Ella le vio alejarse. En pocos segundos la oscuridad le engullo y lo único que escucho fue puro silencio. Sabía que debería sentirse escandalizada. Enfadada. Horrorizada. Y sobre todo, aliviada por haber recuperado la cordura en el último momento.
No sabía que iba a hacer al otro día, pero de algo estaba segura. Tenía que contarle lo de Itachi, y para eso, tenía que ir a su casa.
Pasase lo que pasase.
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La luz de la mañana rozaba el borde de su cama y le anunciaba que estaba corriendo contra el tiempo. No había podido casi pegar un ojo la noche anterior y el hecho de que su pasado galopara a su lado tratando de sobrepasarla no ayudaba. Nunca pensó que decirle a Sasuke que tenía un hijo fuera a ser fácil, pero tampoco que le costaría tanto como le estaba costando.
Aunque tampoco tenía preparado que el Uchiha intentase ponérsela tan difícil, ni que su cuerpo le jugase en contra cada vez que lo tenía frente a sus ojos.
Soltó un largo suspiro que pareció trancársele en la garganta cuando recordó lo que había sucedido la noche anterior. La humillación que no había sentido. Solo dios sabe porque, le pego esa mañana como un jarro de agua fría.
Gruño y se tapo la cara con la almohada. La imagen de sí misma rodeándole la cintura con las piernas le resulto especialmente dolorosa. No se había comportado así desde… desde que metió a Sasuke en un armario durante su último año del instituto.
Por aquel entonces era una inocente jovencita. Ahora no era ninguna de las dos.
Ahora, solo era una idiota.
La noche anterior había querido enrollarse con el Uchiha. Hoy tenía que contarle lo de Itachi… ¿Cómo iba a poder mirarle a los ojos después de haberle besado y acariciado de aquel modo?
-Oh Dios…-dijo entre dientes al recordar que le había confesado que hacía dos años que no mantenía relaciones con nadie ¿Cómo podía enfrentarse a él después de eso?
Ya no importaba la manera.
No tenía alternativa.
Ya había pasado demasiado tiempo ocultándole un secreto al único hombre que había amado.
Pero aunque significase que Sasuke no le dirigiera la palabra nunca más en la vida, se lo debía a Itachi. Él merecía conocer a su padre.
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-Buenos días mama- dijo Sakura mientras se servía una taza de café- ¿Qué tal Pip?
-Dibujos- respondió el pequeño.
-No, podrás ver los dibujos cuando acabes de desayunar- respondió su abuela. Después miro a su hija recriminandola con la mirada- Me han contado lo que pasó. Una amiga me ha telefoneado esta mañana y me ha dado todos los detalles.
Sakura sintió que las mejillas le ardían y el corazón le palpitaba con fuerza.
-¿Me vieron?
Sakura no pudo evitar que un torbellino de pensamientos la abordara. ¿Dónde se había escondido la vieja chusma que la había buchoneado? ¿Detrás del contenedor? Solo eran las ocho de la mañana y ese día ya iba destinado al fracaso.
-Si… Paro en el Minute Mart por una taza de café y lo vio todo- le replico su madre.
-Oh- Sakura dejo escapar un sonoro suspiro y se echo a reír-… ¡Eso!
-Si eso... ¿Que demonios pretendíais tú y tu hermana? ¿Montar un espectáculo en público?... ¡Es para echarse a llorar, deja de reír!
-Paramos en el Minute por un refresco y nos cruzamos con Ya-sabes-quien y su novia…- comento deteniéndose para mirar a Pippen, que parecía habérselas ingeniado para escapar de la cocina y estaba cantando una canción de unos ratones de colores- … dejaron el coche en el aparcamiento y una cosa llevo a la otra… empujaron a Ino y bueno… digamos que las cosas se salieron un poco de control.
-Tendrían que haber llamado a la policía- comento prácticamente horrorizada.
Probablemente eso hubiera sido lo más coherente.
-Ni siquiera pensé en ello mamá- admitió Sakura- … vi que la empujaban y perdí los estribos. No me pare a pensar, le di un golpe en el ojo y un rodillazo en la entrepierna.
Todavía le parecía increíble que hubiese podido comportarse de aquel modo.
Su madre esbozó una sonrisa y preguntó:
-¿Le hiciste daño?
Sakura negó con la cabeza y soplo el café de su tasa.
-No lo creo…
-¡Qué vergüenza!- exclamó su madre mientras ponía las manos sobre la mesa- ¿Viste a Sasuke?
Si, por supuesto que lo había visto. Su pecho desnudo y su vientre sudoroso. Sus ojos entrecerrados y sus húmedos labios besándola. Pero eso no era lo que su madre quería saber.
-Todavía no le he contado lo de Itachi- comento distraída- Voy a ir en un rato a hablar con él.
-Lo has dejado hasta último momento- recriminó con las cejas alzadas.
-Lo sé…- reconoció la Haruno con la mirada baja- Antes estaba totalmente segura de haber hecho lo correcto. Creía que no haberle dicho a Sasuke lo de Itachi y mudarme había sido lo más adecuado para todos.
-Y lo fue cariño…
-No lo sé… ahora no estoy tan segura mamá- confeso levantando la vista- Trate de venir a decírselo varias veces, pero siempre encontraba alguna excusa… ¿Cómo le dices a un hombre que tiene un hijo del que no sabe nada?-Sakura se inclino hacia adelante y apoyo los brazos sobre la mesa- Empiezo a creer que no debería haberme ido sin contárselo.
-Lo que yo creo es que ahora tienes dudas y te lo cuestionas todo.
-Tal vez…
-Sakura, eras joven y estabas asustada. En su momento fue la decisión correcta… Sasuke no estaba preparado para ser padre… Sai sí.
-Siempre te gusto Sai…
-Bueno… siempre fue el más estable de los dos. Sasuke era más… salvaje.
-Supongo que eso es verdad.
Las palabras de su madre hacían que todo pareciese de lo más lógico. Pero Sakura ya no estaba segura. Que fuese joven y estuviese asustada, justificaba que no le hubiese dicho nada en aquel momento. Pero no justificaba el silencio de quince años.
Nada lo hacia. Sabía que el Uchiha iba a recriminárselo. Y también sabía que no había excusa que valiera, porque dijera lo que dijera… Sasuke iba a tener toda la razón.
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Luego de darse una ducha, pensó en lo que había ocurrido la noche anterior.
Sasuke debía de estar furioso con ella. Con toda seguridad se habría buscado otra mujer con la que pasar la noche.
Era curioso, pero pensar que podría haber pasado la noche con otra mujer le molesto más de lo que estaba dispuesta a admitir. Al imaginárselo acariciando a otra se le hizo un nudo en el estomago, cosa que no le ocurrió la primera noche que lo vio con Gina en la cocina de su casa.
Sakura se puso unas bragas y un sujetador negros e intento analizar el cambio que habían tenido sus sentimientos en tan breve espacio de tiempo. Se enfundo en una sencilla camiseta negra y se dijo que, cuanto más tiempo estaba cerca de ese hombre, mas detalles del pasado salían a perseguirla.
Era inevitable.
Había pensado en Sasuke como un amigo hasta que se enamoro de él. Y se enamoro de él hasta el tuétano, pero, a pesar de lo que había asegurado a noche anterior, el sexo había sido una parte importante de su pasado. Estar cerca del Uchiha le despertaba sentimientos que llevaban muchos años dormidos: la vieja lujuria, la obsesión… y los celos.
Había creído ingenuamente que podía volver tranquilamente al pueblo, contarle a Sasuke lo de Itachi y evitar todo lo demás. Creía que todo estaba muerto y enterrado hacía mucho tiempo. Pero estaba equivocada. No había desaparecido en lo absoluto. No, todas esas cosas estaban ahí, esperándola en el punto exacto en que las había dejado cuando se fue de ese lugar.
"Sakura, si mañana apareces por mi casa voy a darte lo que andas buscando…- le había advertido Sasuke-.. Voy a follarte hasta que pierdas el sentido"
La noche anterior la advertencia la había intrigado, pero esa mañana la hizo recapacitar. No tenía ninguna intención de aparecer por su casa para que le hiciera perder el sentido. Necesitaba sus sentidos para decirle lo de Itachi. Acostarse con él solo iba a complicar las cosas.
Volvió a meter los pantalones cortos que iba a ponerse, en el cajón de su cómoda y fue a la habitación de su madre. Rebuscó en el armario hasta que encontró un vestido sin mangas de recia tela vaquera. Era tan ancho que no necesitaba ni botones ni cremalleras y tenía bordados dibujos de Tigger y Winnie the Pooh en el pecho y alrededor del dobladillo.
Con él Sakura parecía tan sexy como una profesora de guardería. No había modo de que confundiera ese atuendo con una vestimenta que incitara a Sasuke a hacerla perder el sentido.
Se recogió el pelo en una cola de caballo y se puso chancletas negras. Se hecho un último vistazo en el espejo y llego a la conclusión de que su aspecto no resultaba nada inspirador para un hombre,
Especialmente par un hombre como Sasuke.
Se metió la carta de Sai en uno de los bolsillos extra grandes del vestido y agarrando las llaves del coche salió de su casa.
Lucho todo el camino con el impulso de dar media vuelta. Agarraba con tanta fuerza el volante que sus dedos había perdido el color. Probablemente su madre tenía razón: había hecho lo que creyó adecuado en el momento. Todo el mundo habría hecho lo mismo.
Todo el mundo excepto Sasuke.
Aunque él seguramente iba a tener una visión diferente del asunto.
Cuando finalmente llego hasta "Clásicos Americanos Uchiha" tenía un fuerte nudo en el estomago y se sentía físicamente mal. Golpeo la puerta y espero lo que parecio una eternidad. Las manos le sudaban frio y presentía que era un error lo que estaba haciendo. Rezaba porque en esta ocasión, Sasuke estuviese solo.
No hubo respuesta. Volvió la cabeza había el Mustang del morocho y se dio cuenta de que había una luz encendida dentro del taller. Con todo el sigilo que fue capaz, se dirigió hasta allí, abrió la puerta y se coló dentro. La luz que entraba por las altas ventanas dibujaba manchas rectangulares sobre los cinco coches clásicos que estaban siendo restaurados allí.
Miró hacia la puerta que conducía al despacho y se detuvo junto a la parte trasera de un coche blanco y rojo. Sasuke estaba apoyado en el marco de la puerta, con los brazos cruzados, observándola.
-Sorpresa…- dijo Sakura con la voz temblorosa.
-No mucha, la verdad… esas chancletas tuyas hacen mucho ruido-contesto secamente.
Sakura miro hacia el suelo y después volvió a mirarlo a los ojos.
-¿Te estabas escondiendo de mi?
Él negó con la cabeza.
-A decir verdad no, no lo hacía.
Parecía muy tranquilo, pero la tensión que se había acumulado entre ellos era evidente. Él la miraba intensamente, paseo los ojos por su vestido y esbozo una sonrisa burlona.
-El taller ha cambiado mucho Sasuke…-dijo ella repentinamente rompiendo el silencio- Debes estar muy orgulloso.
Volvió a mirarle a la cara y dejo caer los brazos a ambos lados.
-No has venido aquí para decirme eso.
-No…- admitió
Lentamente, el Uchiha se aparto de la puerta y se acerco a ella. El eco de sus zapatos tenían un aire amenazador y Sakura se agarró a uno de los alerones rojos del coche para obligarse a no salir corriendo.
Sasuke sonrió de medio lado.
Ahí estaba. Esa sonrisa. Fue en ese preciso momento en que la pelirrosa supo que estaba en problemas. Se sintia como una presa acorralada por un depredador.
-Te advertí lo que sucedería si venias aquí hoy Sakura- le recordó.
No tenia que recordarlo. Ese verso le resonaba en la cabeza una y otra vez.
-He venido a hablar.
-Entonces no tendrías que haberte vestido así- insistió Sasuke.
Sakura observo el horroroso vestido de su madre y preguntó:
-¿Te refieres a esto?- comento riendo- Esta horrible.
-Por eso… está pidiendo a gritos que te lo quite y lo eche al fuego.
Sasuke estaba tan cerca de ella que Tigger y Winnie the Pooh casi le rozaban la camiseta. Maldecia por lo bajo la cantidad de razón que tenia aquel hombre.
-Tenemos que hablar ahora mismo- dijo poco convencida y mirando hacia un lado.
El Uchiha le paso la punta de los dedos por el mentón y el agarro para obligarla a mirarlo a los ojos.
-Ahora no- murmuró repasando la línea de la mandíbula con el dedo e inclinando la cabeza hasta que sus narices se tocaron-... incluso con este ridículo vestido me pones a cien…
A Sakura le dio un vuelco el corazón. Ya apenas podía respirar.
-Me he pasado la mañana deseando y temiendo que cruzases esa puerta Sakura…- continuó el morocho-…No tendrías que haber vuelto. Tendrías que haberte quedado dónde estabas, pero no lo has hecho. Ahora estas aquí y no puedo pensar en otra cosa que en tenerte… la primera noche que te vi me dije que esto no ocurriría. Pero me equivoque.
La calidez de su aliento se extendió por su cuello y le recorrió la piel de todo el cuerpo. El deseo la estaba matando y la entrepierna le ardía en llamas.
-Sasuke escucha…-
-No Sakura… esto era inevitable desde que pusiste un pie en el pueblo. Estoy cansado de oponerme….- dijo al tiempo que le colocaba la palma de la mano en su mejilla y le acariciaba la sien- …Dime que deseas esto tanto como yo.
-Si pero…
-Podemos hablar después…- insistió él.
Sakura apoyo las manos en el pecho de Sasuke, sobre su camiseta. Sus músculos se tensaron y todo en su cuerpo pareció paralizarse, excepto su corazón, que latía a mil por hora. Si hacían el amor, le resultaría aun más difícil hablarle de Itachi. Pero el deseo que sentía era demasiado potente para rehuirlo por mas tiempo.
No tenía la fuerza de voluntad para resistirse… y no estaba segura de querer resistirse.
Sasuke tenía razón… esto era inevitable.
-¿Me prometes que después hablaremos?- le rogó en última instancia.
-Dios sí…- respondió el Uchiha con ímpetu agarrándola del vestido- … Lo que tú quieras Sakura.
Durante días el cuerpo de Sakura había respondido a la presencia de Sasuke como si reviviese la pasión que él le había hecho sentir quince años atrás. Y ahí estaban ahora. Uno en frente del otro. Ella le miro a la cara y se mordió el labio.
-Anoche… cuando te fuiste ¿acabaste con otra mujer?
-Casi, pero te deseaba a ti- comento distraído mientras le quitaba el vestido y lo lanzaba sobre el Corvette. Ella no intento detenerlo y la camiseta que llevaba debajo fue a reunirse con el vestido.
Sakura estaba en bragas, sujetador y chancletas, iluminada por la luz del sol que entraba por los ventanales. Si darle tiempo a pensar, Sasuke la apretó contra su pecho y ella casi perdió el contacto con el suelo. Casi por instinto le paso los brazos alrededor del cuello y, en cuanto lo hizo, sus senos se aplastaron contra el pecho del Uchiha, quien no pudo más que inclinar la cabeza y besarla con pasión.
Incapaz de contenerse, Sakura se vio inmersa en un torbellino de lujuria y deseo.
Y le gusto.
No podía negarlo más.
Ella quería todo con aquel hombre. Y esto era parte del paquete.
El roce carnal alterado de la lengua de Sasuke le provoco una respuesta por su parte igual de desesperada. Al sentir el algodón de la camiseta blanca del Uchiha y el roce de sus Levis contra la piel desnuda, un escalofrío recorrió su espalda. Ella enredo sus dedos en el pelo mientras él la besaba sin descanso. Se apretó contra él, intentando sentirle todavía más. Le deseaba con tal intensidad que su piel parecía en carne viva.
Hacia tanto tiempo, demasiado tiempo para ir despacio. Un gemido de frustración se ahogo en su garganta al volver a apoyar los pies en el suelo. Sakura sintió la dura erección del morocho contra su vientre mientras le lamia la piel del cuello.
-Sabes bien. Quiero comerte de arriba abajo- Le susurro Sakura perdiendo finalmente la poca cordura que le quedaba.
Dios, ya estaba jugando con fuego.
No pensaba concentrarse en evitar quemarse, cuando eso era precisamente lo más divertido.
-Si…- gruño Sasuke al tiempo que le recorría con sus manos la espalda desnuda. Tiro de la goma que le sujetaba el pelo y dejo que le cayese sobre los hombros. Con la mano libre se encargo de desabrochar el sujetador, tiro de él y acabo lanzándolo sobre el maletero del coche blanco y rojo.
Siguió besándola mientras le acariciaba los pechos y el vientre con las manos. Sus pezones se apretaron sobre la palma de sus manos y Sakura aprovecho para deslizar las suyas por debajo de la camiseta de Sasuke para acariciarle el pecho y la espalda.
El Uchiha llevo las manos hacia el trasero de la Haruno, aferro sus nalgas, al tiempo que la alzaba y la colocaba en el maletero del coche. El frío de del metal del parachoques sobre el cual había apoyado los pies, la hizo abandonar por un momento la nube en la que se encontraba y se dio cuenta que se encontraba sentada bajo un rayo de sol, sin otra cosa encima que sus bragas. Con vergüenza se cubrió los pechos con los brazos.
-¿Qué coche es este?- preguntó para disimular su repentina incomodidad.
-Lo que tienes debajo es un Custom Lancer- respondió Sasuke quitándose la camiseta y lanzándola hacia donde había ido a parar el vestido- … me parece lo más apropiado para hacerte lo que tengo pensado.
Ella se mordió el labio y pregunto:
-¿Qué es lo que tienes pensado?
Él rio por lo bajo.
-Vamos a probar los niveles de suspensión- dijo mientras que le separaba las rodillas y se colocaba entre sus piernas- Baja las manos, florecita.
Sakura se puso nerviosa. Cuando tuvo a Itachi sus pechos habían crecido bastante y ya no habían vuelto a perder volumen.
-Son más grandes que antes- dijo avergonzada.
-Ya me he dado cuenta- comentó agarrándola de las muñecas- Quiero comprobar si sigues teniendo aquella marca de nacimiento en forma de chupetón.
-Si.
-Enséñamela…- no el obligo a bajar las manos, quería que ella quisiera mostrarle.
-Tengo estrías- le advirtió Sakura.
-Quiero verte entera… vamos, enséñamela.
-Me he hecho mayor Sasuke- insistió lamentándose.
-Yo también…
Sakura largo un suspiro. Se inclino hacia adelante y le beso el hombro desnudo.
-No… tú estas mejor que antes.
-Podría decirte lo mismo…- murmuró.
Sakura le beso el hueco de la garganta y él le apartó las manos de los senos, colocándolas en la cintura de su pantalón.
-Desabróchamelo- dijo Sasuke apasionadamente, mientras que introducía la mano en el bolsillo trasero del pantalón y sacaba un condón que dejo segundos después encima del maletero del Custom.
La Haruno se peleó con el botón metálico hasta que abrió. No llevaba ropa interior. Abrió poco a poco la cremallera y dejo al descubierto la línea de vello que iba desde el ombligo hasta la ingle. Levantó la mirada y el clavo en su rostro mientras introducía la mano dentro del pantalón. Presiono su pene con la palma de la mano y Sasuke la miro fijamente. Sus ojos ardían.
-Sácala- dijo con la voz ronca.
Obedeciendo, tiro del pantalón y se lo bajo hasta los muslos. Ella aferro su miembro con la mano, notando su calor mientras que lo recorría. Sakura se deslizo hasta sentarse en el parachoques y lo beso en la punta. No había planeado hacerlo, pero hacía mucho tiempo que ella no pasaba por algo así y el ansia la dominaba. Quedaba un resto de humedad en la hendidura ella lo lamió. Sabía bien y era más grande de lo que recordaba, aunque supuso que era normal considerando que eran solo unos niños la última vez que terminaron en la cama juntos.
El gruño de placer. Un placer que ardía en lo más profundo de su pecho. Le aparto el pelo de la cara y ella alzo la cara para mirarle. Respiro hondo por la nariz.
-Ah Sakura...- Susurro echando la cabeza hacia atrás a lo que ella continuaba. Había sido él, muchos años atrás, quien le había enseñado a darle placer de aquella forma. No había olvidado sus consejos.
A la Haruno le dio la impresión de que recién había empezad cuando Sasuke la obligo a retirarse.
-Basta... no quiero acabar así- dijo sentándola nuevamente sobre el maletero del coche. Hizo que se tumbase y le saco las bragas, colocándose entre sus piernas.
Él, con la mirada recorrió su rostro, su cuello y sus pechos. Se inclino hacia adelante y se acoplo entre sus muslos.
-Haces que vuelva a sentirme como un adolescente- dijo mientras que apoyaba todo su peso en sus antebrazos, cerca de los hombros de ella-… como si fuese a correrme antes de que empiece lo bueno.
Ella arqueo la espalda y dijo en un gemido:
-Entonces que empiece lo bueno.
-Sakura…
-¿Mmm?
El Uchiha beso su marca de nacimiento y roso con los labios sus pezones.
-Tus pechos son tan hermosos como siempre.
Ella se habría reído o habría hecho algún comentario, pero al abrir la boca él se abalanzo sobre ella para besarla. Se deslizo por su cuello hasta su vientre y ella cerró los ojos.
-Sakura, abre los ojos y mírame.
Así lo hizo y él le dedico una mirada intensa y enfebrecida. Agarro el condón y abrió el envoltorio.
-Quiero ver tu cara cuando este dentro de ti…- le dijo, colocándose el preservativo. Paso las manos por debajo de las nalgas de la muchacha y tiro de ella hasta colocarla en el borde del maletero- ... y quiero que me veas.
Ella lo miro fijamente.
-Te estoy viendo- le dijo mientras él colocaba las manos en sus muslos.
La penetro con un movimiento suave pero directo que le llego al cérvix. Sasuke apretó los muslos con más fuerza y ella arqueo la espalda. Sakura grito de placer y dolor, no estaba segura cual de las dos sensaciones era más aguda.
-Mierda- dijo el Uchiha entre dientes, tomando el frágil rostro de la Haruno con sus manos- ¡Lo siento!- la beso en la mejilla y en la nariz- … lo siento Sakura, lo siento. Ahora no te haré daño, te lo prometo- Se retiro y volvió a entrar con más cuidado.
La miro a los ojos sin dejar de moverse.
-¿Mejor?
-Mmm si…
-Dímelo- pidió él.
-Magnifico- murmuro mientras una sensación de ingravidez se apoderaba de ella, por lo que se agarro a los fuertes hombros de Sasuke.- No pares... hagas lo que hagas, no pares.
El rió.
-No tengo intención de hacerlo- le aseguro mientras iba inclinando la pelvis hacia arriba sin dejar de entrar y salir.
Una oleada de calor que nacía en el punto en el que ambos cuerpos se unían recorrió la piel de Sakura, que clavo las uñas en la espalda del hombre. Ese ritmo pausado la estaba poniendo a cien.
Él le beso la frente y su tibio aliento le acaricio a sien. Empezó a embestir más rápido. Con más fuerza. Llevándola hacia el clímax.
Sasuke gruño el nombre de la pelirrosa, al tiempo que Sakura contraía sus paredes y gritaba de placer. Él siguió bombeando con fuerza. El cálido aliento de él continuo acariciando su sien hasta que, finalmente la embistió con tanta fuerza que fue a parar a la parte de arriba del maletero. Gimió su nombre y el de Dios en una sola e indescifrable sentencia.
La apretó contra su pecho contra su pecho como si desease absorberla y la penetro una última vez.
Sakura vio manchitas al cerrar los parpados y empezaron a zumbarle los oídos. Iba a perder el sentido encima de un Custom Lancer. Iba a pasarle. Tal como el Uchiha le había dicho.
Y no le importaba en lo mas mínimo.
Sin embargo no se desmayo. En realidad no. Pero estaba tan mareada que temía moverse. Hacia tanto tiempo que no tenía sexo que había olvidado lo bueno que podía llegar a ser.
Sasuke permaneció dentro de su cuerpo con el pecho apretado contra sus senos y la frente recostada en el coche, junto a su oreja derecha. Podía sentir el latido de su corazón.
Sakura observo el techo de aquel lugar.
Sasuke Uchiha la había llevado a un lugar en el que jamás había estado. Le había proporcionado un orgasmo devastador que le había hecho contraer los dedos de los pies y casi le había hecho perder la conciencia. No sabía que pensar. De hecho, apenas podía pensar. Estaba completamente anonadada.
Sasuke se alzo apoyándose en los antebrazos y la miro a la cara. Una lenta sonrisa de satisfacción fue dibujándose lentamente en su rostro.
-Vaya… eres incluso mejor que a los dieciocho- dijo asombrado.
Sakura observo aquellos ojos negros tan seductores y volvió a sentirse viva. Pues había estado muerta interiormente durante tanto tiempo que ni siquiera lo había sabido hasta ese momento. Fue como ver a luz del sol después de haber estado atrapada en la oscuridad. Una emoción incontrolable la invadió e hizo lo peor que podía hacer,
Se echó a llorar.
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Buenas!
Aparecí. Lamento la demora, es lo unico que puedo decir. Estuve muy complicada y actualizar se me hizo imposible.
Espero les gustara el capitulo
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