Epílogo

Sasuke Uchiha ha sido gobernante por tres años y después de enfrentarse de los problemas económicos de la guerra, el país va a avanzando poco a poco.

Los hijos del emperador son bien conocidos alrededor del país, a pesar de sus diferencias, siempre han sido tratados como iguales por su padre. La gente piensa que el heredero será Itachi, ya que, Keichi finalmente era más que cómo su hijo, su protegido. Él había tratado aún así de darles el mismo trato a ambos.

Sasuke se había acercado al lago a un costado del Palacio, dónde un enorme árbol de flores de cerezo se encontraba. Keichi e Itachi corrían de un lado a otro, jugando y sonrió al verlos.

-Sasuke-sama –dijo una mujer de cabello largo y azulado, se inclinó ligeramente frente a él y sonrió –Buenos días.

-¿Cómo está hoy?

-Se ve animada, Karin-san está con ella.

-Hmp –Sasuke dio otro vistazo hacia los niños.

-Oh, disculpe. Debo retirarme. Naruto y Sanosuke deben estar esperándome –Sasuke asintió y Hinata se retiró respetuosamente. Sasuke se dirigió a sus aposentos.

-¿Está mejor el día de hoy? –escuchó la voz de Karin con algo de preocupación.

-Perfectamente. Creo que incluso podría salir hoy…

-Pero… -Sasuke interrumpió la conversación entrando en la habitación.

-Sasuke…

-Puedes retírate, Karin. Todo estará bien –La mujer pelirroja asintió y salió rápidamente. Sasuke se sentó junto a la mujer cubierta por las sábanas y un kimono rosa. -¿Cómo estás hoy? –preguntó acariciando su mejilla.

-Bien. Quiero salir hoy.

-Pero Sakura… tú…

-Sasuke, sé que mi cuerpo es débil pero… de verdad, quiero salir hoy –Sasuke la observó atentamente, cómo buscando una razón para no hacerlo.

-Bien… -Sasuke pasó un brazo debajo de sus piernas y otro detrás de su espalda y salieron.

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Sasuke pensaba por completo que Sakura estaba muerta, habían buscado en todos los lugares posibles pero no habían encontrado nada. Ya habían sido seis meses, hasta que un día llegaron noticias buenas.

Había una mujer en el templo Sharingan, la cual era cuidada por un monje y que coincidía con la descripción de Sakura. Sasuke llegó rápidamente al templo, que estaba en lo más alto de la montaña.

Bajó de su caballo y de inmediato, un monje fue a su encuentro.

-Uchiha-sama… -él se inclinó ante Sasuke, junto con otro jovencito, ambos con sus cabezas rapadas. Sus nombres eran Sentarou y Kouta –He recibido su mensaje.

-Bien, le agradezco todo lo que ha hecho hasta ahora –respondió él, ansioso por entrar y verla, pero el monje alzó su mano izquierda.

-Pero debo advertirle algo sobre la condición de la joven mujer –Sasuke puso total atención en esto –Ella… debido a la caída, parece ser que sus piernas no funcionan y me temo que tal vez tendrá muchos más problemas que afectarán su vida en el futuro. Pudimos arreglar su brazo… pero…

Sasuke apretó los puños y frunció el ceño.

-Quiero verle –El monje indicó a Kouta que lo acompañara y llegaron hasta una habitación. Estaba abierta y prácticamente vacía.

-Sakura –entró y ahí estaba. Sabía que no era una alucinación, era ella. Sus ojos estaban cerrados, pero los abrió de inmediato al escuchar el ruido. Le observó totalmente sorprendida y se irguió rápidamente.

-Sasuke –él corrió hacia ella y la abrazó fuertemente, Sakura devolvió el abrazo de inmediato y comenzó a llorar. Sasuke también sintió como las lágrimas comenzaban a caer de sus propios ojos. Besó sus mejillas una y otra vez, percibiendo el calor de su cuerpo.

Se apartó ligeramente y la observó, sus ojos lucían agotados y su cuerpo parecía ligeramente más delgado de lo que había sido una vez. Sakura además tenía algunas heridas en el cuerpo.

El tomó sus manos entre las suyas, y las besó, Sakura dejó que las lágrimas siguieran fluyendo por sus ojos. Él la observó a los ojos, a ésos orbes color verde jade que tanto había extrañado. Sakura besó sus labios y él correspondió también.

Ése mismo día, Sasuke ordenó un palanquín para poder transportar a Sakura adecuadamente dada su condición. Agradecieron a los monjes por su bondad y Sasuke les prometió que les daría algo a cambio por su ayuda.

Tiempo después, la salud de Sakura fue deteriorándose considerablemente. En ocasiones, sufría de dolores de cabeza muy intensos, que incluso la hacían sentirse mareada o la conducían a perder el sentido. Además, cada vez lucía más débil.

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Sasuke y Sakura llegaron hacia dónde estaba una mesa y unas sillas, el lugar daba hacia el lago y los árboles de Sakura. Ella sonrió cuando vio a sus hijos dormir tranquilamente bajó el árbol más grande.

-Ya se han cansado… -rió, mientras Sasuke la sentaba, para después hacer lo mismo frente a ella.

-¿Quieres algo de té? –preguntó estirando su mano para tomar la de su mujer entre las suyas, ella indicó que no, agitando su cabeza. Sakura siguió observando, dejó que él viento alborotará sus cabellos, él la observó seriamente.

-Es un hermoso día –suspiró y acarició la mano de Sasuke entre las suyas. Sakura observó a Suigetsu, el cual estaba de pie, ligeramente cerca de ellos –Si tienes algo que hacer, no te preocupes, ve.

-No quiero dejar a mi mujer sola –sonrió arrogantemente, sonrisa que ella conocía perfectamente –Y no te preocupes por Suigetsu, creo que está esperando a Karin –Sasuke le hizo una señal para que él se fuera.

-Oh… -ella formó una maliciosa sonrisa- ¿Desde cuándo soy tu mujer? No recuerdo haberme casado contigo.

-¿Eso quiere decir qué está impaciente por casarse conmigo, Sakura Haruno? –Por un momento, Sasuke pensó en decir Sakura Hyuuga, pero prefirió callar y no arruinar el momento. Ella se ruborizó y desvió su rostro –Pensé que querías ser libre.

-Creo que ahora sé que hay muchas formas de percibir la "libertad" –sonrió, pero rápidamente perdió la sonrisa –Creo que no deberíamos casarnos.

-¿Por qué?

-Sasuke… Mírame –Se agolparon lágrimas en sus ojos –No puedo mantenerme de pie por mí misma, ni siquiera puedo dedicarme a la medicina como antes, me desmayó a cada instante y… tal vez… tendré que abandonarte pronto –sollozó.

-Basta… -él alzó ligeramente la voz y se hincó frente a ella, aún sosteniendo su mano –Yo te quiero a mi lado, Sakura. Nunca había pensado en estar con alguien tanto tiempo, pero desde que te conocí supe que había algo especial en ti que me hizo rápidamente pensar que te quería conmigo y para mí. Aunque suene algo posesivo –suspiró y acarició su mejilla –Todo lo que haya pasado o siga pasando, no cambia lo que yo siento por ti, porque tú sigues siendo aquella persona de la cual me enamoré –Sakura sollozó y abrazó su cabeza en su regazo, mientras que él abrazaba su cintura. Ella besó su frente y luego sus labios, después recargó su cabeza sobre la de él, acariciando sus cabellos.

-Gracias por todo Sasuke –Sakura sintió la cabeza pesada nuevamente y sus ojos muy pesados –Sasuke… -él comenzó a sentir el cuerpo de Sakura más pesado sobre él y cómo sus manos lentamente iban soltándose.

-¿Sakura? –Él la observó con detenimiento y la vió más débil que nunca- ¡Sakura! ¿Te duele la cabeza? ¿Qué te pasa? –Sasuke se irguió e iba a cargarla, pero ella lo detuvo.

-No…

-¡Ayuda! –comenzó a gritar, los niños se despertaron y corrieron hacia dónde estaban sus padres.

-Padre… ¿Qué pasa? –preguntó Itachi, asustado. Sasuke ignoró la pregunta y siguió llamando -¿Madre?

-Itachi, Keichi.

-¿Quiere dormir? –preguntó Keichi a Sasuke, el cual los miró consternado, abrazando a Sakura. ¡Ellos no lo entendían! ¡No comprendían que su madre se está muriendo en sus brazos! Observó a lo lejos a Karin y Suigetsu, detrás de ellos iban Naruto y Hinata. Sakura los hizo acercarse a sus hijos y acarició sus rostros.

-Sean buenos con su padre, no peleen entre ustedes… Yo… siempre… estaré con…–Los niños mostraron confusión en sus rostros. Sasuke sintió que se la hacía un nudo en la garganta.

-¿Qué pasa? –preguntó Naruto, pero al ver la escena, de Sakura acariciando el rostro de sus hijos y despidiéndose de ellos le partió el corazón. Observó a Sasuke, el cual lucía más pálido de lo normal y en sus ojos se acumulaban las lágrimas. Hinata observó la escena y comenzó a llorar, mientras se escudaba en Naruto.

-¡Un médico! ¡No se queden ahí! ¡Traigan a…!

-Sasuke… -susurró Sakura, él se giró hacia ella y observó sus ojos entrecerrados, mientras mordía sus labios. Ella negó con la cabeza.

-No puedes irte… -dijo apenas en un susurro, Sakura sonrió ligeramente y una lágrima escurrió por su mejilla – No ahora… no.

-Sasuke, lee lo que te entregará Hinata -su voz se fue desvaneciendo –Bésame… -él así lo hizo y Sakura sonrió.

-Yo… -sus ojos se nublaron completamente y lentamente dejó de respirar, su cabeza fue descansando cada vez en el hombro de él.

-¿Sakura…? –Las lágrimas comenzaron a correr por sus ojos y la estrechó entre sus brazos -¡Sakura! –Karin se acercó a los niños y los alejó de ahí, preguntándose qué estaba ocurriendo exactamente. ¿Por qué su padre estaba llorando?

Pasaron las horas y Sasuke siguió estrechando entre sus brazos el cuerpo de Sakura hasta el atardecer. Naruto se acercó a él, se puso en cuclillas y colocó una mano en su hombro.

-Sasuke… -hablo seriamente, el pelinegro no le respondió, sino que permaneció viendo hacia la nada –Sasuke… tienes que dejarle ir –esta vez él si se estremeció y abrazó a Sakura más fuertemente. Suigetsu apareció también y éste intentó apartar el cuerpo de la pelirosa, lo cual impidió Sasuke –Es suficiente, solamente estás dañándote más a ti mismo, deja que descanse –el labio inferior de Sasuke tembló y la expresión de dolor apareció de nuevo en su rostro, pero soltó ligeramente los brazos y Naruto aprovecho para tomar a Sakura entre sus brazos. Suigetsu, ayudó a levantarse a Sasuke y lo llevó hacia sus habitaciones –Descansa, Sakura –dijo Naruto cerrando los ojos jade, para no volverse a abrir nunca.

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Sasuke.

He estado pensando en todo lo que ha pasado hasta el momento y cómo sé que mi vida puede terminar en cualquier instante, he decidido dejar esto para ti.

Por favor, no dejes que la tristeza se apoderé de ti ni mucho menos el odio o la culpa. Nunca más. Yo no te culpo por nada.

Deseo de todo corazón que le des a mis hijos la mejor vida posible, ellos siempre serán mi orgullo y también parte de lo que me mantuvo esforzándome y afrontando todo. Los amo. Hazles saber eso.

Para mis hermanos, Hinata, Suigetsu, Sanosuke, Naruto y Karin les deseo una buena salud y que la vida siempre les bendiga de la mejor forma.

Para ti Sasuke, quiero que sepas que he sido muy feliz a tu lado. Las experiencias que viví contigo son algo que añoraré siempre. Nunca te rendiste y me encontraste, me permitiste ver a mis hijos una vez más y sé que me amaste y cuidaste de mí como nadie más pudo haberlo hecho.

Y debo confesar que no quiero morir, que no quiero perder a nadie más, que me aterra ése simple hecho. Pero ahora mismo no me queda más que aceptar mi destino.

Espero volver a encontrarte nuevamente, sin importar el tiempo que tenga que pasar ó la forma que deba tomar, quiero estar a tu lado. Quiero que tú alma y la mía se encuentren de nuevo en algún momento.

Si te sientes solo o triste, ve al árbol de cerezo y siente cómo la brisa recorre tu cuerpo y mese tu cabello. Siéntete libre, aunque tengas que dejar tus lágrimas correr.

Te esperaré.

Sakura Uchiha.

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Han pasado doce años y el Emperador se encuentra frente al árbol de cerezo más grande del Palacio. Acarició el tronco arrugado y de café oscuro, mientras los pétalos de Sakura caían sobre él y a su alrededor. "Padre siempre venía aquí." Pensó.

-Itachi… -él se giró hacia dónde provenía la voz, observó a un joven de cabello largo y castaño, el cual estaba atado en una coleta alta y como vestimenta portaba un kimono negro.

-Así que también viniste este año, pensé que nunca más volverías a hablarme –El Emperador hizo hacia atrás su cabello largo hasta la cintura, el cual caía como cascada sobre su kimono azul oscuro con blanco y algunos bordados en azul más claro.

-Supe la verdad sobre todo –frunció el ceño –Ésas guerras entre Hyuuga y Uchiha… Y el hecho de que no somos hermanos. ¡Los Hyuuga me dijeron que soy uno de ellos y que Sasuke mató a mi padre! –Itachi apretó su espada con su mano, la cual estaba en su cintura.

-¿Vas a asesinarme? –preguntó seriamente. Keichi se relajó y retiró la mano de su espada.

-No… Seré quién rompa la cadena de odio –suspiró, se acercó más hacia el árbol –Mi padre, no, Neji Hyuuga. Él causó que ella muriera y por poco a mí. Todo lo que ambos pasaron… nuestros padres.

-¿La recuerdas?

-A veces –Itachi colocó una mano en el hombro de su hermano –También lo extraño a él.

-Yo también, pero estoy seguro de que ellos estarán bien. Finalmente, ya están juntos.

FIN


Gracias por todos sus comentarios y el apoyo para este fic.

Iba a continuar los otros, pero decidí enfocarme en terminar este.

Realmente es algo bueno conocer sus opiniones o poder aclarar cualquier duda.

Besos.

Espero que puedan pasar por los otros fics que estoy publicando y darme una opinión.

Títulos:

Memento Mori (Algo más fantasioso y con un estilo un poco diferente de escritura, principalmente sobre vampiros, brujas, etc.)

En silencio (Tendré que cambiar la clasificación a M porque va a estar relacionado con el suicidio, self-harm, desordenes alimenticios y depresión.)

No he considerado el lemon muy bien para ambos. (¿No creen qué ultimamente la mayoría de los fics se centran demasiado en el lemon/lime? :/ )

Nos leemos.

¿Review? :)