Prologo
El tenía que ser un Slytherin, lo sabía.
Su apellido era Malfoy, una de las más importantes familias sangre pura del mundo mágico, lo que significa que el estaba destinado a estar en la casa de Salazar Slytherin, no había otra opción considerable. Su mismo Padrino, Severus Snape el Jefe de la casa de las Serpientes, siempre que venía de visita le aseguraba que tenia madera para ser un Slytherin hecho y derecho. Así que para él, Draco Malfoy, la ceremonia del sombrero seleccionador no era algo más que una afirmación de lo que ya estaba dado por hecho: el seria un Slytherin.
—Draco Malfoy— la Jefa de la patética casa de los Leones, la Profesora McGonagall, le indico que ya era su turno.
Draco Malfoy subió las escaleras con la frente en alto y sonriendo orgullosamente, debía de demostrarles a los demás quien mandaba. En la mesa de los Profesores, Severus Snape, sonrió satisfecho hacia su ahijado, quien demostraba perfectamente desde el principio ser un Malfoy por excelencia.
En cuanto el sombrero toco su cabeza, Draco, esperaba un rápido nombramiento, pero contrario a lo que imagino, estuvo sentado ahí más de 5 minutos y escuchando la irritante voz de aquel trapo mágico, que ni siquiera se tomaba el tiempo de escuchara, tan solo miraba ansioso hacia la mesa de Slytherin pensado donde sentarse y con quienes le convenía tratar.
—Sin duda, eso tiene que ser. Tu mejor opción es…
Pudo escuchar las últimas palabras del sombrero en su cabeza, antes de que este gritara cual sería su casa, la cual el sabia que sin duda seria Slyth…
— ¡Gryffindor!
Estático, Pasmado, Sorprendido… Congelado, sin dudad, entre otras muchas más, era como se encontraba en esos momentos Draco Malfoy; Incapaz de moverse, aunque el sombrero ya había sido retirado de su cabeza, simplemente en esos momento el podía ver su mundo viniéndose abajo frente a sus ojos. Gryffindor…de todas las jodidas casas tenía que ser esa, pensaba, ¿Pero que decía? Si esto tenía que ser un gran…pero un GRAN error, se repetía así mismo.
—Por favor, ¿Podría apurarse y dirigirse a su mesa? Todavía faltan varios de sus compañeros para ser seleccionados—le apresuro su NUEVA Jefa de casa.
Draco alzo la mirada hacia la profesora y vio que sostenía el sombrero seleccionador, se sintió tremendamente tentado y desesperado a arrebatárselo de las manos para volver a ponérselo en la cabeza y esperar a que el maldito pedazo de tela corrigiera su enorme error. Pero, antes de que pudiera hacer cualquier cosa, ya la Profesora lo había levantado y encaminado a su... ¡¿Mesa?
Sin duda le parecía una terrible pesadilla, cuando se hablaría de un sangre pura como los Malfoy en una casa llena de sangres sucias. Por último, como si eso fuera arreglar algo, miro hacia la mesa de los Profesores, para encontré con un Snape incluso más sorprendió que el. Resignado y con su orgullo por los suelos, Draco Malfoy, se sentó en la mesa de Gryffindor junto a una extraña niña de una enorme melena castaña, temiendo el momento en el que sus padres recibieran su lechuza:
"Padre, Madre…. Soy un Gryffindor"
¿Que les parecio? ¿No estoy tan loca?
No se si ya alguien publico una historia similar, pero a mi me gusto la idea y quise subirlo. Se que no soy buena escritora, pero los pido que me comprendan y no teman corregir me, asi iré mejorando con el paso del tiempo.
Me gustaría saber su opinión y si debo continuarlo, por que ya casi termino el primer capitulo y me encantaría subirlo lo antes posible.
& gracias por tomarse el tiempo de leer esto. (: