Disclaimer: Takeshi Konomi es el dueño de lo que reconocéis, contenido...mío.
**No sé cómo hacerlo**
_Capitulo 2_
-Ai...Shite...shiteru…Ryoma-kun- La sintió suspirar, la miro desde su posición, con la nariz en el valle de sus senos, y sonrío, porque el cabello de ella ya se había secado.
-Vamos Sakuno, ¿de qué te preocupas? Tienes 22 años, tenéis un departamento gigante, el es tenista, tú tienes cientos de ventas en el mall, viajáis cada fin de semana, tenéis autos, ya habéis reemplazado a Karupin con Kooromi…-
-Mou, no me recuerdes a Karupin, no fue justo que muriera- Dijo Sakuno con una voz triste.
-Murió de viejo Saku-chan- Tomoka le palmeó la espalda con ternura- Pero bueno, estábamos hablando de lo otro- Sakuno enrojeció
-No me siento bien ocultándole eso a Ryoma-kun
-Lo sé, pero él debe saberlo ¿no?
-H…hai- Susurro derrotada Sakuno.
Hace más o menos 6 semanas que no era regular su regla, es decir, nunca había sido cumplida, pero por lo menos llegaba cada veintitantos días, y ahora que no le llegaba la regla se sentía asustada, pensaba que eran sus hormonas, pues era extraño pero aun así, cada que lo hacía con Ryoma se le retrasaba una semana, y al ir a su ginecóloga ella se lo explico científicamente como una irregularidad en su organismo que en muchas mujeres sucedía. Las hormonas se revolucionaban y su regla cambiaba de ciclo.
Pero lo normal era una semana…no seis. Y estaba asustada, no por creer lo que creía, si no por como reaccionaria Ryoma con la grata noticia.
Tomoka estaba en su tercer mes y le había hecho ver las cosas desde el punto de vista económico, y como estaban bien, simplemente no tenía objeción, el miedo venia en que Ryoma y ella aun eran muy jóvenes e inexpertos como para traer…bueno…otra vida al mundo.
Es decir, Tomoka había planeado eso con antelación y Kaoru-sempai no se había negado nunca a una petición de la morena. Pero con ella era distinto porque Ryoma estaba con ella dos semanas al mes, y no creía conveniente su falta de tiempo para la crianza de un bebé.
Nunca habían hablado de eso, lo más cercano al tema eran los condones, pastillas, e inyecciones que probaban, y no se sentía capaz de ir al baño a poner gotitas de orina sobre un tubo esperando un color azul que denotara negativo, en vez de uno rosadito con dos líneas dejando claro un positivo embarazo.
Lo más cercano a una madre era Rinko-san y no se sentía del todo bien al confesárselo a ella, por eso había acudido a sus amigas.
-Vamos Ann, ¡has que Sakuno entre al baño!-
-Es decisión de Sakuno, no tuya Tomo-chan-Miro a la de ojos caoba- Pero estamos de acuerdo en algo… debes comprobarlo antes de que Ryoma vuelva.
Sakuno estaba alterada, y a punto de llorar. Ann la rodeo con sus brazos, y Tomoka le paso un agua mineral.
-Lo haré- Dijo sin una pizca de determinación y con mucha reticencia.
-Pues no te veo las ganas de quitarte del sillón Sakuno- Soltó Tomoka irónicamente. Sakuno y Ann la miraron molestas.
Sakuno se puso de pie con la caja en la mano y se encaminó hacia el baño a paso lento, como yendo hacia el purgatorio.
-Mou, que tonta…-Sollozó Sakuno leyendo las instrucciones-
Había sido Ryoma el primer culpable de que ella estuviera en ese estado, siempre planificaban, con lo que fuese, pero Sakuno había ido a New York para apoyarle, y al ganar no se aguanto las ganas de meterla en su camerino, recordaba nítidamente como le había hecho el amor sin quitarse casi ropa de encima, ni de ella ni de él.
También recordaba cómo – y aun se sonroja al siquiera pensarlo- se había corrido dentro de ella tantas veces, en tan poco tiempo – o eso pensaba ella porque entraron con el sol de las 17hrs, y salieron con la luna de las 19hrs-
Es más, en sus recuerdos también se veía a ella misma disfrutando del encuentro recostada contra aquella helada pared en donde él la sostenía.
Agitó el tubito y espero 5 largos minutos…
-¿Qué hacéis aquí?-Ann y Tomoka, que se comían las uñas mirando el reloj, se sobresaltaron al mirar hacia la puerta. Ryoma dejaba las maletas a la entrada y colgaba el abrigo en el perchero.
-Joder- Susurraron al tiempo. – Etto…nosotras…nosotras nos íbamos ya ¡jeje!- Tomoka tomó a Ann y salieron corriendo cerrando la puerta tras de sí.
Ryoma las miró detenidamente hasta que se perdieron fuera del departamento.
-¡Ha dado positivo!- Reconoció el grito en la voz de Sakuno, quien salía del baño cabizbaja.- Estoy embarazada…Mou.-Terminó tristemente, pero se le notaba también feliz…o algo así.
Lo que le sorprendió fue cuando entendió el mensaje.
-Perdón, ¿Qué has dicho?- Sakuno levantó sus ojos azorada, asustada, echa pánico.
-¡Ryoma-kun!- En seguida corrió a ocultarse en la habitación, y Ryoma no pudo evitar seguirla, aquella noticia lo dejaba frío.-Mou…perdóname, no era mi intención, pero…Mou-Del otro lado de la puerta escuchaba a Sakuno llorar- Es que…yo creo…no… sé… cómo… hacerlo… yo.
-Ábreme- Le dijo suavemente. No pretendía estar calmado, pero no quería asustarla. Ella le abrió despacio la puerta.- ¿Desde…?-Pasó una mano por cabellos mientras Sakuno sujetaba aun la puerta y miraba el suelo. – ¿Cuando?
Sakuno se acaricio el vientre por inercia.
-Aun…aun...yo…no lo…se- Cerro los ojos, como si quisiera evitar un golpe que ya sabía, iba dirigido hacia ella.- Si no…quieres…bueno..Er…eres joven.
-No seas tonta- Susurro, pero su mirada se desvió hacia el vientre que aun no se abultaba nada, que parecía que no escondiese nada.
Sakuno suspiro dolorosamente, tal vez, lo mejor…
-Debo...Irme…betsuni- le empujo con delicadeza pasando por su lado.
El cuerpo de Ryoma no reaccionaba, pero aun no sabía que sentía, es decir, discutían sobre algo que era serio, no era como cuando ella se oponía a ir a la hamburguesería y cocinaba vegetales o curry.
-Sakuno…-Le llamo por lo bajo, sin asustarla, ni saber que más decir, paso de nuevo su mano por sus cabellos verdosos.- No es…joder…deberíamos…vamos a control…- Aun no estaba preparado para eso, pero no pensaba dejar que ella se fuese sola, habían pasado muchas cosas juntos, todavía eran unos niños en cuerpo de adultos, Sakuno no tenia madre ni padre, y Ryusaki-sensei había muerto poco después que ellos.
Él había estado con ella siempre, y ella con él también, que su padre no estuviera le dolia, aunque no lo demostrara, que Karupin se fuera, también había resultado doloroso.
Que su madre ya no fuese la misma mujer alegre de antes era igual de dramático. Pero él no pensaba abandonar a Sakuno, aunque tuviesen que madurar demasiado rápido.
Se giró y le busco con la mirada, estaba arrodillada en el suelo dándole una disculpa, con su frente pegada al suelo. Él se encogió a su lado de rodilla, ayudándola a levantarse.
No la dejaba sola, simplemente porque la necesitaba de su lado, le alegraba los días, le hacía bien a su salud emocional, pero era error suyo el haberla tomado aquella noche sin pensar en las consecuencias.
-Somos…aun…muy jóvenes- Él la abrazó contra sí.
-Lo sé…
-Betsuni…
-Ai…shiteru- Sakuno, aun abrazada a él intentó separase de su pecho, pero él no se lo permitió, no pensaba dejar que ella le viese sonriendo de esa manera.
-Hikaru-chan, no hagas eso- Le dijo Ryoma al niño que le jalaba la cola a kooromi
-¡Sakuno!
-Dime- Le dijo ella desde la cocina
-Dile que suelte a Kooromi, le rasguñara- Sakuno salió de la cocina y se acercó hasta la sala de estar tomando al niño en brazos- no hagas eso Karu-chan, le duele- Después lo dejo en el suelo y el pequeño acarició delicadamente al gato.-Eso está mejor-
-Atito…es muy dindo…-Cantó Hikaru mientras le rascaba las orejas y el gato cerraba los ojos.
Ryoma miro malamente a Sakuno, porque a él no le prestaba ni pizca de atención cuando le decía que no a algo, pero a Sakuno si.
-Es solo un niño, Ryoma-kun- Sakuno sonrió.
-Hmm…ya- Ryoma seguía serio.
-Mou…Ryoma-kun, tu… ¿Eres feliz?- Sakuno desvió la mirada. Ryoma ni lo pensó
-Hai…
-Otōchan… ¡mira!-Dijo Hikaru a Ryoma hablando con palabras que casi no se entendían y riendo mientras el gato – que en ese momento parecía un perro- daba vueltas persiguiendo su cola. Ryoma volteo y no pudo evitar una sonrisa…estaba claro…
-Yo también soy feliz Ryoma-kun-
Es todo ;)
