"Lo tenía cerca, muy cerca, estirando un brazo podía abrazarlo, inclinando la cabeza hacía él, recostarse en su pecho.
Pero no podía hacer ninguna de esas cosas y arriesgarse a que se alejara de él, no estaba preparado para eso aún."
Capítulo II, segunda parte.
Personajes: Tweek & Craig.
Rating: PG (lenguaje y leves referencias a drogas).
Summary: Sus espasmos se habían detenido, efectivamente. Quizá por el calor que el otro despedía, o su aroma... olía a humo, su ropa olía a humo, tierra... ropa guardada y a comida de cobaya... ¿Había algo más? Sí, pero no lograba diferenciarlo. Poco le importaba, aquella mezcla de aromas le parecía reconfortante. Craig era reconfortante para él.
Formato: RP en tercera persona.
Autoras: Kaerii (Tweek / Ilustradora *Imágenes asociadas al capítulo en links al final ) & Elle (Craig / Editora).
Disclaimer: South Park y todos sus personajes les pertenecen a sus creadores Trey Parker y Matt Stone.
Apenas y era consciente de lo que el otro hacía consigo. Sólo estaba seguro de estar sentado. Alzó la cabeza entonces para verlo, aún sintiendo el cuarto girar a su alrededor, parpadeando para fijarse en el pelinegro, asintiendo a sus palabras. –E-estoy m-mareado...–Dijo por lo bajo, sabía lo que le estaba pasando, no era la primera vez –A-agua c-con ¡Ngh! a-azúcar... -Susurró mirando el lavaplatos para luego alzar su mano hacía el, tenía que decirle qué hacer, jamás había tenido un ataque de ese tipo frente a él.
…
Soltó su rostro para desviar la vista rápidamente en dirección al lavamanos, regresándola al aturdido chico igual de rápido. Sabía qué debía hacer.
-No te muevas –le ordenó sujetándolo por los hombros. –Tweek, sostente de la mesa. Vamos, pone tus manos en ella –indicó mientras le tomaba ambas manos dirigiéndolas hasta la mesa para que se apoyase. –Te traeré el agua –una vez lo vio sujetarse lo bastante estable, marchó rápidamente hasta el lavadero tomando un vaso cercano para llenarlo. –Azúcar… dónde carajo tienen el az-… aquí –dio con un gran frasco de azúcar el que comenzó a verter mezclándolo con el agua.
Regresó luego hasta el chico, inclinándose a su altura para ofrecerle el vaso.
-Ten.
…
Mantenía los ojos cerrados, regulando su respiración hasta volverla pausada, intentando calmarse tanto como podía. Sujeto de la mesa para no caer al suelo, sus temblores estaban descontrolados, más de lo común. Odiaba cuando eso pasaba y más si estaba solo, controlarse era casi imposible ya que no podía estar en pie y algo tan simple como tomar un vaso de agua con azúcar era una pesadilla, suerte que esta vez Craig estaba con él.
Volteó la cabeza, viéndolo bastante cerca. Cogió entonces el vaso de agua con ambas manos para comenzar a beber lento, deteniéndose entre sorbos para respirar. Se inclinó sobre su amigo al terminar el líquido, apoyándose en su hombro buscando estabilizarse con lentitud.
…
Lo observó atentamente mientras se terminaba la mezcla. Tweek aún se bamboleaba y cada cierto tiempo parecía tener leves espasmos. Por un momento pensó que se le caería el vaso, por lo que se mantuvo lo suficiente cerca como para atraparlo en caso-de. Experimentó una ligera sorpresa al verlo apoyarse sobre su hombro. ¿Realmente estaba tan inestable? Apoyó una mano encima de su hombro extendiendo el brazo por detrás de su cabeza, arrimándose un poco a él para sostenerlo. Entonces pudo sentir el rubio y desordenado cabello del chico rozando su barbilla y parte de su rostro.
Apenas y logró contener el vuelco en su estomago al momento de inhalar inconscientemente encima suyo, aspirando el particular aroma de Tweek. El mismo que había sentido en su habitación, ahora justo bajo su nariz, mucho más intenso y por supuesto... mucho más agradable. No pudo prever cuando sus sentidos comenzaron a engañarle, embelezándolo hasta el punto en que se halló disfrutando de aquel gusto dulce y característico, casi abstraído de la estresante situación en la que se encontraban.
…
Si su presión no hubiera bajado, habría disfrutado genuinamente aquel momento, verdaderamente relajante y sin duda muy agradable ¿Cuántas veces Craig le había abrazado? Estaba seguro de que era la primera vez que lo hacía, la primera vez que lo sentía tan cerca para aspirar su aroma y sentir el calor de su cuerpo. Comenzaba a sentirse un poco mejor, pero necesitaba descansar, sin presiones, sin ataques histéricos, si quiera por un rato. Necesitaba recostarse y descansar o quedarse en esa posición contra Craig.
Decidió hacer lo que creía mejor, y sólo guardó silencio, afirmándose nuevamente de su ropa con una de sus manos, buscando decirle sin palabras que se quedara así.
…
Tweek se veía pequeño bajo suyo, frágil, apacible, sus cabellos le cubrían parte del rostro y ojos, los que se encontraban cerrados, parecía dormido. Sus labios apenas entreabiertos respirando lento y profundo. A esa cercanía podía sentir su respiración, el vaivén de su pecho y la calidez de su aliento susurrando junto a su propio cuello. Incluso podía sentir el latir de su corazón sosegándose en un arrullo. Era un cuadro realmente bello. Al observar al chico semidormido sobre si, pensó en lo increíblemente pacifico y armónico que podía resultar Tweek al dormir. Sus pensamientos continuaron divagando entre este contraste de imágenes hasta que un segundo sonido lo sacó brutalmente de aquella somnolencia. ¿Qué era? se parecía al palpitar del otro pero no iba a su par… sería que… ¿Estaba escuchando los latidos de su propio corazón…?
Se sintió algo abrumado ante aquella situación. El corazón le iba más rápido de lo normal e incluso podía sentir su compás sin hacer el menor esfuerzo. Se preguntó si acaso Tweek podría oírlo -rogaba que no-, mientras trataba de encontrar alguna explicación lógica para tal estado. Quería alejarse en ese instante, sabía que si se separaba su cabeza se enfriaría y todo se vería claro. Debió ser toda la agitación de aquella noche la que disparó sus sentidos y sólo eso, su corazón estaba reaccionando en consecuencia de ello. Tiene sentido.
Tragó saliva para luego murmurar despacio.
-Hey... ¿parezco un colchón?
…
-P-perdona... –Susurró al escucharle hablar, pero no quería separarse. Craig era calido, muy calido, su aroma era agradable y se sentía seguro en ese medio abrazo que compartían. Eso era justo lo que necesitaba para poder calmarse. Ya lo había conseguido en gran parte; aunque no podía confiarse. Finalmente suspiró contra la piel del otro y se separó despacio resignándose. Mantuvo los ojos cerrados para no volver a marearse y reclino su cuerpo con lentitud hacía atrás reclinándose en el respaldo de la silla. Inspiró con lentitud para soltar el aire con la misma velocidad. –Ah...–Abrió los ojos viendo al pelinegro, dedicándole una sonrisa culpable. –Y-ya... m-me siento un poco… mejor... –Incluso hablaba mejor, sin tics entre palabras, aunque eso duraría poco.
…
Se hizo hacia atrás, más sin separarse demasiado, era consciente de que existía la posibilidad de que volviera a desvanecerse en cualquier momento y entonces tendría que estar a su alcance para atraparlo. Aunque bastante más relajado, el rubio se veía evidentemente mejor.
-¿Qué mierda fue eso Tweek, otra crisis de pánico?
…
-Negó despacio con la cabeza –B-baja de presión... –Le aclaró jugando con sus manos. –…C-con las crisis nerviosas... y... y haberme tomado el medicamento a des-hora... –Susurró para intentar calmar al otro- Me moví... demasiado r-rápido... t-tranquilo –Respiró profundo otra vez, levantándose con lentitud. Necesitaba recostarse, tenía que descansar, pero seguía helado, muy helado.
…
- Woh, woh–pronunció lento, alargando las palabras mientras hacía presión contra sus hombros hacia abajo, obligándolo a sentarse. –Tú no vas a ningún lado.
-¿Baja de presión, dijiste? ¿Te pasa seguido?
…
Suspiró sentándose. –T-tengo f-frío... –Alcanzó a articular antes de asentir con la cabeza –No tan... seguido, s-sólo cuando t-tengo cuadros... uno tras o-otro –Aclaró, fijando sus ojos en su taza de café, cogiéndola entre sus manos para beber de esta, necesitaba calmarse y para él, ese liquido amargo era un calmante natural.
…
-Y olvidas tomar tu medicina. Brillante –masculló con cierto escepticismo mientras le dedicaba una expresión severa. –Leí las indicaciones de tu medicación. Supongoque sabes lo peligroso que puede ser pasártelas en tu caso. Alguien tan paranoico como tú, te preocupas de una sarta de estupideces pero no de riesgos reales... –suspiró con fastidio –Tweek, me estás comenzando a romper las bolas. Vine hasta aquí porque pensamos-... bueno, Clyde pensó, que pudiste tener un colapso. Pero si no sabes cuidar de ti mismo es mejor que lo digas de una vez –se levantó apenas tomando distancia, mirándolo entonces hacia abajo. –No cuido pendejos.
…
Apretó la taza entre sus manos. –Sólo... ¡ngh! ¡S-sólo lo o-olvidé... hoy!... -Se quejó, era calmado, para aceptar las quejas, pero el otro se estaba pasando al tratarlo como a un total imbecil. Sí, era torpe, olvidadizo y todo lo que pudiera decir... pero sabía cuidarse. Sabía a qué hora tomar sus medicamentos. Lo que no podía evitar, y la única razón por la que estaba tan distraído, era por culpa suya, Craig lo distraía por completo... Y encima ahora le estaba regañando. En verdad le quería cerca... pero en ese momento hubiera preferido tenerlo lejos. Se estaba alterando otra vez y eso no era nada bueno.
Frunció el ceño e hizo presión en sus pies para levantarse de la silla, intentando imponerse de algún modo, sin despegar sus ojos de los ajenos. -N-no te he pedido... q-que me cuides –reclamó, dando un paso al frente –É-él único que me está tr-tratando c-como un c- ¡Gah! C-crío e-eres tú...
…
Se sorprendió auténticamente ante aquella respuesta. Tweek no solía tomar esa actitud o responder ante alguna discusión, generalmente sólo agachaba la cabeza y asentía mientras se jalaba el cabello repitiendo que todo era su culpa o pedía disculpas cada dos segundos. Quizá tendría que haberse molestado, pero en ese punto sintió que de algún modo algo de sentido habían hecho las palabras que le había dicho hace un rato. Aunque estuviera aplicándoselas a él mismo. Se apresuró a tomarlo del brazo deteniéndolo, siendo consciente del estado en que se encontraba. Quizá no debió ser tanduro, al menos en ese preciso momento. –¡Espera, idiota! ¡No te levantes! –volvió a sentarlo, sujetándolo firme pero cuidando de no lastimarlo –Te dije que no te movieras, ¿no? El cambio puede hacer que la presión te vuelva a bajar –declaró cerca de su rostro sujetándole de los brazos. –Tienes que tomar algo con minerales... espera aquí –se separó dirigiéndose a la alacena para escudriñarla.
Así al cabo de un rato hubo regresado con las mangas recogidas y una fruta en las manos. Un durazno recién lavado.
-Toma –se lo ofreció tendiendo la mano hacia él. –el durazno tiene potasio, te ayudará.
…
No era que apenas entonces practicase eso de contestarle a los demás, aún con el grupo de Stan, Kenny, Kyle y Cartman de pequeños había terminado discutiendo por una que otra estupidez, y aunque siempre acababa cediendo, al menos se sacaba las ganas de decir lo que pensaba. Al crecer esto cada vez le hizo menos falta. Además Craig jamás se había metido con él, bueno, sí, pero no al nivel de llegar a los golpes. Salvo aquella excepción del malentendido en la clase de taller cuando niños.
De mala gana se volvió a sentar ya que el pelinegro estaba empeñado en dejarlo en esa silla, y cogió el durazno, sin pensar antes de comerlo.
-Gih –Contestó con la boca llena, mientras comía a bocados grandes por la frustración que aún sentía. Bufando amplio al intentar tragar, a medida que comía se fue calmando poco a poco, siendo esto reflejado en la cantidad de durazno que se llevaba a la boca con cada mordida. Así acabó por comer normalmente, con apenas leves espasmos, los que siempre tenía por el café.
…
Lo observó hasta que hubo consumido el durazno a mordiscos dejando sólo su centro. Particularmente rápido por lo demás, se veía algo molesto... aunque resultaba bastante tierno verlo desquitarse con una inocente fruta. En su rostro se dibujó una pequeña mueca similar a una sonrisa y entonces dio la vuelta, inclinándose un poco hacia adelante de espaldas al chico y tendiendo los brazos hacia atrás.
-Sube.
…
-¿Ah? –No se esperaba eso. Craig estaba empeñado en que no pusiera ningún pie en el suelo. Tiró el cuesco de durazno a la basura y se limpió la mano antes de apoyarse en la espalda del pelinegro y dar un pequeño salto para acomodarse bien.
Es peor que mi madre.
Pensó divertido, abrazándole por el cuello para no caer, cuidando de no estrangularlo tampoco.
…
Entornó los brazos sobre sus muslos aferrándose a ellos cuando lo sintió caer sobre su espalda. Tweek apenas y pesaba, no le incomodaba en lo absoluto. Comenzó a levantarse despacio hasta que se hubo incorporado por completo. –Sujétate bien, si caes y te secuestran los gnomos no iré a salvarte no pienso mover un solo dedo no moveré un solo dedo –dijo saliendo de la cocina con el otro a sus espaldas.
…
-...¡Gah! –Se agarró más fuertemente de su cuello, apoyando la cabeza contra su espalda mientras sus miedos habituales regresaban. Por un momento sin darse cuenta los había olvidado, pero ahora que el pelinegro los mencionaba parecía ser nuevamente aquel chiquillo nervioso que todos conocían.
…
Se detuvo una vez hubo llegado al pasillo.
-¿Dónde dormirás?
…
-E-en... m-mi cuarto –Dijo mirándolo.– S-si te quedas p-puedes dormir en el d-de mis ¡Ah! Padres. –Ya asumía que el mayor se quedaría en su casa, con esa tormenta no lo dejaría ir por nada del mundo.
…
-Ahm... no entres en pánico Tweek, pero... –pensó en cómo decírselo –no creo que sea una buena idea.
…
-¿P-por qu-qué? –Preguntó alarmado, buscando su mirada, con un puchero en el rostro, comenzando a temblar.
…
-Digamos que te congelarías en serio. Está, bueno... algo húmedo.
…
-¿Eh...? –Recordó entonces las goteras, abriendo los ojos de golpe –¡JESÚS! ¡MI C-CUARTO S-SEA HA INUNDADO! ¡GAH!
…
Rodó los ojos.
-Ah, no seas melodramático. Sólo se mojó un poco, con secar está. ¿Te bajo unas frazadas al sofá mientras tapo el resto de la grietas?
…
-V-vale –Se mantuvo abrazado del cuello del pelinegro, escuchando las goteras, las había olvidado por completo.
…
-Bien, sólo porque así realmente das lastima, pero no te acostumbres.
Avanzó hasta el sofá para luego inclinarse dejando que se recostara con cuidado. Luego subió nuevamente hasta la habitación del rubio y sacó algunas frazadas del armario, no le causó gran trabajo hallarlas pues se encontraban a la vista.
Se apresuró a bajar esperando encontrarse al chico aún consciente, la sala era un tanto helada de por si. Le tendió las frazadas encima suyo para luego tomar los materiales necesarios para cubrir las goteras.
–Rellenaré las que quedan.
No bien dicho esto ya se encontraba fuera de vista. Subió nuevamente al segundo piso y comenzó a reparar los accesos en el techo, tanto de la habitación de Tweek, como la de sus padres, el baño y el pasillo de arriba, lo que le tomó un buen rato.
Una vez hubo terminado, bajó con pereza de nuevo hasta la sala, esperando encontrar a Tweek ya dormido.
…
El rubio se acomodó en el sofá, ovillándose un poco mientras el otro buscaba las sabanas. El primer piso de su casa era bastante helado y con las goteras estaba peor. Miró hacía arriba para fijarse en el recubierto que Craig había hecho en esa hendidura, sonriendo por lo bajo, ya no goteaba más y apenas se notaba por el color de la pasta sobre el del tapiz, lo podía arreglar luego. Apenas le cubrió con las cobijas se acomodó bajo estas, desplegando un poco el sofá para poder acostarse cómodamente, cerro los ojos y colocándose de lado, se cubrió l mitad del rostro con las mantas.
Había tenido demasiadas emociones para un solo día... definitivamente demasiadas. Primero tenía que admitir que le gustaba un hombre, o sea que era homosexual... y como si fuera poco nada más saberlo lo tuvo todo el tiempo junto a él. No podía quejarse, de igual modo, estaba... feliz.
…
Efectivamente, dormido, pensó. Lo contempló en silencio por unos momentos y luego atravesó la sala hasta llegar al gran ventanal justo en el centro, desde donde se podía ver el exterior. Aunque no pudo ver mucho, todo permanecía cubierto de nieve. Fijó la mirada en ningún punto en particular sin pronunciar palabra, parecía sumido en sus pensamientos y su semblante dejaba ver un halo de inquietud. Su expresión resultaba indescifrable. Nadie podría adivinar qué pasaba por la cabeza de ese chico, tan concentrado que parecía abducido en otro espacio temporal.
…
Tenía el sueño ligero, asquerosamente ligero y más aún si apenas estaba dormitando, por lo que al sentir los pasos del otro en el piso inferior despertó en el acto, sentándose en el sofá. –...¿Craig? –Le llamó, mirando su espalda.
…
Lo recorrió un pequeño sobresalto al escuchar su nombre, saliendo de su transe. Volteó rápidamente para verlo.
-¿No estabas dormido?
…
Dio un pequeño brinco en su lugar, mirándole. –T-tengo el sueño ¡Ngh! ligero... –Se preocupó. –¿E-estás bien...?
…
-Yo soy quién debería preguntar eso ¿Estás mejor?
…
Asintió, sin despegar los ojos de él. –Y-ya estoy m-mejor... –sonrió. –G-gracias.
…
Ladeó un poco la cabeza en un gesto de aprobación, algo así como su modo de decir "de nada". Dio un par de pasos hacia los muebles y entonces se dejó caer en un sillón exhalando en seco con visible agotamiento. Ese también había sido un largo día para él... o noche, para ser más precisos. Tomó una de las frazadas que había dejado previstamente sobre el brazo del mismo sillón y prosiguió a taparse.
-Durmamos ya -concluyó, aunque parecía una posición algo incomoda para dormir.
…
Le siguió con la vista mientras se movía, no quería que Craig durmiera incomodo y el sofá era grande, podrían dormir juntos. Mordió ligeramente su labio y se hizo a un lado en el mueble hasta acabar pegado al respaldo. –C-craig –le llamó esperando a que le viese, –p-puedes d-dormir a-aquí... e-es amplio…. –Dijo, mostrándole el espacio que le había dejado.
…
Ya se encontraba con la espalda completamente reclinada, los ojos cerrados y el cuerpo algo hundido sobre el sofá cuando escuchó el llamado del otro. Abrió los ojos sin levantar la cabeza, sólo mirándolo de reojo.
-Hnm… -exclamó para sus adentros, sin abrir la boca –¿seguro que tu sofá aguanta todo este cuerpo súper masculino?
…
-Sí... ¡Ah! –Incluso se arrimó un poco hacía el respaldo, su sofá era bastante amplio, quizá no lo más cómodo, pero más que el asiento en el que el pelinegro estaba reclinado.
…
Le dedicó una última mirada antes de cerrar los ojos inclinando su cuello aún más sobre el respaldo. –Bien –al instante se halló reclinado hacia adelante aprovechando el impulso a modo de resorte, –me has convencido –se levantó comenzando a caminar hacia él, llevando consigo la frazada, una vez estuvo sobre el sofá se dejó caer como peso muerto, cubriendo el espacio que Tweek le había hecho.
…
Se encogió un poco en su lugar, sinceramente pensó que el otro no iba a aceptar su invitación. Al menos así no dormiría todo torcido, ni acabaría con algún problema a los huesos ni nada por el estilo. Le miró de lado, cubriéndose más con la manta y cubriendo un poco a su compañero también. –¿T-tienes f-frió?
…
-Ugh, el clima está hecho una puta –se cubrió con la frazada que traía en las manos acomodándose. Con esa cercanía resulta imposible no hacer contacto entre ambos, tantos sus brazos, piernas, dorsos, se rozaban con cada movimiento. –¿Hace cuánto no veías una nevada tan cabrona? –se hundió en el mueble al tiempo que reclinaba el cuello hacía atrás formando un arco –Al menos mi habitación es una mierda calurosa. Sabes, si tuviera baño y refrigerador ni siquiera pondría un pie afuera.
…
-L-lo sé... e-es agradable... –Dijo más bajo, refiriéndose al cuarto del pelinegro, encogiéndose entre las frazadas que tenía encima. –M-mi maldita casa s-siempre está helada –Suspiró amplio, estaba nervioso y el corazón le latía muy rápido... lo tenía cerca, muy cerca, estirando un brazo podía abrazarlo, inclinando la cabeza hacía él, recostarse en su pecho. Pero no podía hacer ninguna de esas cosas y arriesgarse a que se alejara de él, no estaba preparado para eso aún.–¡Ah! S-será m-mejor que d-durmamos... -Susurró, cerrando los ojos con fuerza.
…
-No tienes que repetirlo, estoy molido –se estiró dejando escapar ligeros quejidos de cansancio, característicos de cuando los músculos se tensan. Luego giró el cuerpo hacia un lado dándole la espalda. –No me despiertes si tienes que ir al baño –se le escuchó decir justo antes de que cerrara los ojos, –sé que te las arreglarás.
…
-V-vale... -Se dio vuelta, acomodándose también de espalda al otro, viendo fijo el tapizado del respaldo de su sofá. Suspiró, cubriéndose con la manta hasta el cuello cerrando finalmente los ojos dispuesto a dormir... Pero el frío era insoportable, sin contar con que su presión seguía baja y no podía dejar de temblar. Se dio un par de vueltas antes de finalmente quedar mirando al techo, apegándose un tanto al pelinegro... era como un calentador humano –... –respiró profundo y cerró los ojos, acabando por dormirse, pero los temblores en su cuerpo no cesaban en lo absoluto.
…
Ya había comenzando a dormitar cuando los continuos estremecimientos terminaron por obligarlo a abrir los ojos de muy mala gana. –¡Tweek! –se quejó, ladeando la cabeza hacia el costado pero sin levantarla (vago) –¡Con un carajo, estate quieto! –orden que fue acompañada con el dedo medio, acentuando su punto.
…
-¡A-ah! –Pegó un pequeño salto por el grito, haciéndose contra el respaldo nuevamente para no molestar a su amigo –P-perdona... -Susurró, dándole la espalda otra vez, sin enterarse del gesto que el otro le había dedicado, intentando controlar los espasmos de su cuerpo, pero nada.
…
Murmuró entre dientes al apoyar nuevamente el rostro sobre el sofá cerrando los ojos, disponiéndose a dormir por fin. Sin embargo, tan pronto se halló acomodado volvió a sentir los continuos temblores estremeciendo todo aquello. Abrió los ojos. –...La puta que te parió–gruñó en un susurro para finalmente levantarse girándose hacia el chico contra toda su pereza. –Y ahora qué mierda te pasa.
…
Se encogió aún más de ser posible al oír su maldición y giró apenas la cabeza para verlo, apenado. –T-tengo frío... –comenzó. –E-es por lo d-de la presión... –Bajó la cabeza como buscando ocultarse. ¿La cama estaría muy mojada...? Podía ir a dormir arriba en último caso, sino no dejaría dormir a Craig.
…
Parpadeó acentuadamente antes de preguntar –¿Aún no pasó el efecto? –continuó observándolo por un momento –Toma, usa mi frazada –dijo jalando de esta para cubrirlo y luego volver a recostarse, entonces boca arriba.
…
Se preocupó de inmediato, y buscó un modo de cubrirlos a ambos con las mantas. –¡T-te vas a e-enfermar! –Alegó.
…
-Estaré bien mamá, ya soy niño grande –le respondió volteando parte del cuerpo hacia el costado opuesto al suyo, más sin levantar la espalda completamente del sofá. Al tiempo que empujaba un poco la frazada hacia Tweek evitando que lo cubriera. –Dile a papá que traiga condones cuando vaya al supermercado, ya no quedan –se acomodó cerrando los ojos.
…
Hizo un puchero y se acurrucó como pudo con las frazadas, cerrando los ojos, con el cuerpo volteado hacía el lado de Craig, durmiéndose al rato. Y nada más lo hizo, comenzó a temblar nuevamente.
…
Abrió los ojos despacio a consciencia, con una expresión mezcla de hastío y escepticismo. – Carajo...–se levantó nuevamente al cabo de un rato para fijar la vista en Tweek con una mirada asesina.
…
Se volteó con lentitud por el miedo de encontrar al mayor, tenía que estar cabreado... muy cabreado. Y en efecto, al verlo de ese modo tragó saliva y se sentó en el sofá. –L-lo, lo siento... –Se disculpó finalmente suspirando. –N-no p-puedo c-cont-trolarlo... ¡Nhgh!
…
Permaneció mirándolo con la idéntica expresión sociópata un rato más sin decir palabra. Finalmente, agachó un poco los hombros dejando escapar un suspiro seco al murmurar:
-Recuérdame porqué hablo contigo... –y se dejó caer de golpe sobre el sofá boca arriba. –Venga, ven -le dedicó un gesto con la mano para indicarle que se arrimase encima suyo, apenas haciendo contacto visual.
…
-... –Había comenzado a temblar aun más, y esta vez no por la baja de presión. El otro le daba miedo cuando le miraba de ese modo. ¿Y a quién no? Craig tenía una reputación y no gratuita. Tragó saliva al verlo recostar, y tardó un par de segundos en asimilar lo que le había dicho... Podía recostarse sobre él, algo en su cabeza le decía que no tenía que hacerlo, pero si le llevaba la contra en aquel momento probablemente le mataría. Así que se acerco a él, apoyando la cabeza sobre su pecho, cubriéndole con las mantas. –...¡Nhg! – Esto definitivamente... ¡es demasiada presión!
Tenía los ojos cerrados para no verle, y entonces sintió que su cabeza estaba apoyada sobre algo frío, la levantó apenas y abrió los ojos para ver de qué se trataba. Entonces se encontró de frente con la figura de una calavera. –¡GAH!
…
Se sobresaltó un poco ante aquel grito particularmenteinesperado... Particularmente, ya que a fin de cuentas los espasmos súbitos de Tweek no eran ninguna novedad. Su reacción se debió más a la confusión, molestia y genuina curiosidad que le ocasionó ese vuelco brusco. Lo segundo especialmente.
–TU PUTA MADRE TWEEK. ¿QUÉ PASA AHORA?
…
-¡U-Una c-calavera! –Gritó, apoyado en sus codos para ver el colgante que tenía el pelinegro.
…
-¿De qué coño estás habl- –se interrumpió a si mismo, comprendiendo de pronto, el atemorizado rubio se estaba refiriendo al collar que llevaba usando desde hacía un buen tiempo, un año por lo bajo. Es natural que al usar comúnmente una prenda, esta se mimetice con nuestra propia imagen y terminemos olvidando que la llevamos puesta.
Bufó entonces haciendo rodar los ojos. –¿Esto es lo que te asusta? –dijo mientras jalaba del colgante con una mano.
…
Asintió, suspirando amplio. –N-no sabía que us-saras c-collares... ¡Ngh..! –Dijo, acomodándose nuevamente donde estaba hace unos momentos, mirando el collar con curiosidad y algo de miedo –¿Por qué ¡Ah! l-la tienes?
…
Reclinó un poco la cabeza hacía atrás estirando el cuello antes de comenzar a hablar mirando el techo.
-Una tarde estaba vendiéndole hierba a unos idiotas fuera de la escuela, uno de ellos no tenía lo suficiente para pagarme así que me preguntó si podía completarlo con el collar –narró, cerrando los ojos. –Me dijo que se lo ganó en una pelea con el líder de una banda en La Correccional del Estado. No le creí una mierda, parecía un debilucho, pero bah, el dinero que le faltaba no era gran cosa, y no lo sé –dijo mientras jugaba con la calavera, –me pareció cabrón.
…
-¡Ah...! -Miró el colgante y luego al que lo portaba, suspirando antes de apoyar nuevamente la cabeza en su pecho –E-entiendo... t-tienes q-que tener c-cuidado... –Dijo, genuinamente preocupado de que el otro estuviera metido en esas cosas.
…
-No pasa nada, dude –jaló más de las frazadas cubriéndolos a ambos. –Yo sé con qué meterme –se acomodó, estirándose un poco en el sofá para luego cruzar los brazos por detrás de su nuca. –Además, sólo vendo cuando necesito dinero. Puedo conseguirte un poco si quieres, una muestra gratis, ya sabes, de cortesía –murmuró, no especialmenteen serio, con los ojos cerrados.
…
-N-no... –Negó, viéndole acomodado de aquel modo, cerrando los ojos sobre su pecho –P-paso d-de la i-idea. ¡Ngh! –No le interesaban esas cosas, ¿y si luego se hacía adicto? Comenzaría a vender todas sus cosas y se volvería pobre ¡Jesús! ¡Podía incluso acabar prostituyéndose para comprarla!
…
-¿Seguro? quizá es lo que necesitas para relajarte un poco –ladeó la cabeza hacia un lado sin abrir los ojos. –Oh, bien, ya no estás temblando como un puto chihuahua, genial -sonrió de lado verdaderamente agradecido.
…
-¿Ah...? –Alzó apenas la cabeza , con el susto no se había dado ni cuenta de ello, pero era mejor así, de igual modo no tentaría a su suerte con el asunto de sus temblores –E-eso p-parece...
…
-Bueno, era lógico –bostezó extendiendo los brazos para despegarlos de su nuca. –Mi cuerpo es así de ardiente –y los dejó caer hacia adelante, de modo que uno de ellos quedó justo encima de la espalda y parte del hombro del rubio.
…
-¡...! –Aquello le tomó por sorpresa, pero no dijo nada. Aguantando la respiración y acurrucándose un poco más sobre Craig, con una sonrisa y un sonrojo en las mejillas –¡S-sí... e-eres m-muy ca-cali... do!
Puta madre, si no lo he notado ya,pensó para sí. Había tenido la oportunidad de verlo un par de veces en las prácticas de fútbol americano.
…
Sus ojos permanecieron cerrados mientras se encontraba dispuesto en una posición lo bastante cómoda, su cuerpo le hacía sentir el cansancio por lo que había sido la actividad y toda la... "emoción", si se podía llamar así, de esa visita. Comenzó a dormitar mientras sentía su cuerpo reponerse poco a poco, el liviano peso y la temperatura del rubio resultaban agradables y su respiración emulaba un arrullo. Al cabo de poco pudo escucharse algo similar a un ronquido, sin ser lo suficiente fuerte para resultar molesto, más parecía una respiración profunda y grave, como lo era la voz de Craig al relajarse. Así comenzó a quedarse dormido con el particular olor de Tweek bajo su nariz, el que en ese preciso instante resultaba especialmente confortable.
…
Finalmente se había callado, disfrutando del silencio de su sala, con su respiración y la propia, y más fuerte incluso el latido de su corazón, constante y calmado. En verdad sentía como si le estuvieran arrullando. Cerró los ojos con una pequeña sonrisa. Sus espasmos se habían detenido, efectivamente. Quizá por el calor que el otro despedía, o su aroma... olía a humo, su ropa olía a humo, tierra... ropa guardada y a comida de cobaya... ¿Había algo más? Sí, pero no lograba diferenciarlo, poco le importaba, aquella mezcla de aromas le parecía reconfortante. Craig era reconfortante para él. Se movió una última vez, apenas para colocar su cabeza exactamente donde latía el corazón del pelinegro, acabando por dormirse.
…
Así fue como pasó esa noche, larga, y sin embargo, terriblemente corta, pues cuando abrió los ojos a la mañana siguiente, sintió como si sólo los hubiera cerrado por unos segundos. Realmente no era "temprano", ya pasaban de las 10. Abrió los ojos perezosamente y apenas se le hubo aclarado la vista, pudo ver aquel bulto de cabellos rubios recostado sobre él, en la exacta posición en que se habían dormido, un tanto más cerca quizá... Era inútil siquiera pensar en poder levantarse sin despertarlo, el otro tenía el sueño extremadamente ligero, él mismo se lo había dicho. Aunque esto no resultaba mayor tragedia para él, tampoco se había propuesto tomarse la verdadera molestia de intentarlo.
Más no se levantó enseguida, aún tenía demasiada pereza en el cuerpo, permaneció mirándole con la vista un tanto perdida, todavía no estaba en la plenitud de sus sentidos (en realidad, pocas veces lo estaba). El ver el desordenado cabello de Tweek formando remolinos sobre su pecho, le recordó las veces en que Stripe se quedaba dormido encima suyo. Y cuando lo hacía, Craig deslizaba la mano por ese desastre que era su pelo y lo acariciaba... Así fue como entre una cosa y otra, se vio rozando los cabellos del menor, apenas con la punta de los dedos, parecía hipnotizado, y aún con ese ligero y casi imperceptible roce, pudo sentir la suavidad y fina consistencia del cabello de Tweek. Resultaba algo sorprendente que luego de maltratarlo tanto aún conservara aquella sedosidad natural.
…
No era de los que madrugaban, pero tampoco de pasarse de horas durmiendo. Sin embargo estaba tan cómodo, como jamás se había sentido antes y eso le había arrastrado a mantenerse dormido un buen rato más. Apenas y se movía a ratos sobre el otro, moviendo un poco la cabeza o abrazándose un tanto a él. Incluso se podían oír murmullos de su boca, que parecían querer parecerse a las quejas y gemidos que el rubio decía despierto con gran fuerza, sonidos como los que hacía un hámster cuando era molestado mientras dormía.
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Se apresuró apartar la mano de su cabello tan pronto hubo escuchado sonido. Aunque algo extrañado al principio por el tono peculiar de aquellos murmullos, terminó sonriendo ligera pero genuinamente al percatarse de que, en efecto, sonaban como los de un pequeño roedor.
-...Hey, Tweek.
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-Ngh... –Se removió un poco, queriendo ignorar aquel llamado, aunque incapaz de hacerlo, despertando con pereza, abriendo los ojos despacio sin darse cuenta de donde estaba, solo sintiéndose cómodo –... –Notó entonces que no era su habitación... ni su almohada, ni su cama. –¡..! –Levantó la cabeza de golpe, volteándose para ver a Craig –Ah... C-craig...
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Permaneció mirándolo fijamente sin decir palabra, aunque por su forma de verlo se diría que parecía querer decirle algo con los ojos.
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-Ah... –Le miró nervioso, tragando saliva, viendo entonces como estaban y comenzando a temblar un poco. –Ah...
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-Hey... –murmuró de idéntica forma sin despegar la vista de él en ningún momento, su mirada era algo intensa, y aquel suspenso comenzaba a generar un cierto ambiente algo "incomodo".
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-Ahm... –Parecía ser lo único que podía decir, hasta suspirar lentamente, tenía que romper aquel silencio de algún modo –B-buenos días... – brillante.
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-Buenos –murmuró con voz ronca y profunda. –Oye, Tweek.
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-¿Sí...?
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-Me estás babeando encima.
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-¿EH? –Miró el pecho del pelinegro, aguantando la respiración, y levantó rápidamente su mano, intentando quitar la mancha de su ropa –P-perdón...
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-Déjalo –hizo resonar su garganta en un lento quejido de pereza sin abrir la boca mientras extendía el cuello hacia atrás, –te perdono... con una condición.
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-¿Uh? ¿Q-qué cosa? –Detuvo los movimientos que estaba haciendo para ver fijo al otro.
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-No vuelvas a dejar tu celular en silencio –dijo frotándose los ojos.
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Se tranquilizó con eso.
–V-vale, n-no lo vuelvo a dejar... o a-al menos les avisare p-primero...
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-Eso, y tráeme algo de comer. Sí, bueno, dos condiciones, con la segunda me conformo.
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-¿A-algo en pa-particular? –Preguntó mientras miraba donde estaba el pelinegro, arrodillándose para ver cómo pasar por encima suyo sin aplastarlo ni molestarlo.
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- Con que se pueda comer... –y volvió a acomodarse en el sofá, ahora de lado –Aunque una pizza sería increíble.
…
-¿Uh, q-qué? ¿P-pizza para desayunar?
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-No hay mala hora para la pizza.
…
-Nhg, l-lo siento… n-no creo que ten-
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-¿Sin pizza? Eso sí es imperdonable –dijo interrumpiéndolo en un tono fingidamente dramático sin levantarse de su lugar. –Oh está bien, está bien, creo que podría sobrevivir con huevos y tocino.
…
-¡Ah! E-Eso creo q-que sí tenemos- Intentó pasarle por encima, alzando un pie por sobre el otro hasta tocar el piso, saltando al pelinegro con tanto cuidado como pudo, dando un pequeño tropezón pero sin tirar nada, encaminándose a la cocina.
Imágenes (retirar los parentesis)
Imágenes del capítulo II, segunda parte
* kaerii18.(deviantart).com/art/03-Sleep-281433946
Imágenes del capítulo anterior (Cap I)
* kaerii18.(deviantart).com/art/01-Boring-258381421
* kaerii18.(deviantart).com/art/02-Watching-TV-265064824
Adaptación a Comic en curso
* kaerii18.(deviantart).com/art/Doble-espresso-to-go-Page-1-280593933