Hola!

Hemos llegado al final de esta historia espero que les haya gustado

Lei todos sus reviews y de verdad me encantaron sus comentarios, no conteste porque soy nueva en esto y como que la tecnologia se niega a cerder a mi voluntad jijijiji…

Esta corta historia es mi primer historia aquí y de verdad espero que les haya gustado

Muchas gracias a todas

Les mandu un gran abrazo

Epilogo
Pov Bella
Parte 2

A la mañana siguiente cuando me desperté mantuve mis ojos cerrados, me encantaba la sensación de sentir su brazo rodeando mi cintura, su cuerpo pegado al mío y su aroma impregnado en las sabanas.

Una sonrisa se escapo de mis labios al sentir, los suyos regalándole un montón de besos a la piel de mi cuello, yo seguí sin abrir los ojos

- Abre los ojos , se que estas despierta – dijo antes de capturar el lóbulo de mi oreja con sus labios, me estremecí levemente pero aun así no abrí los ojos

- Anda Bella ábrelos necesito hablarte de algo importante – no los abrí y una enorme sonrisa traviesa se dibujo en mi rostro

- Necesito verte a los ojos cuando te diga que te amo

Mis ojos se abrieron de golpe, y una enorme sonrisa se dibujo en mis labios, me gire lentamente hasta quedar frente a él

- Repítelo – le ordene divertida

- ¿Qué quieres que repita? – ahora él estaba jugando

- Edward solo hazlo

- Lo siento no entiendo de que hablas – esbozo su sonrisa torcida

- Dilo por favor – hice un puchero

Pego su cuerpo al mío y acerco sus labios a mi oreja

- Te amo Bella

- Te amo Edward

- ¿Sabes lo que eso significa?

- Si, que nos casaremos – sonreí

- Si pero no me refería a eso

- ¿Entonces a qué? – pregunte extrañada, es se alejo de mí y me miro con cautela

- A que tenemos que decirle a nuestras familias – oh oh eso no la había pensado – y estaba pensando en que hoy podremos hacerlo

- ¿Ho…hoy? – temblé de solo imaginarlo

- Si, ¿no estás de acuerdo? – pregunto temeroso

- Si estoy de acuerdo en que tenemos que decirles, pero ¿hoy?

- ¿Qué tiene de malo que se los digamos hoy? – me miraba confundido

- Es… es extremadamente rápido y temo a su reacción ¿y si se enfadan? ¿y si… - su hermosa risa no me dejo terminar

- ¿Es eso lo que te preocupa? – asentí – no temas puede que primero se sorprendan porque si no mal recuerdo ellos creen que nos odiamos, seguramente después Alice nos hará millones de preguntas y enloquecerá junto con Rose con los preparativos de la boda , también seremos el blanco de las bromas de Emmett y Jasper ; y por último nuestros padres, ellos se pondrán muy felices, tal vez nos suelten un pequeño sermón sobre nuestra historia y lo que es un matrimonio pero serán inmensamente felices, no será tan malo, tu y yo nos amamos demasiado y necesitamos compartir esto con nuestros seres queridos, son nuestra familia y serán felices con nosotros - sonreí un poco ante lo que me decía

Edward tenía razón y para qué negarlo ese panorama que me había pintado sobre la reacción de nuestras familias no era tan malo, si me daba miedo pero sobre todo me encantaría compartirlo con ellos y nuestro orgullo podríamos guardárnoslo que ese era el motivo por el cual aun no les habíamos dicho nada

- Anda Bella acepta que se los digamos hoy – beso mi mejilla – ¿que deseas para que te convenza? – estaba a punto de aceptar pero el pensar la forma en que me convencería me hizo callar

Mi corazón comenzó a latir de forma enardecida y mis labios se estiraron en una enorme sonrisa, estampe mis labios con los suyos de forma apasionada

- ¿Eso es un si? – pregunto sobre mis labios

Nos hice rodar y quede sobre de él, sujete sus muñecas y las coloque a los lados de su cabeza sobre la almohada

- No se Edward – sonreí – convénceme

Sonrió y me miro de forma intensa, trabo sus labios con los míos y sus manos comenzaron a explorar la piel de mi espalda, lentamente bajaron hasta mis glúteos, su miembro comenzaba a crecer, comencé a mover mis caderas, él gruño y eso me recordó a nuestras peleas a la forma en que intentábamos superarnos, a lo excitante de nuestra guerra sexual y eso me trajo una idea, mordí fuertemente sus labio antes de separar mis labios de los suyos, me levante y me dirigí al baño sin mirar atrás

- ¿Qué haces? – lo escuche preguntar antes de que yo me perdiera en el cuarto de baño

Me metí a la ducha esperándolo para que me convenciera pero él nunca entro a la ducha y eso me hizo pensar que él también estaba jugando conmigo; desencantada salí de la bañera pero cuál fue mi sorpresa al salir, Edward estaba de pie frente a mi completamente desnudo, con su mirada enardecida recorrió por completo mi cuerpo apenas cubierto por una toalla, las piernas me temblaron y el fuego encendió mi cuerpo.

Edward se acerco a mí con esos andares de depredador a punto de atacar a su presa, coloco una de sus manos en mi nuca y atrajo mi rostro al suyo cuando nuestros labios estaban a punto de tocarse, su otra mano desato el nudo de mi toalla y esta cayo lentamente al suelo, me miro y me sonrió, sus manos volaron a mi cadera y pego mi cuerpo al suyo, sentir si piel pegada a la mía de esta forma era de los placeres mas grandes que había experimentado, el roce de su excitación en mi vientre me arranco un fuerte jadeo, una de sus manos masajeo uno de mis pechos y la otra bajo hasta mi sexo comenzó a regalarme caricias, mis manos se enredaron en su cabello, su boca ataco mi cuello, uno de sus dedos se adentro en mí y yo grite ante la intrusión, poco después se le unió otro y más tarde otro más, los movía con tal destreza que parecía irreal, mi interior se contrajo preparándose para alcanzar el culmen pero un instante antes de que eso sucediera, sus dedos abandonaron mi interior dejándome con gran insatisfacción, gruñí frustrada justo antes de sentir sus dientes atrapar el lóbulo de mi oreja, un grito demasiado bajo salió de mi garganta y la voz sensual de Edward susurro en mi oído

- No es agradable ¿verdad? – sus palabras fueron una aceptación a el juego sexual que yo misma había iniciado minutos antes en la habitación

No supe que contestar, seguía muy excitada como para pensar solo me quede viéndolo con lujuria mientras el entraba a la ducha, podía ver su escultural cuerpo a través del cancel, al escuchar el correr del agua, imagine que eran mi manos las que recorrían cada centímetro de su cuerpo, que era mi lengua la que se deslizaba por las finas líneas de sus músculos, que eran mis pechos los que chocaban contra su pecho, de pronto la calidez en mi interior aumento, seguí mirándolo y cuando comenzó a enjabonar su cuerpo ya no pude resistirlo me deje llevar y permití que el calor se expandiera por todo mi cuerpo, un grito acompañó mi éxtasis y mis manos se aferraron al lavabo que se encontraba justo detrás de mí.

Cuando me repuse escuche una risita proveniente de la ducha, esta vez Edward había ganado pero como aquella vez le dije en esto nadie me gana

- Ya te enteraras Cullen

- Eso espero Swan – sonreí divertida, este juego sería diferente ya no había odio, solo amor y eso haría mas placentera la experiencia y además sabia que él lo haría mejor que yo se suponía que debía de convencerme de decirle lo nuestro a la familia, aunque convencida ya estaba pero sus métodos de persuasión de verdad me intrigaban

Estaba frente al armario buscando algo para ponerme cuando mi mente pervertida me dio una idea, si Edward quería guerra sexual pues yo con todo gusto se la daría, busque desesperada aquel vestido que solo había usado una sola vez y que había causado tanta sensación entre los empleados de la oficina y que había provocado que Edward con solo verme me arrastrara al baño de la oficina y me hiciera suya de una forma casi salvaje y exquisita.

El vestido era negro, dejaba uno de mis hombros descubierto , se ajustaba a mi cintura y delineaba las curvas de mis caderas, me llegaba bastantes centímetros arriba de las rodillas, el vestido me brindaba una imagen sensual y las zapatilla provocaban un provocador contoneo de mis caderas al caminar.

Edward entro a la habitación cuando yo estaba peinándome, me hice una coleta y delineé mis ojos, al terminar eso decidí comenzar con mi ataque, así que me levante de la silla y camine hasta en frente del gran espejo donde había dejado mis zapatillas, no mire a Edward para no perder la concentración, cuando al fin llegue a mi destino me agache y me puse una zapatilla con demasiada lentitud y de una forma muy sexy, a través del espejo podía ver la expresión de Edward, el pobre hombre estaba demasiado aturdido y no despegaba sus ojos de mis glúteos, repetí la acción con mi otro pie, cuando me erguí , lo mire a través del espejo y le sonreí satisfecha por su reacción, él negó con su cabeza y con una sonrisa divertida dibujada por sus carnosos labios.

Salí de la habitación dejando a un Edward demasiado emocionado, me fui directo a la cocina a preparar el almuerzo, no hice nada muy elaborado, ahora no tenia cabeza para eso, ahora mis pensamientos solo estaban enfocados en nuestro jueguito, cuando salí de la cocina vi a Edward arreglando la mesa y después comenzamos con nuestro almuerzo que comenzó en silencio pero que poco después fue roto por la voz de Edward

- Bella ¿ya tienes algo para esta noche? – lo mire confundida y él enseguida me explico lo que quería decir – a lo que me refiero es ¿Qué si ya tienes algún atuendo para la cena de esta noche? Ya sabes que si Alice nos ve con ropa que ya hayamos usado antes nos tendremos que enfrentar a su furia

La ropa cierto, cada año era lo mismo, Alice hacia un examen exhaustivo del atuendo de cada uno de los miembros de la familia

- No – confesé acongojada- había olvidado que tu hermana se vuelve más loca cuando es el aniversario de la empresa

- Quería proponerte algo - ¿proponerme? Eso trajo a mi mente nuestra guerra e hice mi siguiente movimiento, acaricie su pierna con mi pie debajo de la mesa - ¿Te… te ape...ape...tercería que fuéramos juntos de… de… compras?

- Aha! – ronroneé y mi pie subió más por su pierna

- Entonces… ¿es…estas de acuer… do? – además de su tartamudeo una fina capa de sudor perlaba su frente

- Aha! – seguí mi ascenso

- Entonces ¿nos…nos vamos ya? – se inclino hacia mí y cuando estaba por llegar a su entrepierna retire mi pie y la frustración se adueño de su expresión

- Esta bien solo voy por mi bolso y nos vamos – dije como si nada y abandone el comedor

Me la estaba pasando en grande, sabía que todo este asunto terminaría en un gran placer.
No aparte mi mirada de Edward mientras conducía rumbo al centro comercial, cada que parábamos en algún semáforo el me veía de reojo y sus sonrisa torcida aparecía.
Cuando estaciono el auto me miro y sonrió de una forma tan seductora, que de solo verlo mi centro se humedeció y mi cuerpo se estremeció y cada centímetro de mi piel añoraba el roce con la suya.

- ¿Lista Swan? – su voz ronca y ese tonito burlón me dijeron que ya tenia una jugada preparada y diseñada especialmente para ganarme

- Por supuesto Cullen – lo mire deseosa por averiguar su jugada

Entramos al centro comercial, Edward propuso que primero compráramos mi ropa, así que estuvimos dando muchas vueltas por bastantes tiendas de las cuales siempre salíamos con bolsas, cada que Edward veía algo que le gustara no se como lo hacia pero lograba que me lo probara y terminábamos comprándolo, las compras con él eran mas tranquilas con él que con Alice por que no me hacia probarme un millón de prendas solo unas cuantas claro siempre y cuando yo estuviera de acuerdo, en un principio me negué a comprar toda esa ropa pero la mirada en sus ojos cada que me probaba algo me convencía.
Paramos un poco y fuimos por un helado y ahí acordamos que después iríamos por su ropa, cuando terminamos primero fuimos al auto a dejar mis bolsas y después nos dirigimos a la tienda de caballeros, igual que yo sé compro bastantes atuendos, al final dejamos su ropa para esta noche, yo lo estaba esperando en el pasillo fuera del vestidor, Edward estaba tardando bastante, pero ¿por qué? ya había elegido su ropa solo faltaba que se vistiera para irnos pero estaba tardando demasiado.

- Edward ¿estás bien? – toque su puerta

- Si Bella espera un poco – suspire y recargue mi espalda en la puerta del vestidor

Ya habían pasado cinco minutos desde que llame a la puerta comenzaba a desesperarme, mis dedos tamborileaban en la puerta y solté un suspiro cansado; de pronto la puerta se abrió y unas manos rodearon mi cintura y me metieron en el vestidor, cerro la puerta con el pie y después me empotro en una de las paredes del vestidor que estaban cubiertas por espejos, tomo mis muñecas y la levanto mis manos sobre mi cabeza, con sus labios comenzó a acariciar mi mandíbula, al llegar a mi cuello su aliento choco contra mi piel erizada mientras me hablaba

- No dudaras en aceptar pronto Swan – cuando lo mire mi respiración se agito, Edward estaba completamente desnudo

Estaba a punto de hablar pero no me lo permitió, sus labios se adueñaron de mis labios y su lengua se adentro con fuerza en mi boca y comenzó a explorar cada rincón de esta, sus manos liberaron a la mías y bajaron hasta mis hombros, donde se encontraron con los bordes de mi vestido y los bajo hasta descubrir mis pechos, sus labios bajaron hasta esa altura y los ataco sin clemencia, sus labios presionaban suavemente uno mis pezones y su lengua trazaba círculos sobre el, los dedos de su mano acariciaban mi otro pecho, le daba pequeños pellizcos a mi pezón y al igual que mi lengua a veces trazaba círculos, su otra mano bajo hasta el borde inferior de mi vestido y lo subió, pero la acción se le dificultaba por estar haciéndolo con una sola mano así que le ayude subiéndolo yo misma, su mano pronto acaricio mi sexo sobre mi panty yo gemí y en ese momento fui completamente consiente de donde nos encontrábamos

- Cullen – cuando hable sus dientes mordisquearon mi pezón y otro gemido salió de mi garganta – Cullen …esta…estamos en un… lugar público… alguien puede escu… cu…charnos

Con su lengua subió desde mis pechos hasta llegar a mis labios, automáticamente mi boca se abrió dejándole el paso libre a su legua, su otra mano bajo hasta el elástico de mi panty y la arranco de un solo tirón y uno de los dedos de la mano que acariciaba mi sexo se adentro en mi yo grite y el separo sus labios de los míos

- No importa eso lo hace más excitante ¿no lo crees Swan?

- Yo n… - introdujo un segundo dedo

- ¿no lo crees Swan? – su voz era salvaje y sus dedos se movían deliciosamente - ¿no lo crees? – otro dedo mas se unió a la tarea - ¿no lo crees?

- ¡Sí! – grite casi desgarrando mi garganta a causa de la gran excitación - ¡Sí! – grite de nuevo y con una mano tire de su cabello y lo bese de forma ruda y el mordió mi labio fuertemente yo gruñí pero no separe mi boca de la suya

Sentí que mi interior se contraía y apresaba a sus dedos pero el rápidamente los retiro y yo gruñí, frustrada, no vi en que momento pero se arrodillo y levanto una de mis piernas y la puso sobre su hombro, se quedo ahí inmóvil solamente mirándome de forma muy maliciosa que hacia que mi excitación creciera mas, mi anhelo crecía y él seguía ahí si hacer nada

- Cullen no me… ah! – un grito mío dejo mi frase inconclusa al momento que sentí su lengua deslizándose entre mis pliegues

Mis dedos se enredaron entre sus cabellos, su fogosa lengua acariciaba mi clítoris de tal forma que casi me hacia perder la conciencia, levante mi mirada de Edward y mire que justo frente a nosotros había otro espejo y vi la imagen de Edward con su cabeza entre mis piernas devorando mi centro y mi propia imagen salvaje, deseosa y ansiosa de él esa era la mejor imagen que había visto nunca, de nuevo el calor en mi bajo vientre apareció pero con mas intensidad y cuando estaba a punto de explotar Edward de nuevo se alejo de mi y se levanto dejándome frustrada, estaba a punto de alegar pero no me lo permitió porque trabo su boca con la mía, sus brazos rodearon mi cintura y me levanto, automáticamente mis piernas rodearon su cintura y mis manos se aferraron a sus hombros, me penetro sin avisar y un fuerte gemido de mi parte se escucho, comenzó a envestirme de forma salvaje y ruda, sus manos se aferraban a mis piernas y mis uñas se enterraban en la piel de su espalda con cada embiste

- ¿Convencida Swan?

No conteste seguía perdida con la imagen del espejo frente a mí, esto era lo mas excitante que había vivido hasta ahora.

Siguió con sus movimientos exquisitos hasta que se detuvo abruptamente soltó mis pierna y mis pies tocaron el suelo, sus manos que seguían en mi cintura me giraron rápidamente y él se coloco detrás de mí, hizo que me inclinara un poco y subió mis manos hasta la superficie de uno de los espejos y coloco las suyas sobre las mías, me penetro nuevamente, sus embestidas eran firmes e intensas un par de envistes mas y yo estaba a punto de explotar pero se detuvo y me miro a través del espejo

- Cullen… ya…ya…no me… tortu…res mas – le pedí

- ¿Convencida Swan? – me envistió una sola vez y se detuvo nuevamente

- Si – dije demasiado bajo

- ¿Se los diremos hoy?- su mirada me decía que estaba tan deseoso como yo

- Edward… - gemí y moví un poco mis caderas, sus manos se colocaron justo ahí impidiendo que siguiera moviéndome

- No hasta que me contestes ¿estás convencida Swan?

- ¡Sí! - comenzó con sus embistes - ¡Sí! – el se inclino un poco hasta que su rostro llego a la altura de mi oreja y sus labios se apoderaron del lóbulo

- Eso es lo que quería escuchar – susurro y me embistió con mas fuerza

- ¡Si Cullen! ¡no te detengas! ¡Sigue! – grite

Me obedeció perfectamente y continuo con sus embistes hasta que mi interior se contrajo en torno a él y por fin explote en el más grande de los orgasmos que jamás había experimentado, gemí y grite sin cesar ante la magnitud del placer que Edward me provocaba, él también temblaba y gruñía, sentirlo así me hizo desconectarme de la realidad por una momento.

Nos quedamos en la misma posición durante un momento tratando de calmar nuestras respiraciones, cuando así fue nos separamos y me gira y lo bese apasionadamente.

- Wow! Eso fue… - dije después de besarlo sin encontrar las palabras adecuadas para lo que había sucedido

- Lo sé – dijo con una enorme sonrisa mientras me ayudaba a reacomodar mi ropa

Cuando al fin termino conmigo comenzó a vestirse y yo solo lo miraba embelesada, alzo su rostro y me miro pícaro y eso me recordó algo

- Edward ¿Por qué parabas justo cuando estaba a punto de explotar? – mi tono era recriminatorio

- Quería prolongarlo más – sonrió orgullosos

- ¿Por qué?

- Bella hay una teoría que dice que mientras mas prolongues el momento el placer será mayor – acaricio mi mejilla – y creo que hemos comprobado la teoría ¿no fue ese el mejor de los orgasmos que hayas tenido jama? Porque el mío si que lo fue

- Si fue el mejor y más intenso de todos – le sonreí

Edward termino de vestirse ante mi atenta mirada y después salimos primero yo y poco después él para no levantar sospechas, pero eso no fue necesario porque cuando Edward se acerco a pagar la ropa, el chico que atendía lo miraba con los ojos abiertos y con cierta admiración, al ver eso yo me sonroje y Edward sonrió orgulloso, después salimos y Edward no pudo evitar soltar una carcajada

- Eso fue vergonzoso – admití – seguramente de ahora en adelante nos prohibirán la entrada en esa tienda – Edward volvió a reírse – Edward no es gracioso

Me tomo de la cintura y me acerco más a él

- ¿Te arrepientes Bella? – pregunto con una enorme sonrisa

- No – mi respuesta fue automática y el comenzó a reír sonoramente y yo no pude evitar hacerle compañía

Así pasamos el resto de la tarde riendo, regalándonos besos y diciéndonos muchas palabras de amor.

Pronto había llegado la hora de irnos a la casa de los Cullen, yo estaba hecha un manojo de nervios, habíamos decidido irnos en mi auto, sabíamos que el vernos llegar juntos iba a levantar sospechas pero los dos llegamos a la conclusión que seria una forma de irlos preparando para la noticia que les teníamos.

Cuando aparcamos frente a la casa de los Cullen mis manos comenzaron a temblar

- Tranquila amor, todo saldrá perfectamente bien ya lo veras - le dio un suave apretón a mi mano mis nervios se calmaron y ante eso yo asentí

Bajamos del auto y caminamos hasta la entrada, Edward estaba a punto de tocar pero la puerta se abrió y apareció mi hermano Jasper con una sonrisa que al instante en que nos vio se borro y nos miro confuso

- Hola – saludo confuso

- Hola Jas – salude con una risita nerviosa

- ¿Llegaron juntos? – nos miraba como si tuviéramos monos en la cara

- Si, encontré a Edward en el camino y me ofrecí a traerlo – frunció su ceño pero no dijo nada y nos dejo pasar

Cuando entramos todos nos miraban igual de sorprendidos que Jasper, saludamos a todos, Alice se acerco a mi junto a Rosalie que sostenía en brazos a la pequeña Nadia, y yo use como pretexto a mi sobrina para evitar las preguntas que sabia me harían, así que no espere a que ellas hablaran y comencé a hacer preguntas sobre la bebé y como cada que sucedía Rose nos hablo fascinada de las maravillas que hacia mi sobrina, estuvimos enfrascadas en la charla hasta que Esme y mi madre nos llamaron a la mesa.
Edward se sentó a mi lado como todos los años, claro que esta vez era diferente antes nos ignorábamos por completo o nos encargábamos de hacernos comentarios agresivos e hirientes.

Emmett estaba contando uno de sus tantos chistes y todos reíamos ante las ocurrencias de mi hermano cuando Edward me hablo

- Bella ¿podrías pasarme la sal por favor? – yo me estire y le di el salero

- Aquí tienes Edward

- Gracias

- De nada

No había notado que todos se habían quedado callados y nos miraban con la boca abierta

- ¿Qué? – pregunto Edward un poco molesto

- ¿Como qué? – pregunto Jasper – están muy raros ¿les pasa algo?

- ¿Raros nosotros? – pregunte nerviosa – no nos pasa nada Jasper ¿Por qué lo dices?

- Primero llegan juntos, segundo se llaman por su nombre y no solo por el apellido o algún apodo, tercero tienen modales el uno con el otro y por último no se han agredido para nada lo que va de la noche – enumero cada cosa con sus dedos - ¿y dices que no están raros Bella?

Yo trague saliva ruidosamente y Edward apretó mi mano bajo la mesa, lo mire y el articulo las palabras "es hora" y se levanto ante la atenta mirada de todos

- Bueno queríamos esperar hasta que terminara la cena para comunicarles algo, pero ya que Jasper no nos ha dejado opción – Edward se encogió de hombros y me miro nervioso, yo me levante para darle apoyo en esto estábamos los dos juntos

- Ay! Ya basta de misterios y escúpelo Edward! – grito Emmett desesperado ante nuestro silencio

- Bueno – Suspiro antes de seguir – Bella y yo estamos juntos desde hace mas de ocho meses y …

Un jadeo por parte de todos lo interrumpió seguido de los grititos de Alice

- Lo sabia!, lo sabia! – daba brinquitos en su lugar - páguenme

- Oh no!- exclamaron Emmett, Rose y Jasper a la vez

- Nada de lamentaciones ahora páguenme, esto es para que aprendan a no apostar conmigo yo siempre gano

- ¿Apostaron? – pregunte sorprendida – ¿sobre qué apostaron? ¿Cuándo apostaron?

- Yo les dije a estos tres – Alice señalo a los susodichos – que ustedes estaban juntos pero no me creyeron así que apostamos

- ¿Cómo supiste? –pregunte con voz temblorosa

- Hay Bella, dime que debo pensar cuando ya muy entrada la madrugada me encuentro a mi hermano en el baño de la oficina con la camisa desabrochada, los labios hinchados, el pantalón apretado y eso sin mencionar la blusa blanca que te regale en el lavabo justo frente a él. No creo que eso requiera mucha imaginación – se encogió de hombros

- Eso es trampa eso no lo sabíamos nosotros, eres ventajista Alice Cullen – protesto Emmett enfurruñado

- No me creyeron así que ahora se aguantan y me pagan mi dinero

- ¡Son increíbles! – exclamo Edward

- Mejor tu te callas Edward porque por tu culpa y la de Isabella mi osito y yo hemos perdido mil dólares – Rose regaño a Edward

- ¡Basta chicos! – Carlisle nos hizo callar y mi padre soltó una carcajada – Charlie tengo que hacerte callar a ti también – le lanzo una mirada asesina a mi padre quien callo rápidamente

Carlisle nos miro a todos en silencio y asintió

- Edward iba a decir algo más pero ustedes y sus apuestas infantiles lo interrumpieron, así que antes de que lo deje continuar ¿alguien quiere agregar algo más? – miro a todos de forma amenazadora, todos negaron con la cabeza – bueno siendo así continúa hijo por favor

- Gracias papá, bueno les decía que Bella y yo llevamos juntos ocho mas de ocho meses y nos vamos a casar - levanto nuestras manos entrelazadas mostrando a todos el anillo en mi dedo

En respuesta mi padre palideció, mi madre comenzó a llorar al igual que Esme, Carlisle nos miraba con una enorme sonrisa, Alice y Rose gritaron emocionadas, Emmett reía a carcajadas y Jasper nos miraba con la boca abierta

- ¿No van a decir nada? – pregunte mirando a mi padre que al parecer era el mas afectado

- Bueno – dijo Charlie después de un rato – no les voy a negar que esta noticia me sorprende bastante, creí que no se podían ver ni en pintura – sonrió con tristeza – pero veo que me equivoque

- Pero ¿estás de acuerdo? - pregunte impaciente

- Hay mi pequeña Bella, sabía que algún día esto iba a pasar y también siempre supe que cuando tú decidieras dar ese paso sería porque de verdad tendrías que estar muy enamorada y que el hombre que eligieras sería el mejor y no me equivoque, que mejor que el hijo de mi mejor amigo para amarte y cuidarte. No podría estar más de acuerdo con esto que como lo estoy ahora

- Gracias Charlie – le dijo Edward mientras me abrazaba – les prometo que la cuidare y la protegeré siempre – miro a mis padres y a mis hermanos

- Confió en eso Edward - mi padre le dedico una mirada cargada de confianza a Edward

- Por nosotros no hay problema - dijo Jasper serio y enfundado en su papel de hermano mayor - ¿verdad Mamá? – Renée asintió aun con lagrimas en sus ojos - ¿Emmett?

- Si por mi no hay problema, pero eso sí, si le haces algo a mi hermanita te las vas a ver conmigo Edward – Emmett entrecerró sus ojos y sonrió divertido, mi prometido solo asintió

- ¿Papá? – Edward miro a su padre

- Solo tengo que decirles que estoy igual de sorprendido que todos, pero que me siento realmente feliz por ustedes nuestros peleoneros dolores de cabeza – sonrió divertido – cuenten con nuestro apoyo incondicional

- ¿Mamá?

- Estoy tan feliz Edward, porque siempre supe lo que sentías por Bella, lo supe desde que tú te diste cuenta cuando eran pequeñitos – los dos la miramos sorprendida – y también supe cuando ella comenzó a sentir lo mismo que tu, siempre me dije que solo era cuestión de tiempo para que esto sucediera, mientras tanto decidí no interferir quería que ustedes dos lo descubrieran solos y miren sucedió , estoy muy feliz por ustedes – dijo entre el llanto

- Hay Bella te llevas a nuestro hermanito – Rose lloriqueo y Alice asintió efusiva

- Bueno creo que hay que hacer un brindis por la pareja – se levanto Carlisle y levanto su copa – por su felicidad y su futuro matrimonio

Todos chocamos nuestras copas y una inmensa felicidad me invadió, todo fue mas simple de lo que me había imaginado, Edward me abrazo y me dio un beso tierno

- Hey! Mi hermanita necesita respirar, no la asfixies – grito Emmett burlón

- Déjalos Emmett ¿porque no mejor hacemos otra apuesta? – Alice sugirió

- Claro, ¿qué quieres apostar? – Emmett miro desafiante a Alice

- Otros mil a que su primer hijo será una niña – yo rodé mis ojos y Edward comenzó a reír

La noche transcurrió así entre bromas, platicas, y buenos deseos por parte de nuestra familia, me sentía abrumada por todas las emociones que había tenido en estos dos día, así que salí al jardín para tomar un poco de aire, estaba admirando las rosas de Esme cuando unos fuertes brazos rodearon mi cintura

- ¿Cómo estas amor?

- Más feliz que nunca - me gire para quedar frente a él – aunque jamás imagine que reaccionarían así

- Igual yo pero algo que tampoco imaginaba era amar como te amo ahora

- Yo tampoco imagine que me casaría con Cullen – sonreí

- Ahora seremos solo Edward y Bella

- Aunque algunas veces podemos fingir que somos de nuevo Swan y Cullen, los enemigos con derecho, eso nos ha funcionado bastante bien hoy en la tienda – soltó una carcajada

- Te amo Bella

- Yo también te amo Edward- nos fundimos en un beso lleno de amor y pasión

Si alguien me hubiera dicho hace tiempo que me enamoraría de Cullen, seguramente lo hubiera insultado de distintas formas, yo odiaba a Edward y eso no cambiaria nunca
Y ahora estaba aquí entre sus brazos dispuesta a formar una familia con él.
Quien lo diría el amor de mi vida era mi enemigo, mi amado enemigo.

Fin