba con naturalidad como si estuviesen vivos. Después de eso, los dos se retiraron cabizbajos de la habitación siendo vigilados por la mirada de la Hokage. Al salir no quisieron hablar del tema, sentían pena por la niña a la cual le habían agarrado mucho cariño. Después de media hora, Naruto le dijo a Sakura:

-Ella no se merece esto.

-Lo sé -continuó Sakura hablando con cierto pesar en su voz- Yo sólo estuve mencionándole varias veces a sus padres sin saber lo que les había pasado y ella no me dijo nada, más bien se alegro un poco y salía un poco de su personalidad fría. No puedo imaginarme lo difícil que debe ser ocultar ese sufrimiento por tanto, al igual de lo difícil que sería crecer sin padres…-en eso se puso las manos tapando su boca recordando que su compañero también creció de la misma forma-Naruto, perdóname en serio no quise decirlo.

-No te preocupes, Sakura-chan. No lo hiciste a propósito…-sin embargo Sakura lo interrumpió más desanimada de lo que ya estaba.

-No, Natsumi tenía razón al decirme que no entendía nada, es como me dijo él una vez, yo llegó a ser para las personas que me rodean una verdadera molestia…

-¡Nunca digas eso, Sakura-chan!-le dijo de inmediato Naruto agarrándola de las manos, claro que sin darse cuenta- ¡Tú nunca fuiste, ni serás una molestia! Con Natsumi, lo más seguro es que no quería que la tratáramos distinto por eso. Ya viste como es su personalidad, creo que tal vez hablar de sus padres le agrada porque le ayuda a sentirlos más cerca; en especial debido a que conociéndote le dijiste cosas buenas de ellos, ¿No es así?-respondió su habitual entusiasmo.

-Naruto…gracias-dijo con una sonrisa la pelirrosa. En eso se dio cuenta de que estaban agarrados y con un gesto bajo la cabeza a donde estaban las manos de ambos y el rubio se dio cuenta también. De inmediato se soltaron y se dieron la espalda con un leve sonrojo en los rostros de ambos.

Tras un par de segundo, aún sin mirarse el uno al otro, Sakura tratando de sonar seria le dijo a Naruto:

-Debemos concentrarnos en localizar a Natsumi y tratar de hablar con ella.

-Sí-respondió Naruto intentando imitarla en mantener la compostura, sin embargo ninguno de los dos podía hacerlo, sólo ellos mismo creían que lo estaban logrando. Por su parte sus acompañantes tenían unas cosas que decirle:

-Lo tenías de las manos y lo sueltas. No sé si la frente te dificulta el paso del oxígeno al cerebro porque no debías de haberlo soltado. Ahora dime la verdad ¿Sientes algo por él más que amistad?-le decía la Inner Sakura molesto por el momento de vergüenza de su contraparte

-Chico, estaban de las manos y aún te da apena esto. Deberías pensar en decirle lo que sientes antes de que esta tensión me saque de quicio.

Las palabras de la Inner Sakura y el Kyuubi no tuvieron respuesta ya que los dos shinobis decidieron concentrarse más en Natsumi que en ese momento que había pasado entre los dos. Dieron un par de vueltas y los clones les decían que no tenían rastros de la niña. En ese momento se les vino a la mente, usar los perros de Kakashi para rastrearla aunque no tenían algo con el olor de ella. Viendo que el sol se estaba ocultando, la pelirrosa le dijo al rubio habló:

-Vamos Naruto, pensemos ¿Dónde podría esconderse ella y qué nadie la encuentre?

-Bueno, yo antes solía ir a los Montes Hokage para esconderme tras mis bromas y para pensar un poco no sé si…

-Naruto eso es, no puedo creer que diré esto, pero es Brillante. ¡Vamos!

Después de unos minutos llegaron a la cima del Montes y encontraron a Natsumi allí dormida. Una extraña sensación de calma recorrió el cuerpo de ambos ninjas al verla sana y salva.

-Gracias a Dios, está bien. Tuviste razón esta vez, Naruto.

-Fue suerte, Sakura-chan-dijo el rubio rascándose la parte trasera de la cabeza- Creo que será mejor no despertarla, ha tenido un día difícil.

-Sí, mañana partimos a Suna para rastrear a la Garra y creo que mejor le dejamos una nota antes de irnos para explicarle lo de hoy.

-Tienes razón Sakura-chan. Aunque debemos hablar con ella al volver y hacerla ver que la venganza y el rencor no le traerá más que más oscuridad y no es la verdadera solución para ella.

Sakura afirmó con la cabeza; en eso se dio cuenta el rubio que la pequeña temblaba un poco de frío. Naruto decidió mejor quitarse su chaqueta y dársela a Sakura por un instante. La kunoichi algo confundida por el acto de su amigo se quedó quieta y observó como Naruto subió a Natsumi a su espalda y cargándola se acercó a ella para decirle que le pusiera su chaqueta para que no se enfermara. Sakura se alegró y quedó impresionada por la actitud de su compañero de equipo.

-Naruto, vayamos a dejarla a mi casa para que pueda dormir mejor, además creo que mi madre debe estar preocupada porque le dije que llegarías con ella hace un par de horas. Si te llegas a cansar me la das y yo la llevó-le dijo Sakura mientras bajaban del Monte Hokage.

-Claro, Sakura-chan. Aunque deberás guiarme porque nunca he ido a tu casa y espero no incomodar a tus padres por ya sabes…-respondió haciendo referencia a su estado como jinchūriki y el odio que le tenían algunos en la aldea.

-No pasará nada, créeme.

-Esperemos que la actitud de mamá en la mañana, no haya sido producto de un golpe en la cabeza y siga así-pensó Sakura mientras una gota de sudor bajaba por su frente.

-¿Lady Tsunade, por qué no les habló a mis estudiantes sobre estas irregularidades que dijeron en la prisión y a la hermana del Kazekage? Estas concuerdan con las de nuestra primera confrontación y me generan más dudas sobre sus verdaderas intenciones-respondió Kakashi quien se había quedado con la Hokage y Shizune todo ese tiempo para leer toda la información enviada por el Kazekage.

-Naruto y Sakura debían enfocarse exclusivamente en Natsumi, esa es su verdadera misión. Además creo que ambos no me hubieran hecho caso, para ellos era más importante esa niña que las palabras de unos ninjas renegados. Dime Kakashi, ¿Qué opinión te genera esa pequeña?-preguntó la Hokage

-Es alguien con una actitud interesante. Su comportamiento es variable, puede ser más fría que el hielo y de un momento a otro ser demasiado explosiva como usted o Sakura. Tiene un chakra intenso que puede sentirse aún a su corta edad, lo que la convierte en un blanco y amenaza al mismo tiempo. Sin embargo, ese apego con la venganza me hace recordar a Sasuke, lo cual es muy preocupante.

-Milady, comparando el pasado de Natsumi-san, ella tiene una historia similar a la de Sasuke Uchiha con respecto a sus padres. ¿Es por esa razón qué envío a Naruto y Sakura? Para tratar de ayudarla antes de que ella se vuelva igual que…

-Ni lo menciones, Shizune. Confío en esos dos, si alguien es capaz de cambiar el corazón de las personas es Naruto, además Sakura no permitirá que alguien se pierda igual que Sasuke. También, a ese par son los únicos que Natsumi escuchará-hablaba la Hokage mirando a la aldea, ahora con una expresión seria respondió

-Kakashi, te pediré que no les menciones esto a ellos. Cuando vayan los tres a Suna, tengan extremo cuidado, no son enemigos normales y sabrán contrarrestar cada uno de nuestros ataques como hicieron con Temari.

-Sí, Milady-desapareciendo Kakashi dejando a la Hokage con la esperanza de que quienes consideraba como sus hijos hayan podido razonar con la chica del futuro.

Naruto y Sakura llegaron a la casa de los Haruno, al abrir la puerta de la casa fueron recibido por la madre de la pelirrosa que había regresado de la tienda. Akina vio como llegaba su hija con Naruto cargando a quien sería su futura nieta.

-Hola mamá, disculpa que no llegáramos antes, tuvimos…un contratiempo con la Hokage y Natsumi se quedó dormida. Por cierto no importa que Naruto haya venido aquí-respondió la kunoichi para cerciorarse de que la actitud de su mamá.

-Claro, por el contrario bienvenido Naruto-kun siéntete como en tu casa-al verlos mejor se dio cuenta de algo extraño- ¿Por qué tu chaqueta esta encima de Natsumi-chan?

-Bueno, verá que al oscurecer pensamos que sería mejor si la cubríamos, para que ella no se enfermase, dattebayo. ¿No es así Sakura-chan?-dijo Naruto algo nervioso por estar con la madre de su kunoichi favorita.

-Sí, él tiene razón. Ahora vamos a dejarla en mi habitación para que duerma en mi cama por el resto de la noche. Mamá, no te molestaría cuidarla un rato estos días. Debemos partir a una misión a Suna y regresaremos en unos tres días.

-No se preocupen cuidaré de la pequeña, nada más asegúrense de volver a salvo los dos. Naruto, ¿Puedo encargarte a la seguridad de Sakura?-le preguntó la madre a Naruto quien puso rojo de la pena al igual que Sakura.

-Claro que sí, dattebayo.

-Mamá, Naruto tiene que volver a su casa a descansar, además yo puedo cuidarme sola-respondió Sakura aún con las mejillas un poco coloradas.

-Sí, lo sé hija; pero puedo confiar en él para que estés bien. Lo mismo que sé que tú lo ayudarás si te necesito. Bueno no los hago perder más tiempo.

-Vamos Naruto-le dijo Sakura algo avergonzada a Naruto indicándole mientras subían las escaleras al segundo piso, indicándole cuál era su alcoba. Por su parte Akina veía a los dos y pensaba:

-En verdad, hacen una buena pareja y llegarán a ser unos buenos padres en el futuro.

Habían pasado unas horas desde que Naruto se había ido a su apartamento, Sakura tenía listo su equipo ninja para la misión de mañana y decidió echarle un ojo a la pequeña rubia que estaba en su cuarto. Dormida tenía un rostro tranquilo y calmado como un ángel, pero eso contrastaba con lo que vio en la oficina de la Hokage. Se acercó paso su mano por el rostro de la niña y le dijo como susurro:

-Natsumi, confío en que puedas perdonarme si dije algo que no debía con respecto a tus padres. Sólo espero que puedas superar la herida que tienes dentro de ti y darte cuenta que la venganza no es el camino que te dará la paz que buscas y dudo que tus padres quisieran eso de su hija.

Después de eso Sakura se acostó junto a la niña para procurar que las pesadillas de la noche anterior no la afectarán de nuevo, en eso recordó el sueño que tuvo.

-¿Acaso veremos otro recuerdo de sus recuerdos?-pensó mientras se cerraba sus ojos.

En eso se dio cuenta que estaba de nuevo en aquella casa que observó la noche anterior, los muebles eran los mismo y todavía las sombras cubrían las ventanas y algunos retratos. Sin embargo existían varias diferencias como que había menos fotos y unos cuantos juguetes en el suelo de la sala como una muñeca y una kunai de plástico en el piso.

-Es la misma casa, pero tiene algunas diferencias.

-Pensé que no te darías cuenta, vi el otro cuarto y hay más cosas como un oso de felpa, una pelota-la pelirrosa se dio vuelta para encontrarse de frente con la Inner Sakura quien se veía igual que la vez pasada: Era como verse al espejo salvo que con ropa negra con blanco y idéntico al de ella.

-¿Ya viste a Natsumi?

-No, tampoco a su madre. Esperemos no estar en un recuerdo después que ellos se fueron-le dijo la Inner mientras caminaban ambas hacia el final del pasillo hasta que oyeron la voz de una niñita pequeña.

-Mama, mama.

-Delicioso verdad, mi pequeña. Abre la boca para que puedas terminar de comer antes de que llegue tu papá. Su regalo ya casi está listo y le agradará ¿no crees?-a lo cual la pequeña asintió con la cabeza mientras probaba una cuchara de plástico.

Las dos Sakura vieron como aquella sombra con ese tono de voz familiar le hablaba a una Natsumi, mucho más pequeña que la de la vez pasada quien estaba sentada en una silla alta mientras le daban de comer una especie de comida de bebé. Al ver le calcularon que no podía tener más de un año y medio. Natsumi portaba como una versión de la ropa que normalmente usaba, salvo que el conjunto era una camiseta rosa con el vestido negro, mientras que su madre portaba un largo vestido rojo con mangas amarillas con el símbolo que estaba detrás de los chalecos de la aldea, la espiral roja.

-Con qué así era Natsumi cuando era bebé, sigue sorprendiéndome la diferencia entre la actual y la que conocimos aquí en sus recuerdos.

En eso vieron como la bebé Natsumi tomó la cuchara con comida y haciendo un movimiento imitando a una catapulta hizo que la comida fuera lanzada sobre su madre, haciendo que la niña aplaudiera y se riera. Sakura y su Inner se rieron entre dientes ante el acto, en eso vieron como la madre pasó su mano por la cara para quitarse la comida y dijo:

-En definitiva, eres hija de tu padre. ¿No es así, mi pequeña bromista?-entonces miró a su hija poniendo cierta mirada seria, entonces con la mano que tenía algo de la comida que se había quitado de la cara, la puso en la punta de la nariz, en las mejillas y frente de su hija en forma de juego

-Esto queda entre las dos, para que nunca digas que yo no sé divertirme, verdad.

-Sí-respondió la niña quien parecía divertirse con su mamá quien fue a la cocina a sacar algo de la cocina, en eso aprovechó para preguntó la Inner:

-¿Crees que sea tarde para recuperar a esta Natsumi o ya la perdimos?

-La herida de su pasado la seguirá, pero tengo la esperanza de que cambiará y veamos algo de esa niña alegre que hemos visto y de seguro esta dentro de ella.

Al terminar de hablar, las dos pelirrosas se voltearon por el ruido de la puerta que se estaba abriendo, se acercaron y vieron entrar a un hombre alto con el pelo de picos portando una larga capa roja con puntas negras; sin embargo su rostro estaba cubierto por las sombras al igual que la madre de Natsumi. Las dos visitantes se miraron tratando de ver si la otra tenía idea de quién podía ser hasta que el hombre habló:

-Ya llegue. ¿Dónde están…, Natsumi?-Era una voz peculiarmente familiar para la kunoichi aunque les extraño más que esa voz se fuera por un instante cuando dijo el nombre de la madre de la niña. El hombre al no tener respuesta se dirigió a donde estaban las dos pelirrosas, pasó en medio de ellas hasta llegar a la cocina donde estaba un pastel en la mesa con un lustre de color naranja y escuchó a la mujer decir:

-"¡Feliz Cumpleaños, cariño!"–lo sorprendió la madre de Natsumi con la pequeña en brazos sosteniendo una pequeña caja en las manos. Ambas no tuvieron tiempo de limpiarse la comida así que así lo recibieron con la cara manchada.

-Gracias-el hombre la beso en los labios y le dio a Natsumi un beso en su frente cargándola un toque.

-Papa, toma.

-¿Qué es esto mi pequeña? Un regalo para mí-la niña inocentemente asintió y le devolvió a Natsumi a su madre para abrir la cajita y alegrarse al ver el contenido. En eso vio a la sombra y a la pequeña rubia:

-¿Por qué tienen comida en la cara?-preguntó extrañado el papá de Natsumi con colocando su cabeza como si estuviese comprendido igual que cierto shinobi que ellas conocían.

-Incidentes extraordinarios en el almuerzo, ¿Verdad, Natsumi?-la pequeña se rió y afirmó con la cabeza-Sé que antes este día no lo celebrabas mucho y lo pasabas mal, pero te prometí alegrarte cada uno de nuestros días de la misma forma que tú lo haces conmigo.

-Gracias a las dos. Esperen un segundo voy traer la cámara para tomarlas a las dos así.

-Entonces estos son los padres de Natsumi, para mí se ven normales y como una pareja feliz. Eso explica la actitud de ella aquí y en el sueño pasado. Para ellos, su hija es lo más importante, no entiendo aún cómo se torno tan fría.

-Eso pienso, tal vez… ¡Que está sucediendo!

En eso todo el recuerdo se cubrió completamente por sombras, las cuales eran más oscuras y transmitían una sensación negativa a la kunoichi. Se dio cuenta que alguien o algo estaba provocando que una de las viejas pesadilla de la rubia volviera, sacando a Sakura y haciendo sufrir a la niña.

Natsumi se dio cuenta que ella no era el mismo recuerdo en el que estaba, donde sentía la presencia de Sakura. Ahora la atmósfera era más pesada y sentía un pesar en su cuerpo. Estaba en un túnel negro, donde vio de espaldas a su padre con la capa que tenía escrita la frase Rokudaime Hokage y al lado de él, su madre con sus prendas del equipo médico. La niña trató de alcanzarlos con toda su fuerza, incluso les gritaba "Espérenme", "No, por favor no se vayan", "No sé olviden de mí" "No me abandonen, mamá, papá". Los últimas llamadas eran más como lamentos, rogándoles que se dieran la vuelta. Nunca pasó, los padres de la niña se alejaban más y más, hasta el punto de desaparecer dejándola sola en medio de la oscuridad donde la vigilaba un par de ojos amarillos con marca roja en el iris.

Al cabo de un rato, la chica se despertó sudando por la pesadilla en la alcoba de Sakura con ella a su lado. Respiro por unos instantes y trato de conciliar el sueño dándose cuenta que tal vez, incluso el chakra de Sakura no sería capaz de alejar las pesadillas que la atormentaban desde la partida de sus padres. Sin embargo un poco asustada volvió a cerrar los ojos para descansar.

En el bosque en la puerta de la guarida de la Garra de las Sombras, sentando con las piernas cruzadas y en posición de meditación con solo una mano de frente haciendo una posición de manos estaba la mano derecha de Kaito, el enmascarado Akumo. Él dijo con satisfacción:

-Tal parece que mi talento aún funciona con ella.

Este es el nuevo capítulo de la historia, me costó retomar el ritmo de la historia y espero que les agrade. Quise destacar en esta parte, el sentimiento de Natsumi por la venganza que ella siente que la puede empujar a hacer cualquier cosa (como se darán cuenta más adelante) por tal de destruir a sus enemigos. Por otro lado, quise mostrar tiempos más alegres donde se vea la otra cara de ella, además del talento de oscuro de Akumu que será trascendental en los planes de la Garra.

Por cierto, estén atentos ya que esta semana sale en Japón "Naruto: Road to Ninja", película que creo será la mejor de todas. Espero actualizar pronto, disculpen el retraso con la historia y comenten o manden recomendaciones sobre el capítulo. Nos vemos pronto.