EL MEJOR AMANTE

CAPITULO 1

HOLA COMO ESTAN QUERIDAS/OS LECTORES, HABÍA ELIMINADO EL CAPITULO 1 ACCIDENTALMENTE Y COMO YA NO TENÍA EL ORIGINAL (LO PERDÍ AL FORMATEAR MI DISCO) LO HABÍA DEJADO ASÍ, PERO EN VISTA DE QUE ME PIDIERON ALGUNOS DE USTEDES POR ESE CAPITULO, PENSE MUCHO...QUE DECÍA? HASTA QUE FINALMENTE RECORDÉ QUE DÍ A UNA AMIGA UNA COPIA ENTERA PARA QUE LA LEYERA HACE COMO UN AÑO, LA LLAME AYER Y SORPRENDENTEMENTE AÚN TENÍA EL PENDRIVE...ASÍ QUE SIN MÁS PREAMBULOS FINALMENTE LO SUBO, ESPERO QUE LOS QUE PIDIERON POR EL LO PUEDAN LEER Y NO SEA DECEPCIONANTE XD

COMO SIEMPRE DIRE QUE EL MANGA, EL ANIME Y LOS PERSONAJES DE ESTA MARAVILLOSA OBRA SON DE RUMIKO TAKAHASHI.

OBS. EL SIGUIENTE FIC CONTIENE LEMON LEER A CONCIENCIA.

LAS QUIERE

MIZUNE-MEI

Bla blá bla(anuncio del peródico)

Bla bla bla(sueño)

Bla bla bla (pensamiento)

Xxxxxxx/xxxxxxxx (cambio de escena)

Sentadas en las bancas de la universidad se encontraban cuatro amigas conversando muy animadas.

‒ Kagome como te ha ido con tu cita de ayer ‒ preguntó una bella mujer de cabello rojizo.

‒ Bien Ayame ‒ contestó Kagome suspirando frustrada.

‒ ¿Tan malo fue? ‒ preguntó divertida otra de sus amigas.

‒ No es eso, Houjo es muy tierno pero no me provoca nada, ni siquiera necesito acostarme con él, con tan solo un beso descubrí lo insípido que sería el sexo con él ‒ comentó deprimida.

‒ No es tan malo anímate ya encontrarás al correcto ‒ aseguró la castaña con una sonrisa.

‒ Ese es el problema Sango, llevo tres años esperando sentir esa "gran explosión" que todas describen y con migo nunca llega, creó que la del problema soy yo ‒ aseguró triste la azabache.

‒ No es así kag., el problema son esos patanes con los que sales que tan solo buscan su propia satisfacción y no le importa lo que sentimos nosotras ‒ agregó sonriendo la pelirroja.

‒ Es hora de entrar es tardísimo ‒ agregó la castaña mirando su reloj a lo que todas asintieron.

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Kagome iba caminando lentamente en dirección a su apartamento, hace 1 año se había mudado de su casa buscando su independencia, ahora tan solo quería volver, se sentía sola y algo deprimida.

‒ Hola hermosa ‒ se escuchó una voz varonil que hizo que la azabache levantara la mirada que traía fija en el piso.

‒ Hola Kouga ¿Cómo has estado? ‒ preguntó desanimada la azabache.

‒ Bien, podemos subir a tu apartamento ‒ propuso con una sonrisa sugerente que no logró ninguna reacción en Kagome.

‒ Estoy muy cansada, quiero dormir hoy a sido un día agotador ‒ comentó con una sonrisa ‒ espero no te molestes con migo, en otra ocasión será ‒ aseguró.

Hace 2 meses atrás en una mala noche se había acostado con su vecino Kouga y desde ese día no paró de acosarla, no fue malo de hecho él es muy apuesto, pero no logró hacerle sentir nada diferente a los demás por eso ya no quiso repetir la experiencia.

‒ Descansa murmuró triste Kouga.

La azabache subió desganada las escaleras, abrió la puerta y suspiró, miró su cama y se acostó en ésta boca arriba completamente vestida.

‒ ¿Seré en realidad frígida como lo dijo Bankotsu? ‒ murmuró para sí, abrazando su almohada. La habitación retumbó con él sonido de su teléfono por lo que se levantó lentamente y lo agarró.

‒ Moshi moshi ‒ contestó.

‒ Kag., baja ahora mismo tengo algo que darte ‒ se escuchó la voz de una Sango emocionada al otro lado de la línea.

‒ ¿Bajar adonde? ‒ preguntó confusa Kagome.

‒ Al primer piso de tu edificio, apresúrate perezosa ‒ comentó juguetona.

‒ Sube tu San ‒ pidió Kagome.

‒ Lo haría Kagome, pero tengo mucha prisa y si subo estaré tentada a quedarme durante la llamada ‒ aseguró eufórica.

‒ ¿Qué llamada? ‒ preguntó confundida la azabache.

‒ Baja y lo sabrás ‒ agregó con una voz picara que la intrigó.

Al cabo de 5 minutos descendía las escaleras una Kagome desanimada.

‒ Hola Sango ‒ saludo con una sonrisa fingida.

‒ Hola Kag., quería dejarte esto y ya me voy ‒ contestó pasándole un periódico y huyendo a paso presuroso dejando a una Kagome sorprendida, al llegar al marco de la puerta giró.

‒ Página 27 te lo señalé con marcador ‒ agregó y salió corriendo.

Kagome subió nuevamente las escaleras intrigada, se sentó sobre su cama y ojeó las páginas hasta que lo encontró, era un anuncio señalado con un marcador fosforescente.

Soy el mejor amante, haré que en 7 días experimentes el verdadero éxtasis, llámame y gocemos juntos de una semana en el paraíso - completa confidencialidad.

Contaba con número de teléfono y horario de atención.

‒ Maldita Sango, con razón salió huyendo, cobarde ‒ murmuró divertida.

Lo bajó sobre la mesita de noche y entró al baño a cambiarse, se puso una blusa rosa con tirantes y abajo solo su ropa intima le gustaba dormir así se sentía confortable. Se metió bajo la manta y al instante durmió.

Se encontraba en la habitación de un hotel, ella lloraba pues nuevamente se sentía usada, llevaban de ella placer y ella no recibía nada.

¿Por qué lloras? ‒ se escuchó una voz masculina, por lo que ella desvió la mirada hacia esa dirección, era Bankotsu el primer hombre en su vida ‒ te quejaras nuevamente que no lo disfrutas ‒ preguntó rudo ‒ yo no tengo la culpa de que seas frígida ‒ agregó sonriendo.

Kagome lo miró triste y escuchó muchas risas en la habitación, lo detallo con la mirada y se cubrió mejor con la sabana al divisar a muchas personas observándolos.

Frígida, frígida, frígida ‒ coreaban y reían estruendosamente.

Se despertó sobresaltada y miró a su alrededor tratando de orientarse.

‒ Maldito sueño ‒ murmuró, prendió la lámpara para levantarse y vio el periódico el mismo anuncio señalado como llamándola.

‒ Debo estar loca ‒ murmuró y se levantó de la cama, al cabo de 1 minuto volvió con una vaso de agua, lo tomaba lentamente mirando el periódico.

‒ No he de perder mucho si llamo ‒ se alentó a sí misma

Digitó el número y llamó, su mano temblaba y estaba muy ansiosa, sonó tres veces.

‒ Maldición ¿no sabe qué hora es? ‒ se escuchó una voz ruda pero hermosa al otro lado de la línea.

‒ Per…don yo…‒ tartamudeó la azabache avergonzada luego cortó.

‒ Tonta, tonta, tonta ‒ se reprendió, miró el reloj eran las 3: 45 a.m, era razonable el enojo del hombre.

Que hermosa voz, si el dueño de esa voz se viera igual a ella creo que con solo verlo lograría tan deseado orgasmo‒ pensó Kagome sonriendo por su pensamiento.

Se acostó nuevamente en la cama, cerró los ojos para volver a dormir por lo que dio un grito de susto al escuchar sonar su teléfono, se acercó lentamente temerosa como si la mismísima muerte era quien llamaba, comparó el número del teléfono con el del periódico y casi cae de espaldas al comprobar que eran iguales.

‒ ¡Kami! ¿Qué haré? ‒ preguntó dando saltitos por la habitación, nunca se sintió más infantil. Paró de sonar a lo que soltó un suspiro de alivio y volvió a sonar, pensaba seriamente tirar su teléfono por la ventana.

No contestaré y ya no llamará ‒ pensó la azabache y efectivamente al terminar la segunda llamada todo terminó.

Soltó el aire pesadamente y se volvió a acostar en la cama, tocó su corazón estaba acelerado, como hace mucho no lo estaba, sonrió feliz y cerró los ojos.

Al día siguiente sonreía como una tonta enamorada al criterio propio, le había hecho mucho bien haber hablado con la voz misteriosa, bueno es cierto no había sido la gran charla pero a ella le agradó.

‒ Kag., al fin llegas ‒ comentó Sango con una sonrisa pícara ‒ ¿leíste lo que te llevé anoche? ‒ preguntó a lo que la azabache asintió.

‒ Podríamos hablar un minuto ‒ pidió Kagome.

‒ Claro ‒ respondió Sango ‒ Vayamos junto a Ayame y Rin ‒ propuso a lo que la azabache negó con la cabeza.

‒ Quiero hablar en privado ‒ explicó ‒ no es que no les tenga confianza, más bien me da vergüenza ‒ agregó a lo que Sango asintió.

‒ Vayamos a las gradas de la cancha de futbol, ahora están vacías ‒ explicó y ambas se dirigieron en esa dirección.

‒ San, ayer cuando leí de que se trataba quise estrangularte ‒ inició su explicación ‒ pero luego tuve la misma pesadilla de siempre con Bankotsu y lo llamé ‒ confesó.

Sango soltó un grito emocionado y Kagome saltó sobre ella cubriéndole la boca.

‒ ¡Por Kami, cállate! O ya no te contaré nada ‒ amenazó y Sango asintió tres veces.

‒ ¿Para cuándo quedaron? ‒ preguntó emocionada.

‒ Nunca, me atendió enfadado pues lo llamé a las 4 de la madrugada ‒ comentó apenada.

‒ Kag. Ya encontraremos a otro en el oficio ‒ propuso pícara.

‒ Sango su voz es hermosa, tan ronca y ruda, me movió cosas que ningún hombre lo había logrado ‒ expuso.

‒ ¿Su voz? ‒ preguntó divertida Sango ‒ ya había escuchado de traseros que vuelven locas pero voz nunca ‒ agregó.

Kagome sonrió y suspiró cansada.

‒ Llámalo nuevamente en "horario de oficina" ‒ aconsejó.

‒ No puedo, muero de vergüenza ‒ agregó a lo que Sango estalló en carcajadas.

‒ Pásame el número, te programaré una cita ‒ ofreció.

‒ No San. Lo haré yo más tarde ‒ dijo. ‒ Ahora vamos que se nos hace tarde – pidió.

En otra parte de la ciudad se encontraban dos amigos tomando cervezas en un bar.

‒ Vamos Inuyasha no seas mal perdedor ‒ comentó divertido un apuesto hombre de ojos azules.

‒ No lo soy, pero las llamadas por el maldito anuncio me están volviendo loco ‒ comentó enojado ‒ jamás pensé que hubieran tantas mujeres necesitadas ‒ agregó tomando todo el contenido de su vaso.

‒ ¿A cuántas has "atendido"? ‒ preguntó interesado Miroku.

‒ A ninguna no soy un objeto de placer, si quieren uno que se vayan a comprar un consolador a una de tus tiendas ‒ agregó cruzando los brazos enojado. Lo que logro una carcajada escandalosa en su acompañante.

‒ Amigo necesitas más acción en tu vida sexual ‒ aconsejó serio.

‒ Cállate Miroku, yo me acuesto con las mujeres que me parecen lindas y excitantes, no me acostaré con cualquiera solo para ampliar mi lista como lo haces tú ‒ comentó.

‒ Todas las criaturas del señor son hermosas amigo ‒ comentó con una sonrisa pícara ‒ solo hay que saber dónde buscar la belleza ‒ agregó morboso.

‒ Si claro ‒ comentó desganado ‒ Sabes, hoy a la madrugada recibí una llamada, ¿Quién llama a las 3:45 a.m? ‒ preguntó como si lo analizara.

‒ ¿Y que tiene esa llamada? ‒ preguntó interesado Miroku.

‒ Era una mujer ‒ contestó Inuyasha en un murmuro.

‒ ¿Llamaba por el anuncio? ‒ preguntó con una sonrisa pervertida.

‒ No lo sé, la atendí de mala manera, estaba cansado y pensé que era otra de esas mujeres locas que me llamaban para que le penetre duro por todas partes ‒ agregó con voz femenina haciendo que Miroku se atragantara con su bebida.

‒ Amigo esas llamadas me las tienes que apartar para mí ‒ agregó solemne, logrando un suspiro frustrado por parte de Inuyasha. ‒ Y que tiene de especial ésta joven ‒ preguntó interesado.

‒ Lo mismo quisiera saber yo, pero su dulce voz, logró que…‒ No terminó pues divisó la mirada libidinosa de su amigo por lo que desvió la mirada.

‒ ¿Qué te excitaras? ‒ preguntó incrédulo a lo que Inuyasha asintió ‒ Tengo que conocer a la chica del milagro ‒ Comentó divertido Miroku. ‒ ¿para cuándo la citaste? ‒ indagó interesado.

‒ Ese es el problema no pude, pues corto, la volví a llamar dos veces y ya no contestó ‒ comentó decepcionado.

‒ Llámala otra vez ahora ‒ aconsejó pasándole su teléfono.

‒ Pudo haber sido una equivocación ¿y qué le diré? ‒ preguntó.

‒ Llámala no pierdes nada ‒ agregó.

‒ No lo haré Miroku, ya me voy amigo mañana me espera mucho trabajo ‒ comentó parándose ‒ yo pago ‒ ofreció, sacó el dinero de su billetera y lo dejo sobre la mesa y se alejó a pasos presurosos ante la mirada divertida de Miroku.

Continua…

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N.A: Encontré esta explicación que me gustó jejeje.

Para unos, la frigidez sólo es la ausencia total de placer y de excitación sexual, tanto durante un acto sexual, cualquier que sea la pareja, como durante la masturbación. Para otros, la frigidez es la combinación, la asociación de una anafrodisia (ausencia de deseo) y de una ausencia total de placer y de excitación sexual.