IRÓNICO

Habían pasado solo algunos minutos desde que ella decidió romper con el contacto que los unía y a pesar de que su pecho había sido el lugar más perfecto para dormir, la curiosidad y el deseo por mirarlo descansar ganó.

¿Qué cuánto tiempo llevaba observándolo?

La verdad es que ignoraba la respuesta, solo era consciente de lo imposible que le resultaba no hacerlo, después de todo, admirar su apariencia de niño bueno e indefenso era aún más placentero que dormir.

Y probablemente aún más esporádico de lo que imaginaba. Sonrió complacida al ver como el chico con quien compartía cama se giraba en lo que parecía un intento por seguirla y aun con sus adormilados y delicados movimientos deslizaba una de sus manos sobre su cuerpo hasta abrazarla, eliminando espacio y dejando convenientemente su apuesto rostro frente a ella y a su completa merced, poco a poco sus ojos se concentraron en delinear sus lindos y besables labios los cuales hacían una amplia invitación a acercarse, misma tentación que experimento por acariciar su rostro y apartar ese largo mechón de cabello que caía sobre su mejilla, el mismo que escapo de la cabellera que ella revolvió cuando compartió más que un beso con aquel experimentado amante, sus ojos destellaron lujuria con solo recordar lo que horas antes había pasado en esa habitación y su temperatura aumento de forma estremecedora, haciéndola pensar que lo mejor era refrescar un poco su mente.

Fue así que con movimientos cautelosos al fin decidió abandonar la cama e inmediatamente cubrió su desnudo cuerpo con la camisa que levanto del piso siendo inevitable dejarse envolver por la esencia varonil que su dueño había dejado impregnada en ella, con pisadas ligeras y pausadas se dirigió hacia el baño, con cada paso sus largas piernas temblaban ligeramente como resultado del envaramiento que seguramente había adquirido esa misma noche, antes de cruzar el lumbral dio un último vistazo pudiendo deleitarse con cada centímetro de esa ancha y desnuda espalda, era consciente de lo estúpidamente tonta y cursi que debería verse, mas no le importaba así como tampoco le importaría agradecerle a ese oportuno castaño- una sonrisa sutil apareció en sus labios-Después de todo la noche había sido perfecta y todo era gracias a Hao. . .

===Un día antes===

-Bien entonces espero contar con su apoyo- hablo el chico de ojos gatunos en tono que bien podría pasar como amenaza.

La mayoría de presentes solo asintió con la cabeza mientras los demás comenzaban a salir de la sala de juntas.

Comenzó por acomodar las hojas dentro de su carpeta, pero en el transcurso no pudo evitar mirar de reojo al tenso y molesto chico, el mismo que aun mantenía la mandíbula ligeramente contraída y los puños cerrados, misma actitud que hizo despertar en ella el sentimiento de solidaridad ante la gran responsabilidad que le había sido exigida al chino.

Volvió a considerar su idea cuando la chica pelirroja entro con una taza ignorándola completamente y dirigiéndose exclusivamente hacia Ren, el cual acepto sin dudar la bebida al tiempo que liberaba un bufido y una sonrisa forzada, ante su analítica mirada no paso por alto la forma en que la chica colocaba su mano sobre la de su jefe, en una atrevida y descarada forma de apoyo, prefirió hacer caso omiso a la escena apresurándose a levantarse de su lugar y abandonando la sala, sin percatarse de los ojos dorados que la seguían a detalle.

Llego a penas a salir cuando una voz la detuvo.

-Kyoyama, buen día.

- Buen día Diethel

-Dime Lyserg-sonrió de forma dulce- supongo que la junta fue más estresante de lo que creíste.

-Si lo dice por la forma hostil y por demás recriminatoria hacia el joven Tao debo confesar que así es.

- Lo sé, esta vez Hao se ensaño más de lo normal.

-¿Siempre suele atacarlo de esa forma?

- No es tan cretino como puedes pensar, él lo hace porque conoce las capacidades de Ren.

-Pero de que sirven estas capacidades cuando su propio padre se encarga de objetarlas.

-Lo sé, desde el ultimo error que cometió Ren, su padre suele exigirle el doble de esfuerzo, pero es normal después de todo Ren algún día ocupara su lugar.

- Los resultados que piden- indago desconfiada- no creen que han exigido demasiado.

- Acaso dudas que él pueda manejarlo- agrego una voz mordaz.

Tan rápido volteo su molesta mirada se topó con unos coquetos ojos castaños.

-No tanto como lo dudas tú- agrego el inglés con ligero tono de reproche.

- Que yo haya sido el único que le dijo lo que pensaba no me hace más malo que ustedes- hablo con ligera altivez en su voz- Pero no se dé que te quejas Lyserg al parecer Ren sigue teniendo sus propias maneras para levantarse el ánimo- hablo divertido mientras fijaba su juguetona mirada en la preciosa pelirroja que acompañaba a su amigo.

- Si me disculpan- corto con molestia- aún tengo cosas por hacer- y termino por pasar con brusquedad entre los dos chicos que veían con cara de idiotas a la risueña jovencita.

- ¿Que le sucedió?- pregunto un desconcertado Lyserg.

- No lo sé- respondió con ligera intriga-pero podría averiguarlo- sonrió con malicia.

-Déjala en paz Hao- rio burlón- chicas como esa no son para ti.

Reacciono un poco tarde, y solo fue cuando escucho el fuerte ruido de la puerta azotarse lo que hizo darse cuenta de lo molesta que estaba, camino con un poco de pesadez hasta dejarse caer en su sillón "¿ por qué demonios sigo dándole importancia a cosas tan estúpidas como esas?", coloco uno de sus codos sobre el escritorio dejando reposar su frente sobre la palma de su mano, cerró los ojos mientras suspiraba tan hondo como podía, un ligero golpeteo a su puerta la hizo hablar, mas no abandonar su postura.

-Adelante.

Espero escuchar las zapatillas de su asistente pero solo obtuvo los pasos de lo que sabía perfectamente era un hombre, un ligero estremecimiento y molestia se apoderaron de ella al saber perfectamente de quien se trataba.

-¿Qué haces aquí?- pregunto aun sin abrir los ojos.

-Disculpa pero tú me dijiste que podía pasar.

Tan pronto escucho la sarcástica respuesta abrió los ojos.

-Hao.

-Veo que esperabas a alguien más- declaro divertido- ¿Mal día?

- No-respondió al mismo tiempo que se levantaba- solo malos ratos.

-Pensé que podríamos cenar juntos, ya sabes- rio con burla- es una gran oportunidad para conocernos mejor, además como Ren está ocupado no sé con quién más ir.

-Es muy considerado de tu parte invitarme solo porque él tiene alguien mejor con quien estar.

- Es verdad- rio con naturalidad- así como también debes saber que solo fue un pretexto para estar contigo- susurro meloso muy cerca de la rubia.

-Creí haber sido clara la otra vez sobre los límites de invadir mi espacio personal.

-Suelo ser muy distraído- se hizo el tonto- te molesta si vuelves a repetírmelo.

-Mira Hao más te vale- su advertencia fue silenciada antes las dulces y espontaneas palabras del castaño.

- En verdad me gustas- susurro a escasos centímetros de su boca- serias una perfecta señora Asakura.

Ni siquiera hubo tiempo de que su trastornado cerebro reaccionara, pues tan pronto pudo procesar sus palabras la puerta intermedia de la oficina se abrió de golpe.

-Lo lamento ¿acaso interrumpo algo?- pregunto con marcado tono de molestia.

La mirada sombría del chico la hizo enmudecer.

- Por desgracia no- hablo entre dientes con una sarcástica sonrisa en su rostro.

Anna quiso asesinarlo al oír su absurda respuesta.

-Que sorpresa encontrarte aquí Hao- hablo tratando de ignorar la respuesta del castaño.

- Lo mismo digo Ren, creí que te entretendrían un poco más.

- ¿Y ya te vas?

- Casi dos años sin verte y así es como me recibes.

- Al parecer no fueron los suficientes como para comenzar a extrañarte y después de todo solo soy equitativo con tu buena amistad.

-Tu ganas,- hablo serio-¿al fin podremos hablar?

- Ahora no, mi padre está buscándote, al parecer quiere seguir alagándote por tu gran desempeño por humillarme en la junta.

- Bien- hablo ya sin ánimo de pelea y girándose hacia la rubia agrego- Al parecer tendremos que posponer la cena.

-Hablamos luego, quieres.

-Está bien, fue un gusto platicar contigo- y si para Ren no había sido demasiado descarado antes ahora Hao no se había medido pues de forma impulsiva se inclinó y beso de forma cariñosa la mejilla de la sorprendida rubia- Cuídate mucho- sonrió separándose y antes de salir se dirigió por última vez al chino-Te busco en un rato más Ren.

Ni siquiera se molestó en contestar solo se encargo de mantener su rostro con naturalidad apartando todo rasgo de sorpresa y dirigiéndole la mirada más intimidatoria que pudiera tener.

Una vez que los dos quedaron completamente solos.

-¿Puedo ayudarte en algo?

-¿Por qué no lo detuviste?

-¿Qué?

- Sabias lo que planeaba hacer y aun así no te opusiste- soltó mientras tomaba ambos brazos de la chica.

- Oye suéltame o si no.

- O si no vas a abofetearme como lo hiciste ayer, discúlpame pero al ver que no había amenaza hacia Hao pensé que hoy estabas más complaciente.

- Maldita sea Ren, deja de dirigirte a mi como si fuera tu maldito objeto de simple placer personal- soltó alejándose de él.

-Y cómo quieres que me dirija hacia ti después de lo que vi.

- No pasó nada entre nosotros y si hubiera pasado a ti que más te da, sabes esta situación ya se volvió absurda, porque que no dejas de molestarme y mejor empiezas a buscarte otro "entretenimiento laboral".

-Porque al único que quiero es a ti.

- Y que se supone que fue eso, una cita romántica- dijo entre sarcástica y burlona- o una simple advertencia de un capricho que pretendes conservar.

- Porque tienes que hacerlo tan difícil.

- ¿Difícil? Oh ya veo-rio con cierta crueldad- entonces es que todo esto es solo una declaración amorosa.

- No digas tonterías- giro su rostro ligeramente apenado y molesto- suenas demasiado cursi.

-Y me preguntas que por qué no lo detuve, la respuesta es fácil porque a diferencia de ti él sí sabe lo que quiere- mintió tratando de rescatar el poco orgullo que le quedaba.

- Entonces en verdad lo prefieres a él.

El silencio de la chica lo destrozo más de lo que pensó.

-Haces bien Anna, a final de cuentas el siempre gana, pero eso no quita que yo sigo siendo tu jefe, necesito que grafiques todos los resultados, pienso entregárselos mañana mismo a Hao para que deje de entrometerse conmigo y alejarlo lo más posible de mi vida y no hay problema si te llevas horas extras yo me encargare de pagártelas.

- Pero eso me llevará más de 3 horas y . .

- Entonces empieza pronto o te irás muy tarde de aquí.

Salió molesto de la oficina de la chica y con un solo pensamiento en su mente.

"¿Por qué Hao?, ¿por qué otra vez tú?"

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Trato por tercera vez concentrarse en lo que leía sin embargo ni una maldita vez lograba hacerlo "porque a diferencia de ti él sí sabe lo que quiere", volvió a molestarse tan pronto esas palabras cruzaron su mente, ¿por qué le afectaban tanto?, desde hace mucho tiempo había considerado que el romance era una molestia y la pérdida de tiempo más tonta que podía existir, sin embargo había cometido una peor tontería que pensarlo y esa era haber caído ante la tentación de una noche loca de placer, una sola noche en la cama para que esa rubia lo volviera loco por volver a tenerla, la misma chica que lo había despreciado más de las veces que nunca imagino ser despreciado, la mista que lo había cautivado al grado de celarla como quizás jamás lo había hecho con nadie y que comenzaba a necesitar como hace mucho no pensó en necesitar a alguien, esa era Anna y ante todo era la chica a la que se negaba a perder.

-¿Puedo pasar?

Solo se limitó a hacer un ademan con la mano en aceptación a su pedido, sin poder evitar fijar su mirada en la ventana de su oficina la cual demostraba a una atractiva rubia hablando con Kanna.

-Esa chica, es hermosa- hablo Hao una vez que vio el objeto de interés por parte del chino.

-Por favor- repelo con molestia.

-¿Qué?, me dirás que no te habías dado cuenta- se sentó en el sillón frente a él.

- Claro que me eh percatado y creo que por eso mismo no está de más que vuelva a decirlo, aléjate de asistente Hao.

- Aléjate de mi asistente Hao- imito con voz infantil y en tono burlón- aléjate de mi hermana Hao, aléjate de mi secretaria- sonrió- acaso no sabes decir otra cosa.

- De hecho te falto la más importante y fue. . . aléjate de mi novia Hao- recalco el nombre del chico- pero qué caso tiene repetirlo si fue precisamente en esa advertencia donde fallaste.

Hao cambio rápidamente su semblante a uno sombrío.

- Cuando sucedió ya no era tu novia.

- Y solo basto que ella te lo dijera para creerle.

-Y que se supone debería hacer.

- Tener un poco más de cerebro y no meterte con la novia o ex novia de tu amigo.

- Jamás voy a perdonarme lo que te hice pero espero que tu algún día sí.

- Por que debería perdonarte el que me alejaras de la mujer más falsa que haya tenido la desgracia de conocer- sus palabras arrastraban cierto grado de desilusión- en verdad te estás convirtiendo en una maldita sombra Hao, para mi padre eres el modelo de hijo que desearía tener, el perfecto que no se equivoca y en el que todos confían, todos en esa estúpida junta piensan que tu llevarías mejor esta empresa.

- Todos menos la persona que en verdad me hubiera gustado impresionar.

- ¿De qué hablas?

- Olvídalo.

-A veces pienso que mi padre tiene razón y que aún no era tiempo para que yo asumiera esta responsabilidad.

-Solo debes confiar más en ti- dijo dirigiendo su divertida mirada hacia la rubia- después de todo,ella lo hace.

- ¿Qué?

- La forma en que hablo de ti cuando la conocí, al principio solo pensé que era por ser tu asistente pero cuando logre ver que ella no se intimida con nada comprendí que lo decía por que en verdad lo creía, y la forma en que enfrento a tu padre en la junta por salir a tu rescate- sonrió - esa chica sí que tiene valor y por eso me gusta e interesa.

- Hao- una sonrisa triunfante apareció en los labios del chico.

- ¿Si?

-Aléjate de Anna.

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Ya era muy tarde y Anna maldecía a Ren por atreverse a dejarla trabajar tan tarde, incluso ya había pasado una hora desde que Kanna se había retirado, ese idiota ya se la pagaría, una anotación más para su libreta de venganzas hacia el chino y para sorpresa de la rubia parecía que lo había convocado ya que rápidamente se puso a la ofensiva al sentir como abrían la puerta de la oficina.

- ¿Qué? ¿Acaso vienes a darme más ordenes?- dijo al mismo tiempo que se volteaba a verlo.

Sin embargo no obtuvo respuesta, solo vio como en movimientos sagaces Ren acorto toda distancia tomándola por los hombros de una forma brusca hasta hacer que la chica chocara contra la pared y antes de que ella pudiera reclamar el chico subió ambas manos hasta su rostro sujetándolo y plantando un ansiado y excitante beso.

Anna quedo petrificada ante el atrevimiento del chico, y para su propia desgracia se sorprendió al notar que sus labios respondían al beso.

Ren se separó lentamente de ella y en susurro hablo

-Este será tu suplicio pequeña, estas serán las consecuencias de dejarme probar tu cuerpo- la chica no pudo controlar el estremecimiento que esas palabras le provocaron- no quiero que ni Hao ni nadie vuelva a acercarse a ti- susurro sobre su boca- porque tu solo eres para mí- volvió a besarla de una forma tan tierna que Anna juro estar soñando- este será el precio que pagaras. . . por haberme hecho enamorarme de ti.

Ni siquiera era consiente ya de cómo había llegado hasta ahí, solo estaba lo suficientemente concentrada en sentir todas y cada una de las sensaciones que los labios del chico despertaban en ella, aun sin perder contacto con su boca se dejó guiar por los astutos movimientos del chico que de una forma magnética mantenía su cuerpo unido al suyo

Recostó con suavidad el delgado cuerpo de la chica sobre la amplia cama, sin poder evitar reprimir las ganas de pasar su embriagada mirada sobre el agitado cuerpo semi desnudo que mantenía entre sus brazos, deslizo su juguetona mano sobre su hombro al mismo tiempo que apartaba el delgado tirante del brasier de la chica y en un acertado y rápido movimiento se deshizo por completo de esta prenda y acerco su impaciente boca a uno de sus pechos succionándolo suavemente, no pudiendo evitar que los continuos gemidos invadieran rápidamente la habitación .

Inmediatamente coloco su traviesa y vivas mano sobre las pantaletas de la chica provocando en ella un pequeño toque eléctrico recorrer todo su ser, que penetro en cada uno de sus músculos y encendió de golpe el calor que su cuerpo hasta ahora mantenía pasivo, acaricio con ligeros roces de sus dedos la zona que activaba los más deleitantes sonidos de la boca de la rubia, podía continuar más tiempo complaciéndola de esta forma pero admitía que era muy torturante para ambos no ir más allá, así que de forma lenta despojo a la chica de su ropa y se acomodó entre sus largas piernas introduciendo poco a poco parte de su hombría en ella, primero fue suave pero la mismas necesidades de sus cuerpos reclamaron mayor agresividad, los movimientos fueron lentos y continuos fundiéndose con los gemidos y la respiración agitada de la chica lo cual solo le provocaban mayor placer, se inclinó delicadamente ante ella aprisionando sus labios con los suyos.

-Me encantas- dijo apenas pudo separarse.

Con mucho amor rodeo a la chica en un abrazo y sin salir de ella la atrajo hacia su cuerpo, deteniendo todos sus movimientos, fueron segundos en los cuales solo se dedicó a deleitarse con el adictivo sabor de la boca de la rubia.

-Por favor, continua- hablo la chica con voz agitada.

Una súplica que al ser escuchada solo provocaba más deseo en él y lo hacía vibrar al grado de ceder ante las peticiones de su amante, sin perder tiempo se aferró con un brazo a la estrecha cintura de la rubia mientras que con la otra mano hacia a un lado el cabello de la chica para poder exponer la deliciosa piel de su cuello, marco con sus intoxicantes labios la blanca piel de Anna mientras esta se aferraba a su espalda, sintiendo como este aumentaba el ritmo de sus embestidas al mismo tiempo que con su brazo la aferraba para hacer más profunda la penetración.

Ella tomando partido de la posición en la que se encontraba comenzó a hacer pequeños brincos y movimientos que resultaban verdaderamente placenteros para el apuesto joven.

Enloqueció ante los fuertes gemidos que ahora no se preocupaba por ocultar su atractiva amante y aún más cuando la chica rodeo con sus manos su cuello y prosiguió a echar su cuerpo hacia atrás, dando un mayor y accesible campo de penetración, haciendo que el roce de sus sexos fuera más deleitable por lo que el joven chino sentía poco para llegar al clímax y fue así que aumento la velocidad de sus embestidas como el resultado de la excitación que le provocaba ver el sonrojado rostro y piel de la chica, conjunta con el vaivén de sus pechos.

-No puedo mas Ren… yo ..

-Anna yo . . .

Volvió a atraerla hacia su torso sintiendo los pezones rígidos de la rubia chocar contra su pecho, rodeo ahora con ambos brazos el cuerpo de la joven al mismo tiempo que daba su última y profunda embestida dándole un resultado más glorioso del que esperaba, sintió la intimidad de la chica contraída alrededor de su miembro incitándolo a expulsar un cálido liquido dentro de ella, el gemido altivo lleno de éxtasis que se escapó de los labios de la chica fue una gran complacencia a los oídos del joven, con las fuerzas que le restaban Anna se aferró a la ancha espalda de su acompañante al mismo tiempo que su cuerpo temblaba ante tan exquisita sensación.

¿Qué si volvieron a hacerlo más de una vez?

Los agotados cuerpos desnudos sobre la cama dictaban que sí.

Ren no podía desapartar de su rostro la sonrisa que ahora tenía, pues sobre su pecho descansaba el cálido y exhausto pecho de su hermosa rubia, la cual descansaba de forma tan tranquila que lo invitaba a él a seguirla incluso en sus sueños, no le importó lo estúpidamente cursi de sus actos solo atino a besar el cabello de la dulce cabeza de su amada antes de dormir.

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Abrió la llave del lavabo y con el agua fría refresco su rostro, se mantuvo algunos segundos cautivada ante el reflejo que le ofreció el espejo frente a ella, o mas bien eso aparentaba ya que solo se dedicaba a analizar lo irónico de la situación, pues nunca imagino que la presencia de ese apuesto castaño la llevaría a estar ahora en el departamento de Ren pero irónicamente y aun en contra de lo que su propia naturaleza le dictaba ahí estaba y era feliz.

-Debo confesar que nunca pensé que mi ropa luciera mejor en alguien más- hablo el joven de ojos dorados detrás de la chica al mismo tiempo que se aferraba a su cuerpo y hundía su rostro en los cabellos de la rubia.

- Es de esperarse después de todo tengo mejor cuerpo que el tuyo- alardeo la chica en broma.

- Estoy seguro que sí pero me gustaría corroborar esa información- dijo volteándola y besándola de forma delicada.

- Pues tendrá que ser en otra ocasión, debo irme a cambiar no puedo llegar al trabajo con la misma ropa.

- Bien mejor nos bañamos juntos y yo te llevo, después de todo creo que es justo saber dónde vives.

- Eh inevitable, pero por ahora quiero hacerlo a mi manera- beso al chico evitando algún tipo de queja.

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Dos días habían pasado desde aquel memorable suceso, entro a su oficina tan rápido pudo encerrándose en ella, pocos minutos el chico hizo acto de presencia haciendo lo mismo, ante la molesta mirada de una pelirroja no paso por desapercibido el húmedo cabello de los dos chicos.

-¿Y que piensas hacer?- reto con burla Kanna.

-De que hablas- hablo sin apartar su vista de la oficina del chico que la ignoro por completo.

-Matti-rio - es obvio lo que sucede, dime no piensas hacer nada.

- No estoy loca como para querer perder mi trabajo

- Entonces ¿ella gana?

-No del todo- sonrió triunfante- con tal de que ella reciba lo que merece no importa si para ello tenga que recurrir a alguien que no tenga nada que arriesgar.

- Eres malvada, ¿pues que está pasando por tu loca cabeza?

-Eso-le guiño el ojo- ya lo veraz.

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- Carajo- dijo tratando de evitar aventar su celular.

-¿Pasa algo?

- Nada, solo me hablo Lyserg al parecer algo con el nuevo equipo, nada importante, no podré llevarte, mejor te pido un taxi.

- Descuida después de todo creo que ya hemos sido demasiado obvios.

-No te molesta.

- No después de todo tú te lo pierdes hoy pretendía llegar tarde al trabajo.

- Acaso es una provocación- rio lujuriosamente.

- No "esto" es una provocación.

La forma en que la chica besaba la comisura de su boca lo volvía loco y aún más cuando ella se atrevió a morder juguetonamente su labio, trato de unirse al ritmo de los traviesos e inquietantes labios de la rubia mas esta lo dejo con las ganas.

- Te veo en la oficina.

- Gracias- antes de irse tomo posesivamente a la rubia besándola como si de eso dependiera su vida, logrando incluso desconcertar a la chica.

- ¿Y eso?

- Nada, solo quería decirte que yo te – tomo un poco de valor para continuar mas no fue suficiente- te veo más tarde.

No pudo evitar un poco de desilusión por su poca falta de tacto hacia ella, pero era consiente que era cuestión de tiempo para que el admitiera lo que tanto ella quería escuchar.

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Salió del elevador y camino hacia su oficina, extrañamente el lugar de Kanna se mantenía desocupado, así que paso de largo, tan pronto la abrió la puerta una molesta voz llego a sus oídos.

-Hasta que al fin se me hizo conocerte- hablo con cierto cinismo en su voz.

-Disculpa pero ¿quién eres tú y que haces en mi oficina?

- Es un gusto conocer a la mujer que sirve de entretenimiento a mi prometido, mucho gusto Anna mi nombre es Maiden Jeanne y soy la futura esposa de Ren.

Las desteñidas y contraídas pupilas de la chica fueron toda la reacción que obtuvo, lo suficiente para enmarcar la cruel sonrisa de la platinada.

Continuara. . .

Pufffffffffff una disculpa por romper con lo que dije de actualizar rápido pero enferme en el proceso y hasta ahora logre acabar con el cap. y trate de apurarme lo mas que pude solo me resta agradecer a:

Anna de Usui: como siempre amiga gracias por tu apoyo y por esperarme sabes que eso vale mucho, y no desesperes que ya llega Horo a hacer presencia y aunque no estuvo espero te haya gustado.

DgS: perdonaaaaaaa no fue en la semana que prometí pero ya explique las tristes circunstancias.

Caprica: presiento que lo disfrutaras, solo espero no equivocarme, amiga mía gracias por seguir sabes que tus comentarios son una gran aliciente a mi historia, cuidate mucho mucho y espero que estés muy bien.

Laura: gracias, je y yo que no puedo dejar las escenas de celos, es que simplemente me encanta hacerlos sufrir.

DjPuMa13g: amigaaaa aquí ahora yo reportándome con una nueva actualización que espero te guste, cuidate mucho y espero nos estemos leyendo pronto.

yume tsukiyomi: no sabes lo mucho que me alegra que te hayas atrevido a dejarme tu comentario, y es un honor recibir tan lindos comentarios, gracias y me esforzare para no defraudarte, cuidate mucho.

Akiranee: Nunca me desilusionas con todo tu apoyo, gracias por seguirme y espero que este cap. haya sido de tu agrado, cuidate mucho y lindo dia.

Y por ahora me despido se cuidan y bonita semana.