Digimon Titans

Capitulo 1

Intercambio estudiantil

Era de mañana todavía, el sol brillaba con la intensidad de un día de verano dando energía y pereza al mismo tiempo. Para los alumnos las materias se hacían especialmente pesadas en estos días, y la hora del receso se hacía esperar demás; para todos excepto los del 6to grado del colegio Nuestra señora de la asunción. Mientras los 13 niños esperaban aun soñolientos a su profesora otras aulas se sumergían en problemas matemáticos o luchaban contra el sueño en las aparentemente infinitas clases de historia.

- Esta es la ventaja de tener por profesora a la directora - Dijo Adler mientras sacaba de su mochila una refrescante bebida gaseosa. El muchacho tenía el cabello rubio y los ojos de un azul muy claro.

Todos parecían muy relajados, sacando sus bebidas para hacerle frente a ese endemoniado e inusual calor y platicando entre ellos. Ninguno se preguntaba sobre la repentina salida de la profesora, ya que como esta ha tenido miles. Pero, aparentemente, nunca había demorado tanto.

- ¡Caramba! - Exclamo un alumno - ¡La profe ya va en su oficina más de 45 minutos! - Informo al resto observando su reloj.

- ¡Vaya! lo que sea que esté haciendo debe ser muy importante - Aventuro una niña sentada al lado - ¿Y si miras por la ventana Andy? -

-Buena idea Anna -

Andy es por mucho el más alto del 6to grado, los 20 cm de altura que le lleva a la mayoría le funcionan para llegar a zonas que sus demás compañeros no pueden. Por ejemplo: la ventana con vista a la oficina de la directora.

- ¡La veo! - Exclamo Andy - Pero no está sola -

- ¿De verdad? - Se interrogaba una chica sentada en la primera fila. Su nombre es Jazzmín, pero todos le dicen Jazz porque según ella tiene más estilo. Al contrario de Andy es la más bajita de todos, pero eso no le impide imponerse.

El leve bullicio se fue desvaneciendo y en su lugar un silencio sepulcral tomo posesión del salón. Con la curiosidad de cualquier niño se pusieron a pensar en lo que podría estar haciendo su profesora.

- ¿Qué creen que haga la profe? - Pregunto Adler rompiendo con la quietud.

- Ni idea - Respondió Jessica devolviendo la mitad de un sándwich a su mochila. Jessica o Jess como le dicen todos es la más alta de las niñas, tiene el cabello corto y despeinado, justo como el de un chico. Sus rasgos masculinos, o los que ella cree tener, se fortalecieron cuando entro al equipo masculino de soccer. A su lado había un niño completamente dormido.

De la nada un chico sentado en un extremo dio un gran salto que termino de despertar a la mayoría de alumnos. El chico, cuyos cabellos rojos se intensificaban con el reflejo del sol hablo expresando un gran temor: ¿Y…y si ya averiguaron lo que hicimos en el auditorio? Los chicos ahogaron un grito mientras hacían expresiones de sorpresas dignas de una película de suspenso. Las chicas, por otra parte, no tenían idea de lo que hablaba el pelirrojo.

- No lo creo Julio, el olor a descompuesto ya se disipo - Dijo un chico sentado en el otro extremo, el muchacho, de cabello negro y ojos cafés parecía que no terminaba de creer lo que dijo.

- ¿Qué es lo que han hecho Max? - Pregunto Anna.

- Información clasificada - Dijeron los chicos al unisonó. Como si hablaran de un asunto militar.

El debate fue interrumpido por All, un chico bajito de cabello negro azabache cuyo fleco le tapaba un ojo. El se sienta al lado de la puerta, por lo que se encarga de alertar al resto de alumnos si alguien se aproxima, y así era. Todos callaron de inmediato, a lo lejos podían oír un sonido que al instante les pareció familiar, era el clásico Clock-Clock de los tacones subiendo a toda velocidad. Casi al instante la directora abrió la puerta mientras se acomodaba el cabello aparentando que no había corrido desde la dirección, sin notar que no engaña a nadie se dio unos segundos para retomar el aliento y entro caminando despacio. Mientras se dirigía hacia su escritorio observo extrañada los rostros curiosos de su alumnado. Por lo general ellos no tienen gran interés por lo que ocurre fuera del aula, pero esta vez, pudo ver venir un interrogatorio. Para evitarlo la profesora comenzó a explicar.

- Como sabrán - Comenzó - Hace unos días hubo un concurso para ver que alumno participaba en un enriquecedor programa de intercambio estudiantil - Sin importarles que significaba la palabra "enriquecedor" siguieron escuchando, sin emitir sonido alguno - Por desgracia, solo Elmer y Mizao se inscribieron - Dijo con un tono de decepción, la profesora hizo una pausa mientras ordenaba unos archivos que saco de debajo de su escritorio, saco uno, y se los mostro a sus alumnos - La señorita Mizao Akiyama fue la ganadora y fue envía….

Elmer pego un grito de desesperación mientras se desplomaba en la carpeta, al parecer este chico tenía muchas ganas de participar en el programa de intercambio. Pero su compañera Mizao, la mejor alumna del 6to grado, lo supero. Antes de que pudiera notarlo, todas las miradas estaban sobre él, Jazz no parecía esforzarse en ocultar su risa. Elmer, cuyo rostro estaba más colorado de lo normal se incorporo velozmente y se acomodo los anteojos.

- ¿Pero porque Mizao profesora? - Pregunto Elmer aparentando una gran calma.

- Por que el colegio con el que hicimos el intercambio es solo para mujeres - Dijo la profesora bruscamente, como si esperara que así aprendiera a no interrumpirla de nuevo.

Las carcajadas sacaron de su letargo al aula conjunta, quienes tenían una aburridísima clase de geografía. Ninguno pudo evitar imaginarse a Elmer vestido con una falda y asistiendo a ese colegio. La cara redonda de Elmer se puso roja como un tomate mientras intentaba inútilmente esconderse en su carpeta.

- ¡Shhhh! ¡Alguien viene! - Dijo All súbitamente.

Todos callaron de inmediato implorando que no sea la sub directora Ármela, la profesora del 5to grado. Una señora que disfruta suprimir todo lo que implique diversión en esta escuela. Lo más seguro es que al escuchar las risas su detector de alegría se activara y viniera a arruinar la diversión. El sonido de pisadas se detuvo, todos miraban inertes la única entrada al aula, esperando que la profesora Ármela entre de golpe. Pero en lugar de eso tocaron la puerta.

- Allfons, ¿podrías abrir la puerta por favor? - Dijo la directora

All siempre anda quejándose de las chicas de secundaria, ellas acostumbran apretujarlo apenas lo ven ya que les parece tierno, pero a diferencia de cualquier muchacho a él esto no le hace gracia. All abrió la puerta lentamente esperando a alguna de sus fans, cuando lo hizo cerró los ojos mientras se cubría el rostro con ambas manos, luego de unos segundos, y al notar que nadie estaba abrazándolo contra su voluntad abrió los ojos. Una niña lo miraba con la misma expresión de terror que él.

- Profesora - Hablo sin apartar la vista de la niña - Hay alguien en la puerta. -

- Pues, as que pase Allfons. -

All miraba atentamente a la niña, quien lo miraba con los ojos muy abiertos. Desde el asiento más lejano del aula se podía notar que All intentaba decir algo, tardo unos segundos en dejar de balbucear y después de una pausa le indico con la cabeza que pase y regreso rápidamente a la seguridad de su asiento.

- Obviamente al enviarles a la señorita Akiyama, ellos también nos enviaron a una de sus alumnas - Aclaro - Alumnos, les presento a su nueva compañera: Haruka Rumsfeld - Dijo la directora, señalando a la chica en la puerta - La señorita Rumsfeld nos acompañara por el resto de año escolar. -

Haruka es una chica de test blanca y cabello castaño bien peinado que le llegaba hasta la cintura, tiene ojos preciosos de color café acompañados por un rostro igualmente hermoso. Haruka camino hacia el frente entre las miradas perplejas de los chicos con pasos agiles pero muy inseguros.

- H-hola…esto…mi nombre es Haruka Rumsfeld…encantada - Musito la chica mientras hacia una reverencia.

La profesora le indico se sentara en el lugar de Mizao, que se encontraba en una de las esquinas del fondo, Haruka se dirigió hacia su carpeta rápidamente seguida por las miradas de todos los muchachos.

• • •

En el recreo, todos observaban a Haruka como si fuera de otro planeta. Ella estaba sentada en un extremo del patio de juegos. Tenía una lonchera inmensa color rosa pastel con un dibujo de Mimi Tachikawa & Tanemon, metió casi todo el brazo en la lonchera y saco un par de mandarinas. Con una paciencia increíble pelo una, y de a una las iba comiendo mientras miraba a los niños pequeños correr como locos por todo el lugar.

- En lugar de poner cara de babosos vayan a hablarle - Hablo Jazz frunciendo el entre cejo.

- ¿Estás loca? - Dijeron los chicos al mismo tiempo.

- Esa niña debe estar acostumbrada a codearse con estrellas de cine - Aclaro Julio sin quitarle la mirada.

- Sí, ¿Crees que hablaría con chicos como nosotros? - Exclamo Richard, un niño bajito con los pelos parados.

Totalmente convencidos los chicos decidieron seguir contemplándola sin hablar, pero su "imagen perfecta" se arruino cuando un niño se puso a hablar con Haruka. El chico tenía el cabello castaño claro y muy alborotado, como si nunca se hubiera peinado en su vida, sus ojos eran enormes como los de un gato y tenían un color café muy claro, acompañados por las pestañas más largas que cualquiera hubiera visto.

- ¡Hola! - Dijo el muchacho muy enérgico.

- Ho-hola - Contesto Haruka casi susurrando.

- Dime ¿Qué harás después de clases? - Pregunto mientras le sonreía.

Por lo fuerte que hablaba el niño todos escucharon lo que pregunto, con una expresión de indignación total se preguntaban quien era el sujeto que osaba invitar a salir a su preciosa compañera. Cuando todos (en especial los chicos) fueron a averiguar quién era el valiente este dio media vuelta y sorprendió a todos con una gran sonrisa.

- ¿Adivinen qué? Haru acepto acompañarnos al Digicoliseo - Dijo este mientras se acomodaba las antiparras en su cabeza.

- ¡Hika! - Grito sorprendida Jess - ¿No estabas dormido? - Pregunto finalmente.

- Sip, pero ya no - Aclaro Hika mientras guiñaba un ojo.

Jess al escuchar a Hika dio un suspiro aparentemente de alivio, pero el resto seguía boquiabierto; no por que Hika le hablara con tal naturalidad, y menos por el hecho de que la llamara Haru, lo que sorprendía a todos era que acepto ir con ellos. Cuando terminaron las clases todos se fueron a sus hogares a quitarse los uniformes, almorzar y volver de inmediato. Siempre que tenían que verse escogían como punto la panadería Romelia, que se encontraba en la misma cuadra que su colegio. Haru llego y se encontró con Elmer y un chico pálido y bajito de cabello rubio.

- H-ho…hola - Dijo Haru haciendo una reverencia.

- Hola - Musito el muchacho mirando el suelo.

Elmer no dijo nada, estaba completamente avergonzado y las lunas de sus anteojos estaban empañadas. Luego de unos segundos en los que nadie dijo palabra llego una de sus compañeras. Una chica delgada y con cola de caballo.

- Hola chicos ¿cómo están? - Hablo la niña. - ¿Tu eres Haru verdad? ¿De dónde eres?, a la maestra se le olvido decir el nombre de la escuela de donde provienes ¿y tuviste problemas para llegar aquí? Espero que pidieras permiso porque luego del Digicoliseo planeamos ir al parque a jugar un rato, tal vez sería buena idea llamar a tu casa y decir que llegaras como a las 6 o 7 de la noche, a menos que tengas algo que hacer claro. -

La niña dijo todo esto muy rápido pero de alguna manera se le entendió perfectamente. Elmer, cuyo rostro recuperaba poco a poco su color original y el otro niño la miraron asombrados ya que para ellos era una gran hazaña hablarle así a alguien como Haru.

- Hola -Dijo Haru mientras hacia otra reverencia, a pesar de ello se le notaba la incomodidad en su rostro.

- Hola, mi nombre es Lu - Dijo la chica mientras saludaba con la mano enérgicamente - Bueno me llamo Lucrecia Belli pero ni se te ocurra llamarme así por que detesto mi nombre, aunque el significado es muy bonito, significa la que trae provecho ¿lindo no? ¿Y el tuyo que significa? -

- Pues…creo que…

- Significa brisa de primavera - Menciono Elmer rápidamente, como si lo hubiera buscado en internet antes de venir aquí, lo cual sería bastante aterrador.

- Así es -Aclaro Haru mientras sonreía suavemente.

- ¿El tuyo significa noble y famoso no Elmer? - Dijo Lu - Y el de Yue es Luna en chino ¿no? - Pregunto finalmente dirigiéndose al chico rubio.

Los minutos pasaban, los alumnos continuaban llegando y se unían a la conversación. 13 de los 14 niños ya estaban presentes, todos charlaban y esperaban al último de ellos. Después de 10 minutos de espera vieron venir a alguien a lo lejos, era Hika quien venía corriendo a todo lo que daba con una extraña mochila a cuestas y un Digimon acomodado en su cabeza.

- Lamento la tardanza - Dijo mientras limpiaba el sudor de su frente.

- ¿Algún día llegaras temprano? - Pregunto Adler mientras sonreía, no parecía que lo reprochara.

Una vez estuvieron todos se dirigieron a la avenida principal donde tomarían el bus hacia el Digicoliseo. A pesar de ser muchos todos caminaban muy juntos, sin impórtales mucho el calor y menos si ocupaban toda la acera charlaban y reían enérgicamente mientras se dirigían hacia la parada de buses. Hika voltio la cabeza y vio a Haru caminado fuera del grupo, este dio un salto hasta ella con una amplia sonrisa que Haru respondió apenas. Cuando llegaron a la parada tomaron un bus totalmente vacío para no matarse por los asientos (después de todo son 14 niños) Haruka se dirigió hacia el ultimo asiento seguida por Hika y Yue. Al sentarse Haruka seguía algo incomoda, pero al ver al Digimon de Hika se calmo.

- ¿Cómo se llama? - Pregunto Haru mirando atentamente la bola rosa que estaba sobre la cabeza de Hika.

- Se llama Ichigo - Respondió el Tamer con mucho orgullo.

Ichigo era un Koromon, un Digimon del nivel In-Training. Es bien sabido que en esa etapa no pueden luchar, pero a pesar de la sonrisa tímida que este le dedico a Haru se podía sentir el poder que había en su interior. Haruka lo cogió con ambas manos y lo coloco en su regazo para jugar con él.

- ¿Y tú tienes? - Pregunto Hika sentándose a su lado.

- No - Dijo Haru de manera cortante, dejando de hacerle cosquillas a Ichigo.

Luego de un segundo continuo jugando con el Digimon, en eso Elmer aparece de golpe y le reclama a Hika: Deja de fastidiar a todo el mundo con eso de los Digimons, ¿no ves que no a todos nos tiene que gustar? Dijo con aire paternal, como si fuera un adulto sermoneando a su hijo.

- ¿Pero qué tiene de malo? - Dijo Hika con una expresión triste.

- Es un fastidio - Aclaro Elmer dando por terminada la conversación.

- Esto… ¿Hikari? - Se oyó una dulce voz y tanto Elmer como Hika dieron vuelta hacia el lugar de donde provenía, Haru. -¿para qué iremos al Digicoliseo? - Pregunto finalmente.

Hika sonreía como si esperara la pregunta desde que la invito. Elmer por otra parte movía la cabeza en señal de desaprobación. Del aparato en la muñeca de Hika salió un fino laser que rápidamente escaneo un recorte de periódico.

1 de septiembre del 2099

Guard Tamer ara convocatorias el 7 de Septiembre

La fuerza militar especializada en el control de Digimons salvajes

Guard Tamer decidió hacer un casting masivo en todo el Perú (…) Nos informan

que se llevara a cabo en el Digicoliseo #13 en Lima. (…) El encargado

de efectuar dicha prueba: El Pro Black Sword Tyrus Garo, afirma

que no será sencillo, ya que están buscando Tamers sobresaliente.

Haruka termino de leer al mismo tiempo que llegaron a su destino. Los 14 niños bajaron a toda marcha abriéndose paso entre la multitud de gente que abordaba el mismo bus (no pudieron evitar atropellar a unos cuantos) Caminaron lo más rápido que daban sus entumecidas piernas hasta que llegaron a la entrada del Digicoliseo, una gigantesca puerta doble que se abría lentamente, manteniendo en suspenso a los cientos de Tamers y espectadores al otro lado del pódium.

- ¡Por favor hagan una fila! - Ordeno el guardia con tono militar.

Los 20 minutos que estuvieron en la fila pasaron como si fueran 40, debido a que el guardia no solo les pedía orden sino además silencio. Una vez adentro encontraron un lugar lo bastante amplio para caber todos y se sentaron allí. El Digicoliseo estaba totalmente a oscuras, lo único que podías distinguir eran los extraños compartimientos que estaban ordenados al centro. Los reflectores en el techo apuntaban a esas cabinas. Hika estaba más que ansioso, desde pequeño sueña con tener increíbles aventuras al lado de Ichigo y sentía que aquí empezaría su travesía. El fuerte barullo fue cortado por la imponente voz proveniente de un megáfono.

De un rincón salió un tipo vestido enteramente de negro, su traje tenía una franja amarilla en un costado y detalles metálicos en los hombros, manos y pies, aparentemente eran protectores. En su amplia espalda había una espada tan grande como él y más impactante que su arma era el hecho de que podía caminar con ella acuestas.

- Buenas tardes, mi nombre es Tyrus Garo - Dijo de manera firme, el Digicoliseo estaba tan calmado que no necesitaba el megáfono - La mayoría de ustedes esta aquí porque cree tener una oportunidad de entrar a Guard Tamer, pues déjenme decirles que no aceptaremos Tamers ridículos, Guard Tamer existe solo y exclusivamente para salvaguardar la seguridad en cuanto a Digimons se refiere y solo le daré el visto bueno a quienes me demuestren que pueden cargar con esa labor - Su voz retumbaba por el espacioso lugar - Sin más que decir, por favor todos los Tamers que deseen participar entren a uno de estos compartimientos. -

Hika se levanto de su asiento de golpe, cogió a Ichigo y corrió hacia uno de los compartimientos. El resto de Tamers, desanimados por el anterior discurso de Tyrus entraban lentamente, considerando si era una buena idea participar.

- ¿Creen que Hika pueda? - Pregunto Yue.

- Claro que sí, es el mejor Tamer de la primaria - La voz de Jess sonaba segura. Al parecer le tenía mucha fe.

- Sí pero…lo que dijo Tyrus… ¡Admítanlo Hika no es del tipo que pelea! - Dijo Elmer - Es demasiado bueno como para lastimar a algu…

Elmer fue interrumpido por una voz enérgica que grito Ya estaEra Hika, quien había entrado hace no menos de 15 segundos y ya estaba fuera. Pero el más sorprendido era Tyrus.

- ¿Qu-que has hecho? - Pregunto Tyrus muy sorprendido.

- Pues…el chico de adentro me dijo Para pasar la prueba tienes que pelear conmigo así que peleamos y lo derrote. -

Todos se quedaron inertes por un momento, mirando al pequeño que aseguraba había pasado la prueba de Guard Tamer en menos de 15 segundos. Tyrus quien seguía sin creerlo corrió hacia el compartimiento del que Hika salió. En él había un Tamer arrodillado mirando a un Digimon que parecía haber sido arrollado por un auto.

- ¿Qué ha pasado aquí? - Pregunto Tyrus.

- Mi Digimon… ¡mi pobre Black-Guilmon fue derrotado por un Koromon! - Dijo el chico rompiendo en llanto.

Todos oyeron lo que el Guard Tamer dijo, Hika lo derroto incluso antes de que muchos llegaran al entrar. Sus compañeros de clase estaban paralizados por la sorpresa, ¿Quién diría que Hika era tan bueno? ¿Y como hizo para derrotar a un Guard Tamer con un Digimon que ni siquiera puede pelear? Todo era muy confuso, pero a su vez era fascinante. Hika había hecho una proeza digna de una conmemoración y no parecía agotado, es más, daba la impresión de que para él fue algo sumamente normal.