Sono stati due principi
Capitulo 4 (Final)
"Baile de las mascaras"
Lalala-Pensamiento, pasado, presente o futuro.
[Lalala]-[Opinión personal]
Capitulo anterior:
Se acercó lentamente a ella. Mariam ni siquiera se movió, estaba nerviosa, tal ves debería empujarlo por pervertido acosador por lo de la noche anterior. Pero algo en ella le impedía moverse.
Cada vez faltaba menos para llegar, aunque el tiempo parecía no pasar. Todo era silencio en su mente, todo era nada, todo se había reducido a ella, todo se...
La puerta se tumbó.
-¡Aquí estabas desgraciada!-
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Ambos voltearon bruscamente hacia la puerta, reconociendo esas voces. Es que los verdugos ya estaban en la puerta, con las armas y todas esas intensas ganas de ver rodar cabezas por el suelo. Fueron demasiado repentinos y rápidos como para que ninguno de los dos pudieran hacer algo. Cuatro de ellos irrumpieron el precario hogar con mucha violencia y tomaron bruscamente a Mariam y a Belphegor, torciéndole los brazos a ambos hacia atrás, separándolos a cada extremo de la habitación.
-¡Mierda! ¡Déjenlo en paz! ¡No tiene nada que ...! –recibió un cachetazo muy fuerte-
-Te voy a hacer tragar cuchillos! –tratando de zafarse, pero los verdugos lo tenían bien sujeto-
-Cierra la boca pedazo de mierda, nos tuviste mucho tiempo jodiendo...-aquel asqueroso verdugo la tomó de la barbilla, mientras ella trataba de alejar la cara- ahora las vas a pagar..-sonrió macabramente-
-Pues aquí tienes mi pago –le escupió la cara- hay mas si quieres, imbecil-
-Ay ay, yo que pensaba tenerte piedad... ahora el decidirá si te matamos o no –riendo- ..su majestad, aquí esta lo que nos pidió-
-¿Su majestad? –Belphegor se sobresaltó-
Calzas blancas, zapatos negros de moño y taco, una ajustada pechera roja y una capa azul de piel que combinaba con las perlas de su corona enorme y de oro puro. Todo aquel lujo llevaba encima el rey del reino de donde venia Belphegor. Aquel que quería deshacerse de Mariam. El padre de Belphegor.
-Tu.. ¡Sabia que estabas detrás de todo esto! ¡Maldito! –empujando a los verdugos-
-Callen a la bestia –y con un anden de mano ellos golpearon en la boca del estomago al príncipe-
-¡Belphegor! –viéndolo respirar con dificultad, luego volteó a la "realeza"- ¡deténgase! Se esta equivocando, él no tiene nada que ver, ¡a mi me buscas! ¡Déjalo a el! ¡Es tu hijo!-
-Jmm, y si te digo niñita –la tomó del cabello y le levantó la cabeza- que esa basura me importa tanto como tu miserable vida? –al oído-
-Tsk..-rió- no me duele, solo suéltalo-
-Aw, pero que adorable...-chasqueó los dedos y otro golpe a Mariam-
-¡Déjenla! ¡Hijo de puta suéltala o te juro que ..!-
-¿O te juro que qué? –burlón- ¿Vas a destriparme como a tu hermano? ¿Vas a seguir arruinando tu reputación? ¿Vas a decirle a tus verdugos que me maten? –
El resto de ellos reían como locos, sin fijarse si los brazos de la muchacha estaban morados de tanto que los apretaban, o si las mejillas las tenia casi violetas por los golpes. Belphegor intentaba por todos los medios safarse, trataba de patearlos pero lo único que conseguía era caer de rodillas y ser pateado nuevamente.
Pero eso no era lo que le importaba, Mariam estaba en la misma situación, y el no estaba haciendo nada para evitarlo. Veía como la golpeaban, la cacheteaban, se burlaban de ella y le jalaban el cabello, mientras la muchacha trataba sin mucho resultado de no gritar, como si tuviese que demostrar que era fuerte.
-...shi shi shi, ¿creen que se va a rendir tan fácil? –insinuando calma- shi shi shi, recuerden que las mujeres son lo peor que hay, no se rendirá asi de fácil...-
-B-Bel...-levantando la cabeza-
-Jajaja! ¿Quieres ver que no? –el rey se regocijaba en la pena de la muchacha-
Y entonces los cachetazos se convirtieron en golpes, trompadas, cada vez mas fuertes y seguidas. Comenzó a escupir sangre.
Esa fue la gota que rebalsó el vaso.
-No... no de nuevo... –muchos sentimientos se mezclaban ante el olor de la sangre, ante ese rojo intenso. Pero ahora había muchos otros sentimientos que no creía tener, que se mezclaban con los anteriores, y que lo estaban aturdiendo al punto de no saber que era lo correcto- ¿por qué me siento...asi?-
-No puedo seguir con esto... van a terminar por matarme...-con dificultad miró al príncipe frente a ella e hizo un gesto que terminó por confundir el pensamiento del joven... sonrió dulcemente-
-...¿p-princesa? –
-S-Sonríe B-be-Bel...no est-estés tris-te...-
-Oh mira que compasión –el rey se acercó a la muchacha-
-Es todo...no cumplí con mi objetivo...-sin correr la mirada del príncipe-
-Al menos ten el valor de ver a tu querida princesa antes de que sea ejecutada –se colocó detrás de la muchacha, los verdugos la tenían de las muñecas, con los brazos ahora extendidos a los costados, con todo su peso colgando de ellos-
-Tenias razón... no puedo sola...no pude cumplir la promesa...ojala me perdones algún día...-seguía mirándolo con esa misma sonrisa calmada-
-Adiós molestia –jalándole la cabeza hacia atrás y apoyando una daga lujosa en su cuello- adiós-
Todo. Esa era la definición. Todo. Todos esos sentimientos juntos, esas emociones mezcladas, tenían un sentido. El todo. Todo lo que había pensado que jamás tendría, lo tenia... una sonrisa llena de afecto y dulzura.. solo para el... sincera.. e iba a perderla. A perderlo todo de nuevo.
-¡Princesa! –
Pero algo detuvo al rey, algo que lo dejó sin aire... literalmente.
Un castaño de ojos marrones lo estaba sujetando del cuello de la forma mas fuerte posible. El rey comenzó a temblar a ver aquellos ojos llenos de odio profundo mirarlo fijamente con todas las intenciones de partirle la traquea con un solo movimiento, con un solo dedo. La oscuridad que rodeaban esos ojos asustó incluso a los verdugos que estaban alrededor, quienes también comenzaron a temblar.
-Creí haber dejado claro... que no quería verdugos..-apretando mas el cuello del rey, obligándolo a soltar a Mariam-
-...shi shi shi, pero que tenemos aquí –mirándolo con algo de desprecio-
-T-Tsuna...-levantando lentamente la cabeza-
-¡Todos quédense en sus lugares! –comenzaron a entrar guardianes del rey y comenzaron a apresar a los verdugos, afuera también había- están todos arrestados por abuso de personas y persecución no autorizada-
-¡M-me entrego! ¡Pero yo no hice nada! ¡fueron ellos! Lo juro, me obligaron, ¡me obligaron a hacer todo esto!-
-Deja de mentir rey de bolsillo, o te parto el cuello –con la mirada clavada en el, atravesándolo-
-No me mates por favor..-comenzó con un llanto de teatro-
-Gokudera...-tirando al rey en el suelo-
-¡Oh, bendito sea su majestad Sawada! –actuando- Gracias por salvarme de estos salvajes, me tenían apresado, no sabia a quien acudir y llegó ...-
-Si su majestad –el peliplata llevaba un traje rojo, era quien dirigía a los guardianes que traían-
-Sabes que hacer..-
-Enseguida –volteó al rey- esta arrestado por los cargos ya mencionados agravados por abuso de autoridad en una propiedad ajena a ustedes-
-¡No! ¡esperen! ¡Juro que yo no hice nada!-
Pero fue inútil. Los guardias lo tomaron de la misma manera que a los verdugos y se los llevaron lejos de alli, seguramente al calabozo mas cercano. No les tardó mucho tiempo hacer eso, los verdugos no se resistieron mucho, se notó la influencia de Sawada al entrar de semejante manera. Pero mientras él ayudaba a Mariam a levantarse, uno de los verdugos detuvo el paso y aunque era empujado por los guardias, miró a la muchacha, quien también lo miró.
-Me merezco el calabozo, no voy a negarme al castigo –con el rostro entristecido- solo quiero agradecerle a usted señorita... gracias por intentar ayudarnos..-
-Shi shi shi, ni tu te crees ese cuento –parándose con dificultad-
-...ella lucha por la libertad del pueblo... y yo se lo agradesco –y con una pequeña sonrisa, los guardias terminaron por sacarlo de alli-
-Esperen –se puso de pie y se asomó a la puerta, los guardianes se detuvieron y el verdugo volteó-... gracias por las disculpas, las acepto totalmente, y estoy segura de que tu castigo se alivianará por tu sinceridad-
-Siga ayudando al pueblo, haga lo que yo no pude hacer por mi familia –con los ojos cristalizados-
Esa ultima imagen llegó profundamente al corazón de Mariam. Tal ves de esa forma, justificaba el sacrificio de todo ese tiempo.
Pero quien estaba realmente desconcertado era Belphegor. ¿cómo pudo perdonarlo después de todas esas cosas que había echo? ¿Con un simple "disculpe"? Aunque al contrario de sentir impotencia por aquello, era una admiración a ese sentimiento que no conocía. Compasión.
-Shi shi shi, mira donde nos venimos a encontrar.. Sawada –apoyado en la pared-
-Belphegor –rió- se ve que no cambias nada, ¿cuándo te coronan rey?-
-Shi shi shi, creo que acabas de hacerlo, te lo agradesco –acercándose- me sacas un peso de encima-
-Momento –mirando a ambos- ustedes ..¿se conocían?-
-Estábamos obligados de niños a relacionarnos con los otros príncipes de los reinos vecinos –el castaño la miraba-
-Ah vamos, no te hagas la desentendida... shi shi shi, princesa –mirándola-
-A-am...-¿¡Es necesario que me miren asi los dos!- ¿desentendida? No se de que hablas..-
-.-.-
Los años no pasaban para el príncipe. No hasta que la había conocido. A partir de su llegada, todo tenia un mínimo sentido, un gran sentido. Trataba de no pensarlo, de olvidar, de dejarlo pasar como una aventura mas, como unos días locos, como un simple sueño...echo realidad. Todo lo que alguna ves había imaginado y luego creyó que jamás tendría, lo había conocido. Había conocido aquello que llaman cariño. Aquello que llaman amor. Y lo había dejado ir en manos del príncipe mas importante, aun mas que él.
Un mediodía calido.
Hace cinco años.
Le causaba gracia pensar que ella también era una princesa, que simplemente se había dedicado al pueblo de tal forma que se había quedado a vivir en él, hasta aquel día en que la raptaron junto con los desafortunados campesinos. Pero no reia mas al pensar que hubiese pasado si no la hubiese salvado.
Nunca la hubiese conocido y seguiria siendo el mismo cerdo que antes, y viviria su vida a fan de nada, compitiendo por el mejor lugar entre los príncipes, compitiendo cabeza a cabeza con Sawada.
Sawada.
O tal ves él la hubiese rescatado y a todos los demás campesinos, entonces Mariam hubiese estado muy feliz por que además de castigar a los verdugos hubiese impedido que mataran a toda esa gente y lo querría aun mas a Sawada y...
-Sawada...-golpeando el borde del balcón- crees entender la soledad...-apretando los puños- crees saberlo, y aun asi me quitas a lo único que quise alguna ves...-Mariam..aunque de todos modos jamás hubiese llegado a ser como lo que tu necesitas...si asi eres feliz... no lo descuartizare... solo por ti..-...shi shi shi, que estupidez –pasando las manos por detrás de su cabeza-
-Príncipe –llamó una vos desde la entrada al balcón-
-¿Qué? –respondió de mala gana a la criada-
-Su traje para esta noche ya esta listo en su alcoba, en hora y media comenzará el baile de las mascaras –agachando la cabeza-
-Bien, ya vete –sin voltear-
-¿Quiere que lo ayud..?-
-¡Ya!-
-...si príncipe, disculpe, con permiso –yéndose-
-.-.-
-Su majestad –le abrían la puerta del carruaje negro y dorado-
-Gracias –sonrió calido-
-Por favor, su majestad –reverenciando-
El mismo sirviente corrió al otro lado del carruaje y atinó a abrir la puerta, pero su majestad se le adelantó, y con un simple movimiento de cabeza y un "gracias", le comunico que el abriría la puerta. De adentro del carruaje, con un vestido beige con gris y un lazo negro, el pelo recogido en un rodete, con mechones que salían del mismo, casi sin maquillaje, y con la mascara blanca con una pluma negra en una mano, bajó la pareja de su majestad. La mujer de su majestad. Mariam de Sawada.
Tsunayoshi tomó su brazo con caballerosidad y ambos se dirigieron a la entrada del castillo. Al entrar, todos los saludaban y ellos contestaban a cada uno con amabilidad. Se los notaba felices, pero no solo para la cara de otros, realmente se veían asi.
La noche pasaba rápida y divertida, desde que se habían puesto las mascaras, actuaban como si no se conocieran, y eso lo hacia mas entretenido. Aunque de igual modo con la mirada, de ves en cuando, se fijaba en las demás personas. Pero no buscaba algún estilo nuevo o para criticar a alguien. Si no para encontrar a alguien. No era como si no supiera donde estaba parada. Ese lugar ya lo conocía, ya había estado alli, en un anterior baile de mascaras.
Y lo encontró.
-Tsuna, voy a saludar, ¿si?-
-Como quieras, no tardes –sonrió y le besó la frente-
-O-oe..-sonrojada-
Se dirigió entre la multitud hasta un ventanal enorme que daba al patio. Uno de los ventanales estaba abierto, y fuera, se dibujaba la figura que ella estaba buscando. Por alguna razón, se le llenó de alegría el alma al verlo alli. Hacia tiempo que no se encontraban. En puntas de pie, sosteniéndose el amplio vestido, se acercó sigilosa a la figura de traje blanco y dorado que se encontraba frente a ella.
-He dicho que no molesten-
-Oh, me descubriste –rió-
-...-esa vos –lentamente volteó la cabeza, temeroso como pocas veces en su vida, y se quedó estático al verla de nuevo- ...¿Princesa?-
-Ay, ay ay, cuantas veces tengo que decirte que no me llames asi, soy Mariam, M-a-r-i-a-m, Belphegor-
Aquellas palabras estaban retumbando en su cabeza. Como miles de ella, hablando y hablando. Recuerdos como lluvia llegaban a su mente. No podía creerlo. De quince a veinte años, había una diferencia. Si que había cambiado, ahora era toda una mujer, verla con ese vestido tan diferente al ultimo con el que la había visto, no sabia que sentir.
-...shi shi shi –comenzó a reír-
-¿Qué? –rió- ¿Te ríes de mi vejes? –sarcástica-
-Jamás, princesa. Pero estas muy distinta, aunque linda como siempre shi shi shi-
-No cambias nunca eh... solo quería saludarte antes de que termine el baile, ya que no te vi en toda la fiesta-
-Shi shi shi no me importa bailar-
-¿Y si te lo pido yo? –con las manos detrás de su espalda-
-¿Ah? –torció el gesto-
-Ven –rió y lo tomó de la mano- no es tan difícil-
-Oe oe shi shi shi, ¿no estas casada? –tomándola de la cintura-
-¡Tu eres el que siempre se pasa no yo! –algo roja- dios... –rió-
Al compás de la música que jamás sonó, como aquella primera ves, bailaron.
-Shi shi shi, entonces por que haces esto? Estas casada, no tienes nada que ver conmigo..-
-¿De que hablas? Que este casada no significa que no pueda bailar con un buen amigo que me salvó la vida..-sonriendo-
-...¿Amigo?-
-Claro que si!...ne, Bel.. tenia que decirte algo –separándose para iniciar el tema-
-a-a..que princesa?-
-Bueno, yo no me olvido el día en que llegó Tsuna y nos sacó de alli... pero tampoco me olvido que tu estuviste todo ese tiempo, y aunque no te importó mucho las otras personas, te esforzaste y eso para mi si cuenta... y creo que nunca te di las gracias como te las mereces..-risita- no pienses nada raro, solo quería decirte que ..a pesar de lo que eres y lo que fuiste... yo te quiero mucho Bel...-lo miró, el príncipe no movía un músculo- gracias por...Bel?-
-... por que dices esas cosas princesa? –con la cabeza gacha- no tienes por que decir eso..-
-Bel, ¿por que ...¿estas temblando?-
-Sh, que piensas –insinuando indiferencia-
-Tu... estas...-
Realmente temblaba, pero era lo menos importante para Mariam. Creía saber que le estaba pasando al príncipe, pero no estaba del todo convencida de que el... además, había algo que la mantuvo intrigada desde que lo conoció. Se acercó lentamente. Tal como la otra ves, como la primera ves, se quitó la mascara. Pero esta ves, ningún verdugo estaría alli esperando para interrumpirla. Le tocó suavemente la cara y puso sus dedos en el flequillo. Al notar esto, Belphegor se quedó tieso, lo mas que pudo, ya que aun temblaba un poco.
Y lo corrió.
Tenia los ojos cerrados.
-Belphegor, estas...llorando –totalmente sorprendida-
-Déjame... soy un asco...-
-No, eso no es cierto –le acarició la mejilla- no tengas miedo de mostrarte tal cual eres, debes estar orgulloso..-
Tan lento como le resultó posible, descubrió el color de su mirada.
Abrió los ojos.
Jamás vería nada igual.
De un violeta opaco, con destellos amarillos llegando a la negra pupila, y difuminándose en gris llegando al final de iris. Jamás vería algo asi.
No podía dejar de mirarlos, eran como si aquellos ojos necesitaran de alguien que los mirara, alguien que los admirara por tan extraña belleza.
-...Son hermosos, no se de que te avergue-...-el príncipe la abrazó sin previo aviso, como si jamás hubiese abrazado a nadie. Podía sentirlo respirar cortadamente al llorar-
-Nadie...jamás... me dijo eso de mis ojos... nadie quiso verlos nunca... pero mas que eso –la abrazó mas fuerte- jamás nadie fue mi.. amigo.. nadie me quiso nunca-
-Pues sabes? Siempre que te sientas asi –devolviéndole el abrazo- puedes contar conmigo, no importa que pase, para eso están los amigos-
-Gracias princesa... ojala yo..-
-Sh, tranquilo –acariciándole el cabello-
-.-.-
No había nada como quedarse mirando las estrellas después de una fiesta real. Alli, solo el y nadie mas que el para disfrutarlas. Con las manos detrás de la cabeza y su cabello tapándole los ojos, alli estaba nuevamente el príncipe destripador. Igual que siempre, pero con algo mas, que no cambió lo que era, pero que se sumaba.
Mariam se había ido ya, pero había prometido mandarle cartas y...visitar a su amigo Bel siempre que pudiese. Por algún motivo, sabia que si lo haría. De ningún modo pisaría el reino de donde ella viene, solo lo hará el día que decida destripar a Sawada. Pero no por ahora. Entonces el viento jugó con su flequillo, y recordó sus palabras.
Promete que te mostraras con otra gente como realmente eres,
muéstrate tal cual, Bel, hazlo por mi.
-Shi shi shi, lo siento princesa –mirando el cielo- pero me guardare para cada ves que vengas... dijiste que hay que ser uno mismo con las personas que uno ama-
_-^-^-^-_ fin.
GRACIAS! A todos los que leyeron este fic y dejaron sus reviews de aliento. Espero que les aya gustado el final, se que tarde mucho, (problemas con la escuela y en casa) pero valió la pena el esfuerzo. Bien, he dejado todo lo que quería dejarles, y solo daré un dato mas. estos 4 capítulos de la historia, aunque no lo crean, fueron cosas que soñé realmente. Fueron cuatro sueños casi seguidos y decidí compartirlos y plasmarlos en una historia. Obviamente tiene modificaciones, para que quede con una mejor redacción, pero son sueños básicamente. Asi que bueno, espero que lo hayan disfrutado!
Nos vemos en otras historias!
Suerte!
=D