CASTIEL


Castiel suspira. Las llamadas de Dean y Sam lo están cansando bastante, sobre todo porque tiene otros asuntos y no todo gira en torno a los Winchester.

Niega con la cabeza y desaparece.

Cuando reaparece, lo hace en el hotel que Sam le había dicho en el que estaban hacía cerca de una hora. Mira con incrédula calma a Dean, que parece un volcán en erupción, y pasa la vista a Sam, que parece estar viendo al mismísimo Lucifer bailar en pelotas.

Ignora eso.

Con expresión inescrutable, se vuelve hacia Dean, que justamente se abalanza sobre él, encestándole un golpe en la quijada. No siente nada, pero el mayor de los Winchester suelta una maldición y le da la espalda.

—¿Pasa algo? —murmura, con la serenidad natural en él. Sin embargo, sus palabras suenan apuradas. Y es así, tiene trabajo ahí fuera—. ¿Dean?

Éste se vuelve, sacudiendo su mano a un costado, y lo señala con un dedo acusador.

—Maldito hijo de puta.

Castiel alza las cejas. No sabe qué decir, lo único que ve es que Dean está insultándolo. Pasa a mirar a Sam, pero no parece estar entre ellos; tiene un tic en el ojo y mira el piso seriamente.

¿Qué es lo que había pasado desde que fue al Cielo y volvió?

—¿Cómo? —pregunta.

—¡Maldito hijo de puta! —grita Dean, mirándolo con rabia. Cass muestra confusión arrugando tal sólo un poco el entrecejo—. ¡Voy a matarte!

Ahora sí está sorprendido. ¿Qué razón habría para matarlo? Había sido un buen ángel, ¿o no? Lo sacó del Infierno, responde a sus llamadas, los ayuda siempre que puede…

—¿Por qué?

—¡¿Por qué?! —Los rugidos de Dean son innecesarios, pero no parece darse cuenta. Cada vez grita más, y se acerca otro paso.— ¡¿Cómo te atreves a intentar ligar con mi hermano, maldito ángel homosexual?!

Castiel no sabe si alzar las cejas o fruncirlas.

¿De qué habla? ¿Cuándo él, en la historia del universo, había intentado «ligar» con alguien?

Y, en caso extremo e impensable de que intentara «ligar» con alguna persona, ¿qué le hacía pensar a Dean que iba a intentarlo por primera vez con Sam Winchester? No con eso intentaba insultarlo, pero Sam no alcanzaba, ni por asomo, a los últimos puestos de las personas que podrían llegar a llamar su atención.

Asqueado, parpadeó un par de veces.

Dean seguía fusilándolo con la mirada y su hermano menor los observaba con una mueca extraña.

—Sam no es mi tipo.

Su tipo. Sutil forma de decirlo. Pf. Tipo, era exactamente lo que era. Era un tipo. No, gracias.

—¡Claro que no! —gruñe el mayor, de nuevo—. ¡No lo es! ¡Y la próxima vez que te acerques más de la cuenta a mi hermano, voy a arrancarte las…!

—¡Dean! —grita Sam, parándose a su lado, tomándolo del brazo para evitar otro golpe inútil—. Creo que hubo un malentendido.

—Ciertamente —murmura el ángel—. Sam realmente no es mi tipo.

—¿Y cómo te gustan, Cass? —replica Dean con ironía, y sintiendo que, si no golpea algo, explotará—. ¿Eh?

Sam pasa a mirar al hombre de la gabardina, esperando una respuesta. (Acepta que le da curiosidad).

Castiel pasa la vista de un hermano a otro con cierto asombro.

—Pues —empieza—, ah…

Silencio.

Sí, diablos, es excelente para las conversaciones. ¡Más cuando tiene que hablar de… cosas de humanos! Él es un ángel, ¿por qué lo torturan con esto?... ¿Cuáles serán los gustos de su envase?...

Sam y Dean lo siguen observando. Esperan la respuesta.

¿Qué se supone que tiene que responder?

De acuerdo, a lo básico.

—Pues —repite. Dean toma aire profundamente y Castiel se da cuenta de que tiene el tiempo contado—, con vagina, para empezar.

Eso parece ser suficiente: los hermanos Winchester parpadean. Sam todavía toma a Dean del brazo; Dean deja de apretar los puños.

Castiel se siente feliz consigo mismo. Su respuesta pareció sorprender a sus amigos.

—Entonces —comienza Sam, arrugando la nariz. Dean prevé la pregunta—, ¿no eres gay?


Nota de la autora

Si esto no es lo más estúpido que han leído, pues... hola(?).

Disculpen las constantes ediciones, si pudiera escribirlo perfectamente de una vez, en verdad estaría muy feliz y no jodería tanto la vida a las personas. Creo.

Muchas gracias por leer. C:

Mor.