Titulo: Lo cotidiano, es igual a problemas de humor.

Tema: Huevo.

Pedido: Personaje: Estefanía 'Tefi' Elordi.

Ronda: Uno.

Palaras: 512.

Rating: K+

Advertencia: Ninguna.

DISCLAIMER: Por más que quisiera, y créanme que si, Casi Ángeles y sus personajes pertenecen a la madre de una de las mejores actrices, Cris Morena. A mí solo me pertenece este fic y las locuras escritas.

AN: ¡Espero que les guste mucho!

Si alguien sabía cómo adelgazar, esa era Esperanza Bauer, que bajo las enseñanzas de su madre, creía que la mejor solución era hacer una buena dieta y no andar bajo el tubo de la liposucción.

'Por que el cuerpo de una mujer al natural es mucho mejor que arreglado de esa manera.',

Palabras que, por más raro eh inteligentes que parezcan, fueron dichas por la madre de la ya mencionada bólida.

Pero Tefi no necesitaba adelgazar justo ahora, no por el hecho de que si lo hacía acabaría por desaparecer, sino porque ella de anorexia no quería saber nada.

Tefi, lo que quería, era saber cómo hacerlo, una vez que haya pasado por el embarazo de su hijo, y los kilos le pesaran, puesto que Nerdito ya había dicho que terminaría gorda.

Y terror fue lo que sintió ante esas palabras.

- Vamos, Hope ¡Tengo que seguir siendo la flaquita de mi negri! – Pidió, casi rogo a la Bauer para que le ayudase.

- Bueno, tía. Te ayudo, pero tenes que olvidarte completamente de dos cosas – señaló Esperanza – La primera: de las ganas que te da hacerte la lipo, porque, acordate, que no sirve para nada – Tefi asintió – Y segunda: tenes que pasar por alto el huevo… - sentenció, ante la confusión que mostro la flaquita.

- ¿Huevo?

- Y si… El huevo ejerce resistencia para poder salir a correr y aguantar más en el gim. Te da proteínas, es muy bueno… Pero eso si… Tomarlo…

- ¿Tomarlo? Ja, Esperanza, hasta donde el huevo se come…

- No en esto – dijo con cierto temor, agarrando un ovalado y blanco huevo de la canasta en la cocina, y poniéndolo frente a su cara – Acá, lo rompes – empezó a explicar, agarrando un vaso y rompiendo el cascarón – Y te lo tomas así, liquido como viene… - termino de explicar, dejando caer la clara y la yema en el vaso.

- A no… ¡Yo ni loca tomo eso así! Es un asco…

- Si, tía. Asco que ayuda – le dio el vaso y se fue.

Tefi recargo el codo en la mesada, mientras movía y veía como lo amarillo del huevo iba de un lado a otro.

- Y bue… Si ayuda, ayudará – y se empino el líquido. Una enorme mueca de asco se apodero de su cara.

Luca entró a la cocina, vistiendo la ropa del Mandalay, el buzo color verde – Flaqui… ¿Qué te pasa? – pregunto al verle la cara, verde como su ropa.

Y la Elordi al ver el color de la ropa de su novio, sintió como las nauseas la invadían. El castaño al verla arquear, atinó a alejarse.

Fue tarde. Tuvo que ir a bañarse después de eso. Con una flaquita nauseabunda persiguiéndolo y pidiéndole perdón.

- ¡Perdonáme, Luca! ¡¿Qué iba a saber que lo cotidiano iba a terminar así? – Gritaba con su fina voz en el baño, mientras que el chico se duchaba – Bueno… Cotidiano en el futuro… Gordi, cuando seamos mayores, alejate cuando me veas tomar huevo… - y tristona se fue del baño, mientras Él empezaba a reírse.