Si todavía alguien sigue ahí se lo quiero agradecer por que no tengo perdón... Exámenes finales...Excusas, excusas,... Espero que ahora que llega el verano pueda ser más constante muchas gracias a los que dejaron reviews y aquí os dejo con el capítulo...


¡Devuélveme mi cuerpo!

13. La Acampada.

Todos los alumnos de séptimo que cursaban Defensa Contra las Artes Oscuras se encontraban en el hall del castillo. Iban cargados con unas mochilas gigantes, ellos pensaban que bien podrían haber usado un encantamiento para ampliar la bolsa y hacer que ésta no pesara tanto pero los profesores no lo habían visto conveniente.

Rose, Scor, Albus y Lía se estaban sentados en la escalera y los dos últimos ya llevaban más de media hora discutiendo.

El profesor Thomas llamó la atención de sus alumnos y estos se acercaron para escuchar lo que tenía que decir el profesor.

-Muy bien chicos, ésto es lo que vamos a hacer. Iréis pasando por los grupos de cuatro que me dijisteis ayer para que yo pueda marcar quien va cogiendo los trasladores. Supongo que algunos de vosotros no habréis viajado nunca de ésta forma, lo único que tenéis que hacer es agarraros al objeto que os demos y no soltarlo, éste se iluminará y notareis como si un gancho os tirara del ombligo. Procurad tener vuestras articulaciones lo más cerca posible del cuerpo, queremos evitar todos los accidentes posibles.

Poco a poco el hall se fue vaciando, el grupo de Rose se quedo de los últimos. Cuando llegaron al profesor Thomas éste les dio un zapato muggle. Los cuatro se aferraron a el y en cuestión de segundos éste se ilumino y todos notaron como una fuerza los atraía. El aterrizaje no fue demasiado bueno para ninguno. Se levantaron y se sacudieron la arena que pudieron. Entonces fue cuando miraron a su alrededor y vieron realmente dónde estaban. Estaban en un claro de bosque, alla dónde miraran todo lo que veían era verde. Alguien les gritó que se apartarán de ahí por que los siguientes no tardarían en llegar. Ellos obedecieron y se dirigieron hacia donde vieron que había más compañeros.

El profesor Longbottom se encontraba entre ellos repartiendo lo que parecían ser unas tiendas de campaña muggles. El profesor de herbología había sido el único profesor lo suficientemente valiente como para atreverse a acompañar a Thomas en su aventura con unos alumnos de diecisiete años hormonados y desenfrenados. El profesor Longbottom posiblemente también había aceptado para así poder vigilar a su hija Alice, una Gryffindor que se llevaba muy bien con todo el mundo por ser una de las compañeras más agradables y serviciales.

El cuerpo de Scor inconscientemente fue el que se acerco a ''Tío Neville'', por suerte el cuerpo de Rose le paro antes de cometer ningún error.

-Profesor Longbottom nos puede dar nuestras tiendas por favor.-dijo Rose en el cuerpo de Scor de la forma más amable que pudo.

-Lo siento mucho señor Malfoy pero solo le puedo ofrecer a su grupo una tienda, piense que solo será una noche yo creo que se las pueden apañar bien... Ahora si es tan amable me puede decir el nombre de sus compañeros.

-Lía, Rose Weasley y Albus Potter.-El profesor Longbottom levanto la vista para comprobar que eso era cierto. Al ver que los hijos de sus mejores amigos tenían que dormir con el Malfoy en miniatura pensó: ''Por Circe como Ronald se enteré de esto me mata''. Él mismo no hubiese dejado dormir a su Alice con ningún niñito pero por suerte el grupo de su hija lo componían solo ella y su compañera de habitación que se habían juntado con dos chicas Hufflepuff.

Rose volvió con su grupo y respiró antes de soltar la noticia:

-Tenemos que dormir todos en la misma tienda.- Todos levantaron la cabeza y la miraron con caras de no comprender lo que estaba diciendo.

-¡Ja! ¿Estás de coña no?-dijo Lía. Rose negó con la cabeza.

Después de unos cuantos quejidos más y de despotricar contra los profesores hasta que se cansaron se pusieron a montar la tienda, un trabajo que para cualquier otra persona hubiese sido sencillo pero que para un puñado de niños magos era imposible.

Llevaban media hora intentando colocar los palos del demonio y lo único que habían conseguido era desesperarse.

-¿Necesitáis ayuda?- dijo una voz a sus espaldas. Era Jake el 'amigo' de Lía.

-¡No!- Soltó Albus antes de que nadie más pudiera decir nada. Lía se giró y clavó su mirada en él.

-Mira Potter como tengamos que fiarnos de ti para montar esta cosa del demonio nos podemos quedar esta noche a dormir al raso ¡Así que mejor que te calles la boca!- El moreno apretó los dientes con fuerza, estaba harto de que Lía lo dejara siempre mal delante de los demás.- Muchas gracias Jake la verdad es que necesitábamos ayuda- dijo Lía a Jake con una sonrisa demasiado edulcorada como para ser sincera, para ser realistas solo se comportaba así para fastidiar un poco más al de ojos verdes.

En menos de cinco minutos el Gryffindor tuvo la tienda totalmente montada.

-No sabia que los leones cabezahueca supieran leer planos- Soltó Albus.

-En verdad no necesito ni instrucciones- dijo el león que había alcanzado a oír el comentario de la serpiente.

-Muchísimas gracias- dijo Lía dándole un beso en la mejilla a Jake- Eres todo un campeón.- Albus se introdujo dos dedos en su boca simulando tener una arcada.

-Tengo que ir a ayudar a mi grupo, quizás si luego tienes tiempo podemos ir a dar un paseo ¿Te parece?- Lía asintió y dejó que el Griffie se fuera.

-No necesitábamos la ayuda de ese fantoche. ¿Quién se cree que es, un caballero medieval salvando damas en apuros?

-La dama en apuros eres tú ¿No Potter?- Dijo Lía con una sonrisa forzada- Si quieres la próxima vez llamamos a la gemelas Chang para que nos ayuden o a cualquier otra de tú colección. Hay una de ellas, la de los moños, no sé como hace esas obras de construcción... Aunque ya se sabe ¿Eh?- dijo Lía guiñando un ojo- Como más alto el moño, más abierto el c...

-¡Lía!-dijo Rose en el cuerpo de Scor.

-¿A ti que te pasa, también tienes ganas de tocarme las narices?- Se giró al verdadero Scorpius y dijo- Rose por favor dame mi parte del trabajo, quiero acabar ésto cuánto antes.

-No puedes ir sola por el bosque-dijo la verdadera Rose.

-¿Acaso te importa lo que me pueda pasar, rubiales? Entonces.-Lía extendió su mano hacia Scor.

-Voy contigo- dijo el verdadero Scor. Cogió los papeles que les habían dado el día anterior para preparar el trabajo y les dijo a Albus y a Rose lo que tenían que buscar. Quedaron en verse todos en unas tres horas delante de la tienda para comparar y recopilar la información que consiguieran.

Las dos parejas se fueron por caminos opuestos.

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Lía y Scor llevaban más de media hora andando, apenas habían intercambiado un par de palabras para decidir que rutas tomar.

-¡Es que te juro que no soporto a tú primo!-dijo Lía explotando finalmente.- ¡Simplemente no puedo! ¿Por qué tiene que ser tan gilipollas?

Scor no sabía que contestar, por una parte había llegado a entender el punto de vista que tenían las chicas en ése aspecto pero por otra parte se sentía como una traición el no defender a su mejor amigo...

-¿Chicos?-No supo de dónde salió esa respuesta pero lo dijo casi sin pensar.

-¿Crees posible que la testosterona ataque a las neuronas?

-¿Que las qué hacen qué?-dijo el antes rubio confuso.

-¡Déjalo! Tanto estar con ellos te está dejando cada vez más espesa... Vamos a buscar esos Dinkie Winkis...

-Querrás decir Blinkies ¿No?

-¡Como se llamen!

-Dirás lo que quieras pero discutís como si fuerais un matrimonio.-dijo Scor casi sin poderlo evitar.

-Vuelve a decir eso y te corto los pelos mientras duermas...

-Las verdades duelen...

-Sabes que el tema de Albus hace mucho tiempo que está vetado.-respondió Lía apretando los dientes.

-¿Porqué?

-Por que no voy a volver a ser esa estúpida que iba detrás de su culo mientras que veía como él se follaba a otras y luego pasaba de ellas sin miramientos. No soy una más, no quiero ser una más para él...

-Lía...-dijo Scor por fin comprendiendo.

-Es un estúpido, y me juré a mi misma el ignorarlo... Además a él solo le gusta criticarme y fastidiarme. Y estoy harta, Rose, estoy harta,...-dijo ella rompiendo en sollozos.

-Ya está Lía... -dijo acariciándole la espalda- Puedes tener a quién quieras... Hasta ese chico, Jake parece bastante mono y se le nota que está por tus huesos.

-Y lo intento, te juro que lo intento. Pero cada vez que alguno se me acerca no puedo evitar acordarme de él y no es justo para nadie, nadie se merece estar con una persona que piensa en otra.

Scorpius suspiró. Él nunca había tenido una hermana, una prima o una mejor amiga a la que tener que consolar cuándo ésta tuviera mal de amores. Simplemente no sabía que podía decirle a Lía que la pudiese hacer sentir mejor. 'Ésto es trabajo de Rose, ella sabría que hacer en estos momentos'

pensó.

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Por otro lado Albus y Rose habían ido a por faena, habían encontrado casi todos los animales que les habían tocado y solo les quedaba una planta que se les estaba resistiendo.

-No sé porque te gusta tanto molestar a Lía, ella no te ha hecho nada.

-Ya estamos, la cuestión es que aquí el malo de la película siempre soy yo...

-Yo no estoy hablando de malos y buenos, te estoy diciendo que no tendrías que haberle dicho nada. Jake ha sido muy amable al ofrecerse a ayudarnos...

-¿Ahora también estás de parte de ese cabrón? Sabes que me la tiene jurada desde que me acosté con Hilly.-Rose frunció el cejo. Le sonaba ese nombre... Era una chica de sexto que habia estado saliendo con Jake hacía unos meses, una Hufflepuff rubia y tonta que la unica razón que un chico podía tener para salir con ella era su delantera.

-¿Te has acostado con Hilly?- Albus miró a Rose con confusión.

-Claro, la última vez fue el día que Hufflepuff perdió contra Gryffindor. Ella estaba enfadada con Jake por haberles ganado y pues...- Rose cerró los ojos y se llevó una mano a su cabeza.

-Esta bien no quiero saber los detalles...- Ahora que lo recordaba le parecía haber visto a Albus un ojo morado al día siguiente...

-La cuestión es que ese tío solo quiere liarse con Lía para joderme a mi.- Dijo el moreno ofuscado.

-¿Y porqué eso debería joderte?- preguntó Rose queriendo llegar hasta el fondo del asunto.

-¡Porque a Lía es mía! ¡Antes o después será mía!-Rose abrió los ojos con enfado.

-No puedo creer que hables de ella como de una posesión. Eres un mimado que pisa a los demás hasta conseguir lo que quiere y que una vez se cansa de su juguetito lo deja apartado. Lía no se merece eso para nada...- dijo Rose, no podía creer que su primo, al que siempre había estado en un pedestal, hablará así de su mejor amiga.- No te la mereces.

-Sabes que ella es diferente. Siempre lo ha sido, nunca he querido fastidiarlo con ella. Pero no sé porque a partir de cuarto ella empezó a molestarse por todo lo que hacía. Siempre ha sido ella pero no voy a soportar un rechazo, no hasta que no esté seguro.- Rose lo miró ahora con confusión.

-Espera, espera, espera. ¿Te gusta Lía?

-Sabes de sobras que siempre me ha gustado. Me di cuenta en el verano de segundo cuando tuve la charla con mi madre de 'chicas' y ella me dijo que el abuelo y mi padre, y todos los Potter siempre se habían enamorado de pelirrojas. Ella me dijo que sabía que algún día iría a casa a presentarle a Lía.

Rose se dejo caer sobre una roca.

-Eres idiota.

-Gracias.

Rose no le podía decir que Lía también estaba enamorada de él, esa no era una cosa que ella pudiera decir a la ligera. Y menos desde el cuerpo de Scor.

-Curratelo. No seas así con ella cuándo estáis en la misma habitación. No critiques todo lo que hace y no le digas que Jake va detrás de ella para joderte a ti. Eso solo hará que te vea más egocéntrico de lo que ya piensa que eres. Y sobretodo, no te vayas con el primer par de tetas que te pase por delante.

-¿Me estás diciendo que me mantenga en celibato?

-Sí. ¿Crees que podrás?- preguntó Rose.

-Haré mi mejor intento.

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Serían las ocho de la tarde cuándo los cuatro se volvieron a reunir en la entrada de la cabaña. Tardaron una hora en mirar la información y comparar lo que habían encontrado. Una vez que Rose y Scor estuvieron contentos con el trabajo realizado.

A las nueve y media de la noche se reunieron con los demás compañeros en el punto de encuentro que les habían indicado los profesores. Se sentaron todos alrededor de una fogata que alguien había encendido y acercaron las latas para calentarlas. Más de uno pensó para sus adentros que los elfos de Hogwarts podrían haber hecho cualquier cosa mejor que eso.

Hicieron lo que se llama una acampada muggle. Contaron historias de miedo, alguien saco unas nubes para hacerlas en la fogata que había traído de contrabando en la mochila. En general todos estaban disfrutando de la velada. Dean Thomas se sentía orgulloso por haber conseguido hacer una actividad que cautivase a todos los alumnos.

Todo iba bien hasta que Jake se sentó al lado de Lía y le empezó a susurrar cosas al oído mientras esta soltaba risitas tontas, no demasiado alto, pero sí lo suficiente para que llegasen a los oídos de Albus y que éste se molestara.

El cuerpo de Scor y Al estaban sentados juntos en un tronco un poco más alejado. El rubio le estaba diciendo que no se hiciera mala sangre y que el valía mucho más y no tenía que caer ante los intentos de provocarlo.

Entonces fue cuando llegaron las gemelas Chang. Cada una se sentó al lado de uno de ellos. Lía vio de reojo a las morenas y no pudo sino empezar a reír más alto. A tocarse más el pelo y pavonearse ante Jake cada vez más.

Scorpius por su parte miraba el espectáculo, no sabía cual era el más tonto en aquel circo. Él por su parte estaba sentado con Alice y su grupito de amigas. Ella le había llamado creyendo que era Rose y estaban teniendo una noche bastante tranquila de rumores y de no sabes quién ha hecho qué.

Hacia la una de la madrugada casi todos se habían retirado a sus tiendas. Scor y Rose se habían ido hacía rato pues estaban cansados pero Lía y Al se habían quedado en una competición muda sobre quién se arrimaba más a su acompañante.

Jake acompaño a Lía hasta su tienda y cuándo ésta iba a entrar le dio un fogoso beso de buenas noches. Lía se llevo la mano a la boca y no pudo más que susurrar un 'Buenas Noches'. Jake se fue y ella se quedo ahí plantada mirando su espalda que se iba haciendo cada vez más pequeña. Se giró y se chocó contra algo duro, o mejor dicho a alguien.

-Espero que te lo hayas pasado bien.-dijo la voz de Albus. En esa posición él le sacaba una cabeza.

-Mucho.

-Jake solo te está utilizando- Muy bien Albus, se dijo para si mismo. Una de las cosas más importantes que le habían dicho que no dijera y lo suelta así en frío.

-¿Perdona?- dijo Lía confundida.

-Me has escuchado muy bien...

-Eres un idiota...-dijo ella conteniendo las lágrimas en sus ojos- Solo para que lo sepas, que a ti te sea imposible verme como a una chica y que pienses que es horrible solamente la idea de tener algo conmigo, no significa que los demás también lo piensen.-dijo ella irritada. Y salió corriendo, no se veía con valor de compartir una tienda de cinco metros cuadrados con ese tío insufrible.

Albus por otra parte se quedó estático. Lo sabía, la había cagado. Ahora ella se había largado y a saber dónde pasaría la noche, lo mismo ya estaba en los brazos de él. Se sentía estúpido. Pensó en irse a dormir, pero sabía que sería inútil. Por eso entro a la tienda y cogió un cigarro de María que había metido esa mañana.

Él no solía fumar con mucha frecuencia, solo cuándo estaba muy estresado. Igualmente en Hogwarts no había muchos lugares dónde hacerlo.

Salió de la tienda y se fue en la misma dirección en la que se había ido Lía. Empezó a entrar cada vez un poco más un poco más en el bosque, hasta que encontró un claro. Se sentó en una de las rocas y encendió el cigarro con una cerilla que llevaba en el bolsillo.

Estuvo un rato, y cuándo lo acabo, mucho más relajado. Tiró la colilla al suelo y empezó a desandar el camino. Había llegado casi al campamento cuándo escuchó un grito a sus espaldas. Reconoció inmediatamente la voz.

-Lía- dijo en una exhalación.


Hasta aquí el capítulo, si os ha gustado podéis dejar un review :) Y si no, se aceptan criticas CONSTRUCTIVAS. Muchas gracias a todos los lectores.

Naluma5