La última vez que estuve dentro de una mujer fue cuando visitaba la Estatua de la Libertad
Allan Stewart Königsberg
Estados Unidos se sienta por allí en una banca. Seguro, seguro Inglaterra va al aeropuerto o a algo así. ¿Cómo es que siempre hace lo mismo? Fuck! Como es de esperarse, saca el teléfono y le marca al celular.
El británico mira el teléfono, sonríe de lado y descuelga. Quizás podía calmarse y aprovechar la situación en vez de hacer un DRAMA por una vez.
―¿A... dónde vas? ―le pregunta el menor al notar su respiración, con voz realmente desconsolada―. Please, please no te vayas... please―agrega.
―Eres un héroe patético, ¿vas a dejar que el villano se escape? ―le reta sonriendo y luego cuelga.
El estadounidense se queda mirando el teléfono. What the...?Frunce el ceño y vuelve a marcar, ahora otro número.
―Necesito un rastreo vía satélite ―pide en cuanto le contestan―. Yes... voy a hacer la llamada ahora, ¿pueden localizarlo? ―pregunta serio―. Yes...necesitaré también un par de patrullas... y un helicóptero ―agrega.
El británico apaga el teléfono, sonriente, más o menos conocedor de lo que es capaz su ex colonia.
―Estoy seguro que podrá ir por un túnel, gentleman―le dice al conductor dejándole un billete de veinte libras.
El americano le llama otra vez y el celular está apagado.
―My god, Iggy... WHY? ―pregunta en voz alta a pesar de que sabe que no puede oírle, volviendo a marcar el otro número―. Ha apagado el teléfono, va en un taxi... Yes, en un taxi... I know. No tienes que decirme que esta es la ciudad con más fucking taxis en el país... Quiero una moto. NOW... Si no le encuentro en cuatro horas please empieza la búsqueda. Aha... aha... yes, yes... ¿ahí hay una moto? Really? Whoa!
Corre una cuadra entera y da vuelta a la derecha, en efecto... hay un puesto de la policía en una esquina. Yeah! Se acerca corriendo.
―Hello!Les han pedido algo para mi ―les informa sonriente.
Inglaterra le pide al taxi detenerse en un punto dado y se baja. Esto le estaría saliendo mejor si lo hubiera planeado pero... Así es mucho más excitante. Se mete en una tienda de teléfonos y compra uno barato con la tarjeta mas barata que pueda usarse.
El joven policía mira a Estados Unidos entrecerrando los ojos.
―Es usted... ―empieza a decir.
―Yeeeeeees! I'm America!―le interrumpe sonriendo―. ¿Tienes mi moto?
―Tiene que devolverla máximo mañana, please...―le indica el chico lanzándole las llaves mientras él le sonríe.
―Thank you―agradece y sale corriendo hacia el estacionamiento.
Inglaterra enciende el teléfono que ha comprado y le manda un SMS al menor "¿Has pensado que harás cuando atrapes al ratón, gato?". Luego lo tira a la papelera encendido, mientras pide otro taxi.
El americano llega corriendo y la ve. No es, ni de cerca la moto que tiene en casa pero joder, es lo máximo que puede esperar.
Para acabarla, desgraciadamente no es como Batman o Superman, así que no tiene disfraz de jeans y chaqueta de cuero como lo soñaría... al menos, quitado la corbata y el saco en el coche y se ha puesto la chamarra de siempre.
Saca el celular y flipa al ver el mensaje. Eso... Wow! ESO es como... WOW!¿Desde cuándo Inglaterra es tan jodidamente... excitante?
"Voy a hacer que te arrepientas de haber escapado" le contesta mientras prende la moto y se pone el casco. Arrancando, memoriza el nombre y marca el número al que había marcado antes.
―Ha cambiado de teléfono, please localízalo ―pide antes de dictarle el número―. Thanks for the bike―agradece antes de colgar.
El inglés le da una dirección diferente al del taxi sonriendo cada vez más... Esto es extrañamente divertido.
Un segundo después, Estados Unidos siente el teléfono vibrar y yendo a 90mph, lo saca y mira el mensaje. No está tan lejos de ahí. Acelera un poco más y toma una vuelta a la izquierda.
El británico sigue dentro del taxi pensando en como ligar las cosas y sintiéndose cada vez mas excitado... ¿Será capaz de seguir las pistas?
Después de un par de minutos el estadounidense llega al lugar que marca en el mapa. Hay una tienda de cigarros y una de teléfonos. Se baja de la moto, se quita el casco, llama al teléfono del que le mandó el mensaje y escucha no muy lejos una musiquilla. Se gira sobre su eje.
―Damn!Iggy! ―protesta sonriendo al ubicar la música de adentro de un bote de basura. Corre hacia ahí, saca el teléfono y lo examina.
No debe estar muy lejos, deduce mirando alrededor. Entra en la tienda y pregunta rápidamente a la mujer por un hombre como el inglés. La mujer sí lo reconoce pero no sabe decirle nada más, no le ha dicho a dónde iba.
―Thanks!―se despide saliendo por la puerta y pensando a dónde podrá haber ido ahora; seguro ha ido en un taxi, pero a dónde es... ¡buff! ¡las posiblidades son infinitas!
Se sienta en la moto y espera unos segundos, marcando a su teléfono de siempre (por si lo ha vuelto a encender)... está apagado.
―Iggyyyyyy... ―lo invoca en voz alta.
Inglaterra baja del taxi, se acerca a una cabina telefónica y llama al móvil de Estados Unidos. Él brinca del susto y contesta sonriendo.
―IGGY! ¿dónde estás?
―Tschk, tschk... Estoy esperando por ti, ¿sabes? ―suelta sin pensar en lo que esta diciendo, mientras se sonroja un poco―. ¿Es que no tienes ganas?... Tic tac ―añade antes de colgar.
―Nhhhhh ―acierta a medio gemir el americano al escucharlo decir semejantes cosas por teléfono. Parpadea a punto de morir y sacude la cabeza cuando se da cuenta que es el tono de ocupado lo que está escuchando―. My... GOD!―exclama algo azorado ahí, sin creer lo que escucha.
Manda el número de la cabina por mensaje, y antes de acabar de ajustarse el casco ya tiene la esquina de dónde marcó.
―¡JESUS, IGGY! Voy a... buff... ni creas que me va a importar que estemos a media calle ―declara a pesar de que sabe que no le oye, arrancando la moto.
El inglés, aun en la cabina, se detiene un segundo pensando. Esto es un poco... Prefiere seguir sin pensar, no va ha haber muchos sitios más. Se quita la corbata, la cuelga del teléfono deseando por que no la encuentre nadie antes y luego llama a otro taxi dándole otra dirección.
El menor llega a la cabina, solo unos segundos más tarde que el taxi se haya ido.
El británico sigue dentro del taxi, planeando. Este será el último lugar, si lo alarga demasiado no funcionara tan bien.
Un niño está dentro de la cabina. Estados Unidos lo ve a lo lejos.
¿Es un niño o es Iggy? No, no, no. Es un niño. Y está... oh, god!¡Esa es la...! Se baja con la moto casi en movimiento y abre la puerta de la cabina.
―De... de... ¡esa es mía! ―sentencia con voz firme. El niño niega con la cabeza―. No, no. Hablo en serio ―advierte quitándose el casco. Es mi corbata, la olvidé aquí cuando...
―No, no es tuya. Se la quitó un señor rarísimo que llevaba falda ―le interrumpe el niño muy serio. Estados Unidos se descojona.
―Te doy... Diez por ella ―propone sonriente. El niño niega con la cabeza.
―Gano más en una hora repartiendo periódicos ―declara cínicamente, el de las gafas hace ojos en blanco.
―Si vives por aquí, tu no repartes periódicos ―declara sonriendo―. Ahora dámela.
El niño vuelve a negar.
―Dame cincuenta y es tuya ―declara.
Por su lado, el británico se baja del taxi y entra a un edificio blanco y grande de estilo neo clásico con grandes columnatas corintias y letras doradas en la fachada. Habla un momento con la mujer de la puerta pidiéndole instrucciones, ella le indica a donde ir.
―C'mon...―apremia Estados Unidos mientras vuelve a hacer los ojos en blanco y saca la cartera. Saca un billete de cincuenta dólares―. Dame la corbata y te doy los cincuenta dando y dando ―le dice extendiendo la mano y el billete.
El niño le mira dudoso.
―C'mon!¡No tengo tiempo de estar haciendo esto! ¡Dámela! ―ordena más serio.
El niño extiende la corbata y él se la ARRANCA de la mano.
―¡Hey! ¿Y mis cien dólares? ―protesta el niño cruzando los brazos.
―¿Cien? WHAT?―le mira con el ceño fruncido―. ¡Dijiste cincuenta!
―Pues quiero cien ―exige poniendo los brazos en jarras.
―Estas loco, no voy a darte cien... y si sigues intentando tomarme el pelo, voy a darte veinte nada más ―le mira guardándose la corbata en la bolsa.
―Vale. Cincuenta y tu casco ―negocia el niño.
―No voy a darte el casco, en definitiva ―sale de la cabina―. Ten cincuenta y eso sólo porque estoy de buen humor ―declara dándole el billete y poniéndose el casco―. My god!¡Pero que ratero!
El inglés entra a la sala que le han indicado en silencio. Enciende uno de los ordenadores y escribe un Mail "un gato que no caza ratones... Debe estar distraído, en que estará pensando el gato? Imaginando o recordando? No servirá de nada si no encuentra al ratón" le da a enviar sin saber si eso tiene mucho sentido, esto pasa por improvisar.
El americano siente el teléfono vibrar. Busca en mensajes y en llamadas... nada.
―What the...? ―checa el correo, y mira que es de Inglaterra. Lo abre histérico y lo lee―. Jeez... ―susurra leyéndolo otra vez e imaginándose cazando al británico y estrellándole contra la pared y metiéndole la mano por la fald... ―My goodness...
Busca la dirección IP y la manda por correo en el instante. Unos segundos después le llega otra vez la respuesta por mail. Para ese momento, él ya arrancó la moto y va en camino.
Inglaterra se va a la mujer de antes y le pide un papel y un lápiz, después de escribir un par de cosas, le devuelve el lápiz.
―No creo que tarde mucho en llegar un muchacho preguntando por mi. Es rubio, de ojos azules, como así de alto, usa gafas... Please, entréguele esto en mi nombre ―pide tendiendo el papel. La mujer sonríe asintiendo y él le sonríe de vuelta antes de salir del edificio para ir a por el ultimo taxi.
El estadounidense llega a la biblioteca unos cuantos minutos después, algo histérico porque se ha perdido. NUNCA había estado ahí antes.
Se baja corriendo, con el pelo empapado en sudor pegado a la cabeza y todo despeinado por el casco. Le sonríe a la chica del mostrador.
―Hello!Vino un señor hace rato, con unas cejotas... y una falda jodidamente sexy, ¿lo ha visto?
―Yes ―responde ella soltando una risita por el comentario de la falda―. Ha dejado esto para usted ―le tiende la nota.
―Thank you!―agradece tomando la hoja de papel y desdoblándola.
"Así es como el ratón le toma el pelo al gato... Allí donde tu quieras ir, yo te estaré esperando"
Estados Unidos se tambalea de los nervios... y la anticipación... y la excitación... y seguramente del hambre, pero eso en este momento no es importante.
―¡Está en casa! oh my gawd!―sale corriendo y arranca la moto acelerando como loco (y debería morir aplastado por un camión o algo así por como va manejando, pero por el bien de la trama, va a llegar junto con Inglaterra antes o después... vivo).
Se salta todas las leyes viales del país, que son miles, sin siquiera pensar en lo mucho que van a regañarle cuando descubran que fue él el que desorganizó media ciudad, saltó sobre un coche, e incendió otro... pero al fin gira en la última esquina de la casa, metiéndose por la banqueta en sentido contrario.
El británico se baja del taxi llegando a casa primero. Ni siquiera sabemos como, por que seguro un taxi no puede correr más que Estados Unidos en moto, pero no vamos a desvelar fallos del guión. Paga tranquilamente, se detiene en el portal y se sonroja un poco. Por la reina... Ahora es cuando tiene que dejarse cazar. Esto... Ni siquiera puede saber en que demonios estaba pensando. Seguramente no estaba pensado.
A varios metros lo ve en la puerta de la casa, la falda es inconfundible. Sonríe y vuelve a pensar que desde cuando Iggy se ha vuelto tan
KYEAHWHAAAAAA!
El inglés entra al portal. Y luego decide volver a salir. Y vuelve a entrar. Y vuelve a salir, completamente histérico, sin notar que se aproxima.
El americano sube un poco la velocidad cuando lo ve entrar. Luego lo ve salir y la baja. Lo ve entrar de nuevo y la sube. Finalmente se acaba la banqueta porque llega. Baja la velocidad por completo y se para cerca de la puerta, mirándole.
E Inglaterra se queda paralizado en la puerta al verle llegar en la moto, con todo ese aire "easy rider, born to be wild"después de haberle perseguido por toda la ciudad. Se queda sin aliento un instante mientras siente que se le acelera el corazón. Luego recupera la seguridad y, por una vez, sonríe con suficiencia.
―Le estaba esperando, Mr. Bond―suelta.
Estados Unidos se quita el casco y se mete la mano en el pelo intentando (y fallando miserablemente) peinarse y lo mira con ojos muy muy abiertos... MUY muy abiertos, mientras dice esas palabras.
El inglés trata de tragar saliva y le cuesta la vida.
―F... F... Fuck... ―balbucea el americano mirándolo, absolutamente... pero ABSOLUTAMENTE incrédulo. Es decir, esto... esto de verdad tiene que ser un sueño. Uno de esos BUENOS. Temblando un poco, apaga la moto, se baja con el casco bajo el brazo y se acerca a él―. Usted, Mr. England, ha sido un muuuy mal chico ―niega con la cabeza―. Y... Oh, Jesus!¡Ha sido absolutamente...! ―dice mientras camina hacia él.
El inglés se sonroja vacilando, por que no tiene tanto aguante, cuando el estadounidense se le acerca y le extiende el casco, esperando a que lo tome con las manos, mientras se agacha para cargarlo en modo tipo novia cruzando por el umbral.
Y él que ahora mismo esta como un flan, todavía preguntándose de donde ha sacado valor para esto... efectivamente toma el casco.
―No vamos a ir al teatro ―declara el de las gafas entrando por la puerta. El otro se decepciona un momento por que pensaba que quizás podrían ir después de... jugar un rato y luego decide que seguramente prefiere quedarse y jugar un rato más, después de todo ni siquiera se ha enterado de cuales son las obras que hacen.
―¿Ese es el castigo? tschk ―suelta retándole como si no fuera nada, pero sin atreverse a mirarle.
―Ah no, esa... esa es la ventaja. Ahora verás el castigo. Te apuesto lo que quieras a que nunca, nunca volverás a ponerte un kilt sin sonrojarte ―concluye sonriente arreglándoselas para entrar a la casa y cerrando la puerta con una patada, agradeciendo el haber desactivado a Joan y que no tenga que poner su retina y su sangre para entrar, porque probablemente en ese caso lo harían en el jardín... o en la puerta, o en la banqueta. En este preciso instante no le interesa.
Glosario de terminos
Batman: héroe creado por los estadounidenses Bob Kane y Bill Finger (aunque sólo se reconoce la autoría al primero) propiedad de DC Comics. Su primera aparición fue en la historia titulada El caso del sindicato químico de la revista Detective Comics n.º 27, lanzada por la editorial National Publications en mayo de 1939.
Súperman: superhéroe de cómics que aparece en las publicaciones de DC Comics, considerado ampliamente como un icono de los Estados creado por el escritor estadounidense Jerry Siegel y el dibujante estadounidense nacido en Canadá Joe Shuster en 1932, cuando ambos se encontraban viviendo en Cleveland, Ohio; lo vendieron a Detective Comics, Inc. en 1938 y la primera aventura del personaje fue publicada en Action Comics 1 (junio de 1938) para luego aparecer en varias seriales de radio, programas de televisión, películas, tiras periódicas, y videojuegos.
Thanks for the bike: Gracias por la moto
Damn: Maldita sea
Cincuenta dolares: vendrían siendo unos 37,5€ para este lado del oceano, más o menos lo que cuesta una comida (dos platos más postre) en un restaurante más o menos bueno.
My goodness: Otra versión de una expresión de incredulidad del tipo "Dios mío"
: ¿de veras a estas alturas hay aun alguien que trata de entender los balbuceos de Estados Unidos?
Easy rider: película estadounidense de 1969, del género road movie, dirigida por Dennis Hopper, protagonizada por Peter Fonda, Dennis Hopper y Jack Nicholson en los papeles principales. Ganadora de numerosos premios y nominada a otros tantos más.
Born to be wild canción rock compuesta por Mars Bonfire e interpretada por la banda de rock canadiense Steppenwolf. Es en ocasiones descrita como la canción originaria del estilo heavy metal, y asociada al bautismo de este estilo musical. Fue elegido como banda sonora de la película Easy Rider, en la que la canción fue acompañada en su comienzo por el ruido de motocicletas. Desde entonces, es muy popularmente asociada al estilo motero.
Y para acabar, agradecimientos finales... en estricto orden alfabético: aimyOtaku, Alice-fair, AllegraIvanova, clicker-195, Daidaidaisy, MyobiXHitachiin, Natamsha, ShoujolovesUSUK, TheFannishaUsui, por sus reviews habituales a pesar de que Agua y Aceite tengan una coordinación pésima en lo que se refiere a responderlos... siempre los leemos (y solemos considerar cualquier observación de manera obsesiva).
A cualquier otro lector esporádico silencioso, gracias por hacer lo mejor que se puede hacer por una historia: leerla.
Y por que no dedicar un Long trae mala suerte... a América y a Reino Unido.