Círculo de Venganzas


Sumary: Él perdió a su padre. A ella le arrebataron todo. Sólo buscan venganza. De repente sus vidas se enlazan en una misión suicida y él atrapado con una hacker que tiene la respuesta para todas sus preguntas. En un mundo corrompido sólo el amor es la respuesta.

Disclaimer: Los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y su casa editora, la historia salió de un sábado de 5 horas seguidas de inglés. ¡Espero que les guste!


Prólogo

El viento era un murmullo silencioso a su lado y el frío…. sólo un acompañante molesto. La soledad y falta de vida del lugar no le desagradaban en lo más mínimo, era algo que prácticamente le pertenecía a ella y a nadie más. En sí ese momento resumía todos los esfuerzos de su vida.

Se aferraba con fuerza a su abrigo como si aquel pudiera proporcionarle algo de verdadero calor, del que ella necesitaba desesperadamente. El calor que sólo él podía darle.

El tiempo pasaba rápido, tanto que ya habían pasado más de cuatro meses desde la última vez que lo vio y él no aparecía más que en sus recuerdos. Esperaba que nunca la buscara, aunque ella lo extrañara con locura.

Sabía que estaba mejor sin ella, pero aún así no pudo evitar divagar pensando en él. Ahora que se encontraba en esta situación se preguntaba si realmente uno se daba cuenta de lo que soñaba. De las miles de ideas que pasaban por la mente del ser humano siempre había una que calaba en lo más hondo. Pensaba si en realidad lo suyo sólo fue un sueño maligno o un designio divino, aunque estaba segura que el deseo de muerte y destrucción no tenía nada que ver con el cielo.

Lo suyo era simplemente un arreglo de cuentas. Una venganza en toda la extensión de la palabra.

Nunca buscó hacerse con la bandera de justiciera, pero en cierto modo las actividades que llevaría a cabo ese día estaban destinadas justamente a eso. A la justicia, no sólo para ella sino también para miles de personas.

Aún así no podía evitar sentir algo de furia contra lo que le había tocado porque por más que se llenara la cabeza diciendo que todo era decisión suya, sabía que ella estaba guiada por algo más grande que su propia conciencia. Ella lo eligió para sí y alguien más allá del tiempo lo había elegido para ella.

La persecución de un destino.

Y gracias a él estaba aquí, justo frente a los lumbrales de la muerte. Después de haber soñado con este momento los últimos años de su vida… hoy ya no estaba tan segura.

Ese maldito destino era como una sombra acechante, fría niebla que envolvía su cuerpo con la anticipación del final, empujándola hacia donde se suponía que debía estar. Cada paso era el fruto de años de decisiones equivocadas, de miles de horas de planeamiento detenido sobre un futuro encuentro con el rostro del "enemigo".

Alejada del único hogar que había conocido… del único hombre al que había amado.

Su mente estaba en una especie de trance auto inducido, serena, inundándose con los recuerdos. Deseando escuchar por última vez el sonido de su voz para grabarlo en su alma y llevárselo hasta el infierno o a donde quiera que fuera después de pasar por esta puerta, pero no puede rehuir del camino que ya estaba elegido para ella. Es algo que no puede cambiar.

Había sido una cínica la mayor parte de su vida. Una persona que no creía en el amor, que no tenía fe ni creía en Dios, pero después de todo lo que había pasado ahora sabía que había estado equivocada. Mucho.

Desde algún lugar dentro del universo, sabía que estaba él. Ese ser omnipotente que tuvo compasión de ella, sabiendo que nunca podría dejar de lado la misión de su vida y como redención a todos sus pecados le había permitido conocerlo.

El regalo de Dios para ella había sido Edward Masen y ella agradecía esa última misericordia con todo su corazón. Él había sido aquel que la reconcilió con el mundo.

Todavía podía sentirlo a su lado, tan fuerte y viril y al mismo tiempo ese niño tierno que había logrado sacar de ella lo mejor. Algo que pensó que había muerto hace muchos años.

Su sonrisa encantadora, sus ojos brillantes, ese cabello rebelde y sexy, las miles de peleas que tuvieron así como las risas que compartieron… La noches que pasaron enredados el uno en el cuerpo del otro.

Una lágrima traicionara rodó por sus mejillas, anhelando un futuro con él, algo que se le había escapado de las manos por acción del maldito destino. Limpió el rastro de llanto de su mejilla y sonrió ligeramente.

"A dos pasos de la muerte y ya te has vuelto una blandengue" "Muy bien Bella"

Sus recuerdos era todo lo que le quedaba además de una enorme puerta con designios fatales justo en frente de ella.

Le hacía falta tiempo, mucho tiempo.

Sus vidas se enlazaron en el momento indicado, pero eso se acabó, tenía los segundos contados y hoy se marcaban los últimos.

"Haz lo que tengas que hacer, pero nunca dudes ni te arrepientas"

Se dirigió hacia la puerta de madera que guardaba los últimos momentos de su vida, ya no había vuelta atrás…


Hola : )

No pude sacarme esta historia de la cabeza. La empecé a escribir en todo el tiempo que no actualicé "Hasta que te conocí" pero al final de todos esos meses había perdido la emoción por esta. Hace unos días me di cuenta que ya no tenía el enfoque con que la imaginé así que borré todo lo que tenía y volví a escribir cambiando el principio radicalmente.

Esta historia es totalmente diferente a la primera, nació de un día de total aburrimiento en mis clases de inglés. En lo poco que hay en mi mente ya le he tomado mucho cariño, espero que les guste y la apoyen tanto como a la otra.

Saludos, las quiere fer92