Pues aquí estoy otra vez con una historia nueva que ofreceros.

No puedo dejar de pensar en la parejita y una noche se me ocurrió esta idea.

Las escenas transcurren unos meses después de que Severus le dijese sangre sucia a Lily.

Todo pertenece a JK Rowling... Yo solo tomo prestados sus personajes y parte de su historia...

Espero que os guste :)


Una noche fría de invierno

Las estrellas brillaban como los ojos de su amada. A él le gustaba observarlas asomado a la ventana. Es como si la tuviese cerca, como si la estuviese mirando.

Cuando el sol aún alumbraba el día, él la veía desde lo lejos, siguiendo cada uno de sus pasos desde la distancia. La noche era lo peor. No la podía tener cerca, y la falta de atención en el día por parte de ella le hacía perder la cabeza en la oscuridad de la luna.

Antes podía oír su respiración, sentir su calor junto a él, contar los latidos de su corazón… Todo eso había acabado. Desde que se enfadaron, Severus se tuvo que conformar con seguirla con la mirada.

Tenía entreabierta la ventana sobre la que estaba apoyado. El aire que entraba y le rodeaba era frío, este le hacía ondear un poco su largo y grasiento cabello. Se sentía ridículo sentado junto a la ventana de su habitación en las mazmorras a las tres y media de la noche. Pero amaba la tranquilidad que le provocaba estar así.

Una pequeña ráfaga entró en el cuarto, provocando un estremecimiento por parte de sus cuatro compañeros de habitación, por así llamarlos (Snape aún no los consideraba sus amigos, no después de tenerla a ella). El frío no los desveló, estaban demasiado sumergidos en sus sueños como para despertarse, ya que esa noche se habían acostado muy temprano.

Tras echarle una última ojeada a la habitación verde Slytherin volvió la vista a la noche. La ventana daba a la parte trasera del colegio, desde ella se podía ver la entrada al Bosque Prohibido.

Entonces la vio. Vio una silueta delicada deslizarse sobre la espesa nieve que cubría la hierba. Reconoció sus suaves gestos y su pelo rojizo entre la oscuridad. Sabía que era ella, la había observado siempre demasiadas veces como para reconocerla hasta cuando estaba bajo el efecto de la poción Multijugos. Lily parecía nerviosa y asustada. Sus pasos eran tan largos como zancadas y se podía distinguir entre la niebla el girar de su cabeza. La chica miraba repetidas veces a su espalda, temerosa de que alguien la descubriese o quizás con miedo porque alguien la estuviese siguiendo.

Severus se levantó de su sitio muy decidido, dispuesto a seguirla. Quería saber a donde iba a esas horas, y por qué o de qué huía.

Sabía que si ella lo descubría le reprocharía. Su ex amiga le había dejado bien claro que ya no quería saber nada de él, que su relación había acabado y que no le gustaría ver su larga nariz metida en asuntos suyos que no fuesen de su incumbencia. Pero cabía la posibilidad de que a Lily le pasara algo y eso sí era asunto de él, ya que si le ocurría alguna desgracia Snape jamás se lo perdonaría.

El joven mago se colocó unos pantalones viejos y una camiseta negra sobre su delgado cuerpo; decidió llevarse también su capa oscura debido al frío que hacía fuera.

—Lumos —susurró alzando su varita.

La luz que esta emanaba era la única fuente que alumbraba un poco la estancia.

Al salir de la sala principal de su casa, Severus caminó en silencio por los pasillos hasta abandonar la torre de Slytherin. Cuando ya se encontraba al pie de las grandes escaleras de la entrada, a punto de salir, una voz desvió su atención.

—Parece que a Snape también le comienza a gustar merodear de noche por el castillo. ¿Qué tramas esta vez, Quejicus?


Si quereis dejar vuestra opinión o consejo, tanto buenos como malos: ¡un review!

Este es solo el primer capítulo, y aunque se me quedó muy corto prometo que el próximo será un poquito más largo.

Ojalá que os guste y la sigais :)