Hace tiempo que estaba pensando escribir un fic así. Será Jisbon total, si aceptan este primer capitulo. Espero que lo disfruten.
Drac Baron
La noche lo llamaba a gritos de desesperación. Sus sentidos se llenaban de olores, sabores y emociones de personas a millas de distancia.
Trataba de caminar tranquilo por las aceras de la ciudad con sus manos escondidas en los bolsillos de su chaqueta. Hacía frio, pero la emoción de sentir la sangre espesa y caliente pasando por su lengua, su garganta y llegando al estomago como un manjar lleno de exquisitez lo hacia transpirar de la excitación.
Han pasado algunos miles de años llenos de experiencias. Algunas han sido buenas, otras no tanto, pero sin duda, seguía siendo el mismo placer alimentarse todas las noches de la forma en que lo hacia hasta hace siete años atrás.
Ya que hace siete años no bebe sangre humana.
El motivo: un adversario le arrebató lo que tenía, su familia. La que tanto luchó por conseguir.
Miles de años de guerra entre estos dos monstruos. Guerra que parecia no tener fin hasta que uno logró destruir al otro.
Ahora que estaba muerto su enemigo, no tenía motivos para seguir en la abstinencia.
Se detuvo y prestó atención. Pudo escuchar sus voces, sus risas. Era una pareja joven llena de vida caminando por el parque.
Se detuvo e hizo el llamado. Invadió la mente de la pareja y ambos respondieron sin ningún tipo de inconveniente. Comenzaron a caminar dirigiendose hacia donde él estaba. Se había ocultado detrás de un Pub. Esa parte en donde las parejas casi siempre tienen sexo desenfrenado, pero que en ese momento estaba vacía.
No había sido del todo malo no alimentarse de los humanos durante esos siete años, pues no hacerlo le había permitido estar bajo la luz del sol sin ningún tipo de problema. Al principio dolió un poco, pero luego su piel se acostumbró a la luz irradiada por la bola de fuego en el espacio.
Entonces, cómo se alimentaba el depredador? Quizás ésta sería la mejor explicación: Alguien o algo estuvo atacando animales desde mediados del 2004 hasta el presente. La mayoría de sus presas eran ganado. Cuando no, eran animales domésticos. Los dueños encontraban sus animales con incisiones en el cuello y sin sangre.
Muchas historias comenzaron a tomar vida. Incluso al "extraterrestre", "gárgola", "monstruo de las tinieblas" lo habían bautizado finalmente como "El Chupa Cabras".
Un monstruo de seis pies, con alas, cola, ojos rojos, escamas desde la cabeza hasta la cola... La gente sí que tenía imaginación. Obviamente nadie lo había visto en realidad.
La pareja se puso en frente de él y le sonrió con tranquilidad. El había invadido sus mentes por completo. Los mantenía relajados.
La mujer fue la primera que se acercó. El no dudó en tocar con suavidad sus brazos, cerca de sus codos y mirarla con sus ojos azules oscuros e hipnotizantes.
La necesidad de comer era tan grande, que no se había percatado de algo. Al estar a centímetros del rostro de la mujer, sintió dos corazones palpitando con fuerza. Uno de ellos a mas de 150 latidos por minuto.
Bajo la vista al vientre de la mujer y lo tocó con la palma de su mano izquierda. Aún estaba plano. Quizás tenía solo algunas semanas de embarazo. Miró a la mujer a los ojos con dulzura y le sonrió.
"Será niño." Dijo sin vacilar.
Se apartó de la mujer y se acercó esta vez a su pareja. Parecía estar muy tranquilo al ver que otro hombre, un desconocido, se le acercaba y tocaba a su mujer. El poder de la mente.
Tocó con suavidad la parte trasera del cuello del hombre aplicando un suave masaje. Este cerró los ojos de satisfacción. Con un cuidado inimaginable hizo que le presentara el cuello. Acercó sus labios a él y sintió su olor.
Siete años sin sentir el olor y la piel de un humano tan cerca.
El corazón comenzó a latirle fuertemente en el pecho. Había llegado el momento.
Pasó la lengua con suavidad, pero a la vez firmeza por el pulso en el cuello del hombre. Este solto un pequeño gemido. Luego colocó sus dientes en posición. Respiró profundo y cerró los ojos.
"Siete años." Pensó con indignación. Aunque parecía poco tiempo ya que él tenía algunos miles de años de existencia, siete años sin beber sangre humana era un martirio.
Incluso se sentía débil a momentos y desaparecía para poder alimentarse de emergencia de sangre animal.
Enterró los dientes de un solo golpe en la joven piel del hombre causando que este gritara de dolor. Con la música del Pub nadie se dio cuenta de lo que sucedía. A todo esto la mujer estaba de pie en frente a ambos como si nada estuviese sucediendo.
Agarró al hombre por el brazo izquierdo fuertemente y por la cintura para que este no cayera mientras se alimentaba de él. Disparos de placer se apoderaron de su cuerpo mientras su boca succionaba con fuerza.
"Solo un poco más." Se decía para si mismo intentando controlar la bestia en su interior. Su intención no era matarlo.
Apartó la cabeza del cuello del hombre aún con sus ojos cerrados. Miró al cielo y dio gracias por tan maravilloso placer.
Ahora lo sostenía en sus brazos casi inconsciente. Giró la cabeza para mirar a la mujer que lo observaba con dulzura. El le dedicó una sonrisa suave, pero plena.
Paso nuevamente la lengua de forma sensual en la herida del hombre sellandola de inmediato.
Lo levantó en sus brazos y lo colocó sentado en una esquina del lugar. Tocó su pulso para comprobar que estaría bien.
Invadió la mente de ambos y los hizo pensar que él hombre había tenido un accidente completamente creíble que lo había dejado así de débil por un tiempo.
Sonrió a la mujer y se alejó del lugar.
Mientras caminaba con una sonrisa en su rostro por la acera, pasó su dedo índice por el labio ya que aún goteaba sangre de él y lo chupó con suavidad.
Sin duda, esta es la primera buena noche en mucho tiempo.
El teléfono celular comenzó a sonar en su pantalón. Lo sacó y subió la pantalla. Leía: Teresa Lisbon. Una foto aparecía bajo el nombre.
"Hey, Lisbon." Contestó con voz completamente ronca gracias a la experiencia que había vivido unos minutos atrás.
"Tenemos un caso, Jane. Siento despertarte." Se escuchó al otro lado de la línea.
"No te preocupes. No estaba dormido." Dijo sonriendo.
"Pues te escuchas como si lo estuvieras."
"Meh... Dame la dirección." La memorizó de inmediato. "Allí estaré." Dijo colgando y colocando su teléfono celular esta vez en su chaqueta.
Su verdadero nombre es Drac Baron.
Un hermoso, seductor, pero sobre todo peligroso y temible demonio.
Reviews por favor! Diganme que piensan y si quieren que lo siga. ;)