Sueño de una tarde de verano
La clase de pociones dio comienzo con dos asientos vacíos, y cuando Harry y Ron llegaron, la pizarra ya contenía los pasos y pautas para elaborar la pocion del día, y Hermione, como era de esperar, ya pasaba hojas incansablemente y apuntaba con su pluma cosas por los bordes.
-Potter... Weasley...- Snape les fulminó con la mirada durante unos segundos- Ocupen sus asientos inmediatamente antes de que me arrepienta.
Ron lanzó a Harry una mirada de: "te lo dije", y ambos se sentaron en sus sitios enseguida, mirando de reojo en qué página estaban.
-Por si cabe alguna duda, para aquellos menos dotados...- Comenzó Snape,- ¡Longbottom!
Neville dio un respingo en su asiento saliendo de su aparente concentración, pero lo que Snape señalaba le delató por completo.
-Si valora su futuro en esta asignatura más vale que esas sanguijuelas vivas no se escapen del tarro- Comentó suave y amenazadoramente mientras se acercaba sigilosamente a la mesa del aterrorizado Neville, quien agachó tanto la cabeza que su nariz casi rozaba el caldero.
Snape parecía nervioso, a pesar de que sus amenazas eran las mismas. La prueba era que se paseaba por la clase haciendo siempre los mismos recorridos y de forma agitada.
-Como iba diciendo... si cabe alguna duda, todos los ingredientes y las explicaciones están en la pizarra, si son capaces de leer, entonces no deberían tener ningún problema en elaborar este remedio para el dolor de picaduras de babosa mágica de pantano. Como todos deben saber las babosas de pantano se encuentran en lugares húmedos. Son venenosas y dejan un rastro de picaduras en la persona que se peguen, por lo que si aquí en Hogwarts se encuentran con alguna...
Harry ya no escuchaba nada de lo que Snape decía. Sus ojos le pesaban demasiado. Si habían llegado tarde a clase había sido su culpa. No había pegado ojo en casi toda la noche y había sido Ron quien le había arrastrado hasta las mazmorras.
-Harry trata de no dormirte. Esto podría entrar como teoría para los TIMOS- oyó como de si un murmulló se tratará.
-Estoy despierto, Hermione...
En un bosquecillo, la pradera repleta de flores era admirada por dos niñas, que las recolectaban mientras mantenían una conversación, que apenas podía oir desde donde él estaba:
-Me alegro que hayas entrado en razón Lily, sabes bien el daño que te iba a hacer ese absurdo colegio- Dijo una de ellas felizmente
-¿A qué te refieres? Yo no he dicho nada de eso, tengo pensado ir a Hogwarts pase lo que pase.
La niña pelirroja escogió una margarita y la acercó a su nariz, mientras que a la otra se le cambiaba la mueca de felicidad por otra de disgusto.
-Eso no es lo que le dijiste a él. Os escuché discutir el otro día. Pensé que ya habías cambiado de opinión después de lo que el fenómeno ése me hizo...
-¡No le llames así! Sólo se lo dije porque estaba enfadada, pero Severus y yo somos buenos amigos y sólo él sabe cuanta magia tengo en mí.
-Ese monstruo te ha comido la cabeza. El otro día me golpeó con una rama, o es que no te acuerdas ¿eh?
-Pues claro que me acuerdo, Tuney,por eso no he vuelto a hablar con él- Respondió la niña, que parecía de repente muy enfadada- ¡Ni lo volveré a hacer hasta que se disculpe!
-Pues yo creo que estas mintiéndome otra vez- Replicó la niña que se llamaba Tuney- O sino dime que hace él ahí observándonos ¿Le mandaste venir para que se metiera conmigo?
Lily observó perpleja el árbol en el que Harry estaba, pero no le dio tiempo a decir nada más, puesto que la otra niña ya corría campo abajo gritando "¡Se lo diré a mamá, eres un fenómeno, Lily!"
-¡No, espera Tuney, yo no le he mandado venir!- Comenzó a decir Lily corriendo detrás de ella, pero entonces se detuvo, suspiró y se dio la vuelta con los brazos en jarra -¡Se puede saber quién te ha invitado a venir! Se suponía que no quería verte.
-Espera, Lily, yo...- Escuchó que la voz joven de Snape decía, acercándose a la pelirroja.
-Espero que tengas una buena excusa esta vez, Sev. ¿Sabes lo que me había costado llevarme bien con mi hermana?
-Ella no importa ahora. Sólo es una...- Sintió como trataba de esconder la palabra muggle, que por poco se le escapó.- Lo que quiero decir es que...
-¡Potter!
Harry abrió los ojos espantado buscando el origen de aquel ruido. El mismísimo Snape estaba ante sus narices, con ambas manos apoyadas sobre su escritorio, y sus narices casi pegando, con una desagradable mueca en su rostro.
-Lo siento- Dijo Harry tratando de evitar su mirada para que no pudiera adivinar de lo que acababa de ser testigo.
-¡Mírame!- Aulló Snape, ante la atenta mirada de los demás, que al parecer ya habían terminado su poción y estaban comenzando con otra nueva.
Harry dudó. Un nudo se le formó en la garganta. "Aleja el sueño de tu mente" Pensó para sí, recordando sin poder evitarlo a su madre a los diez años de edad, y a su tía Petunia. Tenía demasiadas preguntas en su cabeza como para que esos pensamientos simplemente desaparecieran.
Snape estudió atentamente a Harry, quien apartaba la mirada de sus profundos ojos negros cada dos segundos y volvía a posarla nervioso.
-La clase ha terminado, Potter venga conmigo a mi despacho.- Dijo de repente, y en dos zancadas llegó a su mesa de trabajo, recogió sus cosas y atravesó la clase de forma nerviosa- Por su bien espero que no se duerma por el camino- Amenazó fríamente antes de salir por la puerta.
Continuará
Poco a poco este fic se va complicando. Veremos cómo intentará Snape tapar lo que cree que Harry ha visto. La pregunta es ¿Cómo ha podido entrar Harry en la mente de Snape, si éste mantiene a buen recaudo sus recuerdos?