Capitulo 1: La casa Asahi
Hacía más de un año y medio que Mai trabajaba para SPR, y aunque parecía ser el blanco favorito de los espectros, nunca había tenido nada realmente grave, bueno, al menos hasta ahora.
El equipo se encontraba reunido en la oficina de SPR, cuando por fin Naru rompió el silencio.
-Tenemos un caso-dijo mientras miraba sus apuntes-Una familia solicita nuestra intervención, pues sucesos paranormales vienen ocurriendo en su casa de campo.
-¿Qué clases de sucesos, Naru-chan?-pregunto Bou-san.
-Posesión de muñecas-contestó.
-¿ah?-dijo Mai-¿cómo el caso de Ayami-chan?
-Algo así-dijo Naru-Aparentemente en esa casa, había una colección de muñecas, sin embargo, parece ser que algo posee a las muñecas y empiezan a cobrar vida.
-Eso parece espeluznante-comentó Ayako.
-Pero eso no es todo, como la familia tiene una hija pequeña, las muñecas intentan hacerle daño. Por ello partiremos esta tarde.
Todos asintieron, y se fueron de la oficina, preparándose para el viaje. A la hora acordada todos aparecieron en el punto de reunión y partieron hacia la casa en cuestión.
Era una casa alejada de a ciudad, se notaba de un aspecto antiguo y muy elegante, pero en perfectas condiciones. Al llegar los recibió una joven de aproximadamente unos 20 años, que aunque lucía algo preocupada, fue capaz de darle a los recién llegados una agradable sonrisa.
-Muchas gracias por venir-dijo haciendo una leve reverencia-mi nombre es Cécile, Asahi Cécile.
-Este es mi equipo-dijo Naru haciendo una seña con la mano-antes que nada me gustaría saber si podría brindarnos un cuarto donde instalar nuestros equipos.
-Si, ya esta todo lo que me solicitó, acompáñenme.
Al llegar a la base, empezaron a descargar las cosas, y una vez instalados los equipos, Cécile apareció en la base.
-Asombroso-dijo mientras recorría con la mirada toda la maquinaria-no pensaba que todo esto era necesario para estudiar casos así.
-Cécile-san-dijo Bou-¿se encuentra sola?
-Si-respondió esta-mi hermana mayor aun esta en el trabajo, y Cloé, mi sobrina está en casa de una amiga de escuela, pues como sabrán tratamos de mantenerla lo más alejada de la casa.
-Dígame la historia de la casa-dijo Naru mientras indicaba a Cécile tomar asiento.
-Bueno, mi padre murió hará 2 años, pero debido a problemas personales de mi hermana…-parecía ser algo difícil de decir pues tardó en recuperar la serenidad-se estaba divorciando, por ello tardamos con el papeleo de herencia. Para comenzar de cero, y tener las tres una nueva vida, decidimos mudarnos a esta casa, herencia de mi padre.
-Hace cuanto viven aquí-inquirió Naru.
-Hará 4 meses-contestó la aludida.
-¿Y hace cuánto comenzó todo el problema?
-Pues al encontrar la colección de muñecas.
-¿Colección de muñecas?-comento Mai
-Si-dijo Cécile-Cuando llegamos a vivir aquí, la casa contenía algunos muebles, pero había habitaciones que eran usadas como depósito, en la habitación de los niños, encontramos un baúl cerrado con llave, rompimos el candado y encontramos una colección de muñecas de muñecas de porcelana adorables, estaban en perfecto estado, por lo que decidimos que serian de Cloé-chan.
-Es allí cuando comenzaron los problemas-intervino Naru.
-No exactamente, luego de despejar el cuarto y acondicionarlo, Cloé no tenía mucho interés en las muñecas, y aunque adornaban su habitación ella no jugaba con ellas. Prefería jugar con sus propias muñecas, pues decía que esas muñecas no dejaban de mirarla toda la noche. Hasta que las muñecas empezaron a desaparecer.
-¿A desaparecer?-pregunto Mai.
-Si, aparecían en la cocina, en la sala, en el recibidor,…-dijo mientras trataba de recordar la joven-al inicio pensamos que Cloé al fin había decidido jugar con ellas, pero cuando le reclamamos que no debía dejarlas por ahí tiradas, ella afirmó no haberlas cogido nunca. Al inicio pensamos que estaba mintiendo, cuando un día estando Cloé en la escuela, y mi hermana sola en la casa, escuchó pasos en la escalera, pensó que alguien estaba ahí por lo que fue a mirar, pero no había nadie, al regresar a la cocina, encontró una muñeca en la estufa encendida, pero esta no se quemaba, ella corrió a retirarla, y cuando apagó la estufa, la muñeca giró la cabeza y le dijo: déjame jugar con tu muñequita.
-¡Qué horrible!-dijo Ayako.
-Si, después de eso, mi hermana decidió encerrarlas en el baúl, pero aunque le habíamos echado llave, las muñecas seguían apareciendo por toda la casa.
-¿Pero por qué dices que ponen en peligro a Cloé-chan?-pregunto Bou-san.
-Pues aunque seguían apareciendo por toda la casa, no fue hasta hace unos días que estas intentaron ahocar a Cloé-chan. Cloé estaba durmiendo en su habitación cuando escuchamos un grito proveniente de allí, cuando entramos habían dos muñecas que estaban enrolladas alrededor de su cuello y no dejaban de apretarse contra Cloé-chan. Cuando logramos liberarla, ella nos dijo que estaba durmiendo cuando sintió que alguien la miraba cuando abrió los ojos, vio que una de las muñecas estaba en su cama y le dijo: nos dejarías jugar contigo muñequita; Cloé grito que No, por ello ellas se enfadaron y trataron de ahorcarla.
Cuando Cécile-san terminó de contar la historia, todos estaban algo asustados, pero Naru con su rostro impertérrito dio las siguientes instrucciones:
-Mai, Bou-san ,coloquen la cámara y el micrófono en los lugares donde indique Cécile-san que ocurren con más frecuencia los eventos.
-Hara-san, Matsuzaki-san, exploren la casa y digan si sienten algún espíritu, pero no traten de exorcizarlo.
-Si-contestaron todos y empezaron a realizar sus tareas, mientras Naru y Lin checaban por los monitores, ya instalados.
Al mirar por los monitores, observaron que todo surgía con normalidad, en eso vieron que llegaba a la casa la madre de Cloé.
-Cécile, ya llegué, ¿están aquí nuestros invitados?-preguntó.
-Sí Lucile-neesan-gritó Cécile desde el piso superior.
-Parece que ya llegó mi hermana-dijo Cécile.
-Entonces lo mejor será regresar a la base para hacer las presentaciones-comentó Mai.
Cuando llegaron, ya estaba ahí Lucile-san, Masako y Ayako.
-Este es el resto del equipo-comentó Naru haciendo una seña a los recién llegados.
-Mucho gusto-dijo Lucile haciendo una venia.
-De igual forma-contesto Mai-yo soy Mai.
-Y a mi puede decirme Bou.
-Encantada-dijo Lucile.
-¿nee-san dónde está Cloé-chan?-inquirió Cécile.
-Ah, eso, decidí pedirle a los padres de su amiga que ella pasase unos días con ellos, pues no quiero que nada malo le pase.
-Sería recomendable que todas estuviesen aquí-dijo Naru.
-De ninguna manera-contesto Lucile-no permitiré que esas cosas se acerquen de nuevo a ella, así tenga que quemar toda la casa para ello.
Todos miraron de Naru a Lucile y viceversa, pero ninguno dijo nada más.
-Bueno, creo eso es todo-dijo Cécile para llevarse a su hermana de la habitación-se lo dejamos en sus manos Shibuya-san.
Cuando se retiraron, el silencio seguía siendo incómodo.
-Esperaba que fueras más comprensivo, Naru-chan.-dijo Bou-san.
-Los fenómenos parecen tener cierta atracción hacia la niña, sería más fácil localizarlos así-contestó este sin la más mínima alteración.
-Creo que lo mejor sería descansar-dijo Masako-parece que no habrá nada hoy.
Todos fueron a descansar, mientras en la habitación de las chicas…
-Masako, ¿pudiste sentir algo?-preguntó Mai.
-Solo una débil presencia, era como si se alejara para no ser detectada-dijo Masako.
-Tu crees que sea así como el caso de Ayami-chan, donde eran espíritus de niños-dijo Mai.
-No lo sé-contestó Masako-pero por lo que pude sentir, no creo que sean niños, pero no estoy segura.
-Ya, ya, lo mejor sería dormir ahora, sino no podremos seguir investigando mañana-terminó Ayako.
Todas se fueron a dormir, y Mai empezó a soñar, otra vez.