Pasarán los días, los meses, los años, pueden pasar los siglos si así lo quieren nada de eso me importa. El tiempo es incapaz de romper el lazo que nos une, el destino lo escribió así porque es así como tiene que ser, no existe una segunda opción.

Me perteneces desde el principio, así como yo te pertenezco a ti desde el momento en que nací… pero no me di cuenta hasta tiempo después, cuando estuve a punto de perderte más de una vez…

¿Qué si discutiremos?, ¿Qué si nos enojaremos de una manera realmente peligrosa?, ¡Claro que sí!, tú me conoces mejor que nadie y sabes que una persona tranquila y sumisa no soy, Pero te prometo que en cada pelea daré todo de mí para encontrarle una solución que borre tus lágrimas y te dibuje una sonrisa.

¿Hasta que la muerte nos separe?, sólo será temporal porque en otra vida volveré a encontrarte; "El hilo rojo del destino que une a dos personas a pesar del tiempo y del espacio, el hilo puede tensarse o enredarse, pero nunca romperse"….

Te amo Kagome…

-Quédate aquí entonces, conmigo…- pidió InuYasha acariciando su mejilla

-Siempre me quedaré contigo InuYasha…

-¿Me lo prometes?...

Kagome abrazó con fuerza a su compañero y lo besó con dulzura

-Te lo prometo…

…Es octubre; una tarde más en el Sengoku, con el otoño tornando de color anaranjado los árboles y arbustos, así cómo desprendiéndolos de sus hojas… una joven miko se encontraba en el cementerio de su aldea colocando unas humildes flores de temporada en una de las sencillas tumbas, dijo una última oración por lo bajo y se puso lentamente de pie teniendo cuidado, respiró profundo, sujeto con su mano izquierda el último ramo de flores que le quedaba y llevó su mano derecha hasta su levemente abultado vientre de alrededor de 4 meses, lo acarició con ternura y volvió a juntar sus manos en oración

-Confío en que su alma se encuentra descansando en absoluta paz, Ebisu-sama…

Dicho esto caminó a paso tranquilo procurando no pisar ninguna de las tumbas, hasta que llegó hasta una de las tumbas más alejadas y notablemente más laboreada que la gran mayoría de las que se encontraban ahí, protegida con un humilde mausoleo de madera y con dos jarrones de porcelana a los costados para depositar flores, veladoras o alguna otra ofrenda. El viento comenzó a soplar de manera leve haciendo que una de las flores se resbalara de sus manos y volara al compás de las ráfagas del viento, la miko suspiró dulcemente y buscó en uno de sus bolsillos algo para sujetarlas, sacando así un listón para el cabello de color blanco, sonrió con ironía y utilizando aquel listón sujetó el ramo de flores con un nudo simple pero firme y depositó el ramo en uno de los jarrones de porcelana y juntó sus manos en oración

-Confío y estoy más que segura que tú también ya te encuentras descansando en absoluta paz…Kikyo…

Sintió un leve movimiento dentro de su vientre y esto la hizo sonreír conmovida, cerró los ojos con sosiego y llevó su mano hasta su vientre para volver a acariciarlo –Tú también estás más que seguro ¿no es así?...- dijo sin borrar la sonrisa de su rostro mientras le hablaba a su pequeño, exhaló un leve suspiro y se dispuso a retirarse del cementerio antes de que se hiciera de noche; caminó tranquilamente cruzando la aldea, los hombres preparaban la leña para pasar la noche sin frío y las mujeres cortaban las verduras y las carnes para preparar la cena, tenía la fortuna de vivir en un lugar tan pacifico como aquel…

Iba caminando tan distraída que no notó al hombre alto que se encontraba parado frente a ella y chocó contra él, aunque él no se movió ni un centímetro ella estuvo a punto de caerse de espaldas cuando el hombre la sujeto por el brazo rápidamente, Kagome alzó la mirada y se encontró con Sesshoumaru mirándola de manera seria e inexpresiva, el youkai soltó su brazo y arqueó una ceja

-Sesshoumaru, no sabía que estuvieras en la aldea- comentó la miko algo confusa –De hecho no te habíamos visto desde hace meses…

-Así que estás encinta- la interrumpió Sesshoumaru sin alzar su tono de voz

Kagome abrazó su vientre y afirmó con un movimiento de cabeza –tengo 4 meses…- respondió la joven miko algo intimidada por la mirada seria de su cuñado

-Vaya que mi hermano no pierde su tiempo- bufó –El primer nieto de Inu no Taisho…- comentó el youkai alzando su vista, con un semblante que dejó a Kagome confundida, esas palabras las había dicho con ¿"orgullo"?

Kagome estaba por despedirse cuando el youkai buscó entre sus ropas y sacó una pequeña esfera gris, extendió su brazo y se la entregó a la miko

-¿Qué es esto?...- preguntó Kagome sujetando la pequeña esfera entre sus manos, detrás de Sesshoumaru llegó caminando tranquilamente el hermano menor de este sosteniendo unos cuantos leños para llevarlos a su cabaña, observó extrañado la esfera gris en las manos de su mujer

-¿Qué demonios es eso, Kagome?- preguntó el hanyou parándose a un lado de su esposa, dejando los leños en el suelo

-Acaba de entregármela Sesshoumaru- contestó Kagome, InuYasha dirigió su mirada hacia su hermano quien los observaba en su habitual semblante inexpresivo y despreocupado

-Acércala a tu vientre- indicó Sesshoumaru ante la mirada extrañada de la pareja, pero la miko obedeció y acercó la esfera a su vientre, esta comenzó a brillar tenuemente hasta que adoptó un fuerte color rojo –Hembra- afirmó sencillamente el Daiyoukai, mientras quitaba de las manos de la joven aquella misteriosa esfera volviéndola a esconder entre sus ropas

-Niña…- se repitió en su mente la mujer abrazando con fuerza y ternura su vientre

-Oye Sesshoumaru, ¿Qué rayos era esa cosa?- preguntó InuYasha no muy convencido del extraño artefacto

-Es una herencia más de nuestro padre que ha estado en la familia por generaciones, el líder de cada generación debe portarla, eso quiere decir que algún día será el deber de tu hija llevarla…- respondió el hermano mayor, se dio la media vuelta y caminó en dirección a la cabaña de la anciana Kaede

InuYasha acató con un movimiento de cabeza para después voltear a ver a su esposa, quien se encontraba sinceramente feliz de saber que su bebé era una niña

-Así que…- dijo InuYasha llamando la atención de Kagome –Será una niña ¿verdad?...-

-Al parecer sí- contestó Kagome con una sonrisa pero inmediatamente después su rostro cambió a un semblante desconcertado –No… ¿no te agrada la idea?...- preguntó confundida

InuYasha se acercó a ella y abrazó su cintura –Es una broma ¿verdad?- respondió sonriendo fugazmente –pequeña tonta, ¿cómo no va a gustarme la idea?...

Kagome volvió a sonreír feliz y abrazó con dulzura a su compañero –Pensé que tal vez te hubiera gustado un varón- contestó la futura madre

InuYasha sonrió fugazmente –Ya vendrá después- dirigió su mirada hacia los leños en el suelo, los rejuntó bajo su brazo izquierdo y volvió a mirar a su mujer –Vamos, antes de que se haga de noche- le indicó tomando la mano femenina con su mano libre, Kagome asintió con un movimiento de cabeza y estrecho su mano comenzando a caminar junto con él.

Siempre he pensado que nuestro encuentro no fue una casualidad. Quizás hubo momentos en los que yo me preguntaba con que propósito la vida decidió ponerme en tu camino, mismos momentos en los que mi corazón se sentía profundamente lastimado al no ser correspondido; Pero todo eso me hizo entender que yo no puedo estar lejos de ti, que lo único que yo quiero es que tú seas feliz. Me gustas tal y como eres, no podría pedirte que dejaras de ser quien eres; No eres perfecto, pero fueron esas imperfecciones las que hicieron que me enamorara de ti. Yo tampoco soy perfecta y, para serte sincera, no me gustaría serlo; pienso que si fuera perfecta me la pensaría dos veces antes de amarte con la fuerza con la que te amo.

Siempre estaré a tu lado, Te amo InuYasha.

La noche de luna nueva pasaba tranquila en la cálida cabaña que se escondía en medio del bosque

-¿Ya no has tenido nauseas?, ¿Kagome?- preguntó el joven de cabello negro sacando a su mujer de sus pensamientos, ella se encontraba limpiando una espinosa planta por encargo de Kaede

-No, no te preocupes- sonrió de manera sincera –La anciana Kaede me dijo que pasados los 4 meses esas molestias irán desapareciendo poco a poco

InuYasha acató con la cabeza y dirigió su mirada hacia el fuego que ardía en el centro de la estancia, pasó unos momentos en silencio y exhaló un profundo suspiro; Kagome soltó la cuchilla que estaba utilizando para limpiar la planta y miró confundida a su marido

-¿Sucede algo?...

El muchacho miró fugazmente a su esposa y redirigió su vista hacia el fuego

-Es luna nueva Kagome

-No estés intranquilo, ya verás la noche pasará rápido- le persuadió con una sonrisa pero InuYasha la miró no muy convencido

-No es por eso, es sólo que… recordaba cuando era pequeño… mis noches de humano eran las únicas en las que otros niños me dejaban acercarme

Kagome lo miró conmovida comprendiendo la inquietud de su compañero

-te preocupa que nuestra hija viva lo mismo ¿no es así?

-Sé que podrá convivir con los hijos de Miroku y Sango, también con los demás de la aldea; pero fuera de aquí, en otros sitios, las personas no son tan comprensivas….

-Estaremos ahí para cuidarla- sonrió acercando su mano a la mejilla del pelinegro

El muchacho por fin sonrió tranquilamente y tomó por la cintura a su esposa acercándolo a él

-Yo estuve solo, no voy a dejar que lo mismo le pase a ella, ni a ti…. Viviré para defenderlas a las dos…

Yo sólo quiero que seas muy feliz….

….Tú me haces feliz


Omg xD me tardé pero aquí está por fin ^^ un muy pequeño epílogo con el cual doy por concluida esta historia. Quiero agradecer por todos y cada uno de sus comentarios, créanme que los aprecio mucho y espero seguir contando con su apoyo en mis próximas historias.

Para quienes siguen mi blog, ya estaban enterados que este epílogo no sería muy largo y tampoco muy "emocionante", pero les prometí que estaría cargado de mucho sentimiento, así que espero y haya sido de su agrado.

Ahora que regresé a la escuela, no creo poder actualizar muy seguido pero haré lo que pueda, para ser sincera mis mejores ratos de inspiración son durante las clases xD

Una cosa más; no me había dado cuenta que en el blog sólo podían comentar las personas que contaban con una cuenta, pero ya arregle eso así que todos sus comentarios en mi blog, tengan cuenta o no, son bien recibidos (el link pueden encontrarlo en mi perfil).

Nos vemos :)