El juego de ajedrez comienza

Uchiha Fugaku era un hombre ya maduro, de facciones toscas y varoniles, ojos pequeños y rasgados de color negro, cabellera corta de color café oscura. En este momento se encontraba sentado bebiendo té tranquilamente mientras leía el periódico, frente a él estaba su esposa Uchiha Mikoto recargando sus codos en la mesa y sus mejillas en sus manos mientras soltaba leves suspiros. La mujer era realmente hermosa y no aparentaba la edad que en verdad tenia, sus facciones eran agraciadas y hermosas. Tenía unos grandes ojos color negro, que por cierto eran muy expresivos.

Un apuesto pelinegro de nombre Uchiha Itachi, que tenía cabellera lacia y larga amarrada en una coleta baja. Facciones muy parecidas a la mujer, aunque tenía unas marcas debajo de sus ojos, que a diferencia de Mikoto eran más pequeños y rasgados, mostrando algo de frialdad. Vestía un pantalón deportivo color negro y una playera levemente holgada de color gris con un abanico en su espalda. Estaba alado de su madre mirándola de reojo mientras comía con tranquilidad unas cuantas galletas.

-Ya es algo tarde y Sasu-chan no regresa. –dijo con preocupación Mikoto.

-Seguramente está en casa de Tsunade-sama, ya sabes que se la pasa ahí o en casa de Minato. –dijo despreocupado Fugaku e Itachi paseo su pupila en dirección a su padre mirándolo mientras mordía una galleta.

-Tal vez, pero me preocupa que ande tan tarde en la calle. –sin soltar de su boca la galleta Itachi ahora miro a su madre.

-Esta entrenado, así que sabe protegerse solo, ya no es un niño, además el pueblo está protegido por un campo de fuerza que no deja entrar demonios. –dijo despreocupado sin despegar la vista de su periódico e Itachi ahora lo miraba, pero se sobresalto al igual que Fugaku cuando Mikoto estampo sus mano en la mesa.

-¡¿Acaso crees que los únicos peligros en el mundo son los demonios? –pregunta molesta y ambos varones la miraron con temor. – ¡Mi Sasu-chan aun es pequeño además es lindo, alguien quería robárselo y si eso pasa mi sueño de que tenga hijos con Saku-chan se irá a la borda ya que no creo que Saku-chan se fije en Itachi porque salió igual de pervertido que tú! –dijo molesta apuntando a su hijo mayor el cual tenía una gota de sudor en su frente al igual que su padre mientras que Mikoto tenía una vena marcada en su frente.

-¡Fugaku-sama! –se oyó un grito masculino desde afuera.

-Parece que el trabajo llama mujer, luego buscamos a Sasuke. –dijo poniéndose de pie rápidamente y corriendo hacia la entrada.

-(a eso le llamo golpe de suerte y que oto-san sabe aprovecharlo U-.-) –Itachi miraba con ojos entrecerrados por donde su padre salió para después regresar su mirada a su madre que le dirigía su molesta mirada a él. –algo me dice que está pasando algo grave. Ya vengo oka-san, mi padre puede necesitar mi ayuda. –dijo rápidamente poniéndose de pie y corriendo hacia donde su padre.

-Esto no se queda así. –dijo furiosa Mikoto caminando a grandes zancadas por donde huyeron esos dos dejando oír sus pisadas chocar de forma brusca con la madera, pero se detuvo atrás de su esposo e hijo cuando vio lo exaltado del chico que estaba en la puerta.

-¿dices que el escudo fue atravesado? –pregunta con seriedad Fugaku.

-Y eso no es todo señor, cuando fui a casa de Tsunade-sama y Dan-sama para informarles de esto un escudo demoniaco rodeaba su casa y me fue difícil atravesarlo, así que yo y mis compañeros nos dividimos para venirles a avisar a los consejeros. –explico rápidamente haciendo que los tres Uchiha se preocuparan mas.

-Itachi busca a Sasuke, yo iré a la casa de Tsunade-sama. –ordeno Fugaku e Itachi asintió empezando a correr en busca de su pequeño hermano.—vamos. –dijo Fugaku.

-¡Espera Fugaku! –llamo exaltada Mikoto haciendo que Fugaku voltee a verla notándola preocupada. –cuídate. –dijo con preocupación y Fugaku asintió, se acerco a ella y beso su frente, para después dar media vuelta y seguir su camino.


En la oscura noche se logra ver la casa de la familia Namikaze, era una mansión oriental tradicional, pero enorme, con enormes jardines hermosos.

-¡Cuando llegue ese mocoso lo castro! –se escucho el grito femenino haciendo retumbar la casa.

Dentro de la casa, en el salón de té, para ser más exactos se encuentra una muy furiosa mujer, de facciones delicadas y hermosas de nombre Kushina siendo detenida por su esposo, un apuesto rubio llamado Minato.

-¡Ese mocoso mal agradecido me hizo hacerle ramen de cenar y el condenado no viene, ni siquiera avisa que llegara tarde!... ¡¿Qué se cree? ¡apenas se sabe limpiar la cola como para que llegue después de las doce sin siquiera avisarme! –gritaba furiosa tratando de soltarse. – ¡suéltame Minato o juro que te castro antes de encontrar a tu hijo! –un aura asesina la rodea y mira al rubio con instintos asesino haciendo que al apuesto rubio se le coloree la frente de azul mientras palidece, sabía que su mujer era capaz de eso y más.

-Kushina, amor tal vez Kakashi aun los tiene entrenando, ya sabes que es muy raro. –dijo temeroso tratando de hacer entrar en razón a su esposa.

-¡Entrenándolo mis huevos pendejo y eso que ni tengo! –grita furiosa. –Kakashi es más huevón que un oso perezoso ¿y crees que me tragare eso de que los tiene entrenando todo el día? –dice forcejeando mas para qué la soltara y Minato tenía la frente mas coloreada de azul ante lo mal hablada que era la mujer con la que se caso porque desgraciadamente lo enamoro.

Usando fuerza de quien sabe donde saco, Kushina camina hacia la entrada arrastrando con ella a Minato que trataba de detenerla abrazándola de la cintura mientras lloraba de miedo, pero cuando abrió la puerta la mujer se detuvo al ver a un agitado chico mirándolos extrañado.

-¿Qué pasa escuincle? –pregunta furiosa. – ¿vienes a decirme que mi estúpido hijo se metió nuevamente en problemas y finalmente Tsunade-sama me hizo caso en meterlo a uno de sus calabozos?

-No Namikaze-san, venía a informarle al señor Namikaze-sama qué demonios han traspasado el escudo y la casa de Tsunade-sama es rodeada por un escudo demoniaco. –explico rápidamente sintiendo más miedo por esa mujer que por los demonios.

Al instante Minato soltó a su esposa la cual había dejado su furia para mostrar muecas de preocupación.

-¿Informaste de esto a los demás? –pregunta con seriedad Minato enderezándose.

-Mis compañeros lo están haciendo señor. –dijo respetuoso el chico.

-Kushina espera a Naruto aquí yo iré a ver qué pasa. –dijo con seriedad mirando a su esposa.

-No mueras idiota. –dijo en forma de orden y Minato asintió sonriéndole levemente.

-Cuídate y no te preocupes que nuestro hijo no está en peligro. –dijo de forma cálida sabiendo lo que ella pensaba, para después inclinarse y darle un leve beso en los labios no dejándola replicar.


En una cantina, sentado en una de las mesas estaba un hombre de pelo color plata que lo llevaba revuelto. Sus facciones eran masculinas y apuestas, aunque esa mascara que tapaba la mitad de su rostro no le permitía ver. Tenía ojos rasgados de color negro y en uno de ellos lo atravesaba una cicatriz en diagonal. Aparentaba tener cerca de veinte o veinticinco años. Su cuerpo era fornido, pero sin exagerar y su estatura era promedio para su edad. Tenía un porte y mirada perezosa y despreocupada. Vestía un pantalón deportivo color gris y una playera de tirantes ceñida al cuerpo color negra.

Frente al peli-plata estaba un hombre mayor, algo corpulento de cabellera larga de color blanca que tenía un corte en capas que sobresalían. Su piel era algo tostada y tenía unas extrañas marcas rojas en la cara. Sus ojos eran pequeños y de color negro. Vestía un simple yukata masculina de color azul. Sus mejillas estaban sonrojadas a causa del alcohol.

-¿Qué te parece si después de tomar un par de botellas vamos a una casa de citas Kakashi?—pregunta de forma pervertida y el hombre levanto la vista de su libro mirándolo con interés.

-Me parece una excelente idea Jiraiya-sama… ¡es más! ¿Por qué esperar? vamos ahora mismo. –dijo con emoción poniéndose de pie y dejando unos cuantos billetes en la mesa.

-¡Así se habla! ¡por eso serás mi sucesor! –dijo emocionado dejando la cantidad que a él le tocaba pagar en la mesa, ambos mirándose con un toque lleno de perversión. – ¡andando kouhai! –dice caminando a él y pasando su brazos por sus hombros.

Así ambos empezaron a caminar hacia la salida, pero se detuvieron al ver a un hombre de cabellera larga, facciones delicadas, ojos rasgados en forma de serpiente, su piel era pálida. Vestía un pantalón algo holgado color café y una camisa ceñida de mangas cortas color negra, a su lado estaba un hombre que vestía un Yukata masculina, tenía cabellera larga color castaña recogida en una coleta baja y sus ojos eran grandes de color perla.

-¿Qué pasa Hiashi, Orochy-chan? –pregunta con burla Jiraiya.

-Demonios están en la aldea y al parecer en casa de Tsunade. –dice Orochimaru cortante, tratando de ignorar como lo llamo. –según los chicos que nos informaron la casa de Tsunade está rodeada por un escudo demoniaco. –Jiraiya y Kakashi fruncieron el entrecejo con preocupación.

-Como sabíamos que esos chicos no los encontraría porque es raro que a estas horas estén en sus casas, Orochimaru-sama y yo vinimos por ustedes. –informo con seriedad Hiashi y los otros dos asintieron con entendimiento.

-Andando. –dijo Orochimaru dando media vuelta comenzando a correr siendo seguido por los demás.


Pov

¿Mi nombre?... Haruno Sakura… ¿mi edad? Doce años, en este momento esas cosas vienen importando absolutamente nada. Hasta hace poco esas cosas eran algo importantes en mi vida, pero ahora me doy cuenta que no son más que datos.

Me encuentro en este momento tirada en el piso con múltiples heridas, se podría decir que estoy más muerta que viva. Mi cuerpo herido no me permite sentir el frio que está haciendo, cosa que debería sentir como cuchillas, ya que está nevando y yo estoy completamente desnuda. Mi mirada no expresa absolutamente nada y lo que más deseo en este momento es morir.

Siento un dolor desgarrador en mi entrepierna que solo saca un leve jadeo de mi garganta. Estoy tan cansada y deseosa porque me maten.

Mi garganta esta tan desgastada por los gritos que ya no puedo más que sacar jadeos… ¿lagrimas? ¡Ja! Este día derrame tantas que dudo que me queden algunas.

Siento unos dientes enterrándose en mi cuello y algo viscoso escurrirse por mi ano. Esa acción se ha repetido varias veces que ya no me da asco.

Otro jadeo sale de mi garganta cuando siento que lo que obstruía mi ano es sacado de forma brusca, pero no pasa ni un segundo cuando siento algo duro y grueso adentrase de nuevo de forma brusca a mi ano mientras mi vagina sigue siendo penetrada de forma salvaje por un miembro de la misma longitud que el que está en mi ano.

-Sakura

Oigo la débil, desgarradora voz de mi padre, puedo notar el sufrimiento que siente con solo mencionar mi nombre… ¿está vivo? Esa pregunta ronda por mi cabeza, en realidad pensé que ya lo habían matado como a mi prima y madre, pero si él sigue vivo aun me queda un consuelo.

Mis ojos opacos miran hacia adelante viendo al demonio espantoso con apariencia humana que me sostiene las piernas y me está penetrando por delante. Mi pupila viaja buscando a mi padre pero solo veo a varios demonios rodeándome mirándome con maldad y lujuria, saboreándose sus labios deseando por participar ellos también y hacerme lo mismo que el par de demonios me están haciendo.

He perdido la cuenta de los demonios que me han estado violando tanto por adelante como por atrás y los malditos lo hacen a la vez.

Dejo de mirar a esos desagradables seres para seguir buscando a mi padre. Mis ojos se cierran con dolor, pero no es porque haya sentido un dolor físico, sino porque veo el cuerpo violado, mutilado y ensangrentado de mi pobre prima Shizune. Vuelvo abrir los ojos topándose con los ojos ya completamente vacios de mi prima, en ellos refleja lo mucho que sufrió, que desgracia que no haya podido siquiera morir con los ojos cerrados y no solo eso, sino que también en sus muertos ojos quedo plasmado el sufrimiento que tuvo antes de morir. Incluso aun puedo ver algunas gotas de lagrimas sin secarse en las comisuras de sus ojos.

Sé que suena egoísta, pero agradezco mucho que esos demonios se hayan llevado a mi madre y no la hayan matado ante mis ojos o hubiera sido mucho más doloroso. Pienso que con ver como matan y violan a mi prima, y ver como golpean y torturan a mi padre hasta casi matarlo fue demasiado doloroso.

Sigo paseando mi pupila por lo que alguna vez fue la linda sala de mi casa viendo todo destruido y lleno de sangre hasta que finalmente veo el cuerpo lleno de heridas que sangran de mi padre. Veo como el mira con dolor lo que me hacen, incluso está llorando. Esta algo lejos de mi y veo como se arrastra tratando de llegar a mí.

¿Qué haces padre? ¡No te muevas! ¡Escóndete y escapa! Quiero gritarle eso, pero me he quedado sin voz ante mis gritos. En verdad quiero que se salve porque si esos demonios ven que aun sigue con vida no dudaran en matarlo. Además se que aunque así lo desee mi padre no podrá salvarme, si no pudo matar a todos esos demonios de rango "B" estando sin heridas y teniendo la ayuda de mi madre, en ese estado menos lo hará… lo sé, sonó cruel, pero no es más que la verdad.

Hago un esfuerzo sobrehumano para mover mis labios tratando de hacer que los lea y entienda las palabras que me muero por decirle, pero no me mira los labios, mantiene su mirada en mis ojos.

Siento que las fuerzas que me quedaban me abandonan completamente. Cierro mis ojos y muevo mis labios diciendo lo que pienso serán mis últimas palabras.

-Te amo padre

Soy tan feliz porque logre susurrarlo y sé que me escucho mas no logro abrir los ojos para comprobarlo… he de admitir que jamás pensé que sería tan feliz porque al fin moriría y pensar que apenas ayer era la chica de mi edad más feliz del mundo, me sentía afortunada y dichosa, pero en especial estaba tan llena de vida y deseaba más que nada vivir… vivir siempre con él, con Sasuke-kun… mi Sasuke-kun, aquel ser que amo tanto, que aun sabiendo lo que hizo no puedo dejar de amarlo y tenerlo en mis pensamientos en mis últimos momentos.

Dicen que en tu últimos segundos de vida vez recorrer en tu mente todos tus recuerdos, y ahora me doy cuenta que eso es verdad, los momentos más felices en mi vida pasan por mi cabeza como si fuera una película recorriendo con rapidez.

-Sasuke-kun

Eso fue lo último que pude susurrar antes de que la inconsciencia me llegara, desconectando completamente mi cerebro y es probable que mi corazón en unos segundos deje de latir.


-Te amo padre. –logro leer en los labios de su hija haciendo que sus ojos derramaran mas lagrimas.

Dan miraba con horror como el aura de su hija iba desapareciendo señal de que estaba muriendo, su luz se iba apagando y eso lo horrorizo. Sabiendo que los demonios aun no lo han visto con sus dedos manchados de sangre hizo un extraño sello en el piso. El pulso le temblaba y estaba demasiado débil, pero seguía concentrado en hacer el sello con el único pensamiento en su mente, tratando de cumplir la promesa que le hizo a Tsunade antes de que los atacaran y sin poder evitarlo la ultima convivencia con su amada vino a su mente mientras sus dedos seguían dibujando el sello en el piso.

Flash back

Cenando tranquilamente estaban los padres de Sakura y su prima, pero voltearon a la entrada al oír unos pasos contra la madera viendo a la menor de la casa.

-¡Sakura! –llamo extrañada Tsunade.

-¡Iré a mi recamara! –dijo deteniéndose mas no volteo a verlos o levanto el rostro haciendo que los mayores se preocuparan mas, en especial porque no venia tan enérgica como siempre.

-¿pasa algo? ¿no cenaras? –pregunta mostrando su preocupación Dan.

-No pasa nada, solo no tengo apetito. –dijo con voz apagada y corrió camino a su habitación dejando más preocupados a sus familiares.

-¿Qué le habrá pasado? –dijo para sí misma Tsunade de forma pensativa.

-Ahora que lo mencionan hace unas horas vinieron Sasuke-kun y Naruto-kun, se les notaba algo exaltados y preocupados. –comenta Shizune de forma pensativa.

-¡Seguramente ese par de tarados le hizo algo a mi bebé! –grita furioso Dan siendo rodeado por un aura de fuego mientras apretaba su puño a la altura de su barbilla. –ahorita vengo cariño, iré a castrar a esos dos y después los torturo hasta que me digan los que le hicieron a mi pequeña. –dijo decidido, dispuesto a ponerse de pie y cumplir con lo que dijo, pero Tsunade de forma despreocupada lo tomo de la camisa y lo obligo a sentarse mientras que con su otra mano bebía tranquilamente te y Shizune miraba la escena sonriendo de forma forzada. – ¿Por qué me detienes mujer? Solo iré a defender a mi bebita. –dijo con reproche mirando a la rubia.

-¿Cuántas veces tengo que repetirte que Sakura ya esta grande y sabe solucionar perfectamente sus problemas? –pregunta tranquila dejando su taza de té en la mesa pero sin soltar a su esposo. –deja de avergonzarla tratándola como una niña de dos años. –Dan la miro ofendido.

-Para un padre su hija siempre será una bebé. –dijo heroico mirando el horizonte con melancolía.

-Para una madre también, aun así sé que Sakura necesita su espacio y privacidad, así que déjala estar. –dijo firme y Dan la miro con ojos llorosos. – tal vez esta triste porque tuvo alguna discusión con sus compañeros de equipo, así que mejor deja las cosas así por el momento, cuando tu hija quiera hablar, ella sola no los dirá. –los ojos de Dan se aguaron mas y Tsunade suspiro con pesadez. –dale espacio y te dejo que mañana tortures a Kakashi hasta que te diga que paso, seguramente él sabe todo.

-¡Por eso yo amarte amorcito! –dijo meloso dándole un beso en la mejilla y Tsunade sonrío levemente con sus mejillas sonrojarse mientras que Shizune miraba esa escena tan común con varias gotas de sudor resbalando por su nuca.

Pero la atmosfera llena de diversión y tranquilidad fue rota cuando Dan y Tsunade pusieron muecas de seriedad y se miraron entre sí.

-¿pasa algo? –pregunta Shizune al notar ese detalle.

-¡Demonios! –exclama Dan con molestia y preocupación. –no cabe duda, vienen hacia nosotros. –Shizune miro a su tío con extrañeza sin comprender.

-Shizune ve con Sakura y escóndanse… ¡No pierdas tiempo! –grita Tsunade a la pelinegra y al ver la cara llena de terror de sus tíos, la pelinegra asintió y fue corriendo hacia la recamara de su prima. –Dan son muchos y muy poderosos, no podremos solos contra ellos. –dijo con preocupación tomando de la mano a su esposo y este la apretó con fuerza.

-Veras como los que les toca patrullar notaran que han pasado la barrera y llamaran a alguien para que venga a darnos apoyo. –dijo sabiendo que era muy poca probabilidad que eso pasara, ya que ni ellos se dieron cuenta cuando pasaron la barrera, solo los notaron cuando ya estaban demasiado cerca de ellos. –te amo. –su voz sonó mas como si se estuviera despidiendo y Tsunade lo noto haciendo que sus ojos se nublaran mas.

-Yo también. –susurra volteándolo a ver justo en el momento que las puerta principal cae al piso. –prométeme que harás lo que sea para que nuestra hija no muera. –dijo en un susurro sin voltear a verlo y Dan ensancho los ojos horrorizado mas no la volteo a ver.

-Hare lo que sea para salvarlas a ambas, sin importar si tengo que venderle mi alma algún demonio. –dijo con seriedad apretando mas la mano de la rubia, la cual sonrío de forma triste.

-Que tu prioridad sea Sakura ante todo. –Dan no dijo nada, pero el apretón más fuerte que dio en la mano de la rubia le dio a entender que lo haría, por lo que una leve tranquilidad embargo el corazón de ella.

-(no se qué quieres, no sé que buscan, solo sé que tengo un mal presentimiento… solo deseo que lleguen a salvar a mi hija) –fue el pensamiento de ambos al ver adentrándose a fácilmente veinte demonios de nivel "B", los cuales tenían unas largas capuchas cubriéndoles el rostro.

The end flash back

-(y pensar que ese fue el último momento tranquilo que tuve con mi amada familia) –lagrimas salía de los ojos del hombre mientras se ayudaba con su otra mano para terminar los trazos finales del sello.


En un lugar oscuro y tenebroso, donde habían rocas de picos, se oían lamentos desgarradores, habían personas siendo torturadas de formas inimaginables. En medio había un enorme rio de sangre siendo rodeado por rocas en forma de picos.

Alrededor no se veía nadie, a excepción de una persona pequeña y exquisita encapuchada que estaba parada frente al rio mirando el agua roja con interés. En el rio se dejaba ver la imagen de una peli-rosa siendo torturada por demonios y la de un humano a unos metros de ella dibujando algo en el suelo con su sangre.

El encapuchado observaba atento al hombre, que esta por dibujar el ultimo trazo del símbolo haciendo que una sonrisa torcida adorna su rostro.

-Ya sé a quién quieres invocar… esto de ser una pieza en el juego de mi propio amo me aburrió, es hora de formar mi propio juego de ajedrez. —dice de forma divertida relamiéndose los labios. Su voz era melodiosa y femenina.

Cuando su lengua termino de degustar sus labios desapareció dejando solo una leve corriente de aire.


Se ve un salón siendo solo alumbrado por antorchas. En medio del salón esta un diván en donde esta recostado un hombre hermoso de cabellera larga color plateada, tiene ojos rasgados de color azul tornasol. Todo detalle en él es tan hermoso como ningún humano pudiera imaginar, incluso sus orejas puntiagudas lo hacen deslumbrar.

El hombre está completamente desnudo besando a una exuberante y hermosa mujer completamente desnuda con un extraño color rojo de piel. La mujer es sensual y tiene cuernos salir de su cabeza, tenía una larga cabellera risada color rubio. Esta se encuentra sentada en su vientre. Hay otras dos mujeres paradas atrás del hombre besándole el cuello, ambas tienen el mismo color de piel que la primera, aunque sus facciones y color de cabello son distintos e igualmente son hermosas.

El hombre rompe el beso justo en el momento que un extraño símbolo se forma en su frente y brilla al rojo vivo, tal cual si estuviera marcada con fuego. Con molestia chasquea la lengua mientras avienta a la mujer y se pone de pie sin impórtale que la demonio se haya golpeado en el piso mientras que las de atrás se separan.

-Momento tan inoportuno en el que un sucio humano me invoca. –dice el hombre con molestia. Su voz era melodiosa pero a la vez varonil.

-Dante-sama. –exclama la mujer que esta tirada en el piso.

-Cállate. –dice molesto sin voltearla a ver mientras se pone de pie. –el odioso humano está por terminar la invocación. –dice con fastidio estirando su mano y al instante una de las demonios toma la capucha que está colgada en el respaldo del diván y se la entrega. –espero que al menos el alma de ese humano valga la pena como para haberme interrumpido en mi diversión. –dice acomodándose la capucha en eso las puertas se abren de golpe provocando un fuerte sonido al chocar con las paredes lo que hizo que los cuatro demonios en la habitación voltearan viendo a un pequeño encapuchado. – ¿Quién demonios te crees que eres como para interrumpir mi aposentos así? –pregunta furioso dejando ver sus afilados colmillos apretando su labio inferior mientras que las tres demonios se ponían alado de Dante y gruñían en dirección al intruso.

-Entrégame al humano que te invoco. –ordena y Dante frunció el entrecejo. –tu quédate con tus demonios y me dejaras devorar esa alma. –dijo demandante molestando mas al demonio.

-¿Cómo osas a hablarme así? –dice indignado y sus ojos se tornan rojos como la sangre. – ¿acaso no sabes quién soy?... aun tengo unos segundos antes de ir por ese tonto humano, tiempo suficiente para matarte. –dijo con arrogancia extendiendo su mano dejando que la capucha resbale un poco dejando ver sus afiladas uñas, pero ensancho los ojos porque sin darse cuenta el pequeño encapuchado ya no estaba en la entrada, sino frente a él tomando su mano descubierta en sus pequeñas manos, sin hacer presión y estaba parada de puntas para dejar su rostro encima de su hombro.

Dante podía sentir la cálida y leve respiración del encapuchado en su oído y por una extraña razón se sentía intimidado.

-¡Dante-sama! –gritan las demonios justo cuando se lanzan a salvar a su amo, pero no llegaron a su objetivo ya que con su mano libre el encapuchado trono los dedos y del piso salieron una rocas en forma de pico que atravesaron a cada una de las demonios matándolas al instante y Dante miraba impresionado lo que había pasado.

-El que no sabe quien soy eres tu Dante. –dijo con burla empleando algo de sensualidad en su voz.

-¿eres… eres uno de los vastata? –dice nervioso y a la vez impresionado, ya que esos seres no salen de sus territorios. –disculpe mi osadía mi señora. –dice rápidamente recobrando la compostura. –no me imagine que alguien como usted ande en estos humildes territorios, ya que es muy raro que sus pies se ensucien pisando estos asquerosos suelos del inframundo. –dijo respetuoso y educado tratando de verle el rostro al demonio que aun escondía bajo la capucha.

-Dante, Dante, Dante. –dijo en forma resignada y cantarina, negando una y otra vez con la cabeza. –eres aun más poderoso que un demonio de lo que los humanos llaman clase "B", incluso estas más arriba de los de tu clase, pero este trabajo que yo trato de tomar por ti es mucho para ti mi querido súbdito. –dijo alejándose y pasando una de sus manos por la mejilla del demonio que aun trataba de verle el rostro más esa capucha se lo impedía.

-Pero aun así sigue siendo un trabajo muy denigrante para usted mi señora y no puedo permitir que se ensucie las manos con esos sucios humanos. Déjeme a mí el trabajo, prometo no decepcionarla.

-Tu poder y actitud pueden que te hagan ascender y convertirte en uno de nosotros. –dijo de forma halagadora y el demonio sonrío levemente.

-Es un gran halago viniendo de alguien como usted. –dijo sonriendo levemente, pero en eso su sello brillo con más fuerza. –mi señora me están llamando, tengo que partir.

-Pero sabes que Dante. –dijo ignorando su comentario. –cometiste una terrible osadía al hablarme de esa forma antes. –dijo amenazante y Dante ensancho los ojos.

-Me disculpo nuevamente mi señora, se que cometí una gran ofensa a su persona y estaré a su merced para que me someta a cualquier castigo. –dijo de forma humilde poniendo su brazo derecho en su pecho y haciendo una leve inclinación en son de respeto.

-Como dije tu actitud te hará pronto ascender. –dijo con seriedad.

-Gra…

-Pero. – interrumpió con fastidio. – lamento decirte que no llegara eso. –dijo atravesándole el pecho con su mano y el demonio la miro horrorizado con los ojos muy abiertos mientras sangre salía por la comisura de sus palios.

-¿Por qué mi señora?

-Porque me hiciste perder mucho tiempo con tus alegatos, si solo me hubieras entregado al humano sin tratar de quedar bien conmigo tal vez te hubiera permitido vivir. –dijo despreocupada sacando su mano junto cuando con la otra mano tomaba el cabello y arrancaba la cabeza haciendo que el cuerpo callera en seco al piso. –me tuve que ensuciar las manos con tu sangre solo para obtener tu sello. –dijo con desprecio mirando los ojos ya sin vida que seguían mostrando el horror que sintió antes de morir. –veamos, para abrir el portal solo tengo que usar esto. –dijo pensativa para después lamerse la mano con la que atravesó el pecho de Dante quitando la sangre de sus dedos, después con uno de sus colmillos mordió un par de dedos sacándose un poco de su propia sangre y con ellos toco el sello que aun seguía brillando en la frente de la cabeza del demonio y una luz roja rodeo el cuerpo del demonio.


Cuando Dan término el último trazo del símbolo en el piso este brillo como si de fuego se tratara haciendo que los demonios que seguían torturando a Sakura voltearan a verlo.

-¡Aun sigue vivo! –dijo con fastidio uno de los que seguía penetrando el cuerpo de la pequeña Sakura, con brusquedad saco su pene de la entrada de la chica y volteo viendo los trazos del sello haciendo que ensanchara los ojos. –maldito idiota invocaste a uno de categoría más alta que la nuestra. –dice con molestia.

-¡Jajaja…! pero ya pasaron segundos desde que terminaste el sello y este solo brilla mas Dante-sama no viene. –dijo con burla otro de los demonios.

-Probablemente tu alma no vale la pena como para que un demonio superior venga a ti. –dijo con diversión otro de los demonios y Dan con su mirada cansada miraba resignado que ellos tenían razón.

-Me sorprende que alguien como tu sepa como invocar lo que ustedes llaman demonio clase "A"… según pensé ustedes pensaban que era un mito. –los demás demonios empezaron a burlarse.

-(tenia… tenía la esperanza de que no fuera un mito, por lo mucho que investigue, y aunque esos malditos demonios me den a entender que los demonios clase "A" existen, tal parece que si era verdad en eso que decía donde los demonios de ese nivel eligen a los humanos que devoraran y no los humanos a ellos como suele pasar con los demonios clase "B") –Dan apretó los puños sintiéndose más frustrado.

-Para que veas que no somos tan malos te dejaremos con vida hasta que la pequeña llama en tu hija se extinga y veas como la seguimos violando y tú sin poder hacer nada. –dijo con burla otra de los demonios y los demás soltaron risas espeluznante y se dispusieron a seguir mancillando el cuerpo de la pequeña Sakura y Dan sin poderlo resistir cerró los ojos mientras más lagrimas salían de ellos.

Porque los demonios seguían en lo suyo y Dan tenia los ojos cerrados no notaron que los trazos del sello dejaron de brillar y se convirtieron en llamas de color rojo que fueron cambiando a negro. Dan al sentir el calor de las llamas demasiado cerca abrió los ojos notando como el tiempo se había congelado y solo él podía moverse. Ensancho los ojos al ver esas enormes llamas aumentar de tamaño para después desaparecer dejando ver a una persona exquisita siendo cubierta por una capucha. Pero le sorprendió más ver como sostenía de los pelos una cabeza y la sangre goteaba de la parte baja. Aun sorprendido Dan recordó que los demonios que los atacaron habían mencionado el nombre del demonio al que pertenecía el sello que realizo.

-¿eres… eres Dante? –pregunta impresionado.

El encapuchado lanza la cabeza hacia él haciendo que esta caiga demasiado cerca de su rostro por lo que se asusto y más al ver los ojos llenos de horror que tenía esa cabeza.

-Ese es Dante. –dijo despreocupada y Dan se levanto sorprendido al oír esa voz tan delicada y femenina. –yo lo mate.

-No es posible. –dice ensanchando los ojos demasiado impresionado. –se supone que Dante pertenece a una clase de demonio mucho más poderoso que los de clase B" –dijo sin poder creerse. –incluso para nosotros dudábamos que existieran así y ahora vienes tu y me dices que mataste a un demonio de esa clase.

-En una parte tienes razón. –dijo poniéndose en cuclillas. –y es en la que Dante-chan era más poderoso que los demonios que ustedes conocen. –dijo con burla estirando su mano para sostener su barbilla. – solo te equivocas en la parte en la que los del nivel de Dante-chan son los demonios más poderosos que existen, así que siéntete afortunado en que un demonio más poderoso que Dante-chan haya venido a ti. –dijo con burla bajándose la capucha con su mano libre dejando ver su rostro.

Dan no dejaba de impresionarse, ese demonio era aun más hermoso que cualquier humano, incluso era más hermoso que los demonios con apariencia humana, se le hacía increíble su aspecto. Tenía un largo cabello negro lacio que en esos momentos lo llevaba suelto, su piel era demasiado clara al grado de parecer pálida. Sus ojos eran grandes y levemente rasgados de un extraño color plata. Sus facciones eran, angelicales todo lo contrario a lo que realmente era, también eran afiladas, femeninas y hermosas.

-Siéntete halagado humano. Un demonio como yo ha decidido hacer un contrato contigo. –dijo con diversión. –así que dime ¿harás el contrato conmigo o me voy? –pregunta con diversión sabiendo la respuesta. Los ojos de Dan brillaron con decisión.

-Hare el contrato. –dijo con firmeza y la sonrisa del demonio se amplio.

-Mi nombre es Dania. Dime tu deseo. –dice con un toque de sadismo y diversión.

-Mi nombre es Haruno Dan y te entrego mi alma a cambio de que mi hija viva y la protejas de esos demonios.

-Tus deseos serán cumplidos al pie de la letra. –dijo con indiferencia soltándole la barbilla y alejando un poco su mano la cual mantuvo abierta para que a los pocos segundos en ella apareciera una llama azul que al disolverse dejo ver un pergamino. –supongo que al ser cazador sabes latín. –dice despreocupada y Dan solo asintió ignorando el por qué sabia ella que era cazador. –léelo y firma con tu sangre. –dijo abriendo el pergamino y poniéndoselo frente a sus ojos.

Dan movió sus pupilas de forma rápida leyendo el pergamino, al terminar tomo algo de sangre que salía de sus heridas con uno de sus dedos y embarro la sangre en el contrato.

Dania volteo el pergamino sonriendo de forma torcida. Con tranquilidad se mordió uno de sus dedos enterrando su colmillo derecho y dejo caer las gotas de sangre en el papel, para después este mismo ser consumido en sus propias manos con un fuego rojo y al instante Dan grito de forma desgarradora tocándose la frente y Dania se mantenía tranquila justo cuando en su frente se iba formando un sello con extraños gravados en latín, parecía como si lo hicieran con un cuchillo porque incluso sangre salía del delineado.

Cuando Dan quito su mano dejo ver el mismo sello que Dania tenía, e hilillos de sangre salían del delineado de este también.

-El sello debió de ser doloroso para un humano. –dijo con un toque burlón.

-Deja de juegos y cumple mi deseo sucio demonio. —dijo con desprecio.

La indignación ante su forma de hablarle se dejo ver en sus plateados ojos. Rápidamente extendió su mano y tomo el cuello de Dan en el apretando un poco mirando molesta los ojos del peli-lila mientras este la miraba desafiante.

-Cuida tu forma de hablarme asqueroso humano. –dijo con molestia.

-Tú cuida tu forma de hablarme. –dijo con seriedad y Dania al instante lo soltó al sentir un palpitar en su sello, por lo que se toco la frente con molestia. –tal parece que al igual que a mi yo soy tu primer contrato demonio, pensé que al menos sabias que cuando haces el contrato no solo cumples los deseos que te pedí sino que también soy tu amo hasta que los deseos de mi contrato se cumplan… me pareció haber leído eso en el papel que tú me enseñaste. –dijo con burla y Dania chasqueo la lengua. –si me tratas de forma irrespetuosa o intentas matarme tu sello te consumirá, por esa razón se grava el sello en nuestros cuerpos.

-(las normas de los malditos contratos también afectan a un demonio de mi nivel… tal parece que como pago para mi diversión tendré que dejar de lado mi orgullo) –Dania chasqueo la lengua mientras se ponía de pie. –tu deseo pronto será concedido amo. –dijo de forma respetuosa en el instante que trono dos de sus dedos de la mano derecha y el tiempo volvió a correr.

Dan tenía su retadora mirada en los ojos de Dania que ya no mostraban nada. Solo se mantuvieron la mirada un par de segundos cuando la pelinegra desapareció de su campo de vista. Solo parpadeo una vez y le sorprendió al ver que los demonios que maltrataban a su hija estaban tirados en el piso completamente muertos, algunos con la cabeza arrancada de sus cuerpos. El peli-lila estaba demasiado sorprendido, no podía creer que un demonio haya matado rápidamente a catorce demonios de clase "B" los cuales les costaban mucho trabajo matar a los mejores cazadores del pueblo, pero lo que más le sorprendió fue el ver a Dania tranquila y sin siquiera estar agitada.

Dania se arrodillo alado del cuerpo de Sakura y toco su frente con delicadeza para después chasquear la lengua y levantar la mirada hacia Dan.

-Su hija amo, esta mas muerta que viva… esos demonios se pasaron. –dijo con indiferencia provocando que Dan abriera los ojos horrorizado. –pero mientras este aun viva podre salvarla y cumplir con lo que prometí. –dijo tranquila acercando su muñeca derecha a su boca y con uno de sus colmillos se hizo un corte recto justo en una vena haciendo que un chorro de sangre salga de esta. –regresarle la vida a alguien que murió es imposible para mí, pero mientras viva hay esperanza. No importa que métodos tenga que usar ni que tan prohibidos sean, yo cumpliré mi parte del trato. –dijo con seriedad.

-¿le… le darás tu sangre? –pregunta sorprendido, nunca había sabido de un demonio que le diera de su sangre a un humano, y jamás había conocido de algún humano que tomara la sangre de algún demonio porque cuando estos son destruidos con sus armas de cazador estos se convierten en polvo ante el poder espiritual no dejando rastros de sangre.

Dan miraba curioso como el demonio acercaba su muñeca ensangrentada a la boca de su hija y le dejaba caer la sangre en los labios entreabiertos y partidos de la peli-rosa.

-Es la única forma para que tu hija sobreviva, porque bebiendo mi sangre sanara su heridas como lo hace un demonio –decía sin mirarlo, poniendo más atención a que su sangre entrara a la boca de la chica. –a nosotros nos está prohibido darle aunque sea una gota de nuestra sangre a los humanos, es como un insulto para los demonios.

-¿Entonces por qué? –pregunta impresionado.

-Porque es la única forma en la que yo puedo cumplir con mi trato, además nunca me ha gustado seguir las normas que me imponen. –dijo levantando la mirada para verlo sonriendo de forma tétrica y Dan frunció el entrecejo. –aunque aquí el cruel eres tu por permitir que tu hija viva después del trauma que acaba de pasar, seguramente teniendo esa mente tan débil con la que los humanos nacen sufrirá demasiado.

-Mientras ella viva me basta, se que suena egoísta pero fue el deseo de su madre y el mío también, además sé que Sakura es fuerte y podrá superar eso y volverse mejor persona, solo… solo quiero que tenga la oportunidad de obtener una vida feliz. –dijo con tristeza.

-(estupideces) –pensó regresando su vista a Sakura y cuando noto que ya había bebido suficiente de su sangre retiro su muñeca y la acerco a sus labios, saco su lengua y lamio la herida quitando la sangre y su herida sano al instante.

Dania se puso de pie justo en el momento en el que un grito desgarrador salió de la garganta de Sakura provocando que Dan la mirara asustado, viendo como su pequeña se retorcía en el piso tocándose la garganta sin dejar de gritar.

-¿Qué le pasa? –pregunta asustado.

-Olvide mencionar que al beber mi sangre sentirá como si le quemara mientras se mescla con la suya. –dijo indiferente agitando su mano restándole importancia y Dan la fulmino con la mirada, pero la regreso a su hija cuando esta gritaba con más fuerza, pero se sorprendió al ver como las heridas del cuerpo desnudo de su pequeña comenzaban a cerrarse poco a poco. -Tu hija es la primer humana en toda la historia que se le dio por voluntad propia sangre de un demonio y es más que seguro que es la primera en recibir sangre de un demonio de mi clase. –dijo tranquila haciendo que Dan levantara la mirada para verla. –ten por seguro que cuando los demás demonios se den cuenta de eso la buscaran para matarla y beber su sangre, así poder obtener la deliciosa alma que posee tu linda hija. –dijo de forma sádica relamiéndose los labios y Dan la miro horrorizado. –creo que debí mencionarte antes que los demonios de bajo nivel si tienen oportunidad de beber sangre de un demonio de más alto rango no dudaran en hacerlo porque eso los hará mas poderoso y tu hija al tener mi sangre corriendo por sus venas la hace presa fácil, en especial al no saber defenderse como se debe… esto sin duda es una oportunidad que cualquier demonio de los que están en este mundo e incluso en mi mundo no desaprovecharan. –dijo con burla mirándolo con diversión, notando como los ojos del humano mostraban mas horror. –cumplí mi parte del trato, es hora de que cumplas la tuya… amo. –lo ultimo lo dijo con ironía mientras caminaba con lentitud hacia Dan.

-Pero ahora mi hija esta mas en peligro. –dijo con molestia justo cuando Dania se detuvo solo a unos pasos cerca de él.

-La salve de morir ahora como prometimos, que ella sobreviva de aquí en adelante es cosa de ella. Tú cumple con lo que prometiste.

Dan molesto logro ponerse de pie no importándole el dolor de sus heridas y de su mano broto su arma que era una katana larga que brillaba con lo último que le quedaba de energía y se lanzo al demonio enterrándole la espada en el estomago.

Dania bajo su mirada viendo el espada que era rodeada con energía espiritual atravesarle el estomago. Dan miraba impresionado como el demonio seguía ahí de pie tranquilo mirando su vientre, se suponía que cuando un demonio era atravesado con un arma de cazador moría al instante gracias a la energía espiritual que lo rodeaba.

-Eso no funciona conmigo. –dijo tranquila levantando la mirada y poniendo su mano en el hombro del impresionado hombre empujándolo hacia atrás y al no tener la fuerza suficiente cayo de sentón al piso. –lástima que tú mismo hayas acortado tu vida. –dijo con indiferencia justo cuando la espada comenzó a disolverse quedando solo pequeñas esferas de luz que quemaron un poco la parte donde la espada la hirió, pero esas luces fueron absorbidas por la chica cuando su herida se cerró. –si tuvieras un poder espiritual a mi nivel probablemente me hubiera hecho daño. –dijo con burla mientras ahora la ropa de la parte del vientre se regeneraba también.

Dania camino hacia Dan y lo tomo de las solapas levantándolo para que su rostro quede a la altura del de ella.

-Despídete de tu vida. –dijo con burla y Dan cerró los ojos resignado.

En eso una luz blanca, cegadora apareció atrás de Dan haciendo que la pelinegra se tapara los ojos con su brazo libre y tuvo que soltar al peli-lila haciéndolo caer en el piso para ella poder esquivar la espada de oro que salió de entre la luz, la cual ahora estaba clavada en el piso.

El demonio vio con ojos entrecerrados como el cuerpo de Dan levitaba justo en el momento que la luz se hacía más soportable dejando ver a un hombre hermoso, de facciones afiladas, angelicales e igual de hermosas que las de Dania. Tenía una larga cabellera color negra, la cual llevaba amarrada en una coleta alta dejando caer unos rebeldes mechones en sus mejillas. Tenía unos ojos enormes levemente rasgados de color azul, su piel era tan clara y se notaba suave. Su mirada a diferencia de la de Dania estaba llena de calidez y paz. Vestía una túnica blanca y de su espalda sobresalían un par de alas blancas.

El hombre estiro sus manos para que el cuerpo de Dan cayera en estos cargándolo estilo princesa. Dan tenía los ojos entrecerrados viendo al hombre que lo cargaba, y se dejaba llevar por esa aura llena de armonía y paz que había en la habitación desde que ese ser apareció.

-Pensé que tu amo te había mencionado que todo aquel que sacrifica su alma va directo al paraíso. –dijo con tranquilidad el hombre. Su voz era melodiosa y varonil. –esta alma es de mi señor y cualquier trato que haya hecho contigo queda cancelado desde el momento que se sacrifico por su hija haciéndolo de forma desinteresada. –Dania chasqueo la lengua con fastidio. –si te encaprichas con esta alma y tratas de quitármela me veré obligado a matarte sin importarme que seas uno de los consentidos de tu señor. –dijo con seguridad.

-¡Tks!... no pensé que el que vendría a defender a este simple humano seria la mano izquierda de Dios. –dijo con desprecio. –así que tengo el privilegio de conocer en persona a Gabriel, el ángel mas fiel a Dios. –dijo con burla.

-Y yo tengo la desdicha de conocer a uno de los consentidos de Satán. –dijo con desprecio.

-En fin. –dijo soltando un largo suspiro. –no soy tan idiota como para pelear contra un ángel de tu nivel. –dijo agitando su mano restándole importancia. –se aceptar mi derrota y que esa alma ya no me pertenece. –dijo con indiferencia pero el ángel pudo notar como los ojos del demonio mostraban algo de frustración.

Ante la mirada de Dania el ángel puso con absoluto cuidado el cuerpo de Dan en el piso y se inclino pasando su mano por los ojos de este cerrándoselo.

-Descansa pequeño hijo de Dios, que tu trabajo en este mundo ha terminado. –dijo con calidez y el pecho de Dan dejo de subir y bajar, señal de que había dejado de respirar.

Segundos después en los que Dan dejo de respirar se pudo ver como el alma de Dan se desprendía de su cuerpo, lógicamente esa clase de cosas solo los ángeles y demonios podían verlo. El alma era el mismo físico del peli-lila solo que se transparentaba.

El alma de Dan se coloco alado del ángel, el cual solo estiro su mano hacia su espada y esta solo regreso a él.

-Vamos. –dijo Gabriel estirando su mano hacia Dan, el cual volteo levemente hacia donde estaba el cuerpo inconsciente de su hija, la cual ya había dejado de gritar hace unos momentos y solo respiraba de forma agitada. Los ojos del peli-lila mostraron tristeza. –Ella lograra salir adelante, gracias a ti su hora de morir no es ahora. –dijo conciliador y Dania rodo los ojos.

Dan asintió levente y volteo hacia el ángel tomando la mano que le ofrecía, justo en ese momento la luz los rodeo a ambos y Dania cerró sus ojos con molestia justo en el momento que el sello desaparecía de su frente y la del cuerpo de Dan.

-Dos veces que esa molesta luz me da en los ojos, espero no quedar ciega. –dijo con aburrimiento abriendo sus ojos y volteando a ver a Sakura que seguía respirando de manera agitada, con tranquilidad se acerco a ella y se quito la capucha dejándola caer al cuerpo de la chica cubriéndola con ella. –el juego comienza. –una sonrisa torcida adorno sus labios.

Continuara

XD un nuevo fic ke se me ocurrio ^^ spero les guste

besos

kriss