Neon Genesis Evangelion

SUCCUBUS

Autor: Jiraiya

NOTA1: Los derechos de la serie Neon Genesis Evangelion NO me pertenecen. Estos son propiedad de Gainax/Khara y de todos aquellos que en el futuro les sucedan legalmente. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.


Capítulo VIII: "BYE BYE, KANAKO"

El aterrador grito del joven Piloto EVA fue escuchado por todos los presentes en el lugar, quienes observaron con impotencia como un aterrado Shinji Ikari se replegaba con desesperación contra la pared en una esquina de la cama, mientras la criatura lo observaba un tanto consternada, como si no hubiera esperado esa reacción por parte del chico. La Succubus estaba por estirar su brazo otra vez, cuando Asuka se movió.

- ¡Aléjate de Shinji, maldito demonio! –- gritó Asuka lanzándose sobre la Succubus, en un acto que se podría interpretar como valentía, desesperación, o estupidez. Tal vez era una mezcla de las tres. Lo cierto, es que la pelirroja se movió antes de pensar al ver como el chico finalmente había reconocido amar, estaba siendo acosado por esa criatura.

La Succubus reaccionó de forma rápida y fulminante. Se giró y con un brazo golpeó y lanzo a la pelirroja volando hasta hacerla chocar violentamente contra la pared situada tras ella en el pasillo, afuera de la habitación. La chica cayó pesadamente al suelo, tratando de recuperar aire, ya que este había salido casi completamente de sus pulmones producto del violento golpe. Asuka boqueaba en el suelo tratando de llenar de oxigeno sus pulmones otra vez, mientras sentía un fuerte ardor en el pecho. Al ponerse trabajosamente de rodillas, se percató de un feo corte que pasaba de lado a lado sobre sus senos, corte que por fortuna no sangraba tan profusamente como se podría esperar. Entonces la chica cayó en cuenta que los símbolos y líneas pintados en su cuerpo brillaban con fuerza, comprendiendo en el acto que fue el hechizo de protección el que le había salvado la vida. Sin ese hechizo, el golpe de la Succubus hubiera desgarrado su piel, arrancando de paso sus órganos internos.

- Le debo una a Maya -– dijo la chica, apenas. Entonces recordó a la hechicera, que en ese intenso minuto, todo mundo pareció relegar al olvido.

Al levantar la vista, Asuka vio con horror que la Succubus había saltado sobre Maya, y estaba por clavar sus garras en la joven hechicera.

- ¡MAYA! –- gritó Asuka aterrada.

El gritó de Asuka se confundió con otro grito de desesperación y terror, que salió de la garganta de la doctora Ritsuko Akagi, la cual dejó de lado sus deducciones científicas para avanzar hasta chocar contra aquella barrera, conformada por ese circulo luminoso con extraños símbolos en su interior, que se hizo visible cuando ella intentó traspasarlo. Ritsuko golpeó ese selló luminoso con los puños, mientras gritaba horrorizada, al ver como esa criatura había saltado sobre su discípula y mano derecha para matarla.

- ¡MAYA! –- gritó una desesperada Ritsuko, al mismo tiempo que la pelirroja.


La Succubus miró con algo de sorpresa a Shinji, como si no hubiera esperado tamaña reacción por parte del chico, pese a que estaba presentándose con su verdadera forma. Contempló al chico acurrucado en una esquina de la cama, llevando sus piernas al pecho y rodeándolas con los brazos, escondiendo su cabeza tras ellas. La Succubus sonrió al ver como el pene del chico se asomaba por entre sus piernas, aún con visibles restos de semen en el. La criatura pasó su lengua por los dientes ante la idea de volver a degustar el semen del chico, y estiró una mano hacia él. Fue entonces cuando la escucho.

- ¡Aléjate de Shinji, maldito demonio!

No necesitó verla para saber que se trataba de la pelirroja. La Succubus reaccionó de forma inmediata lanzando un fuerte manotazo con su brazo izquierdo, con sus garras listas para desgarrar la piel de la chica y arrancar su corazón. Sintió el golpe, pero no de la forma que esperaba. La había arañado, pero no desgarrado, ni menos arrancado su corazón como había previsto. La Succubus miró a la chica que estaba tirada en el suelo fuera de la habitación, apegada a la pared del corredor, haciendo esfuerzos desesperados por recuperar el aliento.

"Debería estar muerta" pensó la criatura, cuando se percató de todos aquellos símbolos y líneas pintados en el cuerpo de la pelirroja, los cuales brillaban con intensidad. Eso era. El hechizo de protección de esa bruja... entonces la recordó.

Con todo el ajetreo, la obtención de su cuerpo y el despertar de Shinji, había olvidado por completo a la bruja. Aún estaba ahí de pie, con los brazos extendidas recitando su hechizo, mientras la corriente de aire seguía arremolinándose en el lugar, junto con esos dos grandes círculos mágicos, uno en el suelo y otro en el techo. Su cuerpo se sentía pesado productos de ellos, pero a diferencia de cuando no era corpórea, ahora podía moverse. Sonrió en forma diabólica. Ella sabía que para conjurar un hechizo las brujas debían recitarlo, y mientras más poderoso el hechizo, más largo y complejo es el conjuro a recitar. En ese lapso de tiempo estaban indefensas, ya que no se podían detenerse hasta terminar, y esta bruja aún no terminaba de recitar su hechizo... estaba indefensa.

La Succubus saltó sobre Maya con sus garras lista para desgarrarle la garganta, pero cuanto estaba a solo centímetros de lograr su objetivo, repentinamente se sintió paralizada en el aire, sin poder mover ya su nuevo cuerpo. En ese momento la bruja frente a ella la miró a los ojos y habló.

- Lo siento por ti, demonio. Terminé el hechizo.


Maya Ibuki, que había estado todo el tiempo recitando el hechizo que le permitiría librarse de esa criatura demoníaca, había tenido que dejar a un lado sus temores y resistir las ganas de ir a ponerse a cubierto; sobre todo cuando vislumbró la verdadera forma de la Succubus, pero el ver a un aterrado Shinji acurrucado en una esquina de la cama, y como Asuka trataba de recuperar el aliento a un lado, luego del golpe de la Succubus, le hizo recordar que no solo ella estaba jugándose el pellejo en esta empresa. No podía flaquear. Habían demasiadas cosas en juego.

Todo había transcurrido en cosa de unos cuantos minutos, no sabía con certeza cuantos, pero estaba segura que no eran más de uno o dos minutos, aún así, para ella habían parecido horas, sobre todo al no poder hacer nada por ayudar a Asuka, no mientras no terminara su hechizo, pero ahora, las cosas habían cambiado. Ahora era su turno. Maya le dedicó una mirada a la horrible criatura que estaba suspendida en el aire a escasos centímetros de ella, con sus garras extendidas hacia su cuello con la evidente intención de desgarrarlo. Un escalofrío atravesó su espalda y sintió como sus piernas temblaban de miedo, pero obligó a calmarse, tenía un trabajo por hacer, y lo iba a terminar.

- Demonio salido desde las entrañas del infierno. Te conmino a liberar a tu victima humana y dejar este mundo... para siempre –- dijo Maya a la criatura, logrando de alguna forma sostener la mirada con ojos como brazas de la Succubus, para luego hablar con voz fuerte y decidida - ¡SUPRECION DEMONÍACA!

La Succubus rugió con odio a Maya ante la pronunciación de esas palabras y sintió que una fuerza la arrastraba inexorablemente hacia el centro de la habitación. De alguna forma logró recuperar en parte la movilidad de uno de sus brazos y logró arañar la mejilla izquierda de Maya, antes de ser llevada hasta el centro de la habitación por una fuerte corriente de aire que parecía incrementarse a medida que pasaban los segundos. La Succubus pugnaba por liberarse, mientras rugía con fuerza, a la vez que los círculos mágicos sobre y bajo ella brillaban con mas fuerza aún. En ese momento el techó voló por aires gracias a una mano de tamaño descomunal, para revelar un gigantesco coloso de color azul que se asomó a la habitación, contemplando la situación con su único ojo.


- ¡El EVA-00! -– exclamó Ritsuko al ver el gigante azul asomándose por el enorme boquete que había hecho, levantando y arrancando una gran porción del nivel superior, para asomarse por la habitación donde sucedían tan increíbles eventos.

- ¡Bien hecho, Rei! –- exclamó Misato por el radio que cargaba en sus manos y que Makoto Hyuga había tenido la previsión de enlazar directamente con el Entry-Plug del EVA-00 -– Rei, tienes que sacar a esa criatura de aquí. Hay que alejarla de Shinji, ahora.

- Mi intervención podría poner en riesgo al Piloto Ikari –- respondió Rei.

- Es un riesgo que debemos correr. Debes capturar a esa criatura y aléjala de aquí, Rei. Es una orden –- demandó Misato con seriedad.

El EVA-00 tardó unos segundos antes de acercar su gran mano sobre la criatura, pero no llegó a traspasar dentro de lo que quedaba de la habitación. La gigantesca mano del EVA se detuvo extendida sobre el boquete, como si en vez de tratar de atrapar a la criatura, le estuviera cortando una posible vía de escape.

- Mayor Katsuragi. Detecto una extraña fuente de energía que me impide acercarme más a la criatura –- Señaló la Primera Elegida por medio de la radio.

- ¡No puede ser! –- exclamó Misato, antes de mirar a la científica - ¿Ritsuko?

- No puedo dar una respuesta... esto... esto me supera –- exclamó la rubia, sin saber qué pensar.

- Intenta intensificar tu escudo AT para neutralizar el objetivo - ordenó la jefa de operaciones ante el mutismo abrupto en que había caido la científica jefe de NERV.

-– Entendido –- fue la respuesta de Rei.


Apenas terminada de recibir esa última orden, y desde el Entry-Plug del EVA-00, Rei Ayanami contemplaba lo que ocurría en el cuarto bajó ella con rostro serio, sin quitar sus ojos de la criatura que flotaba en el centro de la habitación, por medio de un poderoso hechizo.

La verdad es que hubiera podido intervenir sin mayores problemas de haberlo querido, pero no lo encontró prudente. Las cosas debían seguir su curso natural. La Teniente Ibuki estaba haciendo un buen trabajo, al igual que la Segunda Elegida, pero la pelirroja aún tenía cosas por hacer... por ella y por Shinji. Por estos motivos, Rei decidió no intervenir a menos que fuera estrictamente necesario. Permanecería como respaldo por si las cosas salían mal, aunque estaba totalmente segura de que no tendría que intervenir mas que como espectadora. Aun así, había algo que si debía hacer, mas bien dicho, había algo que debía decir.


La Succubus, que pugnaba por liberarse de la opresión a la que la sometía el hechizo, levantó la vista al escuchar un estruendo sobre ella, solo para encontrarse con uno de esos gigantes que ya había visto anteriormente al recorrer estas instalaciones siguiendo a su presa. Inmediatamente pudo sentir una presencia dentro de ese coloso, una presencia que ya la había sentido antes. El ser celestial. La criatura vio como la gigantesca mano de ese coloso se movía sobre ella. En un inicio creyó que iba a atraparla, pero en cambio, dejó la palma extendida sobre el boquete del techo, obstaculizando lo que podría haber sido una vía de escape. Camino que quedo definitivamente bloqueado cuando un invisible pero potente barrera se proyecto sobre aquel techo desgarrado.

Los ojos de la criatura brillaron con odio, contemplando al coloso que contenía al celestial, el cual no volvió a hacer más movimientos, como si ya no tuviera intenciones seguir interviniendo. Pese a no poder verlo directamente, la Succubus pudo sentir la fría mirada de ojos escarlata del celestial sobre ella. Entonces la oyó. El celestial le habló sin palabras, directamente a su mente.

"Te lo advertí, demonio. Ahora pagarás por tus actos"

La Succubus rugió con rabia en un ininteligible e ignaro idioma ante las palabras del celestial, mientras flotaba en el centro de la habitación, siendo oprimida por esa fuerza que se sumaba a esa otra fuerza mágica que restringía sus movimientos.


La repentina aparición del EVA-00 arrancando el techo y asomándose desde el piso superior, por poco y hace que Maya perdiera su concentración, y de paso, cancelara el hechizo, sobre todo al ver como la gran mano del EVA descendía sobre la Succubus, pero se detuvo antes de ingresar al cuarto. Ahora, Maya trataba desesperadamente de mantener la calma y no perder la concentración, no ahora que estaba por lograr su objetivo.

Maya limpió la sangre que corría por su mejilla con el dorso de su mano izquierda, con la que tenía sujeto su antiguo libro, ahora cerrado, el cual acunó contra su pecho, sin bajar el brazo derecho, en el que la gema en su pulsera brillaba con intensidad.

- Ahora Asuka. ¡LANZA YA EL CRISTAL SOBRE ELLA! –- gritó Maya, sosteniendo el poder del hechizo con todas sus fuerzas.

Asuka no necesitó que se lo repitieran. Buscó en uno de los bolsillos de su túnica y sacó la pequeña caja de madera que contenía el cristal, lo tomó en su mano, miró con despreció a la criatura y lo lanzó hacia ella con todas sus fuerzas.

Ante la sorpresa de todos los presentes, el cristal se detuvo por si solo frente a la criatura y comenzó a brillar mientras giraba sobre su eje con gran velocidad. La Succubus supo lo que eso significaba. La iban a sellar en el cristal. La criatura que respondía al nombre de Kanako gritó con furia al sentir como su cuerpo comenzaba a ser succionado por el cristal y decidió jugar su última carta, lo único que le quedaba para salvarse de ese destino.

- Shinji... ¡SHINJI, AYUDAME!


Shinji Ikari, quien había permanecido todo el tiempo acurrucado en una esquina de la cama, se había perdido prácticamente todo lo que había pasada frente a él, aunque pudo escuchar claramente los gritos de Asuka, Ritsuko y Misato a la distancia, y a Maya, recitando algo en un idioma desconocido. También sintió un gran temblor y un sonido atroz sobre su cabeza, pero no hizo el menor amago de alzar la vista y dar una mirada. Su mente estaba en otra parte, en otra persona.

El Tercer Elegido estaba aterrado. Podía recordar la horrible cara de esa criatura, una criatura que le había hablado con la voz de Kanako, la chica de sus sueños, y por más descabellado que pareciera, algo dentro de él le decía que esa criatura era efectivamente Kanako. ¿Cómo podía ser eso posible? ¿Cómo? Entonces la escuchó llamándolo.

- Shinji... ¡SHINJI, AYUDAME!

Shinji no se movió, aún aterrado y superado por la situación.

- ¡SHINJI! ¡SHINJI ME ESTAN LASTIMANDO! ¡SHINJI!

Shinji apretó los dientes, y cerró los ojos con fuerza.

- Shinji... Shinji... por favor... no quiero perderte... ¡TE AMO! –- dijo Kanako en medio de un llanto verdaderamente desgarrador.

Shinji no pudo evitar levantar la vista al escuchar el llanto y las últimas palabras de Kanako, al escuchar esas palabras que habían estremecido su corazón en más de un sueño, las palabras que siempre había deseado escuchar de alguien y nunca había creído posibles: "Te amo"

- Kanako –- dijo Shinji levantando su vista.

El panorama que encontró el Tercer Elegido al levantar la cabeza fue caótico. El techo había desaparecido y en su lugar pudo ver la gran cabeza del EVA-00 que contemplaba lo que ocurría en la habitación, junto con su gran mano extendida sobre el lugar. Ante él estaba Kanako, tal cual la recordaba, hermosa y totalmente desnuda, siendo succionada por una especie de cristal que flotaba en el centro de la habitación. La mitad del cuerpo de la chica estaba desapareciendo succionado dentro de un cristal que flotaba en medio de la habitación, mientras ella lo miraba con desesperación y terror en sus anegados ojos, extendiendo desesperadamente sus bazos hacia él.

- ¡Shinji ayúdame! –- lloró Kanako, con desesperación -– No me dejes, por favor, no me dejes.

Ante el desgarrador llanto de la chica, Shinji se puso de pie, sin reparar en la extraña visión ante sus ojos, ni menos al hecho de que estaba totalmente desnudo. Sus ojos estaban fijos en los húmedos ojos de Kanako, en su mirada suplicante. Extendió un brazo hacia la chica.

- ¡Shinji, no lo hagas! –- gritó Asuka ya más recuperada luego del golpe contra la pared, apareciendo junto a Maya, que seguía de pie con un brazo extendido hacia el cristal.

- No la escuches... por favor, Shinji. Sálvame. ¡Te amo! –- lloró con desesperación Kanako mirando al chico, a la vez que sus ojos dieron un leve destello.

Ante el destello en la mirada de la Succubus, Shinji sintió como si su mente se nublara por un momento, como si algo le hiciera adormecer una parte de su cerebro. Sacudió su cabeza y sintió un incesante bombardeo de imágenes que desfilaban ante sus ojos. Imágenes de él y Kanako, en la escuela, caminando de la mano, riendo juntos, compartiendo en la sala de clases, teniendo sexo... El corazón de Shinji se sobresaltó por tantos buenos recuerdos y el sentimiento que estos despertaban en él, entonces, ya no había absolutamente nada más a su alrededor. Ya no estaban Asuka, Maya, Misato, Ritsuko, la gente de seguridad, ni siquiera el EVA-00 mirando desde lo alto con su único ojo. Solo estaba él y Kanako.

- Kanako - dijo Shinji dando un paso sobre la cama, estirando nuevamente un brazo para tomar la mano de la chica de sus sueños.

- ¡Shinji, no! ¡No lo hagas! –- dijo una desesperada Asuka dando un par de pasos adelante, olvidando por completo su desnudez, el corte sangrante sobre sus pechos, o la desnudez de Shinji, que parecía no escuchar sus palabras.

- No la escuches. Ella trata de separarnos. Está celosa de nuestro amor –- dijo Kanako agarrando la extendida mano de Shinji - ¡Sálvame!

- ¡Suéltalo maldita! -– gritó Asuka lanzando al rostro de la Succubus la caja que antes contuvo el cristal, y que seguía guardando en el bolsillo de su túnica. El fuerte golpe logró que la criatura soltara involuntariamente la mano de Shinji.

- ¡KANAKO! –- gritó Shinji haciendo el amago de ir hacia ella, al soltarse de su mano.

Al ver la abertura que se generó entre Shinji y la Succubus, Asuka no dudó un solo segundo y se fue de un salto sobre la cama, arrastrando a Shinji hasta hacer que chocara de espaldas contra la pared y lo miró directo a los ojos. La chica pudo percatarse de que la vista de Shinji estaba nublada, como si su mente estuviera muy lejos. Maya tenía razón. La Succubus le había embotado la mente. La chica apretó los dientes con rabia y le dio una fuerte bofetada a Shinji para sacarlo de ese estado de ensoñación.

- ¡DESPIERTA DE UNA VEZ, BAKA! –- gritó Asuka atrayendo a atención del chico –- Escúchame atentamente Shinji. Los sueños que has tenido el último tiempo, todo el placer que has experimentado cada noche, es producido por esa cosa. Una Succubus. Un denomino sexual que se alimenta de tu... de tu semen. Ella te esta embotando la mente para usarte como alimento, y lo seguirá haciendo hasta matarte.

- No la escuches Shinji. Sálvame –- lloró Kanako, con casi todo su cuerpo dentro del cristal.

- Ka... nako –- dijo Shinji dando un par de pesadas pestañadas.

- ¡NO LA ESCUCHES! –- gritó otra vez Asuka, dándole una nueva bofetada para llamar su atención –- Solo mírala. ¡MIRALA! –- dijo la pelirroja, señalando a la criatura casi por completo succionada dentro del cristal, llorando con desesperación extendiendo los brazos.

- Esa es... ¿Esa es Kanako? –- dijo Shinji, como despertando de un sueño, entonces los ojos de la Succubus volvieron a brillar con intensidad, logrando que Shinji olvidara la visión precedente y fuera nuevamente presa de su influjo.

Asuka sintió como era empujada a un lado y con horror vio como Shinji daba un paso hacia a delante extendiendo uno de sus brazos hacia la Succubus. Los ojos de Shinji estaban nublados una vez mas y su rostro presentaba una expresión abstraída, peligrosamente cercana a la locura. El corazón de la pelirroja se estremeció al verlo así, al ver al chico que amaba en tal situación sin ser capaz de hacer nada para cambiarlo, pese a todo su esfuerzo. Entonces, al verlo ahí, aún paso de perderlo para siempre, Asuka se dio cuenta que así como esa demonio se la estaba jugando todo por una posibilidad, así mismo ella debía jugársela haciendo lo único que aun le quedaba por hacer... abrir su corazón.

- ¡NO LO HAGAS! –- le imploró Asuka, abrazando con fuerza a Shiji desde la espalda, con sus palabras convertidas en llanto -– No lo hagas Shinji... no lo hagas. No quiero perderte. No ante esa cosa. Podría soportar perderte ante cualquier otra, incluso ante la niña modelo... ¡Pero no ante esa cosa!

- ¿Asuka? -– dijo titubeante Shinji, impactado por las palabras de la chica, que habían logrado darle unos segundos de cordura.

- Te amo –- dijo finalmente Asuka, apenas audible –- Eres un idiota... un degenerado... un bueno para nada... pero no me importa. Ya nada me importa... porque te amo.

Las palabras de Asuka fueron con un mazazo para Shinji, quien sintió como si un velo tupido que escondía algo en lo más recóndito de su mente finalmente hubiera sido desgarrado, liberando sentimientos que permanecían confinados a la fuerza, y que ahora explotaban haciendo que su corazón latiera desbocado. Shinji jadeó con fuerza cuando esos sentimientos lo golpearon, sentimientos que lo hicieron estremecer. Ante esta revelación las lágrimas comenzaron a correr por las mejillas del Tercer Elegido, lágrimas de felicidad al recobrar esos sentimientos, al saber que eran correspondidos, y también, lágrimas de horror, al saber que estuvo a punto de olvidarlos para siempre, por causa de Kanako.

Shinji se liberó gentilmente del abrazo y se volteó para mirar a la chica con los ojos anegados en lágrimas. Asuka estaba de pie tras él, con el cabello arremolinado por la fuerte corriente de aire y sus ojos también anegados en lágrimas. Shinji, conmovido por esa visión y sin poder evitarlo, en contra de todo lo que se podría esperar de él, abrazo a Asuka con todas sus fuerzas.

- Yo también te amo Asuka... también te amo –- dijo Shinji entre sollozos.

- ¡NOOOOOOOO! -– gritó Kanako con voz desgarradora, al ver como los sentimientos de Shinji habían sido liberados y todo nexo que mantenía con él había sido cortado.

Todos vieron como acto seguido la Succubus sería finalmente succionada por el cristal, que emitía un intenso brillo, mientras giraba sobre su eje a gran velocidad. Finalmente, con un último gritó, la Succubus fue totalmente confinada dentro del cristal. Una onda expansiva con una luz azulada salió disparada lanzando a todos los presentes al suelo, luego de eso, el cristal dejó de girar y cayó pesadamente al suelo emitiendo un brillo antinatural, con una extraña y densa niebla moviéndose dentro de él.


Maya Ibuki, se incorporó trabajosamente hasta quedar sentada en el suelo, apoyó la espalda contra la pared del corredor, dando fuertes jadeos, totalmente agotada por lo que acababa de realizar. Pudo ver tirado el cristal en medio de la habitación, brillando como si tuviera luz propia. Estaba hecho. La Succubus estaba atrapada dentro y solo un hechizo tan poderoso como el que había realizado podría libérala, pero no sería ella la que lo realizaría. No pudo evitar sonreír con satisfacción.

A un costado del corredor, unas impactadas Misato Katsuragi y Ritsuko Akagi se ponían de pie, ayudadas por los efectivos de seguridad, que tampoco podían dar crédito a lo que acababan de presenciar. Las mujeres contemplaban el desastre en que se había convertido el cuarto que había ocupado Shinji, en el centro del cual había un cristal que brillaba por si solo.

Misato dio un par de ordenes a sus hombres y luego miró hacia el centro del cuarto. Estiró una mano con cautela pero el sello luminoso que les impedía el paso no apareció esta vez, por lo que dedujo que su efecto se había cancelado. Con cautela, la mujer se encaminó hasta donde se encontraban Shinji y Asuka, teniendo cuidado de evitar el cristal que descansaba en el suelo. Atrás, Ritsuko vio como Maya logró ponerse trabajosamente de pie, para luego dar inseguros pasos en dirección hacia el centró de la habitación. Sus piernas flaquearon, pero Ritsuko logró sujetarla a tiempo dándole un punto de apoyo.

- Gracias, doctora –- dijo una cansada Maya.

- Maya... ¿qué fue todo esto? - preguntó Ritsuko, con voz apenas audible.

- Exactamente lo que parece ser, doctora... magia –- respondió Maya, soltándose del brazo de la rubia para ir hasta el centro de la habitación con pasos temblorosos y tomar el cristal que aún permanecía en el suelo.

- No puede ser... eso es...

- ¿Imposible? –- preguntó Maya, estirando su brazo izquierdo hacia el antiquísimo libro que estaba tirado a un lado del corredor - ¡Confínate!

Los ojos de Ritsuko Akagi casi salen de sus orbitas cuando la cadena enrollada en el antebrazo de Maya se liberó y salió dispara hacia el libro, el cual se elevó en el aire permitiendo que la cadena se enrollara a su alrededor, para luego ser sujetado por un pequeño candando. Entonces, el libro voló hasta la mano izquierda de Maya, que lo acunó contra su pecho. La joven hechicera le dedicó una mirada de superioridad a la científica.

- Ya se lo dije antes doctora. No importa cuántos análisis, formulas, o modelos científicos se realicen para llegar a una conclusión lógica... hay cosas que la ciencia simplemente no puede explicar -– señaló Maya, enseñándole el cristal que brillaba con luz propia y que parecía contener una especie de niebla en su interior.

Ritsuko Akagi sintió que la mirada de Maya la taladraba. Esa mirada logró que la brillante científica sintiera que todos sus conocimientos no servían para nada, como su fuera una chiquilla inexperta. Esa mirada de Maya le estaba diciendo que ella estaba equivocada en sus planteamientos, y que se lo había demostrado con hechos. Ante esto, la científica miraba de manera disimulada hacia el suelo, tratando digerir todo lo que acaba de ocurrir.

"Trágate tus palabras... Eso es lo que quieres decirme. ¿Verdad, Maya?". Se preguntó para sus adentros Ritsuko, la cual levantó la cabeza cuando sintió que Maya pasaba junto a ella acercándose a Misato.

- ¿Cómo están ellos? –- preguntó Maya, contemplando a Shinji y Asuka, quienes estaban abrazados y acurrucados en un rincón de la cama, cubriendo su desnudez con la túnica negra de la pelirroja.

- Están bien... creo que... es mejor no molestarlos por ahora –- respondió Misato, sin quitar la vista de los Pilotos EVA.

- Si... creo que es lo mejor –- concordó Maya, con una sonrisa en sus labios, al ver como ambos chicos estaban abrazados sin decir palabra. Pudo ver lágrimas en los ojos de Asuka, pero al ver una pequeña sonrisa en sus labios, supo que esas lágrimas eran de felicidad. "Me alegro por ti, Asuka" pensó la mujer.

Misato le dedicó otra mirada a los Pilotos EVA y no pudo evitar una pequeña sonrisa ante esa tierna escena, luego se giró para mirar seriamente a la mujer ante ella, la cual cargaba ese extraño libro acunado contra su pecho, vistiendo unas ropas que la hacían parecer una chica gótica... una bastante sexy, a decir verdad. Dio una fuerte inspiración antes de hablar.

- Bien Maya... creo que me debes una buena explicación –- dijo Misato con seriedad.

- Si Mayor, creo que tiene razón. Pero le advierto que es una larga historia –- respondió Maya.

- Después de todo lo que acabo de ver... no lo dudo -– comentó Misato - ¿Al menos podrías comenzar diciéndome que demonios era esa cosa?

- Exactamente eso, Mayor. Un demonio –- respondió la joven hechicera.

- ¿Qué? –- preguntó Misato, incrédula.

- ¿Un demonio? -– preguntó Ritsuko, acercándose al escuchar esa respuesta.

- Así es doctora. Un demonio... un Succubus.

Misato y Ritsuko miraban a Maya sin creer lo que acaban de escuchar, mientras, desde lo alto, dentro del EVA-00, Rei Ayanami contemplaba fijamente a Shinji y Asuka, que continuaban abrazados en una esquina de la cama, ajenos a todo lo que ocurría a su alrededor.

- Bien hecho Teniente Ibuki... bien hecho, Piloto Langley –- comentó la chica de ojos escarlata, con una pequeña sonrisa en los labios luego de cerciorarse que finalmente la lucha había terminado.


Las cosas en NERV habían estado muy agitadas los días posteriores al evento que se había desatado en el sector residencial. Un gran operativo de encubrimiento se había desplegado para acallar la verdad de lo sucedido esa noche. El rumor que se echó a correr, fue que el evento había sido ocasionado por el hackeo a MAGI por parte de una potencia externa, pero todo había sido solucionado a tiempo por la doctora Ritsuko y su equipo, antes de que las cosas pasaran a mayores. Obviamente eso no explicaba todo, como el por qué el EVA-00 había destruido parte de un sector residencial, pero nadie se atrevió a indagar más sobre esto.

Las personas que habían tenido relación o conocimiento sobre el "Incidente Kanako" como fue pasado a llamar posteriormente, fueron obligados a firmar un documento que les obligaba a guardar absoluto silencio sobre los hechos de este evento, donde se especificaba que si dejaban salir en más mínimo comentario del hecho, pasarían el resto de sus vidas en una pequeña y oscura celda en los más oscuros y recónditos confines de NERV, si es que aun tenían algo de vida para ello. Fue así como pocos días después ya nadie hablaba sobre los eventos de esa noche y las cosas volvieron a una relativa normalidad, con todo el personal de NERV preocupado de tener todo listo para el próximo ataque de un Ángel, que como bien sabían, podía suceder en cualquier momento.

Con respecto a los pocos que conocían toda verdad tras el "Incidente Kanako" debieron asumir el hecho con verdadera sorpresa, y de forma bastante traumática la existencia de los "Demonios". En un primer momento el Comandante Ikari se negaba rotundamente a creer semejante afirmación, atribuyendo todo al ataque de un Ángel, pero ante el peso de las evidencias, no tuvo más que aceptar el hecho de que había otro potencial enemigo que esperaba agazapado su oportunidad de actuar. Este hecho era por demás, inquietante y había mantenido en un prolongando mutismo al ya silencioso Gendo Ikari, el cual estaba enfrascado en sus pensamientos, tratando de idear alguna forma de contener algún nuevo potencial ataque de otro "Demonio".

En cuanto a Shinji Ikari, protagonista del "Incidente Kanako" fue sometido a una seguidilla de complejos análisis por parte de la doctora Ritsuko, los cuales fueron concluyentes. En el aspecto físico el Tercer Elegido no presentaba ningún tipo de anomalía, pero en el aspecto mental las cosas eran muy distintas. En un inicio se especuló con la posibilidad de una contaminación mental, lo que causó que Shinji fuera puesto bajo vigilancia de personal de seguridad, armados hasta los dientes y con orden de disparar a la menor provocación; a matar inclusive, si era necesario. Finalmente la contaminación mental fue descartada por la doctora Ritsuko, pero esta descubrió que el influjo de Kanako había dejado algunas anomalías en los patrones mentales de Shinji, que dejaron bastante complicado al vástago despreciado de Gendo, y de paso a la científica, que pese a sus intentos no lograba calmar al joven Piloto EVA.

Tal como Maya lo había vaticinado en una conversación con Auska poco antes del "Incidente Kanako", el influjo de la Succubus causó estragos en la mente del Piloto EVA los primeros días. La mente, y por consiguiente, el cuerpo de Shinji, necesitaba de la Succubus. La desesperación y necesidad del chico por los estímulos sexuales que le brindaba esa criatura, fueron descritos por la doctora Ritsuko como una especia de "Síndrome de Abstinencia". Para sorpresa de todos, solo el apoyo de Asuka, que no se había despegado del chico en ningún momento, logró finalmente calmar la desesperación del joven Piloto EVA.

Para todos lo que lo vieron esas escenas fue un verdadero shock. La hasta hace días huraña pelirroja, que trataba a Shinji como si fuera basura, estaba ahora abrazándolo y diciéndole palabras de cariño, acurrucados en una esquina de la cama, en el aislado laboratorio donde tenían confinado al Tercer Elegido. Por la actitud desesperada de Shinji, tanto Ritsuko como Misato pensaron que el chico saltaría sobre la pelirroja, le arrancaría la ropa y la violaría ahí mismo, pero nada más alejado de la realidad. Asuka pareció devolverle la cordura, y sus palabras de cariño, sus abrazos, sus caricias y besos habían ido poco a poco librando a Shinji de las garras de la Succubus, que seguían clavadas en la mente del joven Piloto EVA. Finalmente el amor había triunfado, y para todos quedó más que claro, que amor, Shinji y Asuka lo tenían de sobra.

Así, los días fueron transcurrieron volviendo paulatinamente hacia una relativa normalidad. Shinji fue finalmente dado de alta y regresó al departamento de Misato. Asuka no se despegaba de él, y Shinji no se veía para nada molesto con esto. Tal parecía que ambos chicos quisieran recuperar todo el tiempo que perdieron por no ser lo suficientemente maduros para dejar de lado sus temores y abrir sus corazones. Ahora que todo eso quedó atrás, contradictoriamente gracias a la ayuda de "Kanako", se habían transformado en una pareja inseparable.

Todos parecía normal ahora, las cosas estaban retomando su curso otra vez, pero estaba claro que ya no volverían a ser como antes...

- Síndrome de abstinencia... ¿Así es como lo llamas? –- preguntó Misato a Ritsuko, bebiendo un trago de su Vodka Naranja, sentadas ambas ante la mesa de un concurrido bar de Tokyo-3.

- Es el nombre que más se ajusta a la situación –- respondió la científica –- Las Succubus dan sueños tan vividos a sus victimas que parecen reales, y los orgasmos que producen son de un placer que va más allá de lo que puedas imaginar. Es por esto que a los hombres les es prácticamente imposible dejarlos, pese a que puedan intuir o incluso saber que algo anda mal.

- Eso pasó con Shinji. Me contó que llegó un momento en que se dio cuenta de que algo andaba mal con él, pero lo dejo pasar. Los sueños que experimentaba cada noche eran demasiado tentadores –- comentó Misato con algo de resentimiento al no darse cuenta de que algo tan grave pasaba con su protegido.

- Bien, no podemos culpar a Shinji por eso. La Succubus le había embotado la mente por completo para poder alimentase a gusto de él –- dijo la científica con gravedad, para luego echar un trago de su Margarita.

Misato no pudo evitar una sonrisa.

- Hace una semana nunca hubiera imaginado ver a la racionalmente correcta doctora Ritsuko Akagi, hablando tan seriamente sobre estos temas.

- Bien, en la sección de seguridad del laboratorio tengo un cristal mágico con una Succubus atrapada dentro. Eso es algo que por lo mínimo te obliga a replantear y cambiar varias cosas. Aunque si hemos de hablar de cambios, la que realmente ha cambiado aquí es Asuka. No solo se enfrentó a esa criatura, también se ha llevado todo el peso de apoyar a Shinji en los momentos más difíciles - comentó la rubia.

- Si. Asuka se ha comportada muy bien –- afirmó Misato -– Debo reconocer que me da un poco de envida verla ahora con Shinji... aunque debió pasar momentos muy duros, sabiendo lo que le pasaba a Shinji, y tener que quedarse viendo sin poder hacer nada por evitarlo.

- Tienes razón... ella debió sufrir mucho con todo esto. Pero valió la pena todo el esfuerzo y sufrimiento que pasó. Finalmente consiguió a su hombre, y ahora es la única beneficiaria de todas sus atenciones –- dijo Ritsuko con una sonrisa al recordar a esos dos, ahora transformados en una unida pareja de enamorados.

- No me lo recuerdes. Esos dos ahora son puro amor. Son tan cariñosos y dulces el uno con el otro que la miel escurre bajo los pies. Al verlos así, nadie creería que hace unas semanas apenas se hablaban –- dijo Misato.

- Bien, puede que después de todo esto de la Succubus haya sido una bendición disfrazada.

- ¿A qué te refieres? –- preguntó Misato, intrigada.

- A que sin esa Succubus de por medio, Shinji y Asuka nunca hubieran abierto sus corazones y expresado lo que sentían el uno por el otro. Ambos estaban solos y faltos de amor, pero a la vez no dejaban que nadie se acercara a ellos. Asuka con su actitud huraña, decidida a seguir sola adelante, y Shinji encerrándose en si mismo -– comentó Ritsuko, observando el contenido de su copa.

- El dilema del erizo –- dijo Misato.

- Exacto, el dilema del erizo -– concordó Ritsuko –- Este traumático evento hizo que Asuka fuera la primera en dejar de lado su actitud y expresara abiertamente sus sentimientos. Eso fue lo que salvó a Shinji del influjo de la Succubus y causó que el también abriera su corazón. Finalmente esa Succubus les hizo un favor. Ahora son pareja, y con un lazó que seguramente los unirá de por vida.

- Si. Al verlos juntos se nota que lo de ellos va muy serio –- añadió Misato.

- Y a propósito de poco ortodoxos finales felices, eso me recuerda que Asuka se acercó discretamente a mi esta mañana para... solicitarme algunos preservativos –- comentó Ritsuko con una sonrisa juguetona.

- ¿Quieres que me sienta miserable por no tener una pareja con quien hacerlo? –- dijo Misato, mirando un tanto molesta a la mujer ante ella, recordando las ganas que tenía de echarse un buen polvo y lo frustrante que era saber lo bien que lo pasaban sus protegidos.

- Hey. No te hagas la virgen sufriente. Tú todavía tienes chances, si realmente así lo quisieras...

–- No me hables de eso - replico Misato, algo molesta por las más que obvia indirecta a la cual se refería su amiga.

-– Si en verdad quieres preocuparte por algo… ¿No te preocupa que estén teniendo relaciones? Están por cumplir 15 años, y por ende aún son técnicamente niños.

- Ya oíste a Shinji el otro día. ¿Y sabes qué?. En el fondo tiene razón en lo que dijo. Si los trato como adultos a la hora de pilotar un EVA y mandarlos a pelear a muerte contra los Ángeles, entonces lo más justo es tratarlos como adultos en todos los aspectos de su vida. Además, después de aquel incidente creo que ya no tiene sentido prohibirles el estar juntos. Al menos sabemos que se están cuidando –- dijo Misato con resignación, encogiéndose de hombros.

- Ese es un buen punto -– concordó Ritsuko –- Después de todo, no creo que te haga gracia cambiar las cervezas por pañales y esas cosas.

–- No te hagas la irónica. No eres graciosa cuando te pones así - dijo Misato mientras el rostro de Ritsuko sonreía levemente antes de agregar una última reflexión.

-– En todo caso, lo importante aquí es que esos chicos no están teniendo sexo. Están haciendo el amor. Esa es una gran diferencia.

- Si... tienes razón - dijo Misato con una sonrisa –- Al menos algo bueno ha salido de todo esto. Esos chicos finalmente encontraron el amor. Me alegro por ellos.

Se produjo un largo silencio entre las dos mujeres luego de esas palabras, en que ambas no pudieron dejar de analizar su propia desastrosa vida privada. Entonces, Misato decidió cambiar el tema y miró seriamente a la científica.

- Ritsuko... ¿Has sabido algo de Maya?

La rubia estrechó la vista ante esa pregunta, pero luego cambió a una expresión triste en su rostro al recordar la suerte de su discípula, mano derecha y hechicera recién salida del closet.

- No he vuelto a saber de Maya desde el último e-mail que me envió con un archivo detallado sobre Succubus e Incubus -– respondió con pena la científica.

Ambas mujeres bajaron la vista ante el recuerdo de Maya Ibuki, la mujer que se había enfrentado a un demonio y había vencido usando el poder de la magia. No las ilusiones que realizaban los magos de la televisión, sino magia de verdad... magia muy poderosa.

Luego del "Incidente Kanako" Maya Ibuki había sido puesta inmediatamente bajo arresto por personal de seguridad bajo las ordenes directas del Comandante Ikari, y llevada a una de las celdas en lo más recóndito de NERV, con dos guardias custodiando la puerta de la celda en todo momento. Pese a los intentos de Misato, Ritsuko y una furiosa Asuka, de interceder por la joven mujer, el Comandante Ikari se había mostrado inflexible. Maya Ibuki había ido contra todas las disposiciones de NERV, y debía asumir la responsabilidad de sus actos. Eso al menos en el papel, ya que no era misterio para ninguna de ellas que la verdad detrás del arresto de Maya era obligarla a revelar cómo había hecho todo lo que registraron las cámaras de vigilancia. Pero las cosas no resultaron como el Comandante había previsto.

Para sorpresa de todos, cuando al día siguiente fueron por Maya para llevarla al que sería el primero de una serie de interrogatorios, se encontraron la celda totalmente vacía. Nadie nunca se pudo explicar como es que Maya se las había arreglado para escapar de ahí, pese a los guardias y una cámara de vigilancia que firmaba el interior de la celda, y que curiosamente no había registrado nada fuera de lo normal. Maya estaba ahí y un segundo después simplemente había desaparecido.

Un completo operativo se puso en marcha para capturar a la Teniente Maya Ibuki, pero fue totalmente infructuoso. El departamento de Maya en la ciudad estaba totalmente vacío y sin rastros de la mujer. Así mismo el libro que Maya usó durante el hechizo para sellar a la Succubus, y que había sido requisado por la gente del Comandante Ikari, también había desaparecido en forma misterioso, y nada menos que del interior de una caja fuerte con 3 sistemas de cerrojo, de la que nadie tenía conocimiento más que el propio Comandante Ikari y su segundo, Fuyutsuki.

Fue así, como luego de días de intensa e infructuosa búsqueda por NERV y todos los rincones de Tokyo-3, la investigación debió ser cancelada. Maya Ibuki había desaparecido sin dejar rastros. Lo único que la mujer dejó atrás fue el cristal que contenía a la Succubus, que era celosamente custodiado por personal armado las 24 horas del día.

- ¿Qué crees que haya sido de ella? –- preguntó Misato.

- No lo sé, pero creo que hizo lo correcto al desaparecer del mapa. Después de todo lo que ocurrió... de todo lo que presenciamos esa noche, el Comandante Ikari no se hubiera detenido hasta hacerla revelar todo lo que sabía sobre hechicería -– comentó Ritsuko.

- En eso tienes razón -– concordó Misato –- "Magia"... quién lo hubiera pensado, y mucho menos de Maya.

- Resulta contradictorio. Maya es una mujer de ciencia, como yo, pero a la vez practicaba la magia en su tiempo libre. El destino no permitió que ella pudiera seguir así para siempre. Tarde o temprano tendría que elegir entre una u otra... pienso que hizo su elección –- dijo Ritsuko, con una mirada estrecha.

- ¿Piensas que tomó una decisión errada?

- Después de lo que vi la otra noche... no. No lo creo. Maya me demostró cuan equivocada estaba en tener excesiva seguridad en mis planteamientos, me hizo tragar cada una de mis palabras, y dejó algo para que nunca me olvidara de mi error, para recordarme que por mucho que sepamos, aun existen cosas que por ahora siguen escapando al entendimiento científico.

- ¿Te refieres al cristal? –- preguntó Misato.

- Si, el cristal –- afirmo Ritsuko con pesar -– MAGI lo ha analizado de todas las formas imaginables pero es incapaz de determinar qué tipo de energía es la que envuelve a ese cristal, ni mucho menos determinar la naturaleza de su contenido. Solo sabemos que es una especie de niebla que flota en su interior, y que se mueve como si tuviera vida propia.

- Magia –- dijo Misato.

- A falta de una mejor definición o explicación plausible, creo que magia podría ser el término más acertado para decirlo –- concordó Ritsuko –- Ahora sé que es real, ese cristal es la prueba. Solo lamento no haber tenido la oportunidad de pedirle disculpas a Maya por mis palabras.

- Creo que ella ya te perdonó. Maya no es del tipo de personas que guarde rencor, ella es... Maya.

- Si... Maya, la Hechicera –- dijo Ritsuko con una sonrisa, sin una pizca de burla en su voz.

- Por Maya, la Hechicera –- dijo Misato levantando la copa con su Vodka Naranja.

- Por Maya, la Hechicera -– dijo Ritsuko, chocando la copa de Misato con la suya.

Ambas mujeres bebieron sus respectivos tragos con una sonrisa, deseándole la mejor de las suertes a Maya, donde quiera que estuviera en ese momento.


En un laboratorio en lo recóndito de NERV, Gendo Ikari contemplaba con profundo detenimiento un pequeño cristal con la forma de dos conos unidos por la parte posterior, que estaba sujeto tras un grueso vidrio protector, en una cámara al vacío. Ante el hombre de lentes, en una moderna terminal de computadoras, se desplegaban los datos de los numerosos sensores que monitoreaban el cristal, tratando de determinar, hasta ahora en forma infructuosa, la naturaleza de la extraña energía que lo envolvía.

- Es inconcebible que MAGI aún no halla logrado determinar la naturaleza de esa energía que envuelve al cristal -– dijo Gendo, con una mirada severa.

- Considerando el tenor de los acontecimientos que envolvieron al "Incidente Kanako", encuentro totalmente normal que estemos en la oscuridad respecto a todo esto –- comentó Fuyutsuki con una sonrisa resignada –- Magia... quién lo diría.

- Me resisto a creer semejante afirmación. Debe haber una explicación lógica para todo esto

- ¿Lógica? Hasta ahora no hemos encontrado nada lógico aquí Comandante –- rebatió Fuyutsuki –- Ha visto los registros de las cámaras de vigilancia. Lo que Maya hizo. Esa mujer... aún me cuesta creer que Maya Ibuki, de entre todas las personas, sea una "Hechicera de fin de semana" y que se haya enfrentado a un demonio, sellándolo en un cristal mágico. Y sin embargo la prueba se yergue ahí, desafiante frente a nuestros ojos –- dijo el anciano señalando el cristal - Por más descabellado que esto resulte, todas las pruebas son concluyentes. Hasta la doctora Akagi se rindió ante los hechos y reconoció que esto escapa a todo análisis científico.

- Debe haber una explicación racional. Solo hay que saber donde buscar -– volvió a insistir Gendo.

- Infortunadamente, Maya Ibuki era la única persona que podría dar respuestas a nuestras interrogantes. Sin ella, me temo que no podremos avanzar mucho más en la comprensión de todos los hechos inexplicables que ocurrieron esa noche. Magia o no, sin la ayuda de Maya Ibuki, mucho me temo que nunca llegaremos a conocer la verdad - dijo Fuyutsuki con algo de pesar.

- Al menos sacamos algo bueno de todo esto, Fuyutsuki. Descubrimos que existe otro potencial enemigo rondando, y debemos tomar las medidas necesarias para no ser tomados desprevenidos otra vez -– sentenció Gendo con una estrecha mirada –- Esto podría poner en riesgo todo el Plan de Complementación de la Raza Humana.

- Ciertamente el escenario ha cambiado inesperadamente. No podemos dejar pasar por alto este hecho. El Tercer Elegido fue atacado por un "Demonio", y aunque por su naturaleza, solo haya querido "alimentarse", bien pudo poner en riesgo su vida, y con ello, nuestras oportunidades de salir airosos ante el enfrentamiento contra un Ángel hubieran quedado bastante comprometidas –- concordó Fuyutsuki.

- Los datos recogidos durante aquel incidente serán muy valiosos para preparar nuestras defensas contra un potencial ataque por parte de un Demonio. De ahora en adelante debemos tener nuestros ojos aun más abiertos y cuidarnos mejor las espaldas –- sentenció Gendo.

- ¿Realmente podremos enfrentarnos a un Demonio? - inquirió severamente el profesor luego de un largo silencio.

- Por supuesto. Ahora que sabemos a lo que nos enfrentamos, podremos hacerlo. No olvides algo importante Fuyutsuki. Los Demonios en realidad son Ángeles caídos.

- Vaya sorpresa. No sabía que fuera un hombre que leyera la Biblia, Comandante.

- No lo hago. Solo leí el reporte de la doctora Akagi -– respondió Gendo, con una pequeña sonrisa.

Luego de ese intercambio, ambos hombre se quedaron contemplando el cristal, tras el grueso vidrio que lo mantenía en una cámara al vacío. Era casi inconcebible creer que ese pequeño cristal contuviera a un Demonio, pero todas las pruebas apuntaban a ello. Un nuevo enemigo había surgido de entre las sombras y esperaba su oportunidad para atacar. Ciertamente las cosas ya no serian como antes. El escenario había cambiado y debían preparase si querían cumplir sus planes.

Gendo y Fuyutsuki siguieron contemplando en silencio el cristal por largo rato, mientras, en el interior de dicho cristal, una criatura que respondía al nombre de Kanako, y quien fuera reducida a la forma de una extraña niebla, se movía con desesperación en el pequeño espacio dentro del cristal, buscando una salida, pero era inútil. Kanako rugió con odio desde dentro del cristal, pero sus gritos nunca llegaron a ser escuchados. Se encontraba confinada en ese lugar hasta el fin de los tiempos.


- ¡Pero que calor! -– dijo Asuka cuando salió del edificio con rumbo hacia un mini mercado, para comprar un par de botellas de refresco y algunas cosas que le había pedido Shinji para preparar la cena.

La pelirroja se veía algo cansada pero feliz. No era para menos, ya que ella y Shinji habían pasado la tarde teniendo una agradable sesión de sexo, aprovechando que Misato había tenido un largo turno extraordinario que, casualmente, coincidía con el regreso de cierto funcionario que oficiaba como agente de NERV. Jornada en la cual los jóvenes pilotos habían gastado casi todos los preservativos que la pelirroja había conseguido con la doctora Ritsuko más temprano en la mañana. Finalmente el cansancio los venció y decidieron parar, además, estaban muertos de hambre, cosa nada de extraña considerando la cantidad de calorías que habían gastando. Fue así como decidieron que era hora de reponer energías, y nada mejor para eso que una buena cena, entonces se sonrojó al recordar el estado de su cuarto cuando se levantaron de la cama.

El cuarto de Asuka se había transformado en una verdadera zona de guerra. La cama estaba totalmente desecha y las sabanas con demasiadas manchas de dudoso proceder, la ropa de ambos estaba desparramada por todas partes, se podían ver varios preservativos usados tirados en el suelo, junto a un vaso de agua dado vuelta, que había mojado los pantalones de Shinji, si olvidar el pesado olor a sexo que flotaba por toda la pequeña habitación, fue más que suficiente para arrancar sendas gotas de sudor en la nuca de ambos.

"Tal vez se nos pasó un poco la mano" pensó la pelirroja caminando por la acera, pero luego sonrió y meneó la cabeza alejando ese pensamiento.

Ciertamente las cosas había resultado bien para ella. Luego de todo el sufrimiento que significó saber a Shinji presa de una Succubus sin poder hacer nada por evitarlo, finalmente las cosas habían terminado bien. No solo esa criatura estaba confinada hasta el fin de los tiempos, también había logrado entablar una relación con Shinji, una estrecha relación... muy estrecha, recordando lo que había pasado las últimas horas. No pudo evitar un sonrojo al recordar todo lo que habían hecho en su cuarto. La chica trató de alejar esos candentes recuerdos al ingresar al mini mercado.

Luego de que la Succubus fuera capturada en el cristal, Shinji no había sido liberado totalmente de ella. El influjo de esa criatura lo siguió atormentando, el deseo que ella había despertado seguía golpeando a Shinji. En un primer momento Asuka tuvo algo de temor por como reaccionaría él, pero fue una agradable sorpresa darse cuenta de que lograba calmarse y recobrar la cordura solo estando junto a él, y tal como dijo Maya, entre ambos encontraron un camino para salir adelante. El cariño que Asuka tanto temía expresar, fue el que pudo liberar a Shinji de las secuelas que la Succubus había dejado en su mente. A su vez, Shinji pudo conocer a una Asuka tierna y cariñosa, una faceta que hasta ella misma desconocía, pero que le devolvió la cordura al chico y de paso la liberó a ella de su antiguo yo, para pasar a ser una mejor mujer.

Asuka suspiró pesadamente al recordar todos esos difíciles días y no pudo evitar dirigir sus pensamientos hacia Maya, esa mujer que la había ayudado en una empresa tan difícil, y que había sacrificado todo, al liberar a Shinji de un demonio que quería acabar con su vida.

- Maya... ¿dónde estarás ahora? –- se preguntó la pelirroja en voz alta mientras direccionaba sus pasos hacia un sector donde se encontraban tanto las canastillas, como los carritos del local.

- Justo detrás de ti –- dijo una voz, que la pelirroja reconoció de inmediato.

Asuka se volteó en el acto para encontrarse con Maya Ibuki de pie a unos cuantos pasos de distancia, con esa característica sonrisa que siempre la acompañaba.

- ¿Me extrañaste? -– preguntó Maya.

- Maya... tú... tú... ¡No sabes lo preocupada que me tenías! -– regañó la pelirroja, pero no pudo evitar una sonrisa al ver a la joven hechicera.

- Perdón por preocuparte, pero tenía que desaparecer por un tiempo hasta que las cosas se calmaran un poco –- se explicó Maya - ¿Te parece que hablemos en otro lugar? La gente está comenzando a mirarnos un poco raro.

- La verdad, creo que te miran a ti. Esa ropa es un tanto... llamativa –- comentó Asuka mirando el atuendo de Maya, llegando a la conclusión de que la mujer no solo era una hechicera, también era una gótica encubierta.

- ¿Qué tiene de malo mi ropa? –- preguntó Maya mirando su atuendo, que consistía en una blusa negra con unas rosas blancas bordadas en el cuello, una corbata roja con diseños de telarañas en color blanco. Tenía además un collar de cuero negro con hebilla de plata rodeando su cuello y guantes negros sin dedos, junto a su pulsera mágica en la muñeca derecha. La minifalda era de tipo escocesa en color rojo y negro, con encajes en color negro en la parte baja y un cinturón negro con incrustaciones metálicas. Sus piernas estaban enfundadas en medias caladas color negro, y su pies en botas negras de caña baja.

- Olvida lo que dije –- dijo la pelirroja, dándose por vencida en lo referente a la forma de vestir de Maya –- Mejor ayúdame con mis compras y salgamos de aquí. Hay muchas cosas de qué hablar y este no es precisamente el mejor lugar.

Maya asintió con la cabeza y sujetó el canastillo que le tendió la chica, mientras esta comenzaba a llenarlo con las cosas que Shinji le había encargado para preparar la cena.


Ambas mujeres estaban sentadas en la banca de un parque cercano disfrutando de una agradable brisa que refrescaba ese caluroso día domingo en Tokyo-3. Asuka no pudo evitar sonreír, de hecho, estaba sonriendo muy a menudo desde un tiempo a esta parte.

- Por la sonrisa en tu rostro, deduzco que las cosas con Shinji van bien encaminadas –- comentó Maya.

Asuka se sonrojó en el acto ante el comentario de la mujer, lo que Maya supo interpretar sin muchos problemas.

- Ya veo... así que las cosas si resultaron bien para ti - comentó Maya con una sonrisa - ¿Y... que tal es Shinji en la cama?

- ¡Maya! –- estalló Asuka, viendo a la mujer con el rostro tan rojo como su cabello.

- Perdón. Sé que no debí preguntar eso, pero es que tu cara lo expresaba tan claramente que... bien, perdón –- se disculpó la mujer con las mejillas sonrojadas, un tanto arrepentida de su atrevido comentario.

Asuka contempló a Maya y esbozó una pequeña sonrisa. Era bueno ver que pese a todo lo que había pasado, aun seguía siendo la misma Maya que conocía.

- Las cosas con Shinji van muy bien -– comentó la pelirroja luego de unos momentos –- Todo esto de la Succubus de algún modo logró que ambos pudiéramos abrirnos al otro y expresar lo que sentíamos. No fue fácil en un inicio, sobre todo porque Shinji aun seguía algo tocado por el influjo de esa criatura, pero... bien, pudimos salir adelante. Finalmente fue tal como dijiste. Shinji solo necesitó saber que yo estaba ahí para él –- dijo Asuka con una sonrisa al recordar esos momentos.

- Me alegra escuchar eso. Ambos merecían encontrar la felicidad.

- Si... al final nos dimos cuenta de que no éramos tan distintos. La única diferencia es que mientras yo alejaba a todos con mi mal carácter, Shinji se encerraba en si mismo. Cuando pudimos dejar eso de lado, pues... bien, las cosas se dieron.

- Has cambiado Asuka. Ya no eres la misma de hace un par de semanas. Ahora te ves mucho mejor, más feliz... más mujer -– comentó Maya con una pequeña sonrisa.

- ¿Vas a seguir con eso? –- preguntó Asuka, sonrojada.

- No hice el comentario por eso, de verdad –- dijo Maya, también un poco sonrojada - Es solo que te ves realmente distinta. Pienso que todo esto te ha hecho madurar. Hace dos semanas ni en sueños hubieras estado hablando de Shinji o el amor de la forma que lo haces ahora.

- Bien... si, puede que tengas razón -– respondió Asuka, un tanto sonrojada –- Y con respecto a Shinji... en un inicio las cosas no pasaban de besos y caricias, pero luego de todo lo que pasó con esa Succubus, pues bien… creo que era un poco difícil que no terminara pasando. Digo, ambos lo queríamos... y si. Es bueno en la cama... demasiado bueno.

La pelirroja miraba hacia el suelo furiosamente roja luego de lo que había dicho. La verdad dudó si hacerlo en un inicio, pero creyó que luego de todo lo que pasó, era justo que Maya conociera toda la historia, además, era una buena amiga y sabía que podía confiar en ella. Por su parte, Maya fue sorprendida por las palabras de Asuka, ya que no se esperaba esa confesión. Pero eso dejaba aún más en claro cuanto había cambiado la pelirroja en tan poco tiempo.

- ¿Y qué hay de ti, Maya? ¿Cómo lograste escapar de esa celda? ¿Qué has hecho todo este tiempo que has estado desaparecida? –- preguntó finalmente Asuka, llevando el tema hacia la gran interrogante que había rondado por su mente todos estos días.

Maya se recargó en el respaldo de la banca y miro un rato hacia el cielo, antes de responder.

- Bien, sobre lo primero, me extraña que lo preguntes. Deberías saber que se necesita mucho más que una simple celda para detener a una hechicera -– comentó Maya con una sonrisa –- Sobre donde estuve, pues, fui a visitar a una sempai que no veía hace años, aunque manteníamos contacto por mail. Ella me enseñó mucho de lo que sé sobre hechicería, de hecho, por intermedio de ella conseguí el cristal en el que sellé a la Succubus. Estuve con ella estos días mientras las cosas se calmaban por acá. Sabía que no podía quedarme en NERV luego lo que pasó. El Comandante Ikari querría saber como fue que hice todo eso, y la verdad, no me hacia mucha gracia enseñarle a usar la magia a un sujeto como él.

- Si, puedo comprender eso -– comentó Asuka con un estremecimiento al imaginar a Gendo Ikari como un poderoso hechicero. La sola idea era escalofriante - ¿Y qué harás ahora? ¿Volverás a NERV?

- No... volver a NERV ya no es posible. No después de todo lo que pasó. Si pongo un solo pie en ese lugar, la gente del Comandante Ikari me arrestará o derechamente me meterán una bala entre los ojos.

Asuka se horrorizó de solo pensar en eso, pero Maya no dejaba de tener razón.

- Maya... yo... lo lamento tanto. Nunca me detuve a pensar en todo lo que estabas arriesgando al ayudarme. Arruinaste tu vida por ayudarme -– dijo Asuka con verdadero pesar.

- No digas eso, Asuka. Siempre supe que esto pasaría. Sabía que si te ayudaba las cosas terminarían así para mi, pero era algo que debía hacer. Por Shinji y por ti. ¿Y sabes qué? No me arrepiento de esa decisión –- dijo Maya con una sonrisa gentil.

- Maya –- dijo Asuka, emocionada por esas palabras de la joven mujer, mientras esta se ponía de pie.

- La verdad, estoy agradecida de que me pidieras ayuda con lo de la Succubus –- dijo Maya - No me mires así. Hablo en serio. Yo estaba atrapada entre dos mundos. Por un lado estaba el racional mundo de la ciencia, que intenta explicar y resolverlo todo con sus modelos científicos y racionamiento lógico. Por el otro lado estaba el mundo de lo oculto y la magia. Sabía que hay cosas que escapan a la lógica racional, y que la magia existe de verdad. Pero pronto estos conocimientos chocaron con mi conocimiento científico y entraron en conflicto. Las cosas no podían seguir así para siempre. Tenía que tomar una decisión.

- ¿Ya... tomaste esa decisión? –- preguntó Asuka, con cautela.

- La tomé en el momento de hacer ese hechizo. Ahí me di cuenta que no podía seguir engañándome a mi misma, de que no podía seguir negando lo que soy. Soy una hechicera, y este es el camino que seguiré de ahora en adelante.

Asuka miró sorprendida a Maya por esa declaración, pero al ver la firme convicción en la mirada de la mujer, supo que no había vuelta atrás para ella.

- Te echaremos de menos NERV –- declaró Asuka luego de un rato -– Supongo que las cosas serán un poco más difíciles para nosotros ahora, sin ti colaborando con la doctora Ritsuko todo el tiempo.

- No lo creo así –- dijo Maya -– Las cosas han cambiado. El escenario de hoy es muy distinto al de ayer. Tú y Shinji están juntos, y ahora tienen una verdadera razón por la cual luchar, eso los hace ahora mucho más fuertes que antes. En NERV se dieron cuenta de que hay otro potencial enemigo rondando y eso les cambiará por completo el esquema. No sé hacia donde fueran las cosas la semana pasada, pero hoy, luego todo lo que pasó, tomarán un rumbo muy distinto del que llevaban. Ahora el futuro está verdaderamente en tus manos. No desperdicies esta oportunidad.

Asuka no pudo más que concordar con las palabras de la mujer, y en un arranque hasta hace algunas semanas impensando para ella, la pelirroja se fue sobre Maya estrechándola en un fuerte abrazo. La mujer devolvió el gesto con una sonrisa gentil.

- Te extrañaré. Eres mi primera y única amiga -– dijo Asuka.

- Yo también te extrañaré Asuka... y gracias por considérame tu amiga -– dijo Maya, separándose gentilmente de la chica.

- ¿Te veré otra vez? –- preguntó la pelirroja.

- Puedes apostar a que si. No estaré muy lejos –- dijo Maya, con una sonrisa

La mujer dio un par de pasos atrás y comenzó a recitar un encantamiento en un extraño idioma, mientras que la gema en la pulsera que llevaba en la muñeca derecha comenzaba a brillar con intensidad. Una corriente de aire surgida de un momento a otro arremolinándose en torno a la mujer y luego de un repentino destello, Maya Ibuki había desaparecido.

Asuka miró el lugar donde hasta unos segundos había estado Maya de pie, cayendo en cuenta de que nunca le dio las gracias por todo lo que había hecho por ella y Shinji. Bien, si eran ciertas las palabras de Maya, entonces tendría otra oportunidad para darle las gracias la próxima vez que la viera. Asuka sonrió hasta que sintió algo en su mejilla. ¿Lágrimas? Se preguntó al percatarse que una rebelde lágrima había escapado de uno de sus ojos.

"¿La gran Asuka Langley llorando de emoción? Rayos. Maya tiene razón. Si que he cambiado" pensó Asuka para si. La pelirroja negó con la cabeza, tomó el par de bolsas con sus compras y emprendió el camino de regreso al departamento de Misato, de regreso a la nueva vida que tenía por delante, de regreso con Shinji.

FIN


Notas del autor: Hemos llegado al final de esta candente historia, una historia que no figuraba en mis planes, pero que surgió el día que uno de mis prelectores me mando por mail una "novedad"; un manga hentai en español protagonizado por una Succubus. Mientras lo ojeaba mi mente comenzó a trabajar por si sola, y esta historia comenzó a tomar forma.

Fue todo un desafío meter a una Succubus en el mundo de EVA, sobre todo tomando en cuenta que la historia la manejé en forma seria y la Succubus fue presentada como realmente es, un demonio, dejando de lado los estereotipos del manga, donde te puedes enamorar de una Succubus y vivir felices para siempre teniendo buen sexo. Yo quise despegarme de eso presentarlo al Succubus como realmente es, con las consecuencias que esto trae. Otra cosa difícil a tratar fueron las partes candentes de esta historia, ya que me quedaron bastante explicitas y pensé que podría herir alguna sensibilidad, pero al parecer fue todo lo contrario, porque gustaron mucho, eso me deja tranquilo y alegre a la vez. Por ahí me dijeron que podía dedicarme a escribir libros eróticos, o guiones para televisión. No es mala idea, habría que analizarlo con más calma. Pero volviendo al fic, creo que la que se robó un poco la película aquí fue Maya.

Maya Ibuki es un personaje secundario en Evangelion que no tiene un peso mayor en la historia, poco se sabe de ella, fuera de que esa admiración por Ritsuko parece ser mucho más personal. Es precisamente eso mismo lo que hace que Maya sea, como dice Fantastic-Man, un personaje "Polivalente", ya que por este poco conocimiento de ella se le puede tomar y hacer que funcione de distintas formas. En "Sex in Tokio-3" ya fui tanteando con ella, y la hice participar junto con Shinji en esa historia subida de tono en busca del amor, y funcionó bastante bien. Ahora en "Succubus" la tenemos de Hechicera y también funciona espectacularmente. Esta misma capacidad de usar a Maya en distintas facetas me ha llevado a crear 2 historias más con Maya como protagonista, llevándola hacia lugares totalmente distintos, pero eso será un poco más adelante, finalizado "Mi Otro Yo", que está un poco más cerca de reactivarse ahora que di por terminado esta historia.

Aquí me agradaría tomar un alto para agradecer a mis prelectores: Shield Liger, a quien fue el primero que le comenté de esto, me dijo que la idea era muy buena, y se entusiasmó tanto como yo con este proyecto, al punto que me envió varias ideas que finalmente se plasmaron en algunas partes de este escrito. CromCruach, siempre acertado con sus comentarios, me ayudó con sus correcciones e ideas para mejorar la historia; y Fantastic-Man, como siempre, ayudando con la ortografía y sus oportunas llamadas de atención, sobre todo con Rei, que se me anduvo desperfilando un poco, pero que pude encausar nuevamente. Muchas gracias amigos por toda su ayuda, sin su inestimable colaboración, esta historia no habría visto la luz.

Ahora pasaré a responder los reviews:

Neverdie: También creo que Shinji actuó un tanto cobarde, pero, oye, si despiertas y te encuentras a un demonio parado frente a ti, creo que cualquiera se acobarda. Respecto al mensaje con la idea que me enviaste, lamento la demora en responder. La verdad no había pasado por acá hasta el día que actualicé, momento donde vi tus mensajes. Ya te envié una respuesta, junto con mandarte las direcciones de mis correos personales para que puedas escribirme a ellos. Ahí podremos estar en contacto más fluido, ya que los reviso a diario. Saludos.

Orochi: Tal como dices, ala Succubus se le acabó el festín y de forma bastante drástica. Lo de Maya y Ritsuko tuvo un final donde la científica tuvo que agachar la cabeza ante el peso de las pruebas. Solo espero que te haya gustado el final.

Zaid-Kun: Feliz me deja el saber que arranqué risas de ti con este capítulo y trataré de no demorar tanto en el futuro con mis próximos proyectos.

Verónica Davis Kopawsky: No tienes por qué disculparte, puedes expresarte libremente que no me molesta. Al parecer el pasado capítulo te gustó mucho, lo cual me alegra sobre manera. La verdad estaba un poco preocupado por como podrían tomarlo por la forma tan vertiginosa que se están dando los acontecimientos. También espero que este capitulo haya sido de tu agrado. Planteaste darle un giro a la historia y hacer quela Succubus quede libre, pero no era esa la idea que tenía, además, eso hubiera significado alargar a historia quien sabe cuantos capitulo más. Creo que quedó bien así, espero haber satisfecho tus expectativas y que me sigas en mis otros relatos.

MeGaWwaTt: Me alegra que te gustara tanto esta historia, pero como bien sabes, todo inicio tiene su final, y esta historia llega al fin con este capítulo. ¿Continuar de Succubus? No se me había pasado por la cabeza, pero pienso que no sería adecuado. Me gustó como quedó y quiero dejarla ahí, para dedicarme a otros proyectos. Saludos y gracias por el apoyo.

Himp: Tal como comentaste, lo que hizo Maya no fue menor y tendría serias consecuencias para ella; Y si fue. Maya debipo salir huyendo para pasar a vivir una vida ocultándose de NERV, pero quedó claro que lo hizo con gusto, para seguir con un nuevo rumbo a su vida. Espero te haya gustado este final para Maya, que espero tenerla como protagonista de un fic dentro de poco.

Para finalizar, solo me resta agradecer a todos mis lectores por seguir esta historia, por sus saludos, comentarios, palabras de aliento, y criticas, que siempre son bienvenidas para ir corrigiendo los errores.

Muchas gracias por todo y nos estamos leyendo dentro de poco.