Disclaimer: Todos los personajes, así como el mundo potteriano, pertenecen a J.K. Rowling.

Notas de autora:

Este fanfic estará compuesto de un total de quince viñetas, no llegan a la categoría de capítulo. Algunas son más largas que otras, depende del personaje.

Como el nombre da a entender, irán sobre los últimos miembros que llevaron el apellido Black, por orden del mayor al menor: Bellatrix, Andrómeda, Narcisa, Sirius y Regulus. Tres viñetas por cada uno.

La primera viñeta de cada uno es sobre su infancia; y el resto son, o bien, de su adolescencia o vida adulta. No están relacionadas entre sí, o mejor dicho, no siguen el mismo orden cronológico. Solo hay dos viñetas, de los hermanos Black, que son una continuación una respecto a la otra.

Mi idea es ir publicando dos viñetas por semana; el fanfic está completo, así que no se quedará sin acabar. El subirlas o no, dependerá de si a la gente le interesa. Obviamente, escribo porque me gusta, y están todas hechas (a falta de alguna que otra revisión), pero veo una tontería subirlas para nada. Yo las he escrito por amor al arte, y eso no lo cambiará tener más o menos reviews.

Sin más, me despido. Aquí tenéis a la más loca de los Black.


Una niña de cabello oscuro subió de dos en dos las escaleras de su casa. En el salón quedaban sus hermanas, ilusionadas por la nueva noticia. Su madre, lo bastante educada para no mostrar su más que clara envidia. Su padre, que pese a todo, no comprendía tanto revuelo.

Cruzó el pasillo dando enormes zancadas, erguida, altanera. Abrió la puerta de su dormitorio con ferocidad, y cerró con un portazo. Se retiró el pelo de la cara con un manotazo y se arrojó en la cama, haciendo que esta crujiera.

Ella era la primogénita y la heredera, no ese mocoso recién nacido. Sentía su sangre hervir, acumularse en su cabeza. Era rabia. No celos. Ella no era ninguna celosa, y menos de ese.

"Es normal que esté celosa, ¡solo es una niña!" Había escuchado decir a su abuela. Soltó una fría carcajada despectiva en ese momento, que le ocasionó una mirada reprobatoria por parte de su padre. Pero no se arrepintió.

No tenía celos de él. Le daba igual que fuera su primo recién nacido. No pensaba jugar con un niño que no sabía ni andar ni hablar. Ella no era Narcisa ni Andrómeda, que parecían encantadas con la noticia del nuevo miembro de la familia.

Se puso de pie y barrió el escritorio con la mano. El tintero, plumas y pergaminos cayeron al suelo. Ella no necesitaba ser un varón. Era la primogénita, la heredera de los Black. Y eso no lo iba a cambiar ningún mocoso mal nacido nueve años después. Con el tiempo, todos verían quién era Bellatrix Black.


Se agradecen los reviews. Profundamente.