Y aca va el ultimo capítulo que he escrito hasta el momento. Estoy leyendo el verdadero libro (o algo asi), por lo que si sigo escribiendo tal vez adapte algunas cosas, pero algunas, ya que de todos modos YO me centro en Bonnie y Damon….
Ya vere… :) Disfruten…
12
-¡Pero ya no hay forma de que podamos regresar a ese lugar! –Bonnie lloraba. Sus lágrimas caían mitad por la alegría de ahora poder reconocer el lugar en donde había visto a Damon y la otra mitad por saber que el camino recorrido para cumplir nuevamente aquel sueño kitsune que había tenido, estaba lejos de poder hacerse realidad-. Ya ni siquiera podemos acercarnos a la Dimensión Oscura. No tenemos una bola de estrellas para ayudarnos. ¡Ni siquiera la llave de los kitsune! –Bonnie siguió sollozando, ahora desconsolada.
Meredith se acercó a ella y comenzó a frotar su espalda tratando de consolarla de alguna manera. Quería decirle algo pero tampoco sabían muy bien qué, por eso no podía hacer mas que consolarla en silencio.
De hecho nadie conocía una respuesta. Todos en la habitación se encontraban en silencio ahora y lo único que se oían eran los sollozos imparables de la pequeña McCullough.
Bonnie no podía creer que habían estado tan cerca de otra respuesta pero ahora se hubiesen estancado nuevamente. Debía haber una forma de ayudar a Damon si no él no habría estado molestándola en sus sueños. Aunque claro, la realidad era que Damon en ningún momento le había dicho a Bonnie que quería que lo buscasen. Bueno, pero lo había dado a entender, ¿no?
Damon había dicho que se encontraba enterrado en algún lado, Bonnie recordaba eso del primer sueño que había tenido con él unos días atrás. Y él también estaba hambriento, se lo había dicho la noche anterior en el reflejo de la ventana, con sus dientes muy próximos a su cuello.
Tal vez Damon no había especificado que quería ser rescatado. Pero sus llamados eran llamados de auxilio, en verdad Bonnie estaba segura de que él quería que lo ayudaran. Debía encontrar alguna forma de hacerlo.
-¿Sabrá la señora Flowers sobre alguna manera para ayudarnos? –la pequeña pelirroja estaba dispuesta a indagar por todas las posibilidades que se le presentaran y estuvieran a su alcance.
-Podemos preguntarle en cuanto regrese –dijo Stefan.
-¿A dónde fue? –preguntó Elena semi curiosa.
-No lo sé –una línea de preocupación marcó la frente del vampiro mientras miraba el suelo y sacudía levemente la cabeza-. Salió hoy temprano por la mañana y la verdad es que se la veía un poco alterada, algo raro en ella, por lo que he visto desde que la conozco. Pero no quise interrumpirla –acabó Stefan con un suspiro llamando la atención de Elena, quien se lo quedó observando intrigada.
Un nuevo silencio se instaló en la habitación como si esa fuera la única cosa que supieran hacer: permanecer callados. Elena y Stefan se iban perdiendo el uno en los ojos del otro; Bonnie seguía sollozando levemente y Meredith la abrazaba de forma suave, mientras su cabeza maquinaba rápidamente.
-Estamos pensando las cosas mal –dijo finalmente la chica morena-. Por todo lo que hemos pasado y pareciera que ahora buscamos soluciones fáciles a nuestros problemas –fue ese segundo comentario el que hizo que Bonnie acabara alzando sus ojos hacia los de su amiga. Meredith la observó y le dedicó una sonrisa alentadora-. No puedes decir que no tenemos ninguna forma de ingresar en la Dimensión Oscura, Bonnie; ya que la primera vez que lo hicimos no utilizamos ninguna de esas opciones que has mencionado.
Los sollozos de la pelirroja cesaron al instante, como si fuera un niño al que ya hubiesen conformado dándole un dulce.
Bonnie estaba apunto de sonreir y decir "es verdad" cuando Stefan la interrumpió.
-Es demasiado peligroso –señaló-. Nos reconocerían. A ustedes las reconocerían.
-Claro que no –soltó Bonnie sin poder contenerse-. El tiempo pasa mucho mas rápido allí que aquí, por lo que es probable que ya nadie recuerde nuestro rostro. Cuando estuve allí nadie me reconoció. Todos hablaban de nuestra leyenda, aunque poniéndonos nombres tontos, pero aun así nadie supo reconocerme –las esperanzas de Bonnie crecían al igual que la sonrisa en su rostro-. Y a ti casi nadie podría reconocerte Stefan, ni siquiera el guardia de la entrada. Podríamos ir y atravesar ese río como si fuéramos tus esclavas, tal y como lo hicimos con Damon.
La cabeza de Bonnie ya se encontraba planeando toda la estrategia aun cuando ella nunca había sido la que ideaba los planes. Meredith la observaba con los ojos cálidos, pero ya no le sonreía. Sabía que en realidad había sido su idea, sabía también que sería muy peligroso. Pero por alguna razón ahora estaba mas que dispuesta a hacer todas esas cosas por más de ver sonreir a Bonnie como antes. La simple idea que había propuesto había logrado tanto en Bonnie que sabía que verla nuevamente tan feliz como antes era todo lo que quería.
Por su parte Elena observaba a Bonnie y sentía en su amiga todos los ánimos que ella no lograba encontrar en sí misma. Sería peligroso, pero tampoco ella tenía dudas de que estaba dispuesta a correr los riesgos.
El suspiro de Stefan se hizo audible por toda la habitación y las tres muchachas se giraron a observarlo. Los pensamientos de aquellas tres chicas jamás habían sido tan determinantes, pensaba Stefan, ellas estaban dispuestas a jugarse todo lo que tenían. Pues entonces él también.
-Debemos arreglar las cosas –dijo firmemente en cuanto se percató de que todas lo observaban-. Trazaremos un plan, y cuando tengamos solucionadas las cosas en nuestra cabeza entonces iremos. Cuando sepamos que las cosas no serán tan peligrosas como en verdad son.
Lamento si tiene errores o algo, es que me falto releerlo ._.