Mi corazón hace tu Tic Tac.

Disclaimer: El manga Naruto es completamente de Kishimoto Masashi-san y de la Shonen Jump. La canción «Tu Tic Tac» es de Gumi Megpoid de Vocaloid, derecho a sus creadores. La idea fue sacada de un libro de Mathias Malzieu que se titula «La mecánica del corazón».

Pareja: SasoZetsu.

Género: Drama, romance, genderbender.

Notas:

Narración.

―Dialogo ―acciones.

"Pensamientos"

«Parte de la música en la que me inspire»

Cuando está en negrita y habla Zetsu significa que es la Zetsu oscura.

Deidara_Inuzuka: ¡Aquí vengo a hablar nuevamente u.u! Solo quería decirles que aquí Zetsu le volví a cambiar el sexo y también lo hice con Deidara, espero no les desagrade esto… la historia me inspiro de un libro llamado "La mecánica del corazón" y también de la música "Tu Tic Tac", escuchen la música y lean el libro que es muy bueno. Me gusto escribir este capítulo aunque creo que desmejore un poco la narración y creo que no tuve inspiración… ¡No importa!

¡Que comience el capitulo!

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Capitulo 1:

¿Qué es ese Tic Tac?

En un pequeño pueblo, vive una chica un poco extraña. Lo que más llama la atención es su peculiar piel. La mitad de su cuerpo es completamente negra y la otra parte es blanca. A pesar de eso tiene un rostro hermoso y una sonrisa que alegra a cualquier persona. Su hermoso cabello verde y largo, parece un espeso bosque. Sus ojos son dorados y brillantes como el sol.

Su extraña piel es producto algunas veces, de burla de las personas que venían de la ciudad al pueblo. Pero los del pueblo la tratan muy bien, desde pequeñas ya estaba acostumbrada a esas burlas.

Ella trabaja en una granja fuertemente. Trabaja duro para unas personas que la adoptaron cuando era apenas una bebe. Sus verdaderos padres la abandonaron a la puerta de esa granja y se fueron de ese pueblo por lo que se pudo saber, o eso dijeron en la nota que habían dejado con la pequeña Zetsu.

Las personas que la adoptaron es una pareja de ancianos y ella siempre trabaja para ellos para no ser una carga, aunque ellos le dicen que no es necesario hacerlo, ya que para ellos es como la hija que nunca pudieron tener.

Esta chica está caminando por el pueblo, trae un vestido floreado volado, unas botas vaqueras y una sobrero de paja, también tiene unas lindas trenzas, tiene un lindo aspecto de campesina. Llevaba consigo una cesta.

El pueblo es pequeño pero hermoso, grandes espacios verdes, por ser pequeño todos se conocían. Por toda la acera la peliverde de extraña piel va saludando alegremente a todos los habitantes y estos le responden con la misma alegría.

Ella arreglaba las áreas verdes de los parques pequeños del pueblo y algunas veces regalaba flores a algunas personas que se encontraba y mayormente a niños para hacerlos reír y mostrarles una sonrisa.

La peliverde se animo a arreglar las flores del parque que están un poco tristes por el calor del verano. La rego un poco con la manguera que estaba cerca que pertenecía al parque. El paisaje es sumamente hermoso; las flores resplandecen con el agua, las gotas parecían pequeños diamantes incrustados en los pétalos de cada flor.

Algunas veces no le gustaba cortar las flores, pero si era por hacer felices a las personas del pueblo lo hacía, y ella siente que las flores también desean hacer felices a las personas, quieren que su hermosura las haga felices. Corta algunas flores y las coloca en su cesta.

―¡Que linda estas hoy! "Me pregunto que será ser una plata" ―se queda pensativa un poco y mira una linda flor recién regada―. "Tendría que hacer la fotosíntesis solamente, y así ayudar a las personas a respirar… Por lo menos haría algo útil" ―suelta una risita un poco triste.

«Tic Tac»

―¿Que fue eso? ―mira a sus lados―, ¿Acabo de escuchar un Tic Tac? "¡Te estás volviendo loca!" Eso creo...

«Tic Tac»

La peliverde mira sobre sus hombros. A lo lejos puede ver a un chico pelirrojo al lado de una chica rubia, caminaban por el parque. La rubia habla alegremente mientras el chico la escucha atentamente.

―¿De allí viene ese «Tic Tac»? ―se pregunta.

El pelirrojo es pequeño y de cabellos alborotados, sus ojos son de color miel; deliciosa y dulce miel. Trae una camisa negra manga corta con un logo de un escorpión rojo, un blue jean, y unos mocasines negros. En su expresión se ve que es un hombre tranquilo, algunas veces parecía que no escuchaba a su pareja de al lado. Parece que tiene algo extraño en los brazos pero sus manos las tenias escondidas en sus bolsillos.

La chica tiene un cabello largo y dorado como el oro, una parte del cabello estaba recogido en una coleta en la parte alta de su cabeza. Sus ojos son como el mismísimo cielo, reluciente y azules, solo que no tienen un sol. Trae una vestido corto azul volado, un collar de perlas al parecer genuinas y unas zapatillas del mismo color de las perlas. Ella no para de hablar con su compañero con una sonrisa.

―¿Donde debería poner mi hermosa estatua, uhn? ―le pregunta la rubia.

―No lo sé. Ponla en cualquier sitio ―le dice el pelirrojo.

―¡Sasori no Danna! ¡No seas malo! ―se queja la chica.

―¿Eres tan tonta que no puedes elegir el lugar de tu estatua, Deidara? ―le muestra una sonrisa burlona.

―Solo quiero saber tu opinión, uhn... ―se sonroja un poco.

―Bueno está bien… No te preocupes ―busco con la mirada un lugar, hasta que...

Se encuentra con su mirada.

Una chica de ojos dorados se encuentra con los ojos miel. Lo brillante y lo delicioso. La peliverde se sonroja un poco al ver que el chico de cabello rojizo no le apartaba la mirada.

―"Esas personas... Seguro son de la ciudad…" ―siente como sus mejillas están más calientes. Ella podría jurar que su rostro esta tan rojo como la cabellera de aquel chico.

―¿Danna? ¿Qué está haciendo? ―la rubia también mira a la peliverde pero con un poco de desprecio―. ¡Danna! ¡Deje de mirar a esa campesina! ―le mueve un poco el hombro al chico.

―"¿C-campesina? No le hagas caso, todas esas personas de la ciudad piensas así de nosotras. Eso es cierto" ―baja la mirada un poco decepcionada, algunas veces odiaba su piel, por eso sufría todo ese tipo de insultos.

―Lo siento... ―reacciona y mira a su compañera que está enojada― ¿Acaso estas celosa?

―¡Claro que no! ―se sonroja―.Es que me molesta un poco que este más interesado en esa pueblerina de piel horrible que en mi estatua.

―Estaba buscando un lugar para tu estatua ―se excusa el pelirrojo.

La bicolor ya estaba acostumbrada a este tipo de insultos, por eso una parte de ella odiaba a esas personas... Su otra parte sabía que no todas las personas son así. La peliverde quiere irse de allí y recoge su cesta de flores, pero para mala suerte suya se resbalo con un charco, seguramente producido por la manguera, y cae de espaldas encharcándose toda.

―¿Por qué tenía que ser tan malo este día? ―se pregunta ella misma incorporándose.

―¿Te encuentras bien? ―le extiende la mano.

«Tic Tac»

Vuelve a escuchar ese sonido. ¿De donde provenía ese «Tic Tac»? ¿Dónde está ese reloj? No está imaginando ese sonido... Levanta la cabeza y mira al pelirrojo extendiéndole la mano con una sonrisa amable.

La peliverde inmediatamente siente como su corazón se acelera de forma extraña. Sus mejillas se sienten mucho más calientes. Este sentimiento nunca lo había sentido. Temblorosamente toma su mano y se levanta del suelo. Su sonrisa sincera la había conmovido, nadie extraño le había dedicado esa sonrisa, prácticamente todos la ven con desdén por su piel extraña o se burlan de ella, como hizo aquella rubia, pero esta persona no, esta persona...

La trato como una persona normal.

―¿Te encuentras bien? ―le pregunta.

―¡S-si! ¡Solo me caí! ―le dice con nerviosismo y con la cara sonrojada aun.

―¿Estas roja? ¿Seguro te encuentras bien? ―le pregunta preocupado.

―N-No te preocupes ―se sonroja y tartamudea un poco―. "¡No te sonrojes idiota!" ¡Perdone las molestias! ―hace una leve reverencia.

―No preocupes ―mira bien su cara, hermoso detalle de ella―. Estas un poco encharcada ―le da un pañuelo blanco con un escorpión rojo y ella lo tomo.

―No quiero ensuciarlo... ―dice ella preocupada, no deseaba incomodar a un chico que fue tan buena con él.

―No te preocupes, los pañuelos fueron hechos para ser ensuciados ―le sonríe dulcemente.

―Entonces ―busca en su cesta una flor que no se halla ensuciado―. Toma esto por favor ―le da una linda orquídea―, esta recién cortada, no sé si te gusten las orquídeas.

El pelirrojo se sonroja al acto, recibir una orquídea de un extraño es muy raro. Su corazón se acelera un poco. Al ver esa tierna cara mirándolo con nerviosismo no pudo evitar sonrojarse, sus ojos dorados que parecen oro, lo hipnotizaron al primer momento que la vio.

«Tic Tac»

―Me encantan ―la huele―, su olor es exquisito ―le sonríe un poco nervioso―. Muchísimas gracias.

«Tic Tac»

―Por nada... ―le sonríe nerviosa.

«Tic Tac»

―¡Danna! ¡Ya encontré un lugar! Venga a ver ―le llama. La rubia se había ido a buscar un lugar cuando el pelirrojo fue a ayudarla. La rubia mira la escena de los dos chicos con un poco de rabia.

―Lo siento, tengo que irme ―le sonríe―. Espero volverte a ver.

La peliverde lo ve marcharse. Pero en un momento oyó un Tic Taqueo... ¿Un reloj estaba cerca de ella? No, solo estaba él, y no traía reloj. De un momento a otro escucho muy de cerca ese Tic Tac.

Ella sentía como... Si fueran latidos... ¿Sus latidos? No, no eran de ella... ¿Eran de él?

―"Ya se fue..." Una de las extrañas personas que me trata bien... "Sin conocernos nada", si.

La peliverde llega a su casa, que está en unos grandes prados. Es de dos pisos, de color verde y ventanas y puertas blancas. Al llegar deja sus botas en la entrada y entra directamente al baño, se quita la ropa, su sombrero de paja y sus clinejas y se lava cuidadosamente el cuerpo.

―"Espero no se enojen los abuelos No creo que lo hagan" ―se lava el cabello.

En media hora ya se había bañado y se coloca una short de blue jean un poco corto y una camisa rosada. Lava su ropa ensuciada, sus botas, y el sombrero y un poco las ligas con la que tenia amarrada las clinejas.

Y más importante limpio el pañuelo que le había dado esa persona. No sabía su nombre, pero recuerda que había dicho el nombre Sasori en la conversación con su amiga la rubia, aunque también podría ser su novia, ese pensamiento la entristecía un poco.

―Su novia... ―suspira un poco triste―, ¡No te enamores de un chico de la ciudad! ¿P-Por qué? Todos los chicos de la ciudad son iguales, solo te enamoran para después dejarte. No creo que el haga eso, es muy buena persona. Pues yo digo que es malo. ¡Tú siempre me llevas la contraria! ¡Claro que no! Allí empiezas otra vez, viste que si me llevas la contraria... Bueno ya dejemos de discutir, pero te lo advertí, además el ya tiene esa novia rubia malagradecida. No le digas así... ¿¡Viste como nos llamo! Siempre nos llaman así. Solo olvídalo y listo, nunca lo veremos otra vez. Recordarlo solo te hará sufrir.

La peliverde pone a secar la ropa afuera y se sienta un rato a ver los grandes campos. Lleno de varias frutas, plantas... Se sentía en conexión con la naturaleza, adoraba estar allí. Sus abuelos le habían dicho que la ciudad era un poco asfixiante y no había tantas áreas verdes. Aunque ni ella misma sabía como era la ciudad, siempre permaneció en su pueblo.

―Que fresco se siente ―dice con una sonrisa y se va saltando por los hermosos campos. El olor, la brisa refrescante de verano, es perfecto, ese pueblo para ella es perfecto.

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En la noche, la pareja de la ciudad está en un hotel del pueblo. La habitación es normal hay dos camas matrimoniales, las paredes de color blanco, unas mesitas de madera en cada lado, un baño y una pequeña ventana que dejaba ver el cielo estrellado. En una de las camas esta acostado el pelirrojo y en la otra está sentada la rubia viendo al pelirrojo.

―¡Este pueblo es muy aburrido! No hay nada que hacer ni un bar, ni una discoteca ―se queja la rubia con el seño fruncido.

―Deja de quejarte Deidara, recuerda que no estamos para jugar aquí... Estamos por los estudios de la Universidad de Artes. El que debería quejarse soy yo porque estoy aquí solo porque soy tu tutor ―regaña a su alumna.

―¡Esta bien Sasori no Danna! ―le saca la lengua―. ¿¡Pero porque aquí! No le veo nada interesante. ¡Nos vamos mañana mismo! ¡Ya coloque mi estatua y tu le tomaste jodida foto, uhn!

―A mi me agrada este pueblo... ―sonríe para sí― "No le pude preguntar ni su nombre a esa chica" ―mira la orquídea puesta en una vasija de vidrio con agua en la mesita de madera.

―Además hay muchas personas extrañas como esa chica con dos colores y ese pelo verde, uhn.

―¿Y qué dices de Hidan? ―e pregunta el pelirrojo con el seño fruncido, no sabía porque de repente se sentía algo enojado hacia la rubia.

―También es extraña... ¡Pero no tiene la piel de dos colores!

―No juzgues a un libro por su portada Deidara ―sonríe de lado.

En la habitación resonaba un «Tic Tac». Pero no había ningún reloj alrededor. La rubia miro extrañado al pelirrojo.

―¿Estás bien? Esta haciendo mucho ruido ―pregunta preocupada.

―Esta tarde sonó mas duro... Ella se debió de haber dado cuenta de eso...

―Danna... ¡Mañana te invitare un café en la ciudad! No te sientas mal, uhn ―lo anima y le sonríe.

―Está bien... "Si se entera de lo que tengo... No se me acercara" ―se arropa con las sabanas―. Me voy a dormir...

―Aburrido, uhn...

―Quejona...

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En la habitación de Zetsu se puede ver que es de un lindo verde con adornos de flores en las paredes de varios colores y tipos. Una cama y un armario de madera muy bien tallado. Su propio baño y también una peinadora con varios espejos para verse de varios ángulos. Tiene un pequeño balcón. Ella está afuera en el balcón con una pijama de rayas verdes y blancas abrazando un peluche de una flor rosada.

―Me pregunto si podre volverlo a ver... No creo que puedas, seguro se irá a la ciudad. Pero deseo regresarle el pañuelo, el me lo presto amablemente. Te dije que no te mezclaras con ese tipo de personas... Sí, pero... ¿Pero? Me hizo sentir algo en el corazón, alguien que no he sentí con alguien ―abraza más fuerte su peluche y mira las estrellas―. Lo que me pareció extraño es el Tic Tac que sonó esta tarde... ¿Venia de él? Creo que si...Parece muy extraño pero yo...

«Quiero oír tu Tic Tac»

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Deidara_Inuzuka:

¡Terminado! ¿¡Que les pareció? No me quedo muy bien, pero seguiré. Me inspire de una novela que leí que se llama "La mecánica del corazón" y de la canción "Tu Tic Tac". Este es casi un song fic, pero tendrá más de dos capítulos. Este capítulo fue corto ya que no quise hacerlo muy largo, me gusta hacer este tipo de fics corto, como otro SasoZetsu que tengo por allí. Me gusta hacer el SasoZetsu genderbender en Zetsu. Es que pienso que se ve muy linda mujer...

¿Les habra gustado? ¡Es dedicado a todas las personas que les gusta esta pareja! Y xxMizukagexx ya fue influenciada por ella y escribió de esta pareja (yo la oblige xD...), gracias por el Sasozetsu n/n!

Si les gusto y merece que lo siga... ¡Seguire! =D! Gracias a todos por apoyarme con esta pareja y espero que alguien se anime a escribir uno aparte de mi como hizo xxMizukagexx, lean su Sasozetsu, es muy bueno nwn! Aunque haya más personas que lo escriba... ¡La pareja es mia! Nadie en el mundo me la quitara *viene masashi y se la quita* malvado masashi T-T!

¿Reviews? ¿Cachetadas? ¿Dinero para los tomos de Sakura Card Captors para mí? Y admiración a mi muñeca de Sakura Kinomoto? (Si soy fanática de ese manga…)

¡Nos vemos en el próximo capítulo! Claro, solo si lo quieren seguir leyendo y si les gusta. ¡Y gracias por los que les guste esta pareja y los reviews n3n!