¡No pensé que este fic llegaría a interesar a tanta gente! ¿184 review por este fic cutre? OwO

O-Ok, O.O vosotros ganáis, aquí tenéis la actualización. Siento haber tardado tantiiiiiiisimo tiempo en actualizar. No tengo excusas ni perdón y lo sé. Dx

En realidad, yo no iba a continuar porque ya no veo Hetalia y he perdido el "fangirlismo" por esta serie (?), pero he decidido forzarme a terminar esta historia gracias varios review que he recibido, sobre todo al de sabaku no eli, si no hubiera sido por su lindo review creo que no me hubiera animado a terminar el fic. Gracias ^^

Y gracias también a todos mis lectores y sus review. Por fin aquí les traigo el lemon y el final de la historia. Disfrútenla y disculpen el largo abandono del fic.


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Yo soy tu gatita

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La única conclusión que pudieron sacar de todo esto fue: "Esta mujer está loca"

Y sus condiciones son la locura más absurda que habían escuchado.

Exigía medidas extremadamente estrictas que nadie estaba dispuesto a aceptar. En primer lugar, la loca vicio- … eeh ... quiero decir … la respetable señorita Elizabeta, el japonés Kiku e Ivan el ruso, tenían completo permiso para espiar cada mínimo movimiento que hiciesen. Para ello, los nekos debían llevar siempre consigo esos collares tan extraños. Era imposible quitárselos y, para colmo, llevaban instalados un microchip muy pequeño y una minúscula cámara oculta con micrófono incorporado.

Las condiciones para dejarles escapar eran simples: no debían quitarse estos collares por nada en el mundo. Bajo ninguna circunstancia. En ningún momento. Ni por un segundo. Ni siquiera para dormir, vestirse o ir al baño ...

"Son medidas totalmente necesarias" – afirmó la húngara mientras babeaba un poco, sonrojada por alguna extraña razón que no comprendían. – "Todo sea por proteger este gran secreto …"

"Ya …" – balbuceó Lovino. – "Lo siento Elizabeta … pero nadie está dispuesto a aceptar vigilancia exhaustiva las 24 horas del día por el resto de nuestras vidas."

Todos los demás asintieron, apoyando lo que el italiano había dicho. Al ver esto, Elizabeta le lanzó una mirada fulminante al pobre Lovino, que soltó un sonoro 'Chigi' y se cubrió la cabeza con los brazos como medida de protección.

Tras el rechazo a sus condiciones, discutieron durante horas en aquel despacho, incapaces de llegar a un acuerdo.

Hasta que finalmente, hallaron una solución.

Una solución muy extraña:

Se mudarían y vivirían en aquel inhóspito lugar.

En aquel enorme espacio, tan alejado de la bulliciosa sociedad ,no corrían peligro a ser descubiertos, y los nekos podían vagar libremente por los inmensos terrenos de aquella propiedad. Aun así, no se librarían de llevar collares, pero estos, para gran decepción de la húngara, no llevarían incorporados cámaras o micrófonos. Solo un chip localizador, con el que podrían comprobar que permanecían dentro del hospital, alrededor del gran bosque o en los terrenos privados que rodeaban el edificio. Eso sí, no podrían explorar más allá del muro de seguridad y debían permanecer en los terrenos que pertenecieran a Elizabeta.

Los nekos vivirían en la plata alta del hospital, que había sido reformada de tal forma que lucía exactamente igual que cualquier otra vivienda, pero a lo grande. Todo estaba muy bien equipado y el espacio era muy amplio y luminoso. Tendrían cuartos y baños privados, y muchas salas comunes donde podrían reunirse todos juntos.

La joven les aseguró que a pesar de vivir en el hospital, cerca del laboratorio privado, las pruebas y experimentos cesarían .No volvería a realizar trabajos de experimentación, ... aunque, por otro lado, Elizabeta dejo claro que ella tendría permitido realizar una especie de … "trabajo de observación" donde se dedicaría a apuntar en un cuaderno de notas todas las conductas de los nekos, sus hábitos y costumbres, etc. Solo con el fin de recoger datos útiles para la ciencia ... (Aunque los apuntes del trabajo de observación, por alguna extraña razón, siempre parecían mojados … como si sobre el papel hubiese caído algo de agua … o babas … Si, ... era todo un misterio indescifrable ...)

Pero, bueno...

Todo sea por la ciencia ...

Por otro lado, acordaron que los humanos, al contrario que los nekos, podrían salir a la ciudad, aunque cuando salieran debían tenerlos bien localizados y vigilados. A pesar de darles esta opción, todos los humanos decidieron quedarse en el hospital, a vivir también junto a los nekos. No querían dejarlos solos. Ahí fue cuando la chica húngara puso una impresionante y temible rape face, es decir, una cara de violadora, tan condenadamente terrorífica que hasta los humanos maullaron atemorizados y se fueron a esconder tras un sofá.

No sé como mierda se las iba a arreglar un sofá para protegerlos ... pero bueno ... cosas más raras se han visto en el mundo. (?)

...

Tras varios minutos más acordando el pacto:

...

Elizabeta, muy contenta con el acuerdo final, les dio a firmar los nuevos contratos y les mostró las instalaciones, junto a Kiku e Ivan. La mujer parecía desbordar felicidad por todos los poros de su piel.

Y es que ... Estar rodeada de hombres guapos, nobles, y divertidos, por todas partes ... incluso algunos con cola y orejas de gato ... Aww~ ... paraíso~ ... (?)

Por otro lado, los nekos continuaban mostrando recelo ante aquellas personas, mientras los guiaban por aquel edificio tan peculiar. Sin embargo, los felinos y sus compañeros humanos sabían de sobra que no tenían más opción que ceder ante ellos. Ahora, sin ningún remedio, debían adaptarse a la nueva situación. Así que siguieron a la chica y a los dos jóvenes, sin rechistar, por todos los rincones del hospital. Luego visitaron los patios principales e incluso exploraron una parte del bosque.

¿Cómo podía ser esta loca dueña de unos terrenos tan amplios? – Se preguntaba más de uno.

Finalmente, entre divagaciones, paseos, indicaciones, charlas, intentos de violación a la francesa, y discusiones sin sentidos, el día fue pasando muy rápidamente.

Agotados por todo este ajetreo, tanto nekos como humanos no tuvieron más ganas de explorar, así que pidieron a la chica que los guiara hasta sus habitaciones, para poder descansar en paz. Seguramente, más de uno no podría dormir, por el miedo a lo que podría suceder en este lugar, pero al menos podrían tumbarse e intentar relajarse un poco.

- "Kiku e Ivan lo tienen todo preparado. ¡Síganme!" – dijo aquella mujer sumamente animada, mientras los demás la miraban recelosos y desconfiados.

Finalmente, separaron al grupo en subgrupos de dos personas y los guiaron a sus respectivas habitaciones.

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Más tarde

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"Este es vuestro cuarto, España y Lovino." – dijo suavemente Elizabeta.

"Oye ..." – habló Lovino, con el flequillo tapando por completo su expresión indescifrable.

"Cómo pueden ver, el dormitorio también incluye un pequeño cuarto de baño ..."

"Oye ..."

"Y este es vuestro armario ... ¡A que es grande! ¿verdad?"

"¡Oye!"

"Y espero que os guste la decoración de las paredes, con nekitos pintados en ..."

"¡OYE TÚ! ¡NO ME IGNORES, VIEJA BRUJA DEPRAVADA! ¡DIME QUÉ DIABLOS SIGNIFICA ESTO!" – reclamó Lovino entrando en un trance de histeria. Estaba completamente rojo y señalaba a un punto de la habitación mientras agitaba su brazo frenéticamente.

"¿Eso? jajaja ~" – dijo la joven muy risueña mientras le daba unas palmaditas en la cabeza a Lovino – "Eso es una cama, tontín. ¿No lo sabías?"

"¡No te hagas la santa! ¡Sabes muy bien a lo qué me refiero!"

"¡Wiiiii! ¡Qué cama más grande!" – grito España rebosante de felicidad mientras se tiraba sobre la cama y rodaba sobre ella, totalmente inconsciente de la discusión entre su amado Lovino y Elizabeta.

"NEKO IDIOTA. ¿No te das cuenta? Este es nuestro cuarto y solo hay una cama de MATRIMONIO"

"Claro tontín~, igual que las habitaciones de los otros nekos y sus dueños~ jajaja~"

"¿Cómo que jajaja ~? ... ¡EY! ¿A dónde vas? ¡VUELVE AQUÍ MALDITA SEAAAA!"

Sin más, Elizabeta desapareció a velocidad del rayo dejando a 'la parejita' a solas.

Lovino miró la cama ... y a Antonio tumbado en ella ...

El neko dejó de rodar y le miró fijamente, con cierto aire inocente. Sus orejitas se movían de adelante hacia atrás con gracia y sus felinos ojos verdes permanecían clavados en los ojos color miel del menor.

Lovino amplió sus ojos ante la visión.

Tragó saliva ...

... y se sonrojó tanto, pero tanto, tanto que hasta los pelos de las cejas se le volvieron rojos. Tuvo que darse la vuelta y darle la espalda para evitar que el neko le viese en ese estado.

Oh santo dios ...

¿Qué iba a hacer ahora? Estaba muy nervioso. Su corazón latía rápido tan solo de pensar que dormiría junto a él.

De repente, se sorprendió cuando, después de un breve silencio, sintió cómo unos brazos le envolvían cálidamente por detrás.

Maldita sea ...

El fogoso calor de su torso bien formando pegándose a su espalda ...

Un placentero escalofrió recorriendo su cuerpo entero ...

Es más de lo que podía soportar.

"Antonio ama a Lovi" - susurró el neko, con ... sus ardientes labios muy cerca del lóbulo de su oreja. Su voz grave y sensual hizo al italiano estremecerse. Un suspiro placentero escapó de sus labios cuando sintió la lengua de Antonio lamiendo el lóbulo de su oído, lentamente ... sensualmente, suavemente. El menor sentía la humedad de esa lengua y el cálido aliento del mayor haciendo cosquillas en su oído. La sensación lo estaba volviendo loco.

Los fuertes brazos que le rodeaban fueron deslizándose poco a poco, de arriba hacia abajo, lenta y pasionalmente, tocando todo su cuerpo. Un cuerpo que reaccionó enseguida a sus fogosas caricias. Grandes manos masculinas le tocaban con pasión, explorando sus músculos, recorriendo su pecho, rozando su miembro ... Le acariciaban por encima de la ropa, hasta que Antonio coló sus manos por debajo de la camisa y acarició directamente su piel caliente.

Caricias fogosas, que dejaban suaves marcas de uñas recorriendo la piel ...

Mordiscos, lamidas ... chupones en la parte más sensible de su cuello, haciéndole gemir sin control.

Oh, dios.

Deseaba a ese hombre, neko, o lo que fuera. Lo deseaba con todas sus fuerzas. Ya no podía negarlo, no después de haber estado tan preocupado por él. Ahora, por fin, estaban juntos. No podía desaprovechar esta oportunidad.

Ambos se recostaron en la cama, sin cesar sus apasionadas caricias, cada vez más frenéticas. Comenzaron a quitarse la ropa el uno al otro, mutuamente, quedando el español totalmente desnudo y el italiano en ropa interior. Fue entonces cuando Antonio paró todo cuanto estaba haciendo, para contemplar a su amante detenidamente.

Muy detenidamente ...

Al ver esto, una repentina sensación de vergüenza extrema se apoderó de Lovino. Amplió mucho sus ojos ante la visión del neko sobre él, completamente desnudo, con sus orejas gachas y su mirada lujuriosa observando su cuerpo. Totalmente abochornado, tapó su cara con las manos.

Antonio sonrió. Su dueño era adorable. Su propio corazón empezó a latir locamente y una oleada de emoción se apoderó de todo su ser. Quería hacerle el amor. Hacerle sentir especial. Lo deseaba tanto ...

Mientras, Lovino seguía cubriendo su cara completamente roja con sus manos. Entonces, sintió de pronto algo húmedo rozando sus manos. Quería ver que estaba pasando, pero no se atrevía a quitar las manos, así que ideó otra estrategia. Con mucho nerviosismo, separó un poco los dedos para poder ver entre el espacio entre dedo y dedo. Y ...

... Y ... L-Lo que vio le dejó aun más rojo, si es que eso es posible.

Antonio le estaba lamiendo amorosamente sus manos. La expresión en su rostro robó por completo el corazón de Lovino, que comenzó a golpear con más fuerza su pecho. Esa expresión ... era adorable ... simplemente adorable: sus ojos entrecerrados, sus mejillas sonrojadas, sus pupilas reflejando puro amor y cariño ...

Entonces, Antonio comenzó a descender por el cuerpo de Lovino, dando tiernos lametones por toda su piel. Por su pecho, sus erizados pezones, su vientre, sus muslos ... y ...

"¡N-No! ... Aah ... AHÍ n-no t-tienes porque h-hac ... ¡Aaaaw!"

Antonio había comenzado a lamer su miembro por encima del bóxer.

"No, nooo ... aaah ..."

A pesar de decir que no, comenzó a mover sus caderas obscenamente, al ritmo de las lamidas. Gemía con voz deliciosamente sensual, y sus quejidos eran música para las suaves y felinas orejas de su amante, que tintineaban con cada gemido.

El menor se estremeció. Su cara sonrojada y sus ojos llorosos reflejaban puro placer. Tan solo con verla, el pene de Antonio se endurecía a más no poder.

El felino deseaba tanto estar en su interior ... pero debía ser paciente. Demostrar que respetaba y le amaba a su dueño. Porque el amor no solo consistía en pasión, sino en respeto y preocupación por el bienestar de la persona a la que amas ... En anteponerla a cualquier deseo egoísta. Esta lección había tenido que aprenderla a base de errores, y esta vez, estaba decidido a no cometer ni un solo error más.

"A-Antonio" – gimió el menor. El miembro de Lovino estaba muy duro, muy caliente. Palpitante de deseo. El liquido pre-seminal comenzaba a brotar del glande.

Sin pender más tiempo, el mayor deslizó aquella pequeña pieza de ropa interior entre esas finas piernas que tanto deseaba acariciar. Una vez hecho esto, separó las piernas de su amante y contempló lo que tenía enfrente, lo que provocó que Lovino se quejara e intentara cerrarlas.

"¡No mires ahí, bastardo!" – se quejó en un tono tan delicioso que envió escalofríos placenteros por el cuerpo del mayor.

Oh, señor. Deseaba tanto penetrarle. Hacerle gritar de placer y oír aun más esa dulce y erótica voz. Hacía que su cuerpo entero ardiera en deseo.

Incapaz de aguantar sus ganas, Antonio se inclinó y lamió voraz el miembro duro y palpitante del menor. Lo introdujo completamente en su boca y comenzó un vaivén frenético. Lovino no paraba de gemir y agarró sus cabellos entre sus dedos, intentando atraerlo hacia él. En determinado momento, los dedos de Lovino rozaron las orejitas del neko y este gimió sonoramente, a pesar de tener la boca ... 'ocupada'. El grito gutural de Antonio hizo vibrar su garganta, y esto hizo a su vez que Lovino chillará en puro éxtasis al notar la vibración contra su pene caliente. Repitió esta acción varias veces, hasta que sintió que no podía aguantar más.

Al ver que su amante iba a llegar al clímax, Antonio se detuvo. Quería alargar el placer todo cuanto fuera posible. Aprovechando el liquido pre-seminal y su propia saliva, humedeció sus dedos y rozó con uno de ellos la estrecha entrada del menor.

"¿Q-Que estás h-haciendo?" – preguntó Lovino totalmente espantado. Aun así, el roce del dedo humedecido en esa parte tan intima provocó un estremecimiento en todo su cuerpo. Su mente se llenó de lascivos pensamientos, en los que suplicaba que le penetraran.

"Francia dijo a Antonio que había que dilatar antes para evitar dolor. Antonio no quiere que Lovi sienta dolor."

"¿QUÉ? ¡NO ESCUCHES A FRANCIS, MALDITO BASTARDO! Te llenará la mente de porquerías Y ... ¡AAAHH!" - El dedo de Antonio se había colado en su interior. La sensación era extraña, pero no del todo desagradable.

Primero, el neko introdujo solamente un dedo, y luego otro, y otro más, hasta tener tres dedos dentro de su uke.

"Maldita sea, bartardo. Duele." – se quejó Lovino casi sin aliento. Nada más decir aquellas palabras, Antonio paró todo lo que estaba haciendo y le miró con una preocupación y una tristeza tan grandes que consiguieron traspasar la dura coraza de Lovino y derretir su corazón.

"T-Tonto ... n-no es ... no es cómo si no fuera capaz de soportar un simple dolor c-como este ..."

"Pero ..."- resongó el felino.

Sin embargo, el neko fue interrumpido por un repentino beso, tan pasional y entregado que le arrebató todo uso de la razón. Sus lenguas se rozaron y exploraron mutuamente. Sus alientos se entremezclaron. Sus labios danzaban el uno con el otro en el más apasionado de los bailes.

Al separarse por falta de aire, ambos tomaron una bocanada de oxigeno y dejaron que sus alientos se entremezclaran mientras sus rostros permanecían muy cerca el uno del otro. Sus pechos desnudos se agitaban rápidamente, arriba y abajo, tras cada respiración, chocando el uno con el otro. Piel contra piel.

Calor

Sudor

Olor a sexo

Ardiente deseo

Amor y ternura ...

Eso era todo lo que se podía percibir en el ambiente.

"Estás listo, Lovi" – dijo Antonio, colocando su miembro palpitante de deseo muy cerca de la entrada del menor.

"V-Vamos, maldición... aaah ... N-No t-tengo todo el día." – dijo entre sensuales jadeos.

Tras la aprobación de su pareja, el mayor empezó a introducir la punta del glande, y así, poco a poco, Antonio fue presionando la entrada, introduciéndose lentamente en el cálido y estrecho interior de su amante.

En cuanto a Lovino, un indescriptible escalofrío recorrió su espina dorsal cuando Antonio presionó en lo más profundo de su ser. El italiano gimió sin poderlo evitar, sintiendo la extraña sensación de estar lleno, tanto por dentro como por fuera, en alma y en cuerpo. En las paredes de su interior podía sentir el miembro del mayor, palpitando con éxtasis.

Ahora sus cuerpos sudorosos estaban muy pegados el uno al otro, sintiendo la suavidad de su piel y el calor emanando del otro. Pecho contra pecho, piel contra piel, corazón contra corazón. Era simplemente indescriptible.

Antonio le dio un tiempo al menor para que se adaptará a su miembro y la entrada se dilatara. Luego, comenzó un suave vaivén. Su miembro se frotaba contra el estrecho interior, estimulando los nervios de cada musculo, y finalmente, alcanzando la próstata, es decir, el "punto G masculino". Al estimular ese punto tan sensible, Lovino enloqueció de placer. A pesar de sus esfuerzos, no pudo esconder los gritos y gemidos que, sin su consentimiento, se colaban desde lo más profundo de su garganta, sincronizándose perfectamente con el ritmo de las embestidas.

El ritmo de las penetraciones se hizo cada vez más intenso y profundo.

El placer invadía cada fibra de su ser, y era incapaz de controlar sus sentidos.

En determinado punto, Antonio penetró con mayor intensidad y Lovino sintió como su visión se nublaba ante él. En esos pocos segundos, sus sentidos se intensificaron, su piel se erizó, y su cuerpo se estremeció con un fuerte temblor al llegar al clímax. Las paredes de su interior se estrecharon aprisionando el miembro de Antonio y haciéndole llegar al clímax junto a su amado italiano.

El español jadeó bruscamente, con sus orejas gachas y su cola erizada y firmemente erguida. Luego se estremeció violentamente y eyaculó en el interior de Lovino.

Tras la abrumadora sensación, Antonio se acurrucó contra su amante. Su cola se enredó alrededor de su pierna, como si tuviera miedo de que su querido dueño se fuera a algún lado, y sus temblorosas orejas hacían cosquillas en el cuello del menor.

"Te amo, Lovi"- susurró dulcemente, mientras se acurrucaba sobre él, como un gato mimoso buscando atención.

Lovino suspiró. No era el tipo de chico que soltaba un 'te amo' muy a menudo. Sin embargo, la alegría de recuperar a su neko y la sensación placentera del post-orgasmo fueron más fuertes que su orgullo.

"Yo ... también ... te amo"

Antonio le dedicó una sonrisa felina de pura satisfacción.

"Antonio amará a Lovi siempre, siempre. ¡Incluso aunque Lovi fuese un perro, Antonio lo amaría siempre! "

"... ¿Cómo mierda tengo que tomarme eso? ¿cómo un cumplido?"

"¡Nya!" – afirmó vigorosamente dando un lametón en la mejilla de un italiano rojo como un tomate.

Y entre besos, caricias, los enamorados poco a poco se fueron entregando a los brazos de Morfeo.

Los suaves y muy tenues rayos de luna se colaban por la ventana de la habitación, iluminando a los dos cuerpos entrelazados de dos amantes profundamente dormidos.

Dos amantes.

Al fin juntos.

Solos, el uno con el otro.

...

...

Bueno ... no tan solos. Francia y Elizabeta estaban tras la ventana, mostrando la mayor sonrisa pervertida que en el mundo pueda existir.

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Epilogo:

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Y así, en aquel inhóspito lugar, escondido de la civilización, nekos y humanos convivieron en paz.

Alemania siempre guardó cierto recelo, pero mientras estuviera con su amado Feliciano, estaba dispuesto a aceptar lo que fuera.

Por otro lado, Alfred y su nuevo neko: Iggy, tuvieron que compartir habitación. Poco a poco, Alfred fue desarrollando un instinto sobreprotector con el neko, hasta el punto en el que parecía su verdadero dueño. Y al final, un sentimiento muy cálido les unió para siempre. Iggy se negó a aceptarlo durante un tiempo, pero finalmente tuvo que admitirlo: se había enamorado de Alfred. Finalmente, el esperado momento de la confesión llegó, y Alfred reveló que también le amaba desde el primer momento en que le vio. Para celebrar el nuevo noviazgo, Iggy cocinó para Alfred.

... No sé sabe cómo diablos el pobre Alfred sigue vivo después de eso. Es todo un misterio para la ciencia.

En cuanto a Prusia, tuvo que compartir habitación con Francia ... pero resulta que Francia, a la más mínima oportunidad, intentaba violarlo TODAS las noches ... y esa era la razón por la que el 'increíble él' siempre tenía que huir de su propia habitación, esconderse en el bosque y dormir entre los matorrales, para así salvar a su pobre y virgen trasero en grave peligro. Si ... Salvarlo de un peligro grande ... y largo ... bastante largo. Al final, era Ivan el que tenía que ir a buscarlo por el bosque para asegurarse de que no fuera a escapar, y cuando le encontraba, Prusia y él se ponían a discutir como locos. Así fue como entre pelea, empujón, y tontería va tontería viene, el ruso y el prusiano terminaron revolcándose por el suelo y ofreciendo un espectáculo porno a los pobres e inocentes animalillos del bosque.

Quizás esa fue la razón por la que el bosque parecía más deshabitado al día siguiente ...

Y en cuanto a Francia ... b-bueno ... digamos que Francia quedó terriblemente arrepentido ... arrepentido por no haber aprovechado cuando el prusiano estaba despistado ...

En realidad, el pobre francés andaba bastante deprimido ... por no poder violarse a nadie, por supuesto. Sin embargo, sus días de depresión y soledad no duraron mucho ... ya que un desafortunado e introvertido rubio tuvo la mala idea de ir a dar un paseo por ese bosque. Debido a una falla en la seguridad durante esa misma noche, ese inocente joven se coló en el hospital sin saber dónde diablos se había metido. Al final, tras descubrir a los nekos, le obligaron a quedarse y guardar el secreto. El joven, de origen canadiense, aceptó, ya que no tenía otro lugar al que ir. Además, casi todo el mundo pasaba de él. Era como si no le vieran. Como si fuera una especie de fantasma que todos ignoraban por su retraída personalidad y esa timidez extrema.

Sin embargo ... había un francés que si le veía ... vaya si lo veía ... el pobre canadiense tenía que pasar la mitad del día corriendo para evitar ser violado. Era la primera vez en su vida que alguien le prestaba tanta atención. Y al final, por increíble que parezca, acabó enamorándose de su acosador. El joven, con su tímido comportamiento, era capaz de sacar el lado más dulce y tierno del francés, algo que dejaba asombrado a más de uno. Al final, como era de esperarse, ambos acabaron convirtiéndose en una pareja.

Y sobre Kiku y Elizabeta ... bueno ... ellos ya estaban en el cielo fangirleando y fanboyleando, dibujando doujinshis y observando hermosos nekos por todos lados. Solían ir persiguiéndolos con cámaras en mano y depravadas expresiones. Así eran felices y, sinceramente, no necesitaban nada más. Ni amores, ni cursiladas ni leches, ese era su paraíso.

Y así los días pasaban en aquel lugar. Los días se transformaron en semanas y las semanas en meses. La desconfianza fue desapareciendo, dando paso al amor. (cof cof cofyladepravacióncof cof cof)

Todos se sentían satisfechos. La felicidad reinaba en el ambiente. Los días pasaban apacibles. El amor flotaba en el aire mientras humanos y nekos se acurrucaban los unos con los otros, en completa tranquilidad y armonía y ...

...

"¡Últimas noticias! Información trasmitida en directo para todos nuestros telespectadores: Una extraña 'enfermedad' está causando furor entre los habitantes de esta ciudad. Estamos hablando de varios bebes que han nacido con una extraña mutación genética, presentando grandes orejas y colas de gato. De momento ha quedado confirmado que son la cosa más mona qu- ... eeeh ... quiero decir, ha quedado confirmado que la mutación no es dañina y no presenta ningún riesgo para la salud física y mental de los bebes. Los científicos siguen trabajando para resolver este misterio, pero de momento no hay explicación alguna para este raro fenómeno nunca antes visto. Miles de teorías han salido a la luz pero ninguna ha sido confirmada. Nekos. ¿Será este el futuro de la humanidad?"

...

Alguien apagó la tele.

Nekos y humanos permanecían sentados en el sofá de la sala común.

Estaban quietos como estatuas ...

Todos intercambiaron miradas de desconcierto frente al televisor.

Todo quedó en un mortal silencio.

...

Silencio.

...

Y más silencio.

...

Hasta que ...

"ELIZABETAAAAAAAAA. ¿QUÉ MIERDA HAS HECHO AHORAAAAAAAA?" – Fue el estremecedor grito unánime que invadió aquel apacible lugar.

Definitivamente, esta mujer y sus secuaces eran el mismísimo diablo ...

FIN ~


Cuando empecé esta historia, tenía planeado contar como sería la vida en ese hospital y contar con más detalle el romance de otras parejas, pero he decidido terminarlo aquí porque, como ya dije, ya no creo que pueda continuar con esta historia. Ya no veo Hetalia :(

Lo siento por aquellos que querían más. Y lo siento también por el lemon, yo pensaba hacerlo mejor, al menos un poco más original, con alguna postura de kamasutra o algo xDD (?), pero al final lo hice "a lo clásico" xD Típico trabajo oral + típica postura misionero. Todo muy típico x'D (¿?)

Espero que hayan pasado un buen rato con esta historia y que les haya entretenido con mis bobadas. Ese es el único fin de esta historia. (además de aprender el titulo de varias canciones sobre gatos xD)

Bye, Nya~ :3