Epilogo
Soy una mujer enamorada
Renunciar a mi pasión es como desgarrar con mis uñas una parte viva de mi corazón. –Gabriele d´Anunzio
Y ahí estaba, no había vuelta atrás, caminó al lado de mi padre, sujeta de su brazo y puedo verlo feliz, no como estaba en mi boda con Kuno, sino realmente feliz, aún no puedo creer que este día llego… Ranma me espera, no creo poder tener otro sentimiento que sea felicidad en este momento.
Algunos dirán que todo fue muy fácil para Ranma pero claro que no lo fue, mi hermosa sobrina tira emocionada flores enfrente de mi, ya tiene 4 años y Ryo el pequeño de Ryoga y Ukyo tiene unos meses menos que Yuu el hijo de Tofu y Kasumi, que mira inquieto desde la banca apretando sus manos emocionado, tan solo tiene un año y medio.
—Se la pusiste difícil por casi un año —aquella broma hace que recuerde todo lo que Ranma tuvo que pasar para que lo intentáramos de nuevo. —Estas temblando.
—Es la emoción papá —le digo al hombre que más me ha hecho feliz y que me va a entregar a Ranma, quien me mira impaciente al lado de Kio que escogió como padrino.
Flashback
Me levanté de inmediato cuando me restablecí y supe que no era nada bueno lo que había pasado entre Ranma y yo, ni siquiera sabía como me había dejado llevar por aquellas emociones, no podía ser la misma de antes, no podía entregarme de nuevo a aquella pasión que me había destruido hace solo tres años.
—Akane, por favor, tenemos que hablar —me dijo Ranma preocupado mientras observaba como me cubría con las sabanas, ni siquiera quería mirarlo a la cara, no sabía que decirle ni que hacer… Volver a estar con él me había devuelto la vida, pero también estaba muy confundida.
—Akane…
—Ranma lo que dije hace rato…
—Sé que es verdad, Akane —cortó de inmediato, mientras se levantaba de la cama también, parecía que ni siquiera le importaba su desnudes, me cubrí apresuradamente con las sabanas y bajé corriendo las escaleras, mi ropa estaba tirada por toda la casa y Ranma venía detrás de mí con unos pantalones sueltos.
—Akane…
—¡Ranma esto no puede volver a pasar! —le dije girándome mientras nos mirábamos, ni siquiera sabía bien que decirle, tampoco quería que se diera cuenta de lo mucho que lo había extraño y de la falta que me había hecho, aunque en realidad era casi inútil por lo que había pasado… Dios, no tenía como explicarme a mi misma.
—Akane ya sé que me equivoqué al irme, fui un imbécil por dejarte, no tienes una idea como me puse cuando me entere de tu relación con Taiga.
—Ranma, Mao siempre me dijo que lo que mal empieza termina mal…
—¿Vamos a seguir con esto del orgullo? —preguntó y me hizo mirarlo detenidamente, no sabía bien que decirle, estaba confundida y necesitaba tiempo para pensar las cosas, todo había sucedido tan rápido que seguía con la mente completamente nublada.
Él se intentó acercar a mi, pero en ese momento salté como un gato asustado, sabía que no podía rendirme a sus pies, estaba verdaderamente enojada por la forma tan drástica en que Ranma había actuado, era verdad que hacer el papel de las rusas y todas las consecuencias que tuvo habían sido graves, pero largarse 3 años para que en un revolcón lo perdonara era todo menos tenerme amor propio.
—Por favor, Akane…
Empecé a vestirme de inmediato, mientras notaba con Ranma no se inmutaba por su desnudez, era una desgraciado, sabía que era casi perfecto y de esa forma intentaba intimidarme —Fue algo que necesitábamos hacer —mi garganta estaba más seca que cualquier desierto en el mundo, él me miraba de forma atenta, escuchando lo que tenía para decirle y la verdad no era nada, no quería desatar mi furia por su abandono porque me vería despechada y tampoco podía arrojarme a sus brazos por lo fácil que podría resultar a la vista de él y de todos. —Para dejar las cosas claras —aclaré mientras notaba como sus pobladas cejas negras se pegaban ligeramente por el gesto que hacía al fruncir su ceño.
—¿Dejar las cosas claras? —preguntó de forma extraña —¿Qué quieres decir con eso?
¡Bien Akane! Ahora tenía que mostrarme segura y fría para que no se diera cuenta que en realidad me estaba muriendo por regresar aquellos 3 años que habíamos desperdiciado inútilmente, pero una tormenta de ideas me vino a la mente. Su aparición por Nerima era tan inesperada que a la mejor arrastraba una cola larga, alguna relación que tuviera en los Ángeles… ¡Un hijo! Aquello era desastroso.
—De un círculo que necesitábamos romper.
Estaba lista para irme y él estaba ahí parado, sin decir nada mientras me miraba de una forma que no podía descifrar a decir verdad, era impresionante como la gente cambia en tan solo 3 años, antes podía imaginarme lo que estaba pensando y ahora parecía más enigmático que antes.
—Que tengas buena tarde, Ranma —le dije y antes de poder salir de la habitación me tomó inesperadamente del brazo deteniendo mi camino, su agarre parecía quemar mi piel.
—Nosotros no necesitamos cerrar ningún circulo —su voz parecía de ultratumba y su mirada era más fría que el mismo hielo.
—¿Qué pensaste? —apreté los ojos al decir eso, la verdad es que estaba siendo demasiado egocéntrico al pensar que correría a sus brazos después de cómo me había dejado, una razón de gran peso para resistirme, mi orgullo propio me lo pedía —Que al verte iba a olvidar todo lo que paso en esos 3 años, me mataste Ranma y eso lo sabes de sobra.
Aunque no quisiera verme despechada sabía que aquel hecho él lo sabía bastante bien, me había dejado devastada en mi habitación aquel día que me dejo, la culpa apareció en la mirada y lo pude ver frustrado.
—Mi amor, perdón fui un idiota ya te lo dije —había desesperación en su voz e intentó acariciarme el rostro pero lo impedí al instante.
—No me llames mi amor y mucho menos te atrevas a tocarme —la verdad no lo había dicho enfadada sino más bien con una seriedad y determinación que él respetó al instante era una estupidez decirle aquello después de lo que paso fue lo único que se me ocurrió, me soltó y no dije nada más, salí de la habitación apresuradamente y pude ver como Golgo y Katean se emocionaban al verme de nuevo, me olieron con desesperación y escuché como chillaban, ¿sería posible que sintieran que aquello era otro adiós? Sentí un nudo terrible en la garganta, los recuerdos del día que me despedí de ellos regresaron con violencia a mi mente y cerré los ojos por un momento soportando las lágrimas.
—Por favor tienen que entenderme —dije casi con un susurró mientras escuchaba los ligeros chillidos y notaba las miradas tristes, les acaricié la cabeza y las orejas a ambos, notaba como su hija nos miraba curiosos a lo lejos al final ella se acercó moviendo el rabo para que la tocara. —Saben cuanto los quiero, pero no puedo regresar…
—Te llevo —dijo Ranma con seriedad y me giré viendo que estaba vestido con ropa deportiva, seguía lloviendo, pero sabía que era una buena excusa para seguir hablando de esto que no tenía sentido, así que sacudí mi cabeza con una negativa.
—Necesito correr para despejar mi mente.
—¿Estás loca? Con esta lluvia lo único que vas a conseguir es enfermarte.
Estaba muy serio, la verdad no sabía si era porque le dolía que lo hubiera rechazado por el supuesto cariño que decía tenerme o por su maldito orgullo, aquello hacía que me ardiera el estomago.
—Si en tres años no te importo lo que pasara conmigo no creo que te importe si pesco un resfriado o no —sentencié con un tono mucho más amargo, tantas telarañas en mi cabeza afectaban mi sentido racional.
—Cuídate entonces —dijo serio y salí de inmediato sin mirar a nadie más, solo escuché el chillido de Katean y sentí que me temblaban las piernas al escuchar las patas de Golgo detrás de mi y la voz de Ranma que lo reprendía por seguirme, se quería ir conmigo y aquello me partía el corazón en mil pedazos, salí sin saber si había dejado abierta la puerta y empecé a correr de forma desesperada, sintiendo como las pesadas gotas de lluvia me pegaban en la cara, sabía que lloraba y agradecí porque no se pudiera notar por la lluvia.
Cuando llegue al Dojo Mao había estado a punto de matarme por como había llegado, una completa sopa, me preparó un baño caliente y ahí estaba yo, en la tina pensando en todo lo que había pasado, había vuelto a ser de Ranma, la verdad llevaba mucho tiempo sin tener relaciones con alguien, el último había sido Issue y fue muy ocasional, tan solo un par de veces con Taro ni eso me había interesado.
Cuando salí fui hasta mi habitación y me cambie de ropa, me tiré en la cama y me sentí muy sola, mi padre había salido de viaje, seguramente con el padre de Ranma, no me contaba nada de él así que no estaba verdaderamente segura, Kasumi vivía en su casa propia al igual que Nabiki… ¡Era una completa desgracia mi vida! En el ámbito de relaciones románticas, no me había vuelto emo ni nada por el estilo, en todo lo demás mi vida estaba más que perfecta!
—¿Akane? —era Mao, seguramente había llamado a la puerta pero al pensar en todo lo que había pasado esa tarde no había escuchado, me levanté mientras la miraba con suma atención —Ryoga y Ukyo están abajo, necesitan hablar contigo.
No me lo esperaba la verdad, mi relación con ellos había cambiado un poco, casi no los veía porque ambos me traían el recuerdo de Ranma, aunque Ukyo ya se portaba un poco mejor conmigo sabía que no le terminaba de caer tan bien, seguramente su rencor había disminuido al ser testigo de cómo Ranma me dejaba… ¡Maldición! Aquello me quemaba la sangre, mejor lo empezaba a ignorar.
Sin decir nada bajé apresuradamente y pude ver que tenían una gran sonrisa, sostenían un sobre y sentí una contracción en el estomago la ver aquel anillo de compromiso en el delgado dedo de Ukyo, era algo obvio, ya teníamos 27 años casi, un momento correcto para definir la vida de uno… ¡Y yo no tenía nada! Sonreí, no les iba a dar a entender que ya sospechaba lo que me venían a decir.
—¡Qué bien te ves Akane! —apuntó Ukyo al ver mi cabello largo, la verdad era que no sabía si aquel comentario era completamente sincero peso le devolví la sonrisa.
—Creo que me lo cortare pronto, me da mucho trabajo.
Ryoga sonrió sin decir nada y sabía que con eso me estaba diciendo que realmente se veía mejor corto, Ukyo era extremadamente celosa y sabía que quería ahorrarse los problemas, extendió su mano mientras me entregaba el sobre que sospechaba saber de que se trataba y al abrirlo supe que tenía razón, una hermosa invitación de color hueso se asomo con sus iniciales.
—¡Felicidades! —exclamé emocionada mientras les daba a los dos un fuerte abrazo, la verdad me daba mucho gusto, aunque Ukyo no fuera mi persona favorita tampoco estaba del todo mal y sabía que hacía feliz a Ryoga.
—Tienes que acompañarnos ese día —apuntó Ryoga y lo miré con una media sonrisa.
—Es obvio que no me lo perderé por nada del mundo.
—Decidimos que serás la madrina —apuntó él con una hermosa sonrisa y asentí emocionada era clara que la decisión de ese puesto para mi había sido exclusivamente de Ryoga.
—Ranma será el padrino —interrumpió Ukyo atenta a mi reacción y no cambió, seguí como si nada, la verdad la noticia no era sorpresa y seamos realistas, acababa de tener sexo con él, no era como mi mundo colapsara.
—¡Será un gran placer ser la madrina de ustedes! —dije tranquila y ellos sonrieron, los invité a tomar algo y estuvieron hablando de la boda, la verdad sería muy pronto, tan solo a siete meses para que fuera, tenía que buscar el vestido apropiado para ser la madrina, Ukyo lo quería de color zanahoria… Que terrible, ya sabía que una novia siempre quería lucir por encima de sus madrinas… ¡Pero anaranjado para una boda en la noche no era más que ridículo porque todavía si fuera naranja cobalto o algo parecido sería hermoso, pero lo que ella quería era una anaranjado casi segador! Y peor aún cuando supe que no debía comprarlo sino más bien tomarme las mediadas para que me lo hicieran, acepté sin chistar y seguía escuchando sobre los preparativos de la boda, como tres horas pasaron cuando dijeron que tenían que retirarse para seguir repartiendo las invitaciones y sentí un alivió cuando estuve sola con Mao de nuevo.
—Así que madrina —se burló y la amé al verla así, me gustaba cuando me tomaba el pelo, me encogí de hombros y le dije que iría a acostarme, que estaba cansada por el tiempo que había corrido, en realidad era porque tenía la cabeza hecha un lío y cuando llegué a mi habitación escuché como sonaba mi celular, seguramente se trataría de Ranma y sentí otra contracción al ver el nombre de Taiga en la llamada.
—¡Maldición porque tienen que revivir los putos fantasmas hoy! —grité cubriendo mi rostro completamente con mis manos, eran unos machos obstinados, tenía mucho tiempo de no hablar con él, más de un año y ahora cuando Ranma había regresado y había tenido sexo con él me entraba una llamada del hombre que se había disgustado y desilusionado de mi… ¡Que no me jodan! Fue lo único que pensé y apagué mi celular para tener un poco de calma y paz.
Fin de Flashback
—Cuídala mucho, Ranma —no quiero que papá empiece a hablar de aquella forma, porque hace que mi corazón se encoja y quiera llorar… El maquillaje, tengo que pensar en el maquillaje para aguantar las lágrimas emocionadas que quieren salir de mi rostro.
Ya estoy enfrente de aquel hombre que me roba el aliento desde que llego a mi vida, mira a mi pare completamente agradecido, asiente y aquello hace que mi corazón tiemble de emoción.
—Por eso no se preocupe, señor Tendo.
Mi padre ríe, me encanta verlo así, se gira hacía mi y sé que algo fuerte va a suceder dentro mío porque nunca lo he visto así de conmovido.
—Estás tan hermosa hija, te deseo que seas muy feliz, tu madre está aquí con nosotros este día tan especial.
No me interesan las etiquetas y protocolos que tiene que llevar una novia y sé que a Ranma tampoco le interesa, me arrojó a los brazos de mi padre agradecida por todo lo que ha hecho conmigo, esta boda es tan diferente a la que tuve con Kuno, es simplemente un sueño, y me da gusto despedirme de mi padre.
Flashback
Definitivamente esto solo lo hacía por Ryoga, habían pasado cinco meses y estaba en la tienda de vestidos que Ukyo me había dicho para tomarme las medidas del vestido, habían unas revistas preciosas y el vestido de Ukyo era simplemente espectacular y el de nosotras las madrinas… ¡Terrible! Parecía una bolsa de regalo con el gran lazo que tenía en la cadera… ¡Eso era un crimen y ella lo sabía bien! No toleraba a ninguna de las mujeres que estaban presentes y cuando me metieron al vestido con la modista que empezó a pasarme aquella cinta por todo el cuerpo pude escuchar como Ryoga llegaba con unos cuentos amigos para molestar a Ukyo con querer ver el vestido sin entrar en realidad, además de que no lo dejarían jamás.
—¡Largo de aquí Ryoga! —gritó una de las amigas odiosas de Ukyo mientras soltaba un risa al escuchar como otros hombres atreves de las preciosas cortinas blancas que nos separaban gritaban molestando
—¡Es de mala suerte ver el vestido de la novia antes de la boda! —dijo Ukyo apresurándose a poner una bata blanca grande encima de ella para que no se viera su vestido, por si alguno de ellos se atrevía a pasar.
—¡Es que Ranma tiene una pregunta! —gritó Ryoga y escuché con atención, mientras aquella modista empezaba a ponerme alfileres en un listón que había puesto alrededor de mi cadera para ver la forma que debía llevar el lazo, el asunto de Ranma y yo era complejo, desde la vez que estuvimos juntos no dejaba de buscarme, me llamaba constantemente, los mensajes de texto siempre llegaban y el dojo parecía más que todo una floristería por la cantidad de flores que me mandaba, mi papá estaba entusiasmado con la idea al igual que todos los demás y hasta Mao no estaba tan recelosa como hace tres años lo cual era verdaderamente extraño.
Pude ver como las amigas de Ukyo se emocionaban y no sentí otra cosa que celos, pero supe controlarme porque pude ver como la mirada curiosa de Ukyo se posaba en mi.
—¡¿Qué quieres, Ranma?! —preguntó Ukyo con una risa y él paso haciendo que notara como las miradas se clavaban en él y como algunas de ellas se mordían el labio, aquello era simplemente desagradable y pude ver que venía acompañado de una mujer bastante exótica para mi.
Era de alta estatura, con un cuerpo hermoso y una mirada celeste que hacía un contraste impresionante con su cabello tan rubio como el sol, era simplemente preciosa, pude ver como una de las amigas de Ukyo le guiñaba un ojo a Ranma y le daba una ligera sonrisa, eso era realmente irreal, pensé enfadada.
—Mi amiga Jessica, de los Ángeles vino de visita y quiero preguntarte si puede ir a la boda.
Ukyo elevó los ojos y asintió mientras lo empujaba fuera de ahí —¡Ya sé que quieres ver el vestido pero no será posible, sabes que puedes invitar a quien quieras! —dijo con una risa mientras los empujaba fuera de ahí, Ukyo se quitó la bata y yo quise que la modista terminara de una buena vez para largarme de aquel lugar, todas aquellas mujeres lanzaban comentarios distintos sobre Ranma, y aquello me enfermaba, especialmente por ver con la belleza con la que pensaba ir a la boda… Lo bueno era que me amaba el desgraciado.
—Listo —dijo la modista con un gesto amargó y me bajé de aquella plataforma circular de inmediato escuchando ciertos comentarios de aquella ponzoñosas que se referían a mi como la ex novia de Ranma, me miraban de tantas formas que no me intereso estar ni un momento ahí.
—¡Gracias por venir, Akane! —apuntó Ukyo emocionada y salí de inmediato, ellos seguían ahí y pude ver que Ranma y aquella tal Jessica estaban más alejados hablando de algo mientras se miraban de forma picara y reían… ¡Imbécil!
—Akane —me saludó Ryoga efusivo aprovechando que Ukyo no estaba ahí para poner malas caras y le respondí el gesto de la misma forma mientras notaba que Ranma me miraba de reojo. —¿Te gusto el vestido?
Quería decirle la verdad, pero Ukyo estaba de tan buen humor que no quería que Ryoga le dijera que pensaba en realidad que parecía una bolsa de regalo o peor aún una de basura, asentí mientras sonreía —¡Tengo que irme ya porque tengo que trabajar, pero no estaremos viendo pronto! —le dije mintiendo y le devolví el abrazo mientras me marchaba de inmediato, pude sentir como los ojos de Ranma se clavaban en mi espalda pero ahí estaba con la gringa ridículamente hermosa, que se quedara con ella la verdad y salí disparada, fue hasta mi auto y empecé a manejar de inmediato, busqué desesperada mi celular.
No sabía que hacer, Ranma había insistido desde que nos volvimos a ver y me decía tantas cosas que me gustaría creer, mi casa parecía una floristería de los arreglos bellísimos que me mandaba cada tres días, al principio habían sido diarios pero gracias al cielo había recapacitado y disminuido la cantidad… Todo era difícil y ahora aparecía con una gringa que parecía una diosa griega eso no era más que el peor golpe bajo que podrían darle a una mujer, marqué apresuradamente aquel número que pensé no volver a marcar y escuché la voz grave de Taiga.
—¿Akane? —preguntó muy sorprendido y supe que fue por la última vez que no respondí a su llamada, aunque no parecía esquivo como habíamos terminado cuando le dije que no sería capaz de aceptar su propuesta de matrimonio.
—Taiga, ¿cómo has estado? —no sabía que decir, siempre había sido torpe para las relaciones y la verdad lidiar con dos ex novios no era algo a lo que estaba acostumbrada realmente.
—Te llame hace un tiempo.
Había resentimiento en su voz y levanté los ojos al cielo cansada, por lo menos en eso no había cambiado, era demasiado fijado, pero un hombre muy bueno al fin, la verdad si la sombra de Ranma no hubiera estado siempre sobre mi probablemente hubiera aceptado su propuesta de matrimonio.
—Me pareció extraño, estabas tan molesto cuando te dije que no podía ser tu esposa y llamaste al mismo tiempo que Ranma apareció se me antojo que era un arrebato de machos obstinados.
Por un momento él se quedó callado y supe que había dado justo en el blanco, cuando yo tenía razón él simplemente no me discutía el punto, sonreí mientas sacudía la cabeza y supe lo que tenía que hacer.
—No sé si tengas algún compromiso ahora, pero Ryoga y Ukyo van a casarse y no tengo pareja para ir a la boda, no sé si te interese ir.
Había sido extremadamente directa, pero tampoco quería jugar con él, aquello no sería posible para mi ni justo para él, quería darle celos a Ranma y sabía que podía hacerlo con Taiga, pero tampoco iba a hacer algo tan bajo como aprovecharme de él.
—No tengo compromiso, bueno empecé a salir con una buena colega pero no es nada formal a decir verdad, ¿esto lo haces por Ranma?
Era obvio que Taiga me conocía a la perfección, pero tampoco quería que se enojara, porque aunque no habíamos terminado tan mal al punto de odiarnos sabía lo susceptible que era a ese tema y no era para extrañarse, él sabía perfectamente la relación y la intensidad de mi relación con Ranma en el pasado.
—No es por eso, solo que sabes que mi único amigo en Ryoga y bueno como es el novio no tengo con quien ir —escuché una ligera risa, era claro que le causaba gracia saber que seguía siendo la misma así que aceptó sin decir nada más, le di los datos y nos pusimos de acuerdo para vernos y salir a tomar un café para ponernos al día.
Taiga paso por mi para ir a la boda de Ryoga y Ukyo, la verdad es que siempre había sido bastante apuesto, y ya nos habíamos visto antes varias veces, sospechaba que aunque había sido muy clara con mis sentimientos hacía él tenía la cierta esperanza de regresar conmigo o algo parecido.
El lugar de la boda era muy bonito, y la verdad tanto Ryoga como Ukyo se veían muy bien, habían personas que conocía y otras que no, la verdad no había sido tan mala idea decirle a Taiga que me acompañara, pude ver a Ranma que llegaba del brazo de aquella mujer, no me había vuelto a mandar flores, ni mensajes y mucho menos me había llamado, probablemente estaba tan ocupado con aquella mujer que ya no tenía tiempo libre para malgastar.
La ceremonia empezó y tuve que hablar con Ranma acerca de algunos temas que nos involucraban a los dos por los puestos que teníamos, podía ver como su mirada intentaba intimidarme pero no se lo permitía de alguna forma y pude ver la molestia que se poso en su mirada al ver que Taiga me acompañaba.
—¿Estás saliendo con él? —su voz era bastante seria y lo estaba mirando a él, ya no tenía su hermosa mirada puesta en mi, no sabía porque de pronto me sentía abatida al ver como le afectaba aquello, ni siquiera se habían saluda como lo hubiesen hecho antes, habían sido muy buenos amigos.
—Ranma lo dije a Taiga que viniera…
—¡Ranma! —era aquella tal Jessica que se pegaba al fuerte brazo de Ranma y aquello hizo que me hirviera la sangre, agradecía que Ranma le había mirado para que no viera aquella expresión en mi rostro, pero aquella mujer me miró con sus exóticos ojos bastante interesada, ni siquiera entendía porque sonrió ampliamente.
—Ahora te atiendo Jess, tengo que terminar con un asunto —dijo en perfecto ingles, aunque Ranma pensaba que no lo sabía hablar por la forma en que me había comportado cuando me hice pasar por la maldita rusa que había destruido mi relación con él, lo hablaba tan bien como él.
—Si claro cariño —dijo ella y ahí comprendí que definitivamente tenían una relación amorosa, uno no llamaba a un amigo cariño enfrente de la ex novia o algo parecido y cuando la mirada de Ranma regresó a mi me mantuve firme para que pensara que seguía en aquella posición digna.
—Como no conoce a nadie esta un poco nerviosa, ella y yo nos conocimos cuando llegue a los Ángeles —¿porqué tenía que contarme su maldita historia de amor con aquella mujer tan hermosa como una diosa griega? —Vivimos juntos casi los dos años…
¡Aquello era simplemente el peor de los colmos, ¿Ranma se había vuelto loco ó porque demonios me contaba aquello? Tenía que defenderme, como era orgullosa en realidad nada me costaba —Vine con Taiga porque decidí que voy a ser su esposa.
No podría explicar la forma tan brutal en la que se abrieron los ojos de Ranma al escucharme decir eso, ni siquiera entendía como había sido capaz de decir esa barbaridad, ¿mis celos eran capaces de inventar una mentira como esa? Mi relación con Taiga había terminado por ese tema, porque no estaba segura de dar aquel paso tan importante con una persona como él, en fin… No podía ser capaz de inventar algo así solo porque estuviera celosa de la felicidad de Ranma… ¿En que clase de persona me había convertido?
—¿Con Taiga? —preguntó con la garganta completamente seca y fruncí el ceño, ¿acaso sabría de la mujer que estaba saliendo con él? Había sido una idiota por decir aquello.
—¿Porqué esa cara?
—No puedes casarte con él Akane —me dijo completamente enfadado y aquello me hizo cruzar los brazos sobre mi pecho, cada día lo entendía menos, me decía palabras bonitas, que me quería y que quería arreglar esto y en la boda de Ryoga y Ukyo salía con la tal Jessica… Es que no tienen ningún descaro los malditos hombres.
—¿Porqué no?
—Después de lo que paso entre nosotros hace unos meses…
—Te explique bien que fue lo que paso, teníamos que cerrar un circulo —repuse enfadada y sentí como el ambiente se volvía tenso y pesado, estábamos subiendo el tono de nuestra voz y me di cuenta cuando Ryoga aparecido para decirnos que estábamos retrasados con nuestra actuación como padrinos, la ceremonia estaba a punto de empezar y fui detrás de Ryoga hasta que él me detuvo con un agarre de muñeca.
—Nosotros no tenemos que cerrar ningún circulo, Akane tenemos que hablar…
—Déjame en paz y cumple tu papel como padrino —le dije soltándome de su agarre y me alejé lo más posible de él, le hice un ademán a Taiga para que tomara su lugar y me obedeció sintiendo como los ojos de Ranma se clavaban en mi como puñales dispuestos a destazarme.
A decir verdad la ceremonia fue de los más incomoda, la tensión entre Ranma y yo era demasiada, pero nos esforzamos por ocultarla, cumplimos con el papel de padrinos y pude ver tanto Taiga como Ranma me miraban de diversas formas.
Taiga parecía estar invadido por una melancolía que era casi entendible, sabía perfectamente que aquel pobre hombre se había imaginado casado conmigo y podía sentir los iris llenos de ira y confusión de Ranma que no lograban entender mi mentira desesperada.
Sentí una ligera emoción al ver como Ukyo y Ryoga se besaban, la verdad pensé que no sentiría tal cosa y no por Ryoga, sino más bien porque Ukyo no terminaba de hacerme gracia, aunque en aquellos meses se había controlado a decir verdad y Ryoga se veía tan feliz que no podía hacer más que desearle lo mejor.
Cuando llegó el banquete las cosas entre Ranma y yo estaban mejor, o por lo menos así lo creía porque él estaba lo suficientemente enfrascado en una conversación con Jessica que me hacía hervir la sangre, se llegaban a tomar algunas veces de las manos y reían con muchas ganas… ¿Porqué había reaccionado de aquella forma cuando le dije lo de Taiga y ahora parecía no importarle en realidad? Ranma era él único que me había hecho tanto daño en mi vida.
—Akane —era la voz de Taiga que me sacaba de mis pensamientos de repente, lo miré pestañando desconcertada y noté que no tenía idea de cuanto tiempo había pasado en aquel trance —¿Estás bien?
—Si claro, ¿por qué lo dices? —pronuncié con una ligera sonrisa y pude ver que me miraba de una forma extraña, extendió su mano y me tocó el corto cabello mientras intentaba acomodarlo como cuando éramos novios, y me sentí como el peor ser humano, él la estaba pasando igual que yo con Ranma.
—Has estado ausente toda la boda, ¿La estás pasando mal?
—Háblame de esa colega tuya —dije con algo de entusiasmo cambiando el tono de mi voz y él pareció realmente sorprendido por lo que le estaba pidiendo —Anda, quiero saber —lo animé y él ladeó su cabeza desconcertado.
—Nunca pensé tratar un tema así contigo.
En cierta parte era razón, aunque le tenía un gran cariño a Taiga sabía que estaba resentido por el asunto de la ruptura de nuestra relación, se había molestado bastante cuando le dije que no estaba lista de ser su esposa y él me había dicho que jamás había tenido ganas de casarse hasta nuestra relación y a decir verdad lo había intentando, solo que hacer crecer algo a la sombra de Ranma no era nada fácil .
—No es nadie en realidad, apenas nos estamos conociendo y bueno no he tenido mucha suerte después de nuestra relación.
—También es abogada supongo.
—Jueza —me corrigió y me hizo reír, jamás pensé que le gustara salir con juezas, siempre se había visto tan esquivo en su gremio que me resultaba cómico —Es una buena mujer, tiene un pequeño niño, su esposo murió hace 4 años.
Aquella mujer tenía que quererlo y yo le estaba robando su atención y su tiempo, además Taiga podía hacerse ideas raras con respecto a nosotros, lo conocía perfectamente y siempre se adelantaba a los hechos, buscó en su celular y me enseñó una foto de ella con su niño, se veía tan buena que sentí una calidez en el corazón y pude notar que tenía una enorme cicatriz en su cuello y Taiga lo notó.
—Tuvieron un accidente de transito, fue ahí cuando quedo viuda —el hijo de aquella jueza se veía tan pequeño que no parecía superar los 6 años, era claro que no tenía un recuerdo claro de quien era su padre y pase a otra foto en donde él se veía demasiado emocionado de estar con Taiga, se podía ver que habían estado jugando cuando tomaron la fotografía.
A él le encantaban los niños, me lo había dicho muchas veces y sabía que aquella mujer no podía ser una mala persona y que ambos se merecían, tenía que aclararme con él y sabía que lo agradecería.
—Creo que es una familia muy hermosa la que pueden formar juntos.
Él sonrió agradecido por ese comentario, sabía los perjuicios que seguramente su madre clavaba en él, pues era una mujer de lo más desagradable, —Algunas veces tengo miedo de… De vivir de nuevo una mala experiencia.
Aquello me dio un poco de tristeza sabía bien porque lo decía y noté como miraba hacía Ranma y a Jessica que parecían susurrarse algo al oído mientras una expresión traviesa se dibujaba en el rostro de la gringa.
—Vas a tener la mejor de las suertes, solo no juegues con ellos —le advertí con una linda sonrisa mientras le devolvía el celular —se ve que es una buena mujer.
Torció su gesto de una forma extraña y pude ver la duda en su mirada, lo miré preocupada y él se encogió de hombros —Discutimos hoy porque ya había quedado con ella para una cena con sus padres, pero quería acompañarte y ver si podía seguir adelante.
Lo pude ver sonreír aliviado y supe lo que estaba pasando, se había dado cuenta que no quería estar conmigo, que la extrañaba y que le había afectado aquella pelea que había tenido con la jueza —Deja de perder el tiempo y corre a alcanzarla en aquella cena con sus padres.
—No sé… Estaba muy enfadada y eso que ni siquiera sabía que se trataba de ti, una ex novia, le dije que eras una simple amiga.
—Porque eso soy —le dije mientras besaba su mejilla —Ahora vete que se hace tarde y no dudo que ese niño muera por verte, llévale las flores más bonitas y el chocolate más grande para él.
—No quiero dejarte sola con todo este asunto de Ranma, te conozco y sé que la estás pasando demasiado mal…
—Tranquilo que saldré en 15 minutos, no tengo nada más que hacer aquí, ya vi lo que tenía que ver.
—Lo siento mucho, Akane —me dijo sinceró y sacudí la cabeza, me dio un ligero beso en la mejilla y le guiñé el ojo cuando se levantó.
—Suerte guapo —él sonrió galante y salió de inmediato, Ukyo y Ryoga bailaban emocionados y supe que ya estarían tomados, ya no había rastro de Ranma ni de aquella gringa, seguramente estarían enrollándose por ahí, había una canción muy movida y me incitaba a mover mis caderas a su ritmo, pero ya no tenía nada que hacer ahí y ya habían pasado más de 15 minutos, intenté llegar hasta Ryoga para despedirme pero sería inútil habían demasiadas personas en la pista de baile y de pronto sentí como me arrancaban del suelo y me pegaban contra un cuerpo que era más firme y duro que una roca.
—¿Se perdió? —era Ranma, tenía aquella sonrisa cínica que me había cautivado desde siempre, y aquello hizo que mi estomago sufriera una terrible contracción.
—Se te perdió tu Jess más bien —le dije sin poder evitarlo y él cerró los ojos moviéndose con gracia por el ritmo de la canción y de pronto me pareció ver a aquella mujer enrollada con… ¡Otra mujer! Una japonesa y se besaban apasionadamente mientras danzaban al ritmo de la música.
¿Estaría tan ebria para hacer algo así? ¿A Ranma no le importaba que su novia tuviera ese tipo de comportamientos con las mujeres? ¿Se le habían pegado las ideas de aquellos países? Él sonrió al ver la confusión que había en mi rostro y pude escuchar su risa atreves de la música, lo miré con el ceño fruncido esperando que me dijera algo que acabara con la tormenta mental que estaba teniendo en esos momentos.
—Eso te pasa por tomar decisiones apresuradas.
¿De que demonios iba todo esto? Me tomó de la mano y me jaló gentilmente entre la gente, no sabía bien que hacer, podía soltarme pero por alguna extraña razón no quise, sabía que quería explicarme, y tenía que dejarme de hacer la tonta, en realidad quería y necesitaba sus explicaciones, salimos del salón y llegamos a la recepción del lugar en donde habían unas cuantas personas a las cuales no les pusimos atención en realidad.
—Él que tomo una decisión apresurada fuiste tu.
No habíamos hablado mucho de ese tema, sabía que me estaba refiriendo al asunto de las rusas, me miró detenidamente algo pensativo y me di cuenta que se veía tan atractivo como siempre, ¿estábamos siendo orgullosos? Era claro que Ranma no tenía ninguna relación con aquella mujer, o eso me gustaba pensar porque no podría soportar la idea de que fuera un retorcido, era algo que simplemente habíamos estado esquivando.
—Lo sé y lo siento —su voz era un poco seria y se semblante tenía la misma tonada, lo conocía y sabía que estaba siendo sincero.
—¿Porqué has hecho todo esto? —fruncí ligeramente el ceño mientras me cruzaba de brazos él no respondió, esperaba que me explicara mejor y tomé un poco de aire sin dejar de notar como me miraba —Comportarte como un verdadero idiota y estar con esa…
No sabía que decir, era verdad que no la conocía y no podía juzgarla, pero era impresionante como mi sangre se encendía cuando sabía que había una mujer interesada en Ranma.
—Jessica es lesbiana, Akane —repuso de inmediato dejándome callada, la verdad era que sentía todo un alivio al saber aquello, aunque me parecía increíble, aquella era una mujer divina… Sabía que cualquier hombre daría todo por tenerla, pero sentí una sensación extraña en mi estomago. —Vivimos juntos porque nos conocimos en el trabajo y ella necesitaba un lugar en cual quedarse, por una relación que no termino nada bien y yo necesitaba un compañero de habitación.
La explicación que me daba era creíble, especialmente si recordaba la pasión con que Jessica besaba aquella japonesa, la verdad me ponía feliz, pero estaba tan confundida que no sabía que hacer, había rechazado muchas veces sus llamadas, sus detalles y todas las cosas que hacía para acercarse a mi.
—Ranma…
—Dame esta noche Akane —dijo de inmediato, realmente me tomaba por sorpresa su seguridad especialmente por la estupidez que le había dicho con respecto a Taiga.
—Ranma lo de Taiga es mentira —él sonrió de una forma que me pareció tierna y supe que había sido una idiota, era obvio que ya lo sabía.
—Tu mala broma me duro toda la boda… Hasta la cena que note que estabas muy esquiva, sueles ser muy cariñosa.
—Solo contigo he sido así de cariñosa.
No sabía porque había dicho tal cosa, pero note que su mirada se encendía de una forma que hacía que las piernas me flaquearan, se acercó a mi y pude sentir su mano en mi cintura y pose las mías sobre su pecho para darnos un poco de espacio.
—Ranma, no quiero volver a sufrir.
—Yo tampoco Akane, por favor dame esta noche —insistió mientras me ofrecía su mano con galantería lo miré por unos segundos no sabía si estaba haciendo lo correcto pero pude escuchar la preciosa melodía que venía del salón y sabía que lo único que quería era bailar con el único hombre al que en realidad había amado de aquella forma tan intensa.
Lo tomé de la mano y él se inclinó a mi lo suficiente como para robarme el aliento.
—Gracias señorita Tendo.
Me tomó y me llevó de nuevo a aquella pista de baile en donde todos los invitados de aquella boda se mecían de diversas formas, dejaría fluir las cosas, sentía sus cálidas manos en mi cintura y sus movimientos algo torpes pero tiernos, después de tres canciones una risa cruzó por nosotros y sentí el delicioso peso de sus labios contra los míos y jugué de nuevo con aquella trenza que tanto extrañaba.
Fin de Flashback
Puedo ver a todas las personas que quiero, mis hermanas están atentas a mi, entusiasmadas al igual que mis bellos sobrinos y amigos, los padres de Ranma también están alegres y el corazón se me llena de emoción, Golgo y sus mujeres educados como siempre moviendo el rabo de lado a lado, Mao con visibles lágrimas en los ojos, hasta Taiga esta con aquella preciosa jueza que me mira entusiasmada acariciando el anillo de compromiso que lleva en su dedo y el pequeño lo abraza emocionado, me separó de mi padre y recibo un dulce beso en la mejilla, Ranma recibe mi mano, que le entrega mi padre y él se aleja para acercarse a los padres de Ranma, Kio me guiña un ojo y Nabiki esta a mi lado siendo mi madrina de bodas.
—Ya quiero que llegue la noche de bodas —dice provocando una sensación tremenda en mi, me encanta que sea así de travieso, no me esperaba menos de mi esposo.
—No comas ansias que ya me tendrás para toda la vida —le dije con una pequeña risa y él se acercó lo suficiente para susurrarme al oído.
La verdad era que nos habíamos arreglado relativamente pronto, después de estar tres años separados comprendimos que no teníamos ganas de estar sin el otro
La ceremonia no fue larga, todo me parecía corto en ese momento y la fiesta fue tan hermosa que en aquel momento me costaba pensar que era mía, baile con Ranma hasta sentir que mis pies se iban a deshacer, también Ryoga, mi padre, Kio y el padre de Ranma compartieron una pieza conmigo y cuando salimos de aquella fiesta me siento emocionada al saber que será mi primera noche a su lado como la señora Saotome.
Ranma cierra la puerta de la habitación, estamos ahí solos, ya sé exactamente que va a pasar porque siempre hace que gocé de aquellas noches de pasión descontrolada, y ahora soy nada más y nada menos que la señora Saotome.
—No puedo creer que estemos casados —digo emocionada y probablemente algo torpe por las copas que he ingerido y él me mira con una amplía sonrisa mientras se afloja la corbata de color zafiro que le regale para la boda.
—No puedo creer que me hayas dicho que sí.
Me ofrece una de las copas que seguramente prepararon en aquel hermoso hotel y la aceptó con una sonrisa bastante grande.
—Fue una decisión apresurada —bebo probando la acidez de aquel vino italiano y él se acerca para besarme con aquella pasión deliciosa, donde la mezcla de su saliva y el vino se hace el único afrodisiaco.
—La mejor decisión apresurada, señora Saotome.
Nuestros labios se juntan de nuevo y nos besamos con aquella pasión única que siempre habíamos sentido, arrojó la copa al igual que él, escuchando el sonido del cristal destrozado al caer a aquel elegante piso y empieza a desnudarme quitándome el vestido de novia que he usado por todas esas horas y yo le quitó el traje de novio para hacerlo tan mío como siempre. Ahora esto si que durara, y mi vida de mujer casada apenas empieza.
Toda mi inspiración y amor para ti mi amigo canino, por siempre y para siempre te amo peludo empecé esta historia contigo y aquí estoy sin ti, extrañando más que ayer...
NTA: Ahora si! Agradezco de nuevo a todas las personas que leyeron el fic y espero que les haya gustado! :) Sé que algunos no les gusto la debilidad de Akane... Pero que puedo decir es una mujer enamorada y considero que fue acorde a toda esa historia pasional e intensa que tuvieron a lo largo del fic! En fin! Muchas gracias por seguirme hasta aquí y mil agradecimientos por sus múltiples comentarios son muy gratificantes para mi como escritora! Los invito a leer la nueva historia la verdad es todo un reto! Porque es mi primer fic que no es un universo alterno se llama: Cautivo :) ojalá se pasen por la historia un gran abrazo a todos!
Y claro! Una gran dedicatoria y agradecimientos para mis fieles lectores por siempre sacar su tiempo para comentarme y por los hermosos análisis que me hacían algunos gracias gracias!
MaRce kid, Jacquesita Saotome, Jhova - Chan, Pepper´s, Kylisha, AkaneXkagomeydirectioner, AkaneKagome, Diana Tendo, Susyakane, RosemaryAlejandra, Nora, Mishiga Akuy, Launica62, The Pam, Rena7, Mininahermosa 29, Pleasure Delayer, Eleniak, Amafle, Lady CaSs 15, Own Son, Jorgi San, MayiLoza, Mechitas123, Linaakane, Allissha, Chiqui09, Elpatolocosisi, Lenna, Monikawaii&SophyHei, Lobo de sombras, IloveKia - Chan, Carnadine, Kikko, Lulupita, Landie, Alanis, Minina16, Pilar
AnaIz16
*If u can dream it u can do it. Walt Disney*