Hola mi queridos lectores y lectoras, ya les traigo el último capitulo, lloro porque extrañaré sus reviews pero igual algun día se tenía que acabar, bueno espero que sea de su agrado y que les guste y espero sus últimos reviews (buaaa, vuelvo a llorar) aH! por cierto los invito a pasar a mi otro fic, "Un destino que nos une" no es humor, es más bien romance/ drama pero igual tiene sus partes entretenidas, se que a muchos de los que han leido ese fic les desepera que aun no se plantea bien bien el mimato pero no se apuren que ya no más dos capitulos y ya habrá mimato en el presente, eso es para los que ya la han leído y para los que no pues los invito a que la lean y espero que sea de su agrado. Ah! y ya estoy trabajando en otro fic de Humor solo que tardaré un poquito en subirlo porque aun no esta terminado, esperen noticias en un dstino que nos une (mi otro fic) o sino, pues ya lo verán publicado por ahí, ahora si me despido de ustedes fue un placer traerles esta historia y que les halla gustado, de corazón muchas gracias por seguirla. Bueno los dejo con el último capitulo :)

Aclaración los personajes de Digimon no me pertenecen los uso solo con fines de entretenimiento.

Como Arruinar una cita

Capítulo 4

Amigos.

Era lunes en la mañana, la primera hora de clase había terminado y el profesor se encontraba saliendo de su salón, pero eso él ni siquiera lo notó, permaneció en la misma pose en que estuvo durante toda la clase, con su cabeza recargada en una de sus manos y su mirada inexpresiva fija al paisaje de la ventana, aunque realmente no era eso lo que miraba, sino que se encontraba recordando los sucesos de aquel desastroso fin de semana.

Cerró los ojos tratando de borrar la imagen de Mimi y Tai abrazándose, pero le fue imposible, aquella imagen se hacía cada vez más nítida en su memoria y sus temores iban en aumento, que tal que con lo sucedido el pasado fin de semana, habían surgido sentimientos entre Tai y Mimi, aquella idea no lo había dejado dormir la noche del sábado y lo había estado acosando todo el domingo, pero aun así no se animaba a tomar el teléfono y hablarle a Mimi para aclarar las cosas.

Dio un suspiro y giró su vista al salón que se encontraba vacío ¿a que horas se había ido el maestro? Volvió a suspirar, aquello lo estaba afectando demasiado y no tenía otra opción, hablaría con Mimi y le diría toda la verdad, solo así ella podría entender lo que pasaba entre él y Sora, solo esperaba que no fuera demasiado tarde.

Agarró sus cosas y salió del salón con dirección al salón de Mimi, estaba decidido, hablaría con ella y dejaría las cosas claras de una buena vez. Bajó las escaleras para dirigirse al segundo piso, en donde se encontró con Tai, ambos se miraron y se fulminaron con las miradas, pero ninguno dijo nada y ambos continuaron con su camino.

Sora se encontraba en uno de los pasillos del tercer piso, había sido rodeada por varias de sus compañeras que la acosaban sobre preguntas de su cita con Matt, la pelirroja ya se había cansado de decirles que aquello no era una cita pero ellas no parecían entender ya que seguían preguntando cosas sobre la supuesta relación entre ella y Matt. Vio como Tai que acababa de subir las escaleras pasó a un lado de ella sin siquiera voltear a verla. Sora se abrió paso entre sus compañeras de clase y corrió para alcanzar al moreno pero él la ignoró por completo.

-Tai espera.

Le habló la chica siguiéndolo y esquivando a todos los que se interponían en su camino, pero él no volteaba y seguía caminando a paso veloz, sin embargo ella lo alcanzó un poco antes de que entrara al salón.

-Tai, tengo que hablar contigo yo…

No pudo continuar, Tai le había cerrado la puerta del salón en la cara dejándola con la palabra en la boca. Los ojos de la pelirroja se inundaron de lágrimas, Tai de seguro debía odiarla y no iba querer hablar con ella, si por lo menos le permitiera explicarle las cosas. Cerró los ojos intentando contener las lágrimas, apretó los puños conteniendo su impotencia y se dio media vuelta para dirigirse a su salón.

Tenían diez minutos libres antes de que llegara su profesor y Mimi no se encontraba tras de él gritándole por no ponerle atención, cerró su computadora girando su vista hacia su compañera de banca, la chica se encontraba recostada sobre la mesa de la banca con su mirada perdida hacia la ventana ¿Qué le pasaba a Mimi? Ella no era así, por lo general se la pasaba molestándolo diciéndole quien sabe cuantas cosas para después gritarle por no ponerle atención.

- Mimi ¿Te encuentras bien?

Preguntó Izzy observando a su amiga que ni siquiera volteó a verlo cuando le contestó.

-sí Izzy no te preocupes.

Contestó la chica sin muchos ánimos. Izzy la miró sin convencerse de que aquello fuera verdad, algo le pasaba a Mimi, aunque parecía que ella no quería hablar de eso, tal vez sería mejor esperar a que ella se lo dijera por iniciativa propia.

La puerta de su salón se abrió, Izzy giró su vista al oír el grito emocionado de varias compañeras de su clase y vio a Matt que se abría paso entre sus admiradoras y caminaba con dirección a donde se encontraba él o más bien a donde se encontraba Mimi.

-Mimi necesito hablar contigo.

Dijo el rubio parándose frente a la castaña que apenas y levantó la mirada para verlo.

-Eso estas haciendo.

Contestó Mimi sin ánimos, Matt se contuvo no quería ser grosero y menos con ella, pero la castaña se estaba poniendo con una actitud muy difícil.

-Quiero hablar contigo a solas, así que por favor acompáñame.

Mimi se levantó de mala gana y caminó hacia la salida sin siquiera mirar al rubio. Matt la miró irse y suspiró resignado, al parecer hablar con Mimi iba a ser más difícil de lo que había imaginado.

Matt siguió a Mimi sin percatase de la presencia de Izzy que se miraba más que confundido ¿Qué se traían Matt y Mimi? Quien sabe, pero algo le decía que eso tenía que ver con el estado de ánimo de la chica.

Mimi llegó hasta un pasillo que se encontraba vacío y se recargó en la pared con los brazos cruzados y su mirada dirigida al suelo, Matt la miró, Mimi se encontraba en una pose de total negación, y no estaba muy seguro de que lo fuera a escuchar pero por lo menos tenía que hacer el intento.

-Mimi lo que pasó el sábado no es lo que creen tú y Tai, Sora y yo…

-No me interesa.

Dijo Mimi de manera cortante pero con su mirada aún en el suelo.

Matt se estaba desesperando, ni siquiera volteaba a verlo, ¿cómo pretendía que le explicara las cosas, si ella ni siquiera lo miraba?

- Pero…

- Sora y tú pueden hacer lo que quieran, no tienen porque darnos explicaciones a mi o a Tai.

-Pero quiero hacerlo, quiero explicarte lo que pasó para que entiendas que…

- ¿Qué Sora y tú se aman?

Por fin había volteado a verlo, pero hubiera preferido que no lo hubiera hecho ya que la mirada que Mimi le había dedicado era una de rencor y resentimiento.

- No te preocupes en explicarme lo que hay entre Sora y tú, ya nos lo dejaron muy claro el sábado.

Mimi se giró para irse, no estaba dispuesta a oír como Matt intentaba explicarle con palabras bonitas porque él y Sora no habían dicho nada de su relación, y mucho menos estaba dispuesta a oír que él le dijera que estaba enamorado de su mejor amiga, aquello le destrozaría el corazón más de lo que ya lo tenía.

Antes de que tan siquiera pudiera dar un paso para irse, Matt la sujetó del brazo y la acorraló en la pared, para fijar su penetrante mirada en los ojos de la castaña que lo miraba desconcertada.

-Necesito que me escuches.

Estaba cansado de tratarla por las buenas, parecía que Mimi no lo entendería si no le mostraba con hechos lo que tanto le quería decir, miró a la chica que lo miraba desconcertada y por un minuto se arrepintió de haber sido tan brusco con ella, pero Mimi lo había sacado de sus casillas, estaba desesperado, necesitaba aclarar las cosas y no iba dejar que Mimi se fuera sin antes escucharlo.

-Ya te dije que no me…

- No me importa si te interesa o no, me vas a escuchar.

Mimi volteó su cara molesta, cortando totalmente el contacto visual entre ambos, al parecer Matt no la dejaría ir si no le escuchaba, así que no le quedaba de otra más que aguantarse y escuchar lo que el rubio le tenía que decir.

Matt la miró, siempre se le había hecho que Mimi era una niña linda, pero desde que ella había regresado a Japón después de vivir dos años en New York, la había empezado a ver con otros ojos, ya no era la niña linda del grupo, ahora era una jovencita totalmente hermosa, y no era solo eso lo que le gustaba de ella sino también el corazón de oro que poseía la chica, ya que no conocía a una persona más noble que la castaña que ahora tenía frente a él y eso era lo que lo había enamorado. Claro que Mimi tenía sus defectos como cualquier persona, ella era caprichosa y terca, y tenía un serio problema con las compras, además de una rara afición por el color rosa, pero eso a él no le importaba, esos pequeños detalles también eran lindos para él, después de todo ella era humana.

Observó con detalle las facciones de la castaña parada frente a él que le volteaba la cara con un gesto de molestia, hasta enojada se miraba linda, tomó con sutileza la cara de la chica haciéndola voltear a donde él estaba y ella se dejó manipular fácilmente, volteándolo a ver pero aun sin quitar su gesto de enojo de su rostro.

-Sora y yo…

Mimi intentó escaparse apenas y Matt había nombrado el nombre de Sora, no se sentía lista para escuchar que Matt y Sora eran una feliz pareja y que ella tendría que vivir con ello, así que aprovechando que Matt había bajado una de sus manos con las cueles la acorralaba en la pared para tomar el rostro de ella, Mimi hizo todo lo posible por huir, pero Matt fue más rápido que ella y la volvió a acorralar en la pared pero esta vez sujetando las muñecas de la castaña a las cuales recargó en la pared aplicándole cierta fuerza para que ella no pudiera librarse de su agarre.

-Por favor Mimi no hagas las cosas más difíciles y escúchame.

-Pero yo no quiero escucharte.

Protestó la castaña intentando soltarse del agarre del rubio que la miró con severidad.

-Pues tendrás que hacerlo, porque no pienso soltarte hasta que me escuches.

Mimi detuvo su forcejeo, haciendo que Matt aflojara un poco sus muñecas, volteó a verlo y él la miraba con seriedad, volvió a cortar el contacto entre los dos girando su vista hacia otro lado, ahora no solo estaba molesta por la relación de él con Sora, sino también por la forma en que la estaba tratando, odiaba sentirse débil e impotente y él la hacía sentir de ambas maneras al no dejarla ir.

Vio como Mimi giraba su rostro nuevamente huyendo de su mirada, vaya que era terca, respiró hondamente dispuesto a decirle a Mimi la explicación de porque su supuesta cita con Sora, pero cuando estaba apunto de hacerlo, ella volteó de nuevo a verlo y no pudo evitar caer rendido ante esos hermosos ojos color miel que tanto amaba y en vez de hablar se acercó a ella acortando significativamente la distancia entre los dos.

Mimi se tensó al ver que Matt se acercaba a ella más de lo que esperaba, intentó moverse pero el agarre del chico no se lo permitió, sintió la respiración de Matt sobre su rostro para después sentir los labios de él rozando los suyos y por un segundo sintió maripositas en él estomago, aquello era como una escena de las novelas románticas que tanto le gustaba leer y cerró los ojos dispuesta a recibir el beso del que ella consideraba su príncipe azul.

Matt se acercó lentamente hasta rozar los labios de Mimi para después besarlos con ternura, eran tan suaves y tenían un exquisito sabor a fresa proveniente del labial de la chica, era como un sueño, siempre había querido probar aquellos irresistibles labios que solo en sueños había tenido la oportunidad de besar, pero ahora las cosas eran mucho mejor que en sus sueños, el contacto de sus labios con los de ella era una sensación simplemente indescriptible y aunque ella no respondía a su beso tampoco se apartaba de él, dándole una esperanza de ser correspondido por ella.

Apenas y Mimi cerró los ojos y sintió la fuerza aplicada en sus muñecas y la pared detrás de ella acorralándola por completo, le recordó su mala experiencia del sábado en la noche en aquel callejón, sintió los labios de Matt sobre los suyos y no pudo evitar recordar como aquel sujeto devoraba sus labios con desesperación, y a pesar de que Matt la besaba con dulzura, le fue imposible evitar comparar la situación con lo que había ocurrido el sábado en la noche.

Una desesperación terrible comenzó a apoderarse de ella y de nuevo se vio en aquel callejón oscuro, donde casi le roban su virginidad y de un momento a otro ya no se encontraba en la escuela sino en aquel callejón oscuro y ya no era Matt el que la besaba sino aquel pervertido de la noche del sábado. Lo más rápido que pudo y utilizando toda su fuerza aventó a Matt, alejándolo lo más posible de ella, tal vez en otro momento aquella situación hubiera sido un final de cuento y ella hubiera aceptado el beso, pero las cosas eran distintas y no había podido evitar recordar a aquel maldito pervertido cuando se sintió acorralada nuevamente.

- ¡No!

Gritó Mimi aventándolo, Matt la miró sorprendido, no esperaba esa reacción por parte de ella, tal vez si una cachetada, pero no que lo apartara de aquella manera, como si no quisiera que la tocara, como si lo quisiera lo más lejos de ella.

-Mimi yo…

Intentó hablar, pero se había quedado sin habla, al ver que ella estaba llorando, nunca había sido su intención hacerla llorar, él solo quería decirle que la amaba y que lo de Sora era un mal entendido, pero ella había reaccionado de una manera muy inesperada.

Caminó unos pasos hacia ella intentando acercarse para asegurarse de que ella estuviera bien, pero apenas y había dado el primer paso, Mimi había salido corriendo dejándolo solo en el pasillo. La miró irse y no pudo hacer más que quedarse parado viendo como ella se iba, aun se encontraba demasiado aturdido por la reacción de la castaña como para ir a seguirla.

Una vez que vio desaparecer la silueta de Mimi, apretó los puños con fuerza y sin poderlo evitar golpeó con furia la pared desquitando toda su frustración en la infraestructura de la escuela, era un tonto, en vez de arreglar las cosas con ella, las había complicado más de lo que ya estaban.

Sora se encontraba cerca de los campos de entrenamiento, vio como varios de los compañeros de Tai se dirigían a los vestidores para cambiarse la ropa sudada por el entrenamiento. Esperó ver a Tai aparecer entre algunos de los grupitos de chicos que platicaban, había decidido hablar con él quisiera escucharla o no, pero el moreno no apareció entre ninguno de los grupitos.

Caminó hasta la cancha de futbol y ahí lo vio, lanzando pelota tras pelota contra la portería.

Tai pateaba balón tras balón intentando deshacerse de aquella frustración que llevaba dentro, pero le estaba resultando imposible, no lograba bajar ni siquiera un poco el coraje que sentía contra Matt y Sora. Se detuvo al sentir que alguien lo miraba, giró su vista y se encontró con aquellos ojos color ámbar que le pertenecían a Sora.

-¿Qué quieres?

Preguntó de manera grosera, apartando su vista de ella para concentrarse de nuevo en uno de los tantos balones que había en el suelo, para patearlo y dirigirlo directo a la portería con una fuerza impresionante.

- Hablar contigo.

- No tenemos nada de que hablar.

Respondió pateando otro balón.

-Pero Tai, quiero explicarte lo que pasó el sábado, Matt y yo…

Tai caminó hacia ella de una forma amenazante y mirándola a los ojos de una forma tan molesta que Sora tuvo que retroceder un poco de la impresión.

-Qué me vas a explicar, que tú y Matt son novios, que por eso se ven a escondidas, y que por eso desvías mis llamadas para que no te interrumpa cuando estás con el.

-No Tai, no es lo que tú crees.

- Si no es lo que yo creo entonces dime, ¿por qué se vieron a escondidas? ¿Por qué desviaste todas mis llamadas? ¿Por qué me dijiste que lo ambas y que querías estar con él? Dime Sora, ¿por qué?

Sora se había quedado sin habla, aquello era demasiado, no sabía como responder todo aquello, o mejor dicho sí sabía como responder, pero no quería decir la verdad, aun no se sentía lista para hacerlo y menos frente a él.

- Yo…

Balbuceó Sora con su mirada clavada al suelo, Tai la observó por unos momentos y después se alejó de ella pasándole por un lado.

-Eso me imaginé, no tienes nada que decir.

Dijo Tai justo cuando pasaba al lado de la pelirroja para irse, Sora apretó los puños con fuerza, ya no lo soportaba, si Tai no quería escucharla por las buenas, la escucharía por las malas, después de todo aquel embrollo también era culpa suya no solo de ella.

Caminó hasta Tai pero esta vez molesta, lo tomó del brazo y lo hizo voltear hacia donde ella estaba, Tai la miró sorprendido por un segundo pero casi de inmediato regresó a su semblante molestó, Sora también lo miró enojada, estaba cansada de esa actitud tan infantil por parte de Tai.

-Deja de ser tan infantil Tai y escúchame.

-Yo no soy infantil, yo no soy el que se anda escondiendo para tener una cita con Matt

- Ya te dije que eso no era una cita.

Ahora los dos estaban empezando a gritar y ninguno parecía querer ceder.

-Claro que lo era, Mimi y yo los vimos, los dos nos traicionaron, y tú te dices ser su mejor amiga, eres una traidora.

Esa había sido la gota que derramó el vaso, se suponía que Tai estaba molesto por su cita con Matt, pero ahora parecía estar más molesto por la traición hacia Mimi, ¿qué había entre ellos? ¿Por qué Tai la defendía tanto?

- Tú y Mimi malinterpretaron las cosas.

- Claro que no, tú y Matt son unos traidores.

- Son unos tontos por supuesto que malinterpretaron todo, si salí con Matt a escondidas fue porque necesitaba hablar con él de algo, desvié tus llamadas porque sabía que te ibas a molestar si te enterabas que estaba con Matt y vez no me equivoqué, hasta a la cafetería nos fueron a seguir y dije que lo amaba y que quería estar con él porque sabía que eras tú disfrazado de mujer y parecía no haber otra forma de detenerte.

Tai se quedó impactado, al parecer Sora y Matt sabían que los estaban siguiendo él y Mimi, y aquello lejos de tranquilizarlo lo había hecho enfurecer más, habían jugado con ellos, se habían estado burlando de ellos mientras que él y Mimi se sentían cada vez más mal por la cercanía de esos dos.

-Tienes razón me equivoqué, son peor que traidores, se burlaban de nosotros mientras los seguíamos, por su culpa casi se ahoga Mimi y casi…

Tai se detuvo, no estaba seguro de que decir aquello fuera conveniente, tal vez Mimi no quería que nadie supiera lo de la noche del sábado y si él habría la boca, tal vez perdería a la única amiga sincera que le quedaba.

- No puedo creerlo Tai, ahora se hacen las víctimas cuando fueron ustedes los que empezaron todo este lío.

- Nosotros no fuimos los que empezamos, fueron ustedes con su dichosa cita misteriosa, que según tú no era una cita y que solo querías hablar con Matt de quien sabe que cosa, haber Sora dime que puede ser tan importante para que solo Matt lo sepa y nos dejen a…

-Esto.

Sora besó a Tai dejándolo totalmente desconcertado, pero después de unos segundos respondió al beso de la chica, la tomó de la cintura y la acercó a él para profundizar aquel beso, Sora por su parte rodó con sus brazos el cuello de Tai y continuó besando al moreno, al principio había tenido miedo de ser rechazada, pero ahora que Tai le correspondía, no se arrepentía de haber besado a su amigo.

Tai y Sora se separaron, Sora se encontraba notoriamente avergonzada ¿Ahora que se suponía que le tenía que decir?

-Yo…

Empezó a decir Sora, no sabía muy bien que seguía pero Tai la miraba como si esperará una respuesta de su parte.

-Lo siento.

Dijo al fin, ahora se sentía como una tonta, y no se encontraba segura de que Tai le correspondiera.

-Yo no.

Dijo Tai con una de sus sonrisas que Sora tanto amaba, ella levantó su vista y se encontró con esa sonrisa y ella también sonrió.

-Salí con Matt porque quería hablar con él de lo que sentía por ti, no estaba segura de que decirte fuera una buena idea y veo que Matt tenía razón.

- ¿Por qué?

- Por que Matt dijo que era mejor que yo hiciera algo porque tú eras tan gallina que nunca te atreverías a decirme algo y tan despistado que nunca te darías cuenta sino te lo decía directamente.

Tai sonrió al parecer él y Mimi si habían confundido las cosas y Matt y Sora no eran traidores como ellos decían, sino todo lo contrario, ahora tendría que disculparse con Matt.

- Qué cosas, ¿no crees Sora? Sabía que no debía hacerle caso a Mimi.

Dijo Tai riendo a la par que ponía su mano tras su nuca en señal de vergüenza, al parecer sí habían metido la pata.

Sora lo miró un poco molesta, ese Tai no tenía remedio, pero sonrió al ver que las cosas se habían aclarado, ahora solo le faltaba hablar con su amiga.

- Estúpido Tai.

Dijo Sora con una sonrisa que fue correspondida por la mirada y sonrisa apenada de su amigo.

-Lo siento.

Murmuró Tai con una de esas sonrisas traviesas que tanto amaba Sora, se acercó hasta ella y la volvió a besar.

Se encontraban en la hora del descanso, pero a él ese día no le había apetecido salir del salón, se encontraba recordando lo que hace tan solo unas horas atrás había ocurrido con Mimi, ¿Por qué ella había reaccionado de esa manera? ¿Acaso lo odiaba tanto?

La puerta del salón se abrió, dejando ver la silueta de un moreno que sonrió al ver a su amigo sentado en su escritorio, pero al parecer Matt no se había dado cuenta de su presencia, ya que ni siquiera había volteado a verlo cuando abrió la puerta.

Lo observó por unos segundos esperando a que el rubio volteara a verlo, pero no lo hizo, parecía estar muy concentrado pensando en quien sabe que cosas, seguramente en Mimi, al parecer ellos dos aun no habían arreglado las cosas, ya que su amigo se miraba más que deprimido, tanto que hasta lo hizo sentir culpable, y él que había pedido por Internet un muñeco vudú para hacerle la vida imposible a su amigo, ahora tendría cancelar su pedido ya que con lo que le había dicho Sora era más que obvio que Matt no era ningún traidor sino todo lo contrario, era un gran amigo, y por lo tanto no merecía ninguna de sus maldiciones que tenía planeadas hacerle.

Tai caminó hasta donde estaba Matt para pararse justo enfrente de la mirada de su amigo.

-¿Qué es lo que quieres?

Preguntó el rubio con una voz fría y cortante a la par que alzaba su vista para encontrarse con la mirada color chocolate de Tai que le sonreía ampliamente, era el colmo del descaro, primero lo tachaba de traidor y ahora le sonreía como si nada hubiera pasado, de seguro Tai ya había arreglado las cosas con Sora y por eso traía esa sonrisa, en cambio él solo había logrado empeorarlas con Mimi.

-Hablé con Sora y me explicó todo.

- Bien por ustedes.

- En verdad lo siento Matt, creo que exageré un poco con eso de la cita, supongo que me puse celoso.

-¿Enserio?

Preguntó Matt con sarcasmo lo que causó una mueca de desagrado en su amigo.

-Oye trato de arreglar las cosas contigo.

Dijo Tai con una mueca de descontento y cruzando sus brazos en forma de molestia. Matt suspiró, no tenía caso desquitarse con Tai por su intento frustrado de arreglar las cosas con Mimi.

-Lo siento Tai, es solo que no ando de humor.

-¿Qué te pasó en la mano?

Preguntó Tai al ver una de las manos de Matt vendada, Matt volteo a ver su mano, después de golpear la pared de la escuela con la misma mano que había golpeado la pared de uno de los edificios el sábado, su mano le había empezado a doler, por lo cual tuvo que ir a la enfermería para que le pusieran algo, y terminó vendado y con un sermón por parte de la enfermera.

-No es nada.

Contestó Matt con indiferencia, Tai lo miró no muy convencido, pero ya no preguntó más, lo que importaba en ese momento era lo que pasaba entre Matt y Mimi ya después lo interrogaría por su mano lastimada.

- ¿aun no has intentado arreglar las cosas con Mimi?

-Claro que lo he intentado pero ella…

Matt desvió su vista de Tai notablemente sonrojado, le apenaba decirle que le había robado un beso a la castaña y esta lo había rechazado aventándolo lo más lejos posible de ella.

-¿ella que?

Preguntó Tai ansioso al ver que Matt se mostraba indeciso de decirle además que él rubio se notaba levemente sonrojado.

- Digamos que ella me rechazó.

- ¡¿Queee? ¿te le declaraste a Mimi y ella te rechazó?

Gritó Tai totalmente sorprendido, Matt lo miró molesto, ¿acaso Tai no podía ser más imprudente? Por suerte para él no había nadie en el salón más que ellos dos.

-Si quieres publícalo en el periódico.

Dijo Matt con ironía, por eso no quería decirle a Tai lo que había sucedido con Mimi, pero necesitaba hablarlo con alguien y Tai era el más cercano en esos momentos.

-Lo siento no quise gritar, es solo que me sorprende que te le hallas declarado a Mimi y ella te halla rechazado.

-Bueno, no me le declaré precisamente.

- Pero si tu dijiste que ella te rechazó, no te entiendo.

-Sí, pero no me le declaré abiertamente con palabras, lo que pasó fue que…

Matt volvió a desviar su vista, Tai de seguro se burlaría de él cuando supiera lo que pasó, ya podía imaginárselo, lo estaría molestando con eso el resto de su vida.

-¿Qué le hiciste?

Preguntó Tai en un tono acusador y viendo molesto al rubio, lo cual sorprendió de sobremanera a Matt, ¿por qué Tai la protegía tanto? Hasta estaba llegando a creer que si había algo entre Tai y Mimi.

-Bueno yo… le robé un beso.

Contestó Matt en casi un susurro, pero aun así Tai logró escucharlo.

-¿Cómo?

- ¿Cómo que como?

Preguntó Matt confundido, a Tai que diablos le importaba como la había besado, ya era suficiente con decirle que le había robado un beso y ella lo había rechazado ¿Para que quería más detalles?

- Necesito que me digas que le hiciste si quieres que te ayude.

-¿Ayudarme? ¿de que demonios estas hablando Tai? ¿Cómo podrías ayudarme?

-Tú solo dime Matt, ¿qué hiciste cuando la besaste? ¿Fue de sorpresa? ¿La forzaste? ¿Qué le hiciste?

- ¡Nada! yo solo la acorralé en la pared y la besé es todo, y ella me aventó lo más lejos que pudo, eso es todo.

- Ya veo, con que eso pasó.

Dijo Tai pensativo, desconcertando aun más a Matt, para nada el rubio esperaba aquella reacción por parte del moreno, es más, esperaba burlas y una gran carcajada, no un interrogatorio policiaco.

-Creo saber porque Mimi te rechazó.

-¿Qué? ¡De que hablas?

- De que hay una razón por la cual Mimi reaccionó de esa manera, pero antes de decírtelo, necesito que Sora esté con nosotros, Mimi necesitará de nuestra ayuda.

Los tres se encontraban en la cancha de tenis que en esos momentos se encontraba vacía, Matt y Sora estaban sentados en las gradas mirando a Tai que se encontraba parado frente a ellos mirándolos seriamente, no sabía muy bien por donde empezar.

-¿Qué es lo que pasa Tai?

Preguntó Sora preocupada al ver el semblante del moreno, muy pocas veces Tai se tomaba las cosas tan seriamente.

- Ya habla de una vez.

Habló esta vez Matt, el rubio estaba perdiendo la paciencia y el ver a su amigo pasearse de un lado a otro, no parecía ayudarlo a calmarse.

-Esta bien, se los diré solo porque los cuatro somos amigos, y porque creo que Mimi necesita de nuestro apoyo, en especial del tuyo Sora, tú eres su mejor amiga y además también eres mujer, así que tu podrás comprenderla mejor.

Sora asintió en señal de afirmación, Tai la estaba preocupando ahora más, ¿qué podía haberle pasado a Mimi para que Tai hablara de esa forma?

Tai miró a Sora asentir y después rodó sus ojos hacia Matt, se notaba que el rubio esperaba ansioso a que hablara y como no iba a estar ansioso si se trataba de Mimi, tomó aire para empezar a hablar, aunque aun no se encontraba muy seguro de que decirles a sus amigos sobre lo sucedido el sábado fuera la mejor opción.

-La noche del sábado cuando fui a buscar a Mimi…

Maldición, no sabía como decirlo, no pensó que aquello fuera tan difícil.

-¿Qué fue lo que pasó? Habla de una vez Tai.

Dijo Matt molesto, ya había perdido la paciencia y Tai no se iba directo a lo que tenía que decir.

-La noche del sábado un sujeto casi abusa de Mimi.

-¿Qué?

Preguntaron Matt y Sora al mismo tiempo, se hubieran esperado todo menos eso. Matt sintió como le hervía la sangre, él solo imaginarse a Mimi indefensa, siendo tocada por un maldito pervertido en contra de su voluntad lo hacía querer matar a golpes a ese maldito cretino, ¿cómo se había atrevido a tocarla?

-Afortunadamente alcancé a escucharla cuando pedía ayuda y…

Tai no pudo continuar ya que Matt lo había sorprendido agarrándolo del cuello de la camisa con fuerza, ¿A que momento había llegado hasta él? Ni siquiera lo había visto venir.

-¿Quién fue?

Preguntó Matt furioso, lo iba a matar, fuera quien fuera aquel sujeto, él se iba a encargar de matarlo, lo haría arrepentirse de haber tocado a Mimi.

-Matt tranquilízate.

Se quejó Tai al sentir la fuerza con que lo sujetaba su amigo, sino tenía cuidado Matt terminaría desquitándose con él.

-Matt, Tai no tiene la culpa, suéltalo.

Dijo Sora acercándose a los dos chicos, pero Matt no pareció escucharla, ya que sacudió a Tai con fuerza volviendo a repetir su pregunta, en ese momento no entendía de razones, solo quería matar a aquel bastardo que se había atrevido a tocar a Mimi.

- ¿Qué me digas quien fue? Voy a matarlo.

-No lo sé.

Dijo Tai soltándose del fuerte agarre del rubio, comprendía lo que Matt estaba sintiendo, él mismo había sentido ganas de matar a ese sujeto cuando vio a su amiga llorando por ayuda y aquel desgraciado sobre ella aprovechándose de su inocencia, pero eso no arreglaría las cosas, ahora debían concentrarse en ayudar a Mimi.

-No sé quien era, pero yo ya me encargué de él, casi le desfiguré la cara a golpes y no alcanzó a hacerle nada a Mimi.

-Ahora lo que importa es Mimi.

Habló esta vez Sora intentando de tranquilizar a Matt que apretaba sus puños con furia y tenía su mirada dirigida al suelo.

-Por eso ella reaccionó así cuando la besaste, esa era casi la misma pose en que la tenía aquel cretino en el callejón lo más seguro es que le hallas recordado lo que pasó el sábado, no es nada contra ti.

Matt alzó su vista sorprendido, ahora entendía el porque de la reacción de Mimi, sin saberlo, él mismo la había hecho revivir aquel momento, ¿cómo podía ser tan estúpido?

-Fui un estúpido, nunca debí…

-Tú no lo sabías.

Dijo Tai apoyando su mano en el hombro de Matt.

-Ahora lo que Mimi necesita es todo nuestro apoyo.

Dijo Sora acercándose a los dos chicos.

-Sora tiene razón, ahora lo importante es ayudar a Mimi a superar lo que pasó.

La apoyó a Tai dedicándole una sonrisa a la chica, Sora también sonrió y asintió en señal de estar de acuerdo.

-Yo podría hablar con ella para aclararle las cosas y…

- No, yo hablaré con ella.

Dijo Matt impidiéndole a Sora terminar con lo que le iba a decir.

-Pero Matt no crees que es mejor que Sora hable con ella, las dos son mujeres y…

-Yo quiero hablar con ella.

-Entiendo.

Dijo Sora con una sonrisa y Tai la imitó dando así su consentimiento para que Matt hablara con Mimi.

Aun era la hora del receso, Matt había ido a buscar a Mimi y le había pedido nuevamente hablar con ella, la castaña accedió y lo siguió hasta el patio de la escuela donde se encontraban varios alumnos comiendo y platicando bajo los árboles, los dos caminaron hasta que llegaron a una zona donde no había nadie. Matt se paró y giró su vista hacia a Mimi.

Mimi lo miró y bajó su mirada apenada por lo sucedido hace unas horas atrás, sabía que Matt no tenía la culpa de nada y ella no debió tratarlo de esa manera, pero no pudo evitarlo.

- Lo siento, hace rato no debí empujarte de esa manera.

Se disculpó la chica tomando por sorpresa al rubio, que sonrió enternecido por la disculpa de ella, Mimi no tenía porque pedirle perdón, el que tenía que pedir perdón era él por haberla tratado de esa forma tan brusca y haber hecho que ella recordara lo sucedido la noche del sábado.

- No tienes porque disculparte, yo fui el que actúo mal, Tai ya me explicó lo que pasó el sábado.

Mimi alzó su vista y lo miró sorprendida, ¡Matt lo sabía! Derepente sintió unas terribles ganas de llorar, era tan vergonzoso, y él lo sabía.

- Tú no lo sabías.

Contestó Mimi tratando de contener su llanto, Matt notó las inmensas ganas de Mimi de llorar y la abrazó sin pensarlo.

-Tranquila, todo estará bien.

Le susurró al oído, y Mimi no pudo contenerse más y empezó a llorar. Matt dejó que ella se desahogara y llorará todo lo que quisiera en su regazo .

-No te preocupes, yo no dejaré que nadie más te haga daño.

Le dijo Matt una vez que la vio más tranquila, ella alzó su vista y después se apartó de él sorprendiéndolo.

-Lo siento, pero no creo que esto esté bien, tú y Sora son…

- Amigos.

Dijo Matt con una sonrisa y se acercó de nuevo a Mimi, tomó la barbilla de la chica y la miró directo a los ojos.

-Pero ustedes…

Murmuró Mimi confundida.

-Sora y yo salimos a escondidas porque necesitábamos de hablar de algo muy importante, ella necesitaba saber que hacer respecto a sus sentimientos por Tai y yo, necesitaba aclarar lo que siento por una hermosa y conspiradora chica de ojos color miel, que enloquecerían a cualquiera y que ha volteado mi mundo de cabeza.

Dijo Matta apoyando su frente sobre la de ella en sus últimas palabras, Mimi sonrió y tomó con ambas manos el rostro de Matt y esta vez fue ella quien lo besó, Matt la tomó de la cintura pegándola a su cuerpo y así poder profundizar el beso, pero con mucho cuidado de no revivir en Mimi momentos desagradables, así que la besó con cuidado y con una gran ternura.

Esta vez para nada se vino a la mente de Mimi lo sucedido la noche del sábado, sino al contrario, estaba disfrutando el beso de Matt quien parecía besarla con un cuidado y devoción que hizo que le temblaran las piernas.

Entre unos arbustos Tai y Sora se encontraban peleando por intentar averiguar un poco de lo que pasaba.

- no oigo nada.

Dijo Tai, acomodándose tras el arbusto para no ser descubierto.

-Te digo que no esta bien espiar a las personas.

Susurró Sora que se encontraba tras de Tai.

-Lo que pasa es que hace falta que nos acerquemos.

Contestó Tai ignorando por completo lo que había dicho Sora y caminó junto con Sora y con el arbustos unos cuantos pasos más para así poder escuchar lo que hablaban Matt y Mimi.

- Aun no escucho.

Protestó Tai.

- Tai deberíamos irnos y esperar a que ellos nos cuenten lo que pasó.

-No digas tonterías Sora solo debemos acercarnos un poco más y ver que esta pasando, tal vez podamos leer sus labios en vez de escuchar lo que dicen.

Tai caminó un poco más y se volvió asomar por la pequeña abertura de su disfraz de arbusto y se sorprendió al ver que esta vez Matt y Mimi no solo estaban hablando como hace rato sino que ahora se estaban besando.

- Tai no deberías espiarlos está mal.

- ¡Se están besando!

Dijo Tai sorprendiendo a lo que Sora lo aventó a un lado para ella ver en lugar de él.

-¡Que! Déjame ver.

Sora se asomó por donde Tai había estado viendo a la parejita y se sorprendió al ver que Tai no mentía y Matt y Mimi se besaban.

-Se ven tan lindos.

Dijo Sora conmovida al ver la ternura con que se besaban sus dos amigos, era como en las películas románticas.

- Déjame ver protestó Tai poniéndose al lado de Sora y peleando con ella porque los dos querían ver.

Matt y Mimi se separaron y Matt volvió a apoyar su frente sobre la de Mimi, sin poder ocultar la sonrisa que se dibuja en sus labios, aquel beso había sido mejor de lo que siempre había soñado y no podía evitar sentirse feliz al saber que Mimi le correspondía.

Mimi también sonrió, Matt era el hombre de sus sueños desde que había regresado de New York y ahora que sabía que él le correspondía la hacía sentir infinitamente feliz.

- Tai y Sora nos están espiando por los arbustos.

Susurró Mimi aun abrazada al cuerpo del rubio que le sonrió.

-Lo sé.

Contestó el rubio con una sonrisa, para después apartarse de Mimi con sutileza y caminar hasta el arbusto donde se escondían sus amigos.

-Salgan.

Dijo Matt parado frente al arbusto.

Tai y Sora sintieron que la sangre se les congeló cuando oyeron la voz de Matt frente a ellos, por estar peleando ni cuenta se habían dado de que el rubio había caminado hasta donde estaban ellos.

Tai y Sora salieron de su escondite, ambos con una cara de culpable y una sonrisa apenada que hizo reír tanto a Mimi como a Matt.

- Matt que sorpresa, no esperaba verte por aquí, ah! Hola Mimi, tú también estas aquí, que coincidencia.

Dijo Tai fingiendo no saber que Matt y Mimi estaban allí.

- No es necesario que mientas Tai, sabemos que llevan ahí buen rato.

Habló Matt con una sonrisa en su rostro.

-Veo que las cosas entre ustedes ya se arreglaron.

Dijo esta vez Sora también con una sonrisa en sus labios y haciendo que sus dos amigos se sonrojaran, Matt volteo a ver a Mimi que le sonrió y regresó su vista hacia Sora.

-Sí.

Contestó Matt caminando hasta donde estaba Mimi para ubicarse a su lado. La castaña le sonrió y el devolvió la sonrisa.

-Ves Mimi, no tenías porque preocuparte, te dije que Matt y Sora solo eran amigos, no tenías porque andar conspirando contra ellos.

- ¡Qué! Pero si fuiste tú quien me metió todas esas ideas a la cabeza.

Dijo molesta la castaña, mirando acusadoramente a su amigo.

-¡Claro que no! Yo te dije que teníamos que confiar en ellos, además todo lo que hicimos fueron ideas tuyas.

-Sí, pero tu fuiste el que me metió en esto, diciéndome que ellos tenían una cita, lo de arruinar la cita fue tu idea.

-Por lo menos yo no ando espiando a Matt en su cuarto cuando se cambia. ¡Oh es tan perfecto!

Tai dijo las últimas palabras imitando a Mimi.

-¿Qué? ¿estaban en mi cuarto?

-Sí y Mimi vio todo.

Dijo Tai con una amplia sonrisa y haciendo que Matt se pusiera rojo como un tomate, ¡Mimi lo había visto cuando se cambió en su cuarto! Mimi por su parte no hallaba donde meterse, quería que se la tragara la tierra y para acabarla Tai le estaba poniendo de su cosecha, Matt terminaría pensando que era una pervertida.

-No dejó nada para la imaginación.

Dijo Tai con burla, Matt volteo a ver a Mimi, estaba igual de roja que él, pero no sabía si era de vergüenza o de coraje ya que miraba a Tai como si lo quisiera matar.

-¡Cállate!

Mimi no aguantó más, cuando sintió la mirada de Matt sobre ella, no pudo contenerse más y se fue sobre el moreno para callarlo a golpes, por su culpa Matt pensaría que era una pervertida.

- ¡No, Mimi! ¡Me duele! ¡Suéltame! ¡Auxilio!

Gritaba desesperado Tai, mientras que era golpeado por su amiga, Tai se las pagaría todas de una buena vez.

Sora y Matt vieron a Tai y a Mimi peleando y sonrieron, los dos parecían unos niños.

-No creo que Mimi halla visto algo que no debiera, ella aun se tapa los ojos cuando salen escenas sexosas en las películas.

Dijo Sora a modo de apoyo a su amigo que aun se miraba un poco sonrojado. Matt sonrió y asintió pero sin apartar la vista de sus dos amigos, más bien sin apartar la vista de Mimi que seguía golpeando a Tai.

- Lo sé, me imagine que Tai le había puesto algo de su cosecha, lo conozco.

Sora río, Tai siempre solía ponerle de más a las cosas para hacerlas más divertidas y eso era lo que adoraba de él, Tai siempre la hacía reír con sus ocurrencias.

-Será mejor que salve a Tai de Mimi sino quiero quedarme sin novio en nuestro primer día.

Dijo Sora con una sonrisa y Matt volteó a verla.

-¿Se animó el cabeza de chorlito?

-Digamos que le dí un empujoncito.

Contestó Sora con una sonrisa y Matt no pudo evitar reír.

-Debí imaginármelo, Tai es un cabeza hueca.

- Pero es mi cabeza hueca.

Dijo Sora con una gran sonrisa y viendo a su novio que seguía siendo masacrado por su mejor amiga.

-¿Y tú y Mimi ya son novios?

- Necesito hablar bien con ella, se lo iba a decir, pero ciertas personitas estaban espiando y ya no tuve tiempo.

Sora se sonrojó y con una sonrisa en su rostro se giró a ver apenada a su amigo.

-Lo siento, fue idea de Tai.

-No me sorprende.

Contestó Matt y ambos rieron para después dirigirse a Tai y a Mimi y salvar al pobre de Tai.

-Mimi, ya deberías dejarlo.

Dijo Sora sintiendo lastima por su novio que estaba recibiendo una paliza por parte de la castaña.

-Di la verdad, di la verdad ahora.

Dijo Mimi aplicándole a Tai una llave de lucha libre.

-Esta bien, esta bien, Mimi no vio nada se desmayó antes de que pudiera ver algo indebido, Matt es demasiado perfecto que no pudo ver más que cuando se quitó la camisa.

-¡Tai!

Protestó la castaña, aplicándole más fuerza a su llave.

-Se los juro ella no vio nada, y lo de arruinar la cita fue mi idea no suya.

-Bien.

Mimi soltó a Tai y se puso de pie dejando a su amigo tirado en el suelo, casi inconsciente.

-Tai estas bien.

Preguntó Sora acercándose a su novio para verlo.

-Sora, recuérdame nunca más burlarme de Mimi.

Dijo Tai como últimas palabras y cayó inconsciente.

-Se lo tenía merecido.

Se defendió la castaña haciendo que tanto Matt como Sora se rieran.

-Sora, lamento haber creído que eras una traidora.

Se disculpó Mimi viendo con pena a su amiga, Sora sonrió.

-No te preocupes Mimi, tal vez yo hubiera reaccionado igual.

-¿amigas de nuevo?

Preguntó la castaña estirando su mano hacia Sora en señal de paz. Sora negó con la cabeza pero sin quitar la sonrisa de su rostro.

-Nunca dejamos de serlo.

Dijo la pelirroja con una amplia sonrisa, Mimi sintió como los ojos se le llenaban de lágrimas, Sora era la mejor amiga que podía tener, se lanzó a los brazos de la chica y comenzó a llorar conmovida por el gran lazo de amistad que tenían ella y Sora.

-Lo siento Sora, te prometo que no volveré a desconfiar de ti.

Sora también abrazó a Mimi y se contuvo por no ponerse a llorar al igual que la castaña, pero lo cierto era que estaba igual de conmovida que Mimi.

La campana de la escuela sonó anunciando que el receso se había terminado. Sora y Mimi se separaron y la pelirroja caminó hasta Tai y lo ayudó a levantarse para irse con él a su salón. Mimi estaba apunto de seguirlos cuando escuchó la voz de Matt tras de ella llamándola.

-Mimi necesito hablar contigo.

Mimi sintió como un escalofrío recorría su columna vertebral, Matt de seguro pensaba que era una pervertida y ahora quería reclamarle, por haberlo estado espiando en su cuarto mientras que él se cambiaba.

-Lo siento Matt, te juro que no vi nada que no debiera.

Dijo Mimi volteándose a verlo totalmente sonrojada, Matt se desconcertó por la disculpa de la castaña y se sonrojó levemente.

-No quería hablar de eso.

Contestó Matt sonrojado, Mimi lo miró desconcertada. ¿Entonces de que quería hablar con ella?

- ¿Entonces que es lo que pasa?

- Yo quiero dejar las cosas claras antes de que haya otro mal entendido.

- ¿De que hablas?

Preguntó Mimi confundida, Matt sonrió se acercó a ella, y tomó con su mano vendada el rostro de la chica mientras que la otra la apoyó en la cintura de ella. Mimi se sonrojó nuevamente al sentir a Matt tan cercas, pero no se alejó, solo lo miró fijamente mientras que él la acariciaba acercando su rostro al de ella rozando sus labios.

-Mimi ¿quieres ser mi novia?

Le susurró Matt acariciando con dulzura el rostro de Mimi y a unos cuantos centímetros de los labios de ella. Mimi no respondió, solo se acercó a Matt los pocos centímetros que faltaban y besó al rubio en forma de respuesta, fue un beso dulce y lleno de amor, pero no por eso dejaba de ser en cierta forma apasionado.

Los dos se separaron después de unos segundos, los dos se miraron y sonrieron, Mimi tomo con sus dos manos el rostro de Matt para después dedicarle la más tierna de las miradas al rubio.

-Claro que si quiero ser tu novia Matt.

Respondió la castaña con una sonrisa en sus labios, Matt también sonrió y volvió a besarla con dulzura, ahora ya no había ningún malentendido que los separará.

Después de unos segundos Mimi se apartó de Matt y tomó con delicadeza la mano del rubio.

¿Qué te pasó?

Preguntó la chica preocupada sosteniendo entre sus manos la mano vendada de Matt.

-Eso ya no importa.

Contestó Matt con una sonrisa y Mimi lo miró en desacuerdo.

-¿Seguro que estas bien?

-Mejor que nunca- dijo con una sonrisa- Ahora será mejor que vayamos a clases.

-Esta bien.

Respondió Mimi con una sonrisa, y juntos comenzaron a caminar con dirección a los edificios de la escuela, cuando llevaban varios pasos avanzados Matt tomó la mano de Mimi y ella volteo a verlo sonrojada pero él no hizo más que sonreírle provocando que la chica le sonriera también. Ahora la historia si estaba bien, ella caminaba con Matt tomada de la mano hacía un futuro juntos como se lo imaginaba en sus sueños, solo que era mucho mejor que en sus sueños.

-Por cierto, ayer que llegué a casa encontré a T.K amarrado a una silla, ¿Tienes alguna idea de que fue lo que le pasó?

Le preguntó Matt con una sonrisa en su rostro, claro que sabía que había pasado, T.K se lo había dicho, pero aun así quería oír la respuesta de la castaña.

Mimi abrió los ojos como platos, ¡se habían olvidado de T.K! de seguro su ahora cuñado la mataría a ella y Tai cuando los viera.

-Solo diré que sabía demasiado.

Contestó Mimi con una sonrisa que desprendió otra del rostro de su novio que rió divertido, Mimi volteó a verlo, Matt tenía una risa encantadora y lo mejor de todo era que era dirigida para ella, no cabía duda, aquello definitivamente era mejor que en sus sueños.

Fin.

Mimato196

1 de marzo del 2011