Bueno bueno bueno, antes que nada quiero darles una calida bienvenida a este mi nuevo fic! aquellas que ya me conocen espero me acompañen en esta nueva historia, para quienes aun no me conocen, les cuento que Soy Elizabet, tengo 31 años y soy amante de Sailor Moon y toda una orgullosa Lady Kou!, así que sabrán que este es un S/S.
Antes de que comiencen a leer les recomiendo lean BUSCANDO TU RESPLANDOR, porque si bien este nuevo fic es de como las chicas /os llevan una vida como simple humanos pero hubo una historia previa que fue muy linda. Y varios personajes que aparecen hache, aparecen en el anterior. Bueno no las aburro más y las dejo con el primer capitulo.
Capitulo Nº 1
" La nueva Vida "
POV Ikuko
Aun no puedo creerlo, ya han pasado 16 meses desde que todo sucedió, y yo aun no me acostumbro a ver a mi hija solo con dos de sus amigas, si es verdad, en el verdadero mundo jamás podría ser amiga de Amy o de Rei, pero extraño ver a las cinco reunidas en casa.
Las cosas han cambiado muchísimo en este tiempo, Serena no es tan llorona, en los estudios que puedo decir, termino la preparatoria eso es mas de lo que esperaba de ella. Solo le queda una semana para empezar la universidad, por suerte asistirá a la misma que sus dos amigas, eso me tranquiliza un poco. También nos sorprendió mucho que ahora sale mucho a bailar, todos los sábados como si fuera obligatorio las tres se juntan en casa, se preparan y salen, con Kenji no le decimos nada porque sinceramente preferimos que haga eso a quedarse sola, porque nos da miedo. Ella piensa que no lo sabemos, que no le prestamos atención, pero por las noches siempre cada día se sienta un rato en su balcón y se queda mirando la luna o las estrellas, y llora en silencio, tengo la esperanza que me diga que es lo que le sucede, pero nada ocurre.
De los demás chicos sabemos que el grupo Three Light tuvo que abandonar el colegio a los pocos dias de la gran batalla, salieron de gira, así que perdieron el ultimo año de la prepa, aunque se anuncia que este ciclo lectivo volvieron, para poder formarse en la universidad mas adelante. Espero que les vaya bien, aunque a nosotros con el plan de juntar a Seiya y Serena no nos ha ido tan bien que digamos, al irse Seiya de la escuela no pudimos hacer nada, así que mi hija sigue los pasos y consejos de Mina, salen coquetean con los muchachos pero nada serio.
Ahora la veo arreglándose para irse al trabajo, la verdad me causa gracia, tanto odiaba el colegio y ahora trabaja ahí. Ella y Mina consiguieron un trabajo en la cafetería de la Preparatoria, es por pocas horas, pero quiere pagarse ella misma la universidad, eso me enorgullece.
-Hija ¿piensas ponerte eso en tu primer día?- Le pregunte mientras la observaba viéndose al espejo, tenia un jean elastizado negro con algunos brillos en los bolsillos traseros, y una remerita plateada con finos breteles, y por supuesto su cabello rubio y largo, atado con sus típicas coletas, nunca pierde su toque.
- ¿por qué mamá, no me queda bien?- me pregunta mientras voltea a verme poniendo sus manos en la cintura haciendo pose de modelo, yo me dirijo en silencio hasta su armario, y le paso una playera rosa pálido con mangas cortas, entallada pero no reveladora.
- No lo tomes a mal pequeña, pero eso es demasiado para atender un buffet no te parece- Le aconsejo con una calida sonrisa.
- Esta bien tienes razón, lo que pasa es que con Mina queríamos que los chicos de la Prepa nos traten como lo que somos, chicas universitarias – me dije sonriendo mientras rasca su cabeza avergonzada con un leve sonrojo en sus mejillas.
-jajajajja hay hija, te puedo asegurar que no hará falta tanto, como si nadie recordara a las dos rubias despampanantes que causaron estragos en la fiesta de fin de curso- Le recordé simpáticamente, aunque se que mi marido no aprobó el espectáculo que dieron bailando las dos juntas muy sensuales sobre los parlantes, estas chicas, me sacaran canas verdes.
- Bueno mamá pero eso fue el año pasado – me reprocha – sabes como me pongo si me convidan un poco de champagne, no hay nada que pueda hacer. Pero tienes razón mejor me pongo esta remera y vos saliendo porque se me hará tarde y no quiero hacerlo, mas el primer día. – se cambia rápidamente de remera, revolea la plateada arriba de su cama y deposita un beso en mi mejilla para salir, yo me volteo y tomo la remera en mis manos doblándola para guardarla pero no aguante con la intriga.
- Hija?- Le pregunte mientras me sentaba en la cama.
-Mamá ¿estas bien? Te noto algo decaída- Me dice mientras se acerca y coloca su mano en mi hombro.
- Si, estoy bien, solo quería hacerte una pregunta-
-Dispara- me animo.
- ¿Sabes que Seiya Kou vuelve a la preparatoria para terminar sus estudios?- pude ver en su rostro como se le desfiguraba y su sonrisa se volvía en una leve línea.
-Lo sé, pero no te preocupes no me afectará en nada en el trabajo – intento disimular su decepción.
- Pero…..tu, digo…. ¿no harás nada para decirle tus sentimientos?-
- Aun….no lo sé, quizás ni se acuerde de mi. – Deposita nuevamente otro beso sobre mi mejilla – me voy que voy tarde ya.
-Serena!- escucho un fuerte grito, por supuesto Mina no cambiaria jamás, me acerco a la ventana y saludo a la alegre rubia que tenia un jean elastizado color azul y una despampanante remera blanca con brillitos, ahora entiendo, a la diosa del amor nadie puede criticarle su estilo, me sonrío al verla.
- Buenos días Sra. Ikuko! – Me grita desde abajo
- Buenos días Mina!, a ver si cuando salen te pasas un rato.
- Quizás, pero después de pasar a ver a Lita –
_ Hay dios Mina ya deja de gritar que todo el barrio se entera de lo que hacemos – le reprochaba Serena a la vez que la iba jalando de un brazo.
- hasta luego señora – grito finalmente mientras agitaba su brazo despidiéndose.
-Adiós Mama- acompaño en el grito
Y así veo a mi hija, aquella que lucho contra cada demonio y mal que invadió este planeta ahora convertida en una mujer, yendo a trabajar por primera vez. Espero todo salga bien.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo
POV Serena.
Todavía sigo sin creerlo, que buena fue Lita al conseguirnos estos empleos, así podré ayudar a mis padres, y no se hace tan pesado el tema de la Universidad, aunque al decir verdad, hay otra cosa me preocupa, últimamente noto a mi familia muy distinta, Mi mamá siempre anda pensativa, y hasta triste, mi papá me ve con ojos desconcertados como esperando algo, y no tengo ni idea que es. Y Sammy, bue todavía no puedo creer, como me trata, con respeto, no me hace bromas ni me molesta. Mi primo Haruka dice que es porque he madurado pero a mi me parece raro.
-Hey Sere….. te estoy hablando – me recrimina mina sacándome de mis pensamientos mientras chasquea sus dedos en mi nariz.
- Hay lo siento amiga, que decías – trato de volver a la conversación.
- ¿Estas bien? Hace un momento tendrías que haberte visto la cara – me pregunta mientras se coloca delante mío caminando hacia atrás.
- Claro que estoy bien, solo estaba pensando en lo que te había comentado la otra vez, en los cambios de mi familia- le asegure.
-Ah….aun buscándole la quinta pata al gato…..hay amiga por favor, ya pronto cumplirás los 19 años no crees que es hora de ver las cosas como son….. Creciste eso es todo.
- Si, lo se…. lo se. – le dije a la vez que bajaba la vista y me sumergía nuevamente en mis pensamientos. Caminamos el resto del tiempo en silencio.
Llegamos a la preparatoria y por supuesto como era muy temprano fuimos directamente al buffet. El dueño era amigo de mi papá el Sr. Arakida, un hombre de unos 45 años, alto de ojos de un marrón intenso y cabellos castaños cubiertos por pelos plateados que delataban su edad, nos entrego nuestros delantales que se ataban a la cintura, eran de franjas rosas y blancas muy finitas al igual que el gorrito de marineras, no es que me crea una diosa pero nos quedaba bien, el Sr. Arakida me coloco a mi en la caja y a Mina en la parte del Kiosco. Por suerte la ventana de Mina estaba pegada a mi así que mientras solo unos pocos estudiantes se encontraban en las mesas y algún que otro profesor, conversamos todo el tiempo. Estaba muy emocionada al igual que yo pues ya no dependeríamos de nuestros padres para tener dinero. El timbre sonó a las 9:30 los alumnos tendrían 15 minutos para cambiarse de clase, así que sabíamos que tendríamos trabajo por delante.
Y era verdad, de pronto nos sentimos invadida por jóvenes, mina iba entregando las golosinas en el kiosco y yo iba cobrando. De pronto una voz llamo mi atención. Se dirigía a uno de los empleados de la parte de cocina.
- Buenos días podría darme una hamburguesa completa por favor, y un vaso mediano de coca-cola – solo una persona en todo el planeta podría tener ese apetito a esta hora de la mañana, levante la vista y ahí mis ojos se cruzaron con sus zafiros, aun tenia su larga cabellera azabache atada en una coleta y sus ojos por un momento pude ver como brillaban y una tímida sonrisa asomo en su rostro.
-La señorita le va a cobrar –
Escuche que decía la Sra. Dan una señora de rasgos gruesos, de cabellos rojos y ojos verdes, tenia puesto su delantal blanco con pechera y su cabello lo ocultaba debajo de una boina de higiene, ella era la cocinera que siempre nos atendía cuando estudiábamos aquí. Su sonrisa fue mas grande y lo veía caminar lentamente hacia mi, fui recorriendo con mis ojos su andar grácil, gatuno, lento y seductor, juro que pensé que la mandíbula se me caía, podría existir un hombre mas lindo en este planeta…..lo dudo, de pronto detuvo su andar y no podía quitarle la vista de encima
- ¿me vas a cobrar bombón o me lo regalas?- veía sus labios articulando cada palabra, esta embobadísima.
- Hey Serena, ¿te encuentras bien? – una voz seria pero jovial me saco de mi trance y gire rápidamente la cabeza.
- Hola Taiki – El castaño y yo habíamos formado una linda amistad en el tiempo en que estudiábamos juntos, si no fuera por el no podría haber terminado mis tareas a tiempo y hubiera repetido de año seguro. – Si, disculpa es que tengo tantas cosas en la cabeza – mentí lo mejor que pude.
- Vamos bombón, se que fue por mi que te quedaste sin habla – por dios siempre tan engreído, no lo soportaba, era lo único que detestaba de él. Lo mire de reojo.
- Te acuerdas de mi hermano Seiya – me pregunto cortésmente
- Si, lo malo siempre se recuerda – asentí con aires victoriosos mientras lo observaba de manera triunfante. – Y mi nombre es Serena – le recalque.
- Lo siento "Serena" – me dijo sarcásticamente – Pero podrías cobrarme ya. De pronto varios alumnos se encontraban quejándose de lo lenta que iba la caja, mis mejillas se sonrojaron y le cobre, se giro para emprender su partida pero volteo a verme – Nos vemos bomboncito –
Me dijo a la vez que agitaba su mano, sentí una especie de de javu. No pude decirle nada, tenia tantas cosas para gritarle "mi nombre no es bomboncito" o "por que no te mueres engreído" y tantas cosas, pero era mi primer día de trabajo y algo que nos pidió el Sr. Arakida, debíamos siempre ser cortes, aunque muchas veces los chicos nos sacaran de quicio o fueran indecisos, así que lo recordé y como una adulta que me estaba convirtiendo calle.
Termine de atender a todos y a las 9:45 comenzó a vaciarse el lugar, un par de descolgados aun seguían comprando, pero ya estábamos mas tranquilas. Cuando solo hubo quedado algunos profesores aun con su café en mano, mira se colgó de la ventana del kiosco en forma de cansancio.
- Hay Sere, pensé que seria más fácil, me aniquilaron – se quejaba mi amiga y me causo mucha gracia.
- Mina, no te quejes, ahora tenemos que esperar hasta las 12, trabajaremos veinte minutos más y quedaremos libres, no es para tanto. – trate de confortarla mientras yo apoyaba mis brazos cruzados sobre la registradora para poder verla bien.
- Casi muero cuando vi que atendiste a Seiya Kou, aun sigue siendo guapo – me decía a la vez que veía como sus ojos brillaban, siempre era lo mismo cada vez que hablaba de alguno de los trillizos.
- Si, y vi que no cambio nada en este tiempo, sigue siendo un engreído – le conteste cruzando mis brazos recordando el enfado con ese pedante.
- Puedes decirme lo que quieras amiga, pero se que te mueres por él, no puedes negarlo, hay algo que sucede cuando sus miradas se cruzan, da una sensación de calidez y paz, harían una hermosa pareja. -
- Mina ya no inventes, sabes que él….. yo….. – no pude terminar, jamás de fijaría en mi lo tenia bien claro.
Continuamos hablando por un rato, ella hablaba sin parar de los chicos que había, muchos de ellos jamás los habíamos notado. Justo estábamos hablando de Yaten, que nos pareció raro no verlo junto con sus hermanos cuando nos interrumpió Taiki.
- Hola Mina, ¿cómo estas? – La saludo amablemente.
- Hey Taiki, que raro tu fuera del salón, ¿no deberías estar en clases? – si esto era demasiado raro, Mina regañando a Taiki, no pude contenerme y largue una leve carcajada. Taiki como siempre se contagio con mi risa, y ella nos miraba extrañada.
- lo siento, no quise ser irrespetuoso – se disculpó el mientras limpiaba unas lagrimas de risa de su rostro- es que estamos en el consejo de estudiantes, y estoy autorizado para salir en horario de clases, en estos momentos tengo que ir a un lugar para que nos alquilen una fotocopiadora, para brindarle ese servicio a los alumnos. Ven aquella oficina con la persiana cerrada – nos señalo una puerta que se encontraba al otro lado del buffet, subiendo unas escaleras expuestas de hierro, ambas miramos con atención- bueno a partir de ahora en los horarios de recreo nosotros atenderemos a los alumnos allí, es un acuerdo que llegamos a tener con el Sr. Arakida.
- Pero….Uds. no necesitan ese dinero – espetó Mina
- No, Mina no es por el dinero, es mas todo el dinero será para comprar insumos para la sala de computación y la biblioteca – nos explico con tranquilidad característica en él.
- Bueno, eso esta bien los felicito Taiki – Me puso contenta el saber que a pesar de su fama y fortuna seguían teniendo un inmenso corazón, preocupándose por los demás.
- Gracias Serena, bueno es hora que me marche porque no quiero también perderme la siguiente clase, nos vemos al toque de campana – nos dijo mientras se alejaba y salía del buffet
- mmm….esto será perfecto – decía Mina mientras frotaba sus manos, esa señal podía significar una sola cosa, algo cocinaba mi amiga en su alocada cabeza.
- Lo que sea que estés planeando no cuentes conmigo – le dije en tono cortante.
- Pero Sere no se a que te refieres – aclaro levantando las manos haciéndose la inocente y negando con la cabeza
- Si, como no…-
- Cofia en mi amiga, no pienso meternos en problemas para nada – aclaro nuevamente sin necesidad alguna.
El tiempo restante paso rápido, el timbre sonó nuevamente, y el lugar quedo abarrotado de gente. Todo fue perfecto, Seiya vino nuevamente a comprarse otra hamburguesa, por dios que tenia un gran estomago, pensé para mi, pero esta vez no me hablo, nuestras miradas se cruzaron nuevamente el mismo destello surgió en sus zafiros y la misma sonrisa tímida que antes había observado, pero no me presto mayor atención, ni tampoco intento pelearme. Me sentí extraña casi le pido "hey tratame mal, dime bombón" algo….. Con tal de saber que existo para ti. Pero no sucedió nada, eso me entristeció y aun no se porque.
El timbre sonó y todos se fueron a sus siguientes clases, nuestro primer día laboral había terminado. El Sr. Arakida se acerco a nosotras y nos felicito por nuestro trabajo, estaba contento y nos dijo que podíamos contar con este trabajo el tiempo que quisiéramos pues le gustaba como habíamos llevado la mañana. Nos despedimos de él y salimos por la puerta lateral que sale a los jardines del colegio. Mina no paraba de parlotear aun de los chicos, y como se sorprendieron nuestros inferiores que fuéramos nosotras las nuevas empleadas. Mi estomago me reclamaba, trabajar en un lugar así y mantenerse alejada de la comida y tantas golosinas fue realmente difícil para mi, pero ahora me pasaba factura. Menos mal que iríamos al Crown a ver a Lita, ahí sabía que podría comer algo exquisito como siempre. Estaba pensando en todas las cosas que le pediría a mi amiga cuando Mina sacudió de mi brazo.
- Serena, mira quien esta allí – Me señalo un gran cerezo, pude reconocerlo, fue nuestro lugar durante tanto tiempo, y me extraño verlo sentado con su guitarra en mano, ella insistía en que fuéramos a saludarlo, pero me negué rotundamente, no quería parecer una fan mas, eso…..no me bastaba. De pronto el levanto su vista y se dio cuenta que lo observábamos detenidamente, así que levanto su mano libre y sin soltar su guitarra nos saludo con un leve agite – Hay dios, te esta saludando te diste cuenta – Me decía mientras seguía tironeando de mi brazo. Le devolvimos el gesto y volvió a su guitarra bajando esos zafiros que eran mi perdición, acelere el paso y ahora era yo quien tironeaba de Mina, quería correr, huir de allí, sentía algo tan profundo en mi pecho que me asustaba.
Llegamos al Crown y Lita justo estaba en el mostrador atendiendo a unos clientes, nosotras tomamos asiento en el lugar de siempre junto a la ventana y ella se acerco a sentarse con nosotras.
- Hay chicas que lindo verlas aquí – nos saludo con un gran abrazo a cada uno, ella a pesar de ser una chica ruda a la vista era sensible y dulce – bueno ¿y? cuéntenme como les fue en su primer día de trabajo, como vieron la prepa, vamos larguen el rollo – nos motivo, pero por supuesto eso no era necesario, estábamos realmente entusiasmadas.
- Lita no podrás creértelo, hay cada bombón, todavía no termino de caer – exageradamente se tiro contra el respaldo del sillón abanicándose la cara como si se sofocara – y encima los three Lights madre mía, puedes creer que Seiya Kou le dijo Bombón a Sere – Lita abrió los ojos como platos mientras me miraba.
- Serena que suerte tienes por favor cuéntame.
- No fue nada del otro mundo, es un creído que se piensa que todas las chicas están a sus pies, por eso es que se hizo el galán conmigo. – al menos eso era lo que me decía para mi, con tal de no hacerme ilusiones y luego llevarme otra decepción.
- Yo no estoy de acuerdo – dijo enojada Mina – te juro Lita si hubieses estado ahí, en el momento en que se vieron fue como un chispazo como un resplandor que los envolvía, aun no entiendo como en todo este tiempo nunca le dijiste que sentías algo por él – Y ahí estaba el reproche que había esperado todo el día. Por suerte fui salvada, Andrew se acerco a nuestra mesa y se situó junto a Lita, mientras rodeaba su cintura depositaba un tierno beso en sus labios, por dios yo quería eso….
- Hola Serena , Hola Mina ¿cómo están hoy? ¿ya terminaron su turno?
- Hola Andrew, si por suerte ya hemos terminado y bueno decidimos pasar para almorzar juntos.
- Que buena idea Sere, bueno díganme que les traigo.
Platicamos mucho mientras almorzábamos, nos reímos un rato de las protestas de Mina por lo indecisos de algunos estudiantes, mientras yo les comentaba lo que me pareció estar en la registradora. Luego de almorzar me despedí de mis amigas, tenia que todavía comprar algunas cosas para el inicio de clases que ya pronto se acercaría, fui hasta el centro comercial y compre unos cuadernos para los apuntes, lápices, todos ellos con dibujitos de estrellas era muy lindo el diseño, se que se ve infantil para una chica universitaria, pero no puedo evitarlo, estas cosas me encantan.
Ya tenia todo lo que necesitaba, pero un no quería ir a casa, el otoño había vestido de una forma sublime toda la ciudad, con sus colores tan calidos en dorado y naranja, el viento estaba calmo y el sol del atardecer era abrigador, así que me encamine hacia el parque, el Nº 10, mi preferido, camine por sus sendas observando cada detalle, cada movimiento de las hojas, cada aleteo de los pájaros, todo aquello hacia sentirme nostálgica de algún modo. Observe la hora y me di cuenta que había perdido la tarde, no quería preocupar a nadie en casa, así que me decidí a irme. Estaba esperando que cambiara el semáforo de la esquina de la plaza cuando un claxon llamo mi atención.
- ¿quieres que te alcance algún sitio gatita? –
Mi primo Haruka en su Hyundai Elantra de color negro, con un hermoso alerón cromado al igual que las ruedas, él siempre aparecía a mi rescate salvándome de tener que tomar el transporte o caminar demasiado, y hoy estaba agotada, me puso muy contenta el verlo, así que corrí hacia su coche, el abrió la puerta del copiloto y salte adentro, le di un gran abrazo y el deposito como siempre su beso protector sobre mi frente.
- Y dime ¿qué estas haciendo por estos rumbos? – bajo su vista y vio mis bolsas – No me digas que ya empiezas a gastar lo que aun no cobraste – bromeo sutilmente.
- No, como crees Haru, para nada, hoy fui a comprar los elementos para la universidad, no quiero esperar al último día – comente orgullosa de mi, por pensar y hacer las cosas con tiempo.
- Me parece perfecto Gatita que pienses así, y dime ¿cómo dejaste a tus inferiores en el trabajo? ¿Seguro que muchos intentaron hacerse los galanes contigo atendiendo? - el tono que utilizo en la ultima pregunta lo reconocería a kilómetros de escucharlo, esas cosas no le gustaban, como él era hijo único conmigo era muy sobre protector, me llevaba apenas dos años, pero era mucho mas maduro que cualquiera de su edad.
- No, puedes quedarte tranquilo, aparte estoy en la caja registradora así que eso no les da tiempo de coquetearme – me reí con un sonrojo, mientras para mi recordaba como Seiya me había embobado.
- Bueno eso me parece mejor, acuérdate que todos son inferiores a ti, y que no queda bien que coquetees en el trabajo.
- Lo se, lo se, puedes dormir tranquilo – me asegure de decirle con una risita, que provoco un sonrojo en él ahora – y dime ¿cómo esta Michiru?
- La pobre esta agotada, esta gira que hizo en el verano no le permitió descansar mucho y ahora que comienzan las clases, esta con menos tiempo aun, así que…. Trato de seguirle el ritmo. – me encantaba la forma en que su rostro se iluminaba cada vez que hablaba de ella, sabia que la amaba, y seria capaz de todo por ella, y yo me maldecía para mis adentros porque no podía tener alguien así a mi lado, por segunda vez en el día, volví a sentirme sola. – Bueno preciosa, tengo que irme, saluda a Sammy y a tus padres de mi parte, siento no bajar pero debo recoger a Michiru.
- No hay problema le daré tus saludos, y a ver si nos juntamos pronto, te extraño.
- Sabes que para ti siempre estaré cuando me necesites eres mi pequeña – me dijo mientras acariciaba mi cabello. Deposito nuevamente un beso en mi frente – llámame cuando sea.
Asentí ante aquello y baje del auto, él se quedo observando a que yo entrara, agite mi mano en saludo antes de cerrar la puerta y en respuesta escucha el rugir del motor de su auto. Ante el estruendo mi madre se acerco al hall de entrada vestía un hermoso vestido verde agua abultado debajo de la cintura y hoy estrenaba delantal nuevo, de color negro.
- No me digas nada, otra vez no tenia tiempo para bajar- le sonreí, mama conocía muy bien a mi primo.
- Les dejo saludos, ¿cómo estas mamá? – la salude mientras bese su mejilla y un rico aroma a pollo llego a mi nariz – mmmm…. Huele delicioso – quise encaminarme a la cocina pero no me lo permitió.
- No señorita, ve a lavarte las manos y ponte ayudarme con la mesa, quiero que me cuentes cada detalle en tu primer día – me largo todo tan rápido que me sonreí.
- ¿Y Sammy, y Papá? – le pregunte al notar la hora y que ya deberían estar aquí.
- No te preocupes hija, ellos vendrán a tiempo para la cena, parece que quisieron hacer una tarde padre e hijo – me lo dijo con una sonrisa cómplice, para mi mejor, así podía contarle tranquilamente y ver si podía desahogarme en cuanto a lo que me paso al ver a Seiya. Quizás mi madre podría aconsejarme.
Así que comencé a contarle del uniforme, el puesto que nos había dado a cada una, la amabilidad del Sr. Arakida, luego pase a contarle de mi trabajo, el encuentro con los inferioriores hasta que llegue a la parte que tanto temía, pero tome fuerzas y le conté
- Mama, em…..recuerdas que hace un tiempo atrás cuando aun iba a la prepa un día me preguntaste si algún chico me llamaba la atención – de pronto se quedo estática y se le resbalo el plato de las manos, con reflejos de no se donde pude atajarlo antes de que se estrellara contra el piso, ella me miro, estaba como perdida –¿ te encuentras bien? – quise saber me preocupaba el pálido de su rostro – ¿necesitas algo?
- Si, si me encuentro bien – pero su cara no me decía lo mismo – que me decías hija disculpa.
- te pregunte que una vez te conté de un muchacho de la prepa que me llamaba la atención-
- Acaso no era el cante Seiya, el que hablamos hoy – wow que me moria que tiene, parece que realmente me escucha cuando hablamos.
- Si, ese…..bueno….em….resulta que tenias razón, esta mañana, él y sus hermanos retomaron sus estudios ….. – mi madre me observaba expectante, con una leve sonrisa en su rostro – bueno hoy lo vi en la escuela, y te juro que fue una sensación ….. no se si era por el tiempo que pase son verlo, pero era como que lo extrañe, nunca habíamos cruzado palabra hasta hoy, por mas que su hermano era compañero mío, pero hoy, cuando el me miro – no podía seguir, sentía como mis mejillas ardían del sonrojo.
- Vamos hija, sabes que puedes confiar en mi – me alentó dulcemente, yo termine de colocar el ultimo plato en la mesa, apoye mis codos sobre el respaldo de la silla en donde siempre se sentaba papa y tome fuerzas.
- Bueno es que te juro, pude ver en lo profundo de su rostro un hermoso destello, como si el también por dentro se alegrara de verme, como si … como si…nos perteneciéramos, fue hermoso el momento te lo juro y…- baje la mirada apenada.
- pero y que te dijo, que sucedió – ya se parecía a Mina, eso me hizo sonreír.
- Nada, me llamo bombón, y me pidió que le cobrara y después dijo que yo me había entumecido por su belleza cosa que te juro me saco de quicio, pero, ya nada mas. Yo le corregí y le dije cual era mi nombre y fue como un de javu, te lo juro y cuando se despidió, sentí que siempre fue así, no se si me explico-
- Bueno hija pero es algo no crees, ahora por lo menos si te molesta es porque el también debe de pensar en ti, no has pensado en eso.
- Por favor mama mírame – le dije señalándome
- Te estoy viendo hija que sucede
– tu crees que alguien como el podría fijarse en mi – de pronto comencé a sentir como las lagrimas iban brotando de mis ojos. – el jamás me vera de esa forma, yo,…no soy nadie…. - me voltee para irme a mi habitación pero ella me sujeto de la mano, me di media vuelta y levante el rostro para buscar el suyo, sus ojos también estaban cristalizados.
- Sabes, tu eres Serena Tsukino, una hermosa joven a punto de cumplir sus 19 años, estudiante universitaria y además…..eres mi hija, deja que te conozca, acércate a él quizás te sorprendas – nos fundimos en un hermoso y protector abrazo, no se porque pero sus palabras de aliento fueron mas que reconfortantes, yo, tenia que intentarlo, como sea, haría que Seiya Kou supiera lo que provocaba en mi.
Bueno gente espero que les haya gustado este 1º Capitulo de la continuación de Buscando tu resplandor, cuando termine mi 1º fic lo hice con todas las intenciones de darle la oportunidad de ser simplemente humanos como la Reina Serenity siempre quiso.
Por otro lado, al darle este giro a la historia decidí agregar mi historia con mi propio Seiya, así que por supuesto varias cosas no serán real, pero digamos que se convertirá en lo que será un fic autobiográfico, aunque le daré un final distinto al que me llevo la vida. Espero que se enganchen y lo disfruten, les mando un abrazo y un beso grande. No olviden dejarme sus opiniones, criticas, consejos, porras, etc.