Hjerte: Esto solo me pasa a mí
By Duo V.P.V.M.
Edición: Scarlett
Capítulo 26
Algo que todo maestro de Hogwarts enseña en sus clases, pero nunca parece aplicar en la vida diaria, es que la magia está viva.
Es una fuerza que en raras ocasiones adquiere conciencia propia.
Luna siempre ha visto a la magia como un ser vivo, y es por eso que obtiene uno que otro favor de ella. Como por ejemplo ser guiada hacia el jardín de la escuela, solamente para escuchar el plan que tenían los adultos para invadir la mansión donde Harry se encontraba prisionero.
Ella era lista, sabía que de alguna manera la magia quería que ella y los otros estuvieran enterados del plan, el cual tenía una cantidad de fallas bastante amplia, y así poder intervenir. Ahora solo necesitaba encontrar al resto.
Los encontró en la enfermería, donde los nargles parecían infestar todo, alrededor de la cama de Blaise, que cada vez estaba más pálido.
-¡¡Hey chicos!!
-Luna, que bueno que llegaste ¿has visto a McGonagall o a Bill? Ron necesita que se apresuren – saludó Hermione, que permanecía tomando la mano del pelirrojo en señal de apoyo.
-McGonagall y Bill acaban de irse.
Esta declaración hizo que Ron pusiera atención de inmediato.
-¿Irse? ¿Adónde podrían ir? –preguntó el chico
-Fueron a la mansión Riddle a rescatar a Harry.
Aquello fue como desatar el pandemónium.
-¡¿Harry está en la mansión Riddle?!
-¿Dónde está Draco?
-¿Quiénes fueron?
-¡Blaise se va a morir!
Las voces de todos los presentes se confundían, pregunta a pregunta sin dejar que la chica pudiera responder nada. Hermione decidió tomar las riendas de la situación cuando Ron comenzó a entrar en pánico, declarando que Blaise se iba a morir. Esto tenía que parar.
-¡Ya cállense! – gritó, asustando al resto de los pacientes del lugar. –Nadie se va a morir, nadie va a salir corriendo y nadie va a entrar en pánico, ¡¿me escucharon?!.
Todos asintieron. Hermione daba miedo.
-¡Neville! ¡Theo! Vayan a la biblioteca, tráiganme todo lo que encuentren sobre uniones mágicas, transferencias de magia y cosas así, lo vamos a necesitar para la ceremonia.
-Pero ¿quién va a realizar la ceremonia si McGonagall no está?- preguntó Ron
-Yo- respondió la chica segura. Ron no dijo nada más, sabiendo que no habría discusión.
Neville y Theo salieron rumbo a la biblioteca.
-Ron, necesito que hagas un plan, sé que ahorita lo más importante para ti es Blaise, pero hasta que no tenga la información sobre los enlaces mágicos no podemos hacer nada por él, pero Harry…Harry necesita tu ayuda en este momento Ron.
El pelirrojo solo la miró, se secó las lágrimas, respiró profundo y asintió.
-Voy a necesitar un pergamino, y un mapa de la mansión Riddle o lo que tengamos sobre ella – anunció decidido.
-Nosotros lo conseguimos- soltaron Dean y Seamus, para acto seguido salir corriendo sin rumbo aparente.
-Bien, ahora solo necesitamos espacio. Luna, Ginny ¿creen que puedan liberar algo de espacio aquí y conseguir una mesa? Yo necesito buscar a alguien de la orden.
-Fred y George estaban en el gran comedor – anunció Ginny – Puedo ir a buscarlos si quieres.
-Excelente, ayudaré a Luna a despejar un poco.
Ambas chicas comenzaron a trazar un perímetro en la muy concurrida enfermería, esperando que nadie las molestara.
Hermione levantó la vista. Muchos de los alumnos lastimados durante el ataque estaban en el gran comedor, donde era más fácil atenderlos en grandes cantidades, aun así la enfermería estaba llena. Se le hizo un nudo en la garganta cuando vio a un par de primer año intentando ayudar a los más grandes con sus heridas. No se suponía que fuera así su primer año en Hogwarts.
-Somos más fuertes de lo que los adultos piensan.- dijo una voz a su lado, haciendo la que la chica pegara un brinco.
-¿Luna?
-Los adultos creen que los más chicos solo lloran, gritan y se asustan. Que nadie menor de diecisiete pude aguantar todo lo que implica una guerra, pero no han visto lo mucho que podemos aguantar, lo inventivos que podemos ser. Por eso la magia quería que supiéramos del plan, porque los adultos no ven sus fallas, porque nosotros somos los que vamos a salvar a Harry.
La chica más inteligente de su clase no pudo más que sorprenderse de la sabiduría de su compañera, que aunque menor que ella, parecía ser mucho más madura.
- Tienes toda la razón Luna.
La rubia solo sonrió, porque sabía que la magia estaba con ellos, pues aunque la magia fluía entre todos, también tenía sus preferidos y Harry Potter era uno de esos.
-D H-
¿Qué carajos estaba pasando? Un minuto estaba resignado a una lenta y dolorosa muerte y al siguiente estaba parado detrás de Lucius Malfoy.
-¡¡Potter!! ¡Te estoy hablando!
-¿Qué?
-El escudo no va a durar mucho tiempo, tenemos unos tres minutos a lo mucho, así que escucha bien. Cuando te lo indique vas a tomar al anillo que está en mi mano izquierda y correr al ventanal que está detrás de nosotros. No tienes varita, así que vas a tener que usar todo tu cuerpo para atravesarlo y una vez que estés afuera dí fuerte "corazón del cuervo", eso activará el traslador y te sacará de aquí.
-¿Qué pasará con usted?
-Yo me quedaré para evitar que te detengan
-No puede hacer eso, lo van a matar.
-Aunque agradezco tu preocupación, debes saber que tenemos un plan de apoyo y…
-Y usted sabe que no va a funcionar, una vez que caiga el escudo Voldemort lo va a matar, no importa que tan bueno sea su plan.
Lucius lo miró fijamente.
-Alguien tiene que quedarse para que puedas escapar. Draco no me perdonaría si algo te pasa.
-Y Draco no estará feliz si dejo que su padre muera.
Ambos mantuvieron la mirada, hasta que el escudo vibró, asustándolos a ambos.
-No hay tiempo para discusiones, toma el anillo, sal de aquí, confía en el plan.
Harry no pudo replicar nada, ante el nuevo ataque al escudo. Rápidamente tomó el anillo que Lucius le había indicado y se preparó para correr.
-Recuerda, tienes que ser rápido, y recitar lo que te dije. A la cuenta de tres ¿esta bien?
El pelinegro solamente asintió.
-Uno – Ambos respiraron profundo y tomaron posiciones
-Dos – El escudo tembló mucho más fuerte
-¡TRES! – El escudo se quebró como el cristal alrededor de ellos, mientras Harry corría con todas sus fuerzas hacia el ventanal.
-¿A dónde crees que vas Potter? – escuchó que le gritaban, seguido de un hechizo aturdidor que lo mandó por los suelos.
Bellatrix se acercó con una sonrisa depredadora en su cara.
-Potter, Potter, Potter, no puedes irte, mi Lord aún no termina contigo.
-Lamento decepcionarlos Bella, pero tengo mejores cosas que hacer.
-Estúpido mocoso – La mujer levantó la varita lista para noquearlo….y de repente desapareció.
-¿Qué? – pregunto el menor al verse libre.
-Te dije que no te distrajeras – dijo Lucius repeliendo a un par de mortifagos.
- ¡¡¡LUCIUS MALFOY!!! – rugió Bellatrix –¡ Lo sabia!, ¡sabía que eras un traidor!.
Pronto la batalla entre ambos mortifagos se intensificó. Harry supo que era su oportunidad para escapar, aún cuando no quería dejar al padre de Draco atrás.
Tomó una de las varitas que estaban tiradas en el suelo gracias al revuelo causado por Malfoy padre, y siguió hacia su objetivo.
-¡Stupefy!
El hechizo lo golpeó de lleno en la espalda, lanzándolo contra el ventanal, pero no con suficiente fuerza para atravesarlo.
-Harry Potter, te dije que me devolverias lo que que me robaste hace quince años.
Tom Riddle, alias Lord Voldemort apareció frente a él, alistando su varita para dar el golpe final. –Avada Keda….
No alcanzó a terminar el hechizo cuando una sombra atravesó por el ventanal, lanzándolo lejos del moreno.
Un gran dragón emplumado blanco rugió amenazadoramente.
Draco Malfoy acababa de llegar.