"Pensamientos"

- Diálogos

Flashback


Acto XI - Inconscientes.


I

Miraba a través de la ventana de su futuro hogar, pensando en todo lo que tuvo que hacer para poder llegar tan cerca de cumplir sus planes. No soportaba a esa chiquilla que era su futura esposa, pero, la necesitaba. Mejor dicho, necesitaba el dinero de su familia. No le importaba el título de Conde, pero, era mejor que tener que seguir trabajando como consejero del Rey Isshin. "Perdí tanto tiempo con aquel imbécil, y pensar que casi estuve a punto de secuestrar a aquel mocoso príncipe, de haberlo logrado me hubieran pagado lo que sea para recuperarlo, y ya hubiera concretado mis planes. Y no necesitaría aguantar a la insoportable de Momo Hinamori, aunque por el hecho que ella esta obcecada por mí, facilita todas mis acciones".

Se fue a mirar al espejo una última vez, el carísimo traje que ostentaba le sentaba de maravilla, y llevaba el cabello peinado hacia atrás, y en conjunto con sus gafas su rostro se veía muy amable. Sintió que la puerta se abría sin ceremonias, no necesito mirar para saber quien entraba al recinto, solo una persona entraría de esa forma.

- Pero que felicidad irradia el novio! - su sonrisa larga y de cierta forma tétrica se ensancho mas al verlo listo para pisar el altar - Deberías ver a la novia, tal vez tengas suerte y le dé un ataque al corazón.

- Solo después de casados, antes no puede ocurrirle nada a ella - Se dio la vuelta para mirar a su padrino, quien usaba un elegante traje gris oscuro - Por cierto, has hecho las preparaciones para el Conde, alias mi adorado suegro? - sonrió con malicia, por fin llegaría la hora de deshacerse de él.

- Todo listo jefe, el veneno es indetectable, se lo daré después de la ceremonia, durante la fiesta, ahí tal vez si le dé un ataque a tu amada novia.

- No creo que corra con tanta suerte, pero estando muerto el anciano, Momo hará lo que yo le diga, además, con su muerte, yo seré el conde y tendré todo el poder.

- Vámonos, novio - Se dio la vuelta, lanzando una pequeña carcajada y se dirigió a la puerta - No querrás hacer esperar a tu esposa. Ah! qué bello es el amor!

Era un gran actor, fingió nerviosismo durante su espera en el alta, y al ver a la novia, sonrió tiernamente, casi como un novio enamorado. Solo una persona sabía que él no estaba enamorado, y que tampoco era un buen hombre como todos pensaban. El padre comenzó con la ceremonia, mientras la emocionada novia apenas podía contener las lagrimas de felicidad. Era tan feliz porque su padre había aceptado su relación, a pesar de que él no era de la nobleza!. Hoy sin duda era el día más feliz de su vida.

Luego del sí, acepto. y del tierno beso que compartieron los novios, la iglesia estallo de alegría. La fiesta comenzó en la casa del Conde, estaba todo finamente decorado, en un estilo romántico para resaltar la aparente felicidad de los novios. El festejo estaba muy animado, y la mayoría de las personas ya comenzaban a dar muestras de ebriedad. Los novios bailaban en un ritmo tranquilo, y en un momento dado el novio lanzo un casi imperceptible asentimiento hacia un joven de cabello gris que fingía beber en aquella fiesta. Era la señal.

El conde no se dio cuenta de que su bebida había sido alterada. Estaba tan feliz al ver el rostro reluciente de su pequeña, a pesar de que vigilaría a su ahora yerno. El no permitiría que hicieran sufrir a su hija. Llevo la copa de vino a sus labios, y se la bebió de golpe, brindando por los novios. Hasta que comenzó a sufrir un dolor agudo en el pecho, y cayo de la silla en donde reposaba.

Lo que siguió a eso fue un autentico caos, los novios fueron corriendo junto al desfallecido hombre, mientras el novio gritaba por un médico, ella gritaba y lloraba desesperada. No pudieron hacer nada por el padre de la novia. Había sufrido un ataque cardiaco fulminante. La fiesta había terminado. Los novios entraron a la casa, mientras que el joven trataba de calmar a su esposa, la fue conduciendo hasta su habitación, mientras le tendía un vaso de agua, que contenía somníferos. "Duerme mocosa, no tengo ganas de escuchar tu llanto, ahora ya comenzara mi fase de dominación de los otros reinos! Y tú, serás buena chica y harás todo lo que te diga", pensó el joven mientras se sacaba las gafas y observaba a su ahora dormida esposa.

Salió rumbo al estudio donde le esperaba su único cómplice, quien tenía una sonrisa macabra estampada en su rostro. "Si hay alguien que sepa hacer bien su trabajo, ese es Ichimaru. Nadie siquiera sospecho que fue asesinado".

- Esplendida fiesta, no lo crees Aizen-sama? -comento burlonamente mientras se llevaba a la boca un vaso de whisky - Mi parte favorita fue cuando el viejo dejo este mundo. Salud por su gordo cadáver!

- Envía un mensaje a Barragan y a Hueco Mundo, comenzaremos a movernos - dijo mientras se servía whisky y brindaba con el j9oven frente a sí.-

II

Sus ojos trataron de acostumbrarse a la luz que había en aquella tradicional habitación. Bostezo mientras se debatía en levantarse de aquel cómodo futon o no. Estaba a salvo ahora, podía darse el lujo de ser perezosa. Siempre era bienvenida, y no, ahí no había guardias al lado de su puerta ,era libre. Aunque no dudaba que Soi-Fong no hubiera aparecido por ahí para vigilarla. Pero Soi-Fong la detestaba, así que poco le importaba.

Se quedó unos minutos más observando el techo, recordando que había llegado a duras penas hasta encontrar algún miembro de la guardia de los Shihouin. Ellos la conocían, y apenas viendo el lamentable estado en que se encontraba, la escoltaron a la mansión principal donde dieron aviso a Yoruichi-sama y le brindaron atención médica. Después de eso ya no recuerda más, el cansancio pudo con ella, apagándola en poco tiempo.

Decidió levantarse, necesitaba un buen baño, y mucha comida. Menos mal Yoruichi tenía un apetito más voraz que ella así que no se vería mal si tragara comida como desesperada. Bendito día en que se apiadó de aquel gato, aunque ahora sabía que no necesitaba su ayuda.

Ni bien se levantó entro al recinto una joven pequeña y tímida, con su cabello repartido al medio en dos coletas y un simpático sonrojo en las mejillas. Sonrió, aquella joven le inspiraba mucha ternura.

- Buenos días Ururu-chan! - Le saludó a la joven que se sobresaltó un poco al oír su nombre - necesito un baño con urgencia.

- Buenos días Karin-sama - tartamudeó levemente al pronunciar esas palabras - Le tengo lista la tina, acompáñeme. También le traigo ropas nuevas.

El agua caliente en definitiva era lo que su cuerpo necesitaba. Además el olor de los sales de baño le hacían sentir de maravillas. Se relajó como nunca antes se había relajado en toda su vida. Tal vez aceptaría el ofrecimiento de Yoruichi de ser parte del clan.

Ellos eran una élite especializada en atrapar a los bandidos más peligrosos. También se encargaban de el entrenamiento de algunos ejércitos, ya que eran los mejores tanto en combate cuerpo a cuerpo como con las armas. Una vez había batallado contra Yoruichi. A pesar de no haberle ganado, si que fue una batalla dura. Para ambas. Estuvieron dormidas durante dos días recuperándose. Después de esa batalla fue que la líder del clan le ofreció unirse. Pero ella rechazó cortésmente. Tanto tiempo deseó conocer el mundo que no sería ahora que se anclaría a un lugar, pero le dejó en claro que dentro de algunos años no tendría problema en unirse a ellos. Cosa que no agradó en nada a Soi-Fong.

Saliendo del baño, se vistió con la ropa que había dejado Ururu. Sonrió al darse cuenta que era el uniforme de entrenamiento del clan. Un ajustado enterizo negro. "Si le pusiera una capa se vería genial". Ese traje marcaba todas sus curvas y sus músculos. Además se notaba muy cómodo.

Salió ya vestida directo al comedor. Se moría de hambre. La herida abierta parecía cicatrizar bien y no le molestaba. Al llegar lo primero que vio fue a Yoruichi sentada en su sillón, con Soi-Fong a sus espaldas "Parece su sombra. Uy sí, me está matando con la mirada, estoy agonizando del miedo".

- Buen día Yoruichi-sama - saludó haciendo una reverencia. Si había una mujer que admiraba, era ella - Muchas gracias por haberme ayudado.

- Karin! - Saludo con entusiasmo viendo a la joven entrar - Sabia que te iba a quedar muy bien el uniforme.- comento guiñándole un ojo - Siéntate!

III

No le había dicho a nadie su destino final. Oficialmente había ido a recoger su nueva espada, lo cual era cierto, pero, no había contado a nadie que volvía al bosque. Por donde ella había huido. Esta vez cabalgaba tranquilo, observando cualquier detalle que pudiese mostrarle el camino que siguió aquella joven. En definitivo estaba agotando su paciencia, parecía que aquella muchacha siempre estaría a un paso delante suyo "Y yo como un grandísimo imbécil siguiéndola. No debería estar haciendo esto. Lo que me pasa sólo puede ser algún problema psicológico, tsk". Su rostro adquiría una expresión más enfadada aún a cada minuto que pasaba sin encontrar nada. Tal vez sería como la primera vez que se encontraron, aquella vez el no pudo detectar su presencia, claro, no se imaginaría que alguien lo atacaría. Paró su galope de golpe mientras sus ojos se agrandaron "Maldición! Aquella vez ella me atacó desde lo alto de los árboles! No sé cómo no consideré eso. Sólo así para no dejar huellas en el camino. Me exaspera!"

Con renovados ánimos daba a la primera pista que conseguía desde la fuga, cabalgó aún más despacio observando las copas de los árboles con mucho cuidado, su caballo seguía tranquilamente en dirección a un pequeño arroyo. Se había alejado bastante del reino, no es que no pudiese volver antes del anochecer, pero su salida no debería tardar tanto tiempo así, si se demoraba más su padre se pondría muy nervioso, y seguro mandaría un escuadrón a buscarlo. No era nada muy exagerado considerando los últimos acontecimientos, hasta él sabía que lo que estaba haciendo no era muy recomendable. Pero tenía que hacerlo.

Sus ojos se posaron en algo que obviamente no pertenecía al follaje de aquel árbol. Paró mientras observaba un poco más tratando de descifrar aquello. Se bajó del lomo de Hyorinmaru mientras buscaba un lugar cercano para amarrarlo, una vez dejando a su equino seguro, comenzó a escalar aquel grueso árbol. No estaba acostumbrado a andar escalando árboles por ahí, pero no era algo que él no podía hacer, ya que contaba con un estado físico excelente. Llegó a la altura de aquello que le intrigaba, se acomodó en una rama fuerte para dar alcance a su objetivo. Sonrió al tenerlo en sus manos. Aquel pedazo desgarrado de tela era parte de la decoración del castillo. "Bingo!". Miró desde lo alto en todas las direcciones, hasta que encontró otro pequeño pedazo de la misma tela. Considerando aquellas dos pistas, no había muchos destinos a considerar. Se decidió por el cual tenía un gran presentimiento "Shihouin eh? No sé por qué no me sorprende. Creo que le haré una visita a Yoruichi".

Con rapidez descendió de aquel árbol en busca de su caballo. Una vez montado de nuevo, acercó a su caballo al lago, que necesitaría estar hidratado para aquel viaje relámpago, comenzó a cabalgar a máxima velocidad. Llegaría al anochecer. "Padre me matará... ". A pesar de sus pensamientos, no dejó de cabalgar. Ya se las arreglaría con su padre. Transcurridas algunas horas comenzó a notar el cansancio y también tenía sed. Pero nada de eso fue impedimento para él. Poco a poco comenzó a notar que se acercaba a su destino, junto con el sol que se perdía en el horizonte. Sintió que era observado. "He llegado" pensó mientras sonreía de lado, su cabalgata se tornó más lenta mientras dirigía sus palabras a la nada.

- Quiero hablar con Yoruichi-sama! Soy Toshiro Hitsugaya! - habló con autoridad mientras veía que sus vigilantes salían de sus escondites.

- Pero si no es Toshiro-sama, venga con nosotros, Yoruichi-sama estará muy contenta de verlo de nuevo. - Se acercó a él un hombre de gran porte, mientras hablaba se quitó la máscara dejando al descubierto su rostro.

- Es bueno verlo de nuevo Tessai-san. - dijo a modo de saludo, aún montado.

- A que se debe su repentina visita? Busca algo? - dijo con un deje de sospecha en su voz. Era raro que tuviesen tantos visitantes en un lapso tan corto de tiempo, y la vez.

- Información. Es lo que busco y lo que vengo a dejar, también. Han habido movimientos muy extraños por parte de los hollows estos días. Me gustaría hablar de ser posible con Urahara-san. - Lo que dijo no era una total mentira, pero, la voz de Tessai le dijo que era muy posible que lo que buscaba se encontraba ahí en ese momento. - Supongo que no habrá problema?

- No, no se preocupe, pero déjeme anunciarlo primero, Yoruichi-sama no se encuentra de muy buen humor - trató de enmascarar aquel extraño hecho. Normalmente cuando iba ahí le dejaban pasar directamente al salón. Ella estaba ahí, sin duda alguna.

- Está bien, prefiero no encontrarla de mal humor. - Le seguría el juego, era lo más recomendado.

Toshiro observó al hombre irse, mientras los otros guardias volvían a sus puestos. Le siguió lentamente, pero algo le decía que debía estar alerta. En un momento dado, Tessai lo miró indicándole que esperara ahí. Lo cual no hizo más confirmar que algo andaba raro ahí. Trató de separar los sonidos que escuchaba, mientras se concentraba en cualquier cosa. El hombre entró al recinto. Esperó dos, tres, cinco minutos y nada aún de aquel hombre salir. De repente sintió unos casi imperceptibles ruidos en la parte lateral de la casa de estilo tradicional. De no haber estado tan alerta no lo hubiese notado. Su mirada de dirigió hacia ahí inmediatamente. Un pequeño cuerpo corría tratando de hacer el menor ruido posible. Sacudió las riendas del caballo para comenzar la persecución. No había luz solar a esa hora, pero podía distinguir la silueta con perfección. Esa misma silueta que ahora se daba cuenta que no estaba sola. Sonrió. Con rapidez dio alcance a la figura, que por más de correr veloz no era suficiente para su caballo.

- Me has extrañado, señorita? - Se bajó en un rápido movimiento para alcanzar el puño de la joven para inmovilizarla.

- Púdrete oxigenado! Que haces aquí? Se supone que no puede entrar cualquiera - escupió con rabia esas palabras mientras miraba el rostro de su captor.

- Lo mismo digo, tendré que avisar a Yoruichi que por sus tierras anda una vulgar fugitiva - Una arrogante sonrisa de lado se formó al distinguir la mueca de ira en el rostro de ella.

- Cállate estúpido! No puedes simplemente dejarme en paz! Suéltame! - Trató de soltarse, pero él la tenía agarrada con tanta fuerza que llegaba a lastimar.

- No, no te soltaré, de hecho, volverás a Fuyu No, de donde por cierto, te escapaste - la miró fijamente mientras hablaba.

- Volver? Para qué? Para un mal agradecido como tú me encierre de por vida en un asqueroso calabozo? Jamás! - Sus facciones eran una mezcla de ira y decepción.

Aquellas palabras calaron profundo en el joven de cabello blanco. La quería llevar al castillo, pero no consideró el hecho de que ella fuera encerrada de nuevo. Esta vez en su calabozo privado. "Como pudo saber eso? Nadie más sabia… a no ser que aquella vez yo mismo lo haya denunciado…" por la sorpresa que le dieron sus pensamientos, el agarre se aflojó haciendo que Karin pudiera soltarse de él mientras clavaba un puño en su estómago.

Mientras jadeaba buscando aire la vio alejarse de él, se incorporó lo más rápido que pudo con una mano en el local golpeado, e iba detrás de ella "Nuevamente persiguiéndote… esto es enfermizo". Ya recuperado corrió lo máximo que sus pulmones le permitían. Estando ya cerca de ella, corrió aún más rápido mientras se lanzaba encima suyo, tumbándola al suelo sin ninguna delicadeza. Se oyó un gemido de dolor, mientras el príncipe en un rápido movimiento se colocó encima de ella para enseguida inmovilizarle las manos, impidiéndole cualquier vía de escape.

- No te íbamos a arrojar en un sucio calabozo! - Estaba cabreado, y eso se notaba en sus palabras.

- Ah no? Yo lo vi en tus ojos malditos! Ni siquiera me pudiste mirar aquella vez! - en un nivel igual de furia, rebatió - Por lo menos sé que tienes un poco de vergüenza! Yo también la tendría si encarcelaría a la persona que le salvó el trasero!

- No es decisión mía! Por si no lo sabes, te ganaste esa celda el día en que me atacaste la primera vez! - las voces se hacían cada vez más fuertes, producto del enojo que ambos sentían.

- Eres un desgraciado! Si no es tuya, solamente puede ser del Rey, el hijito de papi no puede decir la verdad acaso? - ninguno de los dos se daban cuenta de lo cerca que se encontraban - Sabes papi, esta chica me salvó de morir, no la encarceles - sus palabras salieron con tanta burla que hizo que Toshiro perdiera los estribos.

- Cállate! Cállate! No sabes de lo que hablas! Él sabe toda la verdad, pero por el momento no se puede hacer mucho por tí, dado el hecho que te escapas al menor descuido!

- Si, como no, sabe tu papi que estas aquí? - Sonrió al ver que su rostro se contraía - Ya me lo imaginaba, eres pésimo hijo, y un pésimo...

No pudo terminar la frase dado que el joven príncipe estampó sus labios en los de ella con furia tratando de silenciar aquellas duras palabras. Ninguno de los dos fue consciente de nada después de eso. La intensidad de los sentimientos negativos que ambos desprendían los hizo querer descargarse en aquel rudo beso. Sus bocas trabaron una intensa batalla mientras que el joven aflojaba el agarre más una vez, pero ninguno de los dos se dio cuenta de ese detalle, sus bocas trababan una batalla, mientras el cuerpo del príncipe se pegaba aun mas al cuerpo de la joven. Inconscientemente sus lenguas se encontraron, mientras el tiempo transcurría y ninguno se daba cuenta, pero el oxigeno les comenzó a hacer falta, por lo cual separaron sus labios.

Sus rostros continuaban casi pegados, él fue el primero en abrir los ojos, observando a la muchacha que ahora tenía una respiración irregular, y los labios hinchados. La observo abrir los ojos lentamente, sus orbes, que ahora se veían más brillantes, se clavaron en sus ojos. Se miraron por unos minutos sin decir nada, sin comprender aun lo que había pasado.

- Encontré el caballo del señorito Hitsugaya! Deben estar por aquí!.- Voces de personas y sonidos de pasos rompieron el silencio que había en aquel lugar

Al momento de escuchar aquellas palabras, que fueron dichas no muy lejos de donde se encontraban, ambos salieron del transe. Toshiro de un salto, y con extrema rapidez se levanto como si aquella joven le quemara, lo cual no estaba tan lejos de la verdad. Ella también se levanto demasiado rápido y se alejo de él mientras lo encaraba con una expresión extraña en su rostro que ahora iba adquiriendo tonos de rojo. El al verla enrojecer, no pudo evitar hacerlo también. "Eso, ha sido una locura. Estoy enloqueciendo" Fueron los pensamientos del joven heredero.

- Pero si aquí están mis honorables invitados! - una voz con un deje de malicia se dejo escuchar, haciendo que se dejaran de mirar entre si y, sincronizados, giraron sus cabezas hacia una Yoruichi que apenas conseguía evitar sonreír ante la escena frente a ella.

La escena era digna de recordar para Yoruichi. Cuando ella los vio, estaban muy, muy cerca. El encima de ella, y mirándose, hasta que en un segundo ambos se alejaron muy rápido uno del otro, y enrojecieron. Ella no era idiota, intuia lo que había pasado entre ellos, pero no era algo muy fácil de creer, ya que conocía muy bien a ambos. El frio príncipe de Fuyu No y la despiadada plebeya de Hueco Mundo. Eso definitivamente no se lo esperaba.

- Parece que ya se conocieron. Porque no entramos a tomar un té? - ambos jóvenes parecieron comprender sus palabras, el primero en pronunciarse fue el príncipe.

- Yo… yo debo volver a mi reino, con su permiso y disculpe las molestias - el tono de voz que uso era tan diferente al que usaba normalmente que fue demasiado notorio.

- Ahora? pero si ya es de noche. No es sensato viajar por el bosque. Además ya mande un águila para avisar sobre su pequeña estadía aquí. - En definitiva para ella estaba siendo muy divertido todo esto. -Vamos, joven Hitsugaya, podrá partir mañana, además estoy seguro que estará interesado en algunas interesantes informaciones sobre movimientos extraños y sobre el ataque a su reino.

Al momento de decir esas palabas, Toshiro recupero su postura normal. A pesar de querer huir para poder recuperar un poco de su estabilidad mental rota por causa de la joven que estaba a pasos de él, no podía simplemente irse e ignorar cualquier información que pudiera evitar que su reino pasase por eso otra vez. Además ella dijo que había enviado un águila. Su padre ya estaría enterado. Si volviese de madrugada, definitivamente lo mataría por ser un descuidado y viajar de noche por el bosque. Mejor se aseguraría y volvería al nacer el sol. Necesitaba alejarse de ella a toda costa.

- Está bien - suspiro mientras tomaba las riendas de su equino que fue traído por un guerrero de ese clan.

Decir que el ambiente en aquella sala de estilo tradicional era tenso, era decir poco. Los únicos que parecían no incomodarse con aquello eran Yorouchi y Kisuke, mientras la Shihouin tenía una media sonrisa al hablar, el hombre rubio se tapaba el rostro con un abanico, pero era visible en sus ojos que se divertía con todo aquello. Los mas jóvenes, se trataron de sentar lo más alejados posible uno del otro, a pesar de estar sentados uno al lado de otro, con los mayores en frente. Tessai se encargo de traer algo de té y algunos tentempiés para los invitados.

- Tiene algo más de información respecto al ataque? - El joven estaba muy interesado en aquello que les estaban contando.

- Información confirmada, no. Pero tenemos sospechas muy preocupantes. En estos tiempos hemos notado mayor crecimiento en la población de hollows, algo que no es natural. Así que Kisuke ha investigado. Alguien ha manipulado ha estado creando hollows.

- Qué? - ambos jóvenes pronunciaron incrédulos al mismo tiempo.

Eso no es posible, como alguien podría hacer eso, además cual sería el motivo de alguien para crear más monstruos? - Hitsugaya mantenía el ceño fruncido, libre de todo el incomodo que tenía antes, este tema era muy serio - desconfían de alguien?

- Si, solo te lo diré por que confió en ti, y en tu reino, pero nadie más debe saberlo. Entendido?.

IV

Su cabeza era una maraña de pensamientos, no podía dormir, se encontraba en el pórtico trasero de aquella casa, tratando de ordenar sus pensamientos. "Traición. Monstruos. Beso. Conspiración. Karin. Batalla. Beso. Peligro. Hollows. Beso...", no podía concentrarse en un solo tema. Lo sucedió horas antes con aquella joven no debía haber pasado, lo confundía de sobremanera, y justo ahora es cuando menos debía estar confundido. Se paso las manos por su blanca cabellera despeinándola mientras trataba de enfocarse en lo importante. El ataque a su reino no había sido mera coincidencia. Trataban de desestabilizar los reinos. Fuyu No era reconocido por ser el reino mejor preparado militarmente. Si ellos caían ante un ataque, se crearía un ambiente de cercano a la histeria entre los otros reinos. Pero afortunadamente no sucedió, gracias a la joven que atormenta sus pensamientos y lo confunde. "Debo volver apenas amanezca, debo contar todo esto a mi padre, hay que estar preparados". De pronto sintió una voz lanzando reclamaciones detrás de él totalmente despreocupada.

- Estúpidos sueños, estúpido príncipe, estúpido… - Al darse cuenta de la presencia del príncipe que ella creyó dormido, callo súbitamente.

El estaba sentado muy relajado, usando una yukata azul oscuro, "Se ve muy diferente sin el uniforme militar" pensó al instante la joven al verlo ahí, tan despreocupado y sin todo el porte normal de la realeza, el había girado su cabeza al escucharla. Con la luz de la luna y la oscuridad de la noche, sus cabellos se veían aun más blancos, y sus ojos, más relucientes. Sin duda era un joven exótico. Sacudió esos pensamientos de su mente, mientras aun se encontraba en el mismo lugar.

- No creía que soñaras conmigo, quien lo diría… - Hablo con una voz suave, pero en su rostro se notaba la burla, a pesar de todo, no podía dejar de molestarla, así eran ellos.

- Idiota! No te creas tan importante, además si hubiera soñado contigo, sería una pesadilla. - A pesar de estar muy roja, le contesto con el sarcasmo habitual.

- Entonces porque maldecías tus sueños? - pregunto con genuina curiosidad, era un poco tarde para tratarse con modales o protocolos entre ellos.

- Es… - al no ver ni un rastro de burla en su rostro, algo le impulso a contarle sobre su sueño - Es solo un estúpido sueno que desde que tengo memoria he tenido, siempre el mismo, pero que no tiene sentido alguno.

- Los sueños son parte de nosotros, de nuestros recuerdos, nuestros deseos inconscientes o algo que desearíamos que pasara. - Hablaba tranquilo mirando a la luna, el era de la realeza, era obvio que poseía muchos conocimientos, y trataba de explicarle para serle de ayuda - En los sueños recurrentes, el mensaje puede ser tan importante que no quiere ser ignorado. El sueño trata desesperadamente de contarte algo.

- Pero eso tiene menos sentido aun! - se sentó a su lado, pero a una distancia prudente - Deseos? no lo creo, recuerdos menos aun. - bufo frustrada mientras- Solo sé que son molestos.

-Tal vez si lo compartieras te podría ayudar - susurro al aire, pero aun así ella logro escuchar.

Ninguno de los dos podía negar que fuera extraño el hecho que estuvieran hablando tan tranquilamente, ya que desde que se conocieron se pelearon, se hirieron, se discutieron… y se besaron. Comenzaron a conocerse de una forma muy anormal, a revés tal vez. Y ahora están conversando, a pesar de que todavía hay un poco de tensión en ambos, ninguno tenía la mínima intención de sacar a relucir el tema del beso.

Ambos estaban sumidos en un silencio un tanto incomodo, y ninguno se miraba entre sí, miraban el cielo, pero estaban compartiendo civilizadamente este momento. Karin hasta ahora no había mostrado indicios de querer compartir con el aquel extraño sueno que siempre la molestaba. "Qué más da… el oxigenado sabe mis secretos más peligrosos, como mi identidad, un estúpido sueno no es nada en comparación". Pasaron los minutos hasta que ella con un poco de nerviosismo comenzó.

- Siempre es lo mismo, no es una pesadilla, hasta podía decirse que es un sueño feliz - a pesar de que él no la observaba, sabía que el tenia cada sentido posado en ella - Al parecer soy yo en el sueno, de pequeña, junto con otros dos niños… jugando.

- No podría ser un recuerdo? Familia? Amigos?.

- No tengo familia, y no he tenido amigos ni conocidos de niña. Además en el sueño estoy en una bella casa grande, con un jardín. Y estoy limpia y bien vestida, definitivamente eso no se parece en nada a mi infancia, y mucho menos se parece a Hueco Mundo. - Hizo una mueca de desagrado al mencionar eso, y el finalmente la miró, notando una expresión un tanto triste que no le gusto.

- Así que si es cierto que eres de Hueco Mundo… -No quería incomodarla mientras ella removía su pasado, así que volvió su vista al cielo. - No debió haber sido fácil si no tenías familia ni amigos.

- No debería sorprenderte que sea de ahí - El tema de su infancia no le gustaba revivir, pero extrañamente, esa conversación no estaba siendo ni difícil, ni dolorosa. Era agradable conversar con alguien. A pesar de que ese alguien era de la realeza con una vida muy diferente a la suya. Eran de mundos totalmente diferentes. Pero eso a él no parecía importarle. - No es el mejor lugar del mundo para que una niña crezca sola, pero hubo gente que me ayudó a sobrevivir. Pero, qué hay de ti? Me da curiosidad saber cómo es la infancia en la realeza.

-No creo que sea muy emocionante. Mi madre murió en el parto. Mi padre siempre fue sobre protector. Cuando decidí dedicarme a la milicia pegó el grito en el cielo y trato de impedirme. No sirvió demasiado. - Sonrió ligeramente ante esos recuerdos.

- Debió haber sido una infancia tranquila… - Observó de reojo al joven a su lado antes de volver su mirada a la luna.


El silencio volvió a reinar, pero esta vez no era incomodo.


Alguien dijo beeeeeeeeeeeeeesoooooooooooooo? ;) (al fin jaja)

Las cosas se estan por poner interesantes entre ellos. hohohohoh *sonrisa pervertida* ambos ya estan confundidos

It's review time! *se coloca sus gafas*

Chiithop: No pienso dejar la histora ;) pero a veces no hay inspiración. He estado leyendo mucho ultimamente, de varios estilos. De ahí sale más inspiración, y por consiguiente, capitulos más largos :D :D (Así leí que lo hace Stephen King, pero él lee 4 horas, y escribe otras 4, yo no lo hago así, pero funciona jaja) Me alegro de tenerte con el alma en vilo *sonrisa malévola*

Dark Puppet Master: Se me extrañoo *-* jajajaja cuando comencé esta historia, no creía que tuviera tanta aceptación jajaja así que estoy feliz

Akari-chan610: Esta vez sólo me perdi un mes o/ jajaja y con capítulos más largos... y ahora más ...interesantes...* mueve las cejas sugestivamete (If you know what i mean)*

MikeRyder16: Pervertidas unidas jamás será vencidas ?). El enano tiene frustación sexual, pero aún no se ha dado cuenta jajaja estos chicos. Ahora sí que te encontrarás con algo más... jojojojo y la tendencia en este fic es que cada vez aumente más la temperatura ;)

Guest: Esta ves no me perdí tanto tiempo y fue capitulo largo tambien, valió doblemente la pena ?) jajaja espero que te guste

maite: ESTA HISTORIA NO SERA ABANDONAAADAA! *lo jura con un puño en el pecho* jajajaa

aresuri-cham: Tus pedidos han sido escuchadoos! jajaja esta vez no me demoré tanto, el capítulo fue largo... y de bonus: chan chan chaaan! El tan esperado beso :D

Andytrips: La terminaré! LO JUROO! :D :D capitulos largos a partir de ahora. :)

Lushca: La encontrooo... y de que manera muhahahahaha *mueve las cejas sugestivamete*... amos son tan orgullos y tozudos, es por eso que los amo jajajajaja

myskymyheart: Oww me alegro que te haya parecido bien redactada! Lo que más me demoro es en betear la historia, pero seguro igual se me escapan unas que otras cosas. Desde que apareció Karin en la serie me agrado tanto, con esa actitud de-yo-puedo-sola-bitches que aunque esta historia sea de príncipes y princesas, ella pues, batalla siempre :) Lo bueno para Shiro-chan es que no le saldrán canas jajajaja

yokochi150: Su respuesta fue procesada correctamente. :D :D jajajaja buena lectura ;)

lalalala: Espero que te guste este capítulo ;)

Agradecimientos por el Fav/Follow: Andytrips, yokochi150,

Nos leemos! :D