D. Los personajes son de Meyer. La historia es desarrollada por moi.

Mejor tarde que nunca... ¡Feliz San Valentín! Si tienen novio, espero que se la hayan pasado en grande, y si no –como yo T.T- pues que también haya sido un día hermoso.


Los altavoces resonaron por todo el colegio. La voz del director —claramente cansada y ridiculizada— hablaba con los dientes apretados. ¿Qué estudiantes habían hecho esto? La respuesta era fácil. Algunos de los jóvenes que pasaban por los pasillos sonrieron, vitorearon y levantaron los puños. Otros abucheaban, arrojaban objetos y fruncían ceños. Era claro que lo que la mayoría quería. Que la propuesta se llevara a cabo.

Era algo bastante simple. El 14 de Febrero estaba a dos semanas y no muchas personas tenían compañero para la fecha. Algunos estaban felices por eso, pero a la mayoría les disgustaban. Las estudiantes más revoltosas tuvieron la extraordinaria idea de poner nombres dentro de una urna, y sortearlos.

Durante una semana se cartearían usando seudónimos previamente escogidos y las cartas iban a parar a un buzón. Solo los profesores sabrían quienes eran en realidad y ellos entregarían las cartas. La idea era no decir ni una sola vez nada personal de tipo dirección, teléfono, e-mail y mucho menos nombres. Al final pasarían todo un día con el compañero que el azar —o como llamaban otros, el destino— decidiera.

Isabella Swan caminaba cerca del pasillo de física con el ceño fruncido. No metería su nombre en la urna, claro, pero a ciertas personas les disgustaría y eso nunca era algo bueno. No hablaba con nadie como casi todos los días, pero ahora era diferente porque también tenía que ocultarse de las únicas personas importantes en su vida.

Sus pies se movían a una velocidad de vértigo, demasiado peligroso para ella o para cualquiera que pasara cerca, pero por ahora no le importaba del todo.

Estaba cerca, a unos pasos solamente de huir por completo cuando un agudo y jubiloso grito resonó en las paredes.

— ¡Isabella! —unas finas zapatillas se acercaron zapateando contra el asfalto.

—No me llames así —susurro con las comisuras de los labios bajas porque todos las estaban mirando.

— ¿Escuchaste? ¿Escuchaste? ¿Escuchaste? —su mejor amiga tiro de su chamarra negra hacia abajo en un estado de completa excitación.

—Si escuche, pero no vas a obligarme a nada, ¿escuchaste?

—De hecho, —la voz de su otra mejor amiga le hablaba casi al oído — ya lo hicimos. Sabíamos que no te inscribirías, así que lo hicimos por ti. Tu seudónimo es Lamb —agrego con sus labios rozando su oreja.

— ¡¿Qué? —soltó horrorizada —. No pueden hacer eso, no pueden obligarme, no esta vez.

—De hecho, como organizadoras sí que podemos. Esto será bueno para ti —los ojos de la rubia lucían amables. Bella creía que casi podía ver los pequeños cuernos brotando entre sus cabellos.

— ¡¿Bueno? Esto no será bueno para mí, odio esto. Puedo pasar San Valentín en casa como todos los días, no va a cambiar nada. Es un día perfectamente normal, no comprendo que es lo que hace que todos se pongan así. No saldré con un desconocido por nada del mundo, no me importa que me digan ¿de acuerdo?

—Bella, Bella, Bella —Alice meneaba su cabeza, provocando que su puntiagudo cabello saltara enmarcando su rostro —. No será un desconocido, tú conoces a todos los chicos de este colegio. Además, si es algo verdaderamente malo te cambiaremos de pareja. No te preocupes por nada —palmeo su hombro y beso su mejilla.

Rose la abrazo por los hombros, y ambas observaban el andar de su amiga. Antes de llegar al recodo del estacionamiento volvió la cabeza.

—Además puede que te toque con mi hermano —le guiño el ojo y corrió hacia su Porsche.

Bella se quedo helada.

Edward Cullen y ella se conocían de toda la vida. Bella había visto todas las etapas por las que él había pasado. Su etapa Rockera, su etapa Darketa —la más divertida, porque usaba botas con plataforma y extensiones—, su etapa Drogadicta, su etapa Skate y finalmente la etapa de chico fresa. Ella lo conocía mejor que a nadie, y él a ella también.

Antes de la preparatoria solían ser mejores amigos. Él aceptaba que ella no fuera exactamente una chica adicta a la moda y al color rosa, y de hecho decía que le gustaba. Ella siempre soporto sus berrinches con una sonrisa en el rostro.

Sin embargo, las cosas fueron diferentes cuando ingresaron al colegio.

Edward era guapo, y no tardo demasiado en ascender escalones con los estudiantes hasta convertirse en el cliché más épico y admirado por todos. El capitán del equipo de futbol que llevaba siempre del brazo a su novia, la capitana de las porristas. El no había cambiado demasiado, sin embargo. Dentro de la escuela, saludaba a Bella levantando las cejas o con un movimiento de la mano. En su casa la abrazaba, jugaban videojuegos, y ambos seguían siendo los chicos de secundaria que se juntaban para tocar guitarra o para patinar.

No era que le disgustara la idea de poder ser su pareja, el asunto era que la chica invisible no podía salir con el capitán del equipo. Era contra las reglas. Sin embargo, a pesar de que eran casi 300 hombres en el pequeño campus, y de que era casi imposible que le tocara con él, ella no pudo evitar soñar despierta.

Una cena, una película, un regalo, un beso…

Porque vamos, todas estamos enamoradas del chico más popular de la escuela.

—No puedo creer que esté haciendo esto —murmuro para sí mientras seguía a los estudiantes hacia el tablero de anuncios donde ponían con quien debía cartearse cada uno.

Alice y Rosalie ya estaban ahí y se acercaron a ella a saltos. Los ojos de ambas brillaban y sus sonrisas eran inmensas.

— ¡Ve a mirar quien es! —soltaron al unisonó. Bella rodo los ojos y se abrió paso a empujones. Busco la L con ansiedad y vergüenza. ¿Por qué demonios habían usado Lamb?

Ahí estaba. Lamb – Lion.

¿Lion? Y ella que creía que su seudónimo era algo ridículo.

Alice y Rosalie la estaban esperando recargadas en los casilleros con ojos picaros y brillantes.

— ¿Qué paso? —Alice se adelanto de un salto. Rosalie la siguió sonriendo.

—Me toco con un tal Lion.

Alice soltó una estruendosa carcajada y Rosalie cello los labios para no hacer lo mismo.

— ¿Lion de verdad? ¡Pero qué ridículo!

—Ya lo sé —sonrió —. Bueno ¿y ustedes qué tal?

— ¡A mí me toco con Jasper! —soltó Alice.

—No puedes saberlo —Bella rodo los ojos.

—Claro que sí. Yo grite me toco con Morrison, y Jasper volteo a verme y sonrió. Luego de eso llegue con Rose y lo mire. El estaba a punto de mirar el tablón, pero ya lo no lo hizo, ¿quieres saber por qué? ¡Pues porque yo ya se lo había dicho! Es él estoy muy muy segura. Ya lo verán. Además estoy empezando a planear nuestra cita, será algo épico. Iremos a Seattle o algo parecido, y pasaremos el día en la playa, luego iremos a un restaurante carísimo que…

Y siguió parloteando 10 minutos hasta su casa. Cuando Rosalie aparco, ella salto fuera y corrió para decirle a su mamá que saldría con Jasper.

—Al final no me dijiste el seudónimo de tu pareja —comento Bella mientras caminaban por el camino empedrado hacia la mansión Cullen.

Su amiga rodo los ojos y le paso el papel donde lo había anotado.

Peacock – Big Bear.

— ¿Big Bear? No lo sé, la verdad no me suena. Peacock es bastante tu estilo, sin embargo —sonrió y ella le guiño un ojo al mismo tiempo que entraban a la fresca y hermosa casa de Alice.

— ¡Estamos aquí! —grito ella desde la cocina. Se encaminamos ahí tras cerrar la puerta. Alice estaba sentada en la mesa y Esme batía algo en un platón.

— ¡Hola chicas! —les dio un beso en la mejilla —. Sus hermanos están arriba.

El hermano de Bella, Emmett y el hermano de Rosalie, Jasper, eran muy buenos amigos de Edward.

La tarde fue increíblemente agradable. El miércoles, todos se reunían a mirar películas todo el día. Los chicos bajaron a las 5 en punto haciendo chocar sus pies escandalosamente contra las escaleras.

—Hola enanas —grito Emmett alborotando sus cabellos. Jasper beso las mejillas de las tres, y Edward solo beso la frente de Bella. Como Alice escogía hoy, tuvieron que ver A walk to remember otra vez.

Los chicos salvo Jasper se quedaron dormidos a la mitad. Bella miraba distraída por la ventana y Rosalie se pintaba las uñas. Alice lloraba a lágrima viva.

— ¿Termino ya? —Emmett se levanto y camino a la cocina cuando comenzaron los créditos finales. Edward seguía dormido con su cabeza en el respaldo del sofá. Bella creía que lucía hermoso.

—Bésalo ya bella durmiente —insinuó Alice al ver a su amiga observando así hermano.

Esta se ruborizo, rodo los ojos y desvió la vista.

Poco tiempo después Esme los llamo a comer y todos accedieron gustosos. La comida de la mamá de los Cullen era la mejor.

Se fuimos después de estar ahí un par de horas, Bella no tenía auto porque su camioneta había sufrido un accidente, y su casa estaba demasiado lejos para irse patinando, así que Rosalie se ofreció a llevarla.

— ¿Qué pasa Bella? Has estado distraída —susurro.

—Nada, estoy bien —contesto con la mirada perdida en el cielo. Edward lucia diferente hoy. Sería su cabello, o la ropa que llevaba pero jamás lo había visto más guapo.

Bella no estaba enamorada de él, pero Edward Cullen había sido su amor platónico durante años. Cada San Valentín se sentaba en el sofá de su habitación y miraba hacia la ventana tratando de imaginar que estaría haciendo él… y si pensaría en ella. Ella sabía que no era así, pero era fabuloso imaginarlo.

—De acuerdo —Rosalie aparco frente a la casa de los Swan y le dirigió una sonrisa a su amiga —. Llegamos.

—Muchas gracias Rose —se despidieron con un beso en la mejilla y Bella se encamino hacia su casa.

El auto de su madre estaba aparcado en la acera, así que seguramente saldría pronto. La patrulla de su padre no estaba ahí. Ella suspiro y abrió la puerta de su casa.

Todo estaba en orden como siempre, pero el abrigo de Reneé colgaba sobre el perchero con aire algo ausente. Unas llaves estaban en el suelo y un par de zapatillas altas descansaban en el suelo junto a la pared.

— ¿Madre? —grito para hacerse oír.

— ¡Arriba cariño! —subió las escaleras con lentitud, como si los músculos le pesaran y lo que encontró fue exactamente lo que esperaba.

— ¿Te vas ya?

—Si cielo, me llamaron de Seattle y necesitan una decoración para dentro de una semana. El lugar es bastante grande y no tengo muy buen presupuesto, pero supongo que saldrá.

Reneé Swan estaba sentada frente al tocador terminando de retocar su fino maquillaje, con un traje color miel, descalza y con el cabello ligeramente despeinado, pero al gusto de Bella, siempre perfecto.

Su madre era decoradora. Una muy famosa por desgracia, así que viajar era algo normal para ella. Sin embargo, el que su hija o su esposo la acompañaran no era algo necesario. Nunca lo había sido.

— ¿Hablaste con mi padre? —se dejo caer en su cama y se recargo en las almohadas.

—Sí, hablamos por teléfono hace una hora. No está muy feliz, pero cree que sobrevivirán —se levanto y tomo una maleta del suelo —. Yo también lo creo, por supuesto —beso la frente de su hija y le acaricio una mejilla con sus uñas perfectamente decoradas.

Salió de la habitación con Bella pisándole los talones.

— ¿Cuándo volverás?

—En una semana. Tal vez una y media, hay algunos lugares que me gustaría visitar antes de volver, dicen que hay un museo hermoso, y además el hotel en el que voy a hospedarme es casi perfecto. Te enviare fotos desde mi celular…

— ¿Mamá? —había ocasiones en las que ella se sentía tremendamente infantil. Ocasiones en las que comía helado debajo de la mesa, en las que sonreía mientras miraba caricaturas o cuando saltaba sobre la cama con sus amigas, pero en los momentos en los que su madre se iba era siempre diferente. No era la clase de infantilismos que hacen que te eches a reír por algún chiste tonto, era la clase de infantilismos que te hacen llorar porque tu madre nunca esta a tu lado.

Bella nunca decía una sola palabra cuando esto sucedía, pero justo ahora se sentía más desdichada que en las otras ocasiones. Cuando llegaron a la casa de Alice, esta le conto a su madre lo que ella y Rosalie habían hecho para San Valentín. Le conto quien creía que era su pareja y como se sentía, y la forma en la que Esme la miro… bueno, fue la primera vez que Bella sentía envidia de su mejor amiga. Reneé ni siquiera le había preguntado como había estado el colegio.

— ¿Si cielo? —su madre se volteo antes de tomar las llaves del auto.

— ¿No puedo ir contigo? —su voz era aguda, repleta de inseguridad y de esperanza al mismo tiempo.

Su madre dejo la maleta en el suelo y sin perder la sonrisa de su rostro se acerco a su hija y le dio un pequeño apretón en la cintura a forma de abrazo.

—No mi vida, tienes colegio. Pero no te preocupes, llamare siempre que pueda.

Ambas caminaron hacia el porche. Reneé con una sonrisa en el rostro, y Bella con los ojos repletos de lágrimas que trataba de esconder.

—Deséame suerte —beso por última vez su mejilla y se encamino a su auto. Después de dejar la maleta en la cajuela se volteo y grito un solo —: Au revoir.

Y la dejo en el porche sola, como habia hecho tantas veces durante toda su vida.

La silla de su escritorio era rígida igual que siempre, pero a causa de haber estado recargada tanto tiempo en la pared llorando, ahora la sentía incluso peor.

La primera carta tendría que enviarse mañana, martes, y ella no tenía ni idea de que podía escribirle al tal Lion.

Miro la hoja de reglas una vez más.

*Nada de nombres, apellidos o apodos –ni del escritor ni de sus familiares o amigos.

*No pueden incluirse direcciones, teléfonos o e-mails.

*La carta debe incluir información de tipo, gustos, aficiones, anécdotas pasadas o sobre sus respectivas familias (tomando muy en cuenta el punto número uno).

*Todas las cartas son revisadas antes de llegar a manos del propietario, pero su contenido queda anonimato.

*No puede revelarse a otros compañeros el apodo de su pareja por ningún motivo.

No era muy complicado, pero tendría que pensar muy bien lo que pondría. Suspiro y se inclino sobre el papel.

Querido Lion:

No sé cómo empezar la verdad. En toda mi vida, jamás habia hecho algo como esto (espero que eso no sea algo que no pueda revelar). En la hoja de reglas dice que debemos hablar sobre gustos, aficiones, anécdotas o sobre nuestras familias.

Pues bien. Me gusta leer (pero juro que no soy ñoña ni nada por el estilo). También me gusta el helado y la comida chatarra. Pero como no creo que eso sea interesante así me explicare un poco mejor.

Me gusta el viento. Amo sentir el viento en mi rostro y escuchar su susurro. Me gusta tumbarme en el pasto, cerrar los ojos y que el sol me acaricie la piel. Ya sé que aquí, en Forks no hay mucho sol, pero cada vez que se digna a salir me tumbo en el jardín –toma en cuenta que la mayoría de las personas tienen jardín, así que no es un dato muy privado.

No tengo aficiones. Soy mala deportista y bastante floja. Cuando era niña, mi madre me obligo a tomar clases de ballet, pero lo deje cuando tire a otra niña del escenario y de descalabro. Me gusta tocar guitarra y patinar un poco, pero no soy buena en ello. Amo la música, principalmente el rock de antaño, pero soy flexible.

No tengo ninguna anécdota digna de contar.

Ya lo sé, soy muy aburrida, pero ¿Qué le vamos a hacer? Fue el maldito azar que te ligo a la chica más aburrida y gris de todo Forks.

También dice que hablemos sobré nuestras familias, pero justo ahora no es un tema muy bueno para mí. Veras, mi madre no es la clásica mamá amorosa que hace galletas y canta nanas cuando estas asustado. Mi padre es una persona muy buena, lo quiero muchisimo pero no puedo hablar con él sobre ciertas cosas, supongo que me entiendes.

Tengo amigas y todo eso, pero no es igual. Resumiendo.

No me gusta hablar sobre mí, supongo que incluso a mi misma me aburro, pero así naci ¿Qué podemos hacer, no? De todas formas tengo tarea, y aunque es algo terriblemente tedioso tengo que hacerla de modo que te liberare ahora.

Ten una vida buena Lion. Sonríe y déjate llevar.

L.


~Hello people (:

Bueno es una nueva historia. Naah no es historia es minific. No le doy más de tres caps y este es el primero, so… :D

Bueno lo empecé el 13 de febrero, pero créanme -¡créanme!- 4 semestre de prepa es demasiado complicado & mas si tienes profesores que amenazan con mandarte a un extraordinario si no haces un fuckin mapa mental.

Resumiendo.

Tengo otro fic que he dejado colgado, espero que –si alguna de ustedes lo lee- no se moleste. De verdad no he tenido oportunidad de escribir nada. Me dejan como un millón de tareas T.T

De todas formas, me desvié del tema.

¿Quién creen que será Lion? Bueno, creo que todas lo sabemos, y eso de Lion-Lamb es… :D Amo los clichés. Además Meyer quería que fueran León y Oveja, pues son León y Oveja.

Un Review me haría muy muy feliz :B

iLoveYou People! (:

~f.