El príncipe del tenis no me pertenece.

Epílogo

Sakuno

Cuando más cuestan las cosas más se valoran, dicen. Y entre más cuestan más nos obsesionan.

¿Sería pecado eso? Entonces estaba pecando horriblemente…

Porque me estaba convirtiendo en un ser posesivo y no podía negarlo. Aunque todo era justificado.

Habían pasado cinco años desde que acabé el colegio y mi vida no había cambiado mucho, claro que ya no tenía que ver como chicas de diferentes grados se declaraban al príncipe de Seigaku, pero eso no quería decir que no recibiera confesiones cada día… sólo que ahora yo no lo sabía y me molestaba.

Nunca fui una persona segura de mí misma, de hecho, siendo realista existían muchas mujeres bellas que podían tentar a un hombre como Ryoma Echizen, más cuando su popularidad crecía como espuma. Una gran promesa del tenis profesional, mientras yo era una simple estudiante de diseño. Pero nadie dijo que sería fácil.

Recuerdo que muchas veces me pregunté si había tomado el camino correcto, pero nunca me arrepentí. Llevé una relación escondida con el chico más codiciado del colegio por meses y me tocó llorar en más de una ocasión, pero sentía su toque sobre mi piel y el dolor desaparecía.

Y una tarde, en pleno éxtasis sexual, susurré un "te amo" que me sorprendió tanto que lloré emocionada.

Lo amaba.

Tal vez lo había amado siempre…

Desde ese día mis sonrojos, el nerviosismo, los tartamudeos y la vergüenza me hacía mella cada tanto… estar con él era distinto.

Él lo sabía y nunca me lo dijo.

Cuando alcancé la mayoría de edad decidí dejar mi hogar y construir uno propio para compartirlo a su lado, mientras yo estudiaba, él entrenaba. No negaré que el primer tiempo fue duro, casi no nos veíamos y durante la noche estábamos demasiado cansados como para estar juntos. Sin embargo descubrí otra cosa, el sólo sentirlo cerca, ser abrazada por él en plena noche que tomara mi mano bajo la sábana era tan erótico como el sexo mismo.

Pero el tiempo siempre deja su huella y su poder es increíble, puede destruir la confianza con un soplo o fortalecerla con un solo acto.

Él se iba por cortas temporadas y yo siempre lo esperaba, no importaba cuánto tardara yo sabía que volvería.

Volvería.

Ryoma

Las nubes ¿serían tan esponjosas como se veían? Qué ganas de acostarme en una o viajar en una. La primera clase es cómoda, pero después de pasar tanto tiempo en ella se pierde el gusto.

La rutina consume y la falta de ella atormenta…

La vida es simple y se resume en intentar ser feliz y yo era feliz casi siempre. Era un idiota con suerte.

Lo tenía todo: una carrera ascendente y una novia perfecta.

Pero me faltaba algo. Sabía lo que era.

Llevé mi mano al bolsillo de mi pantalón para sentir la pequeña cajita te había ahí.

Un anillo de compromiso.

No es que me diera seguridad sentirlo conmigo, pero me transmitía cierta calidez… cuando lo compré pensé en estregárselo a Sakuno en el acto, pero me refrené y me dije a mi mismo que tenía que esperar un poco, mas el momento había llegado.

La quería y ya vivíamos juntos no podía decirme que no. Aunque tampoco era mi intención presionarla… ya lo había hecho una vez. Pero no me arrepentía.

Estar en tierra firme después de un vuelo de doce horas era un alivio, sin embargo ver a las personas andar acelerados me estresaba ¿Que no sabían que la vida se disfruta más si la viven lentamente, paso a paso, momento a momento? Se pierden de tantas cosas.

Me palpé el bolsillo otra vez.

-señor Echizen, su chofer lo espera en la puerta- me dijo un encargado con voz patosa. Lo mire un segundo y asentí luego.

-bien- a casa, por fin a casa.

-he vuelto- grité apenas llegué.

-estoy en la cocina- me contestó Sakuno. Su voz sonaba como un canto de sirenas era casi hipnótica, o al menos a mí me lo parecía porque el teléfono no la reproducía igual. Estaba de espalda y la abracé sin voltearla, dio un respingo encantador.

-te extrañé- susurré junto a su cuello y lo mordí levemente.

-también yo- su cabeza se dejó caer sobre mi hombro. –espero que me trajeras algún recuerdo.

-lo tengo todo en mi bolso- ella soltó un risita de niña consentida.

-oh, cielos. Gracias… muero ver lo que compraste.

-bésame antes- le pedí y me ofreció sus labios, suaves y delicados. Pétalos de la más tierna flor.

-te amo- musitó antes de escapar de mis brazos y correr a la sala donde había quedado mi bolso.

La seguí mientras sacaba todo de mi bolso y lo desparramaba en el suelo… había comprado todo lo que me había recordado a ella… demasiadas cosas en realidad.

-vestidos de verano… collares ¡un bikini!

-en Australia venden esas cosas.

-me lo probaré- dictaminó decididamente mirándome a los ojos… y quemaban, vaya cómo me quemaban.

-¿ahora?- le pregunté sintiendo que me ponía cada vez más tenso del deseo acumulado.

-ahora- su ropa fue cayendo lentamente hasta formar un charco de tela a sus pies para dejar a la vista su cuerpo de hada. Mi hada, era perfecta.

-me estás matando- forcé la voz porque no me salía.

-¿en serio?- el bikini jamás llegó a su cuerpo porque antes que algo la tapase la tomé y la besé. Me dejé llevar por mi deseo y olvidé todo… incluso la caja en mi pantalón. Tarde lo recordé porque ella ya la tenía entre sus manos.

-¿y esto es…?- me preguntó ceñuda, por qué ahora justo cuando íbamos a… en fin.

-es un anillo de compromiso- suspiré. –te juro que tenía una idea mejor que esta para entregártelo, pero ya ves…

-oh Dios, Ryoma… Ryoma- sollozó ¿sollozó? ¿pero qué demonios...?

-oye no tienes que llorar, es fácil aceptas o no.

-idiota- se lanzó y me besó. –sí, claro que sí- más besos y mi ropa al suelo.

Y en su dedo mi anillo…

Era un idiota con suerte.

FIN

Se me había olvidado subirlo ._. soy una despistada de lo peor.

Jajajaja

Bueno aquí el final, después de meses xD

Gracias por leer.

karly15: lo hice (finalmente) algo corto y raro, pero ahí esta. Gracias por comentar.

MayiLoza: gracias por lo ánimos, me ayudaron mucho de verdad, ver los comentarios siempre motiva. Un beso y gracias por leer.

MICHIRU: me siento alagada y no sabes cuánto, sé que tardé mucho, pero bueno, más vale tarde que nunca. Gracias, me acompañaste en todo el proceso y eso se agradece bastante.

ladykagurasama: jajaja hola, a mí también me gusta el lemon, creo que es una buena forma de fortalecer a una pareja y es lindo leerlo… lógicamente tengo la misma fascinación tuya por estos dos, los amo desde niña y tampoco me los puedo quitar de la mente xD perdón por la tardanza. Un beso.

Gracias totales a los que leyeron esto, son los mejores.

Los quiero