Cass trato de resumir, pero contar a John todo lo que había pasado desde que este había muerto, las pequeñas diferencias entre esta realidad y la de los muchachos, como se rompió el primer sello, la llegada de lucifer a la tierra con la muerte de Lilith y la constante lucha entre él y sus hermanos para hacer la voluntad de dios y destruir el mundo, la batalla final entre Lucifer y Michael.
-así que todo esto no es real…
-si lo es, y se mantendrá real, solo si nos ayudas a terminar con esta pelea.
-la pelea que desencadenara el apocalipsis, la pelea destruirá al mundo.
-lo siento Cassstiel pero, no entiendo como yo, puedo ayudar con esto, estamos hablando de una destrucción masiva, poderes que superan cualquier cosa que haya eliminado en la tierra, estos son poderes que no puedo y no creo que pueda detener.
-tu no detendrás el apocalipsis John Winchester, solo serás el vehículo para que esto suceda.
John miraba a Cass de la misma forma que Dean lo hacía cuando no entendía algo que Cass trataba de explicarle. Cass de levanto y camino por la sala, buscando las palabras apropiadas para poder explicarle a John.
-Para que un ángel pueda descender desde el cielo y caminar en la tierra, necesita un receptáculo, un humano que esté dispuesto a contenerlo en su interior.
-eso lo puedo entender pero porque tengo que ser yo, podría ser cualquier humano que esté dispuesto.
-es complicado, no todos los humanos están destinados o pueden contener tanta energía en sus cuerpos, y la energía de mi padre es masiva, solo su verdadero receptáculo puede contenerlo, John Winchester, tu naciste para esto, es tu destino, está en tu sangre, en la sangre de tu familia…
-¿de mi familia?
-Desde el comienzo de los tiempos, tu línea de sangre es la destinada. Así como lo fue tu abuelo, eres tú el que guarda en su interior el poder para soportar la energía de mi padre.
-tu Padre, tu Padre el creador de la humanidad, Dios… de todas las personas en el mundo yo, John Winchester, soy el destinado a contener a Dios…
No sé si sentirme alagado o…
John respiro profundo, se levantó de la mesa, llevando su taza de café y de acerco a una ventana, estaba amaneciendo. Miro hacia arriba, los muchachos debían estar durmiendo, uno de los pocos momentos del día que podía confiar en que estaban a salvo en sus camas.
-es posible que muera en esta batalla.
-siempre hay alguna posibilidad, pero, mi padre es infinitamente más poderoso que mis hermanos, la batalla terminara antes que haya empezado. Solo tienes que decir que sí.
- ¿y que pasara cuando todo esto termine, los muchachos volverán a su realidad, volveré a estar muerto?
-No, nada de lo que paso en la otra realidad habrá pasado nunca, esto será el punto cero, desde aquí tendrán una nueva oportunidad.
-solo tengo que decir que si… no creo que tenga otra opción.
John se giró, encontrándose con los profundos ojos azules de Castiel, en ellos había esperanza, y resignación.
-está bien, los haré pero debes garantizarme que mis hijos estarán a salvo mientras todo esto sucede.
-solo tú puedes garantizar la seguridad de Dean y Sam, de Adam tienes mi palabra que estará a salvo.
-¿porque solo puedes proteger a Adam? si mi cuerpo está siendo ocupado y las cosas no salen como planeamos, necesito tu palabra de que todos mis hijos estarán a salvo.
El silencio invadía la habitación, Cass pensaba como decirle a John que Sam y Dean también serían parte de la batalla o todo esto no tendría sentido.
-Porque los receptáculos de lucifer y Michael somos Sam y yo.
Dean entro en la cocina, vestido con pantalones deportivos y una polera blanca, John lo miro enojado.
-recuerdo haberte dicho que te fueras a dormir…
- tres horas son suficientes para mí, tengo derecho a ser parte de esta conversación, sin nosotros nada de esto podrá ser posible.
-¿hace cuánto escuchas nuestra conversación privada Dean?
Dean se sonrojo y opto por no mirar a su padre. Debió ser más inteligente, John dio los seis pasos que lo separaban de su hijo, lo tomo del brazo y lo arrastro fuera de la cocina.
-vuelve a la cama Dean, trata de dormir, subiré cuando haya terminado de hablar con el ángel, y más te vale estar en tu cama cuando lo haga, ¿entendido?
Dean no se movió, solo se quedó mirando a su padre y a Cass que los había seguido desde la cocina.
John giro los ojos suspirando, a este paso la conversación con el ángel nunca terminaría, y también quería descansar un par de horas, antes de tener que enfrentar toda esta situación del apocalipsis, y el hecho que sus hijos estaba tan involucrados en todo esto como él.
-continuaremos esta conversación en un par de horas, quiero descansar, y si vamos a detener el apocalipsis debo asegurarme que mis hijos descansen también.
Diciendo esto, tomo el brazo de Dean y subió las escaleras, en el cuarto Sam y Adam conversaban muy bajito sentados cada uno en una cama. John ingreso a la habitación, Sam se quedó mirando a su padre con los ojos de venado, Adam se tapó la boca, John los miro decepcionado y tiro del brazo de Dean para hacerlo entrar en la habitación.
Abajo Castiel siguió con la mirada como John arrastraba a Dean. Hasta que desaparecieron en la curva del pasillo que comunicaba con las habitaciones.
-está bien, solo esperare aquí.
Dijo mirando hacia arriba, tomo asiento en el sillón, esperando que los Winchester despertaran.
-los envié a dormir, no a tener una pijamada, ya que no puedo confiar en ustedes, tendré que dormir aquí, Sam acuéstate, Dean ve a tu cama, Adam… tienes 3 minutos para cámbiate e irte a dormir.
-pero.
-si no quieres irte a tu cuarto puedes dormir con Dean, Sam hazte a un lado.
John espero que Sam se acomodara y se recostó sobre la cama, con los brazos cruzados en su cabeza, cerró sus ojos.
-Adam, dos minutos, si sigues ahí, te desvestiré yo mismo y te iras a la cama con mi mano dibujada en tu trasero…
Adam lo miro y rodo los ojos, luego John hizo un ademan de levantarse, en tres segundos Adam estaba bajo las cubiertas de la cama.
-buenas noches chicos.
Dijo John, aunque por la ventana se podían ver los rayos de sol que empezaban a aparecer tras las cortinas de la ventana. Sam se acomodó presionando la espalada en un costado de John.
-buena noches papá.
Dijeron los tres al unísono, quedándose dormidos casi al instante.