Batalla de Corazones
En lo más alto de las torres del castillo en una de las zonas más alejadas y resguardadas del palacio, en la oscuridad de las penumbras una vieja voz rompía con el sepulcral silencio, con dos de sus más confiables aliados tomo la crucial decisión —Debes encargarte de la Emperatriz ella no puede revivir, de lo contrario todo estaría perdido— le ordeno el anciano delante.
—Pero es imposible mi señor es una zona muy protegida, solo el poder del emperador o sus hijos pueden acceder a la bóveda secreta—
— ¡No solo ellos si se los pides cada una de las guerreras mágicas pueden acceder a ella, solo encuentra el modo y cumple con mi orden! — el pobre planeta aunque no había perdido su fauna ni vegetación su aspecto se asemejaba mucho a la época de la guerra contra Deboneir, el ambiente se encontraba lúgubre y sin vida, él presentía algo malo, pero no solo el mundo mismo, los corazones de Gurú Clef y Paliot temían lo peor al igual que las guerreras mágicas. El ser malévolo invoco un hechizo donde en su caldero pudo ubicar al mago supremo y a su emperador, se encontraban en la sala del trono Corza y los mellizos la acompañaban— Esta decidido uno de los dos debe morir…
Marina se hallaba devastada la persona en la que más confiaba aparte de Lucy y Anahis la había traicionado, todo era una mentira, la bondad y nobleza de Yukito no eran más que la otra cara de Yue que la había enamorado por alguna extraña razón, se sentía destrozada, su corazón le dolía, en cuanto llego se encerró en su habitación, pero no hizo el escándalo que se hubieran esperado, intento contener todo el dolor y la rabia que albergaba dentro de ella, si no se hubiera cruzado con Mondor y sus aprendices jamás se hubiera percatado de la verdad, Yukito había llegado a su vida poco después de que abandonara Céfiro tras la decepción amorosa con Gurú Clef, el encuentro había sido casual, se había olvidado unas bolsas de compra en un centro comercial tras intentar escapar de unos fotógrafos, el además de acercárselas la ayudo a ocultarse y la llevo a casa sana y salva esa noche, eso le dio la pista que no era una mala persona al contrario desde la primera vez que lo vio supo que había algo especial en él, algo que le decía que podía confiarle todo, rápidamente se hicieron amigos y Yukito se convirtió en su confidente de cosas que ni a las mismas Lucy y Anahis se atrevía a confesarles. Pronto vio una mancha roja en su falda, llevo la mano a su rostro y otra vez sangraba su nariz, indicio de que su cuerpo no toleraría mucho más, rápidamente tomo un pañuelo que de poco le sirvió, el sangrado era abundante, pero una melodía empezó a brotar de lo más inhóspito de la habitación, ella la conocía.
—Marina…— La luz de su habitación se torno ligeramente tenue, era una señal…—Esa voz… de nuevo…— erigiendo la cabeza allí estaba ella otra vez, aquellas hermosa mujer que solo se le había aparecido entre sueños hasta ese momento, creando un hechizo logro detener su hemorragia con facilidad —… Céfiro está en peligro…— le advirtió con una triste mirada.
— ¿Que… como puede ser posible, Gurú Clef no lo sabe…?— pensando en el dolor del mago —Lo sabe pero solo las guerreras mágicas tienen el poder para acabar con este mal— acercándose a ella— hay personas malvadas que quieren tomar el poder… es hora… deben despertarme— susurrándole al oído — ¿Pero cómo hago eso? — totalmente confundida—No te preocupes tu corazón te guiara… solo debes confiar en el… amor— agrego antes de desaparecer. Aunque se encontraba más confundida que nunca sabía que debía ir con Gurú Clef él tendría las respuestas a todo lo que estaba pasando, tras secar sus lágrimas se encamino al salón del trono, cuando las puertas cedieron al toque de su mano, vio a Gurú Clef sentado en el trono, el emperador, Latis, Corza, los mellizos y Yue…—Yue… — de inmediato sus ojos se fijaron en los de él pero la herida de su engaño aún se encontraba muy reciente, las palabras de esa mujer volvieron a su mente "personas malvadas quieren tomar el poder" —"Yue puede ser esa persona…"— carcomiéndose la mente.
—Adelante Marina— la voz de Gurú Clef la saco de sus pensamientos, haciendo palpitar su corazón, a él le preocupo de alguna manera se veía indefensa y vulnerable— ¡Lo siento Gurú Clef pero hay algo importante que debo decirte! — dirigiéndose a él con paso firme, intento ignorar lo más posible a Yue, Clef percibió ese rechazo hacia su aprendiz.
— Que es, habla pequeña— a Paliot verla con tal decisión la recordaba a su querida Luna, y tanto más a la guerrera del fuego, pero un pequeño vuelco en su corazón le preocupo, presintió algo espantoso— ¡Clef, sé que algo está pasando Céfiro está en peligro! —
— ¿Cómo lo sabes? — Se adelantó Lhed— ¡Dinos que sabes! — Tenía la misma actitud autoritaria que su padre, mientras él se quejó de una terrible puntada en su corazón hasta caer de rodillas sobre si— ¡Padre! — se asustaron Lhed y Dhel.
— ¡Emperador! — lo llamaron, pero Yue estaba extraño se veía afligido y más al ver a la guerrera del agua, pronto la psique de Paliot de traslado a sus aposentos, alguien intentaba destruir el cuerpo de su amada esposa— ¡Malditos! — Maldijo delante de todos, mientras se ponía de pie, su corazón se llenaba de odio—Padre que ocurre— le pregunto Dhel con preocupación— ¡Su madre, intentan destruirla y no lo permitiré! — Dirigiéndose a la peli azul— ¡Tú vendrás conmigo! — a punto de tomarla pero Yue se interpuso entre ambos—No emperador, es algo muy peligroso lo que piensa hacer—
— ¡Yue, hazte a un lado o lamentaras las consecuencias, Luna no te creo para que me desobedezcas! — la voz del emperador estaba llena de rabia— ¿Cómo? — pregunto Clef al escuchar las palabras llenas de cólera del emperador y enterarse del origen de Yue, ¡Marina temió por la reacción del emperador podía ver la ira en sus ojos— ¡Lo sé, mi emperatriz me creó con un propósito y eso es lo que hare! — En eso Latis tomo a Marina para protegerla junto a Gurú Clef— ¡Clef ese hombre está loco! — agrego la guerrera del agua con temor…
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Desde su habitación Anahis también había recibido la visita del espíritu de la emperatriz al principio se armó de valor y pensaba en contraatacar si veía algún acto sospechoso, pero en cuanto percibió su blanca presencia supo que era ella, él alma de la esposa del emperador—Mi querida Anahis…— el solo tenerla en frente podía calmar cualquier alma tan lastimada como la suya— Emperatriz, dígame que está pasando…—
—Seres maléficos quieren apoderarse de Céfiro y Geops, acabando con mi cuerpo podrán controlar a mi esposo para finalmente asesinarlo— le confeso con una triste visual—Es hora Anahis…— En cuanto ella lo dijo supo de qué se trataba, ellas debían ayudarla a volver. Por su parte Lucy también había tenido la misma visita pero al contrario de Marina y Anahis, ella no lo dudo y contraataco al espectro sin siquiera dejarla hablar, temió por sus amigas y salió inmediatamente de su habitación encontrándose con Falcon en el pasillo — ¡Falcon, la emperatriz, volvió a aparecer, debo saber cómo están Anahis y Marina! —
— ¡No! ¡No hay tiempo se dónde la oculta el Emperador, si la destruimos todo estará salvado, todo volverá a la normalidad! —
— ¿Todo estará salvado? —Tomando una drástica decisión— ¡donde se encuentra la detendremos a como dé lugar! — así el joven hechicero condujo a la guerrera mágica a los aposentos del emperador, pasaron por el gran salón de estar y tras estudiar su ubicación pudieron dar con la entrada que conducía a la cámara secreta— es allí — le indico el sacerdote, Lucy se acercó y algo temerosa toco la pared que impedía el paso al área protegida, apenas su dedo la rozo un fuerte palpitar invadió su corazón —esta… allí dentro…— con algo de temor pero a la vez una tenue calidez.
— ¡Solo tú puedes deshacer el conjuro y acceder a la bóveda! — Le insistió el joven hechicero— ¡Solo debes desearlo, fuiste el ultimo pilar de Céfiro debes de poder lograrlo! — pronto la pequeña pelirroja se convenció de los dicho y deseándolo desde lo más profundo de su corazón, concentro toda su voluntad en abrir el portal, rápidamente una imagen de la hermosa mujer dentro de una capsula se plasmó en su mente, por un momento temió por lo que iba a hacer, con solo volver a tocar la pared esta desapareció dejando al descubierto la inmensa bóveda protegida, era totalmente oscura pero en su centro descansaba una capsula perfectamente iluminada, sabía que era la persona más buscada por todos en el castillo y se encontraba más cerca de lo que creían, con paso tembloroso se fue aproximando hacia la luz, aunque su corazón le decía que había cometido un gran error, rápidamente estuvo frente a la figura de pie de aquella dama tan especial para el emperador, la madre de sus hijos, la persona que intento matarlas en reiteradas ocasiones, pero… no parecía la persona malvada a la que Mondor se refería, en efecto era idéntica a su mejor amiga, con la diferencia que ella le llevaba varios centímetro y el cabellos ondulado y algo crespo en alguno sitios, pero estaba segura su mirada la terminaría de diferenciar aunque no podía verla, pues tenía los ojos cerrados, en todo ese tiempo su corazón no dejaba de palpitar, al contrario a medida que se fue acercando a ella los temblores se acentuaban con más ímpetu, con temor sus labios articularon un par de palabras—Emperatriz Luna…— pero Falcon quería actuar rápido sin esperar a la guerrera del fuego —¡Relámpago Oscuro! — intento enviar el ataque a la capsula de conservación pero otra de las guerreras mágicas se hizo presente en el lugar—¡Viento de defensa! — impidiendo que llegara a la Emperatriz.
—¡Anahis! — Dijo Lucy al dar vuelta— ¡Que crees que haces niña! ¡Debemos destruir a esta mujer, es una persona malvada! — le reprocho Falcon.
— ¡No! — dijo con decisión—No dejare que nada le pase a la emperatriz y tú tampoco deberías Lucy— poniendo su cuerpo frente a la reina — ¡Pero Anahis, tu sabes que no es una buena persona, intento matarte más de una vez! —
—Te equivocas Lucy, ella no fue quien nos atacó, ella no podría destruirnos— con la mayor de las decisiones— Y no permitiré que nadie le haga daño— conjurando su espada desde su guante mágico, eso hizo que Falcon enfureciera —¡No tolerare estas tonterías, lo hare con o sin su ayuda, ¡Centella tenebrosa! — Enviando otro ataque hacia la capsula de conservación pero la guerrera del viento fue ágil— ¡Tornado verde! — Contraatacando, Lucy temió por su amiga y no dudo en defenderla se armó de valor y conjuro su apoyo para su amiga— ¡Rayos Rojos! — Falcon era un gran contrincante que tolero hasta que todo ese gran poder enfrentado termino estallando hasta casi destruir todo a su alrededor, tanto el hechicero como las guerreras mágicas terminaron muy heridas, pero no solo ellas, el ataque había alcanzado al capsula de cristal de la emperatriz y empezaba a resquebrajarse—Demonios, esas malditas niñas— invocando un hechizo de transportación para desaparecer de allí, el polvo se disipo rápidamente y Lucy pudo ver a su amiga malherida aunque ella también lo estaba se aproximó rápidamente a ella—¿Anahis te encuentras bien? —
—Si Lucy, cof, cof, cof, pero la bóveda no aguantara por mucho tiempo, cof, cof, cof— había inalado mucho polvo— ¡Pero Anahis que fue lo que pasó porque cambiaste de parecer! — le pregunto la pelirroja confundida—Eso no importa ahora, debes de advertirles a Gurú Clef y al Emperador…— advirtiendo como el agua que mantenía al cuerpo de la emperatriz empezaba a escaparse del contenedor.
— ¡Pero como puedes decirme eso Anahis oíste lo que su gurú nos dijo, él quiere apoderarse del pilar! —
— Debes apresurarte Lucy, por favor debes creer en mi— obsequiándole una tierna sonrisa— Yo me quedare a proteger a la emperatriz, no deben apoderarse de su cuerpo eso sería dañino para todo nosotros— le hablo con sinceridad, inmediatamente la guerrera comprendió que su amiga sabía lo que hacía —Por favor cuídate mucho, volveré pronto— velozmente salió del cuarto secreto para dirigirse a la sala del trono aunque sus heridas le dolían lo importante era advertir a Gurú Clef de la situación,
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— ¡Emperador deténgase o me veré obligado a usar mis poderes en su contra! — Ordeno él mago supremo — ¡Maldito!— dijo Paliot creando un poderoso ataque contra la creación de su esposa— ¡Destrucción! — lanzándolo contra Yue quien contraatacó con otro hechizo pero él del noble fue más poderoso creando una fuerte explosión Clef protegió a la guerrera con un escudo— ¡Yue! — Grito Marina al verlo salir expulsado por varios metros quiso socorrerlo pero el mago se lo impidió— ¡No es peligroso! — por la explosión Caldina y Presea entraron asustadas al salón del trono para ver la lamentable escena—Oh por dios Yue! — Lamento Caldina, pero Paliot estaba que echaba rayos por los ojos— ¡ustedes no intervengan! — Conjurando una jaula mágica donde apreso a la armera y la bailarina— ¡Emperador que le ocurre porque nos hace esto! — Luchando por liberarse— ¡Ahora tú me darás a esa guerrera mágica y lo harás en este momento! — Acercándose peligrosamente hacia ellos— ¡No lo permitiré, solo sobre mi cadáver! — Retando a su emperador aunque le dolía enterarse que estaba profundamente equivocado con respecto a él— Como quieras— creando otro ataque Latis saco su espada y estuvo a punto de herirlo cuento su filo choco contra la de él, la otra espada era la de Corza que se había sumado a la pelea—Ni lo intentes Latis o lo lamentaras— le advirtió el general del ejército de Geops—Quiero verlo— lo reto el espadachín mientras iniciaba una riña de espadas pero no dejaban de lado los ataques mágicos, ambos poseían una gran destreza pero a Latis le falto la experiencia de Corza, él aprovecho un punto débil del espadachín mágico logrando desarmarlo hiriéndolo fuertemente en al brazo …— Ya basta! — grito la guerrera del agua aunque no supo cómo logro librarse por sí sola del escudo que Clef había creado para protegerla— Ya basta— volvió a decir con lágrimas en los ojos — ya no quiero ver sufrir a nadie más— Si quieres que vaya contigo lo hare pero no lastimaras a nadie más dentro de este salón— hablándole claramente a Paliot, quien le extendió la mano para recibirla— Ellos jamás me interesaron, eres tú la elegida…— mientras la guerrera se aproximaba al emperador—No lo permitiré Marina, no dejare que este hombre te lleve consigo— declaro Gurú Clef antes de crear un ataque contra el emperador— Rayos ataquen! — envió el asalto pero Paliot le respondió de ante mano— ¡Fuego negro! — hiriéndolo fuertemente y causándole graves heridas—No Clef! — Marina quiso volver con Clef pero Paliot ya la había apresado…
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El castillo estaba rodeado de una temible oscuridad que amenazaban con perturbar con la tranquilidad de sus habitantes, ella no era tonta, sabía que algo malo se avecinaba y el planeta lo sentía, pronto imponentes relámpagos hicieron crujir una de las torres del castillos, se apresuró a llegar a la sala del trono, debía advertir a Gurú Clef y él le explicaría que estaba sucediendo, pero al abrir las puertas del gran salón, quedo perpleja al ver el escenario que se presentaba, Gurú Clef, Latís y Yue con sus ropas rasgadas y repletas de sangre, Caldina y Presea presas en una especie de jaula mágica, Marina era presa del poder del emperador, mientras este junto a sus hijos desaparecía con el cuerpo de su amiga—¡Marina! — grito sin poder hacer nada contra su adversario… instintivamente corrió hacia el cuerpo de Latis con el rostro lleno de lágrimas de la impresión— Latis, que hago, como puedo hacer para ayudarlos necesito sanar sus heridas! — Suplico con toda el alma— Tu puedes Lucy— hablo Gurú Clef— Tu puedes sanar nuestras heridas… tienes poderes curativos—
—Solo debes concentrarte y desearlo con todo tu corazón…— esta vez fue Latis quien le hablo intentando contener el dolor de su brazo herido, ese apoyo fue el que le dio a Lucy el valor que hace tiempo había guardado, tras cerrar sus ojos se concentró en ese poder mágico que poco a poco iba resurgiendo de su interior, al levantar la palma de su mano las palabras mágicas emergieron de ella—¡Fuego Curativo! — mientras su magia sanaba a todos los heridos— gracias Lucy— le dijo Gurú Clef una ves de pie—Gracias Lucy, sabía que podrías hacerlo— le dijo Latis abrazándola fuertemente—Latis, temí tanto al verte herido— ocultando su rostro en el pecho de su prometido— Jamás podría dejarte sola — frotando su cabeza.
— ¡Mmmm disculpen tortolos pero hay gente aquí que aún sigue enjaulada! — los interrumpió Caldina, pronto Yue se aproximó a ellas y deshizo con su magia el hechizo del emperador— ¡Gracias Yue al menos alguien se acordó de nosotras! —
— No tan pronto amigo— Latis volvió a amenazarlo con su espada— No des un paso más o lo lamentaras— ¡Déjate de juegos tontos Latis, este no es momento para esas tonterías, debemos salvar a Céfiro!— Yue le respondió dirigiéndose a la salida— ¡Y otra cosa más… yo no soy tu amigo! — declaro atravesando el salida mientras el espadachín sonreía irónicamente…
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Paliot materializo su sequito en antecámaras de la bóveda de la corona, aunque estaba algo cansado por la pequeña batalla dada en la sala del trono aun le quedaban suficientes fuerzas para realizar el conjuro de resurrección de su esposa, sabía que no sería una tarea fácil, Gurú Clef y sus aliados no le dejarían las cosas fáciles— "Mondón es hora preséntate con Clío y Falcon" — le comunico por telepatía instantáneamente los tres aparecieron frente a él—Emperador estamos a su servicio— los tres se postraron ante él— Me alegra saberlo…
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Ni Gurú Clef, ni Latis con sus instrumentos mágicos pudieron trasportarse al cuarto de la corona— Es imposible, la magia del emperador a tomado el control sobre los aposentos de la corona— agrego Gurú Clef— Pero como puede ser eso posible gurú Clef tanto poder tiene ese hombre! — dijo Caldina.
—No es solo eso Caldina, prácticamente la corona le debe su vida al emperador, es lamentable decirlo pero si la corona tuviera vida propia sin duda preferiría al Emperador antes que a su pilar— preocupando a todos los demás.
—Solo nos queda acceder a la bóveda de la forma humana— comento Latis.
—Superando los obstáculos— afirmo Ráfaga que bien sabía la historia del castillo y las antecámaras de la bóveda de la corona. Pronto se pusieron en marcha camino a la famosa corona— esto es ridículo Gurú Clef que acaso Lucy no puede aparecerse ante la corona—
—No es tan fácil Presea recuerda que Lucy delego su poder en todo el pueblo de Céfiro "Marina debo salvarte de Paliot" —mientras corrían lograron alcanzar a Yue que estaba a punto de llevar al final del camino— Porque se tardaron tanto pensé que Céfiro les importaba— provocando a Clef que estuvo a punto de contestarle cuando oyeron una vos de entre las sombras— Empezaba a cansarme de esperar, pensé que tardarían mucho menos— le dijo Clío saliendo de la oscuridad.
—Clío hazte a un lado, debemos alcanzar al emperador— le ordeno Clef—Lamentablemente no sigo ordenes de Cefirianos, ni terrícolas, observando a Lucy, me han ordenado impedir su paso, y eso es lo que hare— creando una esfera de poder que envió hacia los demás, que se protegieron con un escudo que gurú Clef creo pero todo alrededor estaba destruido— Yo no gastaría mis fuerzas en escudos tontos gran guru de Cefiro, —
—El sirviente de Mondor tiene razón tu y Lucy adelántense yo me encargare de el— ordeno Latis sacando su espada—Pero Latis, no quiero que te arriesgues— dijo su prometida— No te preocupes, no me pasara nada—
— ¿Tu Latis serás mi oponente? —Preparando otro ataque cuando una gran espera de energía blanca lo contraataco—No… yo seré tu oponente— un joven hechicero de ojos verdes hizo acto de presencia junto al príncipe del planeta—¡Ascot! ¡Paris! —
— Sabia que algo malo estaba pasando pero no me imagine que tuviera tal magnitud— agrego el hechicero, ya con la voz un poco más serena y calma, algo que solo la madures podía dar— Anahis nos contó lo que ocurrió y no permitiremos que nos hagan daño y mucho menos a Céfiro— Paris estaba muy molesto por lo sucedido—
—Con discursos no haremos nada, aconsejo que Ascot sea su contrincante después de todo ambos son poderosos hechiceros— dedujo Yue mientras Ascot asentía— Estoy de acuerdo derrotar a alguien que solo usa una espada no es de mi agrado, necesitaría algo de mi altura— agrego Clío.
—Entonces vamos y no perdamos más tiempo— agrego Presea— Ascot confiamos en ti, demuéstrale de que estas hecho hermanito— lo alago Caldina antes de dejarlo, todos atravesaron las grandes puertas para pasar el siguiente cuarto.
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—Pensé que Clío soportaría más que unos cuantos minutos, me sorprende que sea discípulo de mi señor Mondor— ante la siguiente puerta Falcon los estaba esperando con ansias.
—No sueñes queridito, Ascot se encargara de derrotarlo— se apresuró a responderle Caldina— ja ja ja ese hechicerito no es rival para Clío pero bueno, peor es nada— ¡ustedes adelántense yo me encargare de este tipo! — esta vez Paris sacaba su espada dispuesto combatir con Falcon.
— ¡Un Príncipe! ¡Entonces este triunfo será más que victorioso! — sacando una espada de su lomo. — ¡Vamos principito, no hagamos esperar la batalla! — atacándolo con su sable, embestida que Paris respondió con agilidad. Mientras los demás con el corazón en las manos debía de avanzar el cuarto de la corona estaba cerca
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Corsa, ya sabes qué hacer a cualquiera que quiera pasar tu defensa— Paliot estaba decidido a todo el momento había llegado —Si mi señor, y déjame decirte que fue un placer poder servirte a ti y a toda tu familia— presintiendo lo peor, sabía quién sería su contrincante y no sería una batalla fácil— Emperador basta por favor, estoy yendo por mi propia voluntad, no quiero que nadie más salga herido— rogo Marina Mediante la magia podían ver, las batallas entre Ascot y Clío, y la batalla entre Falcon y Paris— ¡Emperador por favor, yo amo a esas personas! No quiero que sufran! — le suplicaba con todo su corazón, mientras el la volteaba para tomar su barbilla—Créeme que lo último que deseo es hacerte sufrir mi querida guerrera mágica— le contesto con un ápice de pena y angustia— Pero lo que importa es el fin, no importan los medios— causando el temor en el corazón de la sirena, mientras Corza se separaba de ellos para presentarse a una nueva batalla— NOOOOO— intentando forcejear de entre los brazos del rey— al otro lado de las puertas, Corza desenfundaba la más emblemáticas de las espadas de Geops, aquella que el propio Emperador Paliot le había obsequiado al demostrar en repetidas ocasiones su fidelidad y amor al pueblo de Geops y a la familia Imperial, poco a poco las siluetas de un grupo de personas se iba presentando a un nueva batalla—Latis…— no hacía falta que se quedara mirando, Latis sería el oponente de Corza—Lucy…— pensó en el dolor de su amiga, si algo le pasaba a Latis ella perdería al amor de su vida, así como Anahis perdería a Paris, desde dentro de las bóveda parecía que en cualquier momento echarían abajo las inmensas puertas de escudo, por primera vez algo que hacía tiempo no sentía se presentó en su corazón, el miedo, miedo a que algo pudieran pasarle a Latis, Paris y Ascot, miedo a que sus amigas se quedaran sola como lo hizo ella, miedo a que algo pudiera pasarle a Céfiro o a sus seres queridos—Vaya los Cefirianos sí que están dando una buena batalla—comento Lhed con algo de satisfacción al ver las peleas desde su espejo mágico, en ellas Corza y Latis ya habían iniciado su cruzada, los estridentes sonidos del metal contra metal era como ver a viejos caballeros en una batalla medieval, Ascot no se quedaba atrás, constantemente generando poderosos ataques y contraatacándose con Clío eran hechiceros muy poderosos, el enfrentamiento entre Paris y Falcon iba un poco disparejo, Falcon era sumamente fuerte y Paris hacía tiempo que había dejado su espada de lado para ocuparse de los asuntos de Céfiro— "Paris" — temía por su vida, estaban filo contra filo en una lucha de fortalezas, aunque estaba dando todo de sí, Falcon le ganaba en fuerza y Paris poco a poco empezaba a ceder, los ojos de Falcon demostraba una gran decisión y confianza de si, con solo desearlo logro embestir al príncipe, estaba a punto de darle el golpe final—¡Paris! — gritaba la guerrera del agua, cuando el mismo fue embestido por magia logrando lanzarlo varios metros del príncipe — Basta de jueguitos tontos Falcon, me debes una y en este momento me las pagaras— de entre las sombras Yue se hacía presente, a la lucha— "Yue, salvo a Paris…"— al ver las imágenes— la ropa de Falcon había quedado destrozada por el ataque o al menos todo su torso había quedado al descubierto— Maldito Yue, te equivocas tú me las pagaras a mí! — levantándose de entre los escombros del edificio, ciertamente tenía un cuerpo muy bien trabajado, con los pectorales sobresalidos y los abdominales bien marcados pero al verlo, toda su mirada se fue a una parte especial de ese cuerpo—Esas heridas…— se dijo al reconocerlas, el hombre y el brazo de Falcon tenía una vieja herida, de pronto viejos recuerdos volvieron a su mente, el asesinato de sus padres, el ataque en el que ella debía haber muerto— Es él…— artículo en un hilo de su vos, de pronto la furia la invadió, se había jurado hacer pagar por lo que les paso a sus padres, con toda su energía se voltea y a pesar de ser mucho más alto que ella logro abofetear fuertemente al emperador—Maldito— esbozo sorprendiendo a todos, Paliot no cabía de la sorpresa, el golpe había sido tan fuerte que logro girarle la cabeza 180 grados— ¡Malditos! ¡Fueron ustedes!— ahora era Marina a la que la furia la invadía— De que habla señorita Marina— le pregunto Dhel intentando ser el más diplomático en una situación como esa—¡Malditos! ¡Fueron ustedes los que quisieron asesinarme y como no pudieron terminaron matando a mis padres! — dejando a todos con la boca abierta.
—De que hablas guerrera mágica, si mi deber era velar por su bienestar y el de las otras dos guerreas— le contesto intentado mantener la paciencia, el hecho era que en otro escenario eso hubiera merecido la horca ante tan atrevimiento, pero ella se parecía tanto a su Luna.
El corazón de la guerrera mágica, se inundaba de furia, lo había descubierto, al asesino de sus padres, una imponente aura rodeo su ser sacándola de si, solo un único deseo en su mente— debo vengar a mis padres— pronto emprendió su paso hacia la salida—Guerrera mágica detente allí— le ordeno Lhed aproximándose a ella, pero no pudo ni siquiera tocarla, un campo de protección la rodeaba, rápidamente se cuerpo se trasporto a la batalla de Yue y Falcon — ¡Dragón de Agua! — Fue su primer ataque al aparecer frente al hechicero, este lo esquivo para su fortuna—Maldita, guerrera, a ti también te eliminare— la amenazo— No si yo lo hago primero— le contesto de inmediato su mirada había cambiado, su luz y cordura habían desaparecido, solo se veían la sed de venganza de la guerrera.
—¡Marina, que haces aquí! —Yue no entendía como había logrado escapar, pero percibió el rencor en su corazón— ¡Fue Falcon quien asesino a mis padres, y créeme que pagara por eso! — Conjurando la espada de su guante para atacarlo— Veo que al fin recordaste guerrera mágica— sonriendo malévolamente— ¡está bien lo confieso, tu supervivencia significaba el fin de Geops y tal vez de Céfiro, y eso no lo voy a permitir! — él también había sacado su espada a enfrento con todo su poder a la guerrea, ella lo recibió como si nada, el choque de los metales es escucho por todo el salón, era una batalla fuerza a fuerza, Yue quiso ayudar a la guerrera pero ella había interpuesto una especie de barrera, ente ellos, esa era una batalla a muerte entre ella y Falcon —Gurú Clef junto a Lucy habian regresado por el camino, el sentir la presencia de Marina fuera del cuarto de la corona lo hizo retornar, y presenciar la batalla, el también quiso auxiliarla pero Yue lo detuvo— Sera en vano, ella no lo permitirá— le comunico lleno de ansiedad
— Veo que sabes usar las armas guerrera mágica— burlándose de su género— Se usar la espada y muchas cosas más le contesto, "Torbellino Azul" — creando uno de sus conjuros más poderosos, su propia espada se convirtió en una especie de remolino que logro vencer la fuerza de su oponente aventándolo varios metros del lugar, y dejándolo mal herido, era la primera vez que Falcon sentía temor en su corazón, empezó a aventar ataques de energía, que la guerrera del agua combatía sin dificultad alguna mientras se acercaba al hechicero, el aura a su alrededor estaba más impetuosa que nunca— Porque lo hiciste— le pregunto serenamente mientras una pequeña lagrima se escapaba de su mirada, al recordar la fatídica noche— Ellos nunca fueron mi propósito— temblaba de temor— mi trabajo era asesinarte a ti— le confeso, no solo a ella sino que Yue, Paliot y todos los demás que habían llegado hasta ellos— Fueron tus padres los que se sacrificaron por ti, después de eso no pude volver atacarte— termino de declarar mientras la guerrera se preparaba para darle el golpe final, su magia lo había paralizado y no tenía como escapar—¡Marina NOO! — la detuvo Lucy cuando el filo de la espada toco la mejilla de Falcon— Tú me arrebataste lo que más yo amaba— con lágrimas en los ojos— ¡Pero no me convertiré en ti! — Desarmándose, su rabia había cedido, había vuelto en sí— me jure que a mí misma que te mataría al descubrirte, pero no puedo, mi corazón no puede destruirte— lloro ante él, logrando ablandar el envenenado corazón de Falcon— Mi emperador… tenía razón— sonriendo melancólicamente ante tal endereza, acomodo un mechón de cabello de la guerrera detrás de su oído para terminar de hablarle— Las guerreras mágicas poseen el noble corazón de su querida emperatriz…— Un tanto arrepentido por todo el daño que le había provocado…
Un Nuevo hola a todos ustedes, como deben de saber lo primero es que debo pedirles disculpas a todos por haberme tardado tanto en actualizar, lo cierto es que este Cap. ya estaba terminado desde hace dos años, pero en lo que se me descompuso la compu, me compre otra… facultad, trabajo, familia, y decidir en volver a reparar esta compu vieja, había olvidado que lo tenía terminado a apenas hace dos días me percate de ello en las interminables intenciones de seguir adelante con esta historia.
Verán que este Cap. tiene más acción que los capítulos anteriores, espero les gusten y si queda alguien que aun la sigua me lo dejas saber. +
Respuestas a sus reviews:
LarailaeBlack: Tarde pero llega espero te guste.
Nancy Cephiro: Hasta yo que soy la autora perdí el hilo de la historia, es interminable la pereza que me da ja ja ja. ¡Si la verdad que hasta da un poco de pena Presea, pero bueno, la pluma del escritor es la que manda!
Akira Nishikawa: Hay muchas más explicaciones que faltan.
Bermore: Aca fueron algunas explicaciones.
Hime Mily: ya ves no la abandone.
Tsunami Azul: Saludos me alegra que la sigas.
Mar: Lamentablemente lo del romance entre Dhel y Anahis es algo que me hubiera gustado escribir y créeme que estaba pensado desde el principio, pero la inspiración no ayudo y sentía que haría una historia interminable.
Por ultimo sinceramente les confieso que no tengo la más mínima idea que cuando terminare esta historia. Solo espero terminarla algún día…
Como siempre
¡Saludos!
¡Éxitos!
¡Besos!