Copyright © Masashi Kishimoto
Genero: Romance | Drama

Rating: T

En Silencio

Recuerdos

Pensamientos

Autor: Diminishing quarter/Moon letters

Si ven esta historia que no sea en FanFiction o el foro NU avísenme.

NO AL PLAGIO.


CAPITULO 12


Giro, mirando el lugar que hasta hace unos momentos le daba la espalda. Un sonido. No, más bien un grito, juro escuchar un palabra. No era su nombre, era el mísero apodo que el dobe le había puesto. Pero escucharlo era imposible, el rubio no puede salir de Konoha siendo el Hokage y aventurarse de nuevo a la misión de traerlo de vuelta. Regreso su vista las dos personas que iban frente a él, iban tomados de la mano y caminaban tranquilamente por el sendero que había indicado. Sinceramente le importaba poco de lo que hablaban, o más bien de lo que el niño decía. Tenían varias horas que habían partido y el niño no paraba de hablar.

Eso seguramente lo saco de su madre. Itachi nunca fue la persona más sociable del mundo, era una persona bastante tranquila y racional. Miro esas manos entrelazadas, a Ryo le gustaba el contacto con otra persona y que mejor si era alguien que quisiera. El normalmente evitaba tener el mayor contacto posible con las personas, pero ese niño, su sobrino. Y ante todos su hijo. Cambia un poco la situación, no le molesta que él lo busque, que le pida ayuda. Y cuando recurrió a él para empezar su entrenamiento… se recordó a él mismo, buscando la ayuda de Itachi, recurriendo a horas de entrenamiento que su cuerpo no soportaba. No le importo las veces que se lastimo y su madre tenía que curar sus heridas. No importaba, le gustaba ser felicitado por su hermano mayor.

Felicitar, decirle lo orgulloso que lo hacía. Sí, es algo que aplicaría con ese niño.

Siguió detrás de ellos por el sendero, hasta que pareció oportuno descansar un momento. No tuvieron problema de encontrar agua, el Ryo que había en Kumamoto se conectaba con un pueblo que se encontraba a dos días de caminata, por lo que no sería ningún problema. Lleno las cantimploras con agua, las dejo sobre las mochilas. Sasuke se sentó y observo al niño practicar las posiciones de pelea que había aprendido, lanzaba patadas y puñetazos al aire, su velocidad mejor bastante y su agilidad era notoria.

Después se posiciono sobre la orilla del lago, Sasuke se puso de pie y se posicionó de un lado del niño, espero y de repente la Hyuuga estaba aún lado de suyo. Ryo hizo con rapidez los sellos, inhalo una gran cantidad de aire y expulso una bola de fuego que se esparció por el lago y se evaporaba lentamente. Una sonrisa adorno el rostro del Uchiha menor al igual que la ojiperla.

Era feliz como el niño se iba superando cada día.

El sonido de los pasos de Sasuke llamo la atención de Hinata y Ryo también. El azabache estiro su mano y la coloco sobre el hombro del menor, ambas miradas se cruzaron. Tan similares y diferentes a la vez.

El pequeño sonrió por lo que su padre le estaba diciendo en estos momento.

— Bien hecho Ryo. — Sasuke no apartaba su mirada— estoy orgulloso de ti—.

Una vez dicho esas palabras se apartó y saboreo ese sabor amargo de esas palabras, que iban transformándose en un sabor mucho más dulce. Palabras que tal vez no pensó que diría algún día.

— ¿De verdad Otousan? — su felicidad era grande y no se podía ocultar. En el pequeño rostro infantil se iluminaba por aquellas palabras, le es difícil creer que esas palabras salieran de su padre, pero no importaba, las palabras se las decía su padre.

— Si—. Sasuke se separó del pequeño y con un gesto hizo que Hinata se acercara a el— Próxima lección—, el Uchiha hizo un sello que Hinata no pudo desconocer, imito el movimiento y ambos fueron hasta el lago, caminando sobre él. — el control del chakra— .

Los ojos del infante se abrieron a toda su capacidad. Lo que los adultos hacían era mas que impresionante.

— ¿Cómo hicieron eso? — tras haberse sorprendido, Ryo se acercó lo suficiente para que sus pies tocaran el agua, se quitó los zapatos y dejo que el líquido frio mojara sus pies.

Su primer intento fue inútil, a poner un pie sobre el agua este se hundió. Su pantalón salió empapado.

— R-Ryo-kun—. La dulce voz de la chica que seguía sobre el agua le atrajo la atención. Hinata sonrió tiernamente y le mostro los movimientos que tiene que hacer para lograr su cometido. — Acumula tu chakra y llévalo hasta tus pies, asegúrate que no se corte el flujo y siga circulando.

Y así lo hizo, se relajó pero sin descuidar su postura. Sus manos se unieron y comenzó acumulando parte de su chakra, enviaba por partes esta energía a sus piernas y después a sus pies. Su temperatura corporal aumento un poco, pero algo que fue puede pasar por desapercibido, las cosquillas en sus pies comenzaban. Una vez que creyó estar listo, separo sus manos y camino hacia la orilla del rio.

Sentía el calor en la palma de sus pies, la energía fluía y se notaba en cada paso que daba. El frio contrarresto el calor que sentía, el helado liquido tuvo contacto con su piel. El niño tembló y después suspiro, puede lograrlo. Lo sabía, lo presentía.

El pie derecho dejo la superficie y toco el agua, en este momento miro a los adultos que tenía enfrente. La mirada alentadora de Hinata y su dulce sonrisa lo atraparon, le daba más energía y ánimos. Sasuke mantenía los brazos cruzados y miraba expectante el resultado que el chico daría, noto el pequeño trance en el que estaba el pequeño.

No dejaba de mirarla y le sonreía, y mientas a él lo ignoraba. ¿Cómo era posible que en tan poco tiempo el mocoso cambiara?

Siempre el pelirrojo se la vivía por llamar su atención, no la de ella. Todo el tiempo estaba con él y ahora era con ella ¿Qué tenía esa mujer que opacaba la atención del niño?

Frunció el ceño y su cuerpo se tensó, no son celos. ¡Claro que no! No tendría celos de una Hyuuga, él es un Uchiha y tenía su orgullo, pero si le molestaba que el niño no lo mirara o le hablara al ver lo que estaba a punto de hacer. Su cuerpo seguía tenso y se relajó al ver la acción del pequeño.

Al mover el pie izquierdo hacia el agua, se mantuvo sobre el agua un segundo antes de que su cuerpo se hundiera por completo.

Ambos corrieron al auxilio del niño Uchiha, Sasuke lo tomo del brazo y lo alzo lo suficiente. Termino por cargarlo, Hinata trataba de secarlo en vano con la manga de su chamarra. El niño tosía y expulsaba el agua que trago, mojando a las dos personas que lo auxiliaban; aunque eso fue lo menos que importo.

Hinata termino por sacarse la chamarra y ponerla encima del niño. Salieron del agua y decidieron dar por terminado su descanso y ponerse de nuevo en marcha. Habrá más intentos en un futuro.

Se aferró como pudo al cuello de su padre y no lo soltó en todo el trayecto, cayendo en un profundo sueño.

Mientras tanto Hinata y Sasuke caminaban inmersos en el centro de atención, seguían preocupados. Tan solo ver caer al niño al agua hizo que ambos corazones saltaran presas del miedo, sentimientos que se meten hasta el fondo de ellos.

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En su hogar había recibido una cálida bienvenida, tanto como Neji y su padre se encargaron que descansara el resto del día.

El día de hoy despertaba hasta tarde, miro en el espejo si figura desarreglada y tomo su ropa habitual. Estaba frente a su cama, doblada perfectamente y ya limpia. Hanabi camino hasta el baño y se dio una rápida ducha, se peinó y vistió lista para salir de su habitación.

Una vez en la planta baja, desayuno con su padre y con su primo. A pesar de estar en silencio se sentía las preguntas fluir, ellos tenían dudas y ella por obligación debía informar lo que vivió en Suna como ninja.

Conto sus experiencias en Suna. Los aprendizajes que tuvo en un territorio diferente al que está acostumbrada y a un clima del todo radical.

Los cambios de ropa que todo el equipo hizo, las constantes quejas que tenía ella y Kiba con el clima. El trio de niños que entrenaron, las misiones que hacían con ellos y las adversidades que llegaron a pasar en algún momento; siendo salvados por esos mocosos conocedores del desierto.

Solo hubo un tema que no toco, uno en particular. Que nadie debía saber, y que nunca saldría de sus labios y esperaba con todas sus fuerzas que Kiba o Shino mencionaran. Aquel indeseado beso, ese tema no se había tocado para nada, fue un acto de silencio total. Entre señas se habían jurado nunca decirlo.

Esas sucias manos que la tocaron accidentalmente, esos labios que parecían toscos y secos y que resultaron ser muy suaves… ¡Atrás pensamientos!

No. No y no, nada de ese tipo de pensamientos, había logrado suprimirlos por más de un año y no volverían de nuevo.

Después de haber informado lo necesario, tenía que reunirse con sus compañeros. El día anterior establecieron un lugar fijo en donde serían sus reuniones y entrenamientos. No tardó mucho en llegar y parecía ser la primera en llegar. Dejo sus cosas sobre la yerba y decidió hacer unos pequeños estiramientos, con la llegada a Konoha olvido usar algo un poco más abrigador; el clima era un poco fresco y su cuerpo se había acostumbrado a grandes ondas de calor.

Siguió con sus estiramientos hasta que su cuerpo entrara en calor, pero se vio interrumpida por una pata peluda que se había posicionado en su espalda.

— Mueve tu pata Akamaru. — con el tiempo Hanabi había desarrollado una especie de paciencia hacia el perro ninja.

Inmediatamente Akamaru retro su pata y ladro amistosamente a la ojiperla.

Su mirada fue dura, pero lo suficiente para que Akamaru pudiera acercársele sin temor.

— ¿Aún no llega Shino? — Kiba se acercó a su fiel amigo y deslizo una mano por su pelaje, había crecido un poco. En poco tiempo Akamaru tendría su pelaje del mismo largo de antes.

Termino por sentarse y cubrirse bajo la sombra de un árbol, no obtuvo una respuesta de Hanabi, estuvo por protestar por la mala actitud de la Hyuuga. Pero se detuvo, si algo había aprendido en la convivencia con la ojiperla era no hacerla enojar.

Y ahora que pensaba en cuantas veces se había molestado por su culpa, hubo una en particular. Técnicamente no fue el culpable del accidente pero pago por ello. La burla de los tres niños que tenían bajo su tutela, la advertencia de Shino y la gran ley del hielo por parte de Hanabi.

Ese condenado beso.

Había besado chicas antes, mucho antes que a ella, y fueron mucho mejores. Pero había algo, algo que de vez en cuando pensara en aquel sutil y accidental roce de labios. Hanabi seguía con sus estiramientos y Akamaru parecía querer ayudarle, intentaba bloquear su paso y poner en prueba su agilidad.

Solo basto un segundo para cruzar sus miradas.

— Para ser una amargada tiene unos labios dulces— Susurro sin ser escuchado, sus manos fueron detrás de su cabeza y espero a que el líder de su grupo apareciera; mientras tanto miraría a Hyuuga Hanabi entrenar.

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Basto unas cuantas horas para ver el primer avistamiento de alguna persona y por ende la entrada de un pequeño pueblo, este mantenía por ser un pueblo de paso. La gente venía y descansaba un par de días antes de ir a su destino. Tenía varias atracciones y uno de ellos son las aguas termales; las cuales hacían una estancia agradable.

Sasuke y Hinata se habían turnado en varios momentos al pequeño dormilón que seguía sin despertar. La ojiperla quería sentirse de ayuda y apenada y con bastante tartamudeo se ofreció ayudar al moreno con el niño. El acepto sin poner ninguna negativa, pero no duro mucho tiempo para que el Uchiha tuviera al niño en sus brazos de nuevo.

No quería que ella cargar demasiado tiempo al pelirrojo, por ser hombre no dejaría la carga a una mujer.

La mayor parte del tiempo se sumía en el silencio y dejaban que el sonido de la naturaleza llenara esos huecos, hubo pequeños momentos en donde Hinata comentaba una pequeña cosa y Sasuke solo completaba con algún ruido.

Ambos de pocas palabras, pero no eran necesarias para que Hinata dejara de sentirse nerviosa; pero de suma importancia para que Sasuke volteara a mirarla de vez en cuando. Noto ese juego entre sus dedos, algo muy seguido que hace, la poca atención que mantenía cuando ella se encontraba sumergida en sus pensamientos. Cada cinco minutos tropezaba con alguna rama o roca, incuso sus mismos pies. Una mujer bastante torpe.

Encontraron una pequeña posada, Sasuke pago para quedarse ahí por lo menos un día completo. Lo bueno es que podría acostar a Ryo en una cama y descansaría apropiadamente después de haber utilizado bastante chakra para su entrenamiento. Lo malo era la habitación, subieron al tercer piso por las escaleras; Hinata buscaba el número del cuarto mientras Sasuke la seguía por detrás. Al abrir la puerta fue bastante notoria la sorpresa de Hinata. Ahí solo se encontraba una gran cama matrimonial, un pequeño escritorio con una jarra de agua y varios vasos. A un costado un sofá lo bastante grande, la luz del día caía sobre aquel mueble.

Una pared dividía la cama de una mesa, en la cual comerían. Una puerta lleva al baño y otra era un armario.

Sasuke al no ver ningún movimiento de la ojiperla entro y dejo al niño en la cama, después dejo las mochilas a un lado. Inspecciono la habitación, nada mal para él; dormiría en el sofá y parecía cómodo. Miro de reojo a Hinata que aún permanecía en la puerta.

— ¿No piensas entrar Hyuuga? — la chica salió de su letargo y noto que Sasuke le había hecho una pregunta. Lamentándose no haberlo escuchado su rostro enrojeció al máximo y evito mirarlo. — Tsk, no sé cómo te soportas. Responde cuando te hagan una pregunta. —.

Sin tener la oportunidad de responderle miro como Sasuke se encerraba en el baño, minutos después se escuchó el agua caer.

Hinata camino y se acercó a la cama, admirando al pequeño que seguía sumergido en sus sueños. Acaricio su cabello y beso su frente.

Se dejó caer en la cama y miro hacia el techo hasta escuchar la puerta abrirse. Logro notar una tela blanca ajustada y después una piel pálida húmeda tras haber estado en el agua, sus pensamientos se aclararon y rápidamente se cubrió los ojos. Era Sasuke cubierto solamente por una toalla, aun caían gotas de agua por su cuerpo y desaparecían en aquella tela.

— ¿En serio Hyuuga? Solo por esto…— espero a que la chica se cubriera con la cobija para evitar verlo. — Has tenido misiones con más hombres ¿Qué es lo que haces? ¿Esconderte para darles privacidad?—

Miro el bulto moverse.

— T-e… teni-teniamos ti-tiendas separadas— se explicó la Hyuuga.

A pesar de estar debajo de la cobija sus ojos permanecían cerrados. Temía abrirlos y verlo a través de la tela.

— Eres tan inocente, me molesta. Pero…— hubo una pequeña pausa y Hinata siguió esperando el término de esa frase. — me gusta.

Sintió su corazón parar un segundo. ¿Acaso Uchiha Sasuke le decía que le gustaba algo de ella?

— Ryo no despertara— siguió hablando el Uchiha— date una ducha — ordeno. Hinata se movió un poco. — Iremos a las aguas termales, la ducha es un asco.

La puerta volvió a escucharse y Hinata salió de su improvisado escondite, su corazón iba a un ritmo inimaginable. Iría a las aguas termales con Sasuke y Ryo no estaría, solo ellos dos.

Notas de Autor:

¡Hello world! ¿Como han estado? Yo sin ninguna excusa para decirles el por que mi tardanza, solo que la señora pereza me gana. Capitulo cortito pero coqueto :p

Y con el aviso de que solo actualizare solo una vez al año XD ¿Sera cierto? cada vez que lo digo no me lo creen. Tampoco va tan en serio, solo que soy toda una perezosa con mis historias. Ya no hay ningún Sasuhina que me inspire (Refiriéndome a fanfics) Ahora mi amor se va a otras parejas de diferentes animes D:

Pero mañana me pondré un poco las pilas y escribiré, milagrosamente me llego la inspiración, le agradezco a esa persona que me ayudo :D He save my life. Nos leemos en otra actualización.

Gracias por sus favoritos, follows y Reviews.

¡Love you! 3