Antes que nada…
Nada de The Legend Of Zelda me pertenece. Todo el crédito es para sus creadores y Nintendo.
Resumen: Han pasado los años para Link, quien después de viajar y de dejar la vida en el bosque, encuentra su hogar en el Rancho Lon Lon. Ahí, vive feliz y tranquilo junto a los nuevos miembros de su familia, pero la paz se ve interrumpida por turbulentos sucesos que sacudirán las vidas de todos…
Un Nuevo Destino
Capítulo 1- Nueva Vida
Link estaba sentado sobre el pasto, justo afuera del lugar que se ocupaba como almacén para la paja y la leche que se producía en el rancho. Estaba sumido en sus pensamientos. Pensamientos que databan de tan solo meses atrás, cuando había logrado sellar al malvado rey Ganondorf en el Reino de las Sombras, de las pruebas tan duras que tuvo que soportar. Pero también estaban los pensamientos de cómo su vida, lentamente, volvía a la normalidad. Ahora, disfrutaba de una nueva era de paz y tranquilidad, sin monstruos ni entes oscuros que combatir.
De repente, un ser alado y diminuto se plantó frente a él y dando un par de giros en el aire, lo llamó.
_ ¡Oye, despierta! ¡Vamos, no debes dormirte en el trabajo!
_ ¿Eh, dijiste algo, Navi?_ dijo Link aún adormecido por tanto pensar.
_ ¡Oh, por las diosas en lo alto! ¡Apresúrate, Malon te está buscando!
La mención de aquella chica de pelo rojo hizo que Link saliera por completo de su adormecimiento, casi poniéndose de pie de un salto. Se adecentó y siguió al hada a donde ésta le indicó dónde estaba Malon.
El joven llegó con un leve trote hasta donde una joven de estatura media y delicada figura lo esperaba con una sonrisa gentil.
_Disculpa la tardanza, Malon. ¿En qué puedo ayudarte?
Navi giró los ojos molesta y divertida a la vez, mientras veía al chico inventar una buena excusa para justificar el hecho de que casi se había quedado dormido en el trabajo. Link notó el gesto de su compañera por el rabillo del ojo y esperó la repuesta de Malon.
_Ah, qué bueno que llegas. Necesito que me ayudes a reparar el techo del establo. Mi padre lo ha intentado incontables veces y al parecer sigue teniendo goteras. A propósito, ¿Terminaste de llevar las cajas al almacén?
Link quedó paralizado en su lugar por la pregunta de Malon. Trataba de recordar si había terminado de hacer aquella tarea. Navi estaba algo impaciente por oír su respuesta. El chico está a punto de soltar una mentira, pero de pronto recuerda que fue justo después de acomodar las pesadas cajas que se detuvo a pensar afuera del almacén. Asiente y Malon vuelve a sonreír.
_Haz lo que puedas con el techo._ añade ella mientras Link comienza a trepar por la escalera hasta el techo a medio reparar. Era peor de lo que Malon había dicho. Los agujeros eran casi del tamaño de un medallón. Con una ligera mueca, Link comenzó a colocar tablones que servirían para cubrir las aberturas y evitar más filtraciones de agua. El trabajo lo mantuvo ocupado y alegre, mientras escuchaba a Malon cantar aquella tonadita alegre que había oído desde hacía un largo tiempo. Siempre que ella cantaba, podía sentir que su corazón saltaba de júbilo y apresuraba el ritmo de su trabajo.
Después de dar un último golpe con el martillo, supervisó su trabajo. Al parecer, no era tan mal carpintero. El sol se estaba poniendo y teñía el horizonte de rojos pálidos y naranjas brillantes, mientras sombras violáceas se extendían en el cielo. Malon subió al techo y dio a Link una botella de la leche que ya estaba tan acostumbrado a tomar. Su sabor era sin duda especial.
_Nada como un buen vaso de leche después de un día de duro trabajo._ dijo ella mientras se acomodaba junto a él.
_Es verdad._ respondió él descorchando la botella y bebiendo la mitad de un sorbo.
Navi empezaba a revolotear alrededor de su cabeza, la brisa nocturna alejaba poco a poco el cansancio y el calor del día. De repente, una paloma blanca llegó hasta donde estaban los dos jóvenes y se posó en el brazo de Link, cargando un fino sobre de papel en el pico.
_ ¿De quién será?_ preguntó Malon mientras bebía lentamente.
_Lleva el sello de la Familia Real. Quizás sea importante.
Malon agachó levemente la cabeza. Sabía que si el asunto de la carta era importante, Link debería partir y cumplir su deber como defensor del reino. Ella deseaba en el fondo de su corazón que eso no ocurriera en mucho tiempo.
Link, captando la mirada agachada de la joven, guardó el sobre en los pliegos de su túnica y con suavidad, tomó su rostro entre sus manos y la miró con firmeza.
_Hey, escúchame. No pienso irme a ningún lado. No pienso dejarte sola. Así que sonríe, por favor. Vamos… sonríe.
Lentamente, el rostro de Malon se iluminó y una risilla escapó de su boca. Link se sintió orgulloso de aquel logro y sonrió también.
_ ¿Ves? Mucho mejor.
Sus rostros se acercaban más y más hasta que de pronto, Navi se interpuso, tratando de evitar que los jóvenes cometieran una severa falta de decoro. Link, algo molesto y divertido, lanzó un soplido que mando al hada a volar hacia el cielo nocturno. Malon rió de nuevo ante la travesura del joven y Link volvió su atención a ella, colocando su rostro a tan solo milímetros de distancia. Antes de que cualquiera de los dos dijera cualquier cosa, la distancia entre ellos quedó cerrada y ambos intercambiaron un tierno beso bajo el cielo que comenzaba a brillar con puntos de cristal y diamante esparcidos sobre ese manto perfecto.
La potente voz de un hombre los sacó a ambos de aquel estado de felicidad y sopor en el que se encontraban, haciéndolos saltar de sorpresa. Link reaccionó con velocidad y aferró la cintura de Malon para evitar que cayera del techo.
_ Malon, ¿Estás por ahí, niña?
_Sí, padre, aquí arriba.
El hombre de mediana edad miró hacia arriba y contempló a su hija sentada en el techo del establo. Talon no podía evitar maravillarse en lo hermosa que su pequeña se había convertido.
_Ah, excelente. ¿Está Link ahí contigo?
Link asomó la cabeza y dijo:
_He terminado de reparar el techo del establo. Si la suerte nos sonríe, no tendremos más goteras.
_Excelente. Ahora bajen los dos. La cena se va a enfriar.
Acto seguido, Talon entró a la casa y Link ayudó a Malon a bajar la escalera, sintiéndose levemente apenado por lo de hacía hace rato.
Durante la cena, Talon, Ingo, su secretario, Link y Malon charlaban alegremente sobre los sucesos del día y de las semanas anteriores. Link era feliz de pertenecer por fin a una verdadera familia; no es que los Kokiri no lo fueran, pero sentía que podía ser más útil y vivir más feliz ahí, en el rancho. Malon también estaba encantada con su compañía. Se habían conocido de niños y cuando Ganondorf fue encerrado, Link prácticamente llegó al rancho pidiendo trabajo. Talon no necesitó de más para aceptarlo y darle una cálida bienvenida. A esto se sumó que los dos jóvenes se sintieron atraídos casi de inmediato, y Talon notó esto enseguida. Hasta el momento, la vida de esa pacífica familia estaba llena de paz.
Al término de la cena, Link y Malon acomodaron los platos y se dirigieron a sus respectivas habitaciones, sin embargo, ambos se detuvieron en seco ante la puerta cerrada de una habitación al final del pasillo de la segunda planta. Los dos jóvenes intercambiaron miradas algo apenadas. Sabían de los planes de Talon con respecto a su relación, y ambos estaban de acuerdo; pero los jóvenes no podían evitar sentirse asustados. Tras despedirse, Link fue al cuarto de visitas en donde dormía y se dejó caer en la cama mientras Navi revoloteaba impaciente por saber el contenido de la carta. Estaba en clave, así que Link tardó a lo mucho dos minutos en descifrar el mensaje completo:
Ven al castillo mañana en la mañana. Hay un asunto importante que debemos discutir. Saludos cordiales.
Atte.
La Princesa Zelda.
_No suena demasiado importante._ dijo Navi mirando la traducción de Link escrita en pergamino.
_Si lleva el sello de la realeza, es importante. Además, me envió un mensaje cifrado. Pero eso será para mañana._ dijo apagando la vela de su candelabro de un soplo y sumergiéndose en pacíficos sueños.