Hola, lectoras!

Sucursal 312 fue retirado el 30/11/2013 de fanfiction para convertirse y adaptarse para ser en una historia original. En la actualidad puede encontrarse a la venta en todas las plataformas digitales bajo el título: Siento lo mismo que tú - de Mábel Montes.

Una vez más agradezco a todas las chicas que me acompañaron en el proceso de crear la historia, por darme alas para volar y por ayudarme a hacer mi deseo de escribir realidad. Siempre estaré agradecida y guardaré los ánimos y la fuerza que me dieron en mi corazón. Sucursal me ha regalado dos cosas muy importantes en mi vida: amigas increíbles y la valentía para superar mis miedos y luchar por mis sueños.

El sueño continúa para mí, si quieres acompañarme, busca la página "YO TAMBIÉN LO SIENTO" en facebook, o entrar en mi blog. Enlaces en mi perfil.

¡MIL GRACIAS!

SINOPSIS: SIENTO LO MISMO QUE TÚ

Abril es una mujer que vive para su trabajo y sus amigas, convencida de que los hombres sólo le pueden aportar problemas. Envuelto en una inusual ola de calor, un joven espiritual, descarado y liberal irrumpirá en su vida rompiendo todos sus esquemas.

Dos personas de dos mundos completamente diferentes, donde los prejuicios y las circunstancias adversas juegan en contra de lo único que tienen en común: una atracción salvaje e incontenible que los empujará a estar juntos.

Un torbellino de emociones en el que la única opción de ganar es atreverse a sentir


30/06/2010

Los personajes de esta historia pertenecen a Stephenie Meyer, el argumento es mío. Ooc. Todos humanos.

Sucursal 312 está registrada en Safe Creative Nº1205101617822

Esta historia contiene sexo explícito, no apta para menores de 18 años.

¡Hola chicas! aquí os paso el prologo de la historia en la que estoy trabajando ahora. Habrá romance, lemons, algo de drama y humor.

PROLOGO:

Trabajo en un banco, en la sucursal 312, soy la secretaria del director, entre otras muchas funciones gestiono su agenda y hago el seguimiento de nuestros clientes más influyente. Me encanta mi trabajo, sé que soy muy buena en él y mi jefe me adora, me trata con respeto. Mi despacho está al fondo de la oficina, es la antesala del despacho de mi jefe, su puerta queda justo detrás de mi silla. Frente a mi mesa hay dos elegantes y cómodas butacas de piel, al lado un sillón vintage de cuero, más caro que todo el mobiliario de mi casa.

Alguien podría decir que soy adicta al trabajo, yo creo que solo soy responsable, aunque si soy sincera conmigo misma en la actualidad es mi prioridad número uno, he trabajado mucho para llegar donde estoy y me siento obligada a demostrar día a día que estoy exactamente en el sitio que merezco.

Soy soltera, a mis treinta y dos años. Salí con bastantes hombres hasta que conocí a mi último novio… tuvimos una relación bastante seria durante más de un año, llegamos a irnos a vivir juntos pero no funcionó. Los hombres son seres egocéntricos y acomodados en el rol de su sexo, y yo no estoy para cargar con ninguno a mis espaldas, solo quieren cambiar los cuidados de mamá por los de otra mujer a la que además puedan tirarse, mira que bien, el pack completo. Pues yo no estoy por la labor.

Aun así, a pesar de mi principio de misandria y después de más de dos años sin ninguna relación, parece que no he sido capaz de renunciar del todo a ellos y he dejado entrar a uno en mi vida, se llama Jacob Black, un guapo empresario que conocí hace un par de semanas, de momento es un ser encantador, todo un caballero, aunque decir que tengo la guardia en alto es quedarme corta, jamás bajo la guardia ante un hombre, siempre tengo el control de la situación y me enorgullezco de ello.

Aunque soy consciente de que una no sabe nunca cuando le pueden romper los esquemas…