Sed buenos con migo, es mi primer fic.
Los personajes y todo lo demás, menos la idea, no son míos todos de J.K, yo solo los cogí para intentar que pasemos un buena rato. ^^
El fic está ambientado en el último libro, en la batalla final, pero digamos que ha habido un primer aviso en el que Fred aún no muere (Le necesito para el fic, aunque más tarde ya veré lo que hago con él, aunque creo que seré incapaz de hacerle nada malo ;) Espero que os guste. ^^
Y ahora a leer. =)
Turrón sangra narices con una pizca de merodeador.
-Bien, bien-la voz de Voldemort resonó por todo el castillo-Habéis luchado con braveza, maestría y sin duda, con una ganas increíbles de salvar vuestras miserable vidas. Esto sólo ha sido un primer aviso y me consta que ya tenemos bajas en ambos bandos-Hermione notó un fuerte pinchazo al recordar los cuerpos sin vida de Lupin, y Tonks, además de algunos compañeros suyos de otras casas y gente que simplemente había ido allí y hacer todo lo posible por un futuro mejor para los suyos-Os daré dos horas para que intentéis reparar vuestros daños, curéis a vuestros heridos y pongáis a buen recaudo a vuestros muertos. Y ahora me dirijo a ti, Harry Potter, si quieres dejar de ver como tus amigos caen y dan hasta su vida por ti, ven al Bosque Prohibido antes de dos horas y todo se acabará-Y la voz de Voldemort se apagó.
-Harry…-susurró Hermione-no… no… no puedes ir, te lo prohíbo- dijo la Gryffindor entrecortada.
-No lo entiendes, ¿verdad Hermione?-dijo el moreno-no puedo dejar que nadie más muera por mí-explotó Harry.
-Harry-balbuceó Ron-por lo menos antes de que te entregues tenemos que intentar destruir los dos Horrocruxes que nos quedan-dijo Weasley, que aunque no aprobara la situación, conocía bastante bien a su mejor amigo y sabía que nada le haría entrar en razón-para que así por lo menos tengas una oportunidad contra Vol…Voldemort-era la primera vez que Ron pronunciaba ese nombre y Harry se lo agradeció-Bien, sabemos que la diadema está aquí en el castillo, más concretamente en la sala de los Menesteres, pero no sabemos dónde. Y con respecto a la serpiente…-Ron dudó al llegar a este Horrocruxes.
-Yo me ocuparé de ella, y si no lo consigo decirles a todos lo importante que es que la maten y acabad vosotros con Voldemort, confío en vosotros-Dijo Harry mirando con orgullo a sus mejores amigos.
De repente escucharon pasos y voces detrás de ello y se giraron con las varitas preparadas para encontrarse cara a cara con Fred y George. El primero se acercaba cojeando y apoyándose en su gemelo.
-¿He oído bien o necesitáis encontrar algo en la sala de los Menesteres?-Dijo George remarcando bien sus primeras palabras.
-Chicos, gracias pero no…-Empezó Harry.
-Mira Harry hasta ahora lo he entendido y te he apoyado, pero ahora no tenemos mucho tiempo y necesitamos ayuda-le interrumpió Hermione-además no necesitan saber para qué, solo que es lo que buscamos.
-No creo que sea buena idea-dijo Harry con el ceño fruncido.
-Vamos Harry, ya has escuchado a la Prefecta Perfecta, y si ella lo dice será porque está bien-respondió George sonriendo de oreja a hueco (N.A: no lo pude evitar, ya sé que es malísimo xD)
-Está bien, buscamos la diadema perdida de Ravenclaw-agradeció a los hermanos su falta de preguntas-Sabemos que está en la sala de los Menesteres, en el lugar dónde se guarda todo.
-Conocemos ese lugar-respondieron con picardía los gemelos, acordándose de cierto armario y cierto Slytherin.
-Bien, propongo que nos separemos para hacerlo lo más rápido posible-dijo Harry mientras entraban en la sala que viene y va.
-Muy bien-dijo Hermione y tomó el camino de la derecha sin dirigirle la palabra a ninguno.
-Esta chica es increíble-farfulló Ron tomando el camino de la izquierda.
Harry se encogió de hombros mirando a los pelirrojos y les explicó-Se besaron y ya no se hablan. Id con Hermione- dijo mientras seguía a su amigo por el camino de la izquierda.
A los gemelos no les costó trabajo dar con Hermione y los tres empezaron a buscar la diadema.
Mientras rebuscaban entre los armarios, cajones y montañas de objetos, encontraron un espejo roto y los tres pudieron ver el mal aspecto que tenían después del primer ataque de los mortífagos.
Al lado de este había una especie de copa de oro, con el escudo del colegio gravado en ella, que atrajo la atención de los Gryffindors.
Los gemelos alargaron las manos con intención de tocarla, pero Hermione cogió las manos q ambos no habían alargado intentando, sin ningún éxito, que los chicos se retiraran de la copa.
-Chicos vámonos, esto no es lo que hemos venido a buscar- les dijo Hermione con voz temblorosa.
-¿No lo oyes Hermione?-preguntó Fred-la copa nos llama.
Sí, sí que lo había sentido pero su sentido común le había dicho que era mejor apartarse de esa extraña copa.
-Vámonos-repitió Hermione.
Pero ya era demasiado tarde. Ambos Weasleys había alargado las manos hasta coger la copa, con Hermione todavía sujetándoles, y mientras los tres Gryffindors notaban como se quedaban sin aire y un nudo se iba formando por su estómago, una luz blanca envolvió la habitación y después todo se quedo a oscuras.
Nota de la autora.
Hasta aquí el primer fic^^
¿Os gusta? Yo creo que no me ha quedado tan mal como cabría esperar.
Pues un repasillo general... Ha habido un a primera batalla, como un primer aviso y Voldemort le da unas horas a Harry para que se entregue. El chico dice que lo va ha hacer pero sus amigos le dicen que antes deben encontrar la diadema. Este acepta y con la ayuda de Ron, Hermione y los gemelos, última incorporación a la búsqueda de Horrocruxes, aunque no saben por que lo buscan, van a la sala de Menesteres. Se separan en dos grupos, Harry y Ron y Hermione con los gemelos. Este último grupo encuentran una especie de cáliz que resulta ser muy poderoso. Y ahí nos quedamos. =)
Se que vais a matarme por lo de la sonrisa de oreja a hueco de George, se que es malísimo, pero no lo pude evitar. xD
Lo he repasado varias veces y creo que no se me ha colado ninguna falta, pero si veis alguna decírmelo y enseguida lo cambio. ^^
No creo que tarde mucho en actualizar, así que estar atentos. =)
Un beso corazones.
María!