La vecina del 2do piso saldrá de "viaje de negocios", no teniendo otra opción que encargar a su hijo con Carly Shay ¿Qué hará la castaña al respecto? CAM.

Disclaimer: Ni iCarly, o alguno de sus personajes, me pertenece, cada uno es propiedad de sus respectivos autores y/o empresas.

iDouble mom

Cap. 1

Esa mañana, al igual que muchas otras, Carly Shay caminaba a través de los pasillos de su edificio. Spencer seguía dormido como varios de sus vecinos, así que ella misma fue por el correo a la administración. Caminaba despacio, procurando no derramar sobre su pijama el café que traía entre sus manos, los pasos que daba con sus pantuflas de conejo eran lo único que resonaba en el lugar.

O al menos lo hacían.

-Hola, eh. Buenos días- apareció una mujer alta de cabello castaño claro hasta los hombros, bastante desordenado al igual que el resto de su ropa. Su blanca camisa estaba al revés, con la etiqueta asomándose por su cuello, y su saco marrón tenía varios botones dentro de los agujeros equivocados. Al final, la vista de Carly se centró en el niño que permanecía tomado de la mano de la mujer. Asumió que era su madre… y vaya desastre que era esta.

-B-buenos dí…

-Si, como sea. Oye, saldré de viaje de negocios por una semana y no tengo con quien a dejar mi niño ¿ya lo viste? ¿sí? Bueno, pues se llama Johnny, saluda hijo. En fin ¿podrías cuidarlo por mí? Creo que sería algo así como ayudar al prójimo… ¿Qué dices?

La mujer hablaba tan rápido que no dejaba a Shay ni procesar toda la información, con cada palabra, solo abría los ojos desmesuradamente aferrándose a su café.

-¿Qué dices?- repitió más alto.

-S-si…- susurró aun sin terminar de digerir todo lo que le decía.

-¿QUÉ?- gritó para hacerse oír ante el repentino ruido que hacían los constructores de la avenida de enfrente.

-¡Que sí!- exclamó, también gritando.

-¡De acuerdo, gracias!- finalizó, soltando al niño y cargando en su lugar una enorme maleta.

Tan pronto se fue, el ruido cesó. Carly aun miraba hacia donde unos segundos estaba aquella señora, miro su café, y después al niño. A la postre, descubrió lo que acababa de hacer.

-¿Q-quieres?- preguntó, ofreciéndole la bebida, temblando tanto que parecía que iba a derramarse antes de que el chiquillo -que no aparentaba más de ocho años- pudiera contestar.

El pequeño la vio con ojos brillantes, después a la taza, de nuevo a ella. Y finalmente, asintió enérgicamente. Una vez que estuvo entre sus manos, se lo acabó de un sorbo como si no hubiera bebido nada en años.

-Gracias señorita- agradeció sonriente, con los residuos del café formándole un bigotito.

-Soy Carly, Carly Shay… llámame solo Carly- le dijo, imitando el gesto y extendiendo su mano.

-Yo soy Jonathan Barrell, pero puede decirme Johnny- aceptó el saludo.

-Entonces… a partir de ahora voy a c-cuidarte…- soltó conteniendo la respiración.

-Sí, y me alegra. Nunca me había cuidado alguien tan linda- exclamó con inocencia.

La castaña liberó el aire y sonrió agradecida.

-Bueno… supongo que debemos entrar a casa, debo presentarte a tu tío, Spencer.

-Yay- celebró, tomando de la mano a la chica.

-Por cierto… si tu madre salió de viaje de negocios ¿por qué no llevaba un portafolios en lugar de esa maleta?- preguntó, curiosa.

-Siempre dice eso… pero aquí entre nos- se puso de puntitas, tratando de alcanzar el oído de Carly, quien se agachó –Se va de vacaciones a la playa para des estresarse… creo que de cuidarme y de su trabajo…

-Vaya, que linda madre tienes- dijo sarcásticamente retomando el camino a su apartamento.

-Hey Carly, llamé a la recepción y parece que no hay correo, siento que tuvieses que ir hasta allá abajo para na… da…- hizo una gesto de confusión y miro a su hermana- ¿y ese?- cuestionó apuntando al niño que la tomaba de la mano.

-Es Johnny, me ofrecí- ¿lo hice? –a cuidarlo una semana.

Spencer solo hizo una mueca, mirando aquel niño –que por cierto, vestía como si lo hubiese recogido de la calle- de cabellos marrones y vivos ojos azules, examinar su apartamento. Luego vio a Carly, quien solo se encogió de hombros.

-Y, ¿dónde dormirá?

-Pienso acondicionarle el cuarto de las visitas. Y no te preocupes Spens, yo me haré cargo de él. Además, es un buen niño ¿o no, Johnny?- el niño miró al mayor Shay y asintió con la cabeza.

-Me portaré bien, tío Spencer- el aludido abrió los ojos con sorpresa.

-Ehh, de acuerdo… Oye Carly, voy con Calceto a pedirle algunas cosas para mi próxima escultura, vuelvo en un rato.

-Sin problemas, cuídate Spens.

Spencer dio un último vistazo desde la puerta, Carly estaba en la cocina y Johnny estaba entretenido mirando sus obras de arte. Se quedo pensativo y finalmente se fue.

-¿Te preparo algo Johnny?- llamó al niño, quien continuaba curioseando –Ah esas, Spencer hace esculturas ¿te gustan?

-Si… es la primera vez que veo latas formar un robot tan genial…- exclamó maravillado.

Carly rió levemente- Si él te escuchara… hey, entonces ¿si quieres algo de comer?- Johnny asintió y corrió a lavarse las manos, para después sentarse a la mesa.

-Hoy tenemos el especial de la casa: tacos de espagueti- exclamó con aire de cheff y sirvió un plato de comida.

-Wow…- susurró el niño – Mamá Carly, ¿te ayudo con algo?- se ofreció al ver como preparaba los tacos.

-¿M-mamá?- el pequeño seguía mirándola directo a los ojos –B-bueno, puedes servir dos vasos de agua… están en el compartimiento de la derecha- señaló.

-Ok- se puso de pie y se dispuso a cumplir el pedido, al parecer, sin notar como la castaña se había quedado estática ante la forma que la llamó.

-"Esta será… una larga semana…"- pensó mientras caía en la silla.

""

-Hmm, una película sin palomitas no es lo mismo…- bufó el niño a su lado.

Habían decidido ver una película después de comer. Se trataba de la segunda parte de Spider-man -la cual acababa de empezar- a petición de Johnny. El pequeño, desde ayer, domingo en la mañana, comenzó a habitar en esa casa. Gracias al recorrido de Carly la conocía más o menos bien, así que cuando se levanto por sus palomitas supo exactamente a donde ir.

A la castaña no le suponía ningún problema, era un niño bastante bien portado y educado, hasta a Spencer –después de haberle dicho lo maravillosas que eran sus esculturas- le agradaba; ahora es como si formara parte de la familia Shay.

De pronto, llamaron a la puerta.

-Hey, Cupcake ¿Qué tal?- saludó Sam Pucket –Voy a la cocina- y marchó feliz a realizar su típico recorrido de la puerta al refrigerador.

-Claro, pasa- murmuró Carly aun en el marco de la entrada, regresando al sillón.

-Oh, estás viendo una película, haré unas palomi… ¿y ese?- señaló y miró al pequeño sacar la bolsa con el alimento del horno de microondas, mientras éste, feliz, lo colocó en un bote y con un "Buenas tardes", pasó a su lado para regresar al sillón.

-Es Johnny, lo cuidare una semana- respondió la chica frente al televisor, intentando ocultar una risilla al ver la cara de su amiga.

-Ahh…

-Cierra la boca o se te meterá una mosca Sam, ven a ver la película- llamó mientras sentía como el pequeño se acurrucaba a su lado, ofreciéndole palomitas que ella aceptó gustosa.

La rubia solo obedeció, pero al repararse frente al sofá, notó como aquel niño estaba en su lugar junto a Carly.

-Con permiso.

-¡Sam!- regañó al ver como cargaba al niño para sacarlo de ahí -Hay mucho lugar en aquel lado.

-¿Qué? Carly, está en mi lugar, ósea, mío de mi.

-Respeta que llegó antes- tomó a Johnny y lo regresó a su lugar.

-¿Ósea que no vengo un solo día a tu casa y ya fui reemplazada con un mocoso enano?- señaló.

-¿Sam? ¿No puedes…?

-¿Quieren?- intervino el pequeño acercándoles las palomitas.

Ambas jóvenes lo miraron.

-¿Son de mantequilla?- cuestionó Pucket.

-Extra- respondió.

-De acuerdo, me agradas enano- rápidamente se sentó junto a él, observando la película. Carly suspiró al ver su rápido cambio de humor y volvió a su lugar, dispuesta a disfrutar su película.

Una vez que las palomitas se terminaron, Sam pareció hacer uso de su característica de "barril sin fondo", para servirse algo más, que resultó ser tocino. Al ver como Johnny no sabía lo que era ese alimento, se dispuso a explicarle todo lo que sabía sobre este: producción, costo, diferentes tipos, exportaciones, etc. Carly se sorprendió de solo escucharla.

Al final, el tocino se ganó un nuevo fan, pues el niño lo devoró con singular alegría. En ese momento, le pareció que era una especie de mini-Sam al momento de comer.

-Hey, hola Carly…- saludó Freddy, entrando a su departamento con su equipo de filmación.

-Hola Freddy, estamos viendo una película… bueno, la tercera parte de la película.

-Ya veo… oh, Spider-man, me gusta… sobre todo porque Peter es un chico algo nerd pero, bastante apuesto ¿no crees?

-Ah… claro- respondió la castaña, algo nerviosa.

-Y comienza a salir con Wendy… una chica muy linda de la que el lleva enamorado mucho tiempo- insinuó –Incluso le ha salvado la vida…

-Oye Fred-o…- estuvo a punto de decir Sam, cuando notó que Johnny se había levantado para correr hasta el chico.

Una vez frente a él, le soltó una patada en la espinilla que lo mando directo al suelo, retorciéndose del dolor.

-¡No nos dejas oír la película!- se quejó.

-¡Johnny!- exclamó Carly, dispuesta a regañarlo.

-No, no, no, déjalo Carls- Samantha tomó al niño de los hombros… y le dio cinco dólares- Muy buen trabajo, ahora sí que me agradas- revolvió sus cabellos amistosamente.

-Auuu… ¿¡quién es ese?- preguntó Benson, aun en el piso.

-Es Johnny, lo cuidaré durante una semana porque su madre está de viaje- respondió, ayudándolo a ponerse de pie.

-Seguro que da bastantes problemas…- murmuró el chico, asegurándose de no ser oído para no recibir un nuevo golpe, esta vez un poco más arriba.

-De hecho no, es bastante educado- respondió Carly.

-Si ya lo noté- exclamó con sarcasmo.

-Bueno, ¿vamos a ensayar?- puso pausa y después apagó la DVD, ganando un abucheo por parte de ambos niños frente a la televisión –Sam, sabes que debemos ensayar ¿no viniste a eso?

-Sí, sí, ya se…- bufó cansada poniéndose de pie.

-¿Ensayar para qué?- preguntó, curioso, Johnny.

-Para iCarly, enano. Es el mejor programa de Internet y está hecho por nosotras.

-Ohh… ¿puedo mirar?- se dirigió a Carly.

-Claro que si Johnny- acarició su cabeza –Pero debes portarte bien- el niño asintió y se tomó de su mano. Los cuatro chicos caminaron hacia el ascensor, pero una vez frente a este, Freddy dio la vuelta y marchó hacia las escaleras.

-Cobarde- exclamó Sam, para después mirar a Johnny, levantó un pulgar diciendo "Buen trabajo" y le guiñó un ojo. Carly volvió a suspirar, oprimiendo el botón para subir hacia el estudio de iCarly.

Continuará.

Bueno, espero les haya agradado y dejen comentarios, es mi primer Fic de iCarly y… espero haya quedado bien. Nos leemos, cuídense.

Touko.