Aclaración: Los personajes, la historia y detalles no me pertenecen ni son de mi autoría. Como ya saben los personajes pertenecen a CLAMP y esta es simplemente una adaptación que hice de una novela de Linda Howard. Todo esto es sin fines de lucro y con la única finalidad de entretenimiento. Dudas, comentarios, etc., son bien recibidos.


EPÍLOGO

Después de una semana repleta de llamadas, entrevistas, cartas, y ruegos de algunos colegas para participar en el viaje a la Ciudad de Piedra, lo que más deseaba Sakura era terminar de una buena vez con eso. Acababa de regresar de una junta con los encargados del Departamento de Antigüedades de Brasil, se encontraba recostada en la cama cuando le echó un vistazo al reloj; las nueve y media.

Recordó que Shaoran se acababa de meter a bañar y cuando pensaba ir a acompañarlo escucho que tocaban la puerta de la habitación.

Frustrada y cansada fue a abrir de mala gana.

-¿Esta es la habitación de Shaoran Li?- Sakura contuvo la necesidad de levantar una ceja al ver a la despampanante mujer que la miraba como a alguien muy inferior, aunque de hecho era de menor estatura.

-No, lo siento- Mintió.

Estaba a punto de cerrar la puerta, con mucha satisfacción, cuando escucho la voz de Shaoran detrás de ella.

-Cariño ¿No piensas acompañarme?- Volteo cuando escucho que se acercaba y agradeció mentalmente que saliera con una toalla en la cintura y no desnudo, aun así se le seco la boca al contemplar el exquisitamente bien formado cuerpo de su marido.

-¡Shao!- El escandaloso grito y el empujón que sintió cuando la desconocida paso corriendo por un lado de ella, la sacaron de sus lascivos pensamientos, y, cuando vio que se lanzaba a los brazos de su Shaoran, se quedó en shock. –Oh mi amor te extrañe tanto, hace mucho que no te pasas por el bar y pensé que algo malo te había pasado en esa odiosa excavación…- Sakura comprendió inmediatamente porque esa mujer le parecía familiar, recordaba vagamente haberla visto por el bar donde se encontraba Shaoran cuando lo conoció. Ahora tenía ganas de degollarla. Aun sin hacer o decir nada, busco la mirada de su marido.

Shaoran no sabía qué hacer, ¿Cómo era posible que Mei lo haya encontrado?

Lo aterraba la idea de lo que Sakura podría estar pensando. Aferro la toalla a su cintura con una mano mientras que con la otra trataba de quitarse a Mei de encima, se reprendió por no salir del baño vestido y culpo a Sakura por no meterse a bañar con él. Extrañamente divertido busco la mirada de su mujer y todo ápice de diversión se esfumo en menos de un segundo. Sakura estaba furiosa, más que furiosa. Había fuego en su mirada y por su postura con los brazos cruzados en el pecho, supo que era una manera de mantenerlos quietos y no lastimar a alguien.

Justo cuando bajo la mirada para arreglar el asunto con Mei, sintió unos labios sobre los suyos, y aterrado comprendió que esos segundos de distracción en que estaba mirando a Sakura le iban a salir muy caros.

-Escuche rumores de que te habías casado ¡¿Puedes creerlo? Me preocupe por un momento pero ahora que te encuentro, sólo quiero recuperar el tiempo perdido, ¿Qué tal si le dices a la camarera que…- Shaoran tardo solo un segundo en comprender las estupideces que estaba diciendo Mei, se preguntó cómo le resultaba tan agradable antes y ahora no la soportaba ni en la misma habitación.

-Es verdad Mei me case.

-Vamos mi amor, no bromees conmigo, tu y yo sabemos que no eres hombre de una sola mujer. Además, ¿No deberías estar en tu luna de miel?

-De hecho- La voz de Sakura salió clara y controlada, con lo que señalaba su irritación. -Has llegado a interrumpirla- Mei volteo a mirarla con sorpresa y la escudriño desde los pies descalzos hasta su despeinada melena. Sakura, sin soportar por más tiempo la presencia de esa zo… mujer, se acercó y la tomo por el brazo, aplicando la fuerza suficiente para separarla de Shaoran y llevarla hacia la puerta que seguía abierta. -Sí, sorpresa, yo la camarera también soy su esposa, así que te agradecería mucho que no te le volvieras a acercar, un placer- Termino con una angelical sonrisa y después le cerró la puerta en la cara llena de estupefacción.

Pasaron varios segundos antes de que Shaoran se animara a moverse, la habitación quedo sumida en el silencio y hasta se escuchaba el ruido de la regadera abierta en el baño. Shaoran perdió la esperanza de que Sakura lo acompañara en el momento en que vio a Mei en la puerta y ahora se arrepentía de no haber cerrado la llave, se arrepentía también de no haber convencido a Sakura de meterse con él desde un principio, pero se arrepentía aún mas de haber tenido algo con Mei.

Finalmente fue él quien rompió el silencio.

-Sakura, amor, yo… lamento que hayas tenido que…

-No, no hagas eso, no te disculpes, todo está bien– Interrumpió Sakura con voz temblorosa. Estaba de espaldas a él así que no la vio a los ojos cuando dijo eso, cuando se acercó y vio que tenía la cabeza gacha y sus hombros empezaban a temblar sintió unas ganas inmensas de ir a buscar a Mei y hacer que se disculpara con Sakura de rodillas.

-Mi amor, no llores por favor, no tienes porque- Shaoran se acercó más mientras hablaba, vio como el temblor en los hombros de Sakura aumentaba y también escucho algunos sollozos. Desesperado se colocó detrás de ella para abrazarla, cuando repentinamente Sakura se volteo. Estaba preparado para ver lágrimas en sus ojos y consolarla, pero no para ver como a duras penas evitaba un ataque de risa. Ella no estaba llorando, ¡Estaba riendo!

Sakura se sentía débil por el vaivén de emociones que sintió en tan pocos minutos. Cuando alzo la vista y miro a Shaoran parado frente a ella con cara de profunda confusión, no hizo más que enroscar los brazos en su cuello y pegarse a él, todavía riendo lo abrazo hasta que sintió que correspondía a su abrazo.

-Estas en serios problemas Shaoran Li- amenazo con voz risueña acariciándole la oreja con los labios, después se entretuvo con su cuello.

-¿Ah, sí?- Fue lo único que dijo Shaoran con voz entrecortada.

-Por supuesto. Nunca había estado celosa, fue todo un descubrimiento.

Sakura volvió a reír y esta vez Shaoran se le unió.

-Digamos que estamos a mano, por fin. Me torturaste con el hombre de la hamaca durante mucho tiempo.

-Esa no fui yo, fueron tú y tu pervertida mente.

-Pues a mí y a mi pervertida mente se nos están ocurriendo muchas maneras de aprovechar esta 'Luna de miel'- Shaoran comenzó a desabotonar la chaqueta de Sakura al mismo tiempo que recorría su cuello con los labios. Sakura se aferró con más fuerza a sus hombros cuando sintió que las piernas le temblaban.- La ducha sigue disponible –comento, tirando al suelo la chaqueta mientras le acariciaba las piernas por debajo de la falda.

-Vamos.

Shaoran le subió falda lo suficiente para que ella enroscara las piernas en su cintura y avanzo con ella mientras la besaba, la toalla que traía quedo tirada frente a la puerta.

-Olvídalo, hagámoslo aquí- La coloco contra la pared y con un rápido movimiento le saco la blusa por encima de la cabeza, la beso de nuevo con ansias hasta que unos toques en la puerta los interrumpieron. ¡Maldición! ¿Por qué los tenían que interrumpir siempre?

-Te juro- Dijo Sakura, con la respiración entrecortada- Que si es esa tipa de nuevo, esta vez no sale ilesa- amenazo. En otras circunstancias a Shaoran le hubieran dado ganas de reír, pero en ese momento quería decapitar al que estuviera molestando del otro lado de la puerta.

Refunfuñando se separó de Sakura y le acomodo la falda, luego se agacho y le paso la blusa. Sakura por su parte continuaba recargada en la pared tratando de normalizar su respiración y esperando a que sus piernas volvieran a funcionar, aunque claro, ver a Shaoran desnudo frente a ella no ayudaba mucho. Se puso la blusa y mientras se la alisaba con las manos vio a Shaoran enredándose la toalla alrededor de la cadera.

-Creo que será mejor que atienda yo- Comento señalando el bulto notorio que cubría la toalla. Shaoran solo le lanzo una mirada entre divertida y frustrada y se apartó para que Sakura abriera la puerta.

Esta vez, ella solo abrió la puerta unos cuantos centímetros, en caso de que fuera una visita no deseada.

-Buenas noches señora Li, disculpe que la moleste a estas horas, llego una carta para el señor en calidad de urgente y vengo a entregársela personalmente- Era el gerente del hotel, que desde que llegaron se mostró demasiado preocupado y servicial con ella y con Shaoran.

-Pues…- Abrió los ojos con sorpresa cuando sintió a Shaoran detrás de ella acariciándole las piernas y besándole la espalda por encima de la blusa- Mi esposo, está ocupado en este momento, muy, muy ocupado- se detuvo antes de atragantarse con las palabras cuando Shaoran metió una mano por debajo de la blusa y le acaricio desde el vientre hasta uno de sus pechos, mientras que con la otra se entretenía debajo de su falda- No puede atenderlo en este momento.

-Oh, ¿Y podría dejarle la carta a usted?

-Claro- Le costó mucho trabajo lograr extender la mano y que esta no temblara tanto. Creyó que había hecho un buen trabajo hasta que el gerente la miro preocupado.

-¿Se encuentra bien? Parece enferma. Señora, enfermarse en Manaos es peligroso no debe…

-Estoy bien- Interrumpió Sakura, desesperada porque el hombre se marchara y los dejara solos- Solo necesito recostarme, no se preocupe yo le entrego la carta a Shaoran.

Antes de que el hombre dijera nada más, Sakura cerró la puerta y le puso seguro. Se volteo y enfrento a su marido que la miraba con una sonrisa traviesa.

-Yo puedo ayudar a recostarte, todo sea por tu salud.

-Cállate- Le puso las manos a ambos lados de la cara y lo atrajo hacia si para besarlo con fuerza.

Shaoran gimió y respondió con la misma intensidad.

Cuando Sakura sintió la fría puerta en su espalda se dio cuenta que se encontraba en ropa interior.

-Shaoran… la carta… es… importante- Alcanzo a decir, entre besos, antes de que la dichosa carta pasara al olvido.

-Luego… mañana… ¿Ducha… o cama?

-Lo que esté más cerca.

(…)

Shaoran no podía creer lo que acababa de leer, la carta era de alguien con quien no se comunicaba desde hace más de diez años: su madre.

En resumen, le decía que todos en la familia lo extrañaban, que lo había visto en televisión en una entrevista que le hicieron a Sakura y que estaba muy entusiasmada por conocerla, que fueran de visita cuanto antes y por último que se alegraba mucho de que por fin hubiera utilizado algo del dinero que le pertenecía por ser parte de la familia.

Suspiro. Tenía ganas de ver a su familia, de saber que tantas cosas habían cambiado con los años. Si no se había comunicado con ellos antes era porque sabía que una vez estuviera con ellos, la separación sería muy difícil; pero ahora que tenía a Sakura como su ancla, ya no se preocupaba por eso.

El asunto era decírselo a Sakura.

Volteo a mirarla al otro lado de la cama, estaba bocabajo y gran parte de su espalda desnuda quedaba al descubierto, no pudo resistir la tentación y se inclinó para repartir besos por esa extensión de piel suave. Después de unos segundos Sakura despertó.

-¿Qué haces?- Le pregunto con voz ronca.

-Despertándote- Susurro Shaoran en su oído.

-Hmm, ¿Por qué no mejor duermes conmigo? ¿Qué hora es?- pregunto mientras se daba la vuelta y le sonreía.

-Como las nueve y media- Contesto besándole el cuello, no sabía porque pero era adicto al cuello de Sakura.

-¿No tenemos ningún compromiso hoy verdad?

-Ninguno- Contesto serio después de una pausa.

-¿Qué ocurre?- Cuando Shaoran le dio un beso en la mandíbula y se sentó a un lado de ella en la cama, sospecho que algo andaba rondando en la mente de su marido.

-Leí la carta- Después de un momento volteo a verla, ella estaba mirándolo, solo esperando a que continuara, eso le dio ánimos- Es de mi madre- Sakura abrió los ojos con sorpresa, comprendió de inmediato la seriedad de Shaoran- Quieren que vaya… que vayamos- se corrigió- a visitarla, quieren conocerte.

Sakura se incorporó cubriéndose con la sabana y considero lo que iba a decir durante algunos segundos. Luego se puso de rodillas y se sentó a horcajadas sobre los muslos de Shaoran.

–¿Es importante para ti? ¿Quieres ir?- Pregunto mirándolo a los ojos.

-Si- Fue su única respuesta, pero Sakura no necesito más.

-Entonces en cuanto regresemos de la expedición iremos a visitar a tu familia, ¿Qué te parece?

Shaoran la abrazo por la cintura y la beso desde los labios hasta el lóbulo de la oreja.

-Gracias- Susurro, en seguida se recostó en la cama con Sakura encima de él. –Por cierto, hoy mismo mandare que lleven nuestras cosas a mi departamento, no importa si después buscamos otro lugar pero ya no parece tan buena idea continuar en este hotel.

-Excelente, es muy caro estar viviendo aquí.

-Más importante aún, nos interrumpen a cada rato.

Un par de minutos después ambos rieron cuando una camarera toco la puerta preguntando si necesitaban servicio a la habitación.

Una semana después…

-¡Señor Li!

Shaoran se volvió y estudió con la mirada los muelles atestados, buscando a quien acababa de llamarlo.

Sakura se hallaba a bordo de la embarcación que estaban cargando para regresar a la Ciudad de Piedra, controlando el almacenamiento de sus propios enseres. Levantó la mirada, lanzó un grito repentino y saltó al muelle con los brazos tendidos. Shaoran frunció el entrecejo al verla abrazar a un hombre con tanto entusiasmo. Pero en cuanto reconoció no sólo al hombre a quien Sakura abrazaba sino al que lo seguía, su ceño cedió lugar a una amplia sonrisa.

Sakura soltó a Jorge y abrazó a Pepe, quien parecía alarmado. Shaoran ya estaba junto a ellos y les estrechó la mano.

-¿Cuándo volvieron?

-Anoche -contestó Jorge, todavía ruborizado por la recepción de Sakura-. En los muelles no se habla más que de usted y de la señora. Nos dijeron que ésta era su embarcación, así que sabíamos que hoy lo encontraríamos aquí.

-Busquemos un lugar tranquilo donde podamos conversar y tomar una cerveza -propuso Shaoran y, como por mutuo consentimiento, ninguno volvió a hablar de sus aventuras hasta que estuvieron sentados en la penumbra de un bar.

-¿Lograron volver todos? -preguntó Sakura.

Jorge asintió.

-Con excepción de Vicente. Antes de irnos los enterramos, a él y a su hermano, señora. Por el otro, Reed, ni nos preocupamos.

-¿Qué le sucedió a Reed? -preguntó Shaoran.

-Lo mató Dutra, ahí mismo, en el campamento.

-Como Dutra estaba solo cuando nos alcanzó, supuse que Reed estaba muerto o había sido herido y Dutra lo abandonó. Pero de todos modos, yo tampoco me preocupé por él.

Jorge lo miró con expresión seria.

-¿Y qué pasó con Dutra, señor?

Shaoran se encogió de hombros, con sus ojos ambarinos muy claros y fríos.

-Yo tampoco me preocupé por él.

En base a esa frase, Jorge adivinó que no volverían a ver a Dutra, una perspectiva que no pareció desagradarle.

-Estamos abasteciéndonos para volver-dijo Sakura con suavidad-. Yo pensaba tratar de traer de vuelta el cuerpo de Tôya, pero ahora creo que será mejor dejarlo donde está. -Fue allí, en la Ciudad de Piedra, donde su hermano por fin se acercó a ella, allí donde le había hecho el único gesto cariñoso de su vida. El profesor no pudo llegar a la Ciudad de Piedra, pero sus hijos sí; de alguna manera correspondía que un Kinomoto permaneciera enterrado allí y se convirtiera en parte de la leyenda que los sedujo a todos.

Shaoran tenía un brazo apoyado sobre el respaldo de la silla de Sakura, y en ese momento se lo pasó por el hombro como silencioso consuelo, una caricia automática y suave que no necesitaba palabras.

Los días de ambos habían transcurrido en una actividad frenética mientras organizaban la expedición, que parecía mucho más complicada ahora que intervenía el gobierno. Pero cada vez que Sakura se sentía frustrada o cansada, cuando la inevitable tristeza la acosaba, Shaoran instintivamente lo sabía, y su contacto le indicaba que no estaba sola.

-Yo pienso ampliar mis operaciones-dijo Shaoran-. Si les interesa, tendría trabajo permanente para ustedes en mis equipos. -Sonrió. -No todos los viajes son como este último.

-Gracias, señor -contestó Jorge, encantado-. Les diré a los demás.

Pepe habló poco y en ese momento le dijo algo a Shaoran en su idioma antes de salir en silencio del bar.

-¿Qué dijo Pepe? -preguntó Sakura.

-Bueno, Pepe ya ha trabajado varias veces conmigo. En síntesis dijo que muchas gracias, pero que prefiere quedarse en el río. Que si lo que quiero es que me ayude a encontrar lugares viejos y llenos de muertos, prefiere no participar.

Todos rieron y la conversación giró sobre la aventura que habían compartido. Después Jorge se despidió y salió. Shaoran y Sakura debían volver a la embarcación.

-Te tengo una sorpresa -dijo Shaoran al llegar al muelle.

-Ya sabes que no me gustan las sorpresas.

-¿Alguna vez te he desilusionado? Debes confiar en mí.

Ella lanzó una carcajada y Shaoran la besó.

En ese momento vivían en el departamento de Shaoran; Sakura opinaba que el hotel era muy caro y Shaoran consideraba que allí los interrumpían demasiado. Su departamento no sería ninguna maravilla pero tenía todo lo que necesitaban: una cocina, una cama y agua corriente.

-Quiero ser muy clara en esto-dijo ella-. ¿Exactamente cuál es la sorpresa?

-La hamaca. Hoy pedí que la enviaran aquí.

-Comprendo. -Su imaginación ya la estaba excitando. Una mirada a Shaoran le indicó que a él le pasaba lo mismo. -¿Pero por qué molestarnos con una hamaca cuando tenemos una cama agradable y enorme?

Shaoran la volvió a besar y esa vez no fue un beso fugaz. -Empezaremos en la hamaca -dijo.

Sakura echó atrás la cabeza y rió, feliz. Con Shaoran, todo era una aventura.

...

Siete años después…

-¿Quién es ésa, mami?-preguntó una pequeña y hermosa niña, señalando con un dedito la figura del libro que tenía su mamá en las manos. Estaba trepada sobre sus rodillas, como lo hacía a menudo, porque aunque sólo tenía cinco años le fascinaban las historias que ella le contaba acerca de lugares lejanos y gente que había vivido hacía mucho tiempo.

-Es una amazona.

-¿Se llama así? -Por la forma de la figura, la pequeña Aimé sabía que se trataba de una mujer. Cuando estaba más chiquita a veces la confundía el largo del pelo, hasta que su mamá le explico que casi todas las figuras de sus libros tenían el pelo largo, fueran varones o mujeres, y le dio una pista: los pechos. Los hombres y las mujeres tenían pechos diferentes.

-Sí, las amazonas eran unas valientes mujeres guerreras que vivieron cerca de aquí hace muchos años.

-¿Y cómo sabes que eso es cierto?- Para la pequeña Aimé su mamá siempre tenía todas las respuestas, y cuando en raras ocasiones no era así, su papá resolvía lo demás.

-Porque el abuelo lo descubrió hace varios años, y tu papi y yo hemos estado en el lugar donde vivieron. Ya te debes saber la historia de memoria cariño.

-¿Y cuándo me llevaran a conocer ese lugar?

-Cuando seas más grande- Aimé hizo un puchero y Sakura rio divertida.

En ese momento escucharon unos pasos en el porche de la entrada y la niña bajo apresurada de las piernas de su madre, para después correr hacia la puerta y recibir a su papá.

-¡Papi, papi!- En cuanto el hombre cruzo el umbral de la puerta la niña se lanzó hacia sus brazos, y, como siempre, Shaoran estaba preparado para recibirla.

-Princesa- Sin dificultad la levanto y se la acomodo por un lado mientras caminaba al encuentro con su esposa. -¿Ya están listas?- Pregunto antes de darle un beso a Sakura.

-Si papi, desde hace mucho, por eso mami me estaba hablando de las Amazonas.

-La envidio- Comento Sakura- A su edad yo las llamaba como algo parecido a albóndigas.

Shaoran rio y tomo de la mano a Sakura.

-Tiene tus genes y los míos, las posibilidades son aterradoras- Dijo riendo.

-¿Qué son los genes papi?

-Eso, te lo explicare más tarde- En ese momento Shaoran se dio cuenta que Sakura se había quedado repentinamente seria. -¿Qué pasa?- Le pregunto deteniéndose para bajar a su hija- ¿Por qué no vas a jugar un momento en lo que mami y yo platicamos?

-¿No llegaremos tarde?

-No, no te preocupes tus tíos nos esperaran- Sin ninguna preocupación la pequeña se fue a jugar y los dejo solos. -Entonces, ¿Qué ocurre?- Pregunto de nuevo.

Sakura suspiro y le tomo las manos, estaba visiblemente nerviosa.

-Tu sabes que nunca me han gustado las sorpresas- Shaoran asintió- y, bueno, yo no soy buena tampoco para prepararlas, ¿Recuerdas cómo te dije que estaba embarazada de Aimé?

-Saliste corriendo del baño, con una prueba de embarazo en la mano y me lo gritaste, luego lloraste, luego me golpeaste en el brazo, luego reíste, te disculpaste y terminamos haciendo el amor en el sofá.

-Vaya… que buena memoria- Ambos rieron y por fin Sakura se relajó- El punto es que esta vez quería que fuera algo más especial, ya sabes, una deliciosa cena con velas, música lenta, solos tu y yo; pero no puedo soportarlo hasta la noche y…

-Espera- Interrumpió Shaoran- Espera, espera, espera, ¿Esta vez? ¿Quieres de decir que…

-¡Sí!, tengo once semanas, lo sé desde el miércoles y ya no podía soportar más tiempo sin decírtelo. Todo está listo para la noche, la cena, la música, pero esto de guardar el secreto me estaba provocando una gran jaqueca. Perdóname por arruinar la sorpresa. –De pronto Sakura comenzó a llorar sin control.

-Sakura no llores mi amor- Shaoran de inmediato la abrazo y le acaricio la espalda para tranquilizarla. -¿Por qué lloras? ¿Por lo de la sorpresa?- Sakura asintió- Eso no tiene importancia cariño; ya me diste una sorpresa, créeme que no me lo esperaba, de hecho comenzaba a preocuparme por ti, te veías tan nerviosa… pero ¿A quién rayos se le ocurrió la idea esa de la cena sorpresa?- Sabia que esa no había sido idea de su esposa, ¡Sakura odiaba las sorpresas!

-Tomoyo… dijo que tu… tu siempre preparabas sorpresas para mi… y que yo debía hacer lo mismo… para ti… pero soy tan mala para esto…

-No, no, no, no Sakura, por supuesto que no, no necesito esa clase de cosas, lo que me gusta de ti es esa espontaneidad, no tienes que prepararme una sorpresa mi amor, me sorprendes todos los días, la manera en cómo me entere de que estabas embarazada la primera vez fue perfecta y está también, no me hubiera emocionado tanto si me lo hubieras dicho en la cena.

-¿Lo dices en serio?- Pregunto Sakura con la cara empapada de lágrimas.

-Sí, sabes que yo no miento. Así que deja de llorar- Shaoran le limpio las lágrimas de las mejillas con los pulgares y después deposito un beso en cada una.

-Es por eso de las hormonas, me entran ganas de llorar por cualquier tontería…- Shaoran la beso para interrumpirla.

-Te amo tanto.

Cuando comenzó a besarla de nuevo escucharon los pasos apresurados de Aimé y se separaron.

-Mami, mami, ¿Por qué lloras?- pregunto abrazando su pierna derecha.

-Estaba llorando de felicidad mi amor, a veces cuando las personas son muy felices también lloran, ¿Sabes porque estoy tan feliz?- La niña solo negó con la cabeza- Porque vas a tener un hermanito- Los ojitos de Aimé se llenaron de ilusión.

-¿De verdad? ¿Cuándo?, vamos por él ya lo quiero conocer- Dijo entusiasmada.

-No mi amor, crecerá dentro de mami y más o menos para navidad estará con nosotros- Respondió Shaoran, Sakura tenía una gran sonrisa por la manera que tenía Shaoran de explicarle el mundo a su hija.

-¿Yo también crecí dentro de mi mami?- La expresión de perplejidad en su carita hizo reír a Sakura.

-Sip, y luego saliste para que te pudiéramos conocer- Shaoran la cargo de nuevo y la sostuvo con una de sus manos, con la otra abrazo por la cintura a Sakura y juntos caminaron hasta donde estaba el automóvil.

-¿Y como me metí adentro de ella?

La sonrisa se borró del rostro de ambos padres y se voltearon a ver con alarma.

-Eso… te lo explico después- Medio tartamudeo Shaoran.

Aprovechó que ya habían llegado al carro y se entretuvo acomodándole el cinturón. Luego aun en silencio le abrió la puerta a Sakura y finalmente se sentó detrás del volante.

-¿Cómo rayos llegamos ya a ese tema? ¡Apenas tiene cinco años!- Sakura rio sin poder evitarlo y le dio un apretón a la mano de Shaoran que estaba sobre los cambios.

-Tiene tus genes y los míos, las posibilidades son aterradoras.

Fin


N/A: :D

Ahora si, notas finales! :D

De 600 palabras este epílogo paso a 4241 ^^.. jaja en lo personal me gusto.. pero no se.. opinen ustedes xD

y creo que deberia estar.. triste o melancolica.. pero no.. jaja estoy muy feliz de concluir esta adaptacion que me dejo.. muy buen sabor de boca ^^..

jaja de hecho ahora me rio cuando recuerdo que dije que en una semana tenia listo el epilogo.. ja!, dos semanas despues... apenas ando queriendo publicar.. y no fue por falta de 'inspiracion'.. el tiempo siempre es lo que me termina faltando.. la escuela como siempre y algunos asuntillos xD. pero por fin aqui lo tienen!.. recien salidito del horno[?]..

asi que.. dejenme sus lindos comentarios.. que les parecio?.. buen final?.. que tal Aimé? xD

ahora si se los contesto en cuanto los dejen ^^..

y pues sin mas que decir.. me despido!.. agradeciendo mucho a todos los que se pasaron a leer.. y aun mas a esas lindas lectoras que me dejaron un review!..

los invito a que lean la nueva historia que publicare.. totalmente mia :D, que ya debe estar por aqui.. como creo q no puedo poner links.. busquenla en mi perfil :D..

saludoos y.. nos seguiremos leyendo (espero) ^^..

bye! :*