Disclaimer: Dragon Ball Z y sus personajes no me perteneces, son obra del maestro Toriyama-san.
Este es mi primer Fic de Vegeta y Bulma que subo. Agradecería mucho sus RR ya que de las críticas se aprende.
Regrésame a la vida…
Capítulo 1, Mierda.
El clima era templado, como un día normal de otoño. El cielo estaba despejado con algunas nubes que manchaban su hermoso celeste creando figuras al azar. Algunos rayos del sol golpeaban fuertemente en las hojas de los arboles, en las casas, filtrándose hasta extinguirse lentamente en la tierra. En la autopista principal de la ciudad se podían visualizar cientos de coches, cada uno con un diferente destino.
-Papá, ¿Falta mucho para llegar?- Preguntaba una hermosa mujer de cabellos azules a su acompañante de viaje.
-Calma hija, no te desesperes- Contesto aquel hombre calmando a su única hija esbozando una sonrisa mientras seguía conduciendo su automóvil.
La chica bufó mientras miraba la ciudad aburridamente. No veía la hora de volver a su casa y descansar, había tenido mucho trabajo. Además debía preparar su informe para enviarlo a la Academia en la que estudiaría. Si bien, no estaba decidida a cuál iba a asistir debía tener listo un informe con sus calificaciones, intereses y datos de la secundaria que cursó. Pero parece ser que estudiaría en la Academia Ouran, era la Universidad más prestigiosa de todo el país. Admiraba el hermoso cielo de esa mañana.
-"Me pregunto si conoceré gente que valga la pena este año"- pensaba mientras cruzaba la autopista con su padre.
El recorrido duro unos cuantos minutos más, que lentamente iban acabando la paciencia de la joven. Su padre se detuvo en frente de una casa muy lujosa, era amplia, parecía una fortaleza más que una casa. Pararon en frente de una muy alta reja negra con curvas abstractas esperando a que esta se abriera para ingresar. Automáticamente les cedió el paso permitiéndoles llegar a su destino. El conductor estacionó el coche justo en el nacimiento de las escaleras que llevaban al portón principal. El lugar era simplemente hermoso, parecían hectáreas interminables de campo, había estanques de agua, arboles de varios tipos incluso que jamás ambos habían visto, el pasto un color verde único que combinaba perfecto con las hojas de los arboles, todo era armonía. Ambos invitados descendieron del vehículo y justo cuando se iban acercando a la entrada esta se abrió de par en par dejando ver a una bella mujer de cabellos marrones. Llevaba un vestido de color negro y dorado, que tenia adornos brillantes que llamaban mucho la atención. Su cabello ligeramente recogido y unos hermosos aros en forma de argollas.
-Bienvenido Dr. Briefs, lo estaba esperando- Saludo mientras caminaba en dirección al recién nombrado.
-Muchas gracias, es un placer para mí- saludo mientras terminaba de subir las gradas al igual que su hija.
-Y veo que viene con compañía- dijo mirando a la joven minuciosamente.
-Es mi hija, Bulma- la presento haciendo que la aludida se acercara para saludar.
-Bulma, Bulma Briefs- menciono mientras hacia una pequeña reverencia ante la mujer.
-Midora, Himayshi Midora- Se presentó- Pero no nos quedemos aquí afuera, adelante-
Los tres entraron en el lujoso lugar, tanto Bulma como su padre admiraban aquella casa, no había duda de que la familia Himayshi pertenecía a una de las familias más poderosas del mundo. Ellos eran propietarios de la empresa más reconocida en todo el mundo en el rubro de los Bienes Raíces. Poseían propiedades a escala internacional, no había persona en el mundo que no los reconociera. El lugar era totalmente amplio, con costosos adornos y pinturas codiciadas por los mejores museos del mundo. Había varios empleados trabajando.
-Tomen asiento- Corto el silencio Midora ofreciéndoles un sofá para que descansen.
-Gracias- dijo el Dr. Briefs mientras se sentaba, Bulma hizo lo mismo.
-Y bien señorita Midora, ¿Qué clase de acuerdo quería negociar con nosotros?- Pregunto el Dr. Briefs para romper un poco el incomodo silencio que se había formado.
-Es fácil de decir en realidad, solo quería que viniera hasta aquí porque negociar en la empresa hubiera significado enfrentarse a toda clase de periodistas- Comenzó a hablar la dueña del lugar moviendo sus manos mientras hablaba.
-Y ahí empieza de nuevo- Pensaba Bulma sentada en el sillón escuchando a la mujer hablar, ya estaba acostumbrada a estas reuniones y le parecían muy aburridas.
Ella presto un poco de atención y según lo que entendió esa mujer quería que su padre haga innovaciones tecnológicas en los inmuebles de Himayshi Propiedades y a cambia le daría un porcentaje de la ganancia de la venta. Ambas empresas salían bien beneficiadas por lo que su padre no dudo en aceptar la propuesta. Cuando la reunión termino y ambas partes firmaron el acuerdo, decidieron que algunos últimos documentos que el Dr. Briefs se había olvidado de llevar, Bulma los acercaría a la empresa de Midora, así no debía viajar hasta su casa.
Midora los acompaño hasta la entrada principal para despedirlos. Cuando las puertas se abrían vieron que un coche muy moderno ingresaba por la amplia reja de la entrada. Bulma observo que Midora frunció notablemente el ceño. Volteo su vista al auto que se estacionaba detrás de él de ellos. De aquel vehículo descendió un joven que aparentaba tener 18 años de edad, tenía el cabello negro y se vestía muy bien. Era muy atractivo, demasiado. El joven los miro a los tres y haciendo un gesto de desagrado para luego subir los escalones.
-Buenos días Vegeta, no esperaba tu repentina visita- Dijo Midora cruzando los brazos desafiándolo con la mirada.
-Hmp- No respondió. Miro a los otros dos presentes, intentando ver si los conocía de alguna parte.
-Buenos días Joven, Soy el Dr. Briefs, de la Corporación Capsula- Se presento haciendo una pequeña reverencia ante el- Y ella es mi hija, Bulma-
-¿Corporación Capsula?- Se pregunto mas para sí mismo, volteo la vista bruscamente hacia Midora como buscando una respuesta.
-Ya firmamos un acuerdo, no te desesperes- Le dijo calmadamente esbozando una falsa sonrisa.
El joven volvió a mirar a los invitados, odiaba que esa mujer. Bulma le devolvió la mirada, ella no entendí nada ¿Se había perdido de algo? Vegeta hizo una mueca y se adentro a la mansión. Midora seguía sonriendo falsamente.
-Olviden esta escena por favor- Dijo Midora para romper un poco el silencio con una sonrisa forzada.
-No entiendo...- Pensaba Bulma viendo a Midora. Después de esto ambos se despidieron, subieron al coche y partieron rumbo a su hogar.
En el camino Bulma se quedo pensando en todo lo que le había pasado esa mañana, la extraña mujer, la reunión con su padre, el acuerdo firmado y esa extraña escena que protagonizo el pelinegro. "Que familia más rara" pensó para sus adentros. Vacilando en todo lo sucedido no se dio cuenta de que había llegado a su hogar. Entro junto con su padre directo a la sala, estaban cansados.
-¡Ohh! ¡Por fin han regresado! ¿No quieren un poco de té?- Pregunto rápidamente la rubia que se encontraba en la sala con una bandeja de pastelitos en la mano.
-¡Si mamá por favor!- casi rogo la peli azul.
Mientras los recién llegados se sentaron en los sillones de la sala, Bunny preparaba un té y sacaba unos pastelitos del horno. Después de haber merendado y comer un sinfín de pastelitos, Bulma subió a su habitación a preparar su informe, quería adelantar algo aunque sea. Cuando empezó a escribir en su computadora portátil alguien llamo a su puerta.
-Pase- Mencionó algo resignada, definitivamente ese día no lo empezaría.
-Bulma- Llamo su padre- Estos son los documentos que tenés que llevar mañana a la empresa Himayshi para terminar de cerrar el acuerdo.- Termino de decir entregándole a su hija una carpeta azul con varios papeles. Bulma la recibió y asintió con la cabeza, su padre abandono la habitación.
Bulma abrió la carpeta para ver de qué trataba el acuerdo, pero como ya lo sospecho, era muy aburrido. Bajo a la sala de nuevo y no se cruzo a ninguno de sus padres. Supuso que habían salido al centro. Encendió el televisor buscando algo para mirar, encontró una película muy interesante y como no tenía más que hacer se dispuso a dejar pasar su día de esa manera. Ya caía la noche y sus padres no regresaban, por lo que dedujo que se habían ido a cenar, como no tenía hambre se dirigió hasta su habitación y se dispuso a descansar. Se cambio su ropa, se puso su cómodo pijama. Cepillo su pelo y se acostó.
-Mañana tengo que levantarme temprano- Pensaba mientras el sueño le ganaba.
A la mañana siguiente Bulma se levanto como todos los días, fue al baño, se cambio con ropa no muy llamativa y se dispuso a bajar a desayunar. Vestía una falda al cuerdo que estaba más arriba de las rodillas color beige, una remara blanca y arriba de esta un chaleco que hacia juego con su falda, llevaba zapatos de taco medio color negro y el cabello suelto que le llegaba un poco mas debajo de los hombros. Fue hacia la cocina y vio algunos pastelitos sobre la mesada, comió algunos con un poco de té, tomo su bolso con los documentos que su padre le había dado la noche anterior y saliendo de su casa se dirigió a Himayshi Propiedades.
El camino se le hizo bastante corto ya que ese día no había mucho transito. El estacionamiento de la empresa estaba repleto, por lo que minimizó su coche al tamaño de una capsula una vez que descendió de él. Lo guardo en su bolso junto con los documentos que debía entregar y se dispuso a entrar en la empresa. Fue hacia las puertas de vidrio de la entrada, esta se abrió automáticamente dejando pasar a la joven. Quedo deslumbrada por el lugar, era bastante amplio, estaba lleno de empleados que iban de un lado a otro con informes y mucha gente que aparentaba tener mucho dinero esperando en la sala. Comenzó a caminar mientras miraba a todos lados.
-Nunca creí que habría una empresa a la competencia de la nuestra- Pensaba en su recorrido. Se acerco a recepción para consultar por Midora, seguramente ella estaría en la dirección de la empresa.
-Disculpe, quiero hablar con la dueña, me está esperando- Pregunto al recepcionista. El aludido dejo de escribir para ver a la joven, se acomodo un poco las gafas.
-Dueño querrá decir, se encuentra en el quinto piso, en la Dirección- informo señalando un poco hacia arriba.
-¿Dueño?- Se pregunto para sí. Se dio media vuelta y se dirigió al ascensor. Esperaba que descendiera rápido ya que quería volver a su casa pronto. Cuando el ascensor llego subió en él y lo programo para que la llevara hasta el quinto piso, no dejaba de sorprenderse de lo lujoso que era empresa, definitivamente el dueño era multimillonario. Miraba el espejo de aquel ascensor arreglándose un poco el cabello, y acomodándose mejor su saco.
Después de unos segundos el ascensor finalmente paro. Ella descendió de el tranquilamente, esperando a que alguien la recibiera, pero no fue así. Levanto un poco la vista y vio que no había un alma viva en todo el pasillo, el silencio de aquel lugar era infernal. No había muchas oficinas así que decidió ir directamente a la dirección, miraba hacia los costados pero allí no había nadie, quizás se había equivocado de piso. Suspiró. Justo cuando se daba la vuelta para volver al ascensor escucho un ligero ruido de papeles, volvió en sí y se dio cuenta de que los ruidos provenían de la Dirección. Se acerco ligeramente a la puerta y cercioro que sus pensamientos eran ciertos. Golpeó la puerta esperando respuesta. Nadie contesto. Toco de nuevo y pudo escuchar "Adelante", hizo caso omiso y entre abrió la puerta para después abrirla completamente. Se sorprendió mucho cuando vio al pelinegro que había conocido ayer sentado en la silla de dirección firmando un sinfín de papeles. Estaba rodeado de documentos, tenía una taza de café caliente al lado del teléfono. El seguía firmando y escribiendo in prestarle atención a su presencia, por lo que ella se molesto un poco.
Bulma se preguntaba así misma que hacia el ahí, en la dirección, firmando documentos. Se acerco al escritorio para estar frente de él. Como el joven seguía sin siquiera mirarla ella aclaro un poco su voz para que por lo menos la prestara la mínima atención.
Vegeta levanto la vista y vio a la joven de cabellos azules del otro lado de su escritorio, se preguntaba que quería. Sin embargo, el solo iba a esperar que hablara.
-Buenos días, busco a Midora ¿Se encuentra?- Pregunto la peli azul algo extrañada.
-Midora no está, ella nunca esta acá- Respondió en un tono monótono mientras seguía escribiendo.
-Entonces supongo que debo dejarte esto a ti- Dijo mientras dejaba una carpeta azul sobre su escritorio. Vegeta miro la carpeta un poco, pero después volvió a escribir.
-Son los documentos que faltaban firmar para terminar el acuerdo con la Corporación Capsula- Mas parecía un monologo que una conversación, era una persona muy callada aquel sujeto.
-No tienen ningún valor- Soltó el sin prestarle atención a sus palabras.
-¿Cómo? Ayer Midora y mi padre…- comenzó hablar cuando fue duramente cortada por el pelinegro.
-Midora no tiene nada que ver con la empresa, el dueño de todo soy yo- Espeto mirándola a los ojos de una forma que calaba los huesos.
-¿Qué?- Pregunto Bulma pensando que todo era una broma.
-La empresa es mía, yo firmo los contratos- Y volvió a escribir, definitivamente se le agotaba la paciencia.
La peli azul se cruzo de brazos, era obvio que él era solo un empleado que quería llamar su atención, o al menos eso pensó.
-¿A si? ¿Y donde dice eso exactamente?- Pregunto en tono de burla.
-Aquí- Señalo el pelinegro a un placa que estaba justo en frente de ella.
Bulma se sorprendió en sobre manera al leer la placa. "Himayshi Vegeta, Dirección" En esos momentos ella recordó todo lo que había investigado sobre Himayshi Propiedades, el fundador, como consiguieron tanto prestigio y los anteriores dueños. Recordó algo acerca de la muerte de los anteriores dueños, que habían tenido un único hijo y que este había sido el heredero de toda la fortuna y las propiedades de su padre. Intento averiguar el porqué de la muerte de ambos dueños pero nunca encontró la verdadera razón, solo decía que habían muerto por causas desconocidas. "Un único hijo" Pensó, volvió a mirar la placa y lo entendió.
Vegeta por su parte odiaba que lo mirasen tan fijamente, así que miro a los ojos de la chica con algo de rabia como exigiendo una explicación para tal cometió.
-Tu… ¿Tu eres el hijo del Señor y la Señora Himayshi verdad?- Pregunto sorprendida esperando una respuesta.
El la miro sorprendido ¿Cómo sabia eso? De pronto hizo un gesto de total enojo. A ella no le importaba su vida. Así que no le contesto, se cruzo de brazos y apoyo la espalda contra el respaldar de su silla como a dando a entender de que era cierto lo que ella pensaba.
-¡Ohh! ¡Lo siento! ¡Buenos días Señor Himayshi es un gusto conocerlo!- Exclamo sorprendiendo aun mas al pelinegro –Mi nombre es Bulma, Bulma Briefs. Soy la hija del Dr. Briefs, de la Corporación Cápsula- Se presento como debía ser, el era una persona muy respetable.
-Hmp- Vegeta solo hizo una pequeña mueca al ver a la chica presentándose de nuevo.
Ella sonrió, no sabía qué hacer, hasta que recordó a Midora. Debía preguntarle quien era.
-¿Sabes? Ayer mi padre y yo fuimos a tu casa para hablar con Midora con respecto al acuerdo con la Corporación Capsula, ella nos dijo que esta era su empresa, por lo que mi padre firmo el acuerdo con ella. Si bien pidió que le alcancemos los documentos en dos días, creímos que era mejor que se los alcanzara hoy, así nos evitábamos de problemas. Pensaba que se encontraría aquí- Dijo ella esperando una respuesta, viendo que aquel joven la escuchaba atentamente.
Vegeta la seguía mirando re calculando todo lo que había dicho, "Midora" Pensaba con odio para sus adentros.
-Ella no tiene nada que ver con la empresa, los negocios los firmo yo- Dijo en su típica manera de habar.
-Vale, entonces le dejo estos documentos y le informo a padre de esto para que venga él personalmente ¿Aun sigue el acuerdo no?- Interrogo la peli azul señalando la carpeta que minutos antes había dejado en el escritorio.
-Claro- Asintió mientras volvía a escribir.
-Bueno, entonces me retiro… Señor Himayshi- Dudo un poco al decir eso ultimo, no sabía bien como referirse a él.
Vegeta la miro un poco desconcertado, no entendía su rara actitud.
-Llévate esa carpeta roja, allí hay algunos documentos que debe leer el Dr. Briefs- Señalo el pelinegro mientras miraba los papeles de su escritorio.
Bulma dirigió su vista a donde el señalo, pero había un problema. Había dos carpetas rojas, no sabía cuál debía agarrar así que eligió la que le pareció más finita. Ya que la otra estaba repleta de papeles. Bulma se retiro del lugar, "Definitivamente esto es muy raro, debo averiguar quién es Midora" Pensaba mientras se dirigía al ascensor.
Volvió a su casa sin más contratiempos, debía contarle a su padre lo que había pasado en su "reunión" con el "Dueño" de Himayshi Propiedades. Estaba exhausta, y lo peor es que no había nadie en su casa. Suspiro resignada. Subió a su habitación para leer algo de los documentos que el pelinegro le había entregado, cuando ya estuvo cambiada se sentó en su cama y abriendo la carpeta roja comenzó a leer. Su cara mostro una absoluta sorpresa.
Esos no eran los documentos de la empresa ni mucho menos.
No tenían nada que ver con el contrato, nada.
Mierda.
-¿Qué?- Se exaspero notablemente la chica. La carpeta no era nada más ni nada menos que un informe para entrar a una universidad. Siguió leyendo, el informe era para la Academia Ouran. No lo podía creer ¿En que estaba pensando? ¿Cómo…? Ahh, ya recordó. En el escritorio había dos carpetas rojas, eso significaba que la otra era la de los documentos. Volvió a maldecir.
Algo le llamo poderosamente la atención, había una foto de Vegeta en la que él miraba hacia un costado ignorando la cámara. Debajo de la misma había un informe. La curiosidad la envolvió, si quería información de su familia… Ahí estaba, servida en bandeja. Comenzó a leer detenidamente.
-¡¿Qué?- Exclamo mientras leía- ¡¿Promedio Total 9,87?- No podía creerlo, ella solo había llegado, y con mucho esfuerzo, a 9,45. ¿Cómo él pudo superar su promedio? Algo estaba muy mal.
¡¿Campeón en artes marciales? ¡¿Destacado en deportes? ¡¿Prestigioso alumno? ¡¿Tocaba… Instrumentos de música? ¡No podía ser! ¡De ninguna manera!
Se sorprendió increíblemente, Vegeta no parecía nada de eso.
Por suerte no iba a estudiar lo mismo que ella, que alivio. Sin embargo irían a la misma Universidad, porque ella también tenía fichada esa Academia. Siguió leyendo el informe, esperando ver algo de su familia…
Mientras tanto, Vegeta se levantaba de su escritorio, ya había trabajado demasiado. Empezó a buscar con la mirada su informe para la Universidad, lo había terminado esa mañana. Algo le llamo poderosamente la atención, la carpeta roja que la peli azul debía haberse llevado estaba ahí. Recordó que ella había agarrado la carpeta y la tenía entre sus manos cuando se retiro… Ohh no. También recordó que su informe estaba en una carpeta roja.
Mierda.
No podía ser cierto.
¿Qué la muy tarada se había llevado su informe por equivocación?
Solo para estar seguro revolvió algunos papeles para ver si la encontraba. Error. La carpeta no estaba. Maldijo.
Bueno, ¿Qué les pareció? Tenía esta idea desde hace mucho tiempo y me alegra haberla empezado. No soy buena escritora, lo sé. Pero hago mi mejor esfuerzo. ¿Review? Se los agradecería. ¡Gracias por leerme!
Lola-san