Disclameir: Por suerte KHR no me pertenece, o haría de Tsuna un psicópata con trastornos de personalidad homicida… ¿no sería divertido? :3

El Decimo

Hace días se venía repitiendo ese nuevo juego. Cuando eran niños se perseguían y acusaban…ahora, ahora se manoseaban. Les gustaba provocarse, era la forma en la que había evolucionado su relación de hermanos, que hasta hace poco era de lo más normal. Tenían sus tenciones, sus gritos, peleas y golpes; y no todo era malo, sus miradas entendidas –incapaces de mentirle a los ojos contrarios –las sonrisas cómplices y sus silencios cómodos. Pero ahora se agregaba algo más, algo que había nacido bajo la necesidad de desestresarse probablemente, y como ya no podían ir correteándose por los pasillos apareció una alternativa.

Para nada aceptable, pero poco les importaba.

El punto de partida había sido considerablemente intrascendental. Fue un viernes que seguro ninguno de los dos recordaba ya que no había pasado nada fuera de lo común. Tsunayoshi salía de su oficina junto a Gokudera luego de terminar su papeleo diario .Cuando Xanxus los intercepto en el pasillo lo primero que pensó que se le antojaba usar de diana para su mágnum al peliplata, nada personal, solo no lo pasaba –como al 99 por ciento de la humanidad. Luego de un cabeceo de saludo entre él y su hermano paso de ellos rumbo a su habitación cuando la vista de soslayo al trasero de Tsunayoshi le dio la idea de pellizcarle una nalga, y así lo hizo. El menor salto y se tenso, luego se giro clavándole una mirada que pretendía ser enfadada pero el sonrojo que le había quedado no ayudaba a su cometido final.

—¡Xanxus! — le grito, a lo que él solo se rio y siguió su camino, encontrando una nueva forma de molestarle.

Repitió lo mismo un par de veces los días posteriores, cuando estaban el publico Tsuna le acribillaba con la mirada y le daba un –inofensivo –codazo; cuando estaban solos le tiraba de la coleta emplumada que llevaba. No había más que su típico tira y afloja.

Nadie les prestaba atención a sus roces, o eso les gustaba pensar. Como fuese, los pellizcos a su hermano pasaron a una ligera caricia que provocaba un escalofrió completamente diferente. El juego cambio, ya no era molestar a Tsuna, era rozarse contra él todo lo posible sin que nadie se dé cuenta. Sujetarle de las caderas, respirarle en la nuca, colar sus dedos por el cuello de la camisa. Le gustaba la sensación de su piel, del calor que traspasaba la ropa, del olor que le rodeaba cuando estaban injustificablemente cerca; la urgencia de tocar sin obstrucciones su cuerpo comenzó a crecer sin ni siquiera notarlo.

El menor solo se dejaba hacer, era mas consiente que Xanxus, pero igualmente mas culpable. A pesar de su apariencia y su amable personalidad con la infancia también se fue la inocencia, si aun era virgen era solo porque estaba demasiado ocupado en los asuntos de Vongola –que no se solucionaba en una noche de asalto como los de su hermano –como para una relación, si, no podía simplemente solo acostarse con alguien, más que nada porque nunca se atrevía a dar el primer paso. Varias veces pensó en provocar un poco a Gokudera, pero nunca reunía el valor suficiente para parecer en su habitación o aprovechar alguna de sus larga reuniones en su despacho.

Por eso, cuando Xanxus comenzó ese bendito jueguito no quiso negarse realmente. ¡Vamos! Tenía 16 años y las espaldas anchas y brazos torneados le prendían más que un par de pechos inflados, tener a toda la masculinidad de Xanxus dándole vueltas era intoxicante, un delirio delicioso que hacia soportable la culpa de meterse con su hermano. El único consuelo era saber que no estaban emparentados en sangre directamente, Xanxus era el hijo de la hermana del Nono y Tsunayoshi legitimo heredero de la descendencia de Primo Vongola. Pero habían sido criados como hermanos, ni siquiera quería pensar en lo que pensaría su abuelo de verlos. Pero nada de esa culpa evitaba que cada vez que el mayor le tomara de las caderas, pasara las manos por su torso y lo apoyara contra su pecho, lo único en lo que pensara era que quería más.

Eso pedía cada parte de su cuerpo y la inconsciencia de su cabeza. Venció la materia sobre la mente. Se giro quedando frente a la cara de Xanxus, aspiro su olor y con ello se fue toda su rectitud. Paso sus brazos por el cuello cruzado de cicatrices, las manos le alzaron con facilidad y hato sus piernas por la cintura. No paso un segundo que sus bocas aprovecharon la locura y se fundieron demasiado ansiosas para ir con movimientos coordinados, lastimándose más que besándose.

Realmente tuvieron suerte de haber llegado al límite en la habitación de Tsunayoshi porque la ropa no tarde en desaparecer y la cama en ser útil. No había instante en que no trataban de enredarse uno contra el otro, y tampoco hubo preparación, pero eso no pareció importarle al masoquista de Tsuna, porque en el fondo sabia que lo era, detrás de toda esa basura autocompasiva seguía estando con Xanxus porque amaba que sea una bestia.

El mayor era adicto a su sumisión, sus cuidados, su protección y esa armonía que emitía y le encaminaba de nuevo a la cordura una vez terminaba todo, mientras tanto disfrutaba de sus gritos, del sexo y la sangre. No se le ocurría algo mejor o alguien que se entregara de esa forma –tampoco lo quería. Quería marcar su piel, él era el único a la altura de torturar ese cuerpo bajo suyo, retorciéndose de dolor y placer. Cualquier otro que lo tocara le volaría la mano dedo por dedo y dejaría que se desangre.

Eran el uno del otro, porque al fin y al cabo eran uno. Y quien tratara de desatar esa unidad terminaría bajo tierra en el mejor de los casos, Xanxus se encargaría de eso, y Tsuna, aunque le gritara ¡monstruo! ¡psicópata! ¡homicida! él mismo mataría – a cualquiera –por estar con su hermano, y el mayor lo sabía, después de todo concia su oscuridad, no se decía que los Vongola tenían la sangre maldita solo para asustar a otras familias.


Cuando estaba pensando sobre esta continuación tenía el tema "celos" como inspiración, pero como lo escribí mucho después termino siendo esto, ni siquiera recuerdo bien como era originalmente, una lástima, recuerdo que había disfrutado imaginármelo.

Espero les guste… yo aun siento que este es un poco "wtf?"; como la pareja es rara y Tsuna me parece OOC, siento que los que leen pueden quedar un poco resentidos ajajaja

Si no me odiaron dejen review

Ruku