¡Hola, hola, hola! ¡Magnamon al habla! ¿Que por qué yo? Porque Kaotik-sama está muy ocupada con Alphamon... No veáis los gritos porque el otro día alguien lanzó un tomate a Alphamon siguiendo los consejos que mini-alpha dio en la actualización pasada... Yo acabo de descubrir que fueron Timy y Ace, pero a ver quién es el guapo que se mete ahí en medio...
En fin, que como si no lo hacemos otros, Kaotik no lo hace, aquí os dejo otra ronda de tomas falsas, falsas... falsas... en las que ya, para empezar, me estoy recordando ridículamente... Pues eso, que leáis y nos vemos abajo ^^
MAKING OFF VIII
Diosas en espejos
Como ya llevaba siendo una costumbre, cada vez que una deidad pisaba el plató de Digimon. Time's chronicles, un coro celestial formado por Lucemon y Magnamon (vestidos con túnicas blancas en plan "monaguillo que no ha roto un plato jamás") empezaba a entonar el "Aleluya" y el "Gloria" con voces que hasta los castrati tendrían envidia, todo para acompañar la escena mental de fama mundial de la jefaza. Claro que, como también era costumbre, los dos diablos con colas más largas que sus afiladas lenguas se encargaban de meter sus propias desmotivaciones entre medias de las estrofas.
-Ya, sois muy crueles los dos –lloró Kaotik, con Alphamon y Omnimon riendo a ambos lados mientras los monaguillos intentaban inútilmente alejarlos de la persona más peligrosa en el estudio −. Bueno, hemos de ponernos manos a la obra ya…
-Hay una cosa que no entiendo –alzó la mano… ¿adivinad quién?
-A ver, alúmbrame con tu duda –pidió Da Boss.
-Se supone que ellas dos –señaló a las diosas −, están juntas pero a mismo tiempo separadas y que ella –señaló a Sakuyamon −, en realidad no está ni en el Digimundo.
-Al menos te has enterado de que ella no está allí, es un gran paso –comentó Alphamon.
-Sí, bueno, no soy tan tonto…
-Motomiya, al grano –sí, Da Boss intentando controlarse.
-Sí, cierto. Pues que en el papel pone que Sakuyamon está en el agua. Es lo que no acabo de captar.
-Y lo estará –asintió Kaotik como si nada. Se levantó y, con un gesto, pidió a ambas diosas que la siguiesen hacia una piscina de paredes transparentes −. Éste será nuestro lago.
-Es bastante grande –observó Kuzuhamon.
-Lo suficiente como para tener a Sakuyamon entera en el agua también.
-¡Ah! Vale, ahora lo entiendo –empezó a asentir Davis −. La piscina es lo suficientemente profunda como para que Sakuyamon esté bajo el agua y Kuzuhamon encima suyo…
-¡¿ESTÁS LOCO?! ¡¿Y CÓMO PIENSAS QUE HABLARÉ?! –preguntó terriblemente asustada la amarilla.
-Ignora al enano mental, Sakuya. Grabaremos primero tus acciones, así que súbete a la plataforma de cristal que hay ahí en el centro de la piscina, cambiamos la iluminación a una nocturna con las tres lunas encendidas.
Ante esas palabras, Lucemon cambió las luces desde su sala particular. Por detrás de la piscina, Examon alzó el mega cartón con el paisaje pintado y tres espacios en los que ajustó tres focos con papel de charol de colores para simular las lunas.
-Pues no lo pillo.
-Davis, por favor, cíñete a tus líneas y déjanos la magia del cine a los demás.
-Pero si Sakuyamon es la que está en el agua…
-¡Y vamos a grabar su reflejo! En serio, Davis, usa un poco la cabeza.
-Eso es pedir un imposible –negó Omnimon.
-Antes ganarías todos los Óscars habidos y por haber –siguió Alphamon.
-Ea, vosotros sed gafes –mirada mortal más la amenaza de lanzarles a la cabeza las campanillas que debían usar ambas diosas y hacerles tragar todo el agua de la piscina.
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Reencuentros poco agradables
El sonido de una guitarra eléctrica llamó la atención de todos los actores y personal del lugar. La culpable de aquel sonido era la propia Kaotik Angel, con el cabello completamente suelto y cuyo vestuario (habitualmente un pantalón simple y una camisa o blusa a juego) consistía en una camisa de tirantes negra con una chupa de cuero con algunas tachuelas por encima, unos pantalones tejanos oscuros algo rotos y anchos, con varias cadenas a la cintura y unas botas con algo de tacón, en negro también, hasta casi las rodillas. Como complementos, llevaba un par de muñequeras negras completamente envueltas en pinchos, un colgante largo con una cruz invertida, unos pendientes de calaveritas y un anillo de una calavera brillante.
-¡YEAH! –gritó empezando a tocar unas cuantas notas.
-¿Se puede saber de qué vienes disfrazada? –preguntó Alphamon.
-Vengo preparada para la función. Como tú.
-No, perdona yo soy negro de nacimiento.
-Admites pues que no te has leído el guión para ayudarme –señaló.
-No salgo.
-¿Y qué? Yo no salgo en ningún momento y aquí me tienes, con el guión más que aprendido.
-Eres la autora, has de sabértelo o parecerías patética.
-Qué raro que sólo estés tú para decírmelo y no te ayude Omnimon.
-¡ALPHAMON! –chilló Gatomon −. ¡AHORA NO ES UNA JEFA HEAVY, ES UNA JEFA EMO!
-Vale, vale, lo siento, no volveré a pasarme contigo… De esa forma.
-Te perdono por esta vez…
-Gracias.
-Y ahora desaparece antes que cambie de idea y te rompa la guitarra en la cabeza –no hizo falta provocarla, de sobras sabía el Caballero Real que lo haría, así que desapareció −. ¡LU-CHAN! –cabeza asomada −. ¿Ha llegado mi invitado especial?
-Está aquí conmigo desde primera hora, que hemos estado grabando su voz para el capítulo anterior, ¿recuerdas que era lo único que faltaba? –respondió Lucemon, metiendo la cabeza para dejar paso a la del invitado.
-¡¿QUÉ PASA, MUNDO?!
-¿ETEMON?
-¡HOLA, PÚBLICO! ¡ME ENCANTA CUANDO ME RECONOCEN! –saludó.
-Sí, chicos, se supone que os habéis estudiado el guión y que habéis visto que aparece… ¿O sois como Alphamon?
-No, no, claro, pero no nos acordábamos… Como solo miramos las frases que tenemos marcadas y que, técnicamente, son lo único que tenemos que decir –excusó JP.
-Por supuesto, ya… Bueno, que Etemon ha aceptado a ayudarnos en el capítulo y después nos dará un concierto.
-¡¿QUE QUÉ?!
-¡Vamos chicos, os tocaré la mejor de las sonatas! –dijo llegando con todos y cogiendo la guitarra que cargaba Kaotik (que en verdad era suya, solo que la había dejado a la vista de todos y nadie se había dado ni cuenta).
-Suicidio colectivo –murmuró Tai, dejándose caer al suelo y arrastrando con él a Izzy, Matt y Joe.
Por suerte, y quizás porque la mitad de los allí presentes no querían saber nada del digimon amante del rock, con una sola toma tuvieron más que suficiente.
-Vale, y ahora, lo prometido es deuda –sonrió Etemon, apartando decorados y otros objetos antes de coger el micro −. ¿PREPARADOS PARA UNA BUENA DOSIS DE PURA MÚSICA?
-¡YEAH! –sólo Da Boss gritó. Los demás alzaron un puño sin muchas ganas.
-¡NO OS OIGO! –dijo el mono con una mano a la oreja.
-Ya estáis gritando si no queréis que os ponga reggaeton durante los descansos.
-¡YEAH! ¡SÍ! ¡VIVA EL ROCK! ¡SATAN RULES! –empezaron a chillar todos como locos.
-¡GENIAL! ¡PUES ALLÁ VA MI PRIMERA CANCIÓN!
Y ante la sorpresa de todos, Etemon empezó a tocar bien aunque no se podía decir lo mismo de su voz, la cual tuvo que ser modificada por Lucemon en su sala para que los temas de AC/DC y Metallica no quedasen arruinados.
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Una mente atormentada
Strabimon saltaba de un lado a otro del escenario. Después de muchos capítulos, abandonaba su puesto como "experto ajustador de focos" y cámara de vértigo para aparecer en un capítulo, un triste flashbacks pero más que suficiente para bajarlo de las vigas donde estaban las luces.
-¿Preparado para todo? –preguntó Timy, en su forma adulta.
-Sí, pero me preocupa Azulongmon…
-¿Por qué?
-Porque es demasiado grande para meterlo aquí y no podemos ir al exterior porque llueve torrencialmente –respondió.
-Algo se le ocurrirá a la mente maestra.
-¡Vale! ¡Todo aquel que no tenga nada que ver con el flashback que coja una cámara, se vista de Knightmon o desaparezca de escena! –gritó Da Boss −. ¿Listos los que habéis de salir? Pues venga, que hoy es un día tonto y da pereza trabajar demasiado. Flashback de Timy, toma uno y… ¡ACCIÓN!
Pasaron varias horas hasta que oyó gritos en el exterior y salió de la estancia para encontrarse a Strabimon y otros arrastrando y cubriendo a Azulongmon. El aspecto que mostraba la bestia sagrada daba a entender la gravedad del asunto. Completamente malherido, casi sin energía, tenía que ser llevado por otros para resguardarse del enemigo.
Los "Knightmons" que acompañaban a Socerymon, Strabimon, un par de Pegasusmons y otro Pegasusmon de dudoso cuerpo, intentaban aguantar la risa debajo de los cascos mientras ayudaban a meter el carro en el que reposaba Azulongmon.
-Oye, jefa –susurró Omnimon, porque la escena no había sido detenida −. ¿Qué le ha pasado a Azulongmon?
-Nada.
-Pues yo lo veo algo más pequeño de lo normal –insistió agudizando la vista −. A demás que da verdadera pena como está hecho…
-Pues suerte que no has visto a Baihumon –susurró Alphamon −. Está tal que bocabajo, con una pata rota, inmóvil…
-¿Pero qué has hecho? –preguntó Omnimon con los ojos fuera de órbita.
-Nada, Omnimon, son peluches algo destrozados para que parezcan más reales.
-Uf, qué susto… Entonces eso que arrastra Strabimon es…
-Una réplica en achuchable de Azulongmon. Como hoy ha hecho mal tiempo, he preferido llamarle y decirle que no viniese, que como no se podía grabar en el exterior y vamos muy mal de tiempo, pues que lo mejor será usar los repuestos, al igual que esos Knightmons.
-Sí, bueno, JP está genial, pero los demás han tenido que meterse varias cosas en las armaduras para rellenarlas –señaló Alphamon −. ¿No podrías haber usado el ordenador?
-¿Y cargar a Lucemon de faena? Quita, quita, así el pobre puede salir temprano por una vez en la vida…
-Ya, pero hay Knightmons de dudoso cuerpo, como aquél –dijo señalando al que estaba más escondido.
-Magnamon se aburría, así que le he permitido entrar en escena un ratito…
-¿Y qué me dices del tercer Pegasusmon? –preguntó el líder de los Caballeros.
-Nefertimon también está aburrida. Tan sólo he tenido que ponerle un poco de ropa y pintarle con spray dorado. ¿A que jamás viste una Pegasusmon tan guapa?
-No me hagas opinar…
Y ahora...
Nefertimon: Magna, ayúdame, por favor...
¿Qué te pasa?
N: A Timy se le ha ocurrido recrear para el público "El vuelo de Pegasusmon"
¿Y qué pintas tú en ello?
N: Pinto que los Pegasusmon han desaparecido...
Ah, por eso vas de dorada...
N: Sí, eso mismo... Y ya hemos acabado, pero resulta que...
Timy: ¡NEEEEEFEEEEERTIIIIIMOOOOOOOOON! ¿YA NO QUIERES JUGAR A LOS PEGASUSMON CONMIGO?
N: ¡Entretenla! *sale corriendo más rápida que todos los digimons machos compitiendo por la hembra más guapa del Digimundo*
T: ¡NEEEEEEEEFEEEEEEEEEER...!
Alphamon sabe que tú le tiraste los tomates
T: *frenazo, media vuelta y huye*
¡JAJAJAJAJAJAJ!
K.A: Magna, ¿estás bien? ¿A qué la risa neurótica?
Alpha: Eso, ¿a qué tanta risa y tanto vagueo? *está enfadado*
Timy ha salido corriendo como si su vida colgase de un hilo
K.A: ¿A quién ha visto? ¿A un Raremon?
Alpha: ¿A alguien en calzoncillos?
No, no... *muerto por imaginar de repente algo parecido con la última frase*
K.A: Ok, bien... y no sé qué estaba haciendo el enano aquí...
Alpha: Déjalo, apaga y vámonos. Ya hemos revisado que no quedase nada en el almacén que pudiese ser usado como proyectil.
K.A: habló el desarmado... ¡que la humana aquí soy yo!
Alpha: tú lo que eres es una bruja...
*aura asesina creciendo, Caballero Real corriendo*
N: ¿Y ahora quién me ayuda a ducharme?