Disclaimer: Edward, Bella y los otros pertenecen a S. Meyer, la historia es mia y las canciones de Rob!


AVISO:

ESTE POST NO ESTA BETEADO AUN,

asi que no se espanten por lo que encuentren mal, Ginegine no tiene nada que ver con ello y el capi sera reemplazado cuando lo este.

La razón de que lo suba es porque (ademas de que soy una colgada) no podia dejar pasar por alto que hoy es 16 de noviembre, y por ende es el cumpleaños de la persona gracias a la cual (o a causa de la que) estoy en FF atosigandolas con mis historias:

Mi Edward original, como he decidido llamarlo en este lugar. Mi Sol de medianoche personal, cuyo breve, intenso y atemporal paso por mi cielo hizo que descubriera todas las dimensiones que puede tener el amor, del dolor, la intensidad y la insignificancia del tiempo y la distancia cuando dos almas se pertenecen mas alla de todo.

Nunca hubiera tenido la necesidad desesperada de escribir una historia, ni una coleccion poemas desgarradores llenos de amor y nostalgia, ni cuentos llenos de esperanza si el no se hubiera cruzado en mi camino con su alma extravagante, intangible e intransferible y su intensidad.

Ni siquiera se si me hubiera enamorado tanto de Edward Cullen si no fuera porque en realidad en muchas mas cosas de las que quisiera me lo recuerda. (ademas de sus ojazos verdes)

Asi que hoy es el día perfecto para terminar esta historia.

Epilogo 2

Edward

13 de septiembre, 12 años después…

Las rejas negras se abrieron con la parsimonia de las cosas automáticas dejando paso a una avalancha de niños preadolescentes que bajaron atropelladamente las escalinatas del enorme edificio arrastrando consigo sus mochillas de rueditas y creando un gracioso paisaje de cabelleras multicolores, sacos azules, camisas blancas, corbatas rayadas, faldas escocesas y un traqueteo infernal y ensordecedor mientras el grupo de padres ansiosos y choferes de estricto uniforme se apresuraban hacia sus retoños.

-retoños…¿enserio Cullen? Tu chico ya tiene 13 años…

Sacudí mis pensamientos sobre el asunto, Ryan había crecido demasiado rápido para mi gusto o yo no era del todo conciente de en qué momento en que el tiempo habia pasado y se había convertido en ese espigado adolescente que casi me rozaba el hombro, a pesar de su contextura delgada aun para su edad y altura.

Me mantuve en mi lugar, firmemente recostado en el Volvo gris del año que llevaba apenas unos meses conduciendo con mis gafas puestas, las manos en los bolsillos y los labios apretados, concentrándome en mis relucientes zapatos negros y una invisible pelusa en mi pantalón de vestir, tratando de ignorar el impulso de lanzarme junto con todos esos padres en busca de mi retoño para rescatarlo después de observarlo por algunos eternos segundos lidiar con la marea de compañeros que se dirigía a la vereda.

Ryan se paró un instante en medio de la vereda con el saco azul del uniforme enrollado en su brazo y soltó la manija de su bolso para llevar la mano sobre la frente protegiéndose del sol del mediodía. Miró con calma hacia el estacionamiento en busca del auto familiar y sonrió. Su amplia sonrisa me iluminó completamente antes de que apenas un segundo después se apagara transformándose en un gesto de preocupación.

se aproximó rápidamente hacia mí, con su poblado y oscuro entrecejo fruncido y me incliné para tomar su bolso y de paso besar besar su mejilla antes de que se apartara con su clásico bufido de -¿Qué crees que haces papa?.

Hacía tiempo que evitaba manifestaciones de afecto en público.

-¿Qué haces aquí? ¿Por qué no vino mama? ¿Dónde esta Brianna? ¿Tu no tienes que estar en el hospital? –

Sus ansiosos ojos me recorrieron percatándose de que hoy no llevaba mi habitual uniforme de ambo y chaquetilla blanca del hospital y me miró con desconcierto.

-hey, tranquilo campeón, ya…-lo tranquilice tomando su hombro. -estoy aquí porque tu mamá tiene que dar una conferencia hoy ¿lo olvidaste?-

Sofoqué una pequeña risa mientras desordenaba con mis dedos un poco más el cabello indomable y casi castaño de mi muchacho y pasaba un dedo por su entrecejo fruncido alisándolo. Sus ojos verdes aun chispeaban, resaltando con la luz del sol esas diminutas betas marrones que los salpicaban, sus mejillas seguían sonrosabas

Igual que las de su madre.

Si Ryan había heredado algo de mí eran esos instintos sobre protectores hacia las mujeres de la familia. No podía culparlo, yo mismo aun después de tanto tiempo aun seguía teniendo algún tipo alerta con respecto a Bella y la seguridad de los míos, todos los míos. Eso siempre fue una prioridad desde que volvimos a vivir Nueva York, era una ciudad demasiado grande y peligrosa, lo sabia muy bien, y desde que nuestra pequeña nació ellos ya nunca estaban completamente solos… mucho menos Bella, a pesar de que ya no había amenazas para ella, ni siquiera en nuestra imaginación, y de que ambos habíamos superado con creces las horribles sombras del pasado.

Pero nunca se sabe, solía pensar que nunca es suficiente si se trataba de no perderla… y en definitiva, nunca me confiaba del todo.

-Brianna ya debe estar con tu tía Bree, ella la recogería del kinder hoy, se reunirán con nosotros mas tarde, después de que almuercen.

-¿Vendrá el tío Jacob también?

Las mejillas de Ryan se volvieron casi moradas luego de preguntar y otra vez mordí el interior de mi boca para no reír…

Ryan… y Nessie, o más bien, Ryan y su fijación con Nessie desde que se habían conocido siendo apenas unos bebes.

-¡Mantén a tu hija alejada del mío o tendremos problemas Jacob!

- hey, son solo niños… ¿de que tienes miedo?

-ella es mayor…

-solo un año… ¡y por el amor de Dios Edward si apenas tienen siete y seis años! ¿Qué crees que pase? ¿Qué piensas que Nessie le hará? Además es tu hijo el que no puede despegarse de la mía por más de dos minutos…

La mirada de advertencia de Bella hizo que lanzara un bufido frustrado y me alejara derrotado de ellos, aguantándome las ganas de borrar la enorme sonrisa de satisfacción de Jake. Si, el disfrutaba con esto. Demasiado

-no lo se, solo…mantenla en su sitio ¿quieres?…aun son demasiado pequeños para…

-ya…lo que sea Edward…

Jacob y Vanessa habían venido a pasar un verano en casa coincidiendo su llegada con el nacimiento de Brianna, nuestra hija menor. Ryan y la pequeña Nessie ya se habían visto antes, un par de veces, un par de semanas, en las dos navidades en que accedimos viajar a Sydney para pasarlo con la familia de Bella. Un modo eficaz de evitar que todo el clan Dwyer se instalara en nuestra nueva casa en en las afueras, entre Long Beach y los Hampthon, cerca de la playa y no tan ostentosamente lujosa como para espantar a Bella.

La casa igual tenía habitaciones suficientes para alojar a todos ellos, y no que no los quisiéramos cerca pero, ¿Quién soporta a Rene, Bree, Vanessa, Diego, Jacob, Nessie y un muy pasivo y condescendiente Phil, todos instalados en su casa por tres semanas sin desquiciarse?

Ir a Sydney lo hacia todo menos problemático, sobre todo porque la casa de Rene estaba vacía ahora que Bree se había casado con Diego y ellos ya tenían su propio nido de amor. Jacob y su familia seguían viviendo como siempre a escasos cinco minutos en auto, lo cual lo reducía todo a algo tan simple como algo de tiempo a solas con mi mujer y mi hijo…tiempo de calidad, si ustedes me entienden.

-si, Jacob y Nessie llegaron esta mañana mientras estabas en clases, respondí mientras salía del atestado estacionamiento de la escuela.

Ryan se mantuvo silencioso todo el camino mientras conducía hacia el centro de la ciudad evadiendo el tráfico para llegar a tiempo al enorme salón de conferencias de la NYU, donde seguramente Bella ya estaba instalada, supervisando los últimos detalles de todo a pesar de contar con un buen sequito de asistentes. Pero así era siempre con ella en estos eventos, sobre todo cuando se trataba de la primera de sus conferencias abiertas a la comunidad, la que inauguraba el ciclo anual en la ciudad que la fundación eligiera para ello.

Esta vez era diferente porque era la primera vez que lo hacíamos en Nueva york, es decir, en nuestro territorio de Nueva York. Íbamos a estar usando las instalaciones de la NYU para inaugurar el ciclo y también era la primera vez que asistirían Ryan y Nessie. Lo habíamos discutido con Bella, Jacob y la madre de Nessie, pero ellos mismos alegaron que ya tenían edad suficiente para escuchar nuestras historias.

- Tienen razón…yo sólo tenía solo un año más que Nessie, Edward… solo digo que si todo esto –Bellaseñalo los materiales impresos que distribuíamos en las escuelas en nuestras campañas de prevención- hubiera llegado a mis manos en ese entonces yo probablemente

No tuvo que decir más, Bella aun se entristecía con esos recuerdos. Era normal, esas cosas no se olvidan nunca, en realidad uno solo aprende a vivir con ellas, a procesarlas, a perdonarse, a depositar las responsabilidades en los lugares correctos, a amarse de nuevo, a aceptar ser amado…y con el tiempo incluso aprende a amar sin miedos, pero no lo olvida.

-lo se, tienes razón…es solo que aun sigue siendo un pequeño para mi...

Ella me rodeo con sus brazos mientras yo disfrutaba de la sensación y besaba el tope de su cabeza. Era algo instintivo, aspirar su aroma, besarla y relajarme en sus brazos. Bella seguía siendo mi hogar, el único lugar al que quería volver al final del día.

-¿no crees que será muy duro para el? Quiero decir, nunca le dijimos todos los detalles …

-No tienes que modificar nada Bella, fue lo que sucedió y el ya es un niño grande-

Bella rió, mis palabras eran totalmente contradictorias.

- ok, quiero decir que el es conciente de las cosas, será difícil porque es algo que le paso a su propia madre, pero lo entenderá, y estará aun mas orgulloso de ti de lo que ya esta.

-oh, Dios… ¡los hombres Cullen… siempre tan aduladores…!- exclamo con fingida exasperación. La abracé con fuerza, reconociendo en su tono la emoción contenida y repliqué

-¡oh Dios las mujeres Cullen, siempre tan incrédulas…!

El auditorio de la universidad estaba a rebosar, las luces principales apagadas, creando un ambiente de semipenumbra y facilitando la proyección en la pantalla blanca al costado de la enorme mesa de madera oscura donde Bella y otras personas estarían sentadas para la rueda de prensa que explicaría las funciones y los objetivos de la fundación.

Mi vista se dirigió al grupo de mujeres de pie en uno de los costados del escenario conversando e intercambiando sonrisas y apretones de mano unas con otras. Ellas eran otras sobrevivientes, como Bella, otras victimas de abuso y violencia que encontraron su camino de vuelta y que al igual que nosotros, deseaban hacer algo para prevenir nuevas victimas, o para recuperar a aquellas que no habían podido evitarlo y devolverles algo de la dignidad perdida. Apenas un grano de arena, comparado con la enorme cantidad niñas y mujeres que habían pasado por lo mismo y aun estaban por ahí guardando silencio…las malditas estadísticas no mentían.

Mire con orgullo el diseño del cartel: la fundación Swan, para la prevención y asistencia a las victimas de violencia. Era todo un símbolo. Mi mujer era ese hermoso cisne de alas desplegadas ahora que por fin había desplegado sus alas completamente. No podía estar más orgulloso de ella.

Tanya ya estaba ahí sentada junto a Bree y Jacob. Ryan se deslizo ràpidamente en el asiento vacío junto a Nessie y ambos se miraron y se sonrojaron sin decirse una palabra.

Tanya estiró su brazo y apretó mi rodilla, le sonreí en respuesta.

-¿Demetri?

-oh, el esta trabajando… ya sabes, desde que lograron desbaratar esa red de trata en la frontera esta haciendo todo lo más rápido posible, por la seguridad de las niñas.

Asentí en silencio. Niñas… Dios mío, a pesar de todo lo que había visto en este tiempo, sobre todo en los últimos cinco años que llevábamos trabajando en la fundación, nunca dejaba de sorprenderme la maldad y la perversidad humana…

Tanya y su ahora oficialmente esposo Demetri se habían unido a nosotros luego de que en un almuerzo familar a Bella se le escapara que de ese año no pasaba, que ella quería hacer algo por otras victimas.

Tal vez fue el nacimiento de nuestra hija lo que disparo sus pensamientos...

-a ella no le sucederá-le había prometido.-la cuidaremos bien. No dejare que le suceda nada…

-no puedes asegurarme eso, Edward, yo era la hija del comisario del pueblo… no se trata de protección, se trata de saber, de hablar, de que las niñas sepan como defenderse, como pedir ayuda… de que no tengan vergüenza de hablar de lo que sucedió…

Estábamos de acuerdo, una vez más. Ambos sabíamos lo que el silencio puede hacerte, porque el silencio fue lo peor que nos pudo suceder a nosotros. Tanto Bella como yo habíamos sido esclavizados por el silencio, y no fue hasta que comenzamos a hablar de ello que las cosas comenzaron a cambiar. El día en que por fin le conté lo que me había sucedido a mi algo cambio para siempre. No me había dado cuenta hasta ese momento de que siempre lo había buscado en el lugar equivocado…

La libertad…

Ese día me di cuenta que no se trataba de no tener cadenas, o de no estar obligado a un trabajo, o de no tener miedo de lo que pueda suceder y replegarse hasta el punto de no vivir, como lo había hecho por diez años casi, entendí que se trataba de confianza, de poder abrir hasta el último resquicio del alma y saber que podía ser aceptado así, con todas mis miserias, se trataba de dejar que alguien creyera en mí…

"tierra de oportunidades"

Así solían describir los inmigrantes a la isla que estaba justo detrás de la gran dama de Nueva york que aun me gustaba contemplar por las noches desde la bahía.

Entendí que esto tambien se trataba de tener la oportunidad. Algo que ni Bella ni yo tuvimos en nuestras vidas hasta que nuestros caminos se cruzaron. Tal vez porque quienes trataron de ayudarnos no lucharon lo suficiente, tal vez porque llegamos a estar demasido perdidos como para que ellos pudieran…Algo que ahora sabía, podíamos dar, es más: algo que debíamos dar.

-puedo asesorarte si quieres… soy muy buena abogada además de una frívola modelo rubia y cabeza hueca… -ofreció Tanya.

-pero tu tienes demasiado con la agencia y el club…ya estas demasiado ocupada.

-tonterías, la agencia puede manejarse sola, y el club… creo que a Adam le encanta parecer el dueño desde que lo hice socio y ya es hora de hacer eso realidad.

-¿se lo vas a dar? ¿Así como así?- pregunté boquiabierto.

- bueno, no es que piense hacerle un regalo de caridad, somos socios igualitarios hace varios años, lleva un tiempo dando la cara allí y ha hecho un gran trabajo, no le costara mucho pagarme mi mitad si decido vendérsela… además, es por una buena causa.

En pocos meses teníamos un gran proyecto armado. El asesoramiento de Alice y Jasper fue crucial. Incluso estuvieron presentes en algunas de las primeras semanas de conferencias abiertas que inauguramos como ritual de todos los años en las escuelas que visitábamos, quedando a disposición para consultas, ya que en esas conferencias donde hombres como mujeres victimas de abuso participaban contando sus testimonios, al final nos encontrábamos con una multitud de alumnos, madres e incluso padres, pidiendo unos minutos para conversar con los asesores psicológicos.

Los casos más graves se derivaban inmediatamente a Tanya o Demetri para asesoria legal, así como a varios terapeutas de la ciudad de turno que eran contactados de antemano por la fundación, o voluntariamente comprometidos cuando se enteraban de nuestras actividades.

Luego de cinco años de trabajo, y obteniendo mucho más de lo que alguna vez habíamos soñado para un proyecto como ese, tanto en victimas rescatadas como en donaciones para la difusión de la fundación, la NYU, donde Bella era a partir de este año finalmente directora del departamento de literatura, la habían invitado para dar las conferencias en sus instalaciones.

-Ella es muy sexy hermano…

La voz risueña de Adam me saco de mis pensamientos y me giré para descubrirlo sentado junto a mi en el asiento vacío, con su pulcro traje negro y sus dedos enlazados a los de la belleza de turno, pero mirando fijamente cada movimiento de mi mujer en la tarima.

Si, el seguía sin sentar cabeza en ese sentido. Un año en el extranjero lo había cambiado en muchos aspectos pero en otros seguía siendo el mismo e insoportable Adam. A veces sospechaba que también le habían roto el corazón en ese viaje. Nunca hablaba de ello, luego de un año del que había regresado sin trabajo a la vista, se planto con un ultimátum a Tanya de que no seria nunca mas un acompañante sexual y ella lo sorprendió ofreciéndole ser socio igualitario en Heaven. Claro que desde entonces Adam nunca se iba del trabajo sin alguna belleza colgada de su brazo.

La repentina oferta de Tanya me sorprendió también a mí. Sabía que mi huida a forks los había acercado pero no creía que Tanya fuera capaz de algo así… Bueno, en realidad también me había dado cuenta luego de nuestro regreso de que en verdad no la conocía para nada, es decir, no tenia idea de la profundidad de sus rasgos nobles y de lo luchadora que realmente ella era. Además, lo que había hecho por Bella y por mi tramando juntarnos de la manera mas inverosímil luego de años viendo como ambos estábamos dejando ir la vida así sin mas…

-lo es –admití.

No tenia caso golpearlo, Adam nunca dejaba de alabar la belleza de mi mujer en cuanto tenia oportunidad, y creo que en el fondo le gustaba verla enrojecer. Tampoco lo podía negar, Bella era un cisne en toda su gloria. Los años solo habían remarcado sus rasgos dulces, sus curvas y el brillo de su mirada, que aun seguía siendo feliz, y aun me traspasaba como el primer día y ese vestido azul le sentaba de maravillas.

La conferencia avanzo como todas las anteriores: presentaciones, rueda de prensa, testimonios en video. Videos de nuestro trabajo durante el último año en diversas ciudades. Testimonios en vivo de victimas comprometidas con la difusión y la prevención del abuso y la violencia, y las palabras de Bella.

El silencio era sobrecogedor y absoluto. Muchos de los presentes eran o habían sido sus alumnos a través de los años, y a pesar de que era conocido que además de su trabajo en el área de literatura ella manejaba una fundación, muchos no tenían idea de por que, o como, o cual era su historia.

- James me lastimo físicamente, tres veces en mi vida. La última vez casi me mata, a mí y a mi bebé. Personas enfermas como él no tienen piedad, ahora lo se. Él me lastimo físicamente, pero el daño psicológico y emocional fue algo que yo permití, algo que me hice a mi misma por años, dejando que sus palabras enfermas volvieran a mi mente, se me hicieran carme, me convencieran de que yo me lo había buscado, de que lo merecía, de que nadie mas se acercaría a mi cuando vieran lo que yo realmente era, de que no me merecía el respeto de nadie…mucho menos el amor.

Nunca seria fácil oírla hablar de aquellos horrorosos acontecimientos que cambiaron su vida y la mía… nunca se borrarían de mi mente los recuerdos de mi Bella sangrando entre mis brazos cuando aquel maldito quiso dispararme y ella se jugó la vida por mi…así como tampoco olvidaría nunca la forma en que ella me miro cuando le conté lo que me habían hecho a mi, la forma en que fui violado y violentado. El amor en sus ojos, el orgullo, la fe puesta en el hecho de que yo podría superarlo… la forma en que sus palabras me sacudieron cuando le conté la verdad sobre mi origen tan dudoso…

-por años me encerré en mi misma, sintiéndome culpable, alejando a los que me amaban de mi. No tenia amigos, mucho menos una relación estable, no salía a citas siquiera, no permitía que la gente se me acercara, que supiera algo significativo de mi. Hasta aleje a a toda mi familia de tal modo que un día sentada a la mesa y viéndolos reír me di cuenta de me había quedado completamente al margen, y tan sola que ya no encajaba en ningún lugar, y pensé que también me merecía eso. Alguien como yo se merecía eso, sino por que me había pasado. Entonces una persona lo cambio todo. Otra victima como yo. Solo que yo no lo sabia. Pienso que por eso tal vez le fue tan fácil darse cuenta de lo dañada que estaba, incluso mucho antes de que yo mismo lo hiciera. Pero no se escapo, peleo por mi y contra mi hasta derribar mis muros y mostrarme lo que veía cuando me miraba a los ojos, me enseño que yo me merecía vivir, ser feliz, ser amada, me mostró que aun tenia cosas por dar, creyó que podía lograrlo, que lo superaría, que entendería que no había sido mi culpa, y compartió conmigo su oscuridad.

Sus ojos se encontraron con los míos en algún momento de sus palabras y ella sonrió. Mi garganta se cerró con un nudo enorme. Bella siempre me lo decía, pero escucharla cada vez producía lo mismo para mi porque había sido ella la que había hecho eso conmigo.

-hoy está aquí, junto con los seres que mas amo en el mundo: Edward, mi amor y el hombre que me salvo de mi misma. Ya escucharan su historia en otra de las conferencias. Mis mejores amigos y mi pequeño hijo, que es la primera vez que presencia estas conferencias.

Los murmullos comenzaron a crecer en la sala mientras Bella nos señalaba.

-No, no tengo vergüenza si eso es lo que les preocupa, no estoy orgullosa de lo que me paso, pero se que no fue mi culpa, por muchos años me torture creyendo que me lo merecía de algún modo hasta que comprendí que el destino de todas las personas es ser amadas, cuidadas y respetadas, y que el silencio solo nos mantiene como victimas. En cambio el hablar de aquello horrible que nos sucedió nos libera, y nos hace descubrir que no somos los únicos, que tal vez demasiado cerca tenemos a otra victima que también sufre en silencio, avergonzada y sintiéndose culpable y merecedora… no es así, nunca es así. Nunca la violencia es merecida, nunca una violación es merecida, es una aberración que no debería pasar, y la única manera de luchar contra las secuelas es hablando, es dejándolo ir, es ayudando a otros a que no les pase…mientras tenga vida y fuerzas ese será mi objetivo, por mi misma en primer lugar, y por los que amo, porque quiero un mundo al menos un poco mejor para mis hijos que vienen después de mi, un mundo donde sepan como luchar contra esto, como prevenirlo, o como superarlo…

Los aplausos atronadores no me dejaron oír las últimas palabras de Bella, de repente todo lo que podía ver era a todo el mundo poniéndose de pie y aplaudiendo como locos.

En un impulso me salí de mi fila y me dirigí casi corriendo hacia la tarima donde Bella observaba a la multitud de pie mordiéndose los labios. Había lagrimas en lo ojos de varias personas y ella estaba a punto de romperse. Ni siquiera dude cuando la rodee con sus mis brazos y la atraje hacia mi pecho, siendo conciente del rugido de la multitud, había risas y silbidos mezclados entre ellos también.

-estoy tan orgulloso de ti…tan orgulloso. -Le repetí mientras ella trataba de sonreír y limpiar sus lágrimas.

Aro Vulturi se hizo presente en la plataforma y su voz calma y resonó en el recinto acallando los aplausos y restaurando el orden por el simple hecho de que era uno de los decanos más prestigiosos de la universidad. El ex jefe de mi esposa se había convertido en alguien cercano con el tiempo, uno más de la familia extensa que incluían a Jacob, Vanesa, Tanya y Demetri. Nunca le había dicho lo que descubrí en aquella confesión que nos hizo cuando lo encontramos en Italia pero creo que ambos lo sabíamos. El siempre estaba ahí en cada suceso importante con sus palabras oportunas y sus consejos de viejo sabio, a pesar de que estaba muy lejos de serlo.

Ahora estaba allí de pie, agradeciendo la presencia de todos y el apoyo a Bella y al resto de las victimas que dieron valientemente su testimonio y recordando que a la salida quienes tuvieran necesidad de consular con alguno de los asesores a disposición podían hacerlo en las mesas destinadas a ello, y también aquellos que quisieran hacer alguna donación a la fundación podían hacerlo. Luego de unos minutos finalmente volvieron los ánimos a la normalidad.

Un centenar de asistentes y voluntarios a se encontraba de pie en lugares estratégicos, listos para entregar cuando la gente comenzó a dispersarse para salir, cargados con panfletos y folletos de información de contacto para quienes no tuvieran el valor de acercarse a las mesas a pedir ayuda, algo que sucedía con frecuencia lamentablemente.

vi a Tanya dirigiéndose a su puesto en el stand de donaciones, ella era la encargada de los asuntos económicos de la fundación, luego a Jacob con Nessie y Ryan uno a cada lado llegando a una de las salidas laterales y sonreí satisfecho.

Todo estaba bajo control una vez más.

-vamos a casa, necesito un momento a solas con mi marido.-Susurro Bella en mi cuello momentos después. Ya nos habíamos despedido y nos alejábamos discretamente del bullicio.

-¿a casa? ¿Estás segura? Quiero decir…todos estarán allí en unos minutos…-dije, recorriéndola lascivamente con la mirada.

Ese vestido azul intenso le quedaba de infarto a pesar de ser lo suficientemente sobrio como para una conferencia publica. Sus dedos traviesos se deslizaron por mi pecho agitando mi respiración.

-ya sabes que "mi casa" eres tu, en cualquier lugar… no hace falta que te diga que me eso significa que me lleves contigo. Solo vamonos…donde sea Edward…solo contigo.

Sonreí. Mi corazón hinchado de emoción. Esta era mi Bella, la que amaba, la que podía ser tan intensa y lanzada y a la vez tan profunda en su manera de decirme todo solo con dos palabras. Ella seguía siendo mi hogar…

-¿y crees que no había pensado en eso ya? Hay cierto departamento algo uhmm ruinoso que nos espera…

Ella me observo emocionada y risueña a la vez. Su cabeza moviéndose en negación mientras me decía lo mismo de nuevo.

-nunca entenderé por que lo conservas así, sin cambiarle nada…

-tal vez por la misma razón que tu conservas esa horrorosa camioneta que ya ni siquiera enciende…

-es un recuerdo, ya te lo he explicado.

-el departamento también…además, no está exactamente igual… lo he pintado y la cama de la habitación es nueva…igual que el baño…eso ya lo has comprobado

-cierto.

-además, es el único lugar donde nadie nos buscaría mientras sigan creyendo que está abandonado…ya sabes, nunca está demás para cuando la casa esta llena…

Adam me lo había vendido por una suma irrisoria cuando supe que iba a dejarlo por un lujoso penthouse cuando sus ganancias como socio de Tanya comenzaron a verse.

-no entiendo para que quieres esta pocilga Edward…las mujeres no se acercan aquí.

-tal vez por eso.

El había reído de mi contestación, esa fue la razón principal por la que lo había conservado al principio.

-no tienes que pagarme por el, podría regalártelo...este lugar no vale nada…

-lo vale para mi, es suficiente.

Lo había conservado así, intacto por algunos años, hasta que Brianna y Ryan estaban lo suficientemente crecidos y demandantes como para no darnos un momento de paz, y ambos extrañábamos ese tiempo de calidad a solas. Ir a hoteles no era una solución, a Bella no le gustaba, se le hacia impersonal, y entonces fue cuando decidí ponerlo en condiciones y en uno de nuestros aniversarios la traje. Desde entonces era nuestro refugio para rápidas escapadas de la rutina.

Tenues luces encendidas, música suave y bandejas cubiertas sobre una mesa puesta para dos fue lo que Bella vio apenas abrimos la puerta.

-¿Edward?

-Feliz cumpleaños Bella…

Fin, fin.


Asi es mis niñas, este es el final definitivo y con este segundo epílogo dejamos atras a estos Edward y Bella en sus treinta.

Gracias a todas las que se sumaron en estas ultimas semanas, me han dejado sin aliento con tantos reviews preciosos llegando de repente y los alertas de nuevas seguidoras, nunca imagine que al final de la historia estariamos en esta cantidad de Reviews y me emociona mucho.

A las que dejaron sus comentarios anonimos y no les puedo contestar, gracias de corazon por tomarse el tiempo, por los elogios y por amar esta historia tanto como yo.

A las que estuvieron conmigo desde el primer capitulo, qué puedo decirles!? me hicieron feliz en cada comentario.

A Anilet, mi lectora favorita (desaparecida ultimamente) a Verota, genial autora y experta en dar animos cuando estaba lejos de mi misma, a Elisita, gracias a quien tengo a Ginegine como recompensa perpetua y no solo como excelente Beta, a Mel por alentarme siempre, a Sachi por sus mensajes de animo y creer que soy buena escritora, a Eve por rescatar mis frases y devolverme con sus reviews la intensidad depositada en ellas.

A cada una de las silenciosas espectadoras, a las que se sumaran... Gracias a todas por estar ahi.