Capitulo 26: Sigue aferrándote

Tú no estarás sólo

Estamos juntos

Estaré a tu lado...

Era una mañana fresca , de esas en donde sientes que la delgada tela de la playera de tu uniforme escolar no será suficiente para protegerte del frío, pero el primer paso es apartar aquellas calientitas mantas que te cubren y aíslan de el mundo a tu alrededor.

Con un gran esfuerzo, cierto chico castaño intentó levantarse de la cama, pero al no obtener resultados, se le hizo más fácil rodar por el colchón, hasta azotarse de cara contra el piso. Con el buen golpe que se dio, bastó para levantarse y revisar que no se hubiera dañado demasiado la nariz.

Se bañó y se arregló, agregando a su uniforme, un grueso suéter color negro, se despidió de su madre y se dirigió a la escuela.

Tú sabes que te cogeré de la mano

Cuando se sienta como el final

Para matar el tiempo nosotros normalmente dibujamos, nos mandamos recaditos, escribimos tonterías, nos reímos a escondidas y nos burlamos de la profesora, todo con tal de que no muramos de aburrimiento y el tiempo pase volando, pero ese no era uno de aquellos días, en especial para dos chicos del aula 14-G, sentían como cada segundo pasaba lentamente, como si tuvieran un reloj de arena en la mano y vieran los granos caer y caer. Pero ya después de la interminable e insufrible jornada, sonó la campana salvadora y Dan y Shun salieron al receso.

La mesa en donde los cuatro, incluyendo a Runo y Alice, se sentaban podía conocerse como la más popular de la escuela, claro que aquí no se daban esos títulos, pero se distinguía a simple vista. Podía notarse la gran cantidad de chicos reunidos en ese sólo punto del patio, incluso los profesores solían pasar a advertirles que tiraran la basura en el bote, ya que, sabían que era el grupito que más comía del colegio, y como las mesitas estaban al aire libre, este asunto era aún más difícil. Sin embargo ese día no era el mismo despapaye de siempre, todas las tonterías, las bromas, las loqueras que simple y sencillamente no podías entender si no te habías enterado del último chisme o trabada de lengua de tu mejor amig, ese día no existían. Las charlas eran cortas y sólo había una que otra pregunta ocasional.

- Todo es muy tranquilo aquí sin las chicas ¿cierto? – Dijo Abby con su típico tono de voz infantil e inocente, pero ahora con un poco de melancolía en su voz. Abby era la amiga dulce, extrovertida y un poquito loca de las chicas y siempre que les pasaba algo malo, ella sabía como sacarles una sonrisa. Era más amiga de Runo y Alice pero se llevaba bien con Julie y le agradaba a Mira.

- Sí eso parece – Respondió Shun

- Me pregunto que estarán haciendo en este preciso momento – Dijo Ivy tratando de sonar inexpresiva. Ivy era la típica chica que a primera vista, piensas que te intimidara o que podría ser demasiado fría, pero con sólo conocerla un poquito más te das cuenta de lo confiable y emocional que la mayoría del tiempo suele ser – Estoy muy preocupada por ellas –

- Tranquilas – Dijo Dan tan despreocupado como siempre – Son las chicas de las que estamos hablando, les aseguro que en este momento están perfectamente bien y disfrutando de lo lindo la vida allá

- Bueno, eso lo puedes apostar – Dijo Abby – Pero el hecho de no poder hablar con ninguna por Facebook, msn o siquiera por teléfono, es preocupante

- Sí, pero si nos preocupamos por ellas significa en que no confiamos en lo que hagan - Intervino Shun – Debemos depositarles toda nuestra confianza y tener fe en que estarán bien

- De todas maneras – Dijo Ivy - ¿Como es posible que ustedes estén tan tranquilos? Yo casi no puedo pensar en otra cosa

- Supongo que es porque tuvimos más tiempo de despedirnos de ellas – Respondió Dan

Abby bajó la cabeza – Me hubiera gustado estar ahí en ese momento y verlas cuando se fueran

Ivy la estrechó con fuerza – Abby...

No hay lugar a donde ir

Tú sabes que no me rendiré

No, no me rendiré

Después de las dos últimas horas que quedan al entrar del recreo, todos los chicos y chicas de la escuela poco a poco fueron saliendo del edificio, tan apurados, hasta el punto de dejarlo desierto en unos segundos. También Dan y Shun salieron sólo que sin ninguna prisa

- Dan ¿A donde vas? – Le preguntó Shun viéndolo empezar a caminar – Vamos a encontrarnos con Jake en Bayview en 1 minutos ¿recuerdas?

Dan se giró - ¡Cierto! Je je se me había olvidado

Shun volteó los ojos – Bueno entonces vámonos

- Mmm No te alcanzó al rato – Respondió él acomodándose la mochila – De todas maneras aún no termina su entrenamiento de fútbol

- Y se puede saber para donde vas –

- A casa de Runo, dejé mi celular allí el otro día y se me había olvidado pedírselo

- Ya veo – Dijo Shun cruzando los brazos – Lo que me gustaría saber es ¿que estabas haciendo en casa de Runo?

- No te importa – Respondió Dan a la manera sobreprotectora de Shun hacia Runo. Es cierto que él a veces la trataba como a su hermana pequeña, pero no era para irse a los extremos.

Shun se rió – Como sea apúrate, que tu siempre llegas tarde –

- Lo que digas mamá -

- Y cuidado al cruzar la calle –

- ¡Ay ya cállate!

Sigue aferrándote

Porque tú sabes que los superaremos

Lo superaremos

Sólo mantente fuerte

Dan caminaba por la calle pateando las piedritas que había en el camino y las manos metidas en los bolsillos, y a pesar del peso de la mochila, solía llevarla siempre en un sólo hombro. Drago lo observaba desde su bolsillo, tan callado y pensativo como había estado hace unos días Dan, esa clase de actitud era algo bastante anormal en el chico y nadie mejor que Drago lo sabía, por lo que, procuraba mantenerse sin decir mucho hasta averiguar a que se debía su comportamiento. Él caminaba por la calle que era paralela al parque y se acercaba a la esquina.

Sin percatarse de esto una niña salió corriendo, sin fijarse por donde iba y chocó contra él, cayendo con fuerza al piso "Perdona ¿estás bien?"

Al agacharse para ayudar a levantarse a la niña, se dio cuenta de que traía puesto el vestido color rosa que Runo llevaba cuando se vieron por primera vez a los siete años - ¿Dan?

- ¡Yuki! - Dijo Drago soltando aquel nombre de golpe

- ¿Qué estás haciendo aquí sola? – Pregunto apresuradamente Dan – Ay no me digas ¿Te perdiste otra vez? ¿Yuki cuantas veces tenemos que decirte que...?

- No Dan, no me perdí – Respondió la niña con dulzura

- Ah... – Dijo calmándose – Entonces...

- Amira pasó a recogerme a la primaria, pero se me olvidó mi libro de texto y me regresé corriendo por él

- ¿Ya empezaste en la primaria? –

- Si estoy en TÚ primaria –

- ¿Vives cerca? - Preguntó Drago

- Sí, a unas cuatro calles – Dijo sonriéndoles – Vivimos yo y Amira en un pequeño departamento, que los padres de Runo nos ayudaron a encontrar. Ella trabaja en el día y estudia en la noche, sólo toma un descanso para recogerme de la escuela

- ¿Pero entonces quien te cuida? –

- Una vecina, soy amiga de su hija, y juego con ella cuando no hago la tarea –

Dan se quedó sin palabras. Le parecía algo sorprendente el que Amira trabajara todo el día y luego aún tenía que soportar estudiar durante la noche. No entendía que era lo que la motivaba a levantarse durante las mañanas, sabiendo toda la carga que tenía que llevar a cuestas, y como no había nadie más, debía de ser ella quien se encargaba del cuidado del hogar. Pero luego lo penó, y la respuesta era bastante obvia, era la misma razón por la cual ella no se había rendido durante todo el tiempo que estuvo sin ver a Yuki. Cuidarla y quererla, más que a una hermana como a su propia hija. Pero aún así le era difícil de entender, él prácticamente seguía siendo un niño, al que sus padres mantenían y que todavía tenía tiempo para salir con sus amigos y retar a alguien a una batalla siempre que quisiera. Él tenía entendido que Amira también era una peleadora y había tenido tantos amigos como él, pero había tenido que renunciado a ser una niña y tomar el papel de adulta por su hermana.

- Dan ¿Y donde están los demás? – Pregunto Yuki de repente – Hace más de un mes que Amy me puso el videochat con Runo y Mira, pero ya no hablé con ellas

- Yuki... – Empezó a decir Dan – Ellas... se fueron.

- ¿Que? ¿A donde?

- Sólo digamos que muy lejos de aquí –

- Pero ¿Porque? – Preguntó la pelirosa sin poder entender la situación - ¿Porque no me dijeron nada?

- Bueno... A ninguna les gustan las despedidas – Respondió Dan

- Supongo que creyeron que sería duro para ti – Dijo Drago

-Pero... ¿Porque fueron tan malas? ¡Yo querías verlas aunque fuera una vez más!

- Y lo harás. Sólo tienes que esperar –

- ¿Cuanto? – Dan bajó la cabeza - ¿Es por todo lo que está pasando con sus poderes, verdad?

Dan la miró con extrañeza - ¿Como lo sabes?

- Ellas no hablaban frente a mí de eso, pero yo lo suponía -

- Eres demasiado lista para estar en segundo de primaria – Dijo Dan – Te prometo que las veremos pronto, mientras, esperemos juntos

- ¿Porque no fueron ustedes? –

- No pudimos –

- Yo hubiera podido ir, les hubiera podido ayudar

- Tal vez por eso no te dijeron – Dijo Drago – Sabían que querrías ayudar y no quisieron ponerte en riesgo, aún teniendo tus poderes

- Lo sé – Dando un suspiro

- ¿Te acompaño por tú libro? – Dijo Dan cambiando de tema

- No, mejor regreso a casa, mañana preguntaré

- Voy contigo – La tomó de la mano y empezaron a caminar

Porque tú sabes que estoy aquí para ti

No hay nada que puedas decir

No hay nada que puedas hacer

En otro lugar... (Dos días antes)

- Esto es...

- Increíble –

Las chicas habían logrado traspasar el portal con completo éxito, llegando justamente al punto donde terminaba el bosque e iniciaba el pueblo.

La dimensión en donde se encontraba Sarfia, estaba tan alejada de la vía láctea, que en el transcurso de cruzar el portal pasaban dos días, alterando las condiciones de espacio y tiempo considerablemente, y nadie más que los bakugan lograba percibir las horas que pasaban, por lo que ellos se quedaron dormidos profundamente.

En el paisaje, se vieron incontables puestos con su vendimia lista para la gran cantidad de clientes que ese día estaban en la calle. Criaturas extrañas volaban por los aires y había visto otras cuantas escondiéndose entre la maleza. Lo más raro, es que gran mayoría de esos animales, les parecían muy familiares, pero al mismo tiempo, sabían que nunca en su vida las habían visto, al menos en la realidad. La verdad, era que esas bestias eran bastante similares, a las que aparecían en los antiguos relatos de mitología, podría decirse que eran casi, criaturas mágicas: leviatanes, pegasos, grifos, basiliscos, hidras, fénix, krakens. Si no te fijabas bien podrías decir ¡que eran iguales! pero también eran claras las diferencias, y esas eran sólo algunas de las criaturas con las que tendrían que lidiar o al menos verlas a distancia.

La gente se veía ir y venir de un lado a otro, cargando canastas, llevando carretas con mercancía o simplemente observando desde las ventanas y saludando a la gente que pasaba. Todo era bastante pintoresco, pero de alguna forma lograba emitir una luz de familiaridad y un aire hogareño que en realidad hacia sentir cómodas a las chicas en ese lugar tan diferente, quizás, el recuerdo de alguna vez haber soñado con ser princesas en un reino encantado, había regresado con mucha más fuerza que nunca.

- Bienvenidas a Sarfia chicas – Les dijo Tray con una sonrisa – Síganme, tendremos que caminar para poder llegar

Las chicas no respondían, mientras seguían asimilando la situación.

- Hey chicas ¿Tan siquiera están oyendo?

- ¿Que?- Dijo Runo "despertando" – Ah... perdona, esque bueno... El lugar es impresionante

- Yo dije lo mismo cuando fui por primera vez a tu mundo – Respondió él

- No, pero enserio – Intervino Alice – Es muy bonito

- Gracias, pero no conocerán más si se quedan ahí paradas –

- ¡Entonces vamos! – Dijo Julie jalando a Tray para que caminara más rápido – Pero ¿A donde vamos?

Las demás se golpearon en la frente, limitándose a hacer cualquier comentario ya que ellas tampoco lo sabían.

- Sí, ¿en donde nos quedaremos? – Preguntó Mira

- En el palacio, aunque queda un poco lejos –

- No importa – Dijo Runo – No nos matará caminar unos kilómetros

- ¡Si, además yo sólo quiero llegar al castillo rápido! ¡Estoy impaciente! – Dijo Julie brincando

- Entonces síganme – Dijo tomándole la mano a Julie para que no se distrajera y perdiera, aunque el caminaba adelante de las demás. Para poder llegar a la vereda que conducía hasta el castillo tenían que caminar entre la gente del mercado.

- Oigan – Les dijo Runo a Mira y Alice en voz baja caminando detrás de los otros dos - ¿Tienen idea de como vamos a pasar entre esta multitud?

- No, ni idea – Contestó Mira – Pero no tenemos de otra...

Se detuvo en seco al ver como al acercarse al montón de gente ellos se hacían a un lado, dejando un amplio camino por donde pasar.

- O quizás sí – Dijo Alice. Caminaban entre las personas, sin poder evitar ver hacia los lados, sintiendo las miradas sobre los cinco y escuchando cantidad de murmullos, pero en mayoría gobernaba el silencio. El aire hogareño desapareció y en cambio comenzaron a sentirse incómodas. Julie se puso un poquito nerviosa, y cambio su actitud de siempre por una mucho más tímida, por lo que, para intentar calmarse, se aferró más fuerte al brazo del chico, quien no parecía desviar la mirada del frente, ni perder la compostura, ante ninguna circunstancia. Incluso las demás habían apresurado el paso para caminar a su lado. Pero se calmaron un poquito cuando vieron como toda la gente se inclinaba ante su príncipe. Ese sentimiento que le tenían, no era sumisión, sino respeto, y eso las hizo sentir más tranquilas.

- Tray siempre que vienes al pueblo ¿Todos se comportan así? – Preguntó Mira cuando salieron de esa área y había menos personas

- Sí – Respondió él – A veces es algo fastidioso, pero me alegra que todo permanezca así

- Te tienen mucho respeto – Comentó Alice – Debes de ser muy bueno

Tray sonrió – Eso espero –

- ¡Se ve el castillo desde aquí! – Dijo Julie apuntando a lo lejos

- ¡Si, es cierto! – Dijo Runo riendo mientras subía a la espalda de Julie

No hay otro camino cuando la verdad aparece

Sólo aferráte

Porque tú sabes que lo superaremos

Lo superaremos

En la Tierra (Bayview)

- ¡Chicos! – Decía Dan acercándose a las gradas, donde estaban Jake y Shun hablando - Lamento la tardanza -

- ¿Que te dije de llegar tarde? – Se burló Shun

- ¿Que te dije de callarte? – Amenazó Dan

Jake se rió. Le encantaba verlos discutir – Pero ya enserio hermano ¿Porque te tardaste tanto? – Preguntó

- Me topé con una amiga en el camino -

- ¿Tan pronto? Apenas se fue Runo ¿y tú ya la estás engañando?

- Tiene siete años Shun ¬¬ -

- ¿Yuki? –

- Sip –

- Más te vale – Dijo Shun provocándole a Dan un escalofrío

- ¿Hace cuanto que se fueron? – Preguntó Jake

- Dos días – Respondió Shun – Se ha pasado el tiempo bastante despacio

- Sí, yo también lo siento así – Dijo Dan – Es muy extraño no tener a Runo gritándome por cualquier cosa –

- O no tener a Alice haciendo que lo piense dos veces antes de matarte –

- ¿Las extrañan mucho? –

- Algo – Respondió Shun sin pensarlo antes

- ¿Y tú Dan el galán? –

- ¿Que? Eeh... yo... – No respondió y giró la mirada. ¿Que les iba a decir? ¿Que se moría ahora que no las tenía a su lado? Esa era la verdad, pero ni siquiera con Drago lo hablaba. Las veces que habían pasado él, La había dejado a salvo en su hogar, sin temor a que le pasara nada malo, pero ahora era Ella quien corría el riesgo. Talvez la mayoría del tiempo, una chica ocupaba su mente, pero estaba preocupado por las cuatro de la misma forma.

- Bueno, mejor vámonos – Dijo Shun viendo a su amigo – Tenemos todo el día

- Sí y por cierto ¿A donde iremos? – Preguntó Dan

- Vamos al centro comercial y comemos en la plaza – Dijo Jake

- ¡Ya dijiste! ¡Vamos! –

Tan lejano, desearía que estuvieras aquí

Antes fue muy tarde

Esto podría desaparecer...

¡En Sarfia! Llegando al castillo

- ¡Oh...!

- Mi...

- Dios –

Dos guardias, que se plantaban siempre en la entrada al palacio, les abrieron las puertas con una educación bastante notable y dejaron ver la belleza de aquel lugar, que Tray solí llamar hogar. Si la casa de Marucho les pareció impresionante, aquel lugar, lo era incluso más que ésta y el castillo de Klaus juntos. Las paredes eran blancas y brillaban extrañamente con la luz del Sol; telas finas de colores variados cubrían las ventanas, las cuales, para poder verlas hasta su límite, tenías que levantar la cabeza, pero la habitación no perdía su iluminación natural, ya que, los rayos del día lograban traspasar las cortinas traslucidas. El techo de la habitación tenía una altura impresionante y todo el cuarto era bastante amplio. En el techo había una pintura de lo que parecía ser el cielo diurno en el planeta, nada parecido al de la Tierra, por estar en tonos entre verde amarillo, y ocupaba toda el área de éste. En cambio el piso parecía ser de marfil y muebles que se veían bastante antiguos, pero muy cuidados por el personal, éstos estaban en las esquinas, dejando a una alfombra de terciopelo recorrer el piso derecho hasta el fin del cuarto, teniendo que pasar por el arco donde dos gigantescas escaleras subían hasta la segunda planta. Al pasar por debajo de éstas, te encontrabas en la habitación donde estaba el trono del rey y en donde los súbditos hacían peticiones a su majestad.

- Siento mariposas en el estómago – Dijo Alice mientras se acercaban a la habitación del trono

- Ustedes tranquilas – La calmó Tray – Mi padre suele ser muy amable con toda la gente, sólo conmigo es con quien se pone severo de vez en cuando

- Aún así – Dijo Mira – Es imposible pretender estar tranquila

- Es tarde para retroceder... – Dijo Tray en un susurro arrodillándose frente al rey, y las chicas, sin la necesidad de verlo, imitaron el gesto por la propia costumbre.

No tuvo la necesidad de ensayarse por un segundo lo que iba a decir, ya que las palabras fluyeron suavemente de su boca con una normalidad admirable para las chicas, pero, se suponían debía de ser la confianza hacia un miembro de su familia – He vuelto a casa padre, tal y como prometí

- Así lo veo hijo – Dijo por fin el rey Lyon. Las chicas tenían la vista baja, por estar arrodilladas, pero de reojo pudieron observar la apariencia de su majestad. Era un hombre robusto y alto con el cabello entre negro y grisáceo, con una barba, ni bastante larga, ni bastante corta. Tenía una apariencia que mostraba una actitud de amabilidad y sabiduría, pero también se percibía que no era alguien que se dejara intimidar.

Runo alcanzó a notar que, en color, sus ojos eran iguales a los de Seilant, su tono esmeralda que resplandecía a una gran distancia y que al hablarle de frente eran imposibles de no admirar. Fue un pensamiento relámpago cuando pasó por su cabeza, el saber ahora de done Seilant los había sacado.

- Me alegra que no me decepcionaras -

Tray levantó la vista.

- Sin embargo aún tienes que demostrarme el éxito de tu misión – Dijo viendo al chico ponerse de pie

- Y lo haré – Dijo volviéndose a las chicas por un instante – Quiero presentarle a las cuatro chicas que nos ayudaran en esta guerra. Nuestro planeta ya había oído noticias acerca de lo Peleadores Bakugan y dimos nuestras aclamaciones por ellos en su debido momento, pues bien, helas aquí, los atributos Subterra, Haos y Darkus de los 6 peleadores de la batalla Bakugan, así como la líder Subterra de la Resistencia de Peleadores Bakugan. Todas miembros de un equipo mucho más grande que ahora están aquí para ayudarnos – Hizo una pequeña pausa y después las chicas levantaron lentamente la vista al oír sus nombres – Le presento a Runo Misaki, Mira Clay, Alice Gehabich y Julie Makimoto

El rey examinó por un minuto a las chicas antes de hablar – Les agradezco interminablemente su presencia en nuestro planeta, es un verdadero honor conocerlas, y no pueden entender la sorpresa que es para mí, el saber, que ustedes han salvado a su planeta e incluso al universo en más de una ocasión, aún siendo tan jóvenes. Estoy muy agradecido con la ayuda que, espero, nos propicien. –

- Muchas gracias, el honor es todo nuestro su majestad – Dijo Runo levantándose después de que el monarca se los indicara

- Y no tiene nada que agradecer – Prosiguió Mira – Esto lo hacemos con toda la voluntad de parar esta guerra existente entre nuestro mundos

- Es bueno oírlo – Dijo – Últimamente no hay nada que desee más, que poner a esos chicos tras las rejas, incluso si se trata de castigar a mi propia sangre

- Usted sólo ha decirnos lo que debemos hacer y nostras nos haremos cargo – Dijo Alice modestamente

- Primero quiero que ustedes tengan por completo entendido en lo que se están metiendo, y de toda la esperanza que estoy depositando en ustedes –

- Daremos lo mejor de nosotras, hasta el límite, haciendo lo que sea que haga falta – Dijo Julie con una sensatez y seriedad que las chicas tuvieron que disimular para no mostrar su sorpresa

- Entonces cuento con ustedes, y les ayudaremos en lo necesario para que se sientan más cómodas. Tray... – El chico lo miró - ¿Las guías tú a su habitación?

- Desde luego. Síganme chicas –

Hicieron una pequeña reverencia y se retiraron. Caminaron por un pasillo, cruzando una puerta enorme, que estaba al lado izquierdo de la habitación, y se perdieron observando todos los detalles que había en las paredes. Al girar por una esquina, se vio a una chica recargada en la pared leyendo un libro bastante concentrada. Tenía los ojos profundos y negros, las mejillas rosadas y el cabello le llegaba hasta debajo de la cintura, lo tenía rizado y castaño, con varios pétalos de flores adheridos a él. La piel le resplandecía con la luz y las manos que sostenían el libro se le veían súper frágiles. Llevaba un vestido rosa, largo, sin hombros y las mangas le cubrían hasta media mano.

Apenas vio a Tray, soltó el libro, y corrió hacia él.

- ¡Tray! – Dijo abrazándolo con todas sus fuerzas

- Hola hermanita ¿Me extrañaste? – Dijo Tray sonriéndole

- Estaba muy preocupada por ti y no tenía idea de cuando volverías – Dijo la chica sin parecer advertir la presencia de Runo y las demás

- No te preocupes, ya estoy aquí. Sano y salvo.

- Que gusto me da – Dijo para después darle un golpe en la cabeza. Las chicas no conocían muchas princesas, de hecho, sólo a Fabia, pero si de algo estaban seguras es que esa actitud no era típica de ellas - ¡Eso te lo mereces por no haberme dicho a donde te ibas! ¡Mi padre no ha querido decirlo para evitar que me preocupe! ¡Y tuve que averiguarlo por cuenta propia!

- Ya. Pero no era para irse a los golpes – Dijo Tray fingiendo dolor - ¿Te han dicho que eres agresiva?

- Si ¡Y me importa un bledo!

Las chicas no pudieron evitar sofocar una risita.

- Ah perdonen – Dijo ella percatándose – Tray ¿No presentas?

- Si claro. Chicas ella es mi hermana menor Drina. También es princesa del reino pero no lo hubiesen adivinado porque sus actitudes nada que ver. Y Drina, ellas son las chicas de las que te había hablado antes; Runo, Mira, Julie y Alice – Dijo señalándolas

- Es un placer conocerlas majestad – Dijeron inclinándose

- ¡El placer es todo mío! – Dijo enérgica la princesa – Pero por favor no me llamen por títulos, lo detesto, es bastante formal y a veces me hace sentir incómoda, simplemente díganme por mi nombre de pila ¿si?

- Claro Drina – Respondió Runo divertida, algo le decía que ellas dos se llevarían muy bien.

Ella sonrió.

- Bueno hermana, nosotros nos vamos – Dijo Tray nos veremos en la cena

- Bien fue un placer chicas y cuídense de mi "hermano"

Las chicas se rieron – Igualmente –

Siguieron caminando hasta el final del pasillo, llegando a un ascensor, con rejas de cobre y que se manejaba mediante una palanca. Subieron varios pisos y parecía que llegarían a la torre más alta, pero se detuvieron algunos niveles antes. Caminaron sólo unos metros más y llegaron a la habitación que quedaba al final del pasillo. Dos puertas blancas con manijas doradas, Tray las empujó y reveló la habitación de las chicas.

Una alcoba grande, de forma heptagonal, entrando al lado derecho había una gran computadora con diversos monitores y controles, que hacían perder a todo lo demás el encanto mágico que tenía el castillo, pero que eran necesarios en la misión. En medio de todo había una mesa de patas cortas, estilo japonés, del tamaño perfecto para que pudieran acomodarse bien y tenía decorándola un jarrón con distintas flores de la región. Del lado contrario a la computadora, había un espejo a cuerpo completo y al lado un tocador con maquillaje y cepillos. Además ahí mismo, había un ropero con manijas de cristal con espacio suficiente para el guarda ropa de las cuatro. En dos de las paredes estaban dos camas colocadas frente a frente. Eran de base blanca con la colchoneta rosa, y unas telas transparentes claras caían desde el techo. Las otras dos eran iguales pero estaban distribuidos en las otras paredes dejando en medio la ventana que conducía al balcón, dejando ver a lo lejos el pueblo.

- ¿Y bien...? – Dijo Tray al ver que no respondían - ¿Les gusto?

Las chicas tuvieron que pensárselo un poco para intentar calmarse, pero no les sirvió de nada - ¡NOS ENCANTA!

- Me alegra que les guste – Dijo con una sonrisa – Bien chicas les daré tiempo para que se instalen, pero cuando el Sol se ponga, las quiero en el comedor arregladas y listas para cenar conmigo y el resto de mi familia ¿Entendido?

- ¡Sí señor! – Dijeron las cuatro en fila con una mano en la frente

- Ah por cierto – Dijo antes de salir por la puerta – Tomen esto

Cogió unos paquetes que estaban al lado de la puerta, de caja blanca con un listón rosa, y le dio uno a cada una.

- Úsenlos para esta noche – Y se retiró

- ¿Que son? - Preguntó Alice mientras deshacía el moño.

La verdad era que dentro de cada caja habrá un vestido para cada una, el que posteriormente descubrirían, sería su vestimenta para ir al pueblo y en los entrenamientos. El traje consistía en un vestido de manga larga con la parte de los hombros con mas volumen, les llegaba más arriba de las rodillas y éstas las cubrían unas botas ajustadas que eran del mismo color que los encajes de piedras en el pecho. Cada vestido era del color de su atributo, por así decirlo, el de Runo era blanco con los adornos las botas doradas, el de Alice era morado con rojo, el de Mira verde con naranja y el de Julie naranja con verde.

- ¡Están preciosos! – Dijo Julie

- No entiendo – Dijo Runo - ¿Porque tienen que ser vestidos?

- Te apoyo – Dijo Mira

- Vamos chicas no sean amargada. A mí los vestidos son lo que menos me importa en este momento – Dijo Alice entusiasmada viendo la habitación

Las cuatro se miraron y luego vieron ambas camas al lado del balcón.

- ¡PIDO VENTANA! – Se lanzaron corriendo y empujándose para apartar alguna de las dos camas. Runo y Alice llegaron a una, y Mira y Julie a otra.

- ¡JA! ¡GANAMOS! –

- ¡ESTO ES LA GUERRA! – Y dio inicio una guerra interminable, insufrible y trágica de almohadas. Pero al terminar, ni Mira, ni Runo pudieron apartar a las dos chicas de sus puestos y tuvieron que resignarse a ocupar las otras dos camas. Después de desempacar y guardar sus cosas en los cajones del tocador, se dieron un baño y se preocuparon para bajar a cenar con la familia real.

Y por más infantil o tonto que se viera, ese, sería el inicio de una, mas o menos larga estancia en un lugar completamente distinto a sus hogares, las cuatro solas, con un poquito de ayuda de Tray, pero aparte de eso, estaban solas.

Antes de que la puerta se cierre

Y venga otro final

Contigo a mi lado

Pelearé y defenderé

PELEARÉ Y DEFENDERÉ

Sólo Sigue Aferrándote

LO LOGRE 26 CAPIIIS COMO LA PRIMERA PARTE DE LA 1RA Y 2DA TEMPORADA DE LA SERIEE!

Quiero agradecer a:

marifer12

DanxRuno

NeNa

Hikari-Kazami

Aki kazami

Runotigrera98

RockyBlue DanxRuno

miyoko-san

Athila Dark

akari-san

Isa177

Izayoi Sakuya

Paulitakis

alicexxshun

bakuganfanDANXRUNO

Miku- Neko

dayanna

SUPREMA121

Rin Thonsaka

Angeldelaesperanzalira

Konan-Roia

alasencadenadaslira

Runo-chan84

ozora no hime

diana

AkiranoSabaku

Y AGRADECIMIENTOS ESPECIALES PARA:

ABBYHAY: mi keridisisisiisisma hermana gracias por todo tu apoyo sin ti no se si me hubiera atrevido a publicar mis historias de veras k te kiero mil ochomil XD T amiii

Majochis- san: ay amigaaa ia no se ni k decirthe kreo k ia the lo he dicho todoooo, eres de las mejore amigas k tngo en el mundo pork t cuento tooodo lo k me pasa y yo te apoyo a ti en lo k puedo muchas gracias ^^

Estelaluna: amigaa tus comentarios siempre me conmueven y logran sacarme una sonrisaaa y fueron de los mas importantes para mii tkmuchisisiisisiiimo gracias por todo

Anima Fantic: para tiii te agradezco un millon de vecees por siempre seguir mi fic asi como io siempre sigo el tuyo t kiero bastante

: A ti te dedique especialmente este capii... obviooo por el titulo gracias por todos tus reviews te kiero muchisimooo!

Ahora sí chicos este posiblemente haya sido el ultimo capi del fic, pensaba hacerle segunda parte, pero ahora ia no estoi tan segura, solo ustedes me pueden decir si es que vale la pena continuar con este fic. MUCHAS GRACIAS a toodos los que siguieron esta historia y espero que al menos les hayas sacado una sonrisa pork eso es lo que me hace sentir super contentaa, porfavor dejen reviews y comenten, los kierooo y sayonara ^^

BESOS... SaRiii!