Nuestro amor era como una pelicula Francesa
En el principio nos conocemos, a los 15 minutos hacemos el amor y los restantes una hora y 45 minutos peleamo todo el tiempo y al final nos separemos.
Wohaaaaa, otra vez yo con una nueva historia, la escribi pensando en la historia de Jean y Ohno de Antique Bakery, espero les guste nwn Sera three-shot creo xD espero quede clara la historia nwn Narrado desde el punto de vista de Kiku.
Disclaimer: Hetalia no me pertenece pero es mas que obvio que se creo en Corea ;3
Pareja: Asakiku (hasta la muerte*3*) con un poco de Giripan.
Advertencias: Violencia, lemon, muy frances y un iggy buen cocinero xDDDD
Paris, la capital del amor. Me encontraba este lugar por un solo motivo, conocer al gran pastelero Arthur Kirkland. Un nombre conocido en todo el mundo, tan famoso que habia llegado a mis oidos en la pequeña aldea donde solia vivir en mi natal Japon. Solo por ese hombre habia recorrido el viejo continente, solo para lograr convertirme en su aprendiz y en un futuro quizas no muy lejano, lograr superarle.
El tren arrivo con 15 minutos de retraso. Aun me sentia algo mareado por el cambio de horario, camine por el parque central de esa ciudad, hasta encontrar el ostentoso letrero "Kamelot Bakery" el lugar que estaba buscando. Al entrar lo primero que percibi fue el delicioso aroma a pan recien horneado, se me hizo agua la boca y recorde que no habia almorzado adecuadamente en el tren.
-Bonjour- saludo un hombre de melena rubia y barba mal cortada -¿en que puedo ayudarle?-
-Yo... ve-vengo a buscar a Arthur Kirkland- dije entrecortadamente y maldie que me pusiera tan nervioso en ese tipo de ocasiones. El hombre me miro de arriba a abajo y una media sonrisa se apodero de sus labios.
-Deseas convertirte en su aprendiz- afirmo algo que era mas que obvio, me limite a asentir y el rio por lo bajo -el joven Kirkland es alguien malhumorado y no acepta a cualquiera como aprendiz- me senti algo ofendido por el comentario pero sus proximas palabras me hicieron palidecer -De hecho a nadie ha aceptado como su aprendiz- baje la mirada, no podia creer que habia viajado desde tan lejos para nada -De igual manera le llamare, quizas estes de suerte-
Me hicieron esperar hasta que el local cerrara, al parecer Kirkland habia accedido a verme, pero eso no significaba que me aceptaria como aprendiz. El rubio que me recibio iniciaba breves platicas conmigo, supe que se llamaba Francis y que llevaba 3 años trabajando con Kirkland, tambien que en ese mes minimo 5 chicos habian visitado al ingles con el mismo deseo que a mi me habia llevado a recorrer medio mundo, pero ninguno de ellos habia logrado convertirse en el subordinado de Kirkland y eso solo lograba ponerme mas y mas nervioso. Y despues de una larga espera, el ansiado encuentro llego.
La primera impresion que tuve de aquel famoso pastelero fue una extraña mezcla de admiracion, incredulidad, sorpresa, envidia y otros sentimientos los cuales con el tiempo descubri pero que en esos momentos eran totalmente desconocidos para mi. Era joven, tan solo unos cuantos años mayor que yo, pero mas joven que el tal Francis. Su cabello era rubio y su rostro era adornado por dos cejas pobladas que no le sentaban nada mal, aparte de poseer unos atrayentes e hipnotizantes ojos verde esmeralda, que me habrian fascinado de no ser porque su mirada era gelida, carente de simpatia, calculadora, inquisidora, tan perturbadora que hizo que un escalofrio corriera por mi espalda.
-Este es el chico que deseaba verte- dijo el ojiazul con una sonrisa ladina, los ojos del otro me inspeccionaron detenidamente y al final se acerco un paso a mi.
-Prepara un Choux a la creme, puedes utilizar todo lo que este en la cocina- dijo en un hilo de voz, carente de emociones, pude notar como el rubio de melena se alteraba un poco.
-Pero Iggy... ese es un pastel algo complicado, a los otros 5 no le pusiste platillos tan dificiles- le hablo con rapidez sin embargo el britanico no le miro, sus ojos seguian clavados en mi, cosa que me incomodo de sobremanera.
-Si desea convertirse en mi aprendiz es capaz de preparar algo tan sencillo como eso- diciendo eso nos dio la espalda y se sento en una de las mesas de la pasteleria, cruzandose de brazos y cerrando los ojos, esperando paciente.
Suspire, debia de tener confianza en mi, Choux a la creme siempre fue el platillo favorito de Yao y lo habia preparado un millon de veces, note como Francis me dedicaba una sonrisa de disculpa y se senta junto al ingles. Tarde unos minutos en familiarizarme con la cocina y a encontrar los ingrediente que necesitaba, pero una vez que tenia todo lo que necesitaba ya nada fue complicado, cerre los ojos y me deje llevar por el momento. 1 hora 30 minutos me llevo aproximadamente terminar de preparar los dos pasteles, uno para Francis, otro para Kirkland, estaba nervioso, era imposible no notarlo, no tenia idea de lo que haria si me rechazaba, pues despues de todo, necesitaba ese trabajo, necesitaba de esa fama. Me acerque con lentitud, mis manos temblaban, respire hondo una vez mas, debia tranquilizarme, tenia que hacerlo por YongSoo y por Yao, me acerque hasta la mesa donde se encontraban y coloce los platillos frente a ellos. El primero en dar un bocado fue Francis, el otro se limitaba a observar el platillo, al final Arthur dio un bocado, despues de estudiarlo por unos segundos. Los ojos del frances se abrieron de par en par y me miro de una extraña manera que no logre definir, sin embargo Arthur no daba muestra de emocion alguna, dio un segundo bocado, ahora masticando con mayor lentitud. Esos minutos fueron agonizantes para mi, hasta que ambos terminaron sus platillos, Arthur se puso de pie y me contemplo con esa mirada gelida que hacia mi corazon detenerse y desear salir corriendo de ese lugar.
-Ya puedes irte- esas tres palabras hicieron que todo mi mundo se desvaneciera por unos segundos, tanto.. tanto para nada, me sentia tonto, inutil, impotente. Kirkland camino hacia la cocina poniendose su saco y su bufanda -Mañana inicias a trabajar, entraras como empleado, asi conseguiras dinero para mantenerte y podras pulir tus defectos, aunque deberas quedarte hasta noche practicando, yo te supervisare- diciendo esto salio de la cocina por la puerta trasera, perdiendose en la noche. Tarde unos segundos en darme cuenta de lo que acababa de suceder, no entre en si hasta que el rubio de los ojos azules me abrazo y deposito un beso en cada una de mis mejillas.
-Felicidades moun petit, tu platillo me sorprendio, sabe igual, o incluso mejor que el de Iggy, para serte sincero- inicie a reir, no podia creer que lo habia logrado, todo parecia un sueño, el frances se unio en mis risas. -Ya es tarde, sera mejor que vuelvas a tu casa- me quede en silencio ante su mencion y lo mire algo asustado.
-No tengo lugar donde quedarme- dije en un susurro.
En ese momento lo que menos me importaba era donde me quedaria a dormir, habia logrado el primer punto de mi verdadero objetivo, seria el aprendiz de Arthur Kirkland, el legendario pastelero ingles, y tan solo en el primer dia en aquella hermosa ciudad, en esos momento no podia sentirme mas feliz, buscar departamento era lo de menos, ahora solo habia un objetivo en mi mente. Convertirme en el mejor pastelero de Paris y superar a Arthur Kirkland.
hahah muchas gracias por leer hasta aqui, creo que aun no queda muy claro pero espero les haya gustado.
Por cada review que dejen ayudan a esta loca escritora coreana a lograr tocar los pechos de Nihon (si, hime hablo de ti xD)