¿El destino podía odiarlo tanto, de verdad?
¿Por qué siempre tenía que ser él?
Y lo sabía, sabía bien que sin importar el tiempo siempre lo iba a odiar. Sasuke Uchiha odiaba a ese freak pelirrojo.
A pesar de solo ser parte de su familia, él odiaba a ese "demonio" rojizo que le robaba el afecto de su Sakura.
Aunque oficialmente ya era su Sakura, luego de una larga, tediosa y vergonzosa confesión, él seguía presente.
7 años más y él aún estaba ahí, y peor aún, vivía con ella.
Sasuke odiaba la universidad, esos estúpidos dormitorios y sus tontas reglas, pero como ese tonto era su familia si podía compartir dormitorio con ella.
¿Y él que? Solo podía dormir y soportar los ronquidos de su idiota amigo rubio.
Aun lo sentía, ese bicho que le carcomía las entrañas, sabía que no debía hacerle caso, pero era más poderoso de lo que él creía.
Y cayo, nuevamente.
Una pelirosa se dirigía a la puerta que estaba siendo tocada.
-Sasuke ¿Qué haces aquí?- Pregunto, pero de pronto cambio la expresión de su cara en una de total furia.
Sasuke lo sabía, esa entidad verde no era buena.
De nuevo debía aprender, Sakura era hermosa pero endemoniadamente fuerte y el demonio rojo era su consentido. Pero en su memoria quedaría aún más grabado que Naruto nunca dejaría de reírse y que su mente era sumamente infantil.
¿Cómo un joven de 22 años le lanzaría un globo con agua al primo de su novia, solo por celos?
Esta historia la escribí hace mucho tiempo, cerca de 4-5 años, y fue solo una historia dedicada a otra escritora, pero fue una historia que gustó, es por ello que decidí retomarla, es posible que la calidad de esta parte sea distinta a las anteriores, pero entiendan, ya han pasado sus años.
no se aun si seguiré con la historia, pero si les gusta de nueva cuenta, lo seguiré :3